Ileo Intestinal Postoperatorio

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Tiene entidad clnica el leo paraltico postoperatorio?

De forma prcticamente constante despus de la ciruga, es-


pecialmente si es abdominal, se produce un estado transitorio
de obstruccin intestinal por fallo en la actividad propulsiva
normal de todo o parte del tubo digestivo.
En la mayora de los casos el leo paraltico postoperatorio
(IPP) no reviste gravedad y suele resolverse espontneamente
en pocos das. Como ms adelante veremos, se trata prctica-
mente de un mecanismo adaptativo que ayuda a la recupera-
cin de la agresin quirrgica. Pero en algunas circunstancias
el fracaso propulsivo puede prolongarse tanto que provoque un
cuadro clnico tan peligroso como las obstrucciones de causa
mecnica, lo que compromete a veces la vida del enfermo
1
.
En este artculo estudiaremos, en primer lugar, su presenta-
cin clnica. Revisaremos lo que conocemos sobre el compor-
tamiento motor del tubo digestivo en la situacin de leo paral-
tico postoperatorio, y tras ello haremos un resumen de lo que
hoy da se piensa sobre su etiopatogenia. Terminaremos, final-
mente, con indicaciones sobre su prevencin y tratamiento.
Cuando el leo paraltico postoperatorio
se convierte en un problema
Normalmente el IPP pasa desapercibido entre los sntomas
de la enfermedad postoperatoria, pero cuando no se restablece
la actividad propulsiva en los primeros das, el paciente co-
89 275
leo paraltico postoperatorio
D. Garca-Olmo* y F. Lima**
*Profesor titular de Ciruga. **Mdico residente. Universidad Autnoma de Madrid. Servicio de Ciruga General C.
Hospital Universitario La Paz. Madrid.
Resumen
Despus de la ciruga, especialmente si es abdominal, se
produce un estado transitorio de obstruccin intestinal por fa-
llo en la actividad propulsiva normal del tubo digestivo. En la
mayora de los casos no reviste gravedad y suele resolverse es-
pontneamente en pocos das. Pero en algunas circunstancias
el fracaso propulsivo puede prolongarse tanto que provoque
un cuadro clnico tan peligroso como las obstrucciones de cau-
sa mecnica, lo que compromete a veces la vida del paciente.
En la fisiopatologa de este cuadro se han implicado al me-
nos seis mecanismos etiopatognicos que probablemente, en la
mayora de los casos, se presentarn asociados a: a) estimula-
cin simptica; b) afeccin de las terminaciones colinrgicas;
c) deplecin postoperatoria de potasio; d) problemas celulares
de la fibra lisa muscular; e) factores humorales, y f) alteracin
neuroendocrina de la pared intestinal. La conmocin cere-
bral de los elementos nerviosos de los plexos intestinales se
plantea como una buena hiptesis integradora.
La adecuada preparacin preoperatoria es, probablemente,
la medida ms efectiva para evitar esta complicacin. Se pro-
pone el vaciado de las asas retrgradamente en la obstruccin
intestinal y el uso de la ciruga laparoscpica, cuando sea posi-
ble, como mtodos de prevencin.
Una vez instaurado el cuadro el tratamiento se apoya en
medidas de mantenimiento (fluidoterapia, nutricin, sonda
nasogstrica, etc.) y en el uso de frmacos activos sobre la mo-
tilidad digestiva.
Palabras clave: leo paralitico postoperatorio. Obstruccin intestinal.
(Cir Esp 2001; 69: 275-280)
POSTOPERATIVE PARALYTIC ILEUS
After surgery, particularly abdominal surgery, a transient
state of intestinal obstruction in produced, caused by a failure
in the normal propulsive activity of the digestive tract. In the
majority of cases this does not become severe and normally re-
solves spontaneously in several days. However, in some instan-
ces the propulsive failure can persist, provoking a clinical si-
tuation as dangerous as mechanically caused obstruction and
which in some cases can compromise the life of the patient.
