Berceo Milagro XXV

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UNIVERSIDAD NACIOIIAL AUTNOMA DE ~ X I O

FACULTAD DE FLOSOFA y LETRAS


LEOOUA y UTERATURAS HISPNICAS
(SUA)
LA VISiN DEL MUNDD DE GONZALO DE BERCEO
EN El MILAGRO XXV
T E S I S
QUE PAAAOBTE.ER El TTULO DE:
LICENCIADO EN lENGUA Y LITERATURAS
HISPNICAS
PREmTA:
JOS lUIS F. TISCAREO
ASESOR :
l K: . JOS AATONIO II(Jco RUIZ
MEXICO. D.F MAYO 2010
Nota preliminar


dedico este trabajo de tesis a mi madre (qpd) que me dio la vida, a
mi hermano y su familia, la banda de tiscareos con quienes tanto
cosas amo y comprendo;

agradezco profundamente su apoyo a Emilio Zen, a Margarita
Vargas por la invaluable ayuda y sus consejos de honda raz; y
muy especialmente a la Banda trgica por su sabidura literaria de
incesante desfile potico. Saludos a todos mis amigos, los de
siempre, siempre presentes.






































Lo importante es meditar sobre el significado de
los hechos, no discutir su autenticidad

SAN AGUSTN
CIUDAD DE DIOS





























2

NDICE


Introduccin / 5
1. Antecedentes literarios a los Milagros de Nuestra Seora
1.1 Cronologa de otros relatos / 13
1.2 Apuntes bibliogrficos sobre Tefilo Milagro XXV / 28
2. Gonzalo de Berceo en persona y en su tiempo / 37
3. Espaa y la Rioja: una visin de conjunto
3.1 Espaa / 47
3.2 La Rioja / 48
4. Una breve nota sobre la mariologa en Berceo / 52
5. Poesa y religin en los Milagros de Gonzalo de Berceo / 57
6. La poesa de Berceo en los Milagros de Nuestra Seora
6.1 Generalidades / 62
6.2 Aproximacin estilstica al poema Tefilo Milagro XXV / 75
7. Conclusin / 87
Bibliografa / 90









5

Introduccin


uando decimos Gonzalo de Berceo, decimos dos cosas: una, el principio de
nuestra lengua espaola y otra, la gnesis de una tradicin inconmensurable: la
poesa. En ambas aparece el sentido social e ideolgico como fondo y forma de
su visin del mundo. Y en sta hay un tejido, un texto construido de palabras, la narracin
potica perfectamente imbricada con la historia.
En principio sabemos que en la escritura de los Milagros de Nuestra Seora
1
estn
presentes la lengua verncula, el castellano romanceado y sobre todo la materia potica
manifiesta en el culto mariano. La fe en la Virgen Madre, redentora, es el argumento
cristiano amoroso de salvacin frente al conflicto profundo entre la vida material y la vida
espiritual, en este primer tercio del siglo XIII en la zona norte de esta Espaa medieval.
La totalidad de esta obra se organiza en relacin con los valores lricos del mester de
clereca, bajo el estilo potico novedoso de su tiempo, en la comprensin de que estilo
implica el uso de ciertos elementos lingsticos y retricos nacidos en la visin del mundo
del poeta riojano.
Esta tesis quiere demostrar especficamente la visin del mundo de Gonzalo de
Berceo, lo que implica comprender la existencia de una sociedad en profunda crisis. Era un
mundo dividido por la materializacin de la vida en oposicin al mundo espiritual que
predicaba la iglesia. Este crtico fenmeno social y religioso se debe a las herejas como las
de los ctaros y los valdenses, a las protestas contra la vida mundana de los clrigos y a la
corrupcin del poder en todos los niveles sociales. Por eso Berceo crea en la derrota del
mal mediante la unidad espiritual y en esencia, su visin era proponer un cambio radical
mediante la palabra potica en los Milagros de Nuestra Seora, como ejemplo de fe. De
stos, aqu se ver en especial el Milagro XXV.
Lo que nos deja ver este comienzo del siglo XIII es que, por una parte, el mundo
material pretende imponerse porque impera la acechanza del maligno; y por otra, est Dios
y la salvacin con la intermediacin de J esucristo y de la Virgen como Madre amorosa que

1
La versin bibliogrfica que se utiliza para este estudio es: Gonzalo de Berceo. Milagros de Nuestra Seora.
Edicin, introduccin y notas de Juan Carlos Bayo e Ian Michael. Madrid: Castalia, 2006. Pp. 500.

C
6

redime del pecado. Y en el centro de esta pesadumbre social se encuentra el hombre, cuya
representacin simblica es Tefilo, protagonista de este ltimo Milagro de la obra. En
consecuencia, Berceo, como clrigo secular, est en medio de este conflicto y su intencin
es desterrar el mal que va ganando adeptos. l quiere la unidad espiritual, que el mal sea
vencido. Para eso escribe los Milagros, para ello narra el Milagro XXV, donde Tefilo
representa esta posibilidad de unidad espiritual.
Desde este ngulo de mira es vital el culto mariano. Lo que vamos a desmontar es
cmo el lenguaje de la poesa se expresa en funcin del sentido religioso. Por ello, este
trabajo se centra en la visin del mundo de Berceo, en un contexto histrico donde el amor
cristiano es fundamento de lucha constante contra las herejas. Media en este afn la Virgen
Mara con su amor divino humanizado, no abstracto sino como experiencia viva, con el
ejemplo narrado del mester de clereca. Esta idea amorosa se concreta en el Milagro
XXV, en el cual Tefilo realiza acciones clave para ser perdonado y recibir la salvacin:
arrepentimiento, confesin y penitencia. Sin duda, tena que ser desterrado el mal que
avanzaba rpidamente, representado en el aspecto material de la riqueza, las herejas, la
sensualidad del cuerpo pecaminoso, el poder corrupto.
El poeta Gonzalo de Berceo consigna en Tefilo de manera simblica la voluntad
del hombre de acercarse con verdadera fe a la Virgen para ser salvado. Es un ejemplo a
seguir. El poeta predica mediante la poesa antes que el discurso teolgico. Por su parte, la
estilstica se encargar de dar cuenta del sistema de expresin potica, de la construccin
del poema para verificar los elementos que se mencionan como tesis fundamental.
Berceo en su obra nos hace ver que la poesa no es para conocer la realidad
teolgica en su inmenso destino abstracto sino aprender el significado de lo que sucede en
la vida diaria. Este aprendizaje se da siempre y cuando haya reflexin sobre la experiencia
y una clara visin del mundo, apunta Dilthey
2
. Y el poeta riojano lo muestra en los
Milagros que son ejemplo moral religioso de vida. En ellos habla de lo que sucede a su
alrededor lo que le permite tener una concepcin concreta de la vida. Y es la poesa la que
le abre esta dimensin para conocer el mundo. En ella, la poesa, al construirla, se tejen las

2
Esta idea aparece ampliamente definida en un ensayo sobre Vida y concepcin del mundo en Wilhelm
Dilthey. Teora de la concepcin del mundo. p. 139-141.
7

correspondencias vida y obra: Dios-(la Virgen-hombre). Es el ideal del amor cristiano con
la misma posibilidad de existencia y de experiencia ideolgica.
Desde el mbito potico es su yo lrico el que posee esta mirada. Y ese Yo,
Gonzalo de Berceo, maestro, es el que enlaza los sucesos entre el saber de la experiencia
cotidiana y la conciencia de vida desde el plano religioso. La poesa da sentido a la palabra.
De este modo, los Milagros contienen un modo de pensar y sentir en relacin con la
figura de Mara, la Virgen, e implica ver la vida y valorarla de diversas formas. Berceo lo
realiza desde su trabajo potico a travs de la palabra y la enseanza de la doctrina mariana
con ejemplos, smbolos y desarrollos narrativos de la tradicin adems de lo novedoso del
mester de clereca.
Esto es lo que tiene prioridad en este estudio, a lo que se ana que de la mirada
potica referida a la doctrina mariana, derivan otras directrices como el tema fustico,
primera incursin literaria en lengua espaola en el centro de nuestra cultura occidental
con este personaje Tefilo del Milagro XXV, puesto que representa, en su amplia
dimensin, el triunfo del bien sobre el mal, en tanto que el protagonista decidi convertirse
por arrepentimiento y voluntad consciente a la fe en la Virgen Mara, Madre protectora; y
as se escenifica con detalle la lucha de Dios contra la perdicin maligna, mediante la
intercesin de la Virgen, capaz de vencer cualquier tipo de mal.
La sustancia ideolgica de la poca favorece los milagros narrados porque la Virgen
es el nico medio para llegar a J esucristo y as los hombres son salvos del pecado. La forma
potica pertenece al mester de clereca que desarrolla la cuaderna va o medio por el cual se
conoce este relato culto de indudable orientacin religiosa.
Para adentrarnos de la mejor manera, el mtodo de anlisis es la estilstica, cuya
funcin, aqu se entiende como el estudio de la construccin potica y expresin de la
lengua. Por lo que se encarga de dar cuenta de la visin del mundo del poeta, porque desde
sta, l crea la obra de los Milagros. Amado Alonso nos dice que la estilstica: estudia el
sistema expresivo de una obra [] Y sistema expresivo significa desde la constitucin y
estructura interna de la obra hasta el poder sugestivo de las palabras y la eficacia esttica de
los juegos rtmicos.
3


3
Amado Alonso. Materia y forma en poesa. p. 90.
8

Lo que se espera hipotticamente, es indagar mediante el anlisis de este modelo,
cmo la visin del mundo se vuelve forma en la creacin potica del mester de clereca,
puesto que la obra potica en su aspecto formal parte de la experiencia religiosa especfica
del culto mariano lo que implica una mirada potica de ste en el siglo XIII, el siglo de
Mara. La estilstica permite el estudio del culto mariano no como doctrina ideolgica o
pensamiento moral, aunque intervienen, sino como creacin potica, es decir, el mester de
clereca en cuanto a forma y carcter literario.
La estilstica entonces, nos permite acercarnos a la finalidad de Berceo que es
comprender el mundo social en su crisis y as dar a conocer mediante la poesa, el Milagro
de Tefilo un ejemplo de asuncin del poder de la Virgen, desde el argumento narrativo,
para vencer el mal y lograr as la unidad espiritual. En la poesa encuentra el modo de
incorporar la doctrina cristiana. En su anlisis estilstico, Gariano nos dice: La Mara de
Berceo es un ser divino dotado de condiciones humanas.
4
Por ello, Tefilo, la venera, se
arrodilla cuando se le aparece y Ella lo regaa y luego lo perdona. La idea abstracta de lo
divino se vuelve un hecho concreto, experiencia viva, tangible para Tefilo, aun cuando
algo semejante sucede en otros milagros narrados como doctrina en su modalidad didctica.
Y en esto radica el fundamento de los Milagros, en la unidad entre los planos
ideolgico-religiosos con la vida real y concreta. Lo significativo es cmo Berceo pone al
servicio de la fe el conocimiento potico que posee; la Madre salva y lo vuelve experiencia
viva en la medida de los recursos de la retrica. Son los valores religiosos el sustento del
poema Milagro XXV y el poeta los conduce desde un plano potico ms que teolgico.
Se trata de la salvacin del alma, de la moral cristiana a nivel social.
A modo de introduccin menciono slo algunos de los recursos estilsticos de que se
apropia Berceo para sustentar esta poesa y son por ejemplo, que enfatiza la figura del
personaje Tefilo mediante el poliptoton o repeticin de elementos lxicos: bien lieve la
mi fonta / bien la perdonara como sucede en la estrofa 829 b cuando la Virgen regaa a
Tefilo por la afrenta. Otro ejemplo sera la refraccin rtmica en que acenta la rima
interna en tiempo verbal futuro para dar efecto dramtico, como en la estrofa 810:



4
Carmelo Gariano. Anlisis estilstico de los Milagros de Nuestra Seora de Berceo. p. 48.
9

All terr ieiunios, far afflictiones,
plorar de los oios, rrezar oraiones,
martiriar las carnes, evo de vervenones,
ca metr en m mientes en algunas sazones.
5


Uno ms sera el excursus que se relaciona con un efecto tcnico como lo es la anfora, as
acontece en la estrofa 795 b y c:

comidi su fazienda, visse mal tannido,
comidi ms adentro qu avi prometido
6


Aqu el proceso narrativo evoca a travs de la anfora el momento central de la cada de
Tefilo en el pecado por hacer caso del mal representado por un judo. stos, como algunos
ms, son ejemplos que se desarrollan ms adelante en el anlisis estilstico. Son rasgos que
permiten en cada parte de la trama de la obra, determinar cmo la forma potica del mester
y el ideal de los valores religiosos se compaginan hacia un mismo fin, en un estado de
unidad potica perfecto de acuerdo con lo planeado por el poeta.
Para mostrar este camino Berceo utiliz elementos simblicos y de retrica, puesto
que con ellos sustenta su plan e intencin de darle sentido a su obra narrada y convertirla en
ejemplo de vida; que si bien, en realidad no era para el pueblo como tal, s era para aquellos
que se interesaban en temas religiosos y poticos, como sacerdotes novicios del clero
secular o estudiosos sobre el culto mariano y valores sacros.
Es as que la estilstica abre esta perspectiva para analizar los conceptos poticos y
relacionarlos en funcin del inters didctico-moral de Berceo por el carcter religioso, en
la necesidad de la fe en la Virgen Mara y con ello la unidad espiritual.
Por estas razones, si algn elemento tiene grave contundencia para este estudio es la
mariologa en Berceo, que si bien, en esa poca el estudio sistematizado apenas se
vislumbraba, s existan rituales de fe en el comportamiento cotidiano de esta Edad Media
de principios del siglo XIII. Es entonces el culto mariano bajo el influjo de la mirada

5
Op. Cit. Berceo. p. 309.
6
Op. Cit. Berceo. p. 305.

10

potica, lo que sustenta el poema. Hay que apuntalar que Gonzalo de Berceo conoca el
tema por la rama latina, y aunque lo cuenta con un sentido didctico, la mayor propiedad
religiosa radica en su visin del mundo. En realidad, no se puede entender el culto mariano
ni el mito fustico, representados en Tefilo, sin estas razones poticas.
Es particularmente necesario para este trabajo realizar un comentario sobre esta
transformacin potico-religiosa, sin pretender un anlisis teolgico que no es la misin,
del Milagro XXV, en lo referente a Dios contra el mal, a travs de la Virgen Madre con el
don divino que posea por ser madre de J esucristo.
A partir de los innumerables ensayos sobre la obra de Berceo bajo diversos matices,
como los de Artiles, Gariano, J uan Carlos Bayo, Isabel Ura, entre otros que ms tarde aqu
se documentan, en este estudio se vern los aspectos ms significativos de los Milagros de
Berceo, de la siguiente forma.
De acuerdo con cada captulo, el primero de estos aspectos, dispuesto en orden
cronolgico y de suma importancia es el que proviene del influjo de la rama latina, el texto
de Eutiquiano del siglo VI que tradujo Paulus, Dicono de Npoles: La leyenda de Tefilo;
luego estn Las ocho leyendas que data Hrotsvitha de Gandersheim cuyo valor estriba en
que maneja el tema como la Cada y conversin del vicario Tefilo. Otro antecedente es
Gautier de Coinci (1177-1235), prcticamente contemporneo de Berceo, apenas una
veintena de aos mayor, educado en el Monasterio de Saint-Mdard, al norte de Francia.
Escribi sus Miracles de Nostre Dame, entre 1221 y 1228 cuando era prior.
7

En un segundo captulo, la figura de Berceo como poeta y clrigo, as como sus
estudios en poesa, son los elementos a seguir. Un rasgo vital es la visin que tiene del
mundo, el sentido humano de los milagros y la figura de Virgen, lo que le permiti escribir
esta obra potica culta en el mester que llev a la cspide.
En el captulo tercero se habla del contexto social e histrico y especialmente del
lingstico en la zona de la Rioja, en tanto que es la lengua verncula en la que se concibe
la escritura de los Milagros, con sus ritmos y formas lingsticas. El romance castellano en
este momento del siglo XIII est en pleno florecimiento.
En el captulo cuatro se hace una esencial nota sobre la mariologa, puesto que es el
punto nodal de organizacin de los Milagros en general y del Milagro XXV en particular.

7
Fernando Gmez Redondo. Poesa espaola. Edad Media: juglara, clereca y romancero. Vol. 1. p. 335.
11

Berceo tena una profunda fe en la enseanza del culto mariano como fundamento de la
salvacin del hombre y esta batalla nos la muestra en forma didctica ms que teolgica.
El captulo cinco expresa la relacin entre poesa y religin en la medida que la
lengua potica le sirve a Berceo para sustentar la idea religiosa de salvacin y fe. De esta
manera queda expresado ya el conflicto que parte de la visin del mundo de Berceo. Por
una parte, el Prlogo sirve de base para establecer el planteamiento teolgico y los milagros
representan la forma prctica; por otra, es el acto en s como ejemplo de vida en la fe. Lo
referente a lo potico est en el desarrollo del mester de clereca.
El captulo sexto da cuenta sobre los aspectos poticos en los Milagros, del uso de
la retrica y sus figuras literarias, especficamente en el Milagro XXV. Se dice cmo el
poeta mediante la amplificatio ha reescrito antiguas narraciones. Aqu lo primordial es la
estilstica como modelo de anlisis que nos ha permitido distinguir los recursos utilizados
por el poeta para el propsito de hacer de la poesa una experiencia viva y verdica dirigida
hacia lo religioso, al culto mariano. Los elementos poticos y retricos nos permiten
distinguir la visin del mundo de Berceo y su deseo de unidad espiritual. Se visualiza el
mundo medieval representado en este Milagro XXV, puesto que Tefilo encarna un acto de
fe por la Virgen que lo salva del pecado.
La estilstica como mtodo de anlisis sugiere un modo de aproximacin que
permite analizar desde diversos ngulos la obra en cuanto el poder de unidad que posee, los
elementos que la constituyen, la relacin con el mbito social de su tiempo y en especial el
sentido de la obra en tanto construccin potica adems de la didctica que representa, es
decir, en su sentido estricto, el ideal de la fe del hombre cristiano salvado por el amor de
Dios y de la Virgen que ha vencido el mal.
De acuerdo con la estilstica segn lo menciona Dmaso Alonso, lo imaginativo, lo
afectivo y lo conceptual son el objeto de estudio de la estilstica, es decir, se trata de: El
estudio de los elementos afectivos en el lenguaje literario.
8
Lo afectivo es lo que envuelve
al texto, es su atmsfera, est en la dramatizacin del personaje y el los dilogos directos
que funcionan para dar concrecin y presencia de los significados de la obra en su totalidad.

8
Dmaso Alonso. Tercer conocimiento de la obra potica. En Poesa espaola. Ensayo de mtodos y
lmites estilsticos. p. 482.

12

Por eso es que el fermoso fablar de clereca no es otra cosa que la forma de la
poesa, que en su contenido posee los elementos poticos y simblicos sustanciales y que se
analizan para aproximarse a su significado. La forma y la materia de la poesa de Berceo
son el asunto que atae a este estudio.
La metodologa que se utiliza aqu centra este objeto de estudio con el fin de que los
valores poticos y los valores religiosos tengan plena diferenciacin y categora. El orden
que guardan los captulos ofrece una mirada que va de lo general a la particularidad de
centrarse en el poema del Milagro XXV.
La conclusin a la que se espera llegar radica en verificar cmo el lenguaje potico
refiere en todo momento la visin del mundo de Berceo, puesto que est en funcin de la
idea de que la Virgen como Madre redime a los hombres por amor. En este sentido, la idea
se basa en sustentar al protagonista Tefilo como verdadero ejemplo de unidad espiritual,
porque ha decidido arrepentirse y ser perdonado. As, es vencido el mal en todas sus
modalidades ideolgicas y materiales. Se intenta que se vean los valores poticos como
medio distintivo, que de otro modo sera solamente una actitud de catequesis tradicional y
no la experiencia viva en la lengua potica que pretende Berceo. El mester de clereca es la
forma literaria, narrativa, en que sustenta su versin convertida en ejemplos milagrosos
sobre hechos que en su origen provienen de narraciones de la rama latina.













13

1. Antecedentes literarios a los Milagros de Nuestra Seora

1.1 Cronologa de otros relatos

as leyendas que han sido fuente de este relato y que en el siglo XIII eran ya
conocidas provenan de los viejos relatos como el de Simn el mago, el cual haca
un cierto uso perverso de la magia para contrarrestar a sus enemigos o desviar a
los hombres de bien. La lucha de ste contra san Pedro en la corte del emperador Nern y la
destruccin del mago por el triunfo de la religin parece un claro motivo de herencia
tomado por los clrigos del siglo XIII.
9

El tema fustico desde la antigedad ya era visto como el acto humano de un
hombre que pretenda rebasar los lmites de su propia naturaleza y Reuter J as aade a este
cmulo de tradiciones que en la Edad Media pas por el tamiz de lo religioso y la necesaria
implicacin del culto mariano. Para J as el tema fustico se presenta con asombrosa
continuidad debido a que: lo peculiar de la tradicin fustica, o sea la venta del alma, es
un smbolo potico de una situacin humana general, es decir, de una situacin constitutiva
u ontolgica del hombre.
10
Cabe aadir a esta aseveracin de J as que la figura del
hechicero, nigromante y misterioso hombre, se consolid como el Fausto histrico en el
siglo XVI con el Volksbuch en 1587, esto es, la leyenda popular del doctor Faustus.
Como se mencionar en el desarrollo de este estudio, Berceo le otorga carcter
potico al tema religioso, especialmente mariano que sustenta su obra. En todo momento
habla de la Virgen, como cuando dice: Sus grandes mercedes, qui las podri contar? Y en
el Prlogo invita a un: Buen aveniment, como principio del significado primordial en
cuanto a la redencin de la humanidad para ser liberada del pecado, gracias a la Madre
Gloriosa.
En la estrofa 529 que del Milagro XXI La abadesa preada; Berceo crea este
elemento esencial, donde pone de manifiesto la intencin de su propsito didctico:




9
Fuentes de la herencia medieval. En Miguel Martnez Lpez. Y seris como dioses. p. 82-83.
10
J as Reuter. Fausto, el hombre. p. 7.
L
14

Dios lo obrava por la su piedat
appareil la Madre del Rei de Magestat.
11


Estos versos hacen constar que por ella fueron escritos estos Milagros; y se enfatiza en este
breve estudio el de Tefilo, el Milagro XXV.
Un tema subordinado pero no de menor vala es que Gonzalo de Berceo sugiere un
Tefilo que va ms all de la leyenda latina, en este caso se trata de un hombre que ha
querido rebasar los lmites de su naturaleza, comete pecado, luego se arrepiente y Mara lo
salva. Gariano explica: El otro aspecto de Mara [] destaca an ms su figura, pues se la
ve como la mujer que logra el premio para el hombre que a ella se dedica.
12
Se toma como
base el culto mariano que se vuelve existente y adquiere sentido cuando participan el
pueblo y los clrigos, con ello se fortalece la idea de Berceo y se crea el mbito didctico
que tanto anhelaba puesto que era parte de la formacin ideolgica en la Edad Media,
especialmente en lo espiritual y temas de orden religioso.
Bajo esta perspectiva, de la poesa de Gonzalo de Berceo y en especial los Milagros
de nuestra Seora, sobresale en su discurso potico el modo de decir en la forma y el
lenguaje del mester culto, adems del estilo o aquello relacionado con la visin del mundo
que tena. Tambin influy la transmisin del conocimiento junto con los aspectos
retoricistas de la tradicin literaria de la rama latina y los valores cristianos del siglo XIII.
Gonzalo de Berceo, primer poeta en lengua verncula, primicia de la lengua
castellana, inici este juego verbal simblico y metafrico, tanto en la obra hagiogrfica,
luego en los textos doctrinales como sucede en los Milagros de Nuestra Seora.
Los smbolos que utiliza Berceo en estos Milagros, refieren a la Virgen Mara,
Madre de J esucristo; y los enuncia desde el Prlogo, en la estrofa 23, al mencionar el prado,
los rboles y la sombra, en forma alegrica:

La sombra de los arbores buena dulz e sana,
en qui ave repaire toda la romera,
si son las oraiones que faz Sancta Mara.

