Berceo Milagro XXV
Berceo Milagro XXV
Berceo Milagro XXV
fortaleci con el reinado de Fernando III. Fue un hecho histrico fundamental para la
sociedad cristiana del centro y norte de Espaa.
3.2 La Rioja
a historia de la Rioja est condicionada a sus zonas geogrficas segn comenta
Manuel Alvar. La Rioja Alta va desde el Iregua hasta Logroo y la Rioja Baja,
hacia Navarra y Aragn a la que perteneca la dicesis de Calahorra. Para este
estudioso: Sin duda es san Milln el ms famoso de los cenobios riojanos: su origen
remonta al ao 574 en que muri el eremita san Milln; sobre el oratorio que l mismo
haba levantado, vino a erigirse el monasterio de san Milln de Suso.
59
La tumba de este
santo goz de grandes privilegios de fe al ser visitada de manera constante por los
peregrinos, entre stos, algunos castellanos, de ah la estrecha relacin con la lengua. Por
otra parte, el monasterio ya desde el siglo X se dice que posea una inmensa biblioteca de
textos latinos y tuvo en su posesin las Glosas emilianenses as como las copias de lo
sermones de san Agustn y otros documentos de las llamadas culturas extranjeras.
Un hecho histrico de importancia relevante fue la presencia de franceses en la
Rioja, tambin peregrinos, el testimonio es literario en cuanto al conocimiento de las gestas
francesas y la pica de Rolando desde el siglo XI. De acuerdo con datos histricos que ha
estudiado Manuel Alvar, fue Sancho III el Mayor (1000-1035), quien decidi bajar la va
francgena o la franquicia desde los altos montaeses hasta la llanura de la Rioja.
Otro asunto de singular importancia es la historia lingstica que aun cuando no
existen muchos datos que documenten la veracidad de algunos hechos, los que se han
encontrado han sido fundamentales para comprender el nacimiento y desarrollo de la
lengua verncula y su posterior castellanizacin.
A este respecto algunas formas lxicas tomaron poco a poco diversidad fontica y
fnica lo que caus cambios en las palabras que el mismo Gonzalo de Berceo utiliz en su
poesa, algunos ejemplos son: enna =en la; cibdad =iudad; nomnado =nombrado; aver =
59
Manuel Alvar. El dialecto riojano. p. 16.
L
49
auer =haver; sancto =santo; conseio =consejo; disso =dixo; dissoli =dixoli; verdat =
verdad; io =yo; fo =fue; en fin, si no es infinita s resulta inconmesurable el recorrido
lxico que se transform a lo largo de los siglos de la lengua verncula al castellano y luego
al espaol.
Se mencion antes el paso de los franceses por la zona de la Rioja hacia Santigo de
Compostela en abundantes peregrinaciones, esto leg su influencia particular, surgi un
proceso muy creativo con la representante del Studium, con la gramtica y la retrica
principalmente, por ello, surge por vez primera la poesa en lengua vulgar. El cantar de Mio
Cid, sin ir ms lejos toma un modelo de la epopeya francesa. En este sentido, comenta
Robert Curtius: Berceo se jacta de su saber libresco (l no escribimos si non lo que
leemos). Los temas son en su mayor parte de origen eclesistico. [...] La poesa latina de la
Edad Media penetr en Espaa por etapas.
60
Es importante preguntarse cmo se adelanta
la poesa en Francia por su asimilacin de la poesa latina antes que Espaa e Italia. Lo
esencial es el florecimiento del discurso potico en el romance y lo lrico, asimismo el tema
eclesistico de tono narrativo como paso evolutivo de la tradicin romnica.
Pero regresemos a La Rioja medieval donde el monacato fue testimonio autntico
del desarrollo cultural, sobre todo en la regin donde los cenobios de Albelda, San Milln y
Valbanera. El monasterio desde el siglo X, cont con una enorme biblioteca en la cual
estaban los comentarios de Esmaragdo a la Regla de San Benito, una coleccin de vidas y
tratados monsticos, recopilacin de concilios y decretos religiosos, historias eclesisticas,
la Biblia, las Etimologas de san Isidoro, las colaciones de los Santos Padres, el antifonario,
el liber ordinum y el testimonio de la lengua naciente en las Glosas Emilianenses.
En este contexto testimonial Dmaso Alonso comenta que los primeros hallazgos de
nuestra literatura y lengua estn entre las glosas del monasterio de san Milln de la Cogolla,
atribuidas al siglo X, nos dice que hay un fragmento literario ya con cierta estructura, donde
un monje hace anotaciones de un sermn de San Agustn. En las palabras finales: escribe
Dmaso Alonso:
Sin duda le ha parecido seca: la ha amplificado (hasta doce lneas cortas), aadiendo lo que
le sala del alma. [...] No podemos decir que de la lengua castellana, pues hay algn matiz
60
Ernst Robert Curtius. Literatura europea y Edad Media latina. p. 552-553.
50
dialectal, pero s el primero de lengua espaola: Cono ayutorio de nuestro dueo dueo
Christo, dueo Salbatore, qual dueo yet ena honore e qual dueo tienet era mandacione
cono Patre, cono Spiritu Sancto, enos siculos de los siculos. Fcanos Deus omnipotes tal
serbicio fere que denante ela sua face gaudiosos seyamus. Amen. Lo que significa en
castellano de hoy: Con la ayuda de nuestro Seor Don Cristo, Don Salvador, seor que
est en el honor y seor que tiene el mando con el Padre, con el Espritu Santo, en los siglos
de los siglos. Hganos Dios omnipotente hacer tal servicio que delante de su faz gozosos
seamos. Amn.
61
Esta extensa nota documenta el nacimiento tan nombrado, fundamental en los estudios de
Gonzalo de Berceo, de la lengua verncula y castellana, formas lingsticas de su propia
obra, tema que asegura el influjo de lo religioso en la poesa medieval.
Es as que el conocimiento de la cultura, la historia y la geografa de La Rioja
permiten argumentar la estrecha relacin que mantenan. La toponimia, por ejemplo, es el
fondo cultural de esta zona, es la historia cotidiana de los habitantes, su lengua, su vida
diaria, aquellos que iban al monasterio para escuchar a Berceo recitar o contar en forma
versificada sus poemas sobre los milagros de la Virgen y el de Tefilo, entre todos los
dems. As era esta lengua, este nacimiento y evolucin lingsticas.
Otro ejemplo sera la raz celta berg monte que aparece en Berbegiu >Berceo. Un
caso ms que documenta J ustiniano Garca Prado en su Historia de la Rioja, es el de los
bosques y prados que segn se relata en la economa rural de la Edad Media eran nombres
como saltus del latn que se traduca como bosque. Tambin el latino rate bosque,
Dehesa, explica La Rad (en Hurcanos, Tirgo y Ocn), Cabezos de la Rade y formas
diminutivas como Ratezella, Rareziella, Radiciella. La terminologa de los pastos presenta
derivados de pratum =prado.
Quiz por todo esto sea de tanta importancia conocer la lengua. Si bien se ha
enfatizado su nacimiento, en realidad documenta el modo de sentir y vivir de los riojanos
del siglo XIII.
As fue como se consolidaron entre los siglos XI y XIII las lenguas romances, a la
par de la historia y geografa que auspiciaba peregrinaciones de gran recurrencia, nacieron
lenguas vernculas, el castellano, el cataln, el gallego. La Escuela de Traductores de
61
Dmaso Alonso. De los siglos oscuros al de oro. p. 24.
51
Toledo fue otro punto nodal en la historia cultural para los artistas cristianos, musulmanes y
judos. No debe olvidarse la notable presencia del mallorqun del siglo XIII, Raimundo
Lulio (Ramn Llull).
Este breve contexto nicamente ha tenido la intencin de recopilar cmo sucedi el
proceso histrico en su dinmica geogrfica el asunto lingstico que comenz como acto
discursivo de la oralidad para convertirse en escritura, en poesa escrita, hasta llegar a ser
forma idiomtica, donde el latn fue lengua aprendida en la enseanza catedralicia,
universidades y lo vernculo fue lengua adquirida para la creacin artstica o el sermn y
como lo denota Dmaso Alonso hubo una conciencia lingstica comn a toda la Romania
que heredaron los estudiosos del clero y la realiz en su literatura, Gonzalo de Berceo.
Un apunte muy especial merece el monasterio Suso, puesto que a partir de la vida
eremtica de san Milln comienza su historia. Si algo hay que destacar entre muchas ms es
el aspecto cultural, segn se cuenta, del que surgieron la coleccin de manuscritos y cdices
como el Cdice Emilianense de los Concilios de 992; la Biblia de Quiso del ao 664, o una
copia del Apocalipsis, deBeato de Libana y con la letra del siglo VIII; todo ello le hace ser
uno de los principales escritorios, quiz el ms notable de la Edad Media espaola.
En el siglo XIII, consolidada su fama, el monasterio de san Milln de la Cogolla fue
centro espiritual para Castilla como punto de unificacin de fe en la comunidad monstica.
Se le conoci como de Suso arriba. Al principio cont con el apoyo de algunos monarcas
de Navarra, luego con los del reino castellano-leons, despus se constituy el primer
santuario de peregrinacin entre los territorios circunvecinos. Los milagros realizados por
el santo patrn crearon enorme expectativa entre los peregrinos cuyo destino final era
Compostela, aunque se desviaban para venerar las reliquias del santo patrn de Suso. Se
acepta entonces por estos datos que al Monasterio de Suso se le considere la cuna del
castellano, porque en este sitio Gonzalo de Berceo escribi la primera poesa culta en
lengua verncula que fue sustancia de primer orden en el origen del castellano.
52
4. Una breve nota sobre la mariologa en Berceo
ablar sobre la mariologa en Berceo no resulta tan sencillo porque es un tema que ofrece
ciertas peculiaridades y criterios que no siempre coinciden en matices. Segn se ha
investigado en la Edad Media del siglo XIII, en el primer tercio por lo menos, no existan
estudios documentados sobre el mito mariano, lo que s haba eran rituales y discusiones
acerca de la importancia de la Virgen en el culto cristiano y para la iglesia catlica. La
devocin existente haba sido heredada por la liturgia antigua que realizaban los primeros
cristianos en Espaa, ya desde el siglo XI.
Es precisamente en el ao 1100 que las apariciones cobran relevancia en Europa, en
el decir de Silvie Barnay, se trataba de: Liberar a la humanidad de su sufrimiento,
reconciliarla con Dios, es en realidad lo que pide el siglo de la Virgen convertida en
Nuestra Seora.
62
De esta manera, el sentido de la piedad, la fe y sobre todo de la
salvacin del hombre que se aleja del mal por la devocin mariana, crecen y se extienden
poco a poco. En buena medida esto sucede por la necesidad de establecer que las leyes
divinas estn por encima de lo terrenal.
Las historias sagradas de la Biblia ennoblecieron esta intencin de la iglesia.
Solamente haca falta algn hecho concreto, por lo que la construccin de grandes
catedrales fue un comienzo sustancial. Sin embargo, no fue sino hasta finales del siglo XII
y comienzos del XIII cuando las apariciones, los cantos y las plegarias hicieron crecer el
fervor por la Virgen redentora. Por estas razones los milagros fueron hechos visibles
conforme a la necesidad espiritual de la poca para desterrar el mal, la magia, la hechicera,
la sensualidad corruptora del cuerpo y la materializacin del mundo. El fundamento era
hacer hombres cristianos verdaderos que regresaran a la espiritualidad. El mundo medieval
del momento estaba dividido en forma preocupante. Berceo buscaba la unidad espiritual.
Para la iglesia lo importante era proponer a la Virgen como modelo de santidad.
Como tambin lo explica Barnay, los novicios en el monasterio tenan que seguir las
reglas a fondo y con extrema disciplina y ensear a su vez a los feligreses estas mismas
observaciones, de no ser as la Virgen vena y los pona en su lugar. Berceo, podemos
deducir por diversos documentos, a diferencia de la iglesia lo que haca era predicar para
62
Silvie Barnay. El cielo en la tierra. Las apariciones de la Virgen en la Edad Media. p. 44.
H
53
que por voluntad, los feligreses, se acercaran a la Virgen con el aveniment y consetiment
que menciona desde el Prlogo de sus Milagros. Es decir, ms que por el temor era por
amor. Adems, quera darles concrecin a los milagros al narrarlos, no tanto de manera
teolgica o de catequesis, sino mediante la poesa y los recursos del discurso retrico para
fijar la atencin y de ah la fe como experiencia y ejemplo sustancial. Su funcin era llevar
una verdad inequvoca de que la Virgen era la Madre generosa que vena a salvarlos del
mundo del pecado.