There are at least 6 etiopathological mechanisms that ex-
plain this clinical physiopathology. The majority of cases are
probably due to the combination of several of them: a) sym-
pathetic stimulation; b) damage to cholinergic terminals;
c) postoperative potassium depletion; d) cellular problems in
smooth muscle fibers; e) humoral factors; f) neuroendocrine
alteration of the intestinal wall. The cerebral commotion of
nerve elements in the intestinal plexus may be a good integral
hypothesis.
Appropriate preoperative preparation is probably the most
effective means of avoiding this complication. We advise retro-
grade clearing of intestinal obstruction and performing lapros-
copic surgery when possible as preventative measures.
Once the patient is stabilized, maintenance treatment such
as fluid therapy, nutrition, nasogastric ultrasound, etc. is insti-
tuted as well as the use of medication to treat digestive motility.
Key words: Postoperative paralytic ileus. Intestinal obstruction.
Correspondencia: Dr. D. Garca-Olmo.
Servicio de Ciruga General C.
Hospital Universitario La Paz (5.
a
planta).
P.
o
de la Castellana, 261. 28046 Madrid.
Correo electrnico: [email protected]
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mienza a presentar malestar abdominal. El signo clnico ms
evidente es la distensin abdominal junto con cierre intestinal
absoluto, esto es, ausencia de expulsin de gases y de heces.
No obstante, lo que ms complica la situacin es la imposibili-
dad de hidratar y alimentar al paciente por va oral. Es frecuen-
te que tenga una intensa sensacin de nuseas y vmitos (si el
paciente lleva sonda nasogstrica, gran aspiracin). General-
mente el paciente est ansioso e intranquilo.
El pulso suele ser rpido y la temperatura es usualmente nor-
mal si no existe ningn factor de complicacin como infeccio-
nes de la herida, problemas pulmonares, urinarios, etc. Un dato
clnico de extraordinario inters es la existencia a la ausculta-
cin abdominal de una ausencia casi completa de ruidos abdo-
minales desde el comienzo del cuadro clnico. Algunos estu-
dios de registro y anlisis automtico del sonido abdominal han
descrito un silencio absoluto
2
.
En la radiografa simple de abdomen destaca la existencia de
asas intestinales distendidas con gas en su interior distribuidas
por toda la cavidad abdominal. Lo ms importante es la exis-
tencia simultnea de aire en el estmago, el intestino delgado,
el colon y el recto. A veces pueden apreciarse valores hidroa-
reos por acumulacin de secreciones que no son adecuadamen-
te propulsadas
3
.
Se mueve el tubo digestivo despus de la ciruga?
Y si se mueve, por qu no propulsa?
Para estudiar los patrones de motilidad que segn diferentes
autores aparecen durante el inmediato postoperatorio es conve-
niente que dividamos el tubo digestivo en tres tramos: estma-
go, intestino delgado e intestino grueso; estos tres segmentos
tienen una fisiologa diferente y quiz por ello, como ms ade-
lante veremos, se comportan de manera distinta ante la causa
que provoca el leo paraltico postoperatorio.
Estmago
Tras la agresin quirrgica el estmago pasa por un perodo
de aperistalsis muy variable dependiendo del tipo de trauma
quirrgico, el estado previo del enfermo, etc. Se considera que
habitualmente este tiempo oscila entre 18 h y 4 das
4-6
. No obs-
tante, el hecho de que transcurrido este tiempo el estmago lo-
gre propulsar algn contenido hacia el intestino delgado no sig-
nifica que esta motilidad sea totalmente eficaz, ya que puede
faltar la coordinacin adecuada que asegure el perfecto vaciado
gstrico. Esta coordinacin perfecta no suele lograrse hasta pa-
sados algunos das de la recuperacin del movimiento gstrico.
La vagotoma troncular bilateral no reduce ni alarga el tiempo
de recuperacin de la motilidad gstrica
7
.