11
Op.Cit. Berceo. p. 243.
12
Op.Cit. Gariano. p. 49.
15

que por peccadores rruega noche e da.
13


En esta estrofa 23 del Prlogo aparecen estos primeros smbolos, el prado inmaculado que
corresponde a la Virgen y la sombra de los rboles que son los milagros, los versos
contienen en su profunda intencin verdadera luminosidad, porque ah mismo el hombre se
libera del peso de la vida y descansa debido a su fe y esperanza; figura que solamente el
oxmoron permite en cuanto que es una sombra que edifica desde su luz y sana. Los versos
de la estrofa 25 aclaran esta alegora:

Los rbores que fazen sombra dulz e donosa
son los santos mirculos que faz la Gloriosa
14


Es as que esta simbologa potica se encuentra ligada por completo al sentido del poema
que es su aspecto espiritual, esto es, su intencin y sentido resaltan el carcter didctico de
la poesa con el fin de hacer relevante la historia de un hombre que peca contra la Dios y su
Madre la Virgen y de esta manera se propone alegricamente lo milagroso de la Virgen en
smbolos naturales que son los rboles, el prado, la sombra, lo que significa que son
comprendidos por los oyentes o partcipes; as en el momento en que salva a Tefilo, se
cumple este propsito y se manifiesta poticamente como sucede en el Milagro XXV, y
en el conjunto total en la obra. Por primera vez se alcanza la salvacin mediante la fe desde
una figura femenina, divina y humanizada.
Es importante sealar que los relatos que se conocen con el tema fustico, son
posteriores a Berceo, excepto el de Coinci en Francia que es apenas un par de dcadas
anterior. El ms contundente por su fuerza dramtica ha sido el del Doctor Faustus del
siglo XVI,
15
en Alemania y el ms famoso sin duda, el Fausto de Goethe, que los
romnticos engrandecieron como actitud heroica.
Antes del comentario crtico y documentado cabe sealar que la perspectiva
estilstica permite, mediante los recursos poticos: metforas, figuras, imgenes, ritmos,
diferenciar al Milagro XXV como experiencia viva de autenticidad y credibilidad con

13
Op. Cit. Berceo. p. 95.
14
Idem.
15
Op. Cit. Martnez Lpez. p. 82. Seala el proceso histrico de esta leyenda en Alemania como parte de la
tradicin europea.
16

respecto al que slo parece anecdotario de la misma leyenda en la rama latina. Por ello, sta
distingue en la poesa de los Milagros, las fuentes y las tradiciones, asimismo, nos acerca a
la visin que tena Berceo de su mundo del amor cristiano, las ideas sobre la magia, la crisis
de valores y en materia religiosa la devocin a la Virgen y la salvacin es lo primordial.
Gonzalo de Berceo ha escrito el Milagro XXV bajo el influjo de la retrica del
mester de clereca, tema que la literatura contempornea lo llamar fustico, pero tiene en
esencia lo que Berceo le otorga en su carcter religioso como milagro de la Virgen en favor
de Tefilo. Est inmersa su visin del mundo como experiencia de vida en lo que narra.
Hay en esta intencin un planteamiento moral didctico porque Tefilo debe ser ejemplo
vivo de fe y conversin y la Virgen Mara un ejemplo de verdad que redime.
Los sucesos histrico-literarios que se relacionan con el nacimiento de la poesa en
lengua escrita en la Espaa medieval con Berceo, en los Milagros y en especial Tefilo,
el Milagro XXV", ofrecen mltiples sentidos y coincidencias con quienes precedieron a
este poeta riojano, no slo por el influjo de la rama latina a partir del Manuscrito Thott 128
de la Biblioteca Real de Copenhague sino tambin con el texto de Eutiquiano del siglo VI
que tradujo Paulus, Dicono de Npoles: La leyenda de Tefilo. Tambin sucede con una
de Las ocho leyendas
16
obra que no debe pasar inadvertida.
En funcin de cierto orden cronolgico los antecedentes que se manejan aqu, estn
divididos en breves periodos para dejar claro hasta dnde llega la aportacin de algunas
obras anteriores de modo directo en la obra de Berceo.
En primera instancia se presenta aqu un fragmento del documento Thott 128 de la
Biblioteca Real de Copenhague y en seguida, solamente el comienzo de la Cada y
conversin del vicario Tefilo que pertenece a Las ocho leyendas de la tradicin antigua
latina. Desde otra circunstancia temporal se expone el antecedente histrico inmediato que
es Gautier de Coinci (1177-1235), prcticamente contemporneo de Berceo, apenas una
veintena de aos mayor, poeta que provena de familia noble, educado en el Monasterio de
Saint-Mdard, al norte de Francia. Este autor escribi sus Miracles de Nostre Dame, entre
1221 y 1228 cuando era prior. Los libros que escribi sobre este tema mariano comienzan
con un prlogo seguido por siete canciones y de inmediato aparecen los poemas, treinta y

16
Hrotsvitha de Gandersheim. Las ocho leyendas. (Trad) Luis Astey V.
17

cinco en el primero y veintitrs en el segundo conjunto de milagros. Uno de stos
relacionado con la figura de Tefilo, del que hablar ms adelante.
Inmediatamente despus se habla sobre Rutebeuf quien a s mismo se llamaba en
sus versos como deforme, borracho y terriblemente desdichado tanto en amores como
en el juego. Rutebeuf segn algunos crticos y bigrafos es considerado el patriarca de
los poetas de la miseria de la mitad del siglo XIII. Se cree que naci en 1230 y muri
en 1280 aproximadamente. En el captulo El teatro religioso en el siglo XIII del libro
Literatura cristiana medieval,
17
se asevera que este gnero potico de la dramaturgia
floreci en lengua vulgar gracias al trabajo de los trovadores; agrega que de las obras ms
notables est El milagro de Tefilo.
En una tercera mencin y a manera de eplogo, se expone la narracin en prosa de
Eutiquiano, como lo expresa Luis Astey quien realiz este trabajo bajo esta premisa:

En su lengua de origen, el griego, de la leyenda de Tefilo, compuesta en la segunda mitad
del siglo VII o ya en el VIII, se conservan, cada una con sus propias variantes, dos
versiones. La ms tarda y ms extensa de ellas, que en los colofones de tres manuscritos se
atribuye a s mismo alguien que dice tener por nombre Eutiquiano y haber sido familiar del
protagonista, clrigo y escribano en su iglesia y testigo presencial de los hechos, en el siglo
IX fue traducida al latn por un dicono de Npoles llamado a su vez Paulus, quien dirigi
la obra a Carlos el Calvo, ltimo de los emperadores carolingios. Con fundamento directo o
indirecto en esa traduccin, hasta el ao de 1500 la leyenda conoci entonces difusin y
amplio desarrollo en el mbito cultural de Occidente.
18


La intencin ltima de estas presentaciones textuales, solamente es mencionar las versiones
cercanas a Berceo, para que los criterios formulados en este estudio cumplan su objetivo
que es asentar la visin del mundo de Berceo desde el carcter potico a partir de la
intencin religiosa del culto mariano que esta obra fustica posee en lengua verncula.
De acuerdo con lo mencionado, como primera parte de los antecedentes y nada ms
para dar a conocer los rasgos ms caractersticos de las diversas leyendas de Tefilo, se
muestra en forma breve un fragmento de Miracula Beate Marie Virginis segn el

17
Este tema lo ampla Gustave Cohen en Literatura cristiana medieval.
18
Este texto ha sido tomado de: biblioteca.itam.mx/estudio/letras/41/texto1/texto1.html
18

Manuscrito Thott 128 de la Biblioteca Real de Copenhague, de indudable importancia
histrica:

Factum est autem, priusquam incursio fieret in romana re publica exsacrande persarum
gentis, fuisse in una civitate ciliciorum secunda regione quendam vicedomnum sancte Dei
eclesie, nomine Theophilum, moribus et conversacione precipuum, qui quiete ac omnimoda
moderacione pertinencia eclesie et Christi racionabile ovile obtime regebat, ita ut episcopus
eius alacri sobrietate repausaret in eo ab omni disposicione eclesie et universe plebis. Unde
a majore usque ad minorem omnes gracias illi agebant et diligebant eum. Nam orphanis et
viduis atque egenis providenter commoda ministrabat. [] Ad hec Theophilus respondit:
"Eciam Domina mea semper benedicta, eciam domina, que protectrix es generis humani,
eciam domina, que es portus et sinus ad te confugiencium. [] Beatus vero Theophilus in
eum locum quo illam beatam viderat visionem declinans tanquam fixus perstitit in eo per
triduum. Post triduum autem omnibus fratribus valedicendo, osculum retribuens omniaque
sua prius egenis pauperibusque obtime distribuens animamque suam sancte Trinitati et
beatissime Marie, sue liberatrici, commendans, ultimum huius vite diem in ipso, quo
viderat visiones, loco feliciter complevit beatoque fine ad eternam gloriam prestante
Domino transmigravit.
19


Estos fragmentos pertenecen al comienzo, la parte central y el final de esta leyenda. Se
remarca que la Virgen forma parte esencial, aunque aunque con otro matiz del don divino
de salvacin. Se cuenta como una leyenda, sin el proceso de vivencia potica de Berceo.
El siguiente espacio es para el comienzo de Las ocho leyendas que traduce Luis
Astey V. y que titula: Cada y conversin del vicario Tefilo, en prosa, si vale decirlo,
versificada. La descripcin del mbito natural de Tefilo en el obispado denota el propsito
de desvo y aunque se impone cierto drama, en realidad carece del valor religioso que
plantea involucrar al pblico como sucede posteriormente con Berceo; adems, lo que
sucede en el texto se cuenta como algo que vislumbra nicamente el trasfondo de una

19
Miracula Beate Marie Virginis segn el Manuscrito Thott 128 de la Biblioteca Real de Copenhague. Se
adoptan en estos textos las correcciones de Brian Dutton, que van en letra cursiva, las cuales fueron hechas
por l a la luz del Liber de Miraculis Sanctae Dei Genitricis Mariae en la edicin de Thomas F. Crane, Ithaca,
Nueva York, Cornell, 1925 y los Miracula Sanctae Virginis Mariae en la edicin de Elise F. Dexter,
Madison, Wisconsin, University of Wisconsin 1925. Nota tomada de MIRACULA BEATE MARIE
VIRGINIS (Ms. THOTT 128 de COPENHAGUE). www.vallenajerilla.com/berceo/miracula.htm.

19

cultura determinada en su aspecto religioso pero carece de la esencia de la fe hacia Mara la
Virgen como fuente de salvacin, como se narrara posteriormente en el siglo XIII. sta es
la narracin:

Despus de que la luz de la fe, incrementndose por las regiones del mundo,
hubo liberado a Sicilia de las oscuras tinieblas del error,
vivi en aquellas comarcas un varn en sumo grado ilustre,
poderoso por su nobleza, refulgente por el esplendor de sus merecimientos:
fue llamado ste con el nombre de Tefilo
cuando fuera impregnado con e! agua sagrada de! purificante bautismo.
A l, el atento cuidado de sus progenitores
congruentemente desde sus primeros aos lo asign al servicio divino
y, preocupndose conforme a su deber por su tierno descendiente,
ellos lo encomendaron a cieno obispo extremadamente sabio
para que lo educase instruyndolo en estudios fructferos
y regara el noble prado de su mente
con las corrientes que manan de la sptuple fuente de la sapiencia.
Y cuando en ella hubo sido extinguida suficientemente la sed de este J oven, a continuacin
paso a paso avanzando en honor merecido
lleg hasta la dignidad, para l suficientemente adecuada,
que, sabemos, en la lengua de! vulgo se llama 'vicario'.
Aun cuando sta se hallaba asociada a suntuosidad de gran esplendor,
l siempre se comport como sbdito ante el obispo y modesto delante del clero
as como piadoso y benigno con respecto al pueblo todo,
y con empeo vivificante se hallaba al frente de la grey que se le haba encomendado.
20


Acerca de esta traduccin del latn medieval, Mauricio Beuchot comenta: Son relatos
llenos de religiosidad muy profunda.
21
Se trata de una obra que da cuenta perfecta del
manejo de la doctrina religiosa en un contexto histrico-cultural muy determinado. En este
relato, aparece la Virgen que salva a Tefilo pero no se le menciona como la Madre capaz

20
Op. Cit Gandersheim. p. 23- 27.
21
Hrotsvitha de Gandersheim. Las ocho leyendas. p. 17.
20

de todo por su hijo, bajo el poder divino; incluso, carece del dramatismo del pacto de
sangre y de la salvacin final por la fe total de Tefilo.
La diferencia con Berceo es que l quiere ser didctico y adems convence, tiene la
mira en el pblico. Que se acerquen con conciencia y fe. Aqu todava la Virgen no es la
redentora, no tiene la fuerza esencial como Madre de J esucristo, sustancia divina de Dios,
que el poeta le otorga para lograr la salvacin de Tefilo, es decir, ejemplo de los hombres
que han pecado o desviado su camino.
En lo que respecta a la siguiente propuesta de estos antecedentes toca el turno a
Gautier de Coinci, cuyo prlogo a Les miracles de Nostre Dame toma radical importancia
histrica y lingstica por la forma de abordar el tema. Desde el Prlogo hay distancia en la
manera de abordar los smbolos, para el poeta francs, el parado y las flores son para
exaltar el nombre de la Virgen Mara. La nota nos la proporcionan J ess Montoya y Riquer:

Des floretes de mon parel
Sele sant me donne et livre
22


(Con florecillas de mi prado, si ella me concede y da salud, querra florear en este libro).
En Gonzalo de Berceo que coincidir temticamente con l ms tarde, dos o tres dcadas, el
procedimiento tiene otra naturaleza, el prado no es un lugar ameno, de descanso solamente
sino que simboliza a la Virgen, es decir, refiere un asunto vital del culto mariano. En Coinci
no hay cosiment ni aveniment, en Berceo s, lo que le da sustancia por el sentido de
existencia y realidad por la relacin con el pblico, jvenes novicios allegados a la regin
de La Rioja, clrigos peregrinos. En los Miracles de Nostre Dame, de Coinci recopila y
traduce parte de las leyendas marianas muy difundidas en la Edad Media, como la
Leyenda de Tefilo. Al parecer comenz el libro en 1218 y durante diez aos envi sus
manuscritos a Robert de Dives.
Gustave Cohen nos habla de las semejanzas entre los fabliaux con respecto a los
Milagros de la Virgen de Gautier de Coinci, prior de Vic-sur-Aisne. Acerca de este hecho
comenta que Coinci: ....encontr el modelo de su obra en la abada benedictina de Saint-

22
J ess Montoya Martnez e Isabel de Riquer. El prlogo literario en la Edad Media. p. 230.
21

Mdard-lez-Soissons, a la que haba pertenecido.
23
De hecho, Gautier nos habla de un
abad de Cliugni y escribi con el registro de una medida obligada por su nivel de sonoridad
y maestra en la medida:

Un bel miracle vos veil dire
Qu'en son tempoire fist escrire
Sains Hue, l'abbes de Cliugni,
Por cer con n'el metre en obli
Brievement le veil en rime metre.
24


(Un bello milagro les voy a decir / que en su momento fue escrito / por Sains Hue, abad de
Cliugni, / fue hecho con el metro obligado / brevemente lo pongo en rima maestra).
Las semejanzas pueden ser notables pero lo son ms ciertas diferencias del discurso.
Para Gautier el poeta quiere decir algo en rima maestra, lo que implica elegancia, el tema le
llega de otro escritor; para Berceo son los amigos y vasallos de Dios a quienes se dirige.
Los que por fe se convierten por esta prdica. El sentido cambia, el matiz religioso es
sustancial, los topoi religiosos estn siempre presentes aunque el matiz cambia. Coinci,
habla de un hermoso milagro con lo que adjetivacin ofrece otro sentido al concepto
bello. La adjudicacin tambin cambia poderosamente.

Sennores e amigos por Dios e caridad
Oid otro miraclo fermoso por verdat
Sant Ugo lo escripso, de Grunniero abbat,
Que cumti a un monge de su sociedat

(Seores y amigos de caridad / od otro milagro hermoso de verdad / lo escribi san Ugo
abad de Grunniero / sobre lo que cometi un monje de su sociedad).
Tan slo el hecho de poner la mirada en un origen diverso hace que estos poemas, si
bien proceden de una misma fuente, el sentido sea diferente. Este prlogo incita a pensar el

23
Op. Cit. Cohen. p. 32.
24
Gautier de Coinci. Miracles de Nostre Dame. Frederic Koenig. Geneve: Librairie Droz, 1970. Las versiones
al espaol estn a mi cargo.
22

conocimiento de causa que tena Berceo sin soslayar que el sentido de enseanza
transforma sustancialmente la narracin.
En un estudio sobre la literatura francesa medieval, Frank Lestrigant explica que en
el curso del siglo XIII los textos cristianos sobre la Biblia y temas acerca de milagros de la
Virgen posean un declarado modo de expresin con otra bsqueda a la utilizada por los
trovadores cuyos temas eran de la corte y ahora eran temas clericales que revestan enorme
importancia, para Lestrigant: ...ces documents sont transposs en langue romance et en
vers. La version potique dtermine un changement de destination des textes en mme
temps que la nouveaut dun style.
25
(Estos documentos son trasladados a la lengua
romance y en verso. La versin potica determina un cambio de destino de los textos al
mismo tiempo que la novedad de un estilo). El gnero potico entonces tom un aire
dramtico en Coinci aunque ms en el sentido estilstico que hacia una intencin de
penetracin moral comunitaria.
El tema de los milagros marianos en Francia no tuvo tanto auge en lo profundo del
comportamiento social, lo que para ellos era la libert de limagination los condujo por
otras veredas. Segn lo comenta este mismo autor: Le miracle ne resume pas lui sel
littrature narrative et dramatique honorant la Vierge.
26
(El milagro solo no resume esta
literatura narrativa y dramtica que honra a la Virgen). Para Francia en este momento esa
libertad de la imaginacin requera tambin agregar las escenas de la Virgen en presencia
como suceda en el Nuevo Testamento, donde cada milagro era lenguaje, escenas y la
palabra de J esucristo coronando los hechos. En cambio en Espaa, Berceo s arraig de
lleno porque la sociedad estaba ms apegada al cristianismo, tanto como al pensamiento
mgico, en la esperanza de una verdad, ms aun en la zona centro y norte de la Pennsula,
lo que inclua a la Rioja.
En este sentido la tarea de Coinci al parecer estaba bien definida como lo expresa la
historia en palabras de este investigador, para l:

Gautier de Coinci prend linitiative de la contrafacture lyrique vers 1220. Ses pomes
recueillis forment aux manuscrits un amplie prologue sa collection de miracles. Le

25
Lestrigant, que dirige esta Histoire, lo refiere como un dato de la microhistoria medieval, aunque se ha
perfilado como parte de los acontecimientos sociales de orden colectivo. La nota se localiza en: Histoire de la
France litteraire. p. 463.
26
Ibidem. Histoire. p. 464.
23

principe du genre est de louer la Vierge avec les moyens du discours amoureux: imiter la
chanson courtoise ou lui opposer un contrepoint religeux, en reprenant ventuellement la
mlodie qui accompagnait le texte du modle : convertir, en un mote, la chanson courtoise
en une lgante oraision.
27


(Gautier de Coinci toma la iniciativa de la contrafactura lrica hacia 1220. Sus poemas
recogidos forman en los manuscritos un amplio prlogo en su coleccin de los milagros.
Lo principal del gnero es alabar a la Virgen con los medios del discurso amoroso: imitar
la cancin corts u oponerle un contrapunto religioso, repitiendo eventualmente la meloda
que acompaa al texto del modelo: convertir, en una palabra, la cancin corts en una
elegante oracin).

Esto es lo que sustenta las semejanzas y diferencias, Coinci ofrece un significado ms del
mundo social, en cambio Berceo sabe que hay una labor didctica, comunitaria, parte de
una situacin de crisis social y se dirige a un pblico esperanzado en la fe cristina. Es la
unidad espirirual lo que le importa. En Coinci hay un breve discurso en rima maestra, en
Berceo un acercamiento con el consentir de la gente, son ellos a quienes habr que
adoctrinar. A diferencia de otros, para el riojano, Tefilo es ejemplo moral, un modo de ser
que conlleva el significado de una ideologa religiosa como es el culto mariano visto desde
la poesa en la urdimbre vital como experiencia viva. Simboliza el triunfo del bien, la
unidad espiritual, de fe y esperanza en la Virgen salvadora.
Una condicin se agrega si se toma como punto de partida la extensin del texto
Tefilo, el de Coinci es de 2090 versos y el de Berceo de 657; en otro aspecto, en Coinci
la narracin se construye con estrofas de ocho versos con rima binaria consonante, as
describe a Tefilo en la estrofa 17:

Un evesques eut un doz et propice
En la contree de Celice

(Un acontecimiento del cual decirlo se propici / en el poblado de Cicilia).

27
Ibidem. Histoire. p. 465.
24

Dar a este suceso una poblacin especfica lo diferencia de Berceo. La forma
versificada ya se ha mencionado, Coinci utiliza estrofas de ocho versos; Berceo en cambio,
lo sita de otra manera, como ya sabemos, utiliza la forma monorrima de la cuaderna va y
lo describe as para hablar de las cualidades morales de Tefilo en la estrofa 752:

Era en s mesmo de buena contenenia,
sabi aver con todos paz e grand abenenia;
omne era temprado, de alta conosenia,
era mui bien condido de sen e de ienia
28


En cuanto al contenido, Coinci sita al personaje en la vida cotidiana con escenas
descriptivas, mientras que Berceo lo lleva al contraste de sus actos, se enfatizan los dos
momentos culminantes, su quehacer antes de cometer el pecado nefando y despus como
vicario, por lo que son dramatizados los hechos y as se crea mayor resonancia. El poeta
Berceo est ms interesado en la reaccin de la comunidad, en el aprendizaje de lo expuesto
por l hacia un fin especfico, la devocin al culto mariano, derrotar al mundo material
pecaminoso. El amor devoto por la Gloriosa como el vasallo a su reina. Lo que hace
suponer tambin que cuando se contaba esta leyenda ciertas frases tenan un efecto
atemorizante, en el estricto sentido del significado desde los significantes parciales como lo
explica el anlisis estilstico. Por ello, para el poeta riojano no es solamente un
acontecimiento histrico digno de ser contado, sino algo ms profundo y simblico.
Otro rasgo caracterstico de Tefilo como personaje es que Coinci lo dibuja como el
ideal del hombre sencillo que siempre est en peligro de caer en la tentacin, de ir ms lejos
de su condicin humana y ser salvado por J esucristo por intercesin de la Virgen. Parece
slo el acto humano del que cae y se arrepiente; no obstante, en este estudio se enfatiza
mostrar que es ms profunda la intencin de Berceo, si no, no habra iconicidad ni lectores
ni escuchas. La materia religiosa es esencial, la mirada potica desde la retrica es la forma
en que se destaca la redencin, a travs de la figuras de construccin.
El Tefilo de Berceo no es un dibujo sino un ser de carne y hueso cuyas virtudes
morales se ven conflictuadas por el mal, la venta del alma, el pacto de sangre como asunto

28
Op. Cit. Berceo. p. 295
25

de suma gravedad. El arrepentimiento en su caso tiene carcter de mayor definicin por el
dramatismo que ofrece el contraste del conflicto. Habra que adherir como dato que esta
misma leyenda aparece en la poesa de Alfonso X el Sabio, en las Cantigas de santa Mara,
escritas en gallego-portugus, en stas Tefilo se comporta como un siervo frente a su
Dama, a la usanza del amor corts, de tal suerte que consigue ser perdonado por una falta
que acaba con la sentida penitencia. La estrofa de la Cantiga tres lo muestra:

Mais nos faz Santa Mara
a seu Fillo perdar,
que nos per nossa folia
ll' imos falir e errar.