Entre las discusiones de mayor fuerza estaban, la analoga entre la base feudal del
amo y sus vasallos contra los enemigos a quienes vencan y el poder divino de Dios contra
los poderes del mal que siempre resultaba en la derrota. En este sentido y con base en la
documentacin bblica y el espritu de la fe, Berceo pone en juego que Dios omnipresente y
todo poderoso lograra su cometido mediante la presencia de la Virgen o como el mismo
poeta lo describi, era llegar a Dios mediante la intercesin de la Virgen Madre. Y esto se
debe, de acuerdo con la ideologa religiosa de esta poca, a que la Virgen Madre de
J esucristo representa la pureza inmaculada perfecta y el amor divino, dentro de todos los
valores humanos. Es decir, Ella en su humanidad posee el sentido ms puro de la naturaleza
humana.
Gonzalo de Berceo antes de los Milagros de Nuestra Seora ya haba escrito una
serie de textos acerca de la salvacin, en los Loores de Nuestra Seora, por ejemplo, ah
plantea cmo la Virgen vino al mundo a redimir a los hombres que se convertan a la fe por
su bondad divina. Ella era vista como la Madre de todos los hombres y por eso quera
salvarlos del pecado, como madre que hace todo por un hijo; as tambin J esucristo era
como un hermano justo y amoroso, por eso se llegaba a l a travs de la Virgen.
Bajo esta concepcin sobre la Virgen, Berceo para los Milagros reformula tres
elementos de la tradicin eclesistica que se relacionan con la salvacin:
La Virgen gloriosa, Madre del buen Criado,
Del queal otro ninguno egual non fue trobado
63
63
Op. Cit. Berceo. p. 93.
54
En estos versos de la c. 19 del Prlogo, lo que dice sustenta lo anterior, Ella es el buen
prado y gracias a su amor por los hombres stos si tienen fe se salvan y van hacia la vida
eterna con Dios. El smbolo es coherente y perfecto en consecuencia con la unidad de la
obra de los Milagros. Se enfatiza, entonces, la concepcin inmaculada de la Virgen y su
gracia plena para intervenir en el mundo. Ella y su hijo son la nica forma de cobijo y
salvacin:
Amigos, atal Madre aguardarla devemos
64
En esta estrofa que es la 74, invoca una vez ms la misma idea, de amigos e vasallos,
para la invitacin al buen aveniment. Berceo lleva un hilo conductor que finaliza a la
perfeccin en el Milagro XXV, con Tefilo como protagonista, puesto que en l se
sintetizan todos los efectos que se han dado en los 24 milagros anteriores. De hecho, en la
estrofa 818 dice Berceo:
Seora benedicta Rena coronada,
que siempre fazes prees por la gente errada.
Con esta estrofa Berceo muestra su afn nico que es el de asentar el valor de la Virgen y
mostrar que gracias a Ella la redencin se realiza y se llega a Dios. Ella es fundamental en
la buena nueva, esto es, en la enseanza del Evangelio. Su figura sustituye la tragedia
adnica y el papel oneroso de Eva. Ahora todo es sustancialmente diferente, el triunfo
evanglico de Cristo y su pacto de fe se cristaliza en la visin de que l ha encarnado de
Dios a travs de la Virgen inmaculada y con ello vence el mal y la muerte. La Virgen es el
medio para llegar a l.
A partir de ese momento, tres son los elementos que dominan la ideologa cristiana
y que Berceo transmite en la enseanza de sus Milagros: el modo en que triunfa la Virgen
contra el pecado y quienes lo ejercen; la omnipotencia que Dios le permite a travs del hijo,
J esucristo; y cmo se logra este efecto en plena analoga con el vasallaje como Berceo
mismo lo plantea al principio de sus Milagros en el verso amigos y vasallos. Y debe
64
Op. Cit. Berceo. p. 113.
55
entenderse que no es un asunto teolgico en lo fundamental sino didctico, para los legos,
los aprendices, es decir, se trata de una catequesis moral que se aprende y se practica desde
la splica, el arrepentimiento y la penitencia, como lo hace Tefilo. Para Ella su causa
primordial es defender a sus vasallos, ah finca su relacin en semejanza con las formas de
proceder de los hombres y sus amos, los seores feudales, luego sera el fine amour en la
literatura por venir. sa es la relacin base y sobre sta se fundamenta este privilegio del
mito mariano. En la estrofa 411 de La iglesia profanada dice:
Tal es Sancta Mara qual enteder podedes [...]
Sobre los convertidos faze grandes mercedes
65
La idea de Berceo es sta, sin duda, fomentar de manera didctica, a travs de la
construccin de la palabra potica el poder de la Virgen para la salvacin de los hombres y
cantarle con alegra y agradecimiento. Por esta razn en los poemas se canta y se cuenta
mediante narraciones versificadas con la muy alta poesa del mester de clereca. La doctrina
mariolgica es en suma, cmo Dios obra sobre el mundo con su poder y lo hace mediante la
Virgen Madre de J esucristo en quien ha encarnado, omnisciente y omnipotente. As
mantiene una relacin de amor hacia los hombres. Es la Virgen, por lo tanto, el nico modo
de llegar a Dios, con Ella los hombres son salvados. Berceo lo resume en el Milagro
XXV de la siguiente manera en la estrofa 908:
Amigos, si quisissedes vuestras almas salvar,
si vs el mi conseio quisiredes tomar,
Y en la 909, dice:
Quiralo Ihesu Christo e la Virgo Gloriosa,
sin la qual non se faze ninguna buena cosa,
que ass mantengamos esta vida lazrosa,
que ganemos la otra durable e lumnosa. Amen.
66
65
Op. Cit. Berceo. p. 210.
66
Op. Cit. Berceo. p. 329.
56
Gonzalo de Berceo sustenta esta idea didctica en sus poemas marianos por la sencilla
razn de que lo que ms le importaba era llegar a la gente con apoyo de los novicios y
clrigos principiantes. En realidad, por el tipo de pblico al que deseaba llegar y convencer,
en las enseanzanzas que predicaba, explicaba siempre los trminos de su escritura, que
resultaban de difcil comprensin por la forma culta, as es que volvi sustantivo el discurso
potico para la comprensin del mito mariano en toda su dimensin.
57
5. Poesa y religin en los Milagros de Gonzalo de Berceo
onzalo de Berceo es poeta y clrigo, se abandon de lleno a la enseanza del
culto mariano con el fin de que se participara en la fe mediante el efecto
narrativo de la poesa. En buena medida su visin conduca a refugiarse en lo
divino, como lo enuncia en el prado de su prlogo. Buscaba la unidad, la vida espiritual. El
contexto lo define, desde el comienzo de la alta Edad Media, por parte de la rama latina, en
lo que se refiere a la escolstica a nivel de la religin cristiana, llegaron a Espaa ya de
manera ms elocuente ciertos escritos de carcter religioso sobre lo que se conoca como
pecados capitales, veniales y mortales. La filosofa medieval y el pensamiento de los padres
de la iglesia se unieron para dar pie a esta doctrina de la escolstica que abarc territorios
de la tica y la vida social en diversas manifestaciones.
Sobre estos siete pecados capitales se analizaban tres formas especficas, la
concatenacin, la explicacin anmica y la simblica, Aunque la base radicaba en la nocin
del vicio como sustento de la corrupcin del alma. Sin embargo, esta concepcin sufri
algunas transformaciones en el siglo XIII, ya no nada ms eran los vicios del alma, la
perdicin, sino que se agregaban los actos de la volicin, es decir, actuar de manera errnea
mediante la voluntad, como Tefilo que quiere ir ms all de su propia naturaleza. La
contraparte y de amplias discusiones era que los hombres tambin por su voluntad eran
capaces de aceptar la fe y la esperanza en la salvacin divina.
Bajo esta perspectiva, de manera amplia en su desarrollo, puede decirse que la
religiosidad medieval fue consecuencia directa del sincretismo entre la iglesia catlica y la
cantidad de supersticiones populares y paganas existentes desde la antigedad, que reviva
y cobraban fuerza en el siglo XII y XIII, aunque tambin debe quedar claro que no
solamente se integraron stas, entre las clases populares, tambin sucedi en las esferas
altas, donde ciertas creencias astrolgicas y de magia, fantasmas, adems de rituales,
imperaban. En el siglo XIII esto era cosa de vida cotidiana y era precisamente lo que
Berceo quera desterrar.
Por esta misma razn, la idea de pecado se sustentaba en la corrupcin del alma
creyente de estas prcticas que incluan asuntos corporales, fsicos, no slo del alma y del
espritu. Estaba en pleno la idea del pecado original y la promesa de la salvacin, ambas
G
58
situaciones en relacin con el hombre que todo lo desea y por eso mismo deba ser educado
en un cdigo de tica religiosa. Haba que combatir los siete pecados capitales en primera
instancia mediante la fe y los actos virtuosos. Los pecados capitales eran: lujuria, entendido
como el pecado de la carne, lo sexual en toda su magnitud corporal; gula, que era el apetito
desmesurado; avaricia, que era la fuente de todos los pecados; acidia, cuando la pereza
invada hasta a los ms religiosos; ira, adicionada al poder divino del castigo; envidia, el
pecado que entraba por el sentido de la vista; soberbia, el desafo a la naturaleza o el querer
ir ms all de su propia naturaleza.
La idea del pecado en la Edad Media tuvo diversos matices, todos ellos relacionados
en ir contra la naturaleza lo que implicaba ir contra Dios que haba creado el mundo y a los
hombres a su imagen y semejanza. Por este motivo, el pecado inclua lo innecesario, lo que
se haca por voluntad personal si iba contra las reglas naturales, lo demasiado, el exceso.
Lo que se estableci como cdigo tico y religioso, para evitar el pecado, era que
todo lo que produca placer en exceso era considerado un mal para el alma. Y cuando se
deca todo, era ropa, vestido, habla, gestos. Por lo tanto, las restricciones en documentos as
lo exponan, es decir, se identificaba el mal con el desenfreno en la alimentacin, guisados
demasiado costosos o condimentados, as tambin la prdida de los sentidos mediante
bebidas como el vino, y por supuesto los placeres del sexo que atentaban contra la virtud y
el pudor. En otro sentido, las creencias mgicas, la adivinacin, etc. Ante este panorama se
defenda la templanza, las virtudes teolgicas.
Como es sabido estos placeres eran causa de diversos males sociales que inclua a
los religiosos que no atendan estas normas en su sentido estricto. Sin embargo, la moral
cristiana se dedic a condenar los placeres sensuales como formas del desorden social y la
vida natural del cristiano.
En los Milagros de Berceo hay una fehaciente transformacin entre el mbito de lo
religioso y la poesa. De acuerdo con el criterio de Eliezer Oyola: Cuando Berceo narra
episodios de pecadores est utilizando implcitamente el concepto de los pecados
capitales.
67
Lo muestra en varios aspectos y narraciones de los Milagros. stos son
algunos ejemplos. En el milagro de La casulla de san Ildefonso, el nuevo arzobispo, el
que sustituye a san Ildefonso, peca de soberbia. Dice el texto en la estrofa 67 b y c:
67
Elicer Oyola. Los pecados capitales en la literatura medieval espaola. p. 62.
59
Era mui sobervio e de seso liviano;
quiso eguar al otro, fue en ello villano
68
Otro pecado capital aparece en El clrigo y la flor, aqu se trata de un monje lujurioso y
fiestero, tomador, segn se deduce porque Berceo no lo aclara del todo segn Oyola. La
estrofa 101 narra lo siguiente:
Leemos de un clrigo que era tiesterido,
ennos vicios seglares feramient embebido
69
Otro ejemplo ms de pecado capital se encuentra en El pobre limosnero, slo que aqu se
invita a evitar los pecados de avaricia y acidia. Y es la voz de la Virgen Mara quien le
habla al pobre hombre que est en estado moribundo y con la promesa de llevrselo debido
a su piedad y caridad. As lo dice la estrofa 133:
Por ganar la gloriosa, que l mucho amava,
partilo con los pobres todo quanto ganava
70
En el Milagro de la abadesa preada sucede un acontecimiento poco usual pero visto con
enorme maestra potica y aqu la transformacin de lo religioso hacia lo literario tiene
esencial importancia, es un ejemplo de metfora en todo esplendor. El pecado de la abadesa
es de tipo sexual que conlleva incluso a la envidia y el chismero de sus compaeras
monjas, segn lo explica Oyola. En la estrofa 507 se nos dice:
Pero la abbadessa cadi una vegada,
fizo una locura que es mucho vedada,
pis por su ventura yerva fuert enconada,
quando bien se catido, fallse enbargada
71
68
Op.Cit. Berceo. p. 111.
