El mensajero por encima del mensaje
Esto de escribir cuando te sientes mal y/o no puedes dormir es de lo más divertido. Bueno, venga.
El caso es que el presidente del Gobierno ha sido entrevistado este viernes en el complejo de La Moncloa por los cuatro locutores estrella de la Cadena SER: Carles Francino, Àngels Barceló, Gemma Nierga y Montserrat Domínguez. La entrevista en sí no ha sido nada del otro mundo, es más, se diría que ha sido más de lo mismo. Zapatero diciendo que "no habrá más recortes pero puede haber más reformas", que no siente que haya traicionado sus principios (¿qué principios?), cuando muchos pensamos que sí ha sido así, y defendiendo por enésima vez que su Gobierno sigue dando prioridad al gasto social a pesar de los ajustes. Pues entonces que alguien me explique cómo es posible que España esté a la cola de Europa en la inversión en materia social. El PIB español es el 94% de la media europea de los quince. Sin embargo los gastos sociales de España representan sólo el 74% del gasto medio europeo. Por supuesto, estoy con los sindicalistas que han gritado lo de "¡Zapatero, dimisión!", pero les digo: ¡Ya era hora!
Pero aunque parezca lo contrario, no estoy aquí para comentar lo dicho en la entrevista de marras, sino para denunciar la actitud de la Cadena SER, el autobombo que ha generado en la promoción de la entrevista, sobre todo el tratamiento ofrecido en su página web. La conclusión que he sacado es sencilla: los cuatro locutores eran, para la web de la SER, más importantes que el entrevistado. Algo imperdonable si se pretende hacer periodismo serio y de calidad. La noticia no era tanto que Zapatero concediera la primera entrevista del curso político sino que esas cuatro estrellas radiofónicas se desplazaban a La Moncloa a entrevistarle. El periodista nunca debe ser el protagonista de la noticia que está contando. ¿Y Paco González y Pepe Domingo Castaño, me dirán? Bien, es que en ese caso ellos eran la noticia.
Así estaba la portada de la web de la SER en las horas previas a la entrevista:
¿Lo ven? Los entrevistadores por encima del entrevistado. ¿Ven la ventanita azul de la derecha, con las cuatro caras? Es el anuncio que figuraba al mismo tiempo en la web, compuesto por siete imágenes, que en orden de aparición eran las siguientes:
Sí, primero una imagen del presidente, pero después el mensaje que te queda es: "vale, sí, entrevistamos a Zapatero, pero los importantes, los protagonistas, somos nosotros, no él". O estas cuatro personas tienen el ego muy alto o alguien en la SER ha olvidado en qué consistía esto del periodismo. Alguien de muy arriba.
Ah, la entrevista y su reflejo en prensa se pueden consultar, si gustan, aquí, aquí, o por supuesto en la web de la Cadena Ser, pero, ¿a quién le importa lo que haya dicho Zapatero? ¡Los importantes son los cuatro jinetes de la modestia y la objetividad, por supuesto! La repercusión a la entrevista en la web de la cadena de emisoras ha seguido la misma línea.
Foto y titular de Zapatero, pero acto seguido destacamos a los autores de la entrevista, con su apellido en negrita. Comentario del director de Informativos, elevado a los altares laicos de la emisora como uno de los dos mártires de la libertad de expresión, junto a Daniel Anido. Recordemos: la libertad de expresión es de los ciudadanos, los periodistas son el intermediario dado que el ciudadano no posee normalmente los medios para hacer llegar sus demandas a la clase dirigente (este proceso se llama feedback o retroalimentación), pero es un error decir que la libertad de expresión "le pertenece" a los periodistas, como parecen creer bastantes periodistas estrella de nuestro país. Irago titula "El mejor Zapatero en el peor momento". ¿¿¿Perdón, cómo dice??? Y a la derecha, una frase de cada uno de las cuatro "estrellonas" sobre cómo han visto al presidente del Gobierno.
