Mi visita al Museo Carmen Thyssen
Ayer sábado visité el Museo Carmen Thyssen de Málaga (web), que con motivo de su apertura ha dispuesto tres días de puertas abiertas. No voy a entrar aquí a juzgar la calidad de las obras expuestas, ya que no me considero un experto en arte, sino solo alguien que quiere disfrutar del mismo. Para empezar diré que los rótulos con los títulos, autor, fecha y técnica empleada en las obras solo estaban en español. No sé, pero si uno quiere atraer turismo extranjero, como por ejemplo el procedente del turismo de cruceros que se pretende estimular en el Puerto de Málaga, como mínimo debieran de estar también en inglés, ¿no?
Y los restos romanos hallados en el subsuelo, no sé si los han tapado o si se podrán visitar algún día. Desde luego, según el ascensor, hay una planta más por debajo del nivel de la calle, pero que no figura en el folleto. ¿Qué nos dice la propia página web del museo? Lo siguiente: "el visitante accede a la historia de Málaga a través de las vistas inéditas que ofrece el mismo recorrido expositivo, que, igualmente, integra el yacimiento arqueológico que da acceso a los orígenes de la ciudad" y "en los sótanos intercomunicados de los espacios expositivos, el yacimiento de época romana aparecido, que data del siglo III d. C., permite apreciar construcciones propias de la industria de salazones junto a otras de carácter doméstico. Entre estos restos arqueológicos hay que destacar la presencia de un ninfeo con pinturas romanas originales, así como restos de una necrópolis, probablemente de época bizantina". Pues mira, estarían en la planta de subsuelo, porque no vi nada. Y en el folleto, tampoco dice nada al respecto. Igual es que aún no está habilitada esa zona para la visita.
Y es que han ido con muchas prisas: el museo se ha inaugurado sin que las obras (ni la web) estén completamente acabadas, e igual no tendríamos que llamarle "museo" todavía, ya que la documentación para pedir tal denominación se envió apenas dos días de la gala de inauguración. Y todavía habrá de estudiarse para que sea inscrito en la Red Andaluza de Museos y pueda ser considerado como tal. Ya se sabe: se acercan las elecciones locales, con ellas la fecha límite para que un acto oficial pase a considerarse propiamente propaganda electoral, y por supuesto el Ayuntamiento de Málaga (PP), como otros muchos, ha querido apurar los plazos hasta el final. Este artículo de El País cita el caso del museo, pero no el del Palmeral de las Sorpresas, por ejemplo, en el que también se ha ido un poco a contrarreloj y donde el lucimiento pretendía ser sobre todo para la Junta de Andalucía y la candidata del PSOE a la Alcaldía malagueña.
En el ascensor, el botón de la tercera planta está tapado. La tercera planta debe albergar las exposiciones temporales. Esto para mí tiene un inconveniente: ¿qué pasa si ya has visto, como es mi caso, la exposición permanente y solo quieres ver la temporal? Pues ahora mismo tendrías que pagar entrada por la muestra completa aunque solo fueras a coger el ascensor y llegar a la tercera planta. El acceso a la misma por escalera está bloqueado con un cordón. ¿Podrían haber puesto la sala de exposiciones temporales en la planta baja o cobrar diferente? En los Museos Picasso de Barcelona y Málaga hay precios distintos por si quieres verlo todo, solo las colecciones permanentes o solo las exposiciones temporales. Me dirán ustedes que me quejo por tontería (la entrada general valdrá 6 euros y la reducida 3,50 euros), pero es un detalle.
Lo peor es lo de las fotos. Vale que los folletos, en su parte posterior, indican que no se permite hacer fotos ni vídeos, ni el uso de teléfonos móviles en el interior de las salas. Pero el caso es que esas mismas condiciones generales están en un panel enorme... que solo tuve oportunidad de ver al final de la visita, al lado de la tienda. Al entrar no se aprecia. Y desde luego esas prohibiciones respecto a la toma de imágenes y el uso de teléfonos móviles no se están respetando en estos tres días. Durante mi recorrido vi a un montón de visitantes tomando fotografías de las obras, incluso con flash. Y ninguno de los guías o empleados les detuvo. Ni a mí, que me limité, con el teléfono, a mandar un par de tuiteos y a sacar alguna foto desde los patios, no en las salas. Veremos si la cosa cambia a partir del lunes.
Las obras que más me gustaron estaban justamente al final, en la segunda planta. Es lo que tiene la ordenación cronológica que sigue la mayor parte de la colección, claro. Esa segunda planta alberga las obras más "modernas": Darío de Regoyos, Julio Romero de Torres, Ignacio Zuloaga, Joaquín Sorolla ("El patio de la Casa Sorolla") o Muñoz Degrain ("Marina. Vista de la bahía de Palma de Mallorca"). Yo tardé aproximadamente dos horas y veinte minutos en recorrer el museo. Lo digo por si se piensan pasar. Claro que yo soy de los que se para al menos un minuto delante de los cuadros. Y si no, visiten el centro histórico de Málaga sin más, que es bien bonito.
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