69
Op. Cit. Berceo. p 123.
70
Op. Cit. Berceo. p. 132.
71
Op. Cit. Berceo. p. 237.
60
Todo lo que aqu se quiere decir es que fornic y qued embarazada la abadesa. Pero la
manera en que Berceo describe lo que aconteci es en estricto sentido de matiz potico
irrebatible y la metfora trasciende el hecho: pis por su ventura yerva fuert enconada es
lo mismo que decir fornic.
En el caso del Milagro de Tefilo el nmero XXV, que es el que nos interesa, la
marca de varios pecados capitales en conjunto, resultan fuente de reflexin. Al principio
Tefilo es presentado como un hombre virtuoso, sin tacha. Era un hombre que luchaba
contra los vicios. Por consecuencia, lo que Berceo hace es mostrar que nadie est exento de
pecar por ms que se cuide. Como se sabe en la historia de este milagro, muere el obispo y
a Tefilo le ofrecen el puesto por ser un hombre querido por la comunidad pero l no
acepta, entonces ponen a otro y luego a Tefilo le gana la envidia al verse minimizado por
la fama y prestigio del nuevo obispo. Berceo explica en la estrofa 764 d: avilo la envidia
de su siesto sacado. Esto es que pasa, la envidia le quita la tranquila vida que llevaba. A
Tefilo le entra tambin la soberbia al sentir que l es superior al nuevo obispo y que se es
su lugar y no de otro. No conforme con esto comete el peor de los pecados que es negar a
Dios y hace un pacto para vender el alma a cambio de poder. Luego de siete aos de vivir
sin sombra y totalmente cado, tiene la voluntad de arrepentirse y pedirle a la Virgen Mara
el perdn.
Lo que se nos explica al respecto es que Berceo utiliza estos pecados capitales para
los propsitos doctrinales que se ha planteado y de esta manera elevar el culto mariano a su
mxima expresin mediante la fe. Como se ha visto tanto los smbolos como los aspectos
formales del mester de clereca estn presentes sin falla alguna como lo sustenta la
cuaderna va y la poesa culta. En esto radica la transformacin de la tica religiosa como
un estilo que no es otra cosa que la visin del mundo de Gonzalo de Berceo. Para l era
fundamental que el Milagro de Tefilo cobrara sentido desde el momento en que los
oyentes o incluso los posibles lectores comprendieran esta propuesta potica dirigida hacia
la bsqueda de unidad espiritual frente al conflicto hertico y de materializacin evidentes.
En esta transformacin social e individual participa siempre el vnculo entre Dios y
los hombres mediante la presencia omnipresente de la Virgen Mara. Todos los pecadores
han sido salvados porque recibieron el estado de gracia del perdn divino en manos de la
61
Madre de J esucristo. sta es la fuente principal del pensamiento medieval en el culto
mariano y Berceo lo lleva en toda su hondura de la ideologa medieval de la doctrina desde
la mirada de la poesa. Isabel Ura lo expresa as:
Los milagros de la coleccin de Berceo tambin cumpliran esa funcin en los sermones
dedicados a Nuestra Seora. De hecho, es difcil creer que esa coleccin se destinase a una
simple lectura recreativa: leer esa serie de milagros fuera de contexto, sin una doctrina
mariolgica que los enmarque y les confiera su verdadero sentido teolgico, trascendente,
sera, adems de montono, y por tanto, nada recreativo, despojarlos de su genuina
funcin.
72
Los Milagros fueron vistos como exempla en Berceo, en su sentido potico eran contados,
recitados, aunado a esto la predicacin y la enseanza eran asunto prioritario.
72
Gonzalo de Berceo. Milagros de Nuestra Seora. Edicin, prlogo y notas de Fernando Baos, con un
estudio preliminar de Isabel Ura. Barcelona. Crtica, 1997. p. XXII.
62
6. La poesa de Berceo en los Milagros de Nuestra Seora
6.1 Generalidades
a palabra potica de Berceo estaba sujeta a su visin del mundo. Habr que ubicar
en principio, por razones culturales y de circunstancia histrica, que la poesa
estaba ligada al factor de los oyentes e incluso del posible lector, como en la
juglara, algunas investigaciones apuntan al carcter compartido entre poeta-obra-pblico.
J uan Manuel Cacho Blecua explica cmo se lea a la comunidad: Formalmente, esta
comunicacin interna y oral dirigida a la audiencia presente, en la que el orador se recrea
contando (o escribiendo), podramos considerarla como un marco que aparece tambin al
comienzo o final de los milagros [la obra] adquiere plenitud de sentido proyectando el texto
en su percepcin auditiva, mediante una lectura en voz alta.
73
Ahora bien, esto nos hace conjeturar por contexto y documentos que para Berceo,
poeta clrigo de la Rioja que no vivi en estricto sentido encerrado, notario del monasterio
de san Milln de la Cogolla en la primera mitad del siglo XIII, la poesa era, en cuanto a la
tradicin medieval del naciente mester de clereca, lo relacionado con la preceptiva
derivada de la tradicin latina, de los juglares y trovadores, puesto que era un conocimiento
derivado de las llamadas artes liberales que hacan libres a los hombres.
A la poesa se le conceba entonces, en sentido conceptual, como discurso articulado
en una medida especfica, ordenada en secuencias rtmicas con sentido artstico en la
construccin del lenguaje y de tono narrativo en su contenido idelgico religioso o profano.
Segn lo seala Gmez Redondo, san Isidoro en su libro Etymologiae, se deca: Carmen
vocatur quidquid pedibus continetur (se da el nombre de poesa a todo lo que est contenido
en versos)
74
; con esto define el modelo de ordenacin, articulatorio, mtrico, rtmico, que
lleg del procedimiento latino pero que se adapt y condicion a la lengua verncula que
ulteriormente fijara sus formas en lengua castellana.
73
J uan Manuel Cacho Blecua. La ambivalencia de los signos: el monje borracho de Gonzalo de Berceo
(milagro XX). En Lillian von der Walde Moheno (edit). Propuestas terico-metodolgicas para el estudio
de la literatura medieval. p. 110.
74
En esta nota se inscribe esta diferencia a partir de la rama latina que tanto se ha mencionado. La referencia
es: Fernando Gmez Redondo. Poesa espaola 1 Edad Media: juglara, clereca y romancero.
L
63
Si bien estas lecturas tenan en cierto modo para la enseanza un aspecto
pragmtico, Gmez Redondo describe que: Los poemas de clereca se asientan en las dos
artes elocutivas, cuyo conocimiento aseguran los studia de las primeras dcadas del siglo
XIII.
75
Era la prctica en la figura del fablador en el transcurso de un sistema expresivo
de sustrato idiomtico, era el fablar paladinamente, es decir, abarc a juglares y clrigos
con distintas intenciones. Bajo estas condiciones de proceso histrico habr que asentar el
nacimiento de la lrica como un conjunto de actos de sustrato como lo dice Fernando
Carmona: La palabra lrica proviene de una composicin cantada al son de la lira.
76
El inters de tal mencin es porque a esta poesa no se le destinaba otro camino que
ser cantada o recitada de manera pblica y su contenido est integrado por un relato o acto
narrativo, ligados a un concepto social como las relaciones del seor feudal y los vasallos.
Por esta razn se trataba de una poesa plenamente organizada en el sistema de
versificacin e intencin didctica y en cierto sentido moralizante. Su dimensin era
musical, teatral, dramtica. El Milagro de Tefilo y todos los dems milagros asumen
esta expresin de gnero. La clereca al adoptar estas caractersticas le da significacin en
la mesura, en la visin clerical, que adems la diferencia del nivel social en relacin con la
corte del trovador. El smbolo se apodera del lenguaje en esta poesa de Berceo porque se
asemeja a la narratividad bblica. Esta forma lrico-narrativa deriv en diversas formas
especficas desde la cans en Francia hasta la poesa culta con elementos populares en los
alejandrinos de Berceo.
A partir de este primer conocimiento de la lengua romanceada en convivencia con el
latn, el discurso potico se ejerci en la lectura y el comentario exegtico que conllevaba
ya cierto uso formal de la lengua. Asegur as la primera de las artes del trivium: la
grammatica; con ello se acceda a la enarratio poetarum que implicaba la imitacin de los
procedimientos y temas bajo un nuevo rigor lxico de aquellos modelos. La imitatio o culto
a la novedad conforma una lnea directa a la voluntad erudita, bien puede decirse que de la
imitacin nace la preceptiva espaola para la poesa, de ah la inventio; luego, la elocutio al
lado de la dispositio, todas ellas como parte del trabajo potico donde la ars verba tuvo un
75
Fernando Gmez Redondo. El fermoso fablar de la clereca: retrica y recitacin en el siglo XIII. En
Lillian von der Walde Moheno (edit). Propuestas terico-metodolgicas para el estudio de la literatura
medieval. p. 234.
76
Fernando Carmona, Carmen Hernndez, Jos A. Trigueros. Lrica romnica medieval. p. 13.
64
papel primordial. Sin embargo, en la amplificatio encontr una fuente muy creativa que le
permiti transformar las leyendas latinas en poesa. Por estas razones retricas se explica
que la creacin potica pas a travs de los siglos venideros de la ars-res-docere a la ars-
ingenium-verba-delectare, de las cuales la ars verba impuso su condicin como autoridad
en la creacin, en tanto nuevo estilo, con sus propios ornamentos y vocablos lxicos.
Con el paso de los aos surgira el conocimiento preceptivo en su primera fase
relacionado ntimamente al estudio y prctica de formas de versificacin, el uso de la
expresin colorida, diferente de la llaneza cotidiana, lo que condujo a la segunda disciplina
del trivium: la rethorica en que aparecieron las primeras nociones de la potica para la
poesa espaola. Ms tarde, la dialctica sera la razn convincente de estos motivos con el
fin de buscar la verosimilitud, la lengua unificaba realidad y ficcin en un mismo plano. Se
trata, por lo tanto, del inicio de la lengua castellana en su forma primitiva y ruda, la lengua
verncula zanj el camino. No debe soslayarse que la retrica en su aspecto del fermoso
fablar fue un instrumento sustancial del discurso que puso en juego los elementos rtmicos
hacia una concepcin innovadora de la poesa.
Se escriban en verso ciertos acontecimientos de variada ndole, una intencin era la
enseanza del conocimiento clsico, otra, continuar la tradicin latina con sus modelos
poticos, Gmez Redondo apunta que san Isidoro en el siglo XII fij las principales
diferencias entre verso y prosa con esta frase: Omnia enim prius versibus condebantur;
prosae autem studium sero viguit (En un principio todo se escriba en verso; el cuidado
por la prosa surgi ms tarde); con este matiz se aclara el estado del saber potico en el
periodo inicial de la poesa medieval.
El marco literario indica qu formas de pensamiento, qu expresin habitual de la
poca y sobre todo de esta zona geogrfica estn plenamente justificadas en el lenguaje y
desarrollo lxico semntico de los Milagros. Lo que conduce a valorar hasta dnde la
tradicin y hasta dnde la innovacin. Para explicar lo anterior es necesario reconocer las
preocupaciones y actitudes de Gonzalo de Berceo que aparecen en su obra, una de ellas se
estrecha con la ideologa religiosa, ms an, con la necesidad de que el lenguaje clerical
tuviera cierta intencin de manifestarse en la condicin moral cristiana. Lo verdaderamente
sustancial radica en la mariologa base y fuente de su poesa. Dicho sea de paso, desde la
perspectiva ideolgica de la iglesia, es decir, la ideologa cristiana, donde revelara la
65
conciencia colectiva y con ella la dimensin histrica nacida como objeto artstico. La
poesa narrativa, la cuaderna va, el modo dramatizado, son productos en s de una cultura
que formaba las races de su lengua.
A partir de este universo de relaciones y sucesos, podemos situar el origen en su
justa dimensin geogrfica, temporal, ideolgica y lingstica. En principio, la palabra
vernculo procede del latn vernaclus y significa aquello que es propio del lugar
donde se nace, el nativo, vern, era un esclavo nacido en la casa del amo; pero cuando se
refiere al lenguaje toma cauce altamente especfico. Esto nos conduce a reafirmar lo
vernculo en la lengua potica de Berceo, porque provee un sentido ms exacto en tanto
que todava no haba reglas idiomticas definitivas, los mismos clrigos, tenan muy
frecuentes los usos dialectales ya se tratara de su obra o de transcripciones.
