Balbuceos y Dentelladas. Vicente Zito Lema
Balbuceos y Dentelladas. Vicente Zito Lema
Balbuceos y Dentelladas. Vicente Zito Lema
Arrojndose al vaco en un salto sin red y sin un prfido paracadas, dando otra
completa vuelta de tuerca a los imperativos ticos de la realidad, como un nio o
un desesperado que se animan a iluminar al lado oscuro de la luna, la
Antropologa Teatral Potica contina rescatando la belleza la no bella,
convulsiva y exasperada belleza- entre los pliegues ms atroces y opacados de la
cotidianidad social. Su escenario es la vida y sus personajes son en su mayora
humildes criaturas que rememoran su historia sufriente, en una ceremonia de
agonas bajo la esttica de un auto sacramental, con sueos y pesadillas, hasta
producir la conciencia y obtener la redencin. (Hay un verdadero salto, una
potica, que va de la cantidad el dolor a la calidad del gozo social y el bien
pblico, construidos con tejido amoroso).
En esta antropologa teatral que desnudamos poco a poco, con ms pudor que
pericia, la poesa es el alma de las msicas y el filo del hacha, y es tambin
amparo del ser y esperanza de existencia ante la amenaza, an cuando la accin
transcurra en un hospicio, en una crcel pblica o clandestina, o en una calle o
estacin de tren a pura estampidas, donde los cuerpos se martirizan hasta que el
espritu humano se vuelve un llanto abstracto, fuera de toda medida, an animal,
y donde la agona de un joven piquetero indefenso acribillado por la espalda por
la canalla policial pueda ser alimentada en el vejamen con tanta liviandad que
nuestro propio rostro frente al espejo es el grito que nos espanta.
Hoy lo sabemos: La Antropologa Teatral Potica no descansa en la ficcin, se
mueve en la exasperante realidad de lo real.
II
En tanto proceso de trabajo, la Antropologa Teatral Potica se desencadena a
partir de un suceso de la realidad social que conmociona profundamente al artista
creador, y que podemos ver como la primera chispa de un fuego que deber
mantenerse vivo. (La realidad social tambin la integran los sueos, pura materia
humanizada, sin olvidar que el acontecer onrico es aqu revelacin que nos
alerta, paradjicamente nos despierta.)
En la calidad del impacto inicial que recibe el artista est el origen y a la vez el
destino de la obra, sin perjuicio de los avances y retrocesos, hasta concretar una
existencia que en el arte nunca ser definitiva. En esta etapa fundacional dentro
del marco de la Antropologa Teatral Potica- se desvaloriza, que no es castrar, el
rol de lo ilusorio, la fantasa y la imaginacin. Hay una conciencia crtica movida
por una suerte de otredad, una exterioridad con forma de hecho, historia,
sueo o relato que supera los recelos y defensas y al fin nos envuelve.
(Jacobo Fijman nos dira caminando por los patios del hospicio: hemos
entrado en la piel del otro, sea por la fe, o por la poesa).
La conciencia abre el camino para la revelacin de la trama, en tanto slo ser
posible modificar lo que previamente se conoce. (O sea que atribuimos a la
Antropologa Teatral Potica una capacidad de instrumentacin de la conciencia
para conocer y operar en el espacio de lo real y ante la magnitud de lo espiritual).
El suceso de la realidad que nos cuestiona hace a lo general y es en principio
ajeno, hasta que nuestra conciencia lo vuelve pblico y luego interior (lo
internaliza). La imagen, la voz del mundo exterior se detiene y se reproduce en un
nuevo sujeto, en un instante de lo absoluto; lo que pas nos pasa, y seguir
pasando, actuando en nosotros en un movimiento de alegoras y smbolos que
compromete la totalidad del ser (con su campo de ideas y sus experiencias).
Tambin la subjetividad entra en juego, alterada a partir de la identificacin y la
proyeccin, entre otros mecanismos del psiquismo, y lanza al artista a cumplir con
III
Una de las vas de la Antropologa Teatral Potica es crear, a partir del impacto
del hecho, con el conocimiento ms profundo de sus verdaderas causas, lo que
se logra superando los miedos bsicos, los prejuicios, estereotipos, negaciones y
tambin los ocultamientos que suele organizar el poder en pos de la impunidad de
sus actos y salvaguarda de su eternidad que siempre siente amenazada un
primer relato abarcativo de la historia, el suceso en s como sustancia, relegando
los pormenores y la ancdota a nivel de cosa, y apuntando al rescate de la
esencia (es aqu donde se aplica originariamente la condensacin potica.)
