El Teatro de La Crueldad.
El Teatro de La Crueldad.
El Teatro de La Crueldad.
Lo advierta o no, consciente o inconscientemente, lo que el pblico busca fundamentalmente en el amor, el crimen, las drogas, la
insurreccin, la guerra, es el estado potico, un estado trascendente de la vida.
El Teatro de la Crueldad ha sido creado para devolver al teatro una concepcin de la vida apasionada y convulsiva; y en ese sentido
de violento rigor, de extrema condensacin de los elementos escnicos, ha de entenderse la crueldad de ese teatro.
Esa crueldad que ser sanguinaria cuando convenga, pero no sistemticamente, se confunde pues con una especie de severa pureza
moral que no teme pagar a la vida el precio que ella exige.
Y recobraremos tambin el antiguo espectculo popular sentido y experimentado directamente por el espritu, sin las deformaciones
del lenguaje y del escollo de la palabra y de los vocablos.
Intentamos fundar el teatro ante todo en el espectculo, en el que introduciremos una nocin nueva del espacio usando todos los
planos posibles y los grados de la perspectiva en profundidad y altura, y con ello sumaremos una idea particular del tiempo a la idea
del movimiento.
En un tiempo dado, al mayor nmero posible de movimientos aadiremos el mayor nmero posible de imgenes fsicas y de
significaciones ligadas a tales movimientos.
Las imgenes y los movimientos empleados no estarn ah slo para el placer exterior de los ojos o del odo, sino para lo ms secreto
y provechoso del espritu.
As el espacio teatral ser utilizado no slo en sus dimensiones y en su volumen, sino, si cabe decirlo, en sus fosos.
El encabalgamiento de las imgenes y de los movimientos conducir, por medio de colisiones de objetos, de silencios, de gritos y de
ritmos, a la creacin de un verdadero lenguaje fsico basado en signos y no ya en palabras.
Pues ha de entenderse que en esta cantidad de movimientos y de imgenes ordenadas para un tiempo dado incluiremos silencio y
ritmo, tanto como una cierta vibracin y una cierta agitacin fsica, compuestas por objetos y gestos reales, y realmente utilizados. Y
puede decirse que el espritu de los ms antiguos jeroglficos presidir la creacin de ese lenguaje teatral puro.
Todo pblico popular ha gustado siempre de las expresiones directas y de las imgenes; habr lenguaje hablado, expresiones
verbales explcitas en todas las partes claras y netamente dilucidadas de la accin, en las partes en que descansa la vida e interviene
la conciencia.
Pero, junto con ese sentido lgico, se dar a las palabras su sentido verdaderamente mgico, de encantamiento; las palabras tendrn
forma, sern emanaciones sensibles y no slo significado.
Pues esas excitantes apariciones de monstruos, esos excesos de hroes y dioses, esas revelaciones plsticas de fuerzas, esas
intervenciones explosivas de una poesa y de un humor que desorganizan y pulverizan apariencias, segn el principio anrquico,
analgico de toda verdadera poesa, slo ejercern su magia cierta en una atmsfera de sugestin hipntica donde la mente es
afectada por una directa presin sobre los sentidos.
As como en el teatro digestivo de hoy los nervios, es decir una cierta sensibilidad fisiolgica, son deliberadamente dejados de lado,
librados a la anarqua espiritual del espectador, el Teatro de la Crueldad intenta recuperar todos los antiguos y probados medios
mgicos de alcanzar la sensibilidad.
Tales medios, que consisten en intensidades de colores, de luces o sonidos, que utilizan la vibracin, la trepidacin, la repeticin ya
sea de ritmo musical o de una frase hablada, tonos especiales o una dispersin general de la luz, slo pueden obtener todo su efecto
mediante el empleo de disonancias.
Pero en vez de limitar esas disonancias al dominio de un solo sentido, las haremos saltar de un sentido a otro, de un color a un
sonido, de una palabra a una luz, de un trepidante ademn a una plana tonalidad sonora, etctera.
El espectculo as compuesto, as construido, se extender, por supresin de la escena, a la sala entera del teatro, escalar las
murallas por medio de livianas pasarelas, envolver previamente al espectador, y lo sumergir en un constante bao de luz, de
imgenes, de movimientos y de ruidos. El decorado sern los mismos personajes, que tendrn la talla de gigantescos maniques, y
unos paisajes de luz mvil que caer sobre objetos y mscaras en continuo desplazamiento.
Y, as como no habr sitio desocupado en el espacio, tampoco habr tregua ni vaco en la mente o la sensibilidad del espectador. Es
decir que entre la vida y el teatro no habr corte neto, ni solucin de continuidad. Quien haya visto rodar la escena de un film,
comprender exactamente a que nos referimos.
Queremos disponer, para un espectculo teatral, de medios materiales semejantes -en luces, comparsas, recursos de todo tipo- a los
que malgastan ciertas compaas, de modo cuanto hay de activo y mgico en semejante despliegue se pierde para siempre.
anotados y descritos con palabras, mientras sea posible, y principalmente para las partes no dialogadas del espectculo, de acuerdo
con el principio de registrar en cifras, como en una partitura musical, lo que no puede describirse en palabras.