Intestino delgado
Para algunos autores el intestino delgado no participa ni
contribuye a la situacin del leo paraltico postoperatorio, ya
que encontraron motilidad intestinal en el inmediato post-
operatorio
8
. Sin embargo hoy da se sabe que este tramo intes-
tinal ejerce un papel muy importante en la fisiopatologa del
cuadro clnico del IPP.
Se ha podido comprobar que aunque efectivamente existe
motilidad desde las pocas horas del postoperatorio, esta motili-
dad es desorganizada, lo que lleva a un enlentecimiento impor-
tante del trnsito intestinal. Este enlentecimiento se ha atribui-
do a la inexistencia de fases III propulsivas y a la falta de una
fase II adecuada
9
.
La motilidad del intestino delgado durante el postoperatorio
se recupera rpidamente antes de 36-48 h, pero no existe moti-
lidad organizada hasta los das 7-9, lo que va en detrimento de
una adecuada propulsin, y la actividad motora existente es de
muy bajo rendimiento en cuanto al cumplimiento de su misin
propulsora
10
.
Colon
El colon humano tras la intervencin quirrgica, sea o no so-
bre la cavidad abdominal, se paraliza. Esta parlisis es total
como mnimo durante un perodo aproximado de 12-24 h si la
intervencin es extraabdominal y de 36-48 h si se efectu una
laparotoma
8,10,11
.
Este reinicio de esta actividad suele ser con actividad no pro-
pulsiva, y slo aparecen movimientos de segmentacin.
La duracin e intensidad de este estado paraltico es directa-
mente proporcional a la gravedad del trauma quirrgico
8
. Ade-
ms, esta alteracin es ms evidente en el colon sigmoide que
en el colon derecho
10,11
.
Durante mucho tiempo se pens que el gran problema del
leo paraltico postoperatorio resida en el colon, ya que en las
radiografas simples del abdomen del enfermo recin operado
se observaba mucho gas en colon. Por otra parte, faltaban estu-
dios adecuados sobre la motilidad de otros tramos intestinales
puesto que los existentes manifestaban la existencia de motili-
dad a las pocas horas de la intervencin.
Hoy da sabemos, como ya hemos comentado, que el est-
mago y el intestino delgado tambin participan en la fisiopato-
loga del IPP. Hasta tal punto que algunos autores sugieren que
estos tramos intestinales son los principales responsables de al-
gunas alteraciones clnicas que aparecen tras las intervenciones
quirrgicas
1
.
Cul es la causa de que el intestino se paralice
despus de la ciruga? Por qu comienza con movimientos
desordenados, comprometiendo por ello el trnsito?
La bibliografa actual intenta contestar a estas dos preguntas
sobre el problema, que nosotros resumimos a continuacin.
Hay que dejar claro que a pesar de los numerosos estudios rea-
lizados y de ser el IPP un estado muy comn que sigue hasta el
ms trivial de los procederes abdominales, no conocemos en la
actualidad exactamente cul es su mecanismo de produccin y,
lo que es ms importante, no conocemos por qu en algunos
casos se mantiene.
En la gnesis del IPP se han invocado numerosos mecanis-
mos etiopatognicos que, para su mejor estudio, hemos clasifi-
cado en seis grandes grupos que a continuacin detallamos, ha-
ciendo constar que probablemente en la mayora de los casos
se tratar de un mecanismo complejo formado por la imbrica-
cin de numerosos factores.
Estimulacin simptica
Hay numerosas evidencias de que el leo postoperatorio pue-
da resultar como consecuencia de un reflejo mediado por va
de los nervios simpticos. Ya a finales del pasado siglo se co-
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munic que la estimulacin de los nervios esplcnicos produca
un colapso de la motilidad intestinal y tambin que la esplacni-
cectoma abola la inhibicin motora producida por la laparo-
toma
4
.
Posteriormente, se pudo comprobar de modo experimental
que la esplacnicectoma y la destruccin medular podan ejer-
cer un efecto protector en el IPP
13
. Se demostr tambin el au-
mento de la sntesis de catecolaminas en el tubo digestivo du-
rante el inmediato postoperatorio, cosa que no ocurra en el
SNC. Por ello se postul que el IPP podra ser debido a una hi-
peractividad neuronal simptica perifrica
9
.