Puede haber un relato (como antes hubo en sustancia una escucha), donde yace
la pica, o ser varios, segn la complejidad de las alegoras revividas, que se
complementan an en la contradiccin no olvidemos que se trata de un proceso
de naturaleza dialctica, a partir de una diversidad de estilos, gneros y formas.
As, el relato de origen, siempre con textualidad dramtica, recurrir libremente a
la historia de vida, reportajes, poemas, una cancin coral, panfletos, una oracin o
uno cmulo de blasfemias proferidas por un desesperado que siente en Dios la
voluntad del mal.
Tambin el artista de la Antropologa Teatral Potica podr animarse a plantar
desde la faz inicial, sobre la misma lnea de fuego, la escena teatral, como si fuera
un viaje con suerte incierta, por ms que el puerto est siempre ante sus ojos. O
sea: se demandar al artista la comprensin y la humildad para aceptar que la
escena antes o despus ser movida de aqu para all por el viento social (que se
cuela an por las rendijas de las ventanillas) y crecer y crecer en espirales
continuos, pudiendo incorporar, segn las prioridades sensibles y tcnicas del
artista o los artistas que participan del parto, los dems materiales producidos, en
su totalidad o a bocanadas, originales y reelaborados, mixturados y multiplicados
como los peces y los panes del milagro a travs de rapsodias que glorifican la
verdad, tanto en el sueo, donde se exaspera el deseo, o en la pesadilla, cuando
lo exasperado es la necesidad. (El espiral creativo incluye los logros en la etapa
de la pesquisa, como soporte que legitima los enunciados, sean documentos,
fotos, cartas, videos, recortes de diarios y otros textos e imgenes propios del
artista o bien ajenos, todo aqu resignificado.)
La materialidad artstica gestada (esa realidad intervenida desde la pasin y la
ideologa), tiene en la Antropologa Teatral Potica un fin manifiesto: ser
participada como obra de teatro, cualquiera sea su escenario y complejas los
circunstancias,. A la par, prolongar sus efectos, magnificarlos, sembrando una
espontnea y libre ramificacin dramtica que permite al receptor activo, y en
especial a otros artistas, crticos y estudiosos del teatro el conocimiento intimo del
proceso creativo transitado, su trama originaria, tambin sus agujeros y zurcidos,
nica manera, segn advierte Freud, de acercarse a una obra de arte, reviviendo
la experiencia enriquecida con un juicio de valor, y gozando as de sus dones con
profundidad.
Se contribuir entonces, eficazmente, al crecimiento de la obra (en la Antropologa
Teatral Potica la obra se mantiene viva, nunca se da por resuelta su
conflictividad interna), alimentando las capacidades crticas y sensibles de
quienes se involucran en los distintos movimientos y msicas de la aventura,
compartiendo las razones y alucinaciones de la Antropologa Teatral Potica.
El crculo se completa con la creacin, publicacin y difusin de un libro (o cosa
semejante), que recoja el material gestado, sin perjuicio de aplicar otra vez los
mecanismos de condensacin potica, y sin olvidar tampoco que la
desesperacin por la justicia como absoluto que despierta la esttica cuando se
cruza con la tica en los caminos de la Antropologa Teatral Potica, tendr calma
pero nunca fin.
El artista de la Antropologa Teatral Potica descubrir con tristeza, y
paradjicamente con entusiasmo y esperanza, a partir del vnculo amoroso que
establece con su obra, que en estos tiempos de anomia con crecientes sospechas
y frgiles certezas, que desafan la propia existencia social, el arte tiene por
lmites las felonas de la vida, pero que a la vez esos lmites pueden ser
trasgredidos, y en la trasgresin ocurrir una pasin feliz.
Asociacin: Nos viene aqu la imagen de Spinoza, puliendo cristales en su
humilde casa de Rijnsburg, condenado por toda la eternidad, sin renunciar al
universo de las pasiones tristes y las pasiones felices, dando sentido a la ltima
verdad que pretende la criatura humana.
