Pues sí, amigos, así han sido las cosas y así se las cuento.
Por circunstancias he tenido que ir a la sierra de Madrid a recoger una documentación. Era mi intención, tras hacer las gestiones, aprovechar y hacer una ruta por Guadarrama. Niebla y lluvia me han hecho desistir de meterme en fregados de envergadura, no sin antes hacer un ¨pateo¨ más excursión que ruta, entre el Puerto de los Leones y Peguerinos (no mandé mis patas a luchar contra los elementos). Así que pensando en Felipe II he decidido cerrar 2 cuentas pendientes: El Valle de los Caídos y El Escorial. Un poco de cultura tampoco me iba a matar...
El Valle, espectacular, impresionante. No me esperaba tanto. Estaba cerrado el interior por obras y sólo he podido pasear por el exterior. Digno escenario para hacer películas. Arquitectura perfecta. Paisaje espectacular. Tremenda simetría. No os lo perdáis, de verdad. Olvidaos de si Franco y de si franca y vedlo si tenéis ocasión. He entrado gratis, por obras no cobraban. Imprescindible vehículo propio o excursión organizada de las que te venden tuperwares en el autobús o de otro estilo.
Multiplicad por 10 para El Escorial lo que he dicho para El Valle. Y metámonos en harina: llego a las proximidades del Escorial y aparco. Ojo a los parquímetros que te meten un sablazo de alucinar, del orden de 6 € por 2 horas o así (no recuerdo cierto porque me he ido a aparcar gratis ¨100 metros más allá¨) y además sin franja gratis durante la hora de comer. El caso es que aparco, me dirijo al Escorial, me hallo ya en el patio, cuando veo que hay un colegio privado ocupando el edificio del Escorial. Me quedo un tanto confuso: ¿Un negocio privado en patrimonio público nacional? Pienso que debe ser una concesión real, que no habrá empezado la esperancita madrileña o el zetaparo nacional a privatizar el Escorial (O Carord Rovira en una descubierta en tierras castellanas), espero... En esto que estoy pensando, cuando sale una chica de mediana edad del colegio. Me permitiréis que sea elegante y no la describa físicamente más que en lo coyuntural: aspecto normal, vestida ligeramente informal y entre la treintena y la cincuentena. ¨Pinta de profe¨, he pensado. Así que le he preguntado:
-Perdona... ¿Eres profesora de aquí, o algo?
-No... pero... ¿por qué lo preguntas? (sonrisa afable)
-Pues... me preguntaba cómo es posible que un colegio privado esté ocupando patrimonio nacional.
-(De nuevo sonrisa afable) Ahh... Pero esto es de hace mucho tiempo...
-¿Alguna concesión? He supuesto eso...
-Sí, mi abuelo se lo cedió a los agustinos ya hace muchos años porque... (le corto)
-Perdona... ¿tu abuelo?
-Sí, Alfonso XIII, yo soy Blanca de Borbón. (reprimo un ¨¡La hostia!¨)
(Y en su lugar respondo un ¨campechano¨):
-Vayaa... Jajajajaja. Pues desde luego le he preguntado a la persona más adecuada...
Seguimos andando juntos en dirección a la puerta de entrada de la taquilla para visitas del monasterio. Me comenta datos triviales acerca de que ha ido al colegio para arreglar asuntos. No voy a contar indiscretamente yo lo que simpáticamente me ha contado mientras andábamos; mi odio a la monarquía no alcanza a lo personal y esta persona ha sido maja. Llegado un momento me dice con una sonrisa: ¨Bueno, encantada pero tengo un poco de prisa¨ y le digo que gracias por la información y me despido igualmente.
Entro a ver el Escorial ¿hay mayor símbolo de lo monárquico? y pienso que mejor ambientación no puedo haber tenido, habiendo compartido 100 metros de charla con una de las últimas descendientes de tan decadente especie. Si llega pronto la revolución espero que no la pillen hordas incontroladas.
Posibilidad de que me haya tomado el pelo gratuitamente una señora de mediana edad: lo dudo. Demasiada seguridad, demasiada campechanía bien llevada. Tablas de nacimiento.
Era realmente campechana. Lo juro.
Pd: El Escorial gratis también: los miércoles es el ¨día del espectador¨: los ciudadanos de la unión europea entran gratis, imprescindible enseñar el carnet de identidad.
Creo que lo que me he ahorrado en cultura me lo voy a gastar en cervezas; demasiada cultura confunde a las buenas gentes de Dios.
El Desclasado ha hablado.
Momentos especiales
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Hay momentos que, ante tanta belleza e inmensidad, una podría esperar
sentirse pequeña e insignificante y, sin embargo, la sensación que nos
embarga y...
Hace 2 semanas
"Entre la treintena y la cincuentena", ja, ja...se ve que la espectacularidad del valle te transtornó.
ResponderEliminar...Y era campechana, tú (con voz de Eugenio)
:-))
Tremendo! Impresionante!.
ResponderEliminarLo de la cruz y la simetría no...Lo de que aquí no hubiera tropecientos comentarios, quiero decir.
Dejo este para que no sea sólo Blue, que tu churri va a empezar a sospechar ver tanto a Blue por aquí. Así que esto lo hago por ti, por si se asoma que vea que hay dos comentarios, no uno... y que uno tiene nombre de chico.
Ala. Buenas noches.
Jajaja, que llevaba el blog 20 días...
ResponderEliminarBlue, lo de entre la treintena y la cincuenta era por un lado para camuflarla y por otro porque ese tipo de personas taaaaan arregladas de todo se quedan en una edad indefinida.
No, si a mí me encanta...Cuando me pregunten la edad voy a decir: entre 30 y 50, ja, ja.
ResponderEliminarTan pancha