Por otra parte, parece probado que la utilizacin de bloquea-
dores adrenrgicos puede mejorar el IPP, aunque algunos inves-
tigadores estn en desacuerdo
9
.
Todos estos estudios se centran en la cantidad de motilidad
sin profundizar en su coordinacin y por ello en su utilidad fi-
siolgica. Podemos concluir en que el sistema simptico est
involucrado de alguna manera en la situacin de IPP, pero de-
ben existir otros factores implicados pendientes an de esclare-
cimiento.
Afectacin de las terminaciones colinrgicas
Se ha sugerido que en el leo postoperatorio lo que ocurre es
que est alterado el balance entre nervios colinrgicos excitato-
rios y los nervios inhibitorios de cualquier clase, de forma que
predomina la funcin de estos ltimos. En condiciones norma-
les, cuando ambos grupos de nervios pueden ser estimulados,
en segmentos aislados de intestino mediante estimulacin elc-
trica transmural, el efecto predominante, al estimularlos simul-
tneamente, es el colinrgico y, por ello, el intestino se contrae.
Sin embargo, en el postoperatorio podra faltar la contraccin
por existir un bloqueo selectivo de estos nervios colinrgicos,
debido al manoseo de las asas y a la hipoxia. Por ello, existira
un predominio de los sistemas inhibitorios bien adrenrgicos o
no adrenrgicos no colinrgicos
14
.
Otros autores
9
creen que en el IPP el vago tiene un papel im-
portante ya que tras provocar leo adinmico mediante laparo-
toma y estmulo nociceptivo del rea gastroduodenal ste no
es revertido con bloqueadores adrenrgicos ni colinrgicos y s
con la vagotoma.
Deplecin postoperatoria de potasio
Este hecho es conocido desde hace muchos aos y sigue te-
niendo cierta vigencia en la actualidad.
Se ha demostrado una disminucin del ion potasio tanto en
el plasma como en el interior de los eritrocitos en el postopera-
torio, al parecer debida a una prdida excesiva por la agresin
quirrgica. Esta concentracin de potasio se recuperaba al mis-
mo tiempo que lo haca la motilidad intestinal, por lo que se le
atribuy alguna responsabilidad en la etiopatogenia del IPP
15
.
En la actualidad se acepta que esto pueda influir sobre la pa-
rlisis intestinal posquirrgica ya que el potasio es fundamental
para una buena contractibilidad muscular
4
.
Problemas celulares de la fibra lisa muscular
Se ha postulado la existencia de dos problemas:
1. Una alteracin de los nexos celulares que actualmente se
sabe que son los soportes anatmicos del acoplamiento celular.
Si stos no funcionaran, las clulas se despolarizaran de mane-
ra discordante y tendramos importantes alteraciones, probable-
mente en las ondas lentas del electroenterograma.
2. El otro problema podra ser un desacoplamiento en las re-
laciones de la capa muscular circular con la longitudinal, lo
que llevara a una ausencia de movimientos peristlticos co-
rrectos
10
.
Factores humorales
Los primeros datos que hicieron pensar en la posibilidad de
que el leo paraltico pudiera ser debido a factores humorales se
obtuvieron en experiencias con asas intestinales completamen-
te denervadas. Se pudo comprobar que la peritonitis experi-
mental inhiba tanto las asas correctamente inervadas como las
denervadas
16
.
Posteriormente, se ha comprobado que la motilina altera sus
valores plasmticos en relacin con la intervencin. As, duran-
te el inmediato postoperatorio podemos encontrar valores muy
bajos de este pptido que van recuperndose a medida que lo
hace la motilidad intestinal. La duracin de este hecho es direc-
tamente proporcional a la gravedad de la operacin
17
. Por estas
razones se ha sugerido que la falta de motilidad adecuada pue-
de ser debida a un defecto de motilina circulante.
