LO QUE QUEDA POR VIVIR
Para que no crean que voy a morirme,
me pasa todo lo contrario,
sucede que voy a vivirme,
sucede que soy y que sigo.
Se trata de que tanto he vivido
que quiero vivir otro tanto.
Pablo Neruda
LO QUE QUEDA POR VIVIR
Para que no crean que voy a morirme,
me pasa todo lo contrario,
sucede que voy a vivirme,
sucede que soy y que sigo.
Se trata de que tanto he vivido
que quiero vivir otro tanto.
Pablo Neruda
Las expectativas demasiado elevadas rara vez se cumplen y suelen generar decepción; en cambio, expectativas moderadas suelen conducir a una satisfacción mayor de la prevista.
Nuestra cultura sobreestima el protagonismo que ejerce el éxito en la felicidad. Incluso aunque el éxito parezca incidir en ella, su impacto y efecto a largo plazo es menor, cuando se compara con factores más influyentes, como la calidad de la vida familiar y social.
Se considera equivocadamente que la felicidad es resultado de una vida exitosa y, dado que el éxito se alcanza tras años de sacrificio y trabajo, la gente percibe la felicidad como algo que tuviera que remitir para más tarde, en espera de que ese éxito se cumpla. La gente feliz no cae en esa trampa cultural; no espera la oportunidad de ser feliz. Considera la felicidad como una especie de viaje, más que como un lugar al que llegar. El secreto de una vida más feliz descansa generalmente en el presente y no en un futuro incierto y continuamente pospuesto.
Alguien feliz logra lo que quiere porque quiere aquello que es capaz de lograr. Escoge objetivos a su alcance, obteniendo así logro tras logro. La gente infeliz alberga ambiciones imposibles de alcanzar y percibe su vida como una cadena de fracasos. La felicidad está asociada más a éxitos en la consecución de objetivos alcanzables, que a fracasos obtenidos por buscar imposibles.
Desarrollar un pensamiento positivo y optimista: Una mentalidad positiva y optimista es quizá el rasgo más característico de la gente feliz.
El optimismo es una interpretación positiva de los acontecimientos. Lo que determina la felicidad no es lo que se tiene, sino cómo se percibe lo que se tiene.
El optimismo es una actitud perceptiva que centra la atención de alguien. Una persona termina por lograr lo que busca. En el mundo se producen suficientes cosas buenas y suficientes malas como para permitir a cada uno concentrar sus preocupaciones sobre cada una de esas realidades. Si alguien busca cosas negativas en la vida, dispondrá de suficiente material para hacerlo, lo cual también sirve para los asuntos felices.
El optimismo es una predicción que se realiza por sí misma. Si uno trata de que algo funcione bien, su propio comportamiento aumentará la probabilidad de conseguirlo.
El optimismo es una creencia del tipo «Ocurra lo que ocurra, será para bien». La interpretación puede acabar siendo más fuerte que la realidad. Sea cual sea la circunstancia, las emociones de una persona no deben ser necesariamente dictadas por la situación. Una persona es siempre (potencialmente) libre de escoger hasta qué punto se va a sentir feliz.
Estar centrado en el presente: Las personas felices se vuelcan en el presente y parecen extraer el máximo placer de las oportunidades cotidianas. La felicidad se encuentra más fácilmente en el aquí y ahora. La gente feliz valora más sus días que la infeliz, sobre todo porque su atención no está teñida por los pesares y lamentaciones del pasado o por las incertidumbres del futuro.
Trabajar en busca de una personalidad sana: La gente feliz se encuentra mentalmente sana y más libre que la población en general de padecer cualquier padecimiento psicológico. Se ama (tiene un concepto positivo de sí mismo), se acepta (adecuándose a sus imperfecciones e insuficiencias personales), se conoce (con lo que toma decisiones adecuadas), se ayuda (tiene costumbres y capacidades de auto-suficiencia que le permiten alcanzar el éxito en la vida de un modo autónomo).
Desarrollar una personalidad atractiva: La felicidad parece ser más acentuada en quienes gozan de una vida social activa, con una personalidad atractiva, tanto en el plano cognitivo como en el plano del comportamiento.
Ser uno mismo: Las personas felices tienden a seguir siendo ellas mismas. Términos como natural, espontáneo, auténtico, sincero, honrado, expresivo, franco, leal, abierto, tienen que ver con este hecho. La autenticidad es particularmente importante en el amor y la amistad: Cuando alguien se expresa honradamente, las cosas suelen funcionar más a menudo a su favor que en el caso contrario. Para encontrar gente que pueda amarnos tal como somos, tendremos que presentarnos tal como somos desde el primer momento. Además, los lazos de la pareja y de la familia parecen ser la fuente de felicidad más importante, independientemente de la renta o el nivel social.
Reflexionar sobre la felicidad: La gente más feliz atribuye mayor importancia a la felicidad, de lo que lo hacen otras personas. Además, parece haber reflexionado mucho sobre el tema, tiene una intuición penetrante sobre las fuentes fundamentales de la felicidad, una mayor sensibilidad para con las emociones felices y una mejor apreciación de éstas en su vida. El logro de felicidad puede estar estrechamente ligado a la importancia del deseo de ser feliz y al valor que cada cual le atribuye. En este sentido, es un objetivo posible, nada diferente de otros objetivos que una persona pudiera plantearse. La persona que tiene más oportunidades de alcanzarla es aquélla que piensa en su objetivo y que lo ha analizado exhaustivamente, aquélla que realiza mayores esfuerzos y aquélla, sobre todo, que posee una información acertada sobre el modo de lograrlo.
El escritor Maurice Maeterlinck nació en Gante (Bélgica),
el 29 de agosto de 1862,
y murió cerca de Niza, el día 6 de mayo de 1949.
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(Fotografías de Aletxu Epelde: Cielos de White Sands, en Nuevo México)