11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).
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jueves, 11 de agosto de 2011

"Cómo robar un millón" (1966).


-- "How to Steal a Million" (título original en inglés), "Cómo robar un millón y..." (título en España). Estados Unidos. Año 1966.
-- Dirección: William Wyler.
-- Actuación: Audrey Hepburn, Peter O'Toole, Eli Wallach, Hugh Griffith, Charles Boyer, Fernand Gravey, Marcel Dalio, Jacques Marin, Moustache, Roger Tréville, Edward Malin, Bert Bertram.
-- Guión: Harry Kurnitz, sobre una historia de George Bradshaw.
-- Banda Sonora: John Williams.

-- "Cómo robar un millón" en IMDb.
-- "Cómo robar un millón" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

¡Se vende en pública subasta esta valiosísima pintura, precio inicial de 100.000, quién ofrece 100.000, quién ofrece 100.000, el caballero de los anteojos ofrece 100.000, quién ofrece 200, 200, 200... el señor ahí ofrece 200... 300, alguien ofrece 300... 300-300-300, alguien ofrece 300... TRESCIENTOS, alguien ofrece 400, 400-400-400... 300... 300 a la una, 300 a las dos... VENDIDO EN TRESCIENTOS!!! En la ciudad de París, una bellísima pintura de la colección Bonnet acaba de ser adjudicada. Al enterarse, una bellísima chica (la siempre vistosa Audrey Hepburn, vestida en impecable Givenchy) va corriendo con su automóvil modelo '60s a casa, y le grita a papá que cómo ha hecho eso, que no debe seguir haciéndolo... pero él es feliz porque ha conseguido engañar a todo el mundo. En efecto, la pintura de la colección Bonnet no es auténtica, sino un plagio, hecho porque Charles Bonnet se siente estupendamente bien demostrando que él puede y los demás son tontos. El problema es que ya Bonnet despierta sospechas, porque tanto cuadro raro que sale de su factoría... y le envían a un tipo a investigar el asuntillo. El primer problema es que el tipo es sorprendido en plena incursión nocturna por Nicole (la chica que decía, la Audrey Hepburn), quien así a bocajarro, aunque por accidente, le descarga flor de escopetazo. No, no se preocupen, esto es una comedia, el tipo no muere (además, es Peter O'Toole cuando era too galán, cómo sevá morih). Nicole termina por devolver el ladrón a su guarida, no vaya a sentirse desvalido el pobrecito ofensor contra la propiedad privada. El chico empieza a rondarla, pero ella no, ¿juntarse con ladrones? ¡Ah, no, eso sí que no, que para algo ella es firulí y de la alta! Todo marcharía de manera más o menos inocente, hasta que de pronto el señor Bonnet tiene la mala idea de decir que sí cuando una estatua "que lleva mucho tiempo en la familia" (hehehé, viejo sinvergüenza) sale a exhibición en un museo, avaluada en un millón de dólares. Le hacen firmar unos papeles, una pura formalidad... papeles que autorizan a hacerle un acucioso examen a la estatua, con las más chupimodernas técnicas disponibles en el mercado. Ante lo cual, al pobre hombre se le cae el pelo. Nicole decide entonces una jugada desesperada: la estatua debe desaparecer antes de que se le hagan exámenes. Y para eso cuenta con la ayuda del ladrón, así es que le cambian las tornas y ahora sí empieza a hacerle caso, pa' que se vean (¡y es que así son, interesadas!). El ladrón, por supuesto que le pregunta para qué diablos quiere robarse su propio millón de dólares, en vez de esperarse en casita sentada a que la estatua regrese por sus propias patitas (bueno, es una manera de decir, claro está). Pero ella no, dale con que... Y al final, hay acuerdo. El robo se hará. Aunque para eso tengan que hacer saltar incluso hasta al propio Primer Ministro de Francia de su puesto... Allons enfats de la Patrie, le jour de vol est arrivé!!!

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Así como toda la sociedad occidental, el cine se partió en dos grandes ramas durante los '60s. Uno fue el cine contestatario y rebelde, asociado al hippismo, el amor libre, el intelectualismo, e incluso (¡¡¡AJJJJJJ!!!) al marxismoguevarismo. El otro fue el cine tradicionalista y frappé de toda la vida, que venía de los '50s, y que como reacción ante la arremetida de lo anterior, se hizo todavía más tradicionalista y frappé. Sin que eso signifique algo negativo, necesariamente, que como de costumbre el buen gusto no está en la receta sino en el cocinero. Una de las subtendencias dentro de este cine très élégant, es el cine de ladrones de guante blanco "de la alta", que el asunto carece de glamour si es un ratero al tres y al cuatro, y la cosa es mostrar una trama ingeniosa en un escenario con charme. Ahí están "Once a la medianoche", "La Pantera Rosa", "Ladrona por amor", "El caso Thomas Crown", "Golpe a la italiana", y como homenaje tardío mencionemos a la interesante "Un plan brillante". "Cómo robar un millón" se inscribe plenamente dentro de estos lineamientos, y lo logra de una manera magnífica.

¿POR QUÉ VERLA?

-- No creo exagerar demasiado si afirmo que "Cómo robar un millón" es una de las comedias más graciosas que se han rodado jamás. Cuando me refiero a "graciosas" no me refiero a que te haga reir con una seguidilla de gags, aunque por supuesto no desprecia este recurso, sino a aquella que sale de una situación tan desopilante, que todo lo que viene para adelante es desquicio puro. En efecto, la idea de una chica determinada a robar SU PROPIO millón de dólares no tiene desperdicio, y origina una serie de situaciones y enredos casi hitchcockianos (bueno, en Hitchcock esto hubiera sido mortalmente serio, pero acá no). El plan del robo es simple a rabiar, y magnífico por eso. Además, el guión está calculado al milímetro como un reloj de precisión, y la peli posee un ritmo endiablado: cada escena está cortada en su duración justa, y en cada escena pasa algo, sin que haya nada de relleno. En resumen, es una historia muy bien contada, trepidante, y si no conoces el final, plena de suspenso hasta el último. Dime cuándo fue la última vez que viste una peli de la que pudiste decir eso, de la que CON TODO CORAZÓN pudiste decir lo mismo.

-- Las actuaciones. Todos están simplemente brillantes. Audrey Hepburn es pura simpatía, como de costumbre, con esos ojazos de gato que tantos corazones rompieron en su tiempo, y que... mmmmmm... mmmmmmiauuuuuu... La química con Peter O'Toole, que en esos años también destrozaba músculos cardíacos femeninos a destajo con sus ojos azules en "Lawrence de Arabia" y otras pelis, es impecable, y mueven todo el elemento romántico de la trama hasta que llega un minuto en que no tienes idea de qué diablos fue lo que te golpeó. Papá Bonnet es interpretado a lo grande por un Hugh Griffith inmenso como la vida, con una picardía suprema (Hugh Griffith, por más señas, fue el jeque Ilderim, el tipo que ayudaba a Charlton Heston en el "Ben-Hur" de 1959, también dirigida por William Wyler, dicho sea de paso). Eli Wallach también está en su punto, como un tipo cuya obsesión por la famosa pieza del millón de dólares es insana por momentos... lo suficientemente insana como para que buenamente podamos acusarle de incómodo morbo fetichista (nadie diría que este tipo tan compuesto y anteojudo ese mismo año fue el desastrado Feo, de "El bueno, el malo y el feo"). Y aunque su personaje es ultrasecundario y no se relaciona en ningún minuto con los demás, no podemos dejar de mencionar el alivio cómico que representa Moustache (sí, ése era su nombre artístico), interpretando a un guardia de museo que está en muy amigables términos con los jugos espirituosos que manan del fruto de la vid.

-- Mención sea hecha también de la brillante banda sonora, que ayuda a construir ese clima de comedia a la perfección, y que es cortesía de... Sí, si le echan un vistazo a los créditos se preguntarán si no han visto ese nombre antes... Johnny Williams, Johnny Williams... No, joer, no puede ser él... No puede, esta peli es de los '60s, y John Williams empezó a hacerse notar con "Tiburón", "La guerra de las galaxias", "Superman", ya bien entrados los '70s... Sí, demonios, caigan de una vez, efectivamente es el bueno de John Williams haciéndose sus primeros pinitos en el cine. Si escuchan la banda sonora de esta peli, difícilmente podrán identificar sus tics, así de irreconocible es su trabajo (aunque es muy bueno y efectivo, como lo decíamos). Salvo en una secuencia. La secuencia en que se llevan la dichosa estatua al museo, y en donde la música se torna seria y solemne. Tan seria y solemne, que si plantan oreja bien... los acordes que escuchan suenan casi-casi como la Marcha Imperial de "El imperio contraataca".

-- Secuencias notables. El primer encuentro de la dama y el... bueno, no el vagabundo, pero ya saben a quién me refiero. La petición de matrimonio (¡véanla, véanla!). Todos los arreglines de Peter O'Toole para atar los cabos sueltos. Y toda la secuencia del robo, claro está.

IDEAL PARA: Ver una gran comedia, una gran peli de robos, un gran romance...

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].

jueves, 6 de noviembre de 2008

"Los falsificadores" (2007)


-- "Die Fälscher" (título original austríaco), "The Counterfeiters" (título en inglés para distribución internacional). Alemania / Austria. Año 2007.
-- Dirección: Stefan Ruzowitsky.
-- Actuación: Karl Markovics, August Diehl, Devid Striesow, Martin Brambach, August Zirner, Veit Stübner, Sebastian Urzendowsky, Andreas Schmidt, Tilo Prückner, Lenn Kudrjawizki, Norman Stoffregen, Bernd Raucamp, Gode Benedix, Oliver Kanter, Dirk Prinz.
-- Guión: Stefan Ruzowitsky, basado en el libro de memorias de Adolf Burger.
-- Banda Sonora: Marius Ruhland.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Alemania, 1936. Después de una breve secuencia introductoria que no nos informa de demasiado y en realidad es un tanto gratuito ponerla aquí (aunque nadie niega que Dolores Chaplin se ve de lo mejor con enaguas de encaje), descubrimos la existencia de un judío que se gana la vida, pues bien, es darwiniano nuestro hombre, y se adapta, ganando dinero a costa de sus compinches judíos, oficiando de usurero, y además falsificando el dinero, eso es ser maldito y no el andar vendiendo mesíases varios a las autoridades romanas. Sucede que la policía nazi no sólo se dedica a perseguir Untermenschen, sino que además a los falsificadores, y nuestro estimado es agarrado con las manos en la masa (no, no sobre las planchas de falsificación, sino sobre una contundente ciudadana). ¡Al campo! Ya saben a qué campo, por supuesto. Pasan cinco años de estar en las canutas, siempre con el riesgo encima de que te manden a gaseado gratuito, hasta que de pronto su antiguo perseguidor lo encuentra y decide cambiar su suerte. Here's the deal: Salvo tu judío trasero y te doy algo parecido a un nivel de vida humano, y a cambio tú me falsificas la libra esterlina, para así... ¡¡¡HUNDIR EN UNA ESPANTOSA INFLACIÓN A TODA LA ECONOMÍA BRITÁNICA, BUAHAHAHAHÁ, QUE ASQUEROSAMENTE MALVADOS