Título: Cuentos inquietantes
Autor: Edith Wharton
Páginas: 329
Año de edición: 2015
Género: Narrativa
Opinión personal
Antes de nada, puesto que seguramente esta sea la última entrada del año que publique, aprovecho la ocasión para desearos unas felices navidades. Y más que felices (pues las circunstancias no pueden ser más extrañas), que sean tranquilas, sin sobresaltos, os deseo salud para cada uno de vosotros y para los vuestros, que al fin y al cabo es lo que importa.
Bueno, es el tercer libro que leo de esta editorial tan estilosa y con tan buen gusto. Deseaba volver a reencontrarme con su autora, que ya hace unos añitos me conquistó con Ethan Frome, y qué mejor manera de hacerlo que a través de esta antología.
El libro empieza con un prefacio escrito por la propia traductora del libro, titulado La retórica del miedo, donde se nos explica que los relatos que componen esta selección podrían englobarse en dos grupos: los de tintes paranormales o sobrenaturales, y los de carácter cotidiano, donde el conflicto subyace en la psique de los personajes, cuyos miedos y dilemas afloran ante situaciones perturbadoras.
Os aconsejo que os lo saltéis y lo leíais al final, tal como yo hice, porque se detiene a analizar los distintos relatos y, aunque es de forma muy brevemente, dando dos o tres pinceladas, le quita cierta sorpresa a la hora de encarar el libro sin saber de qué va.
Cuentos inquietantes se compone de 10 relatos. Paso a comentaros por encima qué me parecieron...
-La plenitud de la vida. El alma de una mujer recién llegada al cielo empieza a conversar con el Espíritu de la Vida, rememorando su paso por la Tierra, haciendo balance de lo que ha sido para ella.
"-Y, pese a ello, ¿apreciabas a tu marido?
-Has dado con la palabra exacta. Le apreciaba, sí, pero lo mismo que apreciaba a mi abuela, la casa en que nací o a mi antigua niñera. ¡Oh, sí, le apreciaba!, y se nos consideraba una pareja muy feliz. Pero a veces pienso que la naturaleza de la mujer es como una casa con muchas habitaciones: está el recibidor de entrada por el que pasa todo el mundo para salir o entrar, el salón en el que una recibe a las visitas formales, la sala de estar donde los miembros de la familia vienen y se van a su antojo... Pero más apartadas, mucho más apartadas, hay otras habitaciones cuyos picaportes nunca se hicieron girar para abrir sus puertas. Nadie conoce el camino para acceder a ellas, nadie sabe a dónde conducen. Y en la habitación más recóndita de todas, en el santuario de santuarios, el alma se sienta sola, aguardando el sonido de unos pasos que nunca llegan."
A pesar de lo breve que es, me gustó la idea que plantea. El final me pareció tierno e inesperado. Mi segundo relato favorito.
9/10
-Un viaje. Transcurre en un vagón de tren, donde una mujer y su marido enfermo viajan ante las miradas incisivas e indiscretas de otros pasajeros. Un relato con un clímax bastante angustioso.
7/10
-Un cobarde. Un hombre de personalidad ausente y apesadumbrada, marcado por un trauma del pasado, acaba desahogándose con el pretendiente de su hija, un joven formal que empieza a frecuentar su casa. Porque, qué cierto es que a veces el sincerarnos resulta más fácil con alguien desconocido.
7/10
-La duquesa orante. Historia dentro de otra historia. Cuenta la desgraciada vida de una duquesa cuyo marido se la pasa casi todo el tiempo en viajes de negocios, y cómo esta termina refugiándose en un fervor religioso que la lleva hasta límites insospechados.
7/10
-La misión de Jane. Un matrimonio ya mayor donde ninguno de los dos ha estado nunca demasiado unido al otro, experimenta un cambio significativo. A ella, después de una vida sin mencionar nada sobre la posibilidad de tener hijos, de repente se le despierta el instinto maternal y se emperra en querer adoptar a una niña. Él, sin demasiada ilusión por dicho asunto, termina accediendo con tal de no darle un disgusto.
"Su esposa se detuvo al fin en una de las salas, junto a una cuna blanca. En la cuna había un bebé de un año, según le informó la enfermera, aunque a Lethbury le pareció un simple fragmento de humanidad sin fecha que se perfilaba contra un fondo de conjeturas. (...) Alzó la vista para atender una pregunta de Lethbury, pero, cuando sus miradas se encontraron, este advirtió que ella había dejado de verle, que se había vuelto tan invisible para su esposa como ella lo había sido para él durante mucho tiempo. Tuvo que dirigir su pregunta a la enfermera:
-¿Cómo se llama el bebé?