Este aspecto lingstico es la conciencia del discurso potico, la lnea de origen
hacia una nueva disposicin. Ya en esta etapa de la Edad Media, se planteaba la distincin
clara entre la prosa sencilla o sermo simplex y la llamada prosa artstica o sermo artifex. Al
respecto expresa Vossler que sencillez o complejidad estaban en ambos lados, el culto y el
popular. De la Sermo artifex aun cuando se diga prosa, indicaba en sus haberes una
segunda comprensin, lo narrativo y lo versificado, a partir de la aparicin de la sequentia
que no era otra cosa que la periodizacin de los grupos entonativos naturales de la lengua
vulgar que heredaba las formas del protorromance o lenguas romnicas. Y sta fue una de
las virtudes de Gonzalo de Berceo, hacer valer la poesa con formas cultas y contenidos que
manejaban el vulgo y los profanos, todo en la medida del verso alejandrino.
Con enorme sabidura nuestro poeta riojano toma esta enseanza y la aproxima con
el rythmus de los himnos de carcter religioso para hacerlos asequibles, pero con alguna
historia de por medio, innovacin que asegura la penetracin del mensaje entre los
escuchas. Esto es, como lo explica Gmez Redondo: De una manera o de otra, a principios
del siglo XIII las teoras rtmicas del cursus deban ser de sobra conocidas en la Pennsula y
permitir la creacin de esas rimi series de ese sistema de versificacin al que se llama, en la
fermosa cuaderna del Libro de Alexandre curso rimado y que exige para serlo lo que
cualquier cursus.
77
De esta manera refiere con precisin el conteo de slabas, los acentos,
periodos monorrimos, la escritura en clusulas. Por consiguiente, el sermo artifex se
77
Fernando Gmez Redondo. Historia de la prosa medieval castellana. p. 41-42.
66
converta en otra cosa, era ya un sistema para la clereca. Era la composicin de un hecho
literario a voluntad y artificioso. Los conceptos vertidos en esta versificacin verncula
contaban sucesos de ndole religiosa para educar, adoctrinar, y desde este momento
exhiban procedimientos rigurosos porque llevaban en su germen la enseanza gramatical
de una nueva lengua.
Se deca que los recitadores de estos textos de Berceo y l mismo se vean en la
necesidad de explicar gramaticalmente ciertas circunstancias de la escritura, los pasajes
alegricos y los smbolos. La glosa configuraba el discurso potico. Este uso clerical se
desarroll con apoyos musicales, la intencin del dominio del idioma en s, en la medida de
lo posible para que no se repitieran mecnicamente frmulas sino que se supiera el
significado de las palabras de las obras o los cantos rituales, que por otra parte se glosaban
de manera colectiva, lo que enriqueca sin parangn a esta sociedad del siglo XIII. Es como
si se intuyera que el lenguaje potico, como el de la ciencias de su tiempo, era en s un
instrumento de precisin que deba tener sus propias leyes.
El plano alegrico, con respecto a la realidad histrica, considera los textos antiguos
en lengua verncula anterior al castellano, a las Glosas Emilianenses, en actual propiedad
del monasterio de Suso en san Milln de la Cogolla, en la Rioja. Y este plano gana por
encima de cualquier cosa en la poesa, por ello, el contexto, el paisaje, se vuelven
simblicos, el hado espiritual es en esencia el rasgo de lo sensible. Sin duda, se agrega el
rasgo de trasfondo ideolgico como decisivo en las cualidades narrativas de los Milagros.
La lengua potica de Berceo adems de los elementos semnticos y sintcticos ya
consabidos innova en dos aspectos especiales que son lo contemplativo-sensorial y el
aspecto traslaticio, segn el examen crtico de Carmelo Gariano. Es sta una razn ms por
lo que puede confirmarse que en Berceo haba plena conciencia del lenguaje en la poesa,
por ejemplo, en el milagro XVII de la Iglesia profanada, cuenta la estrofa 385:
Enbi Dios en ellos un fuego infernal,
Non ardie e quemaba como el de san Marzal
78
78
Op. Cit. Bereceo. p. 204.
67
No Arde pero quema es la propuesta contemplativa y simblica porque estos trminos
acentan diferencia semntica y se conoca a esta figura en la retrica antigua como
paradistole. De la rama latina no se traslada este valor semntico como lo realiza Berceo.
Por ello el poeta riojano logra convencer, persuade con el discurso porque descifra
cdigos poticos no nacidos del poeta para la grey de manera vertical sino que l crea
mediante un cdigo nacido del pueblo, una distinta ornamentacin basada en el lxico
popular y culto. Y esta frmula se basa en el aprendizaje de las codificaciones de la
retrica, las del latn y las de la lengua verncula en conjunto. l ha estudiado para tal
propsito las partes de la retrica: inventio, dispositio, elocutio, memoria y actio. Estas dos
ltimas relacionadas con el pblico escucha, del que s se tena en cuenta su participacin,
como se ha mencionado.
La elocutio era el llamado ornatus o bien toda la configuracin de tropos del
discurso, por ejemplo, en la primera estrofa de los Milagros nos dice:
Querra vs contr un buen avnimnt;
Terrdeslo en cbo por buno vramnt
79
Lo que estos versos ilustran en el procedimiento es la dialefa, como principio esencial de la
versificacin; este caso sucede cuando una palabra que termina en vocal es seguida por otra
que comienza por vocal pero se cuentan como slabas distintas, por lo que no ve alterada la
mtrica y cumple as su funcin. Este efecto asume un tipo de construccin diferente que
sera del tipo hiprbaton, adems de eliminar la sinalefa como asunto formal. La lengua
llana quiz lo dira as: Quiero contar este suceso y tngalo por verdad.
Pero hay mucho ms todava, la implicacin de esta introduccin a la obra de los
Milagros ofrece un sentido altamente especializado, Querra vs contr / un buen
avnimnt y argumenta que tiene algo que decir con la lengua de la comunidad aunque el
relato pertenezca a la alta cultura; puesto que se trata de un relato bueno, que si esto se
matiza significa que posee una enseanza, es didctico, para acercar a la gente a la fe sobre
lo milagroso de La Virgen Madre. El fondo, por su parte, es el buen avnimnt e implica
que invita a acercarse a la comunidad. J os Barroso comenta al respecto: En pocas
79
Op. Cit. Berceo. p. 87.
68
palabras, el texto se disea en una perspectiva medieval cuyas dimensiones son: la del
siempre ontolgico de Dios y la del aqu y ahora del poema.
80
Acercarse es bueno, se les
va a ensear algo para su bien, y se proyecta a mayor profundidad: tnganlo por
verdad
81
. Por lo tanto, consientan en que ello es as: Si vs me escuchssedes / por
vuestro cosiment. Ah est la raz de la persuasin retrica, invitacin, enseanza con
pleno consentimiento y deliberacin ntima, sobre lo que se aprender. Este consentiment
o favor de asistir a escuchar permite ver una vez ms la importancia que tena el pblico del
clero especialmente en este mester culto.
Lo que se ha mencionado anteriormente le pertenece al Prlogo, luego en la primera
estrofa de Tefilo sucede algo parecido en trminos de intencin potica. La visin del
mundo de Berceo se enfatiza. Tefilo es el smbolo de la unidad espiritual, se predica para
deshacer el conflicto que divide a la sociedad de su tiempo. La estrofa 748 lo narra:
Del pleito de Tefilo vos querra fablar,
tan preioso mirculo non es de oblidar,
ca en esso podremos entender e asmar,
qu vale la Gloriosa qui la sabe rrogar.
82
El discurso es sencillo y alentador: A ustedes quiero narrar sobre Tefilo, del milagro que
le sucedi porque supo rogar a la Virgen por lo que ella vale. Pero entender y asmar
significa en este momento de la lengua, poseer una actitud prctica, de estar convencido
mediante la reflexin y el cavilar acerca de lo que se dice y hace. El que ruega a la Virgen
para ser perdonado ha tenido ya la voluntad en la fe profunda. Por ello, como se percibe
aqu, Berceo se dirige a un pblico determinado al que invita a escuchar, incluso advierte
en la siguiente estrofa que no ser muy largo: Non querr si podiero / la razn alongar,
cosa que no puede cumplir porque es el milagro ms extenso, consta de 163 estrofas que
son 652 versos en total. Pero ms all del dato numrico la invitacin est hecha, se trata de
un precioso milagro y se hace hincapi en la pluralidad: Ca en esso podremos / entender e
80
J os Barroso. Sobre la comprensin potica. p. 37.
81
La idea de verdad como parte de la moral la suscribe Cicern en su Partitiones oratoriae, en tanto que el
orador crea un nimo especial en los oyentes en estado de fe mediante la coniectura-definitio-ratio, sustancia
de lo verosmil, las virtudes y las razones del juicio de las cosas.
82
Op. Cit. Berceo. p. 294.
69
asmar, con podremos, dice, somos todos los aqu reunidos que entenderemos el poder
que tiene la Virgen, Madre de J esucristo, para favorecer a quienes le piden con fe. Otra vez
los topoi de la fe cristiana emergen como fundamento de la coherencia del discurso, aqu
como en todos los casos la conciencia potica y argumental est de por medio. Se enfatiza
que se trata de un milagro que no se debe olvidar con lo que la invitacin se extiende no
solamente a escuchar sino saber que Tefilo es un modelo moral, l ha trasgredido la ley
divina al negar a Dios por un pacto maligno y la Virgen lo ha perdonado porque l le rog y
J esucristo le concedi el perdn.
El tema central, la necesidad de unidad espiritual, de manera ntida se ofrece en
estos primeros cuatro versos en cuaderna va. En todo este discurso potico hay que dar
cuenta de los tropos, no nada ms porque constituyen el recurso principal sino porque en
esencia son el principio rector como procedimiento preceptivo de toda la poesa
subsiguiente en la tradicin medieval.
Los tropos se presentaban con intencin significativa como recurso y procedimiento
en cada una de las desviaciones semnticas que caracterizaban el latn de la antigua
retrica, aunque recordemos que la referencia ya no es hacia el latn cultsimo de Cicern y
Horacio, han pasado ya ms de mil aos; sin embargo, todo este lenguaje latinizante, si es
vlido llamarlo as, al fusionarse con la lengua verncula crea formas novedosas, por lo
tanto, en estas formas del latn vulgar y romanceadas hay tropos ceidos a una sola palabra
in verbis singulis como metforas, sincdoques, metonimias, entre otras; y los tropos in
verbis coniunctis en grupos de palabras como la anfora, sinonimia, elipsis, zeugma,
metalepsis, etctera.
Para dar un ejemplo especfico, esta figura, la metalepsis, muestra en la estrofa 899
su intencin:
Atur bien Tefilo en su contemplacin
83
Aqu la metalepsis que consiste en tomar el antecedente por el consiguiente o viceversa,
traslada el sentido que ya se entiende, con atur, insisti, implica que: se arrepinti de
haber negado a Dios y a la Virgen Madre en aquella carta, esto es, traslada este otro
83
Op. Cit. Berceo. p. 327.
70
sentido hacia toda la oracin en el verso completo. Se trata de un recurso retrico con
intencin manifiesta.
Algunos autores como La Schwartz y Arellano Ayuso
84
, al disertar sobre la poesa
de Quevedo, disienten acerca de que esta figura funcione para dar otro sentido a la oracin
y no a una sola palabra, discusin para otro momento. Bajo esta misma direccin, otro
motivo retrico es la anfora que funciona como deixis en cuanto valor lingstico y como
repeticin, en tanto figura de construccin. Es claro en las estrofas que van de la 870 a la
875, que se pretende mostrar que en todos los casos reitera de manera sinonmica el mismo
recurso potico: Sennora buena, Siempre seas biendicha, Sennora benedicta, Rena
poderosa, Madre del Rey de Gloria. Todos estos elementos de la construccin potica
enriquecieron, sin duda, la lengua llana que se nutri del ornamento para otras materias
surgidas a partir de la lengua literaria y viceversa. Al parecer el carcter fundamental de
esta transformacin evolutiva fue la transmisin manuscrita.
Debido a estas razones, en buena medida fueron de vital importancia algunas obras
literarias para que se fijara ese primer acto de la lengua verncula, desde la Vulgata de la
Biblia, el Auto de los Reyes Magos, Les Miracles de Notre Dame, hasta los posteriores
trabajos de Alfonso X en su Estoria general. Entre ellos, en la cronologa histrica est la
figura de Gonzalo de Berceo que se apoy en sus antecesores, algunos de vital importancia
como el Libro de Alexandre, obras en las que hubo cierta mezcla de la lengua culta y
lengua vulgar. Estaban tambin las glosas de hazaas, amores y las jocosas, en latn aunque
tambin en rabe. Las glosas silenses y emilianenses, por ejemplo, hermosearon la lengua
vulgar, dice Antonio Alatorre, aunque no fueron expresin del dialecto de Castilla, como
tampoco manifestaciones regionales, dialectales, porque el castellano era ms rudimentario
y en la prctica casi nadie lo escriba.