Si en la Cadena Ser quieren seguir por esta línea, perfecto, pero no esperen que yo les escuche. Al menos no sus programas estrella.
El caso es que el presidente del Gobierno ha sido entrevistado este viernes en el complejo de La Moncloa por los cuatro locutores estrella de la Cadena SER: Carles Francino, Àngels Barceló, Gemma Nierga y Montserrat Domínguez. La entrevista en sí no ha sido nada del otro mundo, es más, se diría que ha sido más de lo mismo. Zapatero diciendo que "no habrá más recortes pero puede haber más reformas", que no siente que haya traicionado sus principios (¿qué principios?), cuando muchos pensamos que sí ha sido así, y defendiendo por enésima vez que su Gobierno sigue dando prioridad al gasto social a pesar de los ajustes. Pues entonces que alguien me explique cómo es posible que España esté a la cola de Europa en la inversión en materia social. El PIB español es el 94% de la media europea de los quince. Sin embargo los gastos sociales de España representan sólo el 74% del gasto medio europeo. Por supuesto, estoy con los sindicalistas que han gritado lo de "¡Zapatero, dimisión!", pero les digo: ¡Ya era hora!
Pero aunque parezca lo contrario, no estoy aquí para comentar lo dicho en la entrevista de marras, sino para denunciar la actitud de la Cadena SER, el autobombo que ha generado en la promoción de la entrevista, sobre todo el tratamiento ofrecido en su página web. La conclusión que he sacado es sencilla: los cuatro locutores eran, para la web de la SER, más importantes que el entrevistado. Algo imperdonable si se pretende hacer periodismo serio y de calidad. La noticia no era tanto que Zapatero concediera la primera entrevista del curso político sino que esas cuatro estrellas radiofónicas se desplazaban a La Moncloa a entrevistarle. El periodista nunca debe ser el protagonista de la noticia que está contando. ¿Y Paco González y Pepe Domingo Castaño, me dirán? Bien, es que en ese caso ellos eran la noticia.
Así estaba la portada de la web de la SER en las horas previas a la entrevista:
¿Lo ven? Los entrevistadores por encima del entrevistado. ¿Ven la ventanita azul de la derecha, con las cuatro caras? Es el anuncio que figuraba al mismo tiempo en la web, compuesto por siete imágenes, que en orden de aparición eran las siguientes:
Sí, primero una imagen del presidente, pero después el mensaje que te queda es: "vale, sí, entrevistamos a Zapatero, pero los importantes, los protagonistas, somos nosotros, no él". O estas cuatro personas tienen el ego muy alto o alguien en la SER ha olvidado en qué consistía esto del periodismo. Alguien de muy arriba.
Ah, la entrevista y su reflejo en prensa se pueden consultar, si gustan, aquí, aquí, o por supuesto en la web de la Cadena Ser, pero, ¿a quién le importa lo que haya dicho Zapatero? ¡Los importantes son los cuatro jinetes de la modestia y la objetividad, por supuesto! La repercusión a la entrevista en la web de la cadena de emisoras ha seguido la misma línea.
Foto y titular de Zapatero, pero acto seguido destacamos a los autores de la entrevista, con su apellido en negrita. Comentario del director de Informativos, elevado a los altares laicos de la emisora como uno de los dos mártires de la libertad de expresión, junto a Daniel Anido. Recordemos: la libertad de expresión es de los ciudadanos, los periodistas son el intermediario dado que el ciudadano no posee normalmente los medios para hacer llegar sus demandas a la clase dirigente (este proceso se llama feedback o retroalimentación), pero es un error decir que la libertad de expresión "le pertenece" a los periodistas, como parecen creer bastantes periodistas estrella de nuestro país. Irago titula "El mejor Zapatero en el peor momento". ¿¿¿Perdón, cómo dice??? Y a la derecha, una frase de cada uno de las cuatro "estrellonas" sobre cómo han visto al presidente del Gobierno.
Si en la Cadena Ser quieren seguir por esta línea, perfecto, pero no esperen que yo les escuche. Al menos no sus programas estrella.
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