Otros autores han propuesto
18,19
que la liberacin de endorfi-
nas producida por el estrs quirrgico poda ser responsable del
IPP. La existencia de encefalinas en el tubo digestivo capaces de
inhibir potentemente la motilidad intestinal
20
refuerza esta teora.
Por ltimo, hay que comentar que tambin se ha culpado a la
anestesia quirrgica de ser la causante de muchos leos paralti-
cos; sin embargo, casi todos los estudios actuales concluyen en
que los modernos frmacos anestsicos casi no influyen en este
fenmeno
9,10,13,21
y, si lo hacen, la duracin de la alteracin es
corta y no explica el cuadro duradero del IPP.
Alteracin neuroendocrina de la pared intestinal
Existen suficientes evidencias hoy da para asegurar que el
CMM es una expresin de la actividad especfica del sistema
nervioso enteral intrnseco que precisa para su funcionamiento,
como todo plexo nervioso, de sustancias neurotransmisoras y
neuromoduladores, algunas de ellas con categora hormonal. Se
constituye as en la pared intestinal un complejo neurohormo-
nal que funciona como un ordenador encargado de integrar es-
tmulos y de producir motilidad coordinada, esto es, motilidad
fisiolgicamente vlida. A este complejo neuroendocrino se le
ha llamado cerebro intestinal.
Algunos autores han propuesto que el IPP puede ser debido a
una alteracin en la funcin del sistema neuroendocrino de la
pared intestinal.
Siguiendo esta lnea de pensamiento se han publicado dos
experiencias que creemos demostrativas. La primera consisti
en comparar los efectos de la estimulacin elctrica de alta fre-
cuencia (EEAF) transmural en condiciones normales y en el
postoperatorio inmediato. Se observa que en condiciones nor-
males el EEAF produce dos efectos sucesivos: una contraccin
tetnica inicial de unos segundos de duracin seguida de un
tren de actividad motora de casi 10 min de duracin en la que
el 100% de las ondas lentas tienen potenciales de accin. El
primer efecto es debido a la liberacin masiva de acetilcolina,
puesto que desaparece con atropina, mientras que el frente mo-
tor se debe a la liberacin de hormonas de produccin local.
D. Garca-Olmo y F. Lima.
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leo paraltico postoperatorio
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Las experiencias con EEAF en el inmediato postoperatorio de-
mostraron que slo se produca la tetanizacin inicial pero no
el frente motor postetnico. Esto indica que tanto las clulas
musculares lisas intestinales como los receptores colinrgicos
funcionan normalmente y pueden responder a estmulos. Sin
embargo, se pone de manifiesto un fracaso de las hormonas de
produccin local en el inmediato postoperatorio
22
.
La segunda experiencia consisti en comprobar cmo se
comportaban en el inmediato postoperatorio algunas hormonas
gastrointestinales circulantes en sangre que haban demostrado
en condiciones normales ser capaces de producir frentes moto-
res propulsivos similares a las fases III fisiolgicas del CMM.
Pudimos comprobar que tanto la insulina como la somatostati-
na demostraban ser totalmente ineficaces en el inmediato pos-
toperatorio
23,24
.
Durante estas experiencias se comprob, adems, que la neo-
estigmina (inhibidor de la colinesterasa) tena el mismo efecto
en condiciones normales que en el postoperatorio (contracin
tetnica no propulsiva), lo que nos lleva de nuevo a la idea de
que la fibra muscular lisa y sus receptores colinrgicos estn
listos para responder.
La conmocin cerebral, una buena hiptesis para explicar
el leo paraltico postoperatorio
Los experimentos descritos nos llevan a pensar que probable-
mente lo que ocurre en el IPP es que las hormonas gastrointestia-
les necesitan para ejercer su accin de la integridad anatmica y
funcional de los plexos intrnsecos intestinales. La agresin qui-
rrgica, en especial si hay manoseo de asas intestinales, provoca-
ra un trastorno funcional transitorio del sistema nervioso intrn-
seco, algo as como una conmocin cerebral del cerebro
intestinal y ello producira el fracaso de las hormonas motoras
gastrointestinales y, por ende, el fallo en la actividad propulsiva
25
.