Es entonces que la poesa medieval ya desde este comienzo, debe su desarrollo tanto
al influjo de la herencia latina en lo que corresponde a la continuidad de la tradicin
temtica, como con su propia motivacin y de no menor fundamento crear lo literario bajo
el matiz ideolgico del clero, cuya funcin fue sustancial como lo menciona Fernando
Gmez Redondo: Toda creacin artstica gira en torno a una realidad religiosa que ha de
84
Poesa Selecta Francisco de Quevedo. Edicin, bibliografa y notas de La Schwartz e Ignacio Arellano
Ayuso. Barcelona: PPU (Promociones y Publicaciones Universitarias, 1989.
71
desvelarse en cada una de las manifestaciones culturales que hayan de producirse; hay que
tener presente que la esttica de la Edad Media es bsicamente simbolista y alegrica
(10).
85
Y a este argumento agrega que siempre haba una segunda intencin: el
adoctrinamiento moral con efecto evidente. Es as que el verso de esta poesa primigenia en
lengua castellana se convirti en esttica al mismo tiempo que enseanza moralizante,
testimonio del saber clsico, transmisin segura de la lengua, hacia algo ms cercano a la
sociedad pese a los lmites intrnsecos de carencias naturales, entre otras, el muy alto ndice
de analfabetismo.
El mismo Gmez Redondo expresa en su ensayo que la copla segunda del Libro de
Alexandre contiene la declaracin explcita del mester de clereca para el carcter potico,
menciona que: ...se reflejan todas las novedades formales y los principios constructivos
sobre los que se va a asentar la transmisin de unas ideas singulares o de preocupaciones
distintas de las que, hasta entonces, haban merecido ser difundidas.
86
Se trata de poesa
narrativa semejante en intencin a los cantares de gesta, slo que en esta nueva
consideracin el fundamento real estriba en la novedad del recurso estilstico, ntimo, para
compenetrarse en asuntos ticos de enorme prodigio y descubrimiento mediante la realidad
verbal lingstica, que lo expresan estos versos:
Mester trago fermoso, non es de joglara,
mester es sen pecado, ca es de clereza:
fablar curso rimado por la cuaderna va,
a slabas cuntadas, ca es grand maestra.
Sin adentrarse a fondo como lo merece para un estudio ms sistemtico y formal de esta
estrofa, por el momento slo ha de recuperarse la informacin pertinente porque a partir de
este momento la poesa establece en el rigor de la construccin interna, sus intenciones
claras de conciencia en cuanto a procedimiento, valores intelectuales, simblicos, emotivos,
contextuales que legara en adelante. Ya no ser la poesa de juglares jocosos, nicamente,
sino de concentrado estudio, de clrigos cultos, ser una escritura sen peccado lo que
significa sin falla en la construccin rtmica y mtrica; en cuaderna va que se comprende
85
Op. Cit. Gmez Redondo. p. 10.
86
Ibidem. Gmez Redondo. p. 29.
72
por camino sealado, en grupos de cuatro versos como la principal determinacin estrfica.
sta es la forma que adopta el poeta para la construccin de Tefilo, contenido formal en
toda la obra de los Milagros de Nuestra Seora y en particular en este milagro XXV que
cierra el libro y es el ms extenso. Es el punto de partida idneo de la condicin de la
poesa en la naciente lengua, todava verncula, sin reglas fijas, ms prxima a lo dialectal.
En cuanto al pensamiento contextual es una etapa de suma importancia, por
ejemplo, la interpretacin que ejercen los clrigos consiste en la lectura profunda de la
Biblia y por ende de toda clase de documentos aledaos, como es el caso de los milagros
narrados en los evangelios, cuya interpretacin se traslada de lo literal hacia lo alegrico.
Mauricio Beuchot expresa: En el paso del siglo XII al XIII, la hermenutica teleolgica era
la alegrica y la funcionalista la literal. La primera ms propia de los monjes, y la segunda
de los escolsticos universitarios.
87
Con seguridad a esta ltima estaba adherido con
mayor mpetu Gonzalo de Berceo, tanto para la interpretacin de las obras latinas como
para lo que habra de traducir o imitar.
Es pertinente exponer de manera breve el fin de este arte clerical de acuerdo con la
consideracin de Francisco Lpez Estrada para quien este trmino lleg cuando ya estaba
rebasada la tcnica literaria que haba creado en especial la versificacin en cuaderna va:
La Iglesia reduce su literatura a los fines eclesisticos, y el humanismo establece una
disciplina filolgica sobre los textos, sobre todo de la antigedad. [...] La literatura culta en
lengua verncula, ampliada con la prosa sobre todo de orden cortesano, abri campos
nuevos. La literatura de ficcin corts tuvo su cauce sin lmites en los libros de caballeras.
La poesa acab por adoptar las formas lingsticas castellanas.
88
El rasgo distintivo general fue cmo dos vertientes de la lengua, la culta del latn y las
formas dialectales con temas folklricos tuvieron un acercamiento tan generoso en la
escritura de Gonzalo de Berceo con el fin especfico de hacer literatura edificante.
Para resumir sobre lo que ha sido el mbito de la poesa y de la visin que tena
Gonzalo de Berceo, cabe destacar como punto de referencia que este gnero potico se
encuentra estructurado mediante tres funciones del lenguaje, la primera es cmo se
87
Mauricio Beuchot. La hermenutica en la Edad Media. p. 138.
88
Op. Cit. Lpez Estrada. p. 379.
73
manifiesta en el carcter expresivo, es decir, la manera como encarna la voz potica los
acontecimientos, una voz sustentada por un yo lrico, creador y testigo en cuanto vivencia
total; la otra funcin es la incitacin como reflejo de lo dramtico a travs de figuras que
justifican estticamente lo concreto y lo simblico; y por ltimo, la exposicin que implica
la vivencia como acto reflexivo, voluntario para el convencimiento de una idea. Como
gnero potico se encuentra ms cerca de la lrica, en tanto se genera desde la necesidad
popular, aun cuando contiene un lado pico como lo sita Carmelo Gariano: Como toda
pica canta las hazaas de un guerrero heroico contra su adversario, tambin Berceo canta
las empresas de Mara contra su enemigo.
89
No obstante, no hay que caer en confusin
son dos planos distintos, el contemplativo sobre acontecimientos que se narran, el tono, lo
sensible encarnado en personajes especficos como Tefilo, ejemplo vivo de fe, voluntad de
salvacin, acto inmerso en la mariologa doctrinal y potica ms que teolgica.
La realidad se concreta en lo referente a Mara, su amor por la salvacin de los
hombres es la sustancia. Nada le antecede en lengua romance en la cultura occidental a este
concepto, sobre alguien que vende el alma con sangre por grave apostasa y la recupera
gracias a la fe y el perdn divino. La lengua verncula en que ha sido escrito se ve en la
necesidad de inventar su propio lenguaje, quiz la forma ms elocuente que encontr el
poeta fue la plegaria y la alegora.
El caso de Tefilo genera una idea clara del poder indudable de la Virgen Mara,
porque arrepentido de su apostasa, este hombre real para muchos, menciona de manera
profunda y devota que algunos personajes bblicos tambin fueron salvados por su
arrepentimiento voluntario en la fe. Sin ir ms lejos, est en el acto jaculatorio donde ruega
a la Virgen el perdn. En l, la penitencia es lo significativo de fe y salvacin. De acuerdo
con fuentes de la historia hay muchos ejemplos relacionados con la ayuda divina por lo que
la forma mentis era clebre por quienes requeran el perdn. Aunado a esto habra que
recordar que el culto mariano tena por lo menos un siglo de efervescencia entre las
comunidades medievales.
Sin duda, Berceo dej un sello del espaol cristiano en su tiempo histrico desde el
carcter ideolgico y en esencia, en la voluntad consciente sobre la lengua potica en
conjunto entre el latn y lo vernculo, para llegar a lo religioso moral y anular el conflicto
89
Op. Cit. Gariano. p. 162.
74
maligno que ganaba terreno contra lo espiritual. De hecho, en la construccin de los
Milagros y en especial en Tefilo, la narratio y la partitio, presentan un panorama de
revelacin divina debido a la muestra de estos elementos, Tefilo confiesa su culpa a la
Virgen, luego se lo cuenta al obispo y ste a los feligreses, es decir, pone de relieve valores
religiosos ya entendidos que formaban la sustancia de la conciencia moral y es tema de la
tradicin latina con renovada intencin, lo literal y lo alegrico ofrecen as otra perspectiva,
lo encarna bajo el sentido de misterio y asombro: la tentacin, la carta, el pacto de sangre,
la Virgen que baja a los infiernos, el perdn, la fiesta, la muerte de Tefilo. Lo potico no
contrasta actitudes diversas de la tradicin medieval desde el hecho de que sean veinticinco
milagros y que las figuras de Cristo y de la Virgen protagonicen cada uno de stos.
Estn presentes tambin la simbologa numrica con su connotacin sagrada y la
esotrica que se conjugan para que la poesa llegue a ser expresin clerical de estos
Milagros. sta es fuente de modo paradjico en lo referente a creencias mgicas.
Tal vez estos personajes que Berceo pone en Los milagros sean paradigma
contundente del hombre imagen y semejanza de Dios y Tefilo representa el acto
sobrenatural de lo milagroso y lo divino que nos ensea lo inescrutable del sino de los
hombres, en una lengua potica que ensalza la belleza de la palabra hacia lo espiritual.
En suma, los Milagros de Nuestra Seora son 25 dispuestos en 911 estrofas en
cuaderna va, quiz fueron conocidos desde 1246 de manera escrita. Son estrofas, como su
nombre lo indica, de cuatro versos alejandrinos, este tipo de versificacin tom el nombre
del Roman dAlexandre un poema francs del siglo XII, son versos que responden a una
sencilla organizacin, agrupados en tiradas como se deca en la poca medieval, cada verso
se compone de dos hemistiquios heptaslabos, divididos por una cesura. A cada estrofa en
esta modalidad se le denomina tetrstico monorrimo y se encuentran distribuidas en cuatro
unidades rtmico sintcticas, es decir, son slavas cuntadas, o bien, isosilabismo de
perfecta regularidad mtrica, adems del uso de la dialefa o hiato fonolgico. Por otra parte,
hay importantes diferencias en la morfologa verbal con respecto a otras obras del mismo
autor, porque el castellano era primigenio y todava no lengua fija en sus postulados
gramaticales. Gonzalo de Berceo utiliza el paradigma habitual del imperfecto de indicativo
y el condicional de la segunda y tercera conjugacin en las terminaciones a e is y iedes,
segn lo explica Bayo en su estudio morfolgico. En cuanto a cuestiones lxicas hay
75
latinismos modificados por el uso del dialecto riojano y existe una tendencia a eliminar
cultismos aunque aparecen los imprescindibles.
La lengua potica de Gonzalo de Berceo consiste en que los versos estn escritos en
la variedad romance de la Rioja, como lo explica J uan Carlos Bayo, puesto que para l hay
una importante influencia de la variedad castellana de la zona de Burgos sobre el dialecto
riojano, como nos lo explica: ...la primera documentacin del romance ibrico se halla en
las Glosas emilianenses, procedentes de san Milln de la Cogolla. As, los manuscritos de
las obras de Berceo conservan rasgos tanto dialectales como arcaicos.
90
6.2 Aproximacin estilstica en Tefilo Milagro XXV
ice Amado Alonso que: como ni el sentimiento ni la original visin del mundo
se comunican en la poesa directamente, sino por medio de procedimientos
sugestivo contagiosos [conceptos, formas de construccin] la estilstica tiene
por tarea el estudiar el sistema expresivo de un autor
91
Por lo tanto y como principio de
cuentas, la estilstica se encarga aqu del sistema de expresin, es decir, la construccin de
la forma que atiende al mester de clereca y los aspectos del lenguaje, el sentir y pensar de
Berceo, su visin del mundo y todo esto como elementos expresivos de la creacin potica.
El universo potico de Gonzalo de Berceo asume el mundo concreto en conflicto entre Dios
contra el mal y al centro el hombre en terrible situacin de perderse, como base de su
inters temtico y ms an, como lo explica el poeta J orge Guilln: La obra de Berceo se
atiene al requisito de la gran poesa: todo se relaciona con todo.