IV
Queda abierta aqu la posibilidad de investigar las capacidades de la Antropologa
Teatral Potica para convertir al libro, cualquiera sea la forma que se de a la cosa
(Heidegger, hablando de la coseidad en el arte) en una obra en s, una escena
viva donde el receptor espectador/lector del fenmeno exhibido (que tiene a la
dramaturgia por ncleo que sostiene la estructura artstica) pueda sentir los
efectos de conciencia en la conciencia y belleza no bella, que el artista de la
Antropologa Teatral Potica pugna por trasmitir con eficacia.
La sntesis sera: el escenario es el libro. O bien: el libro es el escenario (otro,
diferente, pero tambin posible)
En nuestro criterio la tradicional publicacin de libros con obras de teatros no
cumple con el cometido de nuevo escenario que preponemos, lo que si est al
alcance de la Antropologa Teatral Potica en virtud de la fenomenologa que la
expresa y constituye.
V
Decimos que la Antropologa Teatral Potica es el resultado posible de un proceso
de especifidad artstica, en el marco de una sumatoria de producciones sociales
de naturaleza contradictoria, en permanente beligerancia, que la incluyen y la
afectan ms all de la voluntad de sus protagonistas y del grado de su autonoma,
real, ilusoria o fingida.
El proceso de la Antropologa Teatral Potica incluye el azar y la espontaneidad,
lo ldico le es afn, pero responde mucho ms a las reglas del trabajo, cuando es
realizado en libertad, y a los llamados del inconsciente, que suelen ser dolorosos
antes que festivos.
Hay una realidad material (ms que ideal o metafsica) que compromete a los
sujetos en una maraa de vnculos muchas veces mantenidos a oscuras, por
clculo, miedo o inocencia y que simbolizan pasiones e intereses enfrentados.
Sobre ese escenario que recuerda a un volcn en pleno ebullicin y en un tiempo
de crueldades que crecen en la crueldad, la Antropologa Teatral Potica
En este camino Mater la primera obra sobre la lucha de las Madres por sus hijos
desaparecidos se puso en escena varias veces en la Plaza de Mayo, en otras
plazas del pas, en estadios de ftbol y de bsquet, en fbricas, en ingenios,
universidades, en improvisados espacios en villas miserias y en distintas salas de
teatro.
Gurka la primera obra sobre la guerra de Malvinas, se represent en hospicios
con la participacin de artistas internados, crceles, asilos, iglesias, escuelas, y
en espacios teatrales convencionales.
Sombras nada ms y La Pasin del Piquetero donde por primera vez se abordan
los asesinatos de los piqueteros, por dar un ltimo ejemplo, se vieron en el
Teatro Nacional Cervantes, la puerta de los Tribunales Federales de Lomas de
Zamora en el inicio del juicio contra los asesinos de Daro Santilln y Maximiliano
Kosteki, sobre el Puente Pueyrredn y sobre el puente que une Neuqun con
Ro Negro, ambos tomados por militantes piqueteros que participaron de la puesta
en escena, y a la par en festivales teatrales...
(Est dicho: la Antropologa Teatral Potica reclamar que su potica, que trabaja
con cuerdas puras del alma, sea vista como un lirismo al borde de la ruptura de su
propio armazn alegrico.)
VI
La Antropologa Teatral Potica se plantea su relacin con la poltica.
Nuestro punto de partida resulta directo: todo arte de una manera u otra es
poltico, en especial el teatro. La diferencia est en que hay un arte poltico por
accin y otro lo es por omisin. Que hay artistas que lo admiten y que trabajan
desde esa realidad, y hay artistas que lo niegan y hasta lo reniegan.
La Antropologa Teatral Potica entiende la inocencia del arte, pero sospecha
(Nietzsche) de la inocencia de los artistas, en tanto apelan a la emocin pero
tambin trabajan con la razn; nunca hay un delirio o una presencia total del
inconsciente, siempre hay un momento donde la realidad se constituye en el
desafo de la verdad.
El arte es movimiento: mueve conductas.
El arte es espacio: modifica el espacio previo de la realidad.
El arte es poder: genera un sistema de medida original (la esttica), y desde all lo
que es ya no ser.
En tanto agente de movimiento y espacio, en tanto poder, el arte encara su
relacin con las otras esferas de poder, consumidas hoy en la poltica.
Hablamos entonces de una relacin en el campo de lo real, entre el arte y la
poltica
Hay un proceso de creacin en el arte que comprende lo que se dice y cmo se
dice, para quin se dice y por qu se dice. Tambin hay una sntesis de estas
tensiones y contradicciones, latentes y manifiestas, apolneas y dionisacas,
erticas y tanticas, que permiten dar a luz la obra de arte.