[.....]

Pois ar fez perdon aver
a Theophilo, un seu
servo, que fora fazer
Per conssello dun judeu
Carta por gaar poder
29


(Nuestra santa Mara a su hijo perdon por lo que a nosotros sabr perdonarnos nuestras
fallas y errores. Perdon a Tefilo su siervo que hizo mal por consejo de un judo quien
tena que entregar la carta).
sa es la enseanza fundamental en coincidencia con las Cantigas a santa Mara, el
perdn porque somos sus siervos y no nos dejar perdernos. Berceo propone la salvacin
del alma como acto amoroso de fe.
No debe perderse de vista que aqu se escribe uno de los momentos culminantes de
la obra porque Mara la Virgen decide bajar a los infiernos, rescatar la carta del pacto y
devolvrsela a Tefilo para que se sienta salvado. Ella lo hace con poder infinito y por
aceptacin de J esucristo. En Berceo es la fe el lugar de esta presencia cristiana, es la
esperanza de quien le ruega a la Virgen y ella le ayuda. Y precisamente en relacin con el

29
Alfonso X, el sabio. Cantigas de santa Mara. p.61.
26

nudo temtico que sustenta este Milagro, Coinci habla de manera general sobre el enemigo
que pierde a las almas inocentes. Berceo describe al judo de manera alegrica con grave
tono antisemtico, se le describe como el malhechor que pierde a Tefilo. Coinci comparte
este mismo asunto pero matiza diferente el tono. Muestra al judo adulador y sugestivo para
hacer caer en tentacin al hombre justo:

Li decevans qui seit maint tor
J or et nuit tant tornoie entot
Et tant l'asaut et tant le tente
Et tan durement le tormente
Et tans l'esprent d'ardeur et d'ire
Ne seit que faire ne que dire.

(Decidi por la envidia ser conturbado y as anduvo de da y de noche en tanto que la
tentacin duramente lo atorment. Entonces se qued sorprendido y dijo no saber qu
hacer ni qu decir).
Berceo expone a este judo como hombre perverso como representacin simblica
del mal, con detalles muy concretos en la narracin, lo hace en la estrofa 763 con un
referente bblico con el que refrenda el acto original:

cogi zelo Tefilo, enpell el donzel,
cambise en Can el que fuera Abel
30


Y en la 768 dice Berceo:

En dar conseios malos era muy sabidor,
matava muchas almas el falsso traidor
31


Las leyendas de hroes y hagiogrficas en esta poca eran abundantes pero algunos datos
sobresalen. Quiz por el momento baste decir que estas semejanzas tienen su mximo

30
Op. Cit. Berceo. p. 298.
31
Op. Cit. Berceo. p. 299.
27

momento en cuanto al pacto de sangre y al hecho de que Tefilo se quedara sin sombra.
Dos hechos de primer orden suceden. Coinci anuncia los efectos inmediatos del pacto:

que je vos main veoir sa cort

En Coinci, Tefilo va a la fiesta que le prepara el judo, el malvado. En Berceo el cambio
de personalidad y las consecuencias comienzan hasta otro da, despus de pasar una psima
noche, puesto que intuye haber cometido algo grave:

Partisse dl con esto, torn a su posada,
erca era de gallos quando fizo tornada;

Sucede el arrepentimiento aos despus gracias a que la Virgen se apiada de Tefilo. El
final que refiere la penitencia y la ayuda de la Virgen tienen sus particularidades, Coinci
parece apoyarse en la leyenda para sustentar la narracin del milagro; Berceo lo ve como
una asunto de orden teolgico, quiere contrarrestar al mundo mgico, al material y por eso
crea con mayor vivacidad la figura de la Virgen Mara, incluso, la humaniza, de tal suerte
que ella se sacrifica como verdadera madre por un hijo al ir por la carta a lo profundo del
infierno como Dante lo hara por otra clase de amor.
En suma, son muchos los aspectos de semejanzas y diferencias entre estos poetas
medievales, hay entre ellos cierta semejanza en versos, palabras y estilo, as como la
coincidencia por lo menos en quince de los veinticinco milagros. En realidad estas leyendas
hablan sobre la Virgen, sin embargo, solamente Berceo lo plantea como un mundo cristiano
amoroso de salvacin como ideologa medieval, por lo que para el siglo XIII el matiz
hispnico tom forma e idiosincrasia por esta devocin tan especfica hacia la Virgen.
El pulso de ciertos versos en forma potica confluye en su intencin moral, como
ejemplo de vida, stos aparecen con un ritmo que comparte la lengua verncula y que se
unifica con la forma culta. La poesa tiene las respuestas en su ritmo, sus palabras, la lengua
romance, Berceo su concepcin del mundo. Es el dilogo directo de algunos pasajes, el
prado, el milagroso verdor de una imagen simblica, la Virgen Madre que no slo entra en
escena. Es el milagro visto a travs de la palabra y del acto potico.

28



1.2 Apuntes bibliogrficos sobre Tefilo, Milagro XXV

on el fin de proporcionar algunos datos bibliogrficos de sumo inters
cronolgico y de contexto sobre los Milagros de Nuestra Seora, hay
anotaciones relevantes por destacar de acuerdo con varios criterios de
investigacin. Entre stos encontramos que segn la investigacin de Brian Dutton la
fuente original de los veinticinco Milagros de Berceo, procede de una compilacin de
veintiocho historias escritas en prosa latina entre los siglos X y XIII de los cuales han
sobrevivido dos manuscritos, uno es el manuscrito Thott 128 de la Biblioteca Real de
Copenhague que contiene del I al XV, al que se le considera ms antiguo. Otro, se encuentra
en la Biblioteca Nacional que al parecer no contiene los milagros de La Iglesia
despojada, el XXIV y el de Tefilo que es el XXV.
32
Brian Dutton hace la siguiente
cronologa acerca de la obra de Berceo:

1. San Milln written before 1236, probably about 1230. 2. Santo Domingo written ca.
1236 when Berceo was at last 38. 3.Sacrificio. 4. Duelo. 5. Himnos. 6. Loores. 7. Signos,
written after 1236 and web before 1237. 8. Milagros begun well before 1246 when Berceo
was 48 or more. The last miracle added after 1252 when Berceo was at least 54. 9. Santa
Oria written in Berceos old age. According to the seven ages of man, old age was 50-60
(see my Milagros, p. 170, note to 502 d). 60-70 was decrepitude, Hence ca. 1252-1257?
33


Con esta nota el autor nos pone en contacto con el proceso de escritura de Berceo en lo que
probablemente fue su vida cotidiana. Puede agregarse que este marco de micro historia nos
acerca a las hiptesis sobre la formacin universitaria del poeta riojano.

32
Estos datos se encuentran en Una cronologa de las obras de Berceo. En Medieval Hispanic Studies en la
edicin de A. D. Deyermond de la Editorial Tamesis en 1976. p. 67-68. Aparecen de manera resumida en
Berceo y la poesa del siglo XIII. En Francisco Rico. Historia y crtica de la literatura espaola. Alan
Deyermond. Edad Media. Barcelona: Crtica, 1980.
33
Esta referencia pertenece a Brian Dutton. A cronology of the works of Berceo. En Medieval Hispanics
Studies. Presented by Rita Hamilton. Edited by A.D. Deyermond, Tamesis Books Limited, London, 1976.
Aunque ha sido tomada de La imagen luminosa en dos obras de Gonzalo de Berceo de Olivares Zorrilla
Roco. Tesis presentada en 1987 en la Facultad de Letras Hispnicas de la UNAM. El director de esta tesis fue
el maestro Jos Antonio Mucio Ruiz.
C
29

Otro autor, Rutebeuf (1245-1285) escribi sobre el Milagro de Tefilo en forma de
obra teatral, al respecto Gustave Cohen dice: El monje Tefilo, el primer Fausto, vende su
alma.....
34
Sin embargo, de acuerdo con las fechas de nacimiento y a la obra escrita y
documentada, el primero fue el de Gonzalo de Berceo e incluso Coinci cuya obra antecede
en la tradicin de la cultura carolingea y de la lengua occitana, aunque la distancia entre
una y otra es mnima. Por lo tanto, esta obra teatral es posterior a Berceo y mantiene
algunos matices de diferencia con l, Rutebeuf plantea que Tefilo despus de vender el
alma ruega a la Virgen el perdn con estas palabras:

Flor de agavanzo, lirio y rosa
En quien el Hijo de Dios descansa.
Cmo podra yo?
Feamente comprometido
estoy con el villano perverso.
35


Al final la Virgen lo perdona y le devuelve la carta del pacto a Tefilo aunque para ello
haya tenido que bajar a los infiernos con la venia de su Hijo J esucristo. Lo que se hace
notar Rutebeuf en su obra es el poder espiritual de la Virgen sobre el mundo terrenal y con
los hombres a quienes puede salvar si le piden y le tienen fe, gracias a la verdad nica del
significado divino de la vida.
Albert Pauphilet, en su estudio sobre este tema, argumenta precisamente acerca de lo
dramtico como sustento de esta obra con un fin teatral, cuando refiere a Rutebeuf dice: Il
a compos sa pice dune suite de motifs, ou de momnets, traits sans grand souci dune
progresin dramatique, et lis ensamble uniquement par la continuit latente de la lgende,
que tout le monde connaissait.
36

En algn pasaje de la obra sucede lo siguiente:



34
Op. Cit. Cohen. p. 58.
35
Ibidem. Cohen. p. 59.
36
La nota est tomada de Jeux et Sapiense du Moyen Age. Texte tabili et annot par Albert Pauphilet. Paris :
Gallimard, 1951. p. 135. En l se refiere a Rutebeuf: l ha escrito su obra desde una continuidad de motivos,
o de momentos, tratados sin gran preocupacin de una progresin dramtica, vinculados nicamente por la
continuidad latente de la leyenda, que todo el mundo conoca. Versin al espaol a mi cargo.
30

THEOPHILES
parole.

Dame, je n'ose.
Flors d'aiglentier et lis et rose
En qui li filz Dieu se repose,
Que ferai-gi?
Malement me sent engagi
Envers le mauf enragi.
Ne sai que fere:
J ams ne finirai de brere.
Virge pucele debonere,
Dame honore,
Bien sera m'ame devore,
Qu'en enfer sera demore
Avoec Cahu.


NOSTRE-DAME

Theophile, je t'ai su
L en arriere moi u.
Saches de voir,
Ta chartre te ferai r'avoir
Que tu baillas par non savoir:
J e la vois querre.
37


Este momento dramtico es el de la carta y cmo la Virgen acepta ayudar a Tefilo. Lo que
puede verse en este dilogo en relacin con Berceo es que las palabras del dilogo de la
Virgen, mantienen un tono de benevolencia por quien ha desviado su camino. Han sido
siete aos de desventura de Tefilo y la Virgen decidi poner fin a esa proscrita existencia
del vicario que hasta entonces desconoce los caminos inescrutables de Dios como lo

37
Ibidem. Albert Pauphilet. p.153.
31

expresa el mismo Rutebeuf. Se plantea en la medida de una idea precedente de que es Dios
quien elige a quien perdonar. Berceo lo plantea en tanto que es Tefilo quien decide por su
fe, arrepentirse y quiere ser perdonado; otra vez la idea del cosiment y aveniment.
Otro clrigo interesado en escribir obras sobre los milagros marianos fue J uan Gil
de Zamora que naci en la ciudad de Zamora, aproximadamente en 1240. Ingres en la
Orden franciscana a finales de 1260. En Zamora lleg a tener cargos de relevancia
eclesistica como lector del estudio de los franciscanos, tambin fue Vicario de la provincia
de Santiago casi a finales del siglo XIII y custos custodium de esta provincia. Algunos aos
antes de morir fue Ministro de la Provincia de Santiago entre 1300 y 1318, durante este
tiempo mantuvo excelentes relaciones culturales con Alfonso X y Sancho IV.
En lo referente a su obra sobre los milagros de la Virgen y en comparacin con
Berceo solamente coincide con El pobre caritativo, El labrador avaro y La iglesia
robada, que aparecen en Berceo y J uan Gil aunque no en Alfonso X: Los dos hermanos,
El labrador avaro, El prior y el sacristn, La iglesia profanada y Los judos de
Toledo.
J uan Gil de Zamora escribi la versin latina de esta leyenda de Tefilo, basado
como todos en la original rama latina del siglo VI, y aunque es semejante al relato de
Berceo y Alfonso X es mucho ms concreta y no entra en los terrenos de la transformacin
de Tefilo por causa del pacto, detalles como la prdida de la sombra y la sangre del pacto
apenas se insinan. En esta obra Zamora habla de un monje qui sacristae officio
fungebatur y lo presenta como valde... lubricus. Pequea diferencia en la visin
eclesistica adems que la de Zamora no va en comunicacin directa como Berceo.
Hay otras diferencias y matices, para J uan Gil de Zamora el malvado judo es el
responsable de la perdicin de Tefilo, Para Berceo, el mismo Tefilo se llena de celos y
envidia. En Zamora, el vicario Tefilo muere ahogado y su alma es disputada por seres
malignos y ngeles celestiales, hasta que interviene la Virgen puesto que: alicubi pergens
ille primum me saltuabat, ac rediens, similiter hoc agebat; mientras que en Berceo se lee
en la estrofa 794:



32

.
rreviscl los sus sesos torn en su sentido
abri luego los oios que teni adormidos
38


Es decir, toma conciencia del mal que ha hecho, bajo el smbolo metafrico de abrir los
ojos y se arrepiente. La Virgen lo reconviene y al final lo salva. Tambin es conveniente
recordar que en Berceo la Virgen se le aparece a Tefilo y habla con l, lo que slo se ve en
algunos milagros.
Con el fin de dejar clara estas diferencias leamos unos cuantos versos de Zamora.
ste es un breve momento de una estrofa inicial en su obra:

Un monje muy devoto en un convento haba...
El abad de la casa diole sacristana:
por libre de locura, por cuerdo lo tena.
[...]
tanto pudo bullir el sutil adversario
que al monje corrompi y lo hizo fornicario.

Una vez ms se ve cmo en Berceo, la intencin es clara desde el principio, l va dirigido a
un pblico, por lo tanto se ve en la necesidad de dramatizar, acenta los valores religiosos
para persuadir y convencer mediante la retrica y as establece una relacin entre su
personalidad como poeta y la obra escrita, testimonio y presencia del tiempo.
Por otra parte, el punto de vista que ofrecen en su edicin J uan Carlos Bayo e Ian
Michael en la Noticia bibliogrfica, explica sobre los manuscritos lo siguiente: F:
Madrid, Biblioteca de la Real Academia Espaola, ms 4, en folio, escrito por una sola mano
sobre pergamino en letra gtica castellana de hacia mediados del siglo XIV. Faltan los folios
del prlogo y cuatro sueltos ms en la parte correspondiente a los Milagros de Nuestra
Seora.
39
Agregan en su edicin que los documentos fueron encontrados por Charles C.
Marden que don a la RAE (Real Academia Espaola). La primera versin que fue
encontrada contena los dos ltimos milagros: La iglesia robada y Tefilo, sobre esto

38
Op. Cit. Berceo. p 305.
39
Op. Cit. Berceo. p. 38.
33

existe la versin paleogrfica de Marden. La mayora de los folios que hoy se conocen
fueron realizados por el P. Ibarreta entre los aos 1774 y 1779 en el monasterio de san
Milln. Estos investigadores aducen que existe una edicin facsimilar con la siguiente
ficha: Gonzalo de Berceo: Poemas. Edicin facsmil del manuscrito (s. XIV) propiedad de la
Real Academia espaola. Madrid: Real Academia, 1983.
Se aade a lo escrito en funcin de ser asunto histrico propio de leyendas
publicadas en la antigedad, lo que explica J ean Lauand en la breve introduccin que hace
para su traduccin de los Milagros de Nuestra Seora de Gonzalo de Berceo, para l: A
histria, ou a leyenda, de Tefilo tornou-se imensamente popular no Ocidente e um dos
temas prediletos da arte, desde que, no sculo IX, o dicono napolitano Paulo, traduziu-o ao
latim, do original grego de Eutichiano (sc. VI).
40

Otra versin, puesto que todava se cree y vale la pena mencionar el dato porque se ha
documentado, es que existi una leyenda alemana basada en un mdico alquimista y mago,
el doctor J ohannes Georg Faust (1480-1540) que tambin hizo un pacto con el maligno por
asuntos de poder, adems de beneficios materiales y amorosos.
Tambin se dice en ciertos estudios literarios de tipo gnstico que en 1587 un
hombre dedicado a los libros, llamado J ohann Spies de Francfort, public la Historia de
von D. Johann Fausten, que a su vez provena de un autor originario de Speyer. A esta obra
se le conoca como el Fausto de Spies. Y ya en esta versin fustica el trato era obtener
conocimiento, sabidura y poder. Desde luego ambas obras posteriores y con un matiz
diferente al Tefilo de Berceo.
Un dato ms es el de Arlindo J os Nicau Castao:

O que parece seguro e particularmente nos pode interessar que, aps a morte do Fausto
histrico, ocorrida em torno a 1540, j por volta de 1560 a histria fantasiada do mago
alemo circulava em Espanha, tendo-se tornado popularssima, at, entre os estudantes de
Salamanca. Mas s lendas que rodeavam o Fausto histrico foram preferidas, na literatura
espanhola do Siglo de oro, as que diziam respeito aos seus "antepassados" paleocristos,
Cipriano de Antioquia e Tefilo, e a duma espcie de "Fausto portugus" do sc. XIII, Frei

40
La historia o la leyenda de Tefilo se volvi inmensamente popular en el occidente y uno de los temas
predilectos del arte, desde que, en el siglo IX, el dicono napolitano Paolo, lo tradujo al latn del original
griego de Euticiano (siglo VI). Versin al espaol a mi cargo.
34

Gil de Santarm, como se pode desumir da leitura dos dramas El esclavo del Demonio, de
Mira de Amescua (1612), e El mgico prodigioso, de Caldern de la Barca (1637).
41


Stefano Fumagalli sugiere que el conocimiento de la leyenda de Fausto es muy antigua y
aunque supone, al parecer con juicio equivocado que Caldern desconoca esta obra al
realizar su Magnfico prodigioso, vale la pena recordar que en su investigacin Nicau
Castao encontr un argumento que tiene repercusiones en la historia literaria:

A formao da lenda de Tefilo mais ou menos simultnea de Cipriano (a verso
apresentada por Fumagalli, por exemplo, datvel do sc. VI) e gozou de uma ampla
difuso na Europa medieval: como j referi, encontramo-la, por exemplo, na Legenda
aurea, nas Cantigas de Santa Mara de D. Afonso X, nos Milagros de Nuestra Seora de
Gonzalo de Berceo e nos dramas religiosos de Rutebeuf (Le miracle de Tophile)
42


En consecuencia puede decirse que consciente de su trabajo retrico narrativo y al tanto de
las obras existentes de los dems como lo estuvo del Libro de Alexandre, Gonzalo de
Berceo debi tener muy cerca algunas de las fuentes mencionadas en su poca para el
procedimiento de la escritura de sus versos, no parece difcil de entender, algunas eran
leyendas populares que pertenecan a la oralidad.
Luego vendran el Fausto de Christopher Marlowe (1604) dramaturgo ingls del
teatro isabelino. Aqu puede agregarse una informacin que ofrece Miguel Martnez Lpez
en: La herencia medieval, un estudio sobre esta tragedia de Fausto del dramaturgo ingls,

41
Lo que parece seguro y en particular puede interesarnos es que, despus de la muerte del Fausto histrico,
ocurrida alrededor de 1540, ya por 1560, la historia fantstica del mago alemn circulaba en Espaa, y se
haba convertido en muy popular, entre los estudiantes de Salamanca. As las leyendas que rodeaban al Fausto
histrico eran preferidas en la literatura espaola del Siglo de Oro, eran las que decan algo respecto de sus
antepasados paleocristianos, Cipriano de Antioquia y Tefilo y una especie de Fausto portugus del siglo
XIII, Fray Gil de Santarm, como se puede deducir de la lectura de los dramas El esclavo del demonio de
Mira de Amescua (1612) y de El mgico prodigioso de Caldern de la Barca (1637). Nota de Arlindo J os
Nicau Castao A construo da imagem do Fausto, de Cipriano de Antioquia a Fernando Pessoa".
www.cisi.unito.it/artifara/rivistal/testi/fausto.asp. Traduccin del editor.
42
La figura de la leyenda de Tefilo es ms o menos simultnea a la de Cipriano (una versin presentada por
Fumagalli, por ejemplo, est fechada del siglo VI) y goz de una amplia difusin en la Europa medieval)
como ya lo refer, la encontramos, por ejemplo, en la Leyenda urea, en las Cantigas de Santa Mara de D.
Alfoso X, en los Milagros de Nuestra Seora de Gonzalo de Berceo y en los dramas religiosos de Rutebeuf
(El milagro de Tefilo). En Stefano Fumagalli, na introduo a Cipriano di Antiochia: Confessione. La prima
versione del mito del Faust nella letteratura antica (Milano, Mimesi, 1994, p. 24). Nota de Arlindo J os
Nicau Castao A construo da imagem do Fausto, de Cipriano de Antioquia a Fernando Pessoa".
www.cisi.unito.it/artifara/rivistal/testi/fausto.asp. Versiones al espaol a mi cargo.
35

donde comenta: Tambin hemos de referirnos a los hroes mitolgicos del pensamiento
griego como caro y Prometeo con los que comparte Fausto su afirmacin de
individualidad [...] y el uso perverso de la magia como en las leyendas de Simn el mago,
Tefilo de Siracusa y Cipriano de Antioquia. [...] La segunda leyenda a la que nos hemos
referido es la de Tefilo, un obispo del siglo sexto.
43
. Obispo que para obtener beneficios
fuera de su alcance, realiz un pacto que sell con sangre.
Ms tarde llegara el ms famoso de todos, el Fausto de Goethe, del siglo XIX; y con
ste ms temas fusticos en el siglo XX como son los casos de Fernando Pessoa, con su
Primeiro Fausto, (obra incompleta) cuyo tema es la imposibilidad de ser para conocer y
amar, aunado a esto, una idea sobre lo que parece imposiblemente real pero que espera ser
concebido al darle voz a los que no tiene el don de la palabra. Est tambin Mon Faust
(bauches) de Paul Valry (1946). El de Thomas Mann; todos ellos con la consabida trama
del hombre que vende su alma por afanes de poder, riqueza, conocimiento absoluto o bien,
conseguir lo inalcanzable al transgredir la finitud humana; sin salir airosos por s mismos en
cada caso y ser salvados por Dios o mediante la Virgen, a travs de personajes alegricos,
simblicos, con semejante representatividad en todas las obras.
En suma, el conocimiento de Berceo por las obras de su tiempo, comprueba en
muchos sentidos la sapiencia acerca de la literatura latina con sus respectivas relaciones
histricas, trgicas y religiosas. Puede intuirse desde esta visin, cmo un hombre clrigo
tan arraigado a su conviccin religiosa, al escribir los Milagros de nuestra Seora los
vincul incluso con las reformas del episcopado, fuertes en su momento, no en vano Carlos
Bayo e Ian Michael explican que durante las elecciones episcopales irregulares: La virgen
interviene en tres ocasiones: en el primer Milagro, la casulla que ha regalado a san
Ildefonso estrangula a Siagrio, su indigno sucesor en el arzobispado de Toledo; en el
decimotercero, Mara aparece para asegurar el nombramiento de un buen catlico, san
J ernimo de Pava; en el vigsimo quinto desciende a los infiernos para recuperar el
contrato, la carta que firm Tefilo, un vicario que antes se haba negado aceptar su
eleccin como obispo.
44


43
Op. Cit. Martnez Lpez. p. 85.87.
44
Op. Cit. Berceo. p. 14.
36

Por estas razones Gonzalo de Berceo escribi los Milagros bajo una circunstancia
personal en el mbito de la fe, como un modo de predicacin en bsqueda de lo espiritual
contra la crisis material de la sociedad. Fue, hay que recordar, Maestro en un sentido
amplio, del mismo clero que en condicin de ignorancia mantena dudas teolgicas y que el
IV Concilio lateranense se encarg se disipar con el apoyo de clrigos como Berceo
prestigiados en virtud y sabidura como la misma retrica lo ordenaba. Esencia de la
universalidad potica.
Estos Milagros de Nuestra Seora y Tefilo el milagro XXV son especialmente la
voz potica, la inmensa dicha de la palabra que desde la fe irradian una esttica perenne y
esencial con Gonzalo de Berceo. En su visin del mundo concibe al hombre como creacin
divina por ello era necesario devolverle su condicin espiritual.




