92
Algunas de las
caractersticas que definen este universo en los Milagros de Nuestra Seora son: la
totalidad del discurso rtmico, los elementos de la construccin pautada por los acentos y
periodos sintcticos y ese modo de silabificar con tanta precisin. Sin duda, a la sabidura
90
Op. Cit. Bayo y Michel. p. 48.
91
Amado Alonso. Materia y forma en la poesa. p. 93.
92
J orge Guilln. Berceo: El lenguaje de la realidad total. En Francisco Rico. Historia y crtica de la
literatura espaola. p. 146.
D
76
retrica habra que agregar la musical, como lo apunta Carlos Clavera
93
en su estudio sobre
Berceo. Se le une el tono narrativo con su cariz potico, adems de manera sencilla se habla
de temas eruditos propios del inters de la ideologa cristiana. Un tema esencial es el amor
de Mara por los humanos y en correspondencia Berceo busca la devocin mariana; hay en
el fondo de estos poemas un planteamiento moral-didctico y se trata de narraciones que
tienen como destino conservarse de manera manuscrita, autoral; con esta actitud inusitada
se fijan aspectos sustanciales de la lengua verncula. Tambin el poeta riojano combina
antiguos elementos de la poesa oral con recursos retricos; al emplear la lengua verncula
y la recitacin con su respectiva exgesis, se busc llegar a ms gente cuando sta
escuchara de manera pblica los textos y as despertar el inters colectivo, porque Berceo
debi estimar que sus temas eran universales propios de la Espaa medieval que respondan
a la ideologa cristiana. En realidad represent una valoracin desde lo religioso hacia los
cambios poticos sustanciales sobre la enseanza bblica y la devocin mariana.
Los acontecimientos milagrosos en esta etapa de la Edad Media entre los siglos IX y
XIII poco a poco fueron en aumento, aunque al principio no fueron muy recurrentes,
despus hubo bastante eco por herencia de los milagros bblicos que confluyeron en gran
cantidad de relatos. En el contexto social un milagro era entendido como acontecimiento
extraordinario: ...debido a la intervencin divina.
94
Sin embargo, en tanto se le
consideraba fenmeno religioso tena que ser confirmado con una base teolgica.
Los Milagros que narra este poeta medieval poseen intencin edificante, mejor an,
fueron escritos para enaltecer la fe y dejar claro el dogma cristiano sobre el significado
amoroso de Mara como redentora. La Virgen funga como mediadora entre la condicin
individual del hombre merecedor de su gracia porque la aceptaba con voluntad e infinita
bondad la salvacin en la fe cristiana.
Ahora bien, todas estas narraciones poseen un cariz potico. Entre las de mayor
riqueza lingstica estn las figuras de metaplasmo, es decir, aquellas formas lxicas que no
son propias de la lengua ordinaria y estos poemas aseguran que la versificacin o el
planteamiento lxico o prosdico cumpla su funcin por la ntima relacin entre la idea
bsica de la realidad que es la didctica, el sentido que es fundacional por la fe, la Virgen
93
Gonzalo Berceo. Obras completas.
94
Op. Cit. Bayo y Michel. p. 20.
77
que salva el alma y la lengua potica verncula fusionada con la romnica. stos en
conjunto conforman una realidad concreta y van desde la expresin lingstica hasta crear
una escena referencial mediante tropos en la versificacin y el sentido connotativo.
Lo que sustenta el poeta riojano es llevar al extremo este comienzo de la lengua
romance castellana desde los topoi de la fe como experiencia ideolgica de la tradicin
medieval. Asimismo, la aplificatio como procedimiento frente a la narracin simple de la
rama latina. La versificacin en cuaderna va fue medular. Carmelo Gariano dice al
respecto:
Los recursos poticos por medio de los cuales Berceo trata de estilizar la lengua son
copiosos; pero, entre ellos, los que menos figuran son las tradicionales figuras de diccin.
Ante todo, se trata de recursos que, en rigor, poco tienen que ver con el enriquecimiento
estilstico. Por lo comn, estn relacionados con la versificacin y, a veces, se trata de
formas que eran corrientes en el habla ordinaria de aquella poca.
95
Un ejemplo que sustenta este decir es la repeticin lxica concatenada, por ejemplo: can
con lo que se acrecienta el efecto propuesto, la intensidad se anima al ensalzar la palabra a
otros lmites de expresin, que como ya se enuncia era parte de la forma del habla de los
cristianos y en la escritura de Berceo repercute de manera eficaz lo que se propone, as
sucede en la estrofa 807, donde nos confirma este recurso:
Io mesquino fediondo que fiedo ms que can,
can que iaze podrido, non el que come pan...
96
Los milagros que narra Gonzalo de Berceo estn escritos en lengua verncula para llegar a
ms gente porque presentaba variadas formas lingsticas de la cotidianidad, a esto se ana
cierta condicin numerolgica que consta de un prlogo y veinticinco milagros: cinco veces
cinco, como lo muestran los cinco gozos de la Virgen en el Milagro IV, adems de que
aparecen cinco tipos de animales en toda la obra. Nada es casual. Fernando Carmona
Fernndez sobre este aspecto numerolgico comenta que es altamente significativo y
95
Op. Cit. Gariano. p. 85.
96
Op. Cit. Berceo. p. 308
78
simblico: El cinco, 2 +3, unin de lo corruptible y de lo incorruptible, de lo carnal y de
lo espiritual: representa al hombre en busca de la perfeccin, [....] es un nmero que al
multiplicarse vuelve a s mismo sin cesar. Es el nmero de la vida sensible.
97
Tambin se
agrega, desde la esfera adnica que el hombre pec con los cinco sentidos y fue redimido
por las cinco llagas de Cristo; as que puede colegirse el porqu en todos los milagros hay
presencia mariana que ayuda o mejor todava, intercede en nombre de su hijo J esucristo.
Ayuda de diversos modos, protege, aconseja, salva el alma, las tres posibilidades aparecen
enfatizadas en distintos niveles. Tefilo, por ejemplo, es protegido, se intercede por l, es
salvado del pecado de apostasa, incluso est envuelto en el fenmeno de la pretericin,
razn por la cual, explica Gariano: ....se deja a la imaginacin del lector el ponderar los
mritos del santo.
98
A Tefilo se le aparece la Virgen para volverlo al orden de la fe cristiana. Con ello
muestra su amor por l como ser humano e hijo de Dios. Con l, de hecho, se cumplen
muchos de los aspectos de la mentalidad medieval como el de la poesa fabuladora que
utiliza la retrica y la dialctica para convencer de una verdad y ensear adoctrinando,
mediante la regulacin de un lenguaje potico pero con un sentido asequible. Por otra parte,
basa el procedimiento en la relacin entre el vasallo y la dama.
Desde la idea del amor que redime en este espritu medieval, la Virgen socorre a los
necesitados porque es el fundamento del ideal cristiano, sustento de la mentalidad en la baja
Edad Media y mucho despus todava, slo que aqu se lleva lo tico religioso al terreno de
la poesa. Otro aspecto fundamental es que el sujeto interviene en su propia salvacin, con
voluntad. Incluso, bajo una perspectiva teolgica, en la Virgen como madre estn
contenidas todas las virtudes divinas por lo cual tiene esa capacidad de humanizarse
mediante el amor.
De acuerdo con la narracin del poema el momento dramtico de mayor
desesperacin en Tefilo es su condicin de apstata, se sabe pecador, sufre porque
vendi el alma, neg a Cristo, le duele el corazn en lo ms profundo y por ello repite en
forma grave y por voluntad propia su plegaria e ntimo sentir para ser escuchado por la
Virgen, su nica salvacin. En consecuencia, Tefilo es protegido, se intercede por l, es
97
Fernando Carmona Fernndez. La mentalidad literaria medieval. Siglos XII y XIII. p. 91-92.
98
Op. Cit. Gariano. p. 38.
79
salvado del pecado mayor de apostasa, el acto humano de la divinidad, la misericordia,
llega desde la lectio de Berceo por el conocimiento de la tradicin, es una nueva resonancia
semntica y la sonoridad envuelve el sentido as como la significacin con base en el tema
y la estructura del poema:
En la noche terera iazi l adormido,
ca sufri grand martirio, avi poco sentido;
Vnoli la Gloriosa con rrecabdo conplido,
con su carta en mano queda e sin rrodo.
Esta escena nos pone en alerta con Tefilo desde el momento en que la Virgen lo ha
escuchado para salvarlo al devolverle la carta del pacto. El dilogo directo convierte el
suceso en experiencia viva. Es un acto por completo de redencin, ella es redentora como
expone Tefilo en la estrofa 838, con exaltada devocin.
Creo de Ihesu Christo enna Encarnain,
que nasi de Ti, Madre, por nuestra Redemptin [...]
99
En cuanto al asunto nodal, todos los Milagros se acompaan de una estructura semejante:
descripcin del personaje, tentacin, cada, milagro y salvacin. Estn presentes los cuatro
Evangelios y la figura de Cristo. El papel de la Virgen es primordial, castiga y vence al
maligno, representado por un judo perverso. Por fe la Madre gloriosa salva a quien quiere
ser salvado y le ruega mediante el arrepentimiento, la confesin y el sacrificio, la
penitencia. Segn la tradicin al vender el alma Tefilo y al firmar con sangre el pacto, el
maligno adquiere poderes naturales, terrenales, por eso lo hace caer en pecado; debido a
ello, la Virgen tiene que humanizarse y acabar con el mal en los mismo trminos, claro,
con un poder superior que le llega desde el altsimo Dios omnipotente. Pero hay que
desglosar lo que ha sucedido, Tefilo es apstata, ha negado a Cristo, como consecuencia
inmediata pierde su alma que se refleja cuando pierde la sombra, el semblante le cambia,
sus pasos ahora son inseguros, temerosos, todos los contrastes entre el bien y el mal se
acentan en ese instante.
99
Op. Cit. Berceo. p. 315.
80
Entonces Berceo resuelve con una conmovedora fuerza potica el conflicto. Se pone
en juego la consecuencia del pacto de sangre y estas formas literarias narrativas no tienen
precedente ni en tema ni composicin lingstica. Tefilo pierde la sangre, pierde el color,
la vida, la sustancia otorgada por Dios el creador. Recordemos los versos de la estrofa 25
del Prlogo:
Los rbores que fazen sombra dulz e donosa
Son los santos mirculos que faz la Gloriosa
100
Al perder la sombra puede elejarse de la posibilidad del santo milagro, sin duda perdera as
a la Gloriosa Mara, pero como eso no puede ser, la historia cambia. La prdida la cuenta
Berceo en la estrofa 788:
Pero perdi la sombra, siempre fo dessombrado,
perdi la color buena, finc descolorado;
pero Dios se lo quiso, non poder del Peccado,
torn el malastrugo en todo su estado
101
El acto simblico contiene aqu sustancia innegable. Es la iconicidad en pleno en la
expresin potica. Berceo le da un tono de condicin absoluta, la verdad despliega sus
razones y stas son poticas aunque de fondo el carcter de lo cristiano despliegue alto
contenido ideolgico, el acto de fe, la salvacin del alma. Incluso, en lo formal non poder
implica una consecucin hipermtrica para que la versificacin sea exacta.
A lo largo de toda la obra los que intervienen en cada milagro son clrigos, gente
del pueblo, ladrones, borrachos, gente inocente de bien y judos a quienes se les dan papeles
de dudosa actitud moral. No debe olvidarse que la rama latina es fuente directa de la
mayora de estos milagros, otras fuentes al parecer son historias recientes que andaban en
boca de los moradores, villanos, campesinos. Pero en medio de este topoi religioso, merece
grato reconocimiento la idea muy eclesistica medieval en la clereca y es el planteamiento
del final feliz como principio de la vida gloriosa, el Paraso eterno.
100
Ibidem. Bereceo. p 95.
101
Ibidem. Berceo. p. 303.
81
Gonzalo de Berceo busca en su obra con la herencia recibida de la escritura en
lengua romance, la trascripcin del latn y el aprendizaje gramatical como parte de la
retrica consolidar la lengua potica y el arte literario. A la par de esta situacin entran en
juego desde la mitad del siglo XII, ya en el mbito clerical una serie de textos hagiogrficos
y la discusin sobre obras de la patrstica que servirn de modelo en el studium palentino.