Estas razones podran explicar la falta de motilidad coordi-
nada en el inmediato postoperatorio de la ciruga abdominal en
la que existe traumatismo directo de la pared intestinal. Por
ello, durante el postoperatorio podemos encontrar motilidad, ya
que la fibra muscular es receptiva, pero no organizada en patro-
nes complejos como el CMM, ya que sta depende de la inte-
gridad del sistema neuroendocrino de la pared intestinal que
tiene durante el IPP un trastorno funcional transitorio.
El leo paraltico postoperatorio se puede prevenir.
La importancia de la preparacin preoperatoria
Existen una serie de medidas que pueden ser tiles para pre-
venir un IPP prolongado:
1. Corregir antes de la intervencin el equilibrio hidroelec-
troltico, especialmente en los casos en los que haya una im-
portante aspiracin nasogstrica o una fstula intestinal.
2. Se ha demostrado que el estrs puede conducir a un agra-
vamiento del IPP
26
. Para algunos autores
4
mitigar la ansiedad
pre y postoperatoria es fundamental. Se aconseja el uso de me-
peridina a una dosis de 100 mg cada 4 h o sulfato de morfina a
una dosis de 10 a 15 mg cada 4 h, junto con clorpromacina.
3. El uso de la sonda nasogstrica puede calmar la sintoma-
tologa, pero no se sabe hasta qu punto influye sobre la evolu-
cin del IPP
27
.
4. Hay que ser cuidadoso en la tcnica quirrgica. Durante la
intervencin los tejidos no deben ser maltratados. En este pun-
to se ha resaltado especialmente evitar en lo posible el mano-
seo de las asas intestinales. Se tratara de minimizar la conmo-
cin del cerebro intestinal.
Vaciamos las asas retrgradamente
en la obstruccin intestinal?
Es frecuente que al final de las intervenciones quirrgicas por
obstruccin intestinal se plantee esta pregunta cuando la causa
mecnica ha sido solucionada. Las asas en estos casos estn muy
dilatadas y llenas de contenido y se plantea la posibilidad de va-
ciarlas mediante expresin, normalmente retrgrada. Debemos
hacerlo? Evidentemente la expresin retrgrada del intestino del-
gado aumentar el traumatismo de los plexos mientricos. Pero
no cabe duda de que la distensin de las asas por el contenido
acumulado dificultara la contracccin intestinal eficaz hasta que
ste no haya sido eliminado. Adems, el cierre de la pared abdo-
minal se facilita extraordinariamente si las asas son vaciadas. Por
ello, debemos recomendar su vaciado con maniobras cuidadosas.
La ciruga laparoscpica disminuye el leo paraltico
postoperatorio?
Tericamente s, pero los estudios realizados al respecto basn-
dose en datos clnicos poseen poca potencia estadstica. Algunos
autores han demostrado que en la ciruga del colon no existen di-
ferencias en cuanto al momento de iniciar la alimentacin entre
los procedimientos de ciruga abierta y los laparoscpicos
28
.
Cundo debemos empezar a tratar el leo paraltico
postoperatorio?
Cuando empiece a causar sntomas, lo cual depende de la inter-
vencin quirrgica practicada. Por ejemplo tras una intervencin
quirrgica para colocar una prtesis de cadera se prev alimentar
al paciente por va oral en el plazo de 24-48 h. Si esto no es posi-
ble porque se ha instaurado un IPP, deberemos comenzar medidas
escalonadas de tratamiento. Sin embargo, en una intervencin ab-
dominal con reseccin y sutura digestiva el tiempo de espera de-
bera ser mayor, puesto que se ha demostrado que el IPP puede
servir como mecanismo adaptativo que ayude a superar los das
crticos de la cicatrizacin. Nuestro grupo de trabajo ha demostra-
do que el uso de procinticos en el inmediato postoperatorio pue-
de ser perjudicial para la resistencia de las anastomosis del co-
lon
29
. Teniendo en cuenta que esperar un poco en alimentar por
va oral no tiene trascencendencia clnica, por qu no esperar?
Tratamiento del leo paraltico postoperatorio
Cuando el IPP empieza a ser un problema debe ser tratado
con dos tipos de medidas:
Medidas de mantenimiento
Sabemos que la motilidad intestinal terminar por recuperar-
se; por tanto, se trata de obviar la va digestiva para alimentar
CIRUGA ESPAOLA. Vol. 69, Marzo 2001, Nmero 3
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al paciente. Por ello debe trazarse un plan de nutricin parente-
ral acorde con la situacin de cada enfermo.
Por otra parte, deberemos atender escrupulosamente al equi-
librio hidroelectroltico que puede ocasionar muchos proble-
mas y retrasar el inicio del peristaltismo.
La sonda nasogstrica mejora el bienestar del paciente y sue-
le ser el medio ms efectivo para evitar los vmitos y sus com-
plicaciones.
Medios farmacolgicos
Los frmacos ms usados en el tratamiento de los IPP fueron
los simpaticolticos, basndose en la teora de que esta altera-
cin es debida principalmente a una inhibicin motora por un
reflejo simptico, pero los resultados fueron dispares
30
.
Otro tipo de tratamiento empleado ha sido la neostigmina
(parasimpaticomimtico); tambin se han obtenido resultados
controvertidos y no aceptados por muchos mdicos. En este
punto conviene recordar que se ha demostrado que la neostig-
mina, cuando se usa en el inmediato postoperatorio, perjudica
las anastomosis del colon
31
.
Los frmacos ms usados en la actualidad para intentar revertir
el IPP son los procinticos. Destaca sobre todo el uso de metroclo-
pramida (derivado de la procainamida), que es un agente capaz de
aumentar la motilidad gastrointestinal y que tiene tambin efectos
de sedacin centrales
32
. Al parecer, el uso de este frmaco produce
una clara disminucin de las nuseas y vmitos en el postoperato-
rio, quiz por sus efectos centrales. Sin embargo, creemos que no
por ello se puede afirmar que mejore o resuelva el IPP. Los moder-
nos procinticos, como el cleboride
33
o la cisaprida
34
, consiguen
tambin una mejora clnica en algunos pacientes sin efectos cen-
trales, por lo que deberan ser ensayados sistemticamente.
Una mirada al futuro
La eritromicina es un agonista de la motilina y es capaz de
inducir la aparicin de complejos motores migratorios. Por
ello, se est ensayando su uso en protocolos de investigacin
con resultados prometedores
35
.
El uso de naloxona (antagonista de los opiceos) se ha fun-
damentado en el hecho de la participacin de las endorfinas en
la fisiopatologa del IPP. Hay estudios experimentales donde se
ha demostrado muy eficaz; sin embargo, no disponemos an de
estudios clnicos que avalen su uso
19
.
Siguiendo la teora de que la motilidad intestinal estaba go-
bernada por un marcapasos intestinal se ha propuesto la esti-
mulacin elctrica como mtodo para acortar los leos paral-
ticos postoperatorios. Se han realizado estudios aplicando
estmulos elctricos en el antro gstrico o primera porcin duo-
denal mediante un electrodo colocado en el extremo distal de
una sonda nasogstrica
36
. Sin embargo, los resultados son con-
tradictorios y necesitan ms investigacin. Se ha demostrado
que el estmulo elctrico de alta frecuencia puede producir moti-
lidad intestinal, pero no se ha podido comprobar que esta mo-
tilidad se propagaba peristlticamente, por lo que desde el pun-
to de vista fisiolgico no resulta til
37
. En este apartado hay
que sealar que es indispensable instituir trabajos de investiga-
cin bsica y modificaciones tcnicas ulteriores para que esta
promesa se haga realidad
38
.
En el futuro el IPP seguir siendo una complicacin tan poco
esperada como desagradable y slo la investigacin de los me-
canismos fisiopatolgicos que llevan al fracaso postoperatorio
de la motilidad digestiva nos pondr en ruta de una solucin real-
mente eficaz.
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