37

2. Gonzalo de Berceo en persona y en su tiempo


ice Dmaso Alonso que al autor de la Edad Media le complaca meterse en la
obra escrita, asomarse un poco por lo menos, que la idea era: figurar en l, [en
el poema] humildemente, en cualquier parte, en un rinconcito. [...] Grandemente
nos emociona el grito de Berceo a la Virgen al fin de los Milagros de Nuestra Seora:
Madre, del tu Gonalo seas remembrador, / que de los tus miraglos fue enterpretador.
45

Pero, quin es este clrigo y cmo lo imaginamos en su labor doctrinal? Su origen
como l mismo lo narra est en la estrofa 757 de Vida del glorioso confesor santo Domingo
de Silos:

Yo Gonzalo por nomne, clamado de Bereo,
de sant Milln criado en la su mered seo
46


Naci en Berceo en 1196? Se cri en el monasterio de san Milln de Suso, y ah fue
dicono, ms tarde clrigo, tambin hombre culto que adopt y cre un conjunto de
disposiciones tericas para su poesa. Se cree que muri en 1264?
Algunas ancdotas relevantes de esta biografa refieren que entre 1221 y 1222
estuvo en San Milln, como dicono y por lo menos permaneci ah veintitrs aos. De
1237 y hasta 1252 vivi en san Milln, con temporales ausencias. Se supone por estos datos
biogrficos que escribi los Milagros en estos aos, porque en el penltimo de stos, La
iglesia robada, menciona a Fernando el Santo como un hombre importante que ya haba
muerto. Pase lo que pase frente a cualquier tipo de investigacin. sta es su autobiografa la
describe en la Vida de san Milln, estrofa 489:

Gonzalvo fue su nonme que fizo este tractado,
en San Millan de Suso fue de ninnez criado,
natural de Verceo, ons Sant Millan fue nado;
Dios guarde la su alma del poder del pecado.
47


45
Dmaso Alonso. De los siglos oscuros al de Oro. p. 78.
46
En la edicin de Amancio Bolao e Isla. p. 322.
D
38


Los datos anteriores resultan de vital importancia porque todo hace suponer que Gonzalo de
Berceo estuvo en Palencia, en la escuela catedralicia, en el Estudio General de don Tello
Tllez de Meneses, obispo del lugar, entre 1212 y 1214. En dicha escuela debi estudiar
teologa, derecho cannico, gramtica, lgica, retrica y hasta podra asegurarse que en este
sitio fue donde conoci las fuentes para la escritura de sus Milagros. Y no se trata de notas
aventuradas sino que existen indicios elocuentes acerca del conocimiento que tuvo de
ciertos milagros no solamente bblicos sino de la experiencia profana. Le llegaron de la
rama latina adems de la tradicin de esta escuela palenciana, en especial, lo que asegurara
que tal sabidura potica nada tena ver con la inocente escritura que alguna vez se supuso.
Bien puede decirse entonces, que Berceo tena conocimiento de su maestra como lo
hace notar en un verso: Componer hun romane de nueva maestra. Era el clrigo que
saba que prosa y verso eran sinnimos en la clereca: quiero fer una prosa en roman
paladino. Una prosa, es decir, versos en forma llana, rimada y narrativa, puesto que
tena plena conciencia tanto de su labor doctrinaria como del pblico al que se diriga,
clrigos de menor rango y seminaristas. J oaqun Artiles comenta en este sentido:

Berceo, clrigo y poeta, pensando seguramente en ese pueblo religioso e iletrado, se lanz a
la aventura de romancear gestas de la Virgen y de los santos. Berceo, pens, ms que en
una clientela de lectores, en un pblico de oyentes, en una extraa y gozosa catequesis en
verso.
48


Agrega que debemos imaginar a Berceo cantando sus versos a la vez que explicaba los
pasajes utilizados para sus propsitos didctico-religiosos; y como ya se mencion, lo haca
en un poyo del monasterio. Lo data l mismo con unos versos del Prlogo en la estrofa 45:

Quiero en estos rbores un rratiello sobir
e de los sos mirculos algunos escrivir
49



47
Ibidem. Bolao e Isla. p. 420.
48
J oaqun Artiles. Los recursos literarios de Berceo. p. 33.
49
Op. Cit. Bayo e Ian Michel. p. 103.
39

Imaginemos por lo pronto al poeta en una de esas tardes de escritura, de lectura y exgesis.
Berceo conoca la retrica y ms an de modo particular la rama latina y de sta
seguramente a Cicern. Pensemos que si para este autor latino el exordio era de suma
importancia es porque impela al pblico a poner atencin al discurso del orador (el exordio
como una de las partes de la dispositio). Berceo pona en prctica con actitud impecable
estas virtudes ya conocidas por l: sabidura y templanza. Bulmaro Reyes explica: El
orador deba crear ese placer con una industria imperceptible.
50
Berceo al recitar los versos
de Tefilo del milagro XXV, en diversos momentos de su vida, se converta en un actor
que persuada a los oyentes con verdad slida y con la finalidad de convencerlos mediante
argumentos gramaticales proporcionados por la retrica.
Ya en la clereca resuenan los registros de la poca, la forma de pensar de Berceo y
de los clrigos, por ese motivo se ha dicho que es el principio de esa enorme construccin
verbal del idioma castellano. Una construccin a la par de valores morales, junto a la fe
cristiana en el culto mariano, sin ms, la primera piedra sobre la cual se levanta toda la
poesa espaola, primero en esta lengua verncula que sera luego el castellano potico
medieval. El mismo Artiles dice al respecto: Es mucha agua de este mar para bracearlo en
toda su extensin, y son pocas las redes para apresar tanto tesoro oculto.
51

Desde este primer momento estn presentes la obra, el poeta y los oyentes, as
convergen dos formas de la lengua hablada: llana y culta, la escrita quiere ser testigo; cifrar
su participacin desde su aspecto fnico y sintctico.
sta es la historia irrefutable en la concrecin cotidiana y en este mismo escenario
aparecen los valores de la poesa en su naturaleza pura, la lengua potica y la llana
enfrentan su nueva condicin. Sobre este punto, Rafael Lapesa comenta: La Rioja, antes
Navarra, se castellaniz a partir del siglo XI. [...] El subdialecto riojano, tal como lo emplea
Gonzalo de Berceo, se parece ms al de la Castilla nortea que al burgals, pues deca
nomne, semnar, enna, conna. La /i/ final por /e/ era muy corriente (esti, as, li, pudi, fizi,
salvesti), como hoy en algunas regiones leonesas.
52
Estos ejemplos casi sin resistencia
muestran que en los territorios cristianos, la lengua, an vulgar, era parte de la poesa en la
formacin de las lenguas romances como lo explica Lapesa. Pueden disiparse un poco las

50
Bulmaro Reyes Coria. Lmites de la retrica clsica. p. 85.
51
Op. Cit. Artiles. p. 8.
52
Rafael Lapesa. Historia de la lengua espaola. p. 188.
40

dudas si se recuerda que alrededor de 1150 la Chrnica Adefonsi Imperatoris habla de
nostra lingua, con un cierto aire emotivo de pertenencia relacionado con ideales lricos,
puesto que siempre estn en boga las fiestas cortesanas, donde intervienen los juglares,
celebraciones de todo tipo, para cantar la vida, hazaas y tristezas amorosas.
En este sentido, son de diversa ndole los estratos sociales a nivel religioso cristiano
y las manifestaciones literarias se cristalizan en pequeos ncleos, en cada estructura, como
los trovadores, los caballeros andantes, el clero regular y secular, con su naciente espritu
combativo y moral, puesto que, como se sabe ahora, la lengua vulgar y el latn culto
convivieron e incluso, el latn tuvo preponderancias, una, la del latinum obscurum del
refinamiento artstico; y otra, el latinum circa romancium que es el de los protocolos
polticos, el notarial. Se cohesionan a pesar de conocer esta realidad con inclinaciones
propias, Karl Vossler en su ensayo, seala: ...resulta difcil hacerse una idea de las
condiciones sociales y lingsticas que deba respetar el hondo convencionalismo de las
formas poticas de la Edad Media.
53

Las consecuencias no se hacen esperar, hay una nueva relacin entre sentido,
sensacin acstica, motivacin temtica, sustento ideolgico, tradicin; la poesa se vuelve
historia oda, escrita, con y desde otra dimensin, tal vez, un fingimiento hermosamente
dicho, tal como lo expresara, casi dos siglos despus, el Marqus de Santillana, al
condestable de Portugal en 1449, en donde defina a la poesa como: ...un fingimiento de
cosas utiles, cubiertas o veladas con muy fermosa cobertura, compuestas, distinguidas e
scandidas por ierto cuento, peso e medida.
54

En ese primer momento la poesa era ficcin estilizada con formas, ritmos, sentido,
tropos, es decir, totalidad que no puede escindirse bajo ningn pretexto. Por eso la poesa
en esta etapa medieval era tambin concrecin y lo abstracto de un mundo casi imposible
de definir y sujetar en conceptos unvocos o aislados, cuya facultad narratoria permitira
recrear episodios para unir al hombre con su mundo inmediato con lo divino. Por otra parte,
cantar y contar al aire libre era una novedad clerical y la lengua fue el fondo de ese
fenmeno. La poesa se convirti en el imn, el vehculo de seduccin.

53
Karl Vossler. Formas poticas de los pueblos romnicos. p. 23.
54
igo Lpez de Mendoza, Marqus de Santillana. Carta al illustre seor don Pedro muy magnfico
Condestable de Portugal. En Prohemios y cartas literarias. p. 83-86.
41

Es necesario apuntalar que la gente comn era guiada por hombres eruditos como
Berceo que junto con otros frailes perspicaces conocan los versos romances que se
recitaban en las calles y tenan pleno conocimiento de la sabidura popular, de refranes,
adems de los principios formativos de la nueva actitud potica culta.
Es la mitad del siglo XIII. Cmo hablar entonces del sentido de la poesa? Del
sentido de la lengua? cmo fue ese saber inicial si se dijera en palabras de Paul Ricoeur.
Este siglo XIII es el de una Espaa que nace a la literatura, a la escritura, como lo
asumen diversos documentos y la lengua verncula se vuelve un medio por el cual la iglesia
accede a la predicacin de su evangelio con la intencin de crear documentos literarios para
difundir la doctrina cristiana. La piedad y la devocin son aliados. En Castilla, como en
muchas partes de Espaa, por ejemplo, ya entonces existan desde el siglo XI, la devocin y
el culto marianos que haban encontrado eco a travs de la antigua liturgia hispnica,
heredada por los primeros cristianos. As, la lengua verncula acerca el conocimiento de lo
sagrado, el ritual eclesistico, el orden de la fe, al habla cotidiana porque la poblacin no
saba latn y nada de lo teolgico.
Los clrigos requeran hacer significativa la espiritualidad. Es un tiempo en el que
tanto juglares, trovadores, narradores orales y quienes saban escribir, intuan de primera
mano por la Biblia que esta espiritualidad era para la salvacin del alma y muy
especialmente que la Virgen Madre de J esucristo significaba la nueva redencin de los
pecados, ella era el camino para llegar a Dios. Y es el arte literario el facultado para cultivar
a estos moradores. El arte en manos de la la iglesia lo vuelve profuso para los fines que
espera: atraer la fe en el culto mariano mediante relatos versificados de tono narrativo.
Desde este momento la literatura recrea smbolos ya de manera consciente como
medio de identidad de este fenmeno indivisible. Al comenzar la tradicin escrita hace su
aparicin el signo en toda su dimensin, lo que para Dmaso Alonso es la huella sensorial
para lograr que de los sentidos se vaya ms hacia dentro y generar significados como
valores connotados.
El carcter de la lengua hasta este momento de la historia, pona a disposicin
ciertos elementos contextuales como dejar claro en qu momento actan los personajes que
intervienen en las narraciones, de qu especie es lo que realizan, de qu se valen para sus
propsitos; y aqu va de por medio el argumento del cual se entiende que haba ya un antes
42

que influir en el presente; tambin se pensaba en la brevedad ms o menos sencilla para
los relatos, sobre todo porque se tena en cuenta la intensidad de los recursos retricos para
persuadir al oyente.
No es nada casual que aparezca un Gonzalo de Berceo, como no lo es tampoco la
vitalidad del habla dialectal de la zona Riojana, ni menos otras del centro y sur de Espaa.
El castellano en su aspecto dialectal, despus del Cantar de Mio Cid y de la obra de Berceo,
dice Lapesa: Se iba generalizando como lengua potica.
55
La razn se explica por s sola,
en tanto que fue factor de unificacin social, poltica, histrica, literaria. Quiz a Berceo le
haya sucedido como dice Albert Bguin: ...en los ms grandes poetas, hay una especie de
adivinacin irrebatible, un fenmeno de predicacin extraamente preciso, que no podra
reconocerse, como toda profeca, sino despus del cumplimiento de un destino que haba
sido anunciado haca mucho tiempo.
56

Se presume ante este punto de partida que hay una nueva realidad potica en la que
el verso culto se configur en forma distintiva con respecto al habla comn. Francisco
Lpez Estrada plantea: Para la literatura verncula result decisiva la existencia de un
signo que diferenciase el uso de la lengua que ella implicaba, del uso comn y general.
57

Fue entonces que la forma medida de la escritura, la mtrica, la slaba, se pusieron de
manifiesto en ese momento en que ya se hablaba de verso literario. La forma culta
originaba nuevas complejidades.
T. Navarro Toms ofrece un criterio peculiar sobre el tema, esto es, habla de tres
criterios para la versificacin del momento, eran la juglara, la clereca y la llamada gaya
ciencia, lo que llev tambin a crear los pies mtricos, troqueo (o), dctilo (oo) como
nuevas entidades fnicas. En la clereca se impuso la llamada clusula acentual con
periodos rtmicos definidos, lo que en las artes dictaminis medievales se conoca como
cursus. La intencin es quitarle lo solemne en el carcter potico latino y llevarlo a la
sencillez y lo sensible de la lengua verncula que se castellaniza.
Todo lo anterior era una especie de paralogismo entre dos mundos, el culto y el
popular con sus diversas lenguas, costumbres y creencias; verdicos en la poesa. Sera ya

55
Op. Cit. Lapesa. p. 202..
56
Alber Bguin. Creacin y destino. p. 177.
57
Francisco Lpez Estrada. Introduccin a la literatura medieval espaola. p. 175.
43

arte potica con versificacin ordenada, musical, rtmica, facultad retrica como ninguna
poesa hasta ese instante de la historia literaria occidental.
La retrica tambin expresa sus argumentos de donde nacen los testigos de la
invectiva. Dichos argumentos pertenecen a quien habla, se persuade como Iscrates,
Cicern, Boecio y Gonzalo de Berceo que lo intua, iba directo con toda intencin hacia el
estado de nimo del oyente, un pblico, no la colectividad popular sino los aprendices del
clero, en espera de una realidad ideolgica de esencial raigambre. Por lo tanto, el carcter
narrativo del discurso, el tipo de versificacin, vuelven digno de crdito lo que se proclama.
La lengua verncula ser en unidad con las formas del latn, lo persuasivo, lo creble
en letra viva. Es as que este significado y su calidad de persuasin sern el medio que
demuestre con hechos singulares, los milagros, una realidad semiolgica nacida de otra ms
compleja, donde los indicios de lo particular terminan en la universalidad, puesto que sa es
la finalidad ms clara, la existencia de un aprendizaje donde Dios, la Virgen, el hombre de
fe y su esperanza, juegan el papel unitario.
Conviven varios mundos medievales sintomticos, contradictorios, aunque no todos
hasta cierto punto identificables, cada uno germina rasgos distintivos: religin, fe, magia,
materializacin de la vida, sensualidad del cuerpo. La amplificatio, por ejemplo, no slo es
asunto literario de herencia latina, sucede en la cotidianidad donde radica la principal fuente
de esa conciencia urea del arte, materia potica con la que ya juega Gonzalo de Berceo.
Este mundo que se abre con su temperamento en el siglo XIII, toma forma este
nimo potico que es un dezir con estructura formal, sigilosa, pura, sin peccado sin falla:
la clereza. Por ello, quiz desde Gonzalo de Berceo exista una primera actitud literaria en
la continuidad de la poesa en lengua espaola, es decir, con l se fund la distincin entre
el orden de la conciencia escritural que slo perteneca a la oralidad, al juego verbal y lo
que nicamente era, en estricto sensu del mbito literario y en cierto modo, lo extra literario
que tambin colabora con la hechura de cada obra, bajo el entendido de que ambas
condiciones permitieron que lo escrito fuera reconocible por sus infinitas posibilidades
poticas junto con el contexto en su justa dimensin.
De hecho, a partir de este momento medieval se retoma la postura innovadora donde
el yo potico sale a flote para dar testimonio fiel de algn acontecimiento, por dems
humano y sustantivo, en tanto que lo que se cuenta se considerara verdico. As entonces,
44

los Milagros eran asunto teolgico de fondo, porque Cristo actu como J uez justo y la
Virgen como mediadora entre l y los hombres pecadores a los habra que salvar.
Con esta perspectiva Gonzalo de Berceo sigui un modelo potico nacido para
expresar diversas realidades encaminadas a la fe, doctrinales algunas o bien, con matiz
hagiogrfico otras y las de tesitura mariana; ste fue el cambio sustancial con respecto a la
rama latina que slo narraba hechos testimoniales sin el sustento vital del poeta riojano,
adems en la rama latina tampoco hubo personajes caracterizados con tan fino detalle como
sucede en estos relatos de los Milagros con las mujeres, por ejemplo, la abadesa, la novia
robada, adems de judos en papeles poco afortunados, puesto que haba sospechas contra
esta comunidad de que eran practicantes de magia y brujera, debido al conocimiento
inmenso que tenan de la astrologa, matemticas, alquimia. Berceo sigui la tradicin
antisemita de la rama latina.
Un asunto primordial en los Milagros, es el rasgo humano en todos los poemas tanto
para el mal como para el bien, lo que incluye a la Virgen, por ejemplo, cuando Tefilo le
ruega que recupere la carta desde lo profundo de los infiernos y lo pide desesperadamente
para que se la devuelva y as sentir el alivio total debido a su falta.
Los valores que predominan en esta obra son los cristianos, por lo que se apunta que
el ms importante es la salvacin del alma. Sin embargo, habr que tener cuidado porque
no todo el mbito social y literario de la zona comparten esta misma naturaleza en idea y
obra, hay que recordar que conviven tres culturas, la judaica, la rabe y los cristianos, en la
Rioja estos ltimos predominan y es menor la poblacin de judos y menos an de los
rabes; pero lo importante es que ni siquiera entre los cristianos haba heterogeneidad de
ah la necesidad de crear un universo slido, un convencimiento real y atractivo desde la
poesa porque sta representaba la fusin entre lenguaje e imgenes bblicas que sustentan y
preceden a los Milagros de nuestro poeta como verdicos. Se crean modos de expresin
para el propsito espiritual didctico.
El desarrollo potico del Milagro de Tefilo muestra una clara visin de lo que se
piensa y se dice sobre lo religioso, Berceo conoce las oraciones de la lengua vulgar para
dirigirse a Cristo y a la Virgen y desde el latn asegura la tradicin, todo esto desemboca en
el plano de la alegora que se vuelve smbolo y al final se asienta en el mundo de las ideas
religiosas de fe a nivel social.
45

Entre 1246 y 1252 se dice que fueron escritos estos Milagros que han despertado el
inters de estudiosos y eruditos. Curioso tal vez, que este mbito narrativo y potico parta
desde un principio de situaciones trgicas, donde los personajes son vctimas de algn dao
por su misma condicin de duda, ignorancia o desafo a sus fuerzas naturales aunque todos
finalizan con la posibilidad de un destino diferente, salvados por la gracia divina. Son
historias en las que el acto trgico como el de Tefilo, que peca de apostasa, busca luego la
salvacin del alma por la fe. Es el asunto nodal. La confesin, dolor y arrepentimiento son
los requisitos para lograr la intermediacin de la Virgen Mara.
Quiz la discusin que perme la continuidad de los siglos medievales y
renacentistas sobre si Dios obra en ayuda de los hombres para mostrar su presencia o si los
hombres tienen libre arbitrio para elegir su fe, haya sido vislumbrada por Berceo, no
obstante, previstas estas posibilidades o no, lo sustancial es cmo supo mediarlo en aras de
lo potico como fuente inagotable de la retrica que conoca.
La tentacin de escribir sin la figura del anonimato posiblemente le otorg una
fuerza y compromiso distintos a su escritura. Aparece con Berceo, un estilo, una leccin
con sentido crtico moralista a lo que se agregara, lo didctico y por encima de todo, su
mirada esttica, la belleza de la poesa, su visin de mundo frente a la crisis social.
Es de suma importancia dejar claro este mbito entre lo popular, lo culto y el arte;
para ello, en esta propuesta habr que seguir a Vossler, porque a travs de l podra
explicarse que no solamente hubo una estrecha relacin entre la poesa del pueblo, los
trovadores, gente culta y obras poticas realizadas por clrigos, maestros; adems de que
tampoco exista una distincin tajante, como decir ste es culto, ste es popular. Vossler
dice: No son las formas lo que debemos distinguir [...] sino las actitudes anmicas
fundamentales.
58
Esto significa que coexista el impulso a la creacin popular a la par de
algunos elementos cultos que adquiran esta carga, as como la poesa culta tomaba
elementos de lo popular y se vivificaba. De tal suerte que los trovadores cambiaron su
visin del amor hacia la mujer, por ejemplo, de lo sensual, por influjo de Ovidio, hacia la
espiritualizacin, aunque no slo fue sobre el amor sino sobre toda circunstancia vital. Por
lo tanto, no sobreviva esta divisin rgida entre lo popular en un lado y lo culto en otro.