Palencia sera el centro de la nueva escritura verncula, por necesidades religiosas y
polticas la clereca se vea identificada con saber latn, un prestigio especial para la
traduccin con el fin de que entendieran los interesados que se intentaba transmitir una
verdad mediante formas muy especficas con la rima, los periodos rtmicos, la mtrica, la
metfora, el smbolo. Isabel Ura dice: El florecimiento de la literatura en lengua romance,
y muy especialmente la del mester de clereca, es creo, la consecuencia de una serie de
circunstancias sociolingsticas y polticas [] ya al iniciarse el siglo XIII, nuestra
pennsula cuenta con florecientes escuelas [] como es el caso de las de Palencia y
Salamanca (Ura: XI)
102
. Aunque tambin puede decirse que los clrigos saban que esta
poesa iba mucho ms all de ciertos detalles de construccin gramatical retricos, todo iba
en bsqueda de la novedad versificada, la translatio studii y translatio imperii fueron parte
sustancial de este cambio de visin en la poesa desde la clereca. Bajo esta circunstancia la
lectio en pblico entre maestro y scolares, acompaada de peciae condujeron a la anotacin
del comentario y la glosa de las obras que unific el inters entre lo laico y lo clerical, en
temas que participaban de la lengua romnica.
Lo que aqu se ha demostrado con el modelo de anlisis de la estilstica, a mi
manera de ver, es que los milagros a los que alude esta obra estn ambientados en la
tradicin literaria e ideolgica de Europa medieval, esto es, que permiten vislumbrar el
conflicto del bien contra el mal, es decir, el mundo espiritual, la fe en la Virgen, frente a las
herejas, los placeres de la carne, la corrupcin, la materializacin de la vida, la supersticin
y en especial Tefilo, por el afn de poder ms all de su naturaleza. Esto se percibe en
tanto que en cada texto que se narra la salvacin de nios, de peregrinos incautos, de
bebedores extraviados, de hombres lujuriosos, de ladrones, o de manera grave de quien
102
Op. Cit. Fernando Baos. La referencia corresponde al estudio preliminar de Isabel Ura. p. XI.
82
reniega contra Dios, como Tefilo, se debe a la devocin que al final se vuelve salvacin,
gracias a la intercesin de Mara.
En este mbito letrado de Berceo, el conocimiento de la grammatica y de la
Rethorica sale de lo clerical para incorporarse en lo social. En este sentido, la cuaderna va
ante todo se le consider como un estilo que consisti en crear una forma artstica para
utilizarla hacia determinados fines como lo didctico o la enseanza moral. En esta
transicin del siglo XII al XIII la idea de conocimiento erudito se asociaba con la idea de
luminosidad y representaba el valor moral del bien, de lo divino. La sabidura era una
virtud que repercuta en el honor, la trascendencia. La belleza de las cosas era
manifestacin de esa sabidura allegada desde lo divino.
Berceo buscaba en los relatos de los Milagros, unidad espiritual entre el hombre y la
fuente de sus actos: Dios, J esucristo, la imagen mariana. El hombre como creacin divina.
La idea era que se alejara del mal, del pecado. Esto demuestra el porqu en la poesa
narrativa se percibe la mentalidad medieval de los clrigos, el oficio de la clereca, es decir,
de la oratio aliud verbis, aliud sententia demonstrans: lo que se da a entender con palabras
y lo que da a entender con el sentido. La actitud era plenamente pedaggica, quiz por ello
nos dice Isabel Ura que en toda la obra est contenida la doctrina mariolgica, aun cuando
no sea perceptible a simple vista porque los smbolos y la lengua culta no lo permiten y hay
que escudriar en forma exhaustiva la forma discontinua en que se integra toda la
enseanza doctrinal a travs de la poesa.
103
El universo potico est hecho para que se resuelva a travs del ruego y de la
oracin, en especial la esperanza desde la fe, esto es, que la Virgen resuelva y con ello se
cumpla la razn de cada milagro como sucede en ste, el XXV. Sin embargo, habr que
precisar el imprescindible valor ideolgico cristiano que se maneja, el cual se define como
un sistema religioso con el apoyo de ideas filosficas sobre vida y muerte.
Se trata de un estadio de comportamiento moral donde la poesa se une a la doctrina
para ser el foco rector del mundo tico. Es canto religioso, narracin en cuaderna va,
historia de la cotidianidad, expresin de acercamiento a Dios; es cosmovisin en su
totalidad. No es slo tcnica, es estilo y visin de vida lo que se propone. La poesa de
103
Este concepto lo desarrolla Isabel Ura en la obra ya citada de Fernando Baos. p. XIV y XV.
83
Gonzalo de Berceo rebasa los lmites de su tiempo. Exalta el modelo de comportamiento
humano. Lo expresa en la estrofa 901:
Pidi culpa a todos los de la vezindat,
perdonronli todos de buena voluntat;
bes mano al bispo, fizo grand honestat,
fin al terer da, fizol Dios piadat.
104
En realidad est diciendo todos, y es la totalidad comn en ese mundo individualizado.
Pero la significacin va ms all todava. Pidi [ofreci] Tefilo una disculpa a sus
coetneos y a los venideros, por eso lo perdonaron. Cuando se dice que muri al tercer da,
sin duda nos recuerda un pasaje simblico de la Biblia. El nivel connotativo tiene alto grado
potico de significaciones sin precedentes. El Milagro XXV encierra en su construccin
una estructura base para el ars potica. Se trata de la seduccin persuasiva y de la reflexin
de este discurso, el nivel de verdad. Gonzalo de Berceo logra este fin de diversas maneras,
un ejemplo somero se da en la estrofa 23 del Prlogo, donde nos dice:
S, son las oraciones que faz Santa Mara
Que por los peccadores rruega noche y da.
105
Desde este momento el poeta nos habla de que la Virgen vive al pendiente de los humanos,
pecadores para buscar la salvacin de stos. El argumento literario va destinado a la fe
con la intencin de conmover al escucha, al lector; y se realiza en la calidad rtmica y
sonora que otorga significado especial. La estrofa 748 del Milagro XXV lo comprueba:
Ca en esso podremos entender e asmar
Qu vale la gloriosa qui la sabe rrogar
106
Otra vez el discurso y su estrategia pleno de cualidades ticas en lo que vale saber rogar a
la Gloriosa siempre Virgen Mara lo que implica fe, devocin, verdad. La estrategia del
104
Op. Cit. Berceo. p. 327.
105
Ibidem. Berceo. p. 95.
106
Ibidem. Berceo. p. 294.
84
poeta riojano es como se ha insistido buscar la unidad entre la lengua verncula y las
formas del latn con la finalidad de llegar a ms gente. Es un asunto sacro para ser vivido
como experiencia por cualquiera que lo pida con la misma fe que Tefilo. El topos es el
centro de dicha argumentacin, es lo sucedido lo que adquiere el valor sustancial:
Creo de Ihesu Christo enna Encarnain,
que nasi de Ti, Madre, por nuestra Redemptin [...]
107
En esta estrofa marcada con el nmero 838, Tefilo arrepentido ruega el perdn y ora por
ello. El lenguaje debe ser digno de crdito, contiene elementos que la comunidad comparte,
se trata de una cuestin profundamente humana.
En la antigedad de la rama latina se deca que el lenguaje era para realizar
divinsimas obras y por eso lo que nombraba el discurso tena que encantar, en esto
radicaba el lenguaje retrico, siempre y cuando existiera una verdad. Gonzalo de Berceo
logra este propsito en variadas ocasiones, una de ellas en el pasaje de la estrofa 888,
cuando advierte:
Dios que siempre desea salut de peccadores,
que por salvar a nos suffri grandes dolores,
La retoricidad aqu contiene un elemento pragmtico el cual dirige hacia la sociedad, de
nuevo se ve la estrategia psicaggica en la antigedad o capacidad del discurso en sus
tres deberes de officia: (docere, movere y delectare): ensear, emocionar y deleitar.
108
Con
Dios siempre desea se entiende, por sinonimia, la bondad divina porque l tambin sufri
grandes dolores. Y Tefilo por su error y con decir: que nos salva sabemos que se trata de
una enseanza que no deber ser olvidada. Hay con ello una motivacin profunda hacia el
pblico escucha. La retoricidad se abre en cuanto llega a la gente y sta retoma la
enseanza. La estrategia tambin ha cumplido su objetivo. Y para llegar a la totalidad de
sus propsitos es necesario remarcar que el discurso retrico est cargado de recursos
formales, tcnicos en lo metafrico, rtmico, persuasivo. Hay que sealar que el discurso
107
Ibidem. Berceo. p. 315.
108
Este tema lo desarrolla Aristteles en su Retrica. p. 43.
85
del lenguaje bajo la esttica de la clereca, no es para aprehender la realidad, sino para
suscitar un goce esttico, la realizacin de una necesidad humana en la fe; y se realiza en
tanto presenta un esquema perfecto en la trama: presentacin, conflicto y desenlace; la
Virgen vence al mal, es el triunfo de la Dama, lo femenino en estado de pureza cobra
sentido frente a la afrenta que haba representado la figura de Eva. Se ha dicho aqu que el
tema esencial de la conversin de Tefilo se debe a la fe y a la voluntad de ser salvado y
porque finalmente representa simblicamente la unidad espiritual. Mara Andueza dice a
propsito de lo doctrinal y religioso de este contexto: El poeta tampoco pretende hacerlos
propios y presentarlos como suyos, sino ms bien como sabidos por todos; est
comentando, compartiendo con otros verdades conocidas que se imponen por evidentes sin
necesidad de argumentos o pruebas. De ah su originalidad.
109
No debe perderse de vista que la visin del mundo de Berceo tiene un estricto
origen cultural, social y religioso, de un modo lo afecta la presencia del mundo islmico
cuya interpretacin bblica dista de la cristiana. En otro sentido, dentro de la misma iglesia
hay controversia, los ctaros que desean volver al rudimentario cristianismo y conflictan
al mundo cristiano desde dentro.
En los Milagros, Berceo quiere mediante los exempla, palabra potica, la retrica
del verso narrado de la cuaderna va, establecer la unidad religiosa, espiritual.
Para finalizar esta parte se expone la estructura del texto que en trminos generales
se desarrolla de la siguiente forma:
De la estrofa 748 a la 749 introduccin temtica con el sentido de la obra como doctrina
cristiana y culto mariano que debe aprender el pblico
De la estrofa 750 a la 755 descripcin de Tefilo
De la estrofa 756 a la 762 muerte del obispo, a Tefilo lo encumbran para obispo
De la estrofa 763 a la 765 el nuevo obispo comienza, Tefilo se encela y cambia su vida
De la estrofa 766 a la 771 descripcin del judo que representa el mal
De la estrofa 772 a la 790 Tefilo es vencido por la tentacin del mal, acude con el judo
para hacer tratos: vende el alma en un pacto a cambio de
poder y reconocimiento que est ms all de sus fuerzas
109
J orge Manrique. Coplas por la muerte de su padre el maestre de Santiago, don Rodrigo Manrique. p. 37.
86
De la estrofa 791 a la 792 Tefilo como vicario se vuelve orgulloso, malvado
De la estrofa 793 a la 795 J esuscristo se apiada de Tefilo y le hace ver su error
De la estrofa 796 a la 814 Tefilo se arrepiente de sus actos, busca el perdn de Dios por
intercesin de la Virgen Mara
De la estrofa 815 a la 822 Tefilo le ruega a la Virgen que lo perdone y le ofrece
penitencia por el pecado de apostasa que cometi
De la estrofa 823 a la 858 la Virgen Madre le habla a Tefilo, conversan, lo regaa, l le
habla sobre lo que le duele haber pecado, la Virgen al fin lo
consuela, le promete ayuda
De la estrofa 859 a la 875 la Virgen ayuda a Tefilo, pide a su hijo J esuscristo que lo
ayude, ella misma en un sacrificio de gran vala rescata la
carta del pacto y resuelve el asunto al vencer el mal
De la estrofa 876 a la 903 El obispo y el pueblo festejan lo acontecido, la Virgen ayud
a Tefilo por la fe de ste y se hace gran algaraba. La
enseanza doctrinal se ha cumplido. Muere Tefilo.
De la estrofa 904 a la 909 Berceo se dirige al pblico para enfatizar el milagro de la
Virgen en la doctrina cristiana, alude a los primeros versos
De la estrofa 910 a la 911 Gonzalo de Berceo ofrece una oracin final por los sucesos y
se encomienda a la Virgen para cuando llegue su muerte.
La personificacin de la fe en Tefilo y la derrota del mal bajo esta estructura, de acuerdo
con el anlisis, permite ver que lo relatado por el poeta adquiere sentido justo para la
intencin primaria de adoctrinamiento que busca en la palabra potica y as comunicar su
intencin. Se insiste en este aspecto unitario: el orador, la obra y el pblico. La obra del
Milagro XXV, cobra sentido entonces, porque la estructura retrica permite dilucidar que
hay un sentido de conciencia del hombre espiritual en tanto asume que es creacin divina.