Este discurso complejo del arte abarca mltiples planos de la realidad social, al
operar sobre la subjetividad de seres concretos, de carne, hueso y sueos, unidos
en la trama de la cultura por pura necesidad.
No hay arte sin artista que le de vida. Este artista, en cualquiera de sus
manifestaciones, especialmente las pblicas (y el arte es en esencia pblico,
siempre hay un vnculo, amoroso o siniestro, con el otro y lo otro) queda incluido,
histricamente, en los sistemas de organizacin y reproduccin de la vida social.
El artista es un ser de pasiones. De grandes pasiones, visto desde la ptica de la
Antropologa Teatral Potica, que rechaza al arte como un espacio de objetividad,
o peor todava: de indiferencia.
Nos animamos a sostener que all donde los artistas del arte por el arte, y del arte
para un elite, terminan con su propuesta primaria, inicia su camino la Antropologa
Teatral Potica, aunque lo haga a los tumbos, con muletas, asumiendo los riesgos
y el ridculo como dijera Vincent van Gogh del ciego que lleva a otro ciego de la
mano.
Las esferas del poder son en nuestro tiempo (y estamos referenciado a la
Antropologa Teatral Potica como arte de este tiempo) lo que esencializa la
materialidad humana que aceptamos como la cosa poltica.
La poltica es hoy poder; que se consume, paradjicamente, en la poltica del
poder: cmo tomarlo y conservarlo, cmo destruirlo y cmo defenderlo, dando pie
a todas las estrategias y a sus dilemas morales.
La realidad se obstina en mostrar como la poltica se pervierte y fetichiza cuando
el fin de su existencia (que es la construccin de la vida social para el bien
comn) pasa a ser el poder en el poder. (la tautologa extrema); cuando se
trastoca la esencia en la apariencia, y lo que fue instrumento es ahora razn, y la
explicacin es palabras que se disfrazan de palabras.
Ms an, el discurso del poder, embarcado en la impunidad, suele desnudar sin
pudor la cultura del travestismo, en todo lo que significa, a partir de sus agudas
contradicciones entre lo que muestra y lo que es, lo que dice y lo que hace. Al
hacerlo, desnuda tambin las neurosis y psicosis del mundo social, con mayor
claridad an que el discurso atravesado por el dolor de los recluidos en los
hospitales mentales. (Este es el sentido de nuestra obra Una carretilla de msica,
tambin desarrollada con el mtodo de la Antropologa Teatral Potica,
recogiendo historias vividas en el hospital neuropsiquitrico de Corrientes, donde
murieron ms de 20 internados en un incendio).
Nos mentiramos si decimos que hay algo en la realidad social que no est
tocado, amarrado, intervenido por el poder. Con silencios y gritos, con espanto o
beneplcito nunca dejamos de relacionarnos con l. El artista proclama su
autonoma, pero tarde o temprano,
forzado o voluntariamente, tomar conciencia que el poder (poltico, econmico y
cultural) le demanda rendicin de cuentas. Por ello mismo la Antropologa Teatral
Potica no niega ni idealiza los vnculos con el poder, los desnuda y despus los
descarna. (El enfrentamiento de la Antropologa Teatral Potica con el poder, no
es por el poder en s, sino en tanto que al reducir la poltica destruye la vida, a
partir de dejar en el camino la conciencia de la otredad.
Tampoco hay arte sin la obra de arte. Desde el momento de su aparicin pblica
el poder la registra, toma contacto con ella.
Podr despreciarla, pero sin mayores escrpulos intentar sacarle rdito.
El poder articula su estrategia en el arte, frente a los efectos pblicos de la obra y
partir de la responsabilidad del artista, y en esa estrategia integra los estmulos,
los premios, las crticas, la adjudicacin de espacios y tambin los castigos.
(Destruye, y cuando no puede, pervierte, cambia de sentido el fenmeno
artstico.)
VII
Hemos sostenido que en la Antropologa Teatral Potica hay un relato y una
experiencia madre de lo real en espera de ser vueltos a nacer. Se trabaja desde el
pasado y la rememoracin para develar el maana.