58
Op. Cit. Vossler. p. 151-152.
46

La verdadera distincin radicaba en la conciencia creativa y las intenciones que cada
quien tena de su obra, tanto en lo individual como en lo social. En esencia esto era porque
las obras que se recitaban o escriban y se lean al pblico, como es el caso de Berceo,
tenan como principio rector la participacin generalizada, ya fuera en las calles, lo mismo
que en la corte o en los monasterios, en este aspecto no haba diferencia tajante, en todos
los espacios se involucraba a los oyentes. As era la condicin de esta conciencia del arte en
ambos mundos, el popular y el culto, que si bien son importantes, no separan de manera
rgida estas dos formas manifiestas de la ocasin festiva, luctuosa, amatoria o espiritual.
La poesa tuvo diversos matices, el de la lengua romance, el del latn eclesistico, lo
que llamaban poesa profana para obras de teatro sencillas, la didctica y la que llegaba
desde otras zonas como la provenzal o traducciones hebraicas y rabes.
Gonzalo de Berceo vivi en un tiempo de crisis de grave situacin social y religiosa.
l estaba en el centro de esta situacin como clrigo y como hombre histrico. Tanto las
herejas y el avasallamiento del mundo material de las ganancias econmicas y de poder en
guerras que ganaban terreno, as como las creencias del placer mundano eran el mal de
poca. En sentido opuesto estaba la necesidad de revitalizar la vida espiritual, hacer crecer
el amor cristiano. l vio este conflicto como gran peligro para la perdicin humana, tena
que lograr la unidad ideolgica. Predic entonces mediante la poesa mejor an que el
discurso teolgico de difcil comprensin. Era la palabra su medio y el culto mariano la
salvacin, la propuesta de fe.
Gonzalo de Berceo es quien llevar hasta sus ltimas consecuencias este comienzo
de la poesa, desde su recinto religioso con una moral sujeta a otra condicin de la rama
latina cuya historia se cuece aparte. Poesa e historia se conjugan porque algo se cuenta y se
canta con una versificacin sin falla, en un ritmo que la misma lengua inventar para su
cuidado. El dintel de la puerta de una nueva concepcin potica abre su espacio que se ve
traspasado y otra historia comienza. Berceo lo trasciende y es un estar sucediendo que ya
no tendr fin. La funcin de la historia cumple, la funcin de la poesa realiza su trabajo en
la intemporalidad al rebasar los lmites inasibles de su destino.
A Berceo le toc la llamada potica, como poeta medieval vivi la locutio vulgaris
como el don de Dios que faculta el saber una lengua frente a la locutio elocuentia, fruto de
la razn y la invencin racional, el artificio gramatical.
47

3. Espaa y la Rioja: Una visin de conjunto



3.1 Espaa

spaa se descubre a s misma en el arte literario y en el lenguaje a partir de esta
etapa de la Edad Media del Siglo XIII, poco a poco descifra su proceso histrico,
geogrfico, poltico, en las luchas internas, principalmente con los musulmanes.
El latn se extingue y se apodera del habla cotidiana la lengua verncula, ha invadido las
formas del habla regional de la Pennsula y la zona centro norte se ha diferenciado. Los
juglares han ofrecido el indicio inevitable, los trovadores, una fuente de la cual nadie deja
de abrevar, los clrigos escriben; la poesa es el esplendor, el dialecto riojano est presente.
Lengua e historia condensan sus intenciones porque para comprender un poco ms la
historia de Espaa hay que remontarse al pasado inmediato del siglo XII, tiempo en que la
Reconquista tuvo una cierta ganancia poltica, tanto en Castilla, como en Aragn. Fue un
momento en el que Alfonso VII (1126-1157) dividi el reino entre sus dos hijos, Sancho III
de Castilla y Fernando II de Len, a partir de estos sucesos comienza un periodo
controvertido entre ambos reinos.
En el siglo XIII en la poca de Gonzalo de Berceo los acontecimientos que se
suscitaron fueron de suma importancia, la Espaa musulmana cay bajo el poder de los
cristianos, fueron conquistadas Mallorca en 1229, luego Valencia en 1238 por J aime I de
Aragn; Crdoba en 1236 y Sevilla en 1248 por Fernando III de Castilla y Len, Fernando
III (1217-1252) de Castilla conquista Crdoba, ms tarde tambin logra el mismo cometido
en Cdiz, entre lo ms relevante. Los musulmanes permanecieron en el reino de Granada
que subsisti como tributario de la corona de Castilla.
La Espaa del siglo XIII fue un territorio que se plante en disyuncin inobjetable,
los estamentos tenan graves contradicciones intrnsecas a su naturaleza y adems a la
literatura le faltaba su propia lengua, una epopeya y una lrica originales, ya no artrica o
carolingea, as fue como se fragu su historia con sus recursos y un discurso lingstico de
gran riqueza que Gonzalo de Berceo supo amalgamar para la historia poltica, social y
cultural de su lengua. Despus de la batalla de las Navas de Tolosa el cristianismo se
E
48

fortaleci con el reinado de Fernando III. Fue un hecho histrico fundamental para la
sociedad cristiana del centro y norte de Espaa.



3.2 La Rioja

a historia de la Rioja est condicionada a sus zonas geogrficas segn comenta
Manuel Alvar. La Rioja Alta va desde el Iregua hasta Logroo y la Rioja Baja,
hacia Navarra y Aragn a la que perteneca la dicesis de Calahorra. Para este
estudioso: Sin duda es san Milln el ms famoso de los cenobios riojanos: su origen
remonta al ao 574 en que muri el eremita san Milln; sobre el oratorio que l mismo
haba levantado, vino a erigirse el monasterio de san Milln de Suso.
59
La tumba de este
santo goz de grandes privilegios de fe al ser visitada de manera constante por los
peregrinos, entre stos, algunos castellanos, de ah la estrecha relacin con la lengua. Por
otra parte, el monasterio ya desde el siglo X se dice que posea una inmensa biblioteca de
textos latinos y tuvo en su posesin las Glosas emilianenses as como las copias de lo
sermones de san Agustn y otros documentos de las llamadas culturas extranjeras.
Un hecho histrico de importancia relevante fue la presencia de franceses en la
Rioja, tambin peregrinos, el testimonio es literario en cuanto al conocimiento de las gestas
francesas y la pica de Rolando desde el siglo XI. De acuerdo con datos histricos que ha
estudiado Manuel Alvar, fue Sancho III el Mayor (1000-1035), quien decidi bajar la va
francgena o la franquicia desde los altos montaeses hasta la llanura de la Rioja.
Otro asunto de singular importancia es la historia lingstica que aun cuando no
existen muchos datos que documenten la veracidad de algunos hechos, los que se han
encontrado han sido fundamentales para comprender el nacimiento y desarrollo de la
lengua verncula y su posterior castellanizacin.
A este respecto algunas formas lxicas tomaron poco a poco diversidad fontica y
fnica lo que caus cambios en las palabras que el mismo Gonzalo de Berceo utiliz en su
poesa, algunos ejemplos son: enna =en la; cibdad =iudad; nomnado =nombrado; aver =

59
Manuel Alvar. El dialecto riojano. p. 16.
L
49

auer =haver; sancto =santo; conseio =consejo; disso =dixo; dissoli =dixoli; verdat =
verdad; io =yo; fo =fue; en fin, si no es infinita s resulta inconmesurable el recorrido
lxico que se transform a lo largo de los siglos de la lengua verncula al castellano y luego
al espaol.
Se mencion antes el paso de los franceses por la zona de la Rioja hacia Santigo de
Compostela en abundantes peregrinaciones, esto leg su influencia particular, surgi un
proceso muy creativo con la representante del Studium, con la gramtica y la retrica
principalmente, por ello, surge por vez primera la poesa en lengua vulgar. El cantar de Mio
Cid, sin ir ms lejos toma un modelo de la epopeya francesa. En este sentido, comenta
Robert Curtius: Berceo se jacta de su saber libresco (l no escribimos si non lo que
leemos). Los temas son en su mayor parte de origen eclesistico. [...] La poesa latina de la
Edad Media penetr en Espaa por etapas.
60
Es importante preguntarse cmo se adelanta
la poesa en Francia por su asimilacin de la poesa latina antes que Espaa e Italia. Lo
esencial es el florecimiento del discurso potico en el romance y lo lrico, asimismo el tema
eclesistico de tono narrativo como paso evolutivo de la tradicin romnica.
Pero regresemos a La Rioja medieval donde el monacato fue testimonio autntico
del desarrollo cultural, sobre todo en la regin donde los cenobios de Albelda, San Milln y
Valbanera. El monasterio desde el siglo X, cont con una enorme biblioteca en la cual
estaban los comentarios de Esmaragdo a la Regla de San Benito, una coleccin de vidas y
tratados monsticos, recopilacin de concilios y decretos religiosos, historias eclesisticas,
la Biblia, las Etimologas de san Isidoro, las colaciones de los Santos Padres, el antifonario,
el liber ordinum y el testimonio de la lengua naciente en las Glosas Emilianenses.
En este contexto testimonial Dmaso Alonso comenta que los primeros hallazgos de
nuestra literatura y lengua estn entre las glosas del monasterio de san Milln de la Cogolla,
atribuidas al siglo X, nos dice que hay un fragmento literario ya con cierta estructura, donde
un monje hace anotaciones de un sermn de San Agustn. En las palabras finales: escribe
Dmaso Alonso:

Sin duda le ha parecido seca: la ha amplificado (hasta doce lneas cortas), aadiendo lo que
le sala del alma. [...] No podemos decir que de la lengua castellana, pues hay algn matiz

60
Ernst Robert Curtius. Literatura europea y Edad Media latina. p. 552-553.
50

dialectal, pero s el primero de lengua espaola: Cono ayutorio de nuestro dueo dueo
Christo, dueo Salbatore, qual dueo yet ena honore e qual dueo tienet era mandacione
cono Patre, cono Spiritu Sancto, enos siculos de los siculos. Fcanos Deus omnipotes tal
serbicio fere que denante ela sua face gaudiosos seyamus. Amen. Lo que significa en
castellano de hoy: Con la ayuda de nuestro Seor Don Cristo, Don Salvador, seor que
est en el honor y seor que tiene el mando con el Padre, con el Espritu Santo, en los siglos
de los siglos. Hganos Dios omnipotente hacer tal servicio que delante de su faz gozosos
seamos. Amn.
61


Esta extensa nota documenta el nacimiento tan nombrado, fundamental en los estudios de
Gonzalo de Berceo, de la lengua verncula y castellana, formas lingsticas de su propia
obra, tema que asegura el influjo de lo religioso en la poesa medieval.
Es as que el conocimiento de la cultura, la historia y la geografa de La Rioja
permiten argumentar la estrecha relacin que mantenan. La toponimia, por ejemplo, es el
fondo cultural de esta zona, es la historia cotidiana de los habitantes, su lengua, su vida
diaria, aquellos que iban al monasterio para escuchar a Berceo recitar o contar en forma
versificada sus poemas sobre los milagros de la Virgen y el de Tefilo, entre todos los
dems. As era esta lengua, este nacimiento y evolucin lingsticas.
Otro ejemplo sera la raz celta berg monte que aparece en Berbegiu >Berceo. Un
caso ms que documenta J ustiniano Garca Prado en su Historia de la Rioja, es el de los
bosques y prados que segn se relata en la economa rural de la Edad Media eran nombres
como saltus del latn que se traduca como bosque. Tambin el latino rate bosque,
Dehesa, explica La Rad (en Hurcanos, Tirgo y Ocn), Cabezos de la Rade y formas
diminutivas como Ratezella, Rareziella, Radiciella. La terminologa de los pastos presenta
derivados de pratum =prado.
Quiz por todo esto sea de tanta importancia conocer la lengua. Si bien se ha
enfatizado su nacimiento, en realidad documenta el modo de sentir y vivir de los riojanos
del siglo XIII.
As fue como se consolidaron entre los siglos XI y XIII las lenguas romances, a la
par de la historia y geografa que auspiciaba peregrinaciones de gran recurrencia, nacieron
lenguas vernculas, el castellano, el cataln, el gallego. La Escuela de Traductores de

61
Dmaso Alonso. De los siglos oscuros al de oro. p. 24.
51

Toledo fue otro punto nodal en la historia cultural para los artistas cristianos, musulmanes y
judos. No debe olvidarse la notable presencia del mallorqun del siglo XIII, Raimundo
Lulio (Ramn Llull).
Este breve contexto nicamente ha tenido la intencin de recopilar cmo sucedi el
proceso histrico en su dinmica geogrfica el asunto lingstico que comenz como acto
discursivo de la oralidad para convertirse en escritura, en poesa escrita, hasta llegar a ser
forma idiomtica, donde el latn fue lengua aprendida en la enseanza catedralicia,
universidades y lo vernculo fue lengua adquirida para la creacin artstica o el sermn y
como lo denota Dmaso Alonso hubo una conciencia lingstica comn a toda la Romania
que heredaron los estudiosos del clero y la realiz en su literatura, Gonzalo de Berceo.
Un apunte muy especial merece el monasterio Suso, puesto que a partir de la vida
eremtica de san Milln comienza su historia. Si algo hay que destacar entre muchas ms es
el aspecto cultural, segn se cuenta, del que surgieron la coleccin de manuscritos y cdices
como el Cdice Emilianense de los Concilios de 992; la Biblia de Quiso del ao 664, o una
copia del Apocalipsis, deBeato de Libana y con la letra del siglo VIII; todo ello le hace ser
uno de los principales escritorios, quiz el ms notable de la Edad Media espaola.
En el siglo XIII, consolidada su fama, el monasterio de san Milln de la Cogolla fue
centro espiritual para Castilla como punto de unificacin de fe en la comunidad monstica.
Se le conoci como de Suso arriba. Al principio cont con el apoyo de algunos monarcas
de Navarra, luego con los del reino castellano-leons, despus se constituy el primer
santuario de peregrinacin entre los territorios circunvecinos. Los milagros realizados por
el santo patrn crearon enorme expectativa entre los peregrinos cuyo destino final era
Compostela, aunque se desviaban para venerar las reliquias del santo patrn de Suso. Se
acepta entonces por estos datos que al Monasterio de Suso se le considere la cuna del
castellano, porque en este sitio Gonzalo de Berceo escribi la primera poesa culta en
lengua verncula que fue sustancia de primer orden en el origen del castellano.



52

4. Una breve nota sobre la mariologa en Berceo

ablar sobre la mariologa en Berceo no resulta tan sencillo porque es un tema que ofrece
ciertas peculiaridades y criterios que no siempre coinciden en matices. Segn se ha
investigado en la Edad Media del siglo XIII, en el primer tercio por lo menos, no existan
estudios documentados sobre el mito mariano, lo que s haba eran rituales y discusiones
acerca de la importancia de la Virgen en el culto cristiano y para la iglesia catlica. La
devocin existente haba sido heredada por la liturgia antigua que realizaban los primeros
cristianos en Espaa, ya desde el siglo XI.
Es precisamente en el ao 1100 que las apariciones cobran relevancia en Europa, en
el decir de Silvie Barnay, se trataba de: Liberar a la humanidad de su sufrimiento,
reconciliarla con Dios, es en realidad lo que pide el siglo de la Virgen convertida en
Nuestra Seora.
62
De esta manera, el sentido de la piedad, la fe y sobre todo de la
salvacin del hombre que se aleja del mal por la devocin mariana, crecen y se extienden
poco a poco. En buena medida esto sucede por la necesidad de establecer que las leyes
divinas estn por encima de lo terrenal.
Las historias sagradas de la Biblia ennoblecieron esta intencin de la iglesia.
Solamente haca falta algn hecho concreto, por lo que la construccin de grandes
catedrales fue un comienzo sustancial. Sin embargo, no fue sino hasta finales del siglo XII
y comienzos del XIII cuando las apariciones, los cantos y las plegarias hicieron crecer el
fervor por la Virgen redentora. Por estas razones los milagros fueron hechos visibles
conforme a la necesidad espiritual de la poca para desterrar el mal, la magia, la hechicera,
la sensualidad corruptora del cuerpo y la materializacin del mundo. El fundamento era
hacer hombres cristianos verdaderos que regresaran a la espiritualidad. El mundo medieval
del momento estaba dividido en forma preocupante. Berceo buscaba la unidad espiritual.
Para la iglesia lo importante era proponer a la Virgen como modelo de santidad.
Como tambin lo explica Barnay, los novicios en el monasterio tenan que seguir las
reglas a fondo y con extrema disciplina y ensear a su vez a los feligreses estas mismas
observaciones, de no ser as la Virgen vena y los pona en su lugar. Berceo, podemos
deducir por diversos documentos, a diferencia de la iglesia lo que haca era predicar para

62
Silvie Barnay. El cielo en la tierra. Las apariciones de la Virgen en la Edad Media. p. 44.
H
53

que por voluntad, los feligreses, se acercaran a la Virgen con el aveniment y consetiment
que menciona desde el Prlogo de sus Milagros. Es decir, ms que por el temor era por
amor. Adems, quera darles concrecin a los milagros al narrarlos, no tanto de manera
teolgica o de catequesis, sino mediante la poesa y los recursos del discurso retrico para
fijar la atencin y de ah la fe como experiencia y ejemplo sustancial. Su funcin era llevar
una verdad inequvoca de que la Virgen era la Madre generosa que vena a salvarlos del
mundo del pecado.
Entre las discusiones de mayor fuerza estaban, la analoga entre la base feudal del
amo y sus vasallos contra los enemigos a quienes vencan y el poder divino de Dios contra
los poderes del mal que siempre resultaba en la derrota. En este sentido y con base en la
documentacin bblica y el espritu de la fe, Berceo pone en juego que Dios omnipresente y
todo poderoso lograra su cometido mediante la presencia de la Virgen o como el mismo
poeta lo describi, era llegar a Dios mediante la intercesin de la Virgen Madre. Y esto se
debe, de acuerdo con la ideologa religiosa de esta poca, a que la Virgen Madre de
J esucristo representa la pureza inmaculada perfecta y el amor divino, dentro de todos los
valores humanos. Es decir, Ella en su humanidad posee el sentido ms puro de la naturaleza
humana.
Gonzalo de Berceo antes de los Milagros de Nuestra Seora ya haba escrito una
serie de textos acerca de la salvacin, en los Loores de Nuestra Seora, por ejemplo, ah
plantea cmo la Virgen vino al mundo a redimir a los hombres que se convertan a la fe por
su bondad divina. Ella era vista como la Madre de todos los hombres y por eso quera
salvarlos del pecado, como madre que hace todo por un hijo; as tambin J esucristo era
como un hermano justo y amoroso, por eso se llegaba a l a travs de la Virgen.
Bajo esta concepcin sobre la Virgen, Berceo para los Milagros reformula tres
elementos de la tradicin eclesistica que se relacionan con la salvacin:

La Virgen gloriosa, Madre del buen Criado,
Del queal otro ninguno egual non fue trobado
63



63
Op. Cit. Berceo. p. 93.
54

En estos versos de la c. 19 del Prlogo, lo que dice sustenta lo anterior, Ella es el buen
prado y gracias a su amor por los hombres stos si tienen fe se salvan y van hacia la vida
eterna con Dios. El smbolo es coherente y perfecto en consecuencia con la unidad de la
obra de los Milagros. Se enfatiza, entonces, la concepcin inmaculada de la Virgen y su
gracia plena para intervenir en el mundo. Ella y su hijo son la nica forma de cobijo y
salvacin:

Amigos, atal Madre aguardarla devemos
64


En esta estrofa que es la 74, invoca una vez ms la misma idea, de amigos e vasallos,
para la invitacin al buen aveniment. Berceo lleva un hilo conductor que finaliza a la
perfeccin en el Milagro XXV, con Tefilo como protagonista, puesto que en l se
sintetizan todos los efectos que se han dado en los 24 milagros anteriores. De hecho, en la
estrofa 818 dice Berceo:

Seora benedicta Rena coronada,
que siempre fazes prees por la gente errada.

Con esta estrofa Berceo muestra su afn nico que es el de asentar el valor de la Virgen y
mostrar que gracias a Ella la redencin se realiza y se llega a Dios. Ella es fundamental en
la buena nueva, esto es, en la enseanza del Evangelio. Su figura sustituye la tragedia
adnica y el papel oneroso de Eva. Ahora todo es sustancialmente diferente, el triunfo
evanglico de Cristo y su pacto de fe se cristaliza en la visin de que l ha encarnado de
Dios a travs de la Virgen inmaculada y con ello vence el mal y la muerte. La Virgen es el
medio para llegar a l.
A partir de ese momento, tres son los elementos que dominan la ideologa cristiana
y que Berceo transmite en la enseanza de sus Milagros: el modo en que triunfa la Virgen
contra el pecado y quienes lo ejercen; la omnipotencia que Dios le permite a travs del hijo,
J esucristo; y cmo se logra este efecto en plena analoga con el vasallaje como Berceo
mismo lo plantea al principio de sus Milagros en el verso amigos y vasallos. Y debe

64
Op. Cit. Berceo. p. 113.
55

entenderse que no es un asunto teolgico en lo fundamental sino didctico, para los legos,
los aprendices, es decir, se trata de una catequesis moral que se aprende y se practica desde
la splica, el arrepentimiento y la penitencia, como lo hace Tefilo. Para Ella su causa
primordial es defender a sus vasallos, ah finca su relacin en semejanza con las formas de
proceder de los hombres y sus amos, los seores feudales, luego sera el fine amour en la
literatura por venir. sa es la relacin base y sobre sta se fundamenta este privilegio del
mito mariano. En la estrofa 411 de La iglesia profanada dice:

Tal es Sancta Mara qual enteder podedes [...]
Sobre los convertidos faze grandes mercedes
65


La idea de Berceo es sta, sin duda, fomentar de manera didctica, a travs de la
construccin de la palabra potica el poder de la Virgen para la salvacin de los hombres y
cantarle con alegra y agradecimiento. Por esta razn en los poemas se canta y se cuenta
mediante narraciones versificadas con la muy alta poesa del mester de clereca. La doctrina
mariolgica es en suma, cmo Dios obra sobre el mundo con su poder y lo hace mediante la
Virgen Madre de J esucristo en quien ha encarnado, omnisciente y omnipotente. As
mantiene una relacin de amor hacia los hombres. Es la Virgen, por lo tanto, el nico modo
de llegar a Dios, con Ella los hombres son salvados. Berceo lo resume en el Milagro
XXV de la siguiente manera en la estrofa 908:

Amigos, si quisissedes vuestras almas salvar,
si vs el mi conseio quisiredes tomar,

Y en la 909, dice:

Quiralo Ihesu Christo e la Virgo Gloriosa,
sin la qual non se faze ninguna buena cosa,
que ass mantengamos esta vida lazrosa,
que ganemos la otra durable e lumnosa. Amen.
66


65
Op. Cit. Berceo. p. 210.
66
Op. Cit. Berceo. p. 329.
56


Gonzalo de Berceo sustenta esta idea didctica en sus poemas marianos por la sencilla
razn de que lo que ms le importaba era llegar a la gente con apoyo de los novicios y
clrigos principiantes. En realidad, por el tipo de pblico al que deseaba llegar y convencer,
en las enseanzanzas que predicaba, explicaba siempre los trminos de su escritura, que
resultaban de difcil comprensin por la forma culta, as es que volvi sustantivo el discurso
potico para la comprensin del mito mariano en toda su dimensin.
