El asunto ideolgico basado en conflicto mencionado, fundamenta la visin del mundo de
Berceo, a travs de la poesa.
87
7. Conclusin
a leyenda latina de Tefilo, como se sabe por las diferentes versiones que se
conocen, no contiene el carcter potico y religioso que Gonzalo de Berceo le dio
a su versin en lengua verncula en este Milagro XXV. Y de manera especfica
carece de la visin mundo que el clrigo posea en relacin con el conflicto social entre el
mundo material y el mundo espiritual que preocupaba a Berceo y que deseaba resolver
mediante la doctrina mariana a travs de la poesa.
Es la originalidad retrica y los valores poticos, lo que ha mostrado la estilstica al
presentar la visin del mundo de Berceo en el centro de este conflicto, tanto, que desde
stas crea su poema bajo las normas poticas del mester de clereca en los Milagros y son
los recursos poticos los que le permiten crear esta escena de mbito medieval como
modelo divino y espiritual a seguir.
El adoctrinamiento mariano se realiza con una doble condicin: la del amor de la
Virgen por los hombres y la conversin de stos en la fe para ser salvados del mal. Se
conjunta este propsito con la enseanza doctrinal desde la lengua verncula en el mester
de clereca. La intencin fundamental era volver al mundo espiritual, la unidad ideolgica
del amor cristiano. La construccin potica da cuenta de la intencin primordial del poeta.
En resumen, los recursos poticos que Berceo utiliza van de la mano con el asunto
religioso del culto mariano y no solamente subsumidos como simple catequesis, se trata de
los valores religiosos como fuente de salvacin. Es la visin del mundo medieval en
conflicto donde la Madre Gloriosa realiza los milagros, por ello representa la redencin
amorosa cristiana y por eso para Berceo es fundamental lo que hace Tefilo, ejemplo vivo
que por voluntad propia se arrepiente del pecado cometido. Se le perdona y se convierte
haciendo penitencia, entonces es ejemplo moral religioso, experiencia viva. Todo para que
los hombres de la poca creyeran y esto era la tarea de la iglesia en general. Pero que
creyeran convencidos y conscientes era labor de la predicacin narrativa de Berceo.
Para l, La Virgen Madre ha adquirido un carcter humanizado. En las apariciones
est el argumento, ella baja del cielo y ayuda al que le pide. Tefilo es el ejemplo de esta
invitacin espiritual de conversin. Se cumple el aveniment y consentiment que tanto
pregonaba Berceo en el prlogo. El poema adquiere sentido en cuanto que autor, obra y
L
88
escuchas, comparten una misma condicin de fe. Y tambin adquiere sentido porque el
discurso retrico ha sido en la palabra potica un acto comunicativo de comprensin.
En cada una de las partes del Milagro XXV hay una historia verdadera, base
narrativa que funda todo el contenido. En El Milagro de Tefilo, La estilstica nos ha
permitido desmembrar los elementos que constituyen el texto, el tejido, en su lengua
potica y verificar as el total de la estructura de la construccin potica en tanto sistema de
expresin. Por ello, el poeta expresa su sentir sobre el discurso en las dos primeras estrofas
del poema; luego propone el juego nodal del conflicto de la estrofa 772 a la 790; y
finalmente hay un desenlace de la 876 a la 903; la correlacin es perfecta, el poeta habla, la
obra ensea el culto mariano a travs de la palabra potica y el pblico es invitado a
consentir que lo sucedido a Tefilo se trata de una verdad. Esto hace que Tefilo sea el
smbolo de la unidad espiritual que busca Berceo. Identificacin con el personaje y
convencimiento son lo esencial.
As mantiene una serie de hechos que conducen al propsito final para Berceo: a) la
comprensin mediante la fe del culto mariano, a travs del discurso potico (815-822); b)
hay una interpretacin del espacio y tiempo sucedneos puesto que el orden de lo religioso
est presente en todos los aspectos de la vida social as como el arte y la poesa. Es la Edad
Media del siglo XIII en su contexto social (756.762) y (876-903); c) los indicadores
contextuales se denotan en la vida de Tefilo, hombre bueno como se le describe, que cae
pero que al final el pueblo festeja su reconvencin (750-755) y (876-903); d) la expresin
de sentimientos es ms que notoria, comienza con la voz del poeta que requiere se le crea lo
que narra por ser asunto verdadero, luego la historia en s, el hombre que peca, el
dramatismo del arrepentimiento para asegurar la intencin y la alegra de Tefilo al verse
liberado del mal. Todo con la ayuda de la Virgen como acto que proviene de lo divino hasta
convertirse en acto humano, sacrificio amoroso (748-749) y (904.909); e) la funcionalidad
temporal est ms que expuesta, es la mentalidad medieval en todo su esplendor (772-790);
f) el eje temtico mantiene la unidad del poema sin desvos de ninguna naturaleza, se
cumple la funcin potica y la intencin narrativa a un tiempo; el universo semntico est
en armona perfecta con el discurso, de hecho, la clereca en todos sus elementos lo sustenta
y magnifica (910-911).
89
Desde el anlisis estilstico y con apoyo de estas estructuras cabe mencionar que
primero se parti de una serie de elementos formales extrados de los versos de los
Milagros y se desglos el sistema expresivo para dar cuenta de la relacin de sus partes. De
esta manera, se demuestra que la visin potica de Berceo est presente en el total de la
obra y que el culto mariano como sentimiento social y pensar ideolgico de Berceo se
expone y ensea mediante los recursos literarios de la retrica. Es la poesa en lengua
verncula el camino establecido, es la expresin potica en funcin del culto mariano lo de
mayor trascendencia. Ah est la profundidad de Gonzalo de Berceo. Ah tambin su
herencia fundadora de una tradicin inconmensurable: la poesa.
90
Obras consultadas
Bibliografa directa
Berceo, Gonzalo de. Milagros de Nuestra Seora. Edicin, introduccin y notas de J uan
Carlos Bayo e Ian Michael. Madrid: Castalia, 2006.
. Obras completas. Ed. y Prl. Carlos Clavera y J orge Garca Lpez. Madrid:
Biblioteca Castro, 2003.
____. Milagros de Nuestra Seora. Edicin, prlogo y notas de Fernando Baos, con un
estudio preliminar de Isabel Ura. Barcelona. Crtica, 1997.
Bolao e Isla, Amancio. Gonzalo de Berceo. Mxico: Porra, 2003.
Gariano, Carmelo. Anlisis estilstico de los Milagros de Nuestra Seora de Berceo.
Madrid: Gredos, 1965.
Ura, Isabel. Panorama crtico del mester de clereca. Madrid: Castalia, 2001.
91
Bibliografa indirecta
Alonso, Amado. Materia y forma de la poesa. Madrid: Gredos, 1986.
Alonso, Dmaso. Tercer conocimiento de la obra potica. En Poesa espaola. Ensayo de
mtodos y lmites estilsticos. Madrid: Gredos, 1993.
____. De los siglos oscuros al de oro. Madrid: Gredos, 1971.
Alvar, Manuel. El dialecto riojano. Mxico: Universidad Nacional Autnoma de Mxico,
1969.
Aristteles. Arte potica. Arte retrica. Mxico: Porra, 2005.
Artiles, J oaqun. Los recursos literarios de Berceo. Madrid: Gredos, 1964.
Bachelard, Gaston. La llama de una vela. Mxico: Universidad Autnoma de Puebla, 1986.
Barcia, Pedro Luis de. El mester de clereca. Buenos Aires: Centro Editor de Amrica
Latina, 1967.
Barnay, Silvie. El cielo en la tierra. Las apariciones de la Virgen en la Edad Media.
Prlogo de J ean Delumeau. Traduccin Antonio Gabriel Rosn. Madrid: Encuentro
Ediciones, 1999.
Barroso, J os. Sobre la comprensin potica: Berceo, Garcilaso, Alexandre. Madrid:
Literatura y Debate Crtico, 2001.
Bguin, Albert. Creacin y destino. 1. Ensayos de crtica literaria. Mxico: FCE, 1986.
Cacho Blecua, J uan Manuel. La ambivalencia de los signos: el monje borracho de
Gonzalo de Berceo (milagro XX). En Lillian von der Walde Moheno (edit). Propuestas
terico-metodolgicas para el estudio de la literatura medieval. Mxico: Universidad
Autnoma de Mxico / Universidad Autnoma Metropolitana, 2003.
Carmona, Fernando, Carmen Hernndez, J os A. Trigueros. Lrica romnica medieval.
Murcia: Univerdidad de Murcia, 1986.
Carmona Fernndez, Fernando. La mentalidad literaria medieval. Siglos XII y XIII. Murcia:
Universidad de Murcia. Servicio de Publicaciones, 2001.
Cohen, Gustave. Literatura cristiana medieval. Andorra: Editorial Casal I Vall-Andorra,
1958.
. Historia de la prosa medieval castellana. T. 1. La creacin del discurso prosstico:
el entramado cortesano. Madrid: Ctedra, 1998.
92
Histoire de la France litteraire. T.1. Naissances, renaissances, Moyen Age- XVI sicle.
Paris : Quadrige / PUF Universitaires de France, 2006.
Gandersheim, Hrotsvitha de. Las ocho leyendas. (Trad) Luis Astey V. Mxico: El Colegio
de Mxico, 1999.
Gmez Redondo, Fernando. Poesa espaola. Edad Media: juglara, clereca y romancero.
Vol. 1. Barcelona: Crtica, 1996.
____. El fermoso fablar de la clereca: retrica y recitacin en el siglo XIII. En
Lillian von der Walde Moheno (edit). Propuestas terico-metodolgicas para el estudio de
la literatura medieval. Mxico: Universidad Autnoma de Mxico / Universidad Autnoma
Metropolitana, 2003.
Jeux et Sapiense du Moyen Age. Texte tabili et annot par Albert Pauphilet. Paris :
Gallimard, 1951.
Lapesa, Rafael. Historia de la lengua espaola. Madrid: Gredos, 1981.
Lpez Estrada, Francisco. Introduccin a la literatura medieval espaola. Madrid: Gredos,
1983.
Lpez de Mendoza, igo. Marqus de Santillana. Carta al illustre seor don Pedro muy
magnfico Condestable de Portugal. En Prohemios y cartas literarias. Ed. Miguel Garci-
Gmez. Biblioteca de la Literatura y el Pensamiento Hispnicos, 60. Madrid: Nacional,
1984.
Manrique, J orge. Coplas por la muerte de su padre el maestre de Santiago, don Rodrigo
Manrique. Edicin, estudio y notas de Mara Andueza. Mxico: Universidad Autnoma
Metropolitana, 1996.
Martnez Lpez, Miguel. Y seris como dioses. Estudio sobre Christopher Marlowe y
doctor Fausto. Granada. Universidad de Granada, 1995.
Montoya Martnez, J ess e Isabel de Riquer. El prlogo literario en la Edad Media
Madrid: Universidad Nacional de Educacin a Distancia. Andaluca, 1998. p. 230.
Olivares Zorrilla, Roco. La imagen luminosa en dos obras de Gonzalo de Berceo. Tesis
presentada en 1987 en la Facultad de Letras Hispnicas de la UNAM. Director de tesis:
doctor J os Antonio Mucio.
Oyola, Elicer. Los pecados capitales en la literatura medieval espaola. Barcelona: Puvill
Editor, 1979.
Pascual Bux, J os. Las figuras del sentido. Ensayos de potica semiolgica. Mxico: FCE,
1984.
93
Quevedo, Francisco de. Poesa selecta. Edicin, bibliografa y notas de La Schwartz e
Ignacio Arellano Ayuso. Barcelona: PPU (Promociones y Publicaciones Universitarias,
1989.
Reyes Coria, Bulmaro. Lmites de la retrica clsica. Mxico: UNAM, 2004.
Reuter, J as. Fausto, el hombre. Mxico: FCE, 1985.
Rico, Francisco. Historia y crtica de la literatura espaola. Alan Deyermond. Edad
Media. Barcelona: Crtica, 1980.
Robert Curtius, Ernst. Literatura europea y Edad Media latina. Mxico: FEC, 1975.
Vias Piquer, David. Historia de la crtica literaria. Barcelona: Ariel, 2002.
Vossler, Karl. Formas poticas de los pueblos romnicos. Buenos Aires: Losada, 1960.
Yllera, Alicia. Estilstica, potica y semitica literaria. Madrid: Alianza Editorial, 1974.