La Causal Id Ad
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¿POR QUÉ?
Anabel Cornago
http://elsonidodelahierbaelcrecer.blogspot.com/
Pictogramas de ARASAAC
http://www.catedu.es/arasaac/
Imágenes de Internet.
Empezamos trabajando con tres “parejas”. Presentábamos una tarjeta a Erik junto con su pareja y se
explicaba la situación. Por ejemplo: “si se pincha el globo, el globo se rompe”, “si se da un golpe, sale
un chichón”, “si se cae el jarrón, el jarrón se rompe”.
Una vez explicadas las tres, se pasaba a trabajarlas con él. La T. tenía tres tarjetas y sobre la mesa
estaban colocadas las tres con las que se podía hacer pareja. Se presentaba una tarjeta a Erik y la
pregunta era: “Erik, ¿qué pasa si se pincha el globo? Coge la tarjeta correcta”. Una vez unidas las
tarjeta, se colocaban sobre la mesa. “Muy bien, si se pincha el globo, el globo se rompe”, con
recompensa y grandes elogios.
En un principio trabajábamos con tres asociaciones. Después pasamos a cinco y poco a poco fuimos
subiendo el número conforme lo iba dominando.
http://informaticaparaeducacionespecial.blogspot.com/search/label/Series%20causa-efecto
http://elsonidodelahierbaelcrecer.blogspot.com/2009/12/contestar-y-hacer-preguntas-quien.html
http://elsonidodelahierbaelcrecer.blogspot.com/2009/12/contestar-y-hacer-preguntas-donde.html
Por ejemplo: el niño dice “quiero comer” o expresa de alguna forma que quiere comer. También se
puede provocar esa necesidad ofreciéndole algo que le guste mucho. Inmediatamente se pregunta:
“¿por qué quieres comer?” y se responde: “(quieres comer)porque tienes hambre” y se le da lo que
quiera comer. Se repite varias veces. Después se hará una pausa entre la pregunta: “¿por qué quieres
comer?” y la respuesta, para provocar que el niño la diga por él mismo: “porque tengo hambre”.
De todas formas, aquí lo importante es que el niño entienda la relación causa – efecto, aunque él
aún no conteste. Por eso es muy importante practicarlo mucho y con muchas situaciones.
Esta situación se puede utilizar para provocar otras preguntas “¿por qué?” muy evidentes: “¿por qué
quieres beber?” (sed), “Por qué te limpias la boca?” (sucia), “¿por qué te lavas las manos?”, etc.
Una lista de posibles situaciones con pregunta (efecto) y respuesta (causa)sería la siguiente; y
podemos ayudar al niño con imágenes de las CAUSAS:
Poner pasta de dientes – lavarse los dientes Bañarse, lavarse, ducharse – sucio
Esperar en la parada del autobús – el autobús viene Ponerse las botas de goma – llueve
Jugar – divertirse
Hacer bolas muy grandes– muñeco de nieve Preparar cosas de la playa – ir a playa
Cuanto más se amplíe esta lista, mejor. Es conveniente también barajar diferentes causas, para que
no aprenda las respuestas de forma automática.
Por ejemplo: “¿Por qué quieres comer (chocolate)?” – porque tengo hambre – porque me gusta –
porque está muy rico – porque me lo han regalado en el cole, etc.
Cuando el niño comience a contestar por sí mismo al menos diez de las preguntas anteriores,
pasaremos al siguiente ejercicio ya en situación de “terapia”, es decir: trabajo en mesa con tarjetas
de situaciones.
A continuación, la T. toma 2 tarjetas (causa efecto) y pregunta: “Erik, ¿por qué coge el paraguas el
señor?” y se espera hasta que el niño diga: “porque llueve”. “Muy bien, el señor coge el paraguas
porque llueve” y se dejan las dos tarjetas juntas sobre la mesa. Recompensa y grandes elogios.
Si el niño no contesta, la T. le ayudará con mímica (“gesto de que llueve”), con palabras clave
(“lluvia”)… o contestará por él. Pero este ejercicio tiene como objetivo que el niño conteste, así que
no se pasará a una nueva serie de tarjetas hasta que el niño no domine una serie.
(además de con tarjetas se podría trabajar con juegos de ordenador o breves secuencias de vídeo).
- Dormir – cansado
- Jugar –
divertirse
- Gritar - enfadado
Para este ejercicio utilizamos (como en el ejercicio 1) situaciones de la vida cotidiana. Si hemos
llegado hasta aquí, el niño domina ya: “¿por qué comes?” – “porque tengo hambre”, etc.
- ¿por qué comes? – porque tengo hambre. ¿por qué quieres comer un plátano? – porque
tengo hambre. ¿Qué haces cuando tienes hambre? – como algo. ¿Qué haces si tienes
hambre? – como algo.
- ¿por qué bebes? – porque tengo sed. ¿Por qué quieres beber agua? – porque tengo sed.
¿Qué haces cuando tienes sed? – bebo agua. ¿Qué haces si tienes sed? – bebo agua.
Podemos también ir provocando que el niño utilice frases cada vez más completas (y vaya
introduciendo subordinadas):
Como siempre, no olvidar las recompensas, los elogios y divertirse mucho en cada situación.
Primera se ordena la historia que se narra en las tarjetas. Se cuenta la historia. Se pasa al turno de
preguntas tirando el dado.
¿dónde? – en la calle
¿qué pasa? – el niño pierde el osito. Un señor lo encuentra y se lo da a una nena (a su hija).
Etc.
Hacemos una primera ronda en la que la T. hace las preguntas y el niño contesta.. Luego decimos:
“Erik, ahora te toca a ti. Pregunta ¿por qué?”. Y más adelante se usa el sistema de turnos: una
pregunta la T., una pregunta el niño.
Por último trabajamos todas las preguntas a la vez (con el dado) con sistema de rondas y sistema de
turnos.
Truco: Nosotros teníamos una cajita con la palabra ¿Qué? pegada, y dentro las tarjetas con las
respuestas “qué” (objetos, por ejemplo). Otra cajita con la palabra “¿quién?” , y dentro las tarjetas.
(profesiones, por ejemplo). Etcétera.
Por ejemplo, al tirar el dado y salir un “¿dónde?” se tomaba una tarjeta de la caja “¿dónde?”. El dado
se tiraba por turnos, una vez la T, y otra vez Erik.
¡Que os divirtáis!