57

5. Poesa y religin en los Milagros de Gonzalo de Berceo

onzalo de Berceo es poeta y clrigo, se abandon de lleno a la enseanza del
culto mariano con el fin de que se participara en la fe mediante el efecto
narrativo de la poesa. En buena medida su visin conduca a refugiarse en lo
divino, como lo enuncia en el prado de su prlogo. Buscaba la unidad, la vida espiritual. El
contexto lo define, desde el comienzo de la alta Edad Media, por parte de la rama latina, en
lo que se refiere a la escolstica a nivel de la religin cristiana, llegaron a Espaa ya de
manera ms elocuente ciertos escritos de carcter religioso sobre lo que se conoca como
pecados capitales, veniales y mortales. La filosofa medieval y el pensamiento de los padres
de la iglesia se unieron para dar pie a esta doctrina de la escolstica que abarc territorios
de la tica y la vida social en diversas manifestaciones.
Sobre estos siete pecados capitales se analizaban tres formas especficas, la
concatenacin, la explicacin anmica y la simblica, Aunque la base radicaba en la nocin
del vicio como sustento de la corrupcin del alma. Sin embargo, esta concepcin sufri
algunas transformaciones en el siglo XIII, ya no nada ms eran los vicios del alma, la
perdicin, sino que se agregaban los actos de la volicin, es decir, actuar de manera errnea
mediante la voluntad, como Tefilo que quiere ir ms all de su propia naturaleza. La
contraparte y de amplias discusiones era que los hombres tambin por su voluntad eran
capaces de aceptar la fe y la esperanza en la salvacin divina.
Bajo esta perspectiva, de manera amplia en su desarrollo, puede decirse que la
religiosidad medieval fue consecuencia directa del sincretismo entre la iglesia catlica y la
cantidad de supersticiones populares y paganas existentes desde la antigedad, que reviva
y cobraban fuerza en el siglo XII y XIII, aunque tambin debe quedar claro que no
solamente se integraron stas, entre las clases populares, tambin sucedi en las esferas
altas, donde ciertas creencias astrolgicas y de magia, fantasmas, adems de rituales,
imperaban. En el siglo XIII esto era cosa de vida cotidiana y era precisamente lo que
Berceo quera desterrar.
Por esta misma razn, la idea de pecado se sustentaba en la corrupcin del alma
creyente de estas prcticas que incluan asuntos corporales, fsicos, no slo del alma y del
espritu. Estaba en pleno la idea del pecado original y la promesa de la salvacin, ambas
G
58

situaciones en relacin con el hombre que todo lo desea y por eso mismo deba ser educado
en un cdigo de tica religiosa. Haba que combatir los siete pecados capitales en primera
instancia mediante la fe y los actos virtuosos. Los pecados capitales eran: lujuria, entendido
como el pecado de la carne, lo sexual en toda su magnitud corporal; gula, que era el apetito
desmesurado; avaricia, que era la fuente de todos los pecados; acidia, cuando la pereza
invada hasta a los ms religiosos; ira, adicionada al poder divino del castigo; envidia, el
pecado que entraba por el sentido de la vista; soberbia, el desafo a la naturaleza o el querer
ir ms all de su propia naturaleza.
La idea del pecado en la Edad Media tuvo diversos matices, todos ellos relacionados
en ir contra la naturaleza lo que implicaba ir contra Dios que haba creado el mundo y a los
hombres a su imagen y semejanza. Por este motivo, el pecado inclua lo innecesario, lo que
se haca por voluntad personal si iba contra las reglas naturales, lo demasiado, el exceso.
Lo que se estableci como cdigo tico y religioso, para evitar el pecado, era que
todo lo que produca placer en exceso era considerado un mal para el alma. Y cuando se
deca todo, era ropa, vestido, habla, gestos. Por lo tanto, las restricciones en documentos as
lo exponan, es decir, se identificaba el mal con el desenfreno en la alimentacin, guisados
demasiado costosos o condimentados, as tambin la prdida de los sentidos mediante
bebidas como el vino, y por supuesto los placeres del sexo que atentaban contra la virtud y
el pudor. En otro sentido, las creencias mgicas, la adivinacin, etc. Ante este panorama se
defenda la templanza, las virtudes teolgicas.
Como es sabido estos placeres eran causa de diversos males sociales que inclua a
los religiosos que no atendan estas normas en su sentido estricto. Sin embargo, la moral
cristiana se dedic a condenar los placeres sensuales como formas del desorden social y la
vida natural del cristiano.
En los Milagros de Berceo hay una fehaciente transformacin entre el mbito de lo
religioso y la poesa. De acuerdo con el criterio de Eliezer Oyola: Cuando Berceo narra
episodios de pecadores est utilizando implcitamente el concepto de los pecados
capitales.
67
Lo muestra en varios aspectos y narraciones de los Milagros. stos son
algunos ejemplos. En el milagro de La casulla de san Ildefonso, el nuevo arzobispo, el
que sustituye a san Ildefonso, peca de soberbia. Dice el texto en la estrofa 67 b y c:

67
Elicer Oyola. Los pecados capitales en la literatura medieval espaola. p. 62.
59


Era mui sobervio e de seso liviano;
quiso eguar al otro, fue en ello villano
68


Otro pecado capital aparece en El clrigo y la flor, aqu se trata de un monje lujurioso y
fiestero, tomador, segn se deduce porque Berceo no lo aclara del todo segn Oyola. La
estrofa 101 narra lo siguiente:

Leemos de un clrigo que era tiesterido,
ennos vicios seglares feramient embebido
69


Otro ejemplo ms de pecado capital se encuentra en El pobre limosnero, slo que aqu se
invita a evitar los pecados de avaricia y acidia. Y es la voz de la Virgen Mara quien le
habla al pobre hombre que est en estado moribundo y con la promesa de llevrselo debido
a su piedad y caridad. As lo dice la estrofa 133:

Por ganar la gloriosa, que l mucho amava,
partilo con los pobres todo quanto ganava
70


En el Milagro de la abadesa preada sucede un acontecimiento poco usual pero visto con
enorme maestra potica y aqu la transformacin de lo religioso hacia lo literario tiene
esencial importancia, es un ejemplo de metfora en todo esplendor. El pecado de la abadesa
es de tipo sexual que conlleva incluso a la envidia y el chismero de sus compaeras
monjas, segn lo explica Oyola. En la estrofa 507 se nos dice:

Pero la abbadessa cadi una vegada,
fizo una locura que es mucho vedada,
pis por su ventura yerva fuert enconada,
quando bien se catido, fallse enbargada
71


68
Op.Cit. Berceo. p. 111.
69
Op. Cit. Berceo. p 123.
70
Op. Cit. Berceo. p. 132.
71
Op. Cit. Berceo. p. 237.
60


Todo lo que aqu se quiere decir es que fornic y qued embarazada la abadesa. Pero la
manera en que Berceo describe lo que aconteci es en estricto sentido de matiz potico
irrebatible y la metfora trasciende el hecho: pis por su ventura yerva fuert enconada es
lo mismo que decir fornic.
En el caso del Milagro de Tefilo el nmero XXV, que es el que nos interesa, la
marca de varios pecados capitales en conjunto, resultan fuente de reflexin. Al principio
Tefilo es presentado como un hombre virtuoso, sin tacha. Era un hombre que luchaba
contra los vicios. Por consecuencia, lo que Berceo hace es mostrar que nadie est exento de
pecar por ms que se cuide. Como se sabe en la historia de este milagro, muere el obispo y
a Tefilo le ofrecen el puesto por ser un hombre querido por la comunidad pero l no
acepta, entonces ponen a otro y luego a Tefilo le gana la envidia al verse minimizado por
la fama y prestigio del nuevo obispo. Berceo explica en la estrofa 764 d: avilo la envidia
de su siesto sacado. Esto es que pasa, la envidia le quita la tranquila vida que llevaba. A
Tefilo le entra tambin la soberbia al sentir que l es superior al nuevo obispo y que se es
su lugar y no de otro. No conforme con esto comete el peor de los pecados que es negar a
Dios y hace un pacto para vender el alma a cambio de poder. Luego de siete aos de vivir
sin sombra y totalmente cado, tiene la voluntad de arrepentirse y pedirle a la Virgen Mara
el perdn.
Lo que se nos explica al respecto es que Berceo utiliza estos pecados capitales para
los propsitos doctrinales que se ha planteado y de esta manera elevar el culto mariano a su
mxima expresin mediante la fe. Como se ha visto tanto los smbolos como los aspectos
formales del mester de clereca estn presentes sin falla alguna como lo sustenta la
cuaderna va y la poesa culta. En esto radica la transformacin de la tica religiosa como
un estilo que no es otra cosa que la visin del mundo de Gonzalo de Berceo. Para l era
fundamental que el Milagro de Tefilo cobrara sentido desde el momento en que los
oyentes o incluso los posibles lectores comprendieran esta propuesta potica dirigida hacia
la bsqueda de unidad espiritual frente al conflicto hertico y de materializacin evidentes.
En esta transformacin social e individual participa siempre el vnculo entre Dios y
los hombres mediante la presencia omnipresente de la Virgen Mara. Todos los pecadores
han sido salvados porque recibieron el estado de gracia del perdn divino en manos de la
61

Madre de J esucristo. sta es la fuente principal del pensamiento medieval en el culto
mariano y Berceo lo lleva en toda su hondura de la ideologa medieval de la doctrina desde
la mirada de la poesa. Isabel Ura lo expresa as:

Los milagros de la coleccin de Berceo tambin cumpliran esa funcin en los sermones
dedicados a Nuestra Seora. De hecho, es difcil creer que esa coleccin se destinase a una
simple lectura recreativa: leer esa serie de milagros fuera de contexto, sin una doctrina
mariolgica que los enmarque y les confiera su verdadero sentido teolgico, trascendente,
sera, adems de montono, y por tanto, nada recreativo, despojarlos de su genuina
funcin.
72


Los Milagros fueron vistos como exempla en Berceo, en su sentido potico eran contados,
recitados, aunado a esto la predicacin y la enseanza eran asunto prioritario.


















72
Gonzalo de Berceo. Milagros de Nuestra Seora. Edicin, prlogo y notas de Fernando Baos, con un
estudio preliminar de Isabel Ura. Barcelona. Crtica, 1997. p. XXII.
62

6. La poesa de Berceo en los Milagros de Nuestra Seora

6.1 Generalidades

a palabra potica de Berceo estaba sujeta a su visin del mundo. Habr que ubicar
en principio, por razones culturales y de circunstancia histrica, que la poesa
estaba ligada al factor de los oyentes e incluso del posible lector, como en la
juglara, algunas investigaciones apuntan al carcter compartido entre poeta-obra-pblico.
J uan Manuel Cacho Blecua explica cmo se lea a la comunidad: Formalmente, esta
comunicacin interna y oral dirigida a la audiencia presente, en la que el orador se recrea
contando (o escribiendo), podramos considerarla como un marco que aparece tambin al
comienzo o final de los milagros [la obra] adquiere plenitud de sentido proyectando el texto
en su percepcin auditiva, mediante una lectura en voz alta.
73

Ahora bien, esto nos hace conjeturar por contexto y documentos que para Berceo,
poeta clrigo de la Rioja que no vivi en estricto sentido encerrado, notario del monasterio
de san Milln de la Cogolla en la primera mitad del siglo XIII, la poesa era, en cuanto a la
tradicin medieval del naciente mester de clereca, lo relacionado con la preceptiva
derivada de la tradicin latina, de los juglares y trovadores, puesto que era un conocimiento
derivado de las llamadas artes liberales que hacan libres a los hombres.
A la poesa se le conceba entonces, en sentido conceptual, como discurso articulado
en una medida especfica, ordenada en secuencias rtmicas con sentido artstico en la
construccin del lenguaje y de tono narrativo en su contenido idelgico religioso o profano.
Segn lo seala Gmez Redondo, san Isidoro en su libro Etymologiae, se deca: Carmen
vocatur quidquid pedibus continetur (se da el nombre de poesa a todo lo que est contenido
en versos)
74
; con esto define el modelo de ordenacin, articulatorio, mtrico, rtmico, que
lleg del procedimiento latino pero que se adapt y condicion a la lengua verncula que
ulteriormente fijara sus formas en lengua castellana.

73
J uan Manuel Cacho Blecua. La ambivalencia de los signos: el monje borracho de Gonzalo de Berceo
(milagro XX). En Lillian von der Walde Moheno (edit). Propuestas terico-metodolgicas para el estudio
de la literatura medieval. p. 110.
74
En esta nota se inscribe esta diferencia a partir de la rama latina que tanto se ha mencionado. La referencia
es: Fernando Gmez Redondo. Poesa espaola 1 Edad Media: juglara, clereca y romancero.
L
63

Si bien estas lecturas tenan en cierto modo para la enseanza un aspecto
pragmtico, Gmez Redondo describe que: Los poemas de clereca se asientan en las dos
artes elocutivas, cuyo conocimiento aseguran los studia de las primeras dcadas del siglo
XIII.
75
Era la prctica en la figura del fablador en el transcurso de un sistema expresivo
de sustrato idiomtico, era el fablar paladinamente, es decir, abarc a juglares y clrigos
con distintas intenciones. Bajo estas condiciones de proceso histrico habr que asentar el
nacimiento de la lrica como un conjunto de actos de sustrato como lo dice Fernando
Carmona: La palabra lrica proviene de una composicin cantada al son de la lira.
76

El inters de tal mencin es porque a esta poesa no se le destinaba otro camino que
ser cantada o recitada de manera pblica y su contenido est integrado por un relato o acto
narrativo, ligados a un concepto social como las relaciones del seor feudal y los vasallos.
Por esta razn se trataba de una poesa plenamente organizada en el sistema de
versificacin e intencin didctica y en cierto sentido moralizante. Su dimensin era
musical, teatral, dramtica. El Milagro de Tefilo y todos los dems milagros asumen
esta expresin de gnero. La clereca al adoptar estas caractersticas le da significacin en
la mesura, en la visin clerical, que adems la diferencia del nivel social en relacin con la
corte del trovador. El smbolo se apodera del lenguaje en esta poesa de Berceo porque se
asemeja a la narratividad bblica. Esta forma lrico-narrativa deriv en diversas formas
especficas desde la cans en Francia hasta la poesa culta con elementos populares en los
alejandrinos de Berceo.
A partir de este primer conocimiento de la lengua romanceada en convivencia con el
latn, el discurso potico se ejerci en la lectura y el comentario exegtico que conllevaba
ya cierto uso formal de la lengua. Asegur as la primera de las artes del trivium: la
grammatica; con ello se acceda a la enarratio poetarum que implicaba la imitacin de los
procedimientos y temas bajo un nuevo rigor lxico de aquellos modelos. La imitatio o culto
a la novedad conforma una lnea directa a la voluntad erudita, bien puede decirse que de la
imitacin nace la preceptiva espaola para la poesa, de ah la inventio; luego, la elocutio al
lado de la dispositio, todas ellas como parte del trabajo potico donde la ars verba tuvo un

75
Fernando Gmez Redondo. El fermoso fablar de la clereca: retrica y recitacin en el siglo XIII. En
Lillian von der Walde Moheno (edit). Propuestas terico-metodolgicas para el estudio de la literatura
medieval. p. 234.
76
Fernando Carmona, Carmen Hernndez, Jos A. Trigueros. Lrica romnica medieval. p. 13.
64

papel primordial. Sin embargo, en la amplificatio encontr una fuente muy creativa que le
permiti transformar las leyendas latinas en poesa. Por estas razones retricas se explica
que la creacin potica pas a travs de los siglos venideros de la ars-res-docere a la ars-
ingenium-verba-delectare, de las cuales la ars verba impuso su condicin como autoridad
en la creacin, en tanto nuevo estilo, con sus propios ornamentos y vocablos lxicos.
Con el paso de los aos surgira el conocimiento preceptivo en su primera fase
relacionado ntimamente al estudio y prctica de formas de versificacin, el uso de la
expresin colorida, diferente de la llaneza cotidiana, lo que condujo a la segunda disciplina
del trivium: la rethorica en que aparecieron las primeras nociones de la potica para la
poesa espaola. Ms tarde, la dialctica sera la razn convincente de estos motivos con el
fin de buscar la verosimilitud, la lengua unificaba realidad y ficcin en un mismo plano. Se
trata, por lo tanto, del inicio de la lengua castellana en su forma primitiva y ruda, la lengua
verncula zanj el camino. No debe soslayarse que la retrica en su aspecto del fermoso
fablar fue un instrumento sustancial del discurso que puso en juego los elementos rtmicos
hacia una concepcin innovadora de la poesa.
Se escriban en verso ciertos acontecimientos de variada ndole, una intencin era la
enseanza del conocimiento clsico, otra, continuar la tradicin latina con sus modelos
poticos, Gmez Redondo apunta que san Isidoro en el siglo XII fij las principales
diferencias entre verso y prosa con esta frase: Omnia enim prius versibus condebantur;
prosae autem studium sero viguit (En un principio todo se escriba en verso; el cuidado
por la prosa surgi ms tarde); con este matiz se aclara el estado del saber potico en el
periodo inicial de la poesa medieval.
El marco literario indica qu formas de pensamiento, qu expresin habitual de la
poca y sobre todo de esta zona geogrfica estn plenamente justificadas en el lenguaje y
desarrollo lxico semntico de los Milagros. Lo que conduce a valorar hasta dnde la
tradicin y hasta dnde la innovacin. Para explicar lo anterior es necesario reconocer las
preocupaciones y actitudes de Gonzalo de Berceo que aparecen en su obra, una de ellas se
estrecha con la ideologa religiosa, ms an, con la necesidad de que el lenguaje clerical
tuviera cierta intencin de manifestarse en la condicin moral cristiana. Lo verdaderamente
sustancial radica en la mariologa base y fuente de su poesa. Dicho sea de paso, desde la
perspectiva ideolgica de la iglesia, es decir, la ideologa cristiana, donde revelara la
65

conciencia colectiva y con ella la dimensin histrica nacida como objeto artstico. La
poesa narrativa, la cuaderna va, el modo dramatizado, son productos en s de una cultura
que formaba las races de su lengua.
A partir de este universo de relaciones y sucesos, podemos situar el origen en su
justa dimensin geogrfica, temporal, ideolgica y lingstica. En principio, la palabra
vernculo procede del latn vernaclus y significa aquello que es propio del lugar
donde se nace, el nativo, vern, era un esclavo nacido en la casa del amo; pero cuando se
refiere al lenguaje toma cauce altamente especfico. Esto nos conduce a reafirmar lo
vernculo en la lengua potica de Berceo, porque provee un sentido ms exacto en tanto
que todava no haba reglas idiomticas definitivas, los mismos clrigos, tenan muy
frecuentes los usos dialectales ya se tratara de su obra o de transcripciones.
Este aspecto lingstico es la conciencia del discurso potico, la lnea de origen
hacia una nueva disposicin. Ya en esta etapa de la Edad Media, se planteaba la distincin
clara entre la prosa sencilla o sermo simplex y la llamada prosa artstica o sermo artifex. Al
respecto expresa Vossler que sencillez o complejidad estaban en ambos lados, el culto y el
popular. De la Sermo artifex aun cuando se diga prosa, indicaba en sus haberes una
segunda comprensin, lo narrativo y lo versificado, a partir de la aparicin de la sequentia
que no era otra cosa que la periodizacin de los grupos entonativos naturales de la lengua
vulgar que heredaba las formas del protorromance o lenguas romnicas. Y sta fue una de
las virtudes de Gonzalo de Berceo, hacer valer la poesa con formas cultas y contenidos que
manejaban el vulgo y los profanos, todo en la medida del verso alejandrino.
Con enorme sabidura nuestro poeta riojano toma esta enseanza y la aproxima con
el rythmus de los himnos de carcter religioso para hacerlos asequibles, pero con alguna
historia de por medio, innovacin que asegura la penetracin del mensaje entre los
escuchas. Esto es, como lo explica Gmez Redondo: De una manera o de otra, a principios
del siglo XIII las teoras rtmicas del cursus deban ser de sobra conocidas en la Pennsula y
permitir la creacin de esas rimi series de ese sistema de versificacin al que se llama, en la
fermosa cuaderna del Libro de Alexandre curso rimado y que exige para serlo lo que
cualquier cursus.
77
De esta manera refiere con precisin el conteo de slabas, los acentos,
periodos monorrimos, la escritura en clusulas. Por consiguiente, el sermo artifex se

77
Fernando Gmez Redondo. Historia de la prosa medieval castellana. p. 41-42.
66

converta en otra cosa, era ya un sistema para la clereca. Era la composicin de un hecho
literario a voluntad y artificioso. Los conceptos vertidos en esta versificacin verncula
contaban sucesos de ndole religiosa para educar, adoctrinar, y desde este momento
exhiban procedimientos rigurosos porque llevaban en su germen la enseanza gramatical
de una nueva lengua.
Se deca que los recitadores de estos textos de Berceo y l mismo se vean en la
necesidad de explicar gramaticalmente ciertas circunstancias de la escritura, los pasajes
alegricos y los smbolos. La glosa configuraba el discurso potico. Este uso clerical se
desarroll con apoyos musicales, la intencin del dominio del idioma en s, en la medida de
lo posible para que no se repitieran mecnicamente frmulas sino que se supiera el
significado de las palabras de las obras o los cantos rituales, que por otra parte se glosaban
de manera colectiva, lo que enriqueca sin parangn a esta sociedad del siglo XIII. Es como
si se intuyera que el lenguaje potico, como el de la ciencias de su tiempo, era en s un
instrumento de precisin que deba tener sus propias leyes.
El plano alegrico, con respecto a la realidad histrica, considera los textos antiguos
en lengua verncula anterior al castellano, a las Glosas Emilianenses, en actual propiedad
del monasterio de Suso en san Milln de la Cogolla, en la Rioja. Y este plano gana por
encima de cualquier cosa en la poesa, por ello, el contexto, el paisaje, se vuelven
simblicos, el hado espiritual es en esencia el rasgo de lo sensible. Sin duda, se agrega el
rasgo de trasfondo ideolgico como decisivo en las cualidades narrativas de los Milagros.
La lengua potica de Berceo adems de los elementos semnticos y sintcticos ya
consabidos innova en dos aspectos especiales que son lo contemplativo-sensorial y el
aspecto traslaticio, segn el examen crtico de Carmelo Gariano. Es sta una razn ms por
lo que puede confirmarse que en Berceo haba plena conciencia del lenguaje en la poesa,
por ejemplo, en el milagro XVII de la Iglesia profanada, cuenta la estrofa 385:

Enbi Dios en ellos un fuego infernal,
Non ardie e quemaba como el de san Marzal
78



78
Op. Cit. Bereceo. p. 204.
67

No Arde pero quema es la propuesta contemplativa y simblica porque estos trminos
acentan diferencia semntica y se conoca a esta figura en la retrica antigua como
paradistole. De la rama latina no se traslada este valor semntico como lo realiza Berceo.
Por ello el poeta riojano logra convencer, persuade con el discurso porque descifra
cdigos poticos no nacidos del poeta para la grey de manera vertical sino que l crea
mediante un cdigo nacido del pueblo, una distinta ornamentacin basada en el lxico
popular y culto. Y esta frmula se basa en el aprendizaje de las codificaciones de la
retrica, las del latn y las de la lengua verncula en conjunto. l ha estudiado para tal
propsito las partes de la retrica: inventio, dispositio, elocutio, memoria y actio. Estas dos
ltimas relacionadas con el pblico escucha, del que s se tena en cuenta su participacin,
como se ha mencionado.
La elocutio era el llamado ornatus o bien toda la configuracin de tropos del
discurso, por ejemplo, en la primera estrofa de los Milagros nos dice:

Querra vs contr un buen avnimnt;
Terrdeslo en cbo por buno vramnt
79


Lo que estos versos ilustran en el procedimiento es la dialefa, como principio esencial de la
versificacin; este caso sucede cuando una palabra que termina en vocal es seguida por otra
que comienza por vocal pero se cuentan como slabas distintas, por lo que no ve alterada la
mtrica y cumple as su funcin. Este efecto asume un tipo de construccin diferente que
sera del tipo hiprbaton, adems de eliminar la sinalefa como asunto formal. La lengua
llana quiz lo dira as: Quiero contar este suceso y tngalo por verdad.
Pero hay mucho ms todava, la implicacin de esta introduccin a la obra de los
Milagros ofrece un sentido altamente especializado, Querra vs contr / un buen
avnimnt y argumenta que tiene algo que decir con la lengua de la comunidad aunque el
relato pertenezca a la alta cultura; puesto que se trata de un relato bueno, que si esto se
matiza significa que posee una enseanza, es didctico, para acercar a la gente a la fe sobre
lo milagroso de La Virgen Madre. El fondo, por su parte, es el buen avnimnt e implica
que invita a acercarse a la comunidad. J os Barroso comenta al respecto: En pocas

79
Op. Cit. Berceo. p. 87.
68

palabras, el texto se disea en una perspectiva medieval cuyas dimensiones son: la del
siempre ontolgico de Dios y la del aqu y ahora del poema.
80
Acercarse es bueno, se les
va a ensear algo para su bien, y se proyecta a mayor profundidad: tnganlo por
verdad
81
. Por lo tanto, consientan en que ello es as: Si vs me escuchssedes / por
vuestro cosiment. Ah est la raz de la persuasin retrica, invitacin, enseanza con
pleno consentimiento y deliberacin ntima, sobre lo que se aprender. Este consentiment
o favor de asistir a escuchar permite ver una vez ms la importancia que tena el pblico del
clero especialmente en este mester culto.
Lo que se ha mencionado anteriormente le pertenece al Prlogo, luego en la primera
estrofa de Tefilo sucede algo parecido en trminos de intencin potica. La visin del
mundo de Berceo se enfatiza. Tefilo es el smbolo de la unidad espiritual, se predica para
deshacer el conflicto que divide a la sociedad de su tiempo. La estrofa 748 lo narra:

Del pleito de Tefilo vos querra fablar,
tan preioso mirculo non es de oblidar,
ca en esso podremos entender e asmar,
qu vale la Gloriosa qui la sabe rrogar.
82