Las obras de la Antropologa Teatral Potica construyen la realidad desde la
historia y el sueo, hay una conjuncin de protagonistas memoriosos de la
historia (como Miguel, protagonista real de Gurka que pele en las Malvinas,
sufri la locura y particip en el proceso de la obra) y artistas auguriales,
enfrentando obstinadamente el presente.
Es que el presente es visto como un horror que actualiza el horror conocido y que
en su lgica prepara el horror a conocer. No hay otra camino que destruir la lgica
del horror y en eso se empea la Antropologa Teatral Potica. La reconocemos
hoy, como un arte en soledad. Pero no es arte de artistas solitarios, en tanto
apunta contra el horror de las asimetras sociales. Por ejemplo esa pobreza
dicho en buen romance, ese crimen que seca la vida y extirpa el dilogo y
banaliza la razn.
De all que la Antropologa Teatral Potica, en tanto expresiona lo real de la
realidad, recurra sistemticamente y como reparacin que substituye al dilogo
frustrado y las construcciones de la lgica formal, al monlogo y al delirio. Y si no
es un monlogo, que sea el coro, que multiplica la voz del sufriente, y si se opaca
el delirio que brille la ms atroz de las blasfemias, y si los cuerpos martirizados
pierden su alma que aparezca en lugar del discurso lrico y la caricia romntica la
escatologa en toda la pureza del mal.
La pregunta es: cmo esperar que llegue el amor cuando no se conoci la
piedad....?
VIII
El proceso creativo de la Antropologa Teatral Potica no se agota con la escucha
de la historia de la misma boca de los protagonistas, ni con su registro amoroso,
respetuoso de sus tiempos y modalidades del lenguaje, tampoco con la
conclusin de la pesquisa, ni de la dramaturgia presentada en su mayor nivel de
elaboracin. Es un fenmeno teatral y hay una puesta en escena. Sobre el
escenario, el que sea, el propuesto y elaborado o el que resulte posible dadas las
circunstancias (por ejemplo, trabajar sobre un puente, rodeados de manifestantes
y policas, o en los patios de una crcel bajo la mirada de presos y guardianes),
los cuerpos dichosos y sufrientes de sus protagonistas reales y de quienes los
encarnen, debern materializar una luz de poesa. Es pura fragilidad y es tan
fugaz como eterna es la vida, pero no llega por azar sino que es el desenlace de
una praxis convertida en un saber, donde concurren la intuicin, la pasin, la
reflexin y el arduo rigor del artesano.
La Antropologa Teatral Potica muestra sus lmites. No ha logrado an definir con
precisin su metodologa de trabajo con los actores; tampoco elabor, a nivel
general, una esttica de la direccin y puesta en escena, acordes con el grado de
verdad y de belleza que su filosofa propone. Ello no quita el reconocimiento a la
calidad y al esfuerzo individual de numerosos artistas y de investigadores del
campo del pensamiento crtico y del psiquismo, que han participado en estas
experiencias. Habla mucho ms de las enormes dificultades para registrar y
conceptuar la totalidad del material producido, y de lograr una sntesis.
Es como si la Antropologa Teatral Potica se estuviera fundando con cada nueva
creacin. Esto trae secuelas positivas y negativas que merecen tenerse en
cuenta.
Por un lado, despunta la pasin de seguir abriendo un camino virgen. A la par
marca el dficit de no construir historia desde la historia.
IX
La Antropologa Teatral Potica reivindica el espritu de los poetas malditos. As
Lautreamont, que naci en Montevideo cuando el sitio de Juan Manuel de Rosas,
escribi en francs, fund una nueva belleza y desapareci combatiendo en la
Comuna de Pars, en el bando de los trabajadores, despus de alertarnos: La
poesa debe ser hecha por todos los hombres.
Tambin la Antropologa Teatral Potica piensa que Vincent van Gogh habl por
ella cuando dijo: los poderosos ya han robado todo, no debemos dejarles la
belleza.
La Antropologa Teatral Potica se reclama como el ltimo orejn del tarro de una
familia amorosa: El teatro primitivo griego, el grotesco argentino, el teatro
esperpntico de Valle Inclan, el teatro documental de Peter Weiss y el teatro de la
crueldad de Antonn Artaud, entre otros de buen prontuario.
La Antropologa Teatral Potica recurre a la filosofa para el fundamento de sus
fines: nuestras obras son parte de un proceso dialctico, pero el origen est en los
pies, la materia (Marx), ms que en la cabeza, el ideal (Hegel).