-Nosotras la llamamos Jane -respondió aquella."
Seremos testigos de cómo la recién llegada va creciendo, pasando de niña a mujer, de cómo estos se manejan como padres, y de cómo la vida les cambia desde la llegada de Jane, aunque no necesariamente para bien. Me reí mucho con este relato, está contado con una ironía exquisita. Mi favorito de toda la antología.
9/10
-Los otros dos. Un hombre enamorado de su prometida, espera con ilusión la llegada de la boda, al caer en pocas semanas. Ya ella estuvo antes casada en dos ocasiones. Por circunstancias ajenas a él, en el transcurso de pocos días acabará coincidiendo con los dos exmaridos de su prometida, viéndose obligado a intimar más de lo que le gustaría.
Me pareció muy curioso cómo el protagonista, en un esfuerzo por no perder las formas, se ve envuelto en una situación de lo más absurda e incómoda.
8/10
-El mejor hombre. Un senador acaba de salir reelegido para desempeñar su cargo durante un tiempo más. Lo que debería ser un motivo de celebración, acaba convirtiéndose en algo agridulce, cuando descubre cierta conspiración y corruptela en la que su propia esposa parece estar implicada. Él, el ahora hombre más poderoso tras las elecciones, es el último en enterarse de cómo en verdad son las cosas.
Posiblemente el relato que me dejó más frío.
6/10
-El veredicto. Tras casarse con una mujer rica, un famoso pintor deja de lado el mundillo, abandonándose a una vida de lujos y comodidades. Un buen día un amigo suyo va a visitarlo y, en un momento de intimidad, el pintor, en un alarde de sinceridad, termina confesándole el verdadero motivo por el cual dejó de pintar cuadros.
Un relato que reflexiona sobre la sobrevalorada e inmerecida fama en el mundo del arte, la pomposidad y la moda, lo que en un momento dado marca tendencia, más allá de la auténtica belleza.
7/10
-Después. Un matrimonio americano se muda a un viejo caserón inglés, destartalado y frío, y juntos lo reforman hasta acondicionarlo a su gusto. La leyenda cuenta que con la compra de la casa también viene un fantasma. Lo que en principio resulta un ingrediente simpático y llamativo para sus nuevos propietarios, con los años termina convirtiéndose en algo anecdótico, pues se quedan con las ganas de ver a dicho fantasma. Pero ¿realmente llegó a existir o solo era una leyenda con gancho para atraer a curiosos? Bueno, las apariencias engañan.
El final me supo a poco. Lo mejor del relato es la ambientación de esta casa, que cobra gran protagonismo, y que me atrevería a decir que es en la que se inspira la portada del libro.
7/10
-La botella de Perrier. Un hombre recorre el desierto hasta llegar a un castillo, donde espera reunirse con un amigo, el dueño de esta propiedad en mitad de un lugar de ensueño. Pero cuando llega algunos de los criados le informan que el señor ha salido, enrolándose en una expedición arqueológica que lo llevará algunos días. Paciente, nuestro protagonista decide esperarlo, hospedándose en el castillo. Pero los días pasan lentamente y el otro no regresa.
Durante su estancia toma confianza con el mayordomo, un hombre extraño y reservado que empieza a ejercer sobre él una poderosa influencia.
Me metí por completo en esta historia, mi tercer relato favorito.
8/10
.....
Salvo uno, todos los relatos que se recogen en esta antología son inéditos en nuestro país, nunca antes habían sido traducidos en español.
El estilo de la autora es delicado, culto, a veces enrevesado y lleno de sutilezas, pero en general un gusto para aquellos que os deleitáis cuando profundizan en la mente de los personajes.
Si tuviese que sacarle un solo pero al libro sería las erratas que encontré en diversas ocasiones, no ortográficas, sino en algunos diálogos, que a veces, a través de un punto y seguido, se juntaban con el propio texto de narrador omnipresente, creando cierta confusión. Para el elevado precio de estos libros, son cosas que no deberían ocurrir.
Por lo demás, la edición es preciosa. El principio de cada relato viene acompañado de una ilustración, que ambienta de forma exquisita el contenido de los mismos.
Si disfrutáis con los relatos, y sois fans de la autora, os recomiendo esta antología, sus cuentos inquietan, te llenan de curiosidad, unas veces provocan angustia, otras sonrisas, y hasta interesantes puntos de vista dignos de consideración. Es mi segundo acercamiento a Edith Wharton, pero sin duda repetiré con ella. Casi toda la obra de esta autora me atrae, algo que no me sucede con otras escritoras clásicas.