El discurso es sencillo y alentador: A ustedes quiero narrar sobre Tefilo, del milagro que
le sucedi porque supo rogar a la Virgen por lo que ella vale. Pero entender y asmar
significa en este momento de la lengua, poseer una actitud prctica, de estar convencido
mediante la reflexin y el cavilar acerca de lo que se dice y hace. El que ruega a la Virgen
para ser perdonado ha tenido ya la voluntad en la fe profunda. Por ello, como se percibe
aqu, Berceo se dirige a un pblico determinado al que invita a escuchar, incluso advierte
en la siguiente estrofa que no ser muy largo: Non querr si podiero / la razn alongar,
cosa que no puede cumplir porque es el milagro ms extenso, consta de 163 estrofas que
son 652 versos en total. Pero ms all del dato numrico la invitacin est hecha, se trata de
un precioso milagro y se hace hincapi en la pluralidad: Ca en esso podremos / entender e

80
J os Barroso. Sobre la comprensin potica. p. 37.
81
La idea de verdad como parte de la moral la suscribe Cicern en su Partitiones oratoriae, en tanto que el
orador crea un nimo especial en los oyentes en estado de fe mediante la coniectura-definitio-ratio, sustancia
de lo verosmil, las virtudes y las razones del juicio de las cosas.
82
Op. Cit. Berceo. p. 294.
69

asmar, con podremos, dice, somos todos los aqu reunidos que entenderemos el poder
que tiene la Virgen, Madre de J esucristo, para favorecer a quienes le piden con fe. Otra vez
los topoi de la fe cristiana emergen como fundamento de la coherencia del discurso, aqu
como en todos los casos la conciencia potica y argumental est de por medio. Se enfatiza
que se trata de un milagro que no se debe olvidar con lo que la invitacin se extiende no
solamente a escuchar sino saber que Tefilo es un modelo moral, l ha trasgredido la ley
divina al negar a Dios por un pacto maligno y la Virgen lo ha perdonado porque l le rog y
J esucristo le concedi el perdn.
El tema central, la necesidad de unidad espiritual, de manera ntida se ofrece en
estos primeros cuatro versos en cuaderna va. En todo este discurso potico hay que dar
cuenta de los tropos, no nada ms porque constituyen el recurso principal sino porque en
esencia son el principio rector como procedimiento preceptivo de toda la poesa
subsiguiente en la tradicin medieval.
Los tropos se presentaban con intencin significativa como recurso y procedimiento
en cada una de las desviaciones semnticas que caracterizaban el latn de la antigua
retrica, aunque recordemos que la referencia ya no es hacia el latn cultsimo de Cicern y
Horacio, han pasado ya ms de mil aos; sin embargo, todo este lenguaje latinizante, si es
vlido llamarlo as, al fusionarse con la lengua verncula crea formas novedosas, por lo
tanto, en estas formas del latn vulgar y romanceadas hay tropos ceidos a una sola palabra
in verbis singulis como metforas, sincdoques, metonimias, entre otras; y los tropos in
verbis coniunctis en grupos de palabras como la anfora, sinonimia, elipsis, zeugma,
metalepsis, etctera.
Para dar un ejemplo especfico, esta figura, la metalepsis, muestra en la estrofa 899
su intencin:

Atur bien Tefilo en su contemplacin
83


Aqu la metalepsis que consiste en tomar el antecedente por el consiguiente o viceversa,
traslada el sentido que ya se entiende, con atur, insisti, implica que: se arrepinti de
haber negado a Dios y a la Virgen Madre en aquella carta, esto es, traslada este otro

83
Op. Cit. Berceo. p. 327.
70

sentido hacia toda la oracin en el verso completo. Se trata de un recurso retrico con
intencin manifiesta.
Algunos autores como La Schwartz y Arellano Ayuso
84
, al disertar sobre la poesa
de Quevedo, disienten acerca de que esta figura funcione para dar otro sentido a la oracin
y no a una sola palabra, discusin para otro momento. Bajo esta misma direccin, otro
motivo retrico es la anfora que funciona como deixis en cuanto valor lingstico y como
repeticin, en tanto figura de construccin. Es claro en las estrofas que van de la 870 a la
875, que se pretende mostrar que en todos los casos reitera de manera sinonmica el mismo
recurso potico: Sennora buena, Siempre seas biendicha, Sennora benedicta, Rena
poderosa, Madre del Rey de Gloria. Todos estos elementos de la construccin potica
enriquecieron, sin duda, la lengua llana que se nutri del ornamento para otras materias
surgidas a partir de la lengua literaria y viceversa. Al parecer el carcter fundamental de
esta transformacin evolutiva fue la transmisin manuscrita.
Debido a estas razones, en buena medida fueron de vital importancia algunas obras
literarias para que se fijara ese primer acto de la lengua verncula, desde la Vulgata de la
Biblia, el Auto de los Reyes Magos, Les Miracles de Notre Dame, hasta los posteriores
trabajos de Alfonso X en su Estoria general. Entre ellos, en la cronologa histrica est la
figura de Gonzalo de Berceo que se apoy en sus antecesores, algunos de vital importancia
como el Libro de Alexandre, obras en las que hubo cierta mezcla de la lengua culta y
lengua vulgar. Estaban tambin las glosas de hazaas, amores y las jocosas, en latn aunque
tambin en rabe. Las glosas silenses y emilianenses, por ejemplo, hermosearon la lengua
vulgar, dice Antonio Alatorre, aunque no fueron expresin del dialecto de Castilla, como
tampoco manifestaciones regionales, dialectales, porque el castellano era ms rudimentario
y en la prctica casi nadie lo escriba.
Es entonces que la poesa medieval ya desde este comienzo, debe su desarrollo tanto
al influjo de la herencia latina en lo que corresponde a la continuidad de la tradicin
temtica, como con su propia motivacin y de no menor fundamento crear lo literario bajo
el matiz ideolgico del clero, cuya funcin fue sustancial como lo menciona Fernando
Gmez Redondo: Toda creacin artstica gira en torno a una realidad religiosa que ha de

84
Poesa Selecta Francisco de Quevedo. Edicin, bibliografa y notas de La Schwartz e Ignacio Arellano
Ayuso. Barcelona: PPU (Promociones y Publicaciones Universitarias, 1989.

71

desvelarse en cada una de las manifestaciones culturales que hayan de producirse; hay que
tener presente que la esttica de la Edad Media es bsicamente simbolista y alegrica
(10).
85
Y a este argumento agrega que siempre haba una segunda intencin: el
adoctrinamiento moral con efecto evidente. Es as que el verso de esta poesa primigenia en
lengua castellana se convirti en esttica al mismo tiempo que enseanza moralizante,
testimonio del saber clsico, transmisin segura de la lengua, hacia algo ms cercano a la
sociedad pese a los lmites intrnsecos de carencias naturales, entre otras, el muy alto ndice
de analfabetismo.
El mismo Gmez Redondo expresa en su ensayo que la copla segunda del Libro de
Alexandre contiene la declaracin explcita del mester de clereca para el carcter potico,
menciona que: ...se reflejan todas las novedades formales y los principios constructivos
sobre los que se va a asentar la transmisin de unas ideas singulares o de preocupaciones
distintas de las que, hasta entonces, haban merecido ser difundidas.
86
Se trata de poesa
narrativa semejante en intencin a los cantares de gesta, slo que en esta nueva
consideracin el fundamento real estriba en la novedad del recurso estilstico, ntimo, para
compenetrarse en asuntos ticos de enorme prodigio y descubrimiento mediante la realidad
verbal lingstica, que lo expresan estos versos:

Mester trago fermoso, non es de joglara,
mester es sen pecado, ca es de clereza:
fablar curso rimado por la cuaderna va,
a slabas cuntadas, ca es grand maestra.

Sin adentrarse a fondo como lo merece para un estudio ms sistemtico y formal de esta
estrofa, por el momento slo ha de recuperarse la informacin pertinente porque a partir de
este momento la poesa establece en el rigor de la construccin interna, sus intenciones
claras de conciencia en cuanto a procedimiento, valores intelectuales, simblicos, emotivos,
contextuales que legara en adelante. Ya no ser la poesa de juglares jocosos, nicamente,
sino de concentrado estudio, de clrigos cultos, ser una escritura sen peccado lo que
significa sin falla en la construccin rtmica y mtrica; en cuaderna va que se comprende

85
Op. Cit. Gmez Redondo. p. 10.
86
Ibidem. Gmez Redondo. p. 29.
72

por camino sealado, en grupos de cuatro versos como la principal determinacin estrfica.
sta es la forma que adopta el poeta para la construccin de Tefilo, contenido formal en
toda la obra de los Milagros de Nuestra Seora y en particular en este milagro XXV que
cierra el libro y es el ms extenso. Es el punto de partida idneo de la condicin de la
poesa en la naciente lengua, todava verncula, sin reglas fijas, ms prxima a lo dialectal.
En cuanto al pensamiento contextual es una etapa de suma importancia, por
ejemplo, la interpretacin que ejercen los clrigos consiste en la lectura profunda de la
Biblia y por ende de toda clase de documentos aledaos, como es el caso de los milagros
narrados en los evangelios, cuya interpretacin se traslada de lo literal hacia lo alegrico.
Mauricio Beuchot expresa: En el paso del siglo XII al XIII, la hermenutica teleolgica era
la alegrica y la funcionalista la literal. La primera ms propia de los monjes, y la segunda
de los escolsticos universitarios.
87
Con seguridad a esta ltima estaba adherido con
mayor mpetu Gonzalo de Berceo, tanto para la interpretacin de las obras latinas como
para lo que habra de traducir o imitar.
Es pertinente exponer de manera breve el fin de este arte clerical de acuerdo con la
consideracin de Francisco Lpez Estrada para quien este trmino lleg cuando ya estaba
rebasada la tcnica literaria que haba creado en especial la versificacin en cuaderna va:

La Iglesia reduce su literatura a los fines eclesisticos, y el humanismo establece una
disciplina filolgica sobre los textos, sobre todo de la antigedad. [...] La literatura culta en
lengua verncula, ampliada con la prosa sobre todo de orden cortesano, abri campos
nuevos. La literatura de ficcin corts tuvo su cauce sin lmites en los libros de caballeras.
La poesa acab por adoptar las formas lingsticas castellanas.
88


El rasgo distintivo general fue cmo dos vertientes de la lengua, la culta del latn y las
formas dialectales con temas folklricos tuvieron un acercamiento tan generoso en la
escritura de Gonzalo de Berceo con el fin especfico de hacer literatura edificante.
Para resumir sobre lo que ha sido el mbito de la poesa y de la visin que tena
Gonzalo de Berceo, cabe destacar como punto de referencia que este gnero potico se
encuentra estructurado mediante tres funciones del lenguaje, la primera es cmo se

87
Mauricio Beuchot. La hermenutica en la Edad Media. p. 138.
88
Op. Cit. Lpez Estrada. p. 379.
73

manifiesta en el carcter expresivo, es decir, la manera como encarna la voz potica los
acontecimientos, una voz sustentada por un yo lrico, creador y testigo en cuanto vivencia
total; la otra funcin es la incitacin como reflejo de lo dramtico a travs de figuras que
justifican estticamente lo concreto y lo simblico; y por ltimo, la exposicin que implica
la vivencia como acto reflexivo, voluntario para el convencimiento de una idea. Como
gnero potico se encuentra ms cerca de la lrica, en tanto se genera desde la necesidad
popular, aun cuando contiene un lado pico como lo sita Carmelo Gariano: Como toda
pica canta las hazaas de un guerrero heroico contra su adversario, tambin Berceo canta
las empresas de Mara contra su enemigo.
89
No obstante, no hay que caer en confusin
son dos planos distintos, el contemplativo sobre acontecimientos que se narran, el tono, lo
sensible encarnado en personajes especficos como Tefilo, ejemplo vivo de fe, voluntad de
salvacin, acto inmerso en la mariologa doctrinal y potica ms que teolgica.
La realidad se concreta en lo referente a Mara, su amor por la salvacin de los
hombres es la sustancia. Nada le antecede en lengua romance en la cultura occidental a este
concepto, sobre alguien que vende el alma con sangre por grave apostasa y la recupera
gracias a la fe y el perdn divino. La lengua verncula en que ha sido escrito se ve en la
necesidad de inventar su propio lenguaje, quiz la forma ms elocuente que encontr el
poeta fue la plegaria y la alegora.
El caso de Tefilo genera una idea clara del poder indudable de la Virgen Mara,
porque arrepentido de su apostasa, este hombre real para muchos, menciona de manera
profunda y devota que algunos personajes bblicos tambin fueron salvados por su
arrepentimiento voluntario en la fe. Sin ir ms lejos, est en el acto jaculatorio donde ruega
a la Virgen el perdn. En l, la penitencia es lo significativo de fe y salvacin. De acuerdo
con fuentes de la historia hay muchos ejemplos relacionados con la ayuda divina por lo que
la forma mentis era clebre por quienes requeran el perdn. Aunado a esto habra que
recordar que el culto mariano tena por lo menos un siglo de efervescencia entre las
comunidades medievales.
Sin duda, Berceo dej un sello del espaol cristiano en su tiempo histrico desde el
carcter ideolgico y en esencia, en la voluntad consciente sobre la lengua potica en
conjunto entre el latn y lo vernculo, para llegar a lo religioso moral y anular el conflicto

89
Op. Cit. Gariano. p. 162.
74

maligno que ganaba terreno contra lo espiritual. De hecho, en la construccin de los
Milagros y en especial en Tefilo, la narratio y la partitio, presentan un panorama de
revelacin divina debido a la muestra de estos elementos, Tefilo confiesa su culpa a la
Virgen, luego se lo cuenta al obispo y ste a los feligreses, es decir, pone de relieve valores
religiosos ya entendidos que formaban la sustancia de la conciencia moral y es tema de la
tradicin latina con renovada intencin, lo literal y lo alegrico ofrecen as otra perspectiva,
lo encarna bajo el sentido de misterio y asombro: la tentacin, la carta, el pacto de sangre,
la Virgen que baja a los infiernos, el perdn, la fiesta, la muerte de Tefilo. Lo potico no
contrasta actitudes diversas de la tradicin medieval desde el hecho de que sean veinticinco
milagros y que las figuras de Cristo y de la Virgen protagonicen cada uno de stos.
Estn presentes tambin la simbologa numrica con su connotacin sagrada y la
esotrica que se conjugan para que la poesa llegue a ser expresin clerical de estos
Milagros. sta es fuente de modo paradjico en lo referente a creencias mgicas.
Tal vez estos personajes que Berceo pone en Los milagros sean paradigma
contundente del hombre imagen y semejanza de Dios y Tefilo representa el acto
sobrenatural de lo milagroso y lo divino que nos ensea lo inescrutable del sino de los
hombres, en una lengua potica que ensalza la belleza de la palabra hacia lo espiritual.
En suma, los Milagros de Nuestra Seora son 25 dispuestos en 911 estrofas en
cuaderna va, quiz fueron conocidos desde 1246 de manera escrita. Son estrofas, como su
nombre lo indica, de cuatro versos alejandrinos, este tipo de versificacin tom el nombre
del Roman dAlexandre un poema francs del siglo XII, son versos que responden a una
sencilla organizacin, agrupados en tiradas como se deca en la poca medieval, cada verso
se compone de dos hemistiquios heptaslabos, divididos por una cesura. A cada estrofa en
esta modalidad se le denomina tetrstico monorrimo y se encuentran distribuidas en cuatro
unidades rtmico sintcticas, es decir, son slavas cuntadas, o bien, isosilabismo de
perfecta regularidad mtrica, adems del uso de la dialefa o hiato fonolgico. Por otra parte,
hay importantes diferencias en la morfologa verbal con respecto a otras obras del mismo
autor, porque el castellano era primigenio y todava no lengua fija en sus postulados
gramaticales. Gonzalo de Berceo utiliza el paradigma habitual del imperfecto de indicativo
y el condicional de la segunda y tercera conjugacin en las terminaciones a e is y iedes,
segn lo explica Bayo en su estudio morfolgico. En cuanto a cuestiones lxicas hay
75

latinismos modificados por el uso del dialecto riojano y existe una tendencia a eliminar
cultismos aunque aparecen los imprescindibles.
La lengua potica de Gonzalo de Berceo consiste en que los versos estn escritos en
la variedad romance de la Rioja, como lo explica J uan Carlos Bayo, puesto que para l hay
una importante influencia de la variedad castellana de la zona de Burgos sobre el dialecto
riojano, como nos lo explica: ...la primera documentacin del romance ibrico se halla en
las Glosas emilianenses, procedentes de san Milln de la Cogolla. As, los manuscritos de
las obras de Berceo conservan rasgos tanto dialectales como arcaicos.
90




6.2 Aproximacin estilstica en Tefilo Milagro XXV

ice Amado Alonso que: como ni el sentimiento ni la original visin del mundo
se comunican en la poesa directamente, sino por medio de procedimientos
sugestivo contagiosos [conceptos, formas de construccin] la estilstica tiene
por tarea el estudiar el sistema expresivo de un autor
91
Por lo tanto y como principio de
cuentas, la estilstica se encarga aqu del sistema de expresin, es decir, la construccin de
la forma que atiende al mester de clereca y los aspectos del lenguaje, el sentir y pensar de
Berceo, su visin del mundo y todo esto como elementos expresivos de la creacin potica.
El universo potico de Gonzalo de Berceo asume el mundo concreto en conflicto entre Dios
contra el mal y al centro el hombre en terrible situacin de perderse, como base de su
inters temtico y ms an, como lo explica el poeta J orge Guilln: La obra de Berceo se
atiene al requisito de la gran poesa: todo se relaciona con todo.
92
Algunas de las
caractersticas que definen este universo en los Milagros de Nuestra Seora son: la
totalidad del discurso rtmico, los elementos de la construccin pautada por los acentos y
periodos sintcticos y ese modo de silabificar con tanta precisin. Sin duda, a la sabidura

90
Op. Cit. Bayo y Michel. p. 48.
91
Amado Alonso. Materia y forma en la poesa. p. 93.
92
J orge Guilln. Berceo: El lenguaje de la realidad total. En Francisco Rico. Historia y crtica de la
literatura espaola. p. 146.
D
76

retrica habra que agregar la musical, como lo apunta Carlos Clavera
93
en su estudio sobre
Berceo. Se le une el tono narrativo con su cariz potico, adems de manera sencilla se habla
de temas eruditos propios del inters de la ideologa cristiana. Un tema esencial es el amor
de Mara por los humanos y en correspondencia Berceo busca la devocin mariana; hay en
el fondo de estos poemas un planteamiento moral-didctico y se trata de narraciones que
tienen como destino conservarse de manera manuscrita, autoral; con esta actitud inusitada
se fijan aspectos sustanciales de la lengua verncula. Tambin el poeta riojano combina
antiguos elementos de la poesa oral con recursos retricos; al emplear la lengua verncula
y la recitacin con su respectiva exgesis, se busc llegar a ms gente cuando sta
escuchara de manera pblica los textos y as despertar el inters colectivo, porque Berceo
debi estimar que sus temas eran universales propios de la Espaa medieval que respondan
a la ideologa cristiana. En realidad represent una valoracin desde lo religioso hacia los
cambios poticos sustanciales sobre la enseanza bblica y la devocin mariana.
Los acontecimientos milagrosos en esta etapa de la Edad Media entre los siglos IX y
XIII poco a poco fueron en aumento, aunque al principio no fueron muy recurrentes,
despus hubo bastante eco por herencia de los milagros bblicos que confluyeron en gran
cantidad de relatos. En el contexto social un milagro era entendido como acontecimiento
extraordinario: ...debido a la intervencin divina.
94
Sin embargo, en tanto se le
consideraba fenmeno religioso tena que ser confirmado con una base teolgica.
Los Milagros que narra este poeta medieval poseen intencin edificante, mejor an,
fueron escritos para enaltecer la fe y dejar claro el dogma cristiano sobre el significado
amoroso de Mara como redentora. La Virgen funga como mediadora entre la condicin
individual del hombre merecedor de su gracia porque la aceptaba con voluntad e infinita
bondad la salvacin en la fe cristiana.
Ahora bien, todas estas narraciones poseen un cariz potico. Entre las de mayor
riqueza lingstica estn las figuras de metaplasmo, es decir, aquellas formas lxicas que no
son propias de la lengua ordinaria y estos poemas aseguran que la versificacin o el
planteamiento lxico o prosdico cumpla su funcin por la ntima relacin entre la idea
bsica de la realidad que es la didctica, el sentido que es fundacional por la fe, la Virgen

93
Gonzalo Berceo. Obras completas.
94
Op. Cit. Bayo y Michel. p. 20.
77

que salva el alma y la lengua potica verncula fusionada con la romnica. stos en
conjunto conforman una realidad concreta y van desde la expresin lingstica hasta crear
una escena referencial mediante tropos en la versificacin y el sentido connotativo.
Lo que sustenta el poeta riojano es llevar al extremo este comienzo de la lengua
romance castellana desde los topoi de la fe como experiencia ideolgica de la tradicin
medieval. Asimismo, la aplificatio como procedimiento frente a la narracin simple de la
rama latina. La versificacin en cuaderna va fue medular. Carmelo Gariano dice al
respecto:

Los recursos poticos por medio de los cuales Berceo trata de estilizar la lengua son
copiosos; pero, entre ellos, los que menos figuran son las tradicionales figuras de diccin.
Ante todo, se trata de recursos que, en rigor, poco tienen que ver con el enriquecimiento
estilstico. Por lo comn, estn relacionados con la versificacin y, a veces, se trata de
formas que eran corrientes en el habla ordinaria de aquella poca.
95


Un ejemplo que sustenta este decir es la repeticin lxica concatenada, por ejemplo: can
con lo que se acrecienta el efecto propuesto, la intensidad se anima al ensalzar la palabra a
otros lmites de expresin, que como ya se enuncia era parte de la forma del habla de los
cristianos y en la escritura de Berceo repercute de manera eficaz lo que se propone, as
sucede en la estrofa 807, donde nos confirma este recurso:

Io mesquino fediondo que fiedo ms que can,
can que iaze podrido, non el que come pan...
96


Los milagros que narra Gonzalo de Berceo estn escritos en lengua verncula para llegar a
ms gente porque presentaba variadas formas lingsticas de la cotidianidad, a esto se ana
cierta condicin numerolgica que consta de un prlogo y veinticinco milagros: cinco veces
cinco, como lo muestran los cinco gozos de la Virgen en el Milagro IV, adems de que
aparecen cinco tipos de animales en toda la obra. Nada es casual. Fernando Carmona
Fernndez sobre este aspecto numerolgico comenta que es altamente significativo y

95
Op. Cit. Gariano. p. 85.
96
Op. Cit. Berceo. p. 308
78

simblico: El cinco, 2 +3, unin de lo corruptible y de lo incorruptible, de lo carnal y de
lo espiritual: representa al hombre en busca de la perfeccin, [....] es un nmero que al
multiplicarse vuelve a s mismo sin cesar. Es el nmero de la vida sensible.
97
Tambin se
agrega, desde la esfera adnica que el hombre pec con los cinco sentidos y fue redimido
por las cinco llagas de Cristo; as que puede colegirse el porqu en todos los milagros hay
presencia mariana que ayuda o mejor todava, intercede en nombre de su hijo J esucristo.
Ayuda de diversos modos, protege, aconseja, salva el alma, las tres posibilidades aparecen
enfatizadas en distintos niveles. Tefilo, por ejemplo, es protegido, se intercede por l, es
salvado del pecado de apostasa, incluso est envuelto en el fenmeno de la pretericin,
razn por la cual, explica Gariano: ....se deja a la imaginacin del lector el ponderar los
mritos del santo.
98

A Tefilo se le aparece la Virgen para volverlo al orden de la fe cristiana. Con ello
muestra su amor por l como ser humano e hijo de Dios. Con l, de hecho, se cumplen
muchos de los aspectos de la mentalidad medieval como el de la poesa fabuladora que
utiliza la retrica y la dialctica para convencer de una verdad y ensear adoctrinando,
mediante la regulacin de un lenguaje potico pero con un sentido asequible. Por otra parte,
basa el procedimiento en la relacin entre el vasallo y la dama.
Desde la idea del amor que redime en este espritu medieval, la Virgen socorre a los
necesitados porque es el fundamento del ideal cristiano, sustento de la mentalidad en la baja
Edad Media y mucho despus todava, slo que aqu se lleva lo tico religioso al terreno de
la poesa. Otro aspecto fundamental es que el sujeto interviene en su propia salvacin, con
voluntad. Incluso, bajo una perspectiva teolgica, en la Virgen como madre estn
contenidas todas las virtudes divinas por lo cual tiene esa capacidad de humanizarse
mediante el amor.
De acuerdo con la narracin del poema el momento dramtico de mayor
desesperacin en Tefilo es su condicin de apstata, se sabe pecador, sufre porque
vendi el alma, neg a Cristo, le duele el corazn en lo ms profundo y por ello repite en
forma grave y por voluntad propia su plegaria e ntimo sentir para ser escuchado por la
Virgen, su nica salvacin. En consecuencia, Tefilo es protegido, se intercede por l, es

97
Fernando Carmona Fernndez. La mentalidad literaria medieval. Siglos XII y XIII. p. 91-92.
98
Op. Cit. Gariano. p. 38.
79

salvado del pecado mayor de apostasa, el acto humano de la divinidad, la misericordia,
llega desde la lectio de Berceo por el conocimiento de la tradicin, es una nueva resonancia
semntica y la sonoridad envuelve el sentido as como la significacin con base en el tema
y la estructura del poema:

En la noche terera iazi l adormido,
ca sufri grand martirio, avi poco sentido;
Vnoli la Gloriosa con rrecabdo conplido,
con su carta en mano queda e sin rrodo.

Esta escena nos pone en alerta con Tefilo desde el momento en que la Virgen lo ha
escuchado para salvarlo al devolverle la carta del pacto. El dilogo directo convierte el
suceso en experiencia viva. Es un acto por completo de redencin, ella es redentora como
expone Tefilo en la estrofa 838, con exaltada devocin.

Creo de Ihesu Christo enna Encarnain,
que nasi de Ti, Madre, por nuestra Redemptin [...]
99


En cuanto al asunto nodal, todos los Milagros se acompaan de una estructura semejante:
descripcin del personaje, tentacin, cada, milagro y salvacin. Estn presentes los cuatro
Evangelios y la figura de Cristo. El papel de la Virgen es primordial, castiga y vence al
maligno, representado por un judo perverso. Por fe la Madre gloriosa salva a quien quiere
ser salvado y le ruega mediante el arrepentimiento, la confesin y el sacrificio, la
penitencia. Segn la tradicin al vender el alma Tefilo y al firmar con sangre el pacto, el
maligno adquiere poderes naturales, terrenales, por eso lo hace caer en pecado; debido a
ello, la Virgen tiene que humanizarse y acabar con el mal en los mismo trminos, claro,
con un poder superior que le llega desde el altsimo Dios omnipotente. Pero hay que
desglosar lo que ha sucedido, Tefilo es apstata, ha negado a Cristo, como consecuencia
inmediata pierde su alma que se refleja cuando pierde la sombra, el semblante le cambia,
sus pasos ahora son inseguros, temerosos, todos los contrastes entre el bien y el mal se
acentan en ese instante.

99
Op. Cit. Berceo. p. 315.
80

Entonces Berceo resuelve con una conmovedora fuerza potica el conflicto. Se pone
en juego la consecuencia del pacto de sangre y estas formas literarias narrativas no tienen
precedente ni en tema ni composicin lingstica. Tefilo pierde la sangre, pierde el color,
la vida, la sustancia otorgada por Dios el creador. Recordemos los versos de la estrofa 25
del Prlogo:

Los rbores que fazen sombra dulz e donosa
Son los santos mirculos que faz la Gloriosa
100


Al perder la sombra puede elejarse de la posibilidad del santo milagro, sin duda perdera as
a la Gloriosa Mara, pero como eso no puede ser, la historia cambia. La prdida la cuenta
Berceo en la estrofa 788:

Pero perdi la sombra, siempre fo dessombrado,
perdi la color buena, finc descolorado;
pero Dios se lo quiso, non poder del Peccado,
torn el malastrugo en todo su estado
101


El acto simblico contiene aqu sustancia innegable. Es la iconicidad en pleno en la
expresin potica. Berceo le da un tono de condicin absoluta, la verdad despliega sus
razones y stas son poticas aunque de fondo el carcter de lo cristiano despliegue alto
contenido ideolgico, el acto de fe, la salvacin del alma. Incluso, en lo formal non poder
implica una consecucin hipermtrica para que la versificacin sea exacta.
A lo largo de toda la obra los que intervienen en cada milagro son clrigos, gente
del pueblo, ladrones, borrachos, gente inocente de bien y judos a quienes se les dan papeles
de dudosa actitud moral. No debe olvidarse que la rama latina es fuente directa de la
mayora de estos milagros, otras fuentes al parecer son historias recientes que andaban en
boca de los moradores, villanos, campesinos. Pero en medio de este topoi religioso, merece
grato reconocimiento la idea muy eclesistica medieval en la clereca y es el planteamiento
del final feliz como principio de la vida gloriosa, el Paraso eterno.

100
Ibidem. Bereceo. p 95.
101
Ibidem. Berceo. p. 303.
81

Gonzalo de Berceo busca en su obra con la herencia recibida de la escritura en
lengua romance, la trascripcin del latn y el aprendizaje gramatical como parte de la
retrica consolidar la lengua potica y el arte literario. A la par de esta situacin entran en
juego desde la mitad del siglo XII, ya en el mbito clerical una serie de textos hagiogrficos
y la discusin sobre obras de la patrstica que servirn de modelo en el studium palentino.
Palencia sera el centro de la nueva escritura verncula, por necesidades religiosas y
polticas la clereca se vea identificada con saber latn, un prestigio especial para la
traduccin con el fin de que entendieran los interesados que se intentaba transmitir una
verdad mediante formas muy especficas con la rima, los periodos rtmicos, la mtrica, la
metfora, el smbolo. Isabel Ura dice: El florecimiento de la literatura en lengua romance,
y muy especialmente la del mester de clereca, es creo, la consecuencia de una serie de
circunstancias sociolingsticas y polticas [] ya al iniciarse el siglo XIII, nuestra
pennsula cuenta con florecientes escuelas [] como es el caso de las de Palencia y
Salamanca (Ura: XI)
102
. Aunque tambin puede decirse que los clrigos saban que esta
poesa iba mucho ms all de ciertos detalles de construccin gramatical retricos, todo iba
en bsqueda de la novedad versificada, la translatio studii y translatio imperii fueron parte
sustancial de este cambio de visin en la poesa desde la clereca. Bajo esta circunstancia la
lectio en pblico entre maestro y scolares, acompaada de peciae condujeron a la anotacin
del comentario y la glosa de las obras que unific el inters entre lo laico y lo clerical, en
temas que participaban de la lengua romnica.
Lo que aqu se ha demostrado con el modelo de anlisis de la estilstica, a mi
manera de ver, es que los milagros a los que alude esta obra estn ambientados en la
tradicin literaria e ideolgica de Europa medieval, esto es, que permiten vislumbrar el
conflicto del bien contra el mal, es decir, el mundo espiritual, la fe en la Virgen, frente a las
herejas, los placeres de la carne, la corrupcin, la materializacin de la vida, la supersticin
y en especial Tefilo, por el afn de poder ms all de su naturaleza. Esto se percibe en
tanto que en cada texto que se narra la salvacin de nios, de peregrinos incautos, de
bebedores extraviados, de hombres lujuriosos, de ladrones, o de manera grave de quien

102
Op. Cit. Fernando Baos. La referencia corresponde al estudio preliminar de Isabel Ura. p. XI.


82

reniega contra Dios, como Tefilo, se debe a la devocin que al final se vuelve salvacin,
gracias a la intercesin de Mara.
En este mbito letrado de Berceo, el conocimiento de la grammatica y de la
Rethorica sale de lo clerical para incorporarse en lo social. En este sentido, la cuaderna va
ante todo se le consider como un estilo que consisti en crear una forma artstica para
utilizarla hacia determinados fines como lo didctico o la enseanza moral. En esta
transicin del siglo XII al XIII la idea de conocimiento erudito se asociaba con la idea de
luminosidad y representaba el valor moral del bien, de lo divino. La sabidura era una
virtud que repercuta en el honor, la trascendencia. La belleza de las cosas era
manifestacin de esa sabidura allegada desde lo divino.
Berceo buscaba en los relatos de los Milagros, unidad espiritual entre el hombre y la
fuente de sus actos: Dios, J esucristo, la imagen mariana. El hombre como creacin divina.
La idea era que se alejara del mal, del pecado. Esto demuestra el porqu en la poesa
narrativa se percibe la mentalidad medieval de los clrigos, el oficio de la clereca, es decir,
de la oratio aliud verbis, aliud sententia demonstrans: lo que se da a entender con palabras
y lo que da a entender con el sentido. La actitud era plenamente pedaggica, quiz por ello
nos dice Isabel Ura que en toda la obra est contenida la doctrina mariolgica, aun cuando
no sea perceptible a simple vista porque los smbolos y la lengua culta no lo permiten y hay
que escudriar en forma exhaustiva la forma discontinua en que se integra toda la
enseanza doctrinal a travs de la poesa.
103

El universo potico est hecho para que se resuelva a travs del ruego y de la
oracin, en especial la esperanza desde la fe, esto es, que la Virgen resuelva y con ello se
cumpla la razn de cada milagro como sucede en ste, el XXV. Sin embargo, habr que
precisar el imprescindible valor ideolgico cristiano que se maneja, el cual se define como
un sistema religioso con el apoyo de ideas filosficas sobre vida y muerte.
Se trata de un estadio de comportamiento moral donde la poesa se une a la doctrina
para ser el foco rector del mundo tico. Es canto religioso, narracin en cuaderna va,
historia de la cotidianidad, expresin de acercamiento a Dios; es cosmovisin en su
totalidad. No es slo tcnica, es estilo y visin de vida lo que se propone. La poesa de

103
Este concepto lo desarrolla Isabel Ura en la obra ya citada de Fernando Baos. p. XIV y XV.
83

Gonzalo de Berceo rebasa los lmites de su tiempo. Exalta el modelo de comportamiento
humano. Lo expresa en la estrofa 901:

Pidi culpa a todos los de la vezindat,
perdonronli todos de buena voluntat;
bes mano al bispo, fizo grand honestat,
fin al terer da, fizol Dios piadat.
104


En realidad est diciendo todos, y es la totalidad comn en ese mundo individualizado.
Pero la significacin va ms all todava. Pidi [ofreci] Tefilo una disculpa a sus
coetneos y a los venideros, por eso lo perdonaron. Cuando se dice que muri al tercer da,
sin duda nos recuerda un pasaje simblico de la Biblia. El nivel connotativo tiene alto grado
potico de significaciones sin precedentes. El Milagro XXV encierra en su construccin
una estructura base para el ars potica. Se trata de la seduccin persuasiva y de la reflexin
de este discurso, el nivel de verdad. Gonzalo de Berceo logra este fin de diversas maneras,
un ejemplo somero se da en la estrofa 23 del Prlogo, donde nos dice:

S, son las oraciones que faz Santa Mara
Que por los peccadores rruega noche y da.
105


Desde este momento el poeta nos habla de que la Virgen vive al pendiente de los humanos,
pecadores para buscar la salvacin de stos. El argumento literario va destinado a la fe
con la intencin de conmover al escucha, al lector; y se realiza en la calidad rtmica y
sonora que otorga significado especial. La estrofa 748 del Milagro XXV lo comprueba:

Ca en esso podremos entender e asmar
Qu vale la gloriosa qui la sabe rrogar
106


Otra vez el discurso y su estrategia pleno de cualidades ticas en lo que vale saber rogar a
la Gloriosa siempre Virgen Mara lo que implica fe, devocin, verdad. La estrategia del

104
Op. Cit. Berceo. p. 327.
105
Ibidem. Berceo. p. 95.
106
Ibidem. Berceo. p. 294.
84

poeta riojano es como se ha insistido buscar la unidad entre la lengua verncula y las
formas del latn con la finalidad de llegar a ms gente. Es un asunto sacro para ser vivido
como experiencia por cualquiera que lo pida con la misma fe que Tefilo. El topos es el
centro de dicha argumentacin, es lo sucedido lo que adquiere el valor sustancial:

Creo de Ihesu Christo enna Encarnain,
que nasi de Ti, Madre, por nuestra Redemptin [...]
107


En esta estrofa marcada con el nmero 838, Tefilo arrepentido ruega el perdn y ora por
ello. El lenguaje debe ser digno de crdito, contiene elementos que la comunidad comparte,
se trata de una cuestin profundamente humana.
En la antigedad de la rama latina se deca que el lenguaje era para realizar
divinsimas obras y por eso lo que nombraba el discurso tena que encantar, en esto
radicaba el lenguaje retrico, siempre y cuando existiera una verdad. Gonzalo de Berceo
logra este propsito en variadas ocasiones, una de ellas en el pasaje de la estrofa 888,
cuando advierte:

Dios que siempre desea salut de peccadores,
que por salvar a nos suffri grandes dolores,

La retoricidad aqu contiene un elemento pragmtico el cual dirige hacia la sociedad, de
nuevo se ve la estrategia psicaggica en la antigedad o capacidad del discurso en sus
tres deberes de officia: (docere, movere y delectare): ensear, emocionar y deleitar.
108
Con
Dios siempre desea se entiende, por sinonimia, la bondad divina porque l tambin sufri
grandes dolores. Y Tefilo por su error y con decir: que nos salva sabemos que se trata de
una enseanza que no deber ser olvidada. Hay con ello una motivacin profunda hacia el
pblico escucha. La retoricidad se abre en cuanto llega a la gente y sta retoma la
enseanza. La estrategia tambin ha cumplido su objetivo. Y para llegar a la totalidad de
sus propsitos es necesario remarcar que el discurso retrico est cargado de recursos
formales, tcnicos en lo metafrico, rtmico, persuasivo. Hay que sealar que el discurso

107
Ibidem. Berceo. p. 315.
108
Este tema lo desarrolla Aristteles en su Retrica. p. 43.
85

del lenguaje bajo la esttica de la clereca, no es para aprehender la realidad, sino para
suscitar un goce esttico, la realizacin de una necesidad humana en la fe; y se realiza en
tanto presenta un esquema perfecto en la trama: presentacin, conflicto y desenlace; la
Virgen vence al mal, es el triunfo de la Dama, lo femenino en estado de pureza cobra
sentido frente a la afrenta que haba representado la figura de Eva. Se ha dicho aqu que el
tema esencial de la conversin de Tefilo se debe a la fe y a la voluntad de ser salvado y
porque finalmente representa simblicamente la unidad espiritual. Mara Andueza dice a
propsito de lo doctrinal y religioso de este contexto: El poeta tampoco pretende hacerlos
propios y presentarlos como suyos, sino ms bien como sabidos por todos; est
comentando, compartiendo con otros verdades conocidas que se imponen por evidentes sin
necesidad de argumentos o pruebas. De ah su originalidad.
109

No debe perderse de vista que la visin del mundo de Berceo tiene un estricto
origen cultural, social y religioso, de un modo lo afecta la presencia del mundo islmico
cuya interpretacin bblica dista de la cristiana. En otro sentido, dentro de la misma iglesia
hay controversia, los ctaros que desean volver al rudimentario cristianismo y conflictan
al mundo cristiano desde dentro.
En los Milagros, Berceo quiere mediante los exempla, palabra potica, la retrica
del verso narrado de la cuaderna va, establecer la unidad religiosa, espiritual.
Para finalizar esta parte se expone la estructura del texto que en trminos generales
se desarrolla de la siguiente forma:

De la estrofa 748 a la 749 introduccin temtica con el sentido de la obra como doctrina
cristiana y culto mariano que debe aprender el pblico
De la estrofa 750 a la 755 descripcin de Tefilo
De la estrofa 756 a la 762 muerte del obispo, a Tefilo lo encumbran para obispo
De la estrofa 763 a la 765 el nuevo obispo comienza, Tefilo se encela y cambia su vida
De la estrofa 766 a la 771 descripcin del judo que representa el mal
De la estrofa 772 a la 790 Tefilo es vencido por la tentacin del mal, acude con el judo
para hacer tratos: vende el alma en un pacto a cambio de
poder y reconocimiento que est ms all de sus fuerzas

109
J orge Manrique. Coplas por la muerte de su padre el maestre de Santiago, don Rodrigo Manrique. p. 37.
86

De la estrofa 791 a la 792 Tefilo como vicario se vuelve orgulloso, malvado
De la estrofa 793 a la 795 J esuscristo se apiada de Tefilo y le hace ver su error
De la estrofa 796 a la 814 Tefilo se arrepiente de sus actos, busca el perdn de Dios por
intercesin de la Virgen Mara
De la estrofa 815 a la 822 Tefilo le ruega a la Virgen que lo perdone y le ofrece
penitencia por el pecado de apostasa que cometi
De la estrofa 823 a la 858 la Virgen Madre le habla a Tefilo, conversan, lo regaa, l le
habla sobre lo que le duele haber pecado, la Virgen al fin lo
consuela, le promete ayuda
De la estrofa 859 a la 875 la Virgen ayuda a Tefilo, pide a su hijo J esuscristo que lo
ayude, ella misma en un sacrificio de gran vala rescata la
carta del pacto y resuelve el asunto al vencer el mal
De la estrofa 876 a la 903 El obispo y el pueblo festejan lo acontecido, la Virgen ayud
a Tefilo por la fe de ste y se hace gran algaraba. La
enseanza doctrinal se ha cumplido. Muere Tefilo.
De la estrofa 904 a la 909 Berceo se dirige al pblico para enfatizar el milagro de la
Virgen en la doctrina cristiana, alude a los primeros versos
De la estrofa 910 a la 911 Gonzalo de Berceo ofrece una oracin final por los sucesos y
se encomienda a la Virgen para cuando llegue su muerte.

La personificacin de la fe en Tefilo y la derrota del mal bajo esta estructura, de acuerdo
con el anlisis, permite ver que lo relatado por el poeta adquiere sentido justo para la
intencin primaria de adoctrinamiento que busca en la palabra potica y as comunicar su
intencin. Se insiste en este aspecto unitario: el orador, la obra y el pblico. La obra del
Milagro XXV, cobra sentido entonces, porque la estructura retrica permite dilucidar que
hay un sentido de conciencia del hombre espiritual en tanto asume que es creacin divina.
El asunto ideolgico basado en conflicto mencionado, fundamenta la visin del mundo de
Berceo, a travs de la poesa.



87

7. Conclusin

a leyenda latina de Tefilo, como se sabe por las diferentes versiones que se
conocen, no contiene el carcter potico y religioso que Gonzalo de Berceo le dio
a su versin en lengua verncula en este Milagro XXV. Y de manera especfica
carece de la visin mundo que el clrigo posea en relacin con el conflicto social entre el
mundo material y el mundo espiritual que preocupaba a Berceo y que deseaba resolver
mediante la doctrina mariana a travs de la poesa.
Es la originalidad retrica y los valores poticos, lo que ha mostrado la estilstica al
presentar la visin del mundo de Berceo en el centro de este conflicto, tanto, que desde
stas crea su poema bajo las normas poticas del mester de clereca en los Milagros y son
los recursos poticos los que le permiten crear esta escena de mbito medieval como
modelo divino y espiritual a seguir.
El adoctrinamiento mariano se realiza con una doble condicin: la del amor de la
Virgen por los hombres y la conversin de stos en la fe para ser salvados del mal. Se
conjunta este propsito con la enseanza doctrinal desde la lengua verncula en el mester
de clereca. La intencin fundamental era volver al mundo espiritual, la unidad ideolgica
del amor cristiano. La construccin potica da cuenta de la intencin primordial del poeta.
En resumen, los recursos poticos que Berceo utiliza van de la mano con el asunto
religioso del culto mariano y no solamente subsumidos como simple catequesis, se trata de
los valores religiosos como fuente de salvacin. Es la visin del mundo medieval en
conflicto donde la Madre Gloriosa realiza los milagros, por ello representa la redencin
amorosa cristiana y por eso para Berceo es fundamental lo que hace Tefilo, ejemplo vivo
que por voluntad propia se arrepiente del pecado cometido. Se le perdona y se convierte
haciendo penitencia, entonces es ejemplo moral religioso, experiencia viva. Todo para que
los hombres de la poca creyeran y esto era la tarea de la iglesia en general. Pero que
creyeran convencidos y conscientes era labor de la predicacin narrativa de Berceo.
Para l, La Virgen Madre ha adquirido un carcter humanizado. En las apariciones
est el argumento, ella baja del cielo y ayuda al que le pide. Tefilo es el ejemplo de esta
invitacin espiritual de conversin. Se cumple el aveniment y consentiment que tanto
pregonaba Berceo en el prlogo. El poema adquiere sentido en cuanto que autor, obra y
L
88

escuchas, comparten una misma condicin de fe. Y tambin adquiere sentido porque el
discurso retrico ha sido en la palabra potica un acto comunicativo de comprensin.
En cada una de las partes del Milagro XXV hay una historia verdadera, base
narrativa que funda todo el contenido. En El Milagro de Tefilo, La estilstica nos ha
permitido desmembrar los elementos que constituyen el texto, el tejido, en su lengua
potica y verificar as el total de la estructura de la construccin potica en tanto sistema de
expresin. Por ello, el poeta expresa su sentir sobre el discurso en las dos primeras estrofas
del poema; luego propone el juego nodal del conflicto de la estrofa 772 a la 790; y
finalmente hay un desenlace de la 876 a la 903; la correlacin es perfecta, el poeta habla, la
obra ensea el culto mariano a travs de la palabra potica y el pblico es invitado a
consentir que lo sucedido a Tefilo se trata de una verdad. Esto hace que Tefilo sea el
smbolo de la unidad espiritual que busca Berceo. Identificacin con el personaje y
convencimiento son lo esencial.
As mantiene una serie de hechos que conducen al propsito final para Berceo: a) la
comprensin mediante la fe del culto mariano, a travs del discurso potico (815-822); b)
hay una interpretacin del espacio y tiempo sucedneos puesto que el orden de lo religioso
est presente en todos los aspectos de la vida social as como el arte y la poesa. Es la Edad
Media del siglo XIII en su contexto social (756.762) y (876-903); c) los indicadores
contextuales se denotan en la vida de Tefilo, hombre bueno como se le describe, que cae
pero que al final el pueblo festeja su reconvencin (750-755) y (876-903); d) la expresin
de sentimientos es ms que notoria, comienza con la voz del poeta que requiere se le crea lo
que narra por ser asunto verdadero, luego la historia en s, el hombre que peca, el
dramatismo del arrepentimiento para asegurar la intencin y la alegra de Tefilo al verse
liberado del mal. Todo con la ayuda de la Virgen como acto que proviene de lo divino hasta
convertirse en acto humano, sacrificio amoroso (748-749) y (904.909); e) la funcionalidad
temporal est ms que expuesta, es la mentalidad medieval en todo su esplendor (772-790);
f) el eje temtico mantiene la unidad del poema sin desvos de ninguna naturaleza, se
cumple la funcin potica y la intencin narrativa a un tiempo; el universo semntico est
en armona perfecta con el discurso, de hecho, la clereca en todos sus elementos lo sustenta
y magnifica (910-911).
89

Desde el anlisis estilstico y con apoyo de estas estructuras cabe mencionar que
primero se parti de una serie de elementos formales extrados de los versos de los
Milagros y se desglos el sistema expresivo para dar cuenta de la relacin de sus partes. De
esta manera, se demuestra que la visin potica de Berceo est presente en el total de la
obra y que el culto mariano como sentimiento social y pensar ideolgico de Berceo se
expone y ensea mediante los recursos literarios de la retrica. Es la poesa en lengua
verncula el camino establecido, es la expresin potica en funcin del culto mariano lo de
mayor trascendencia. Ah est la profundidad de Gonzalo de Berceo. Ah tambin su
herencia fundadora de una tradicin inconmensurable: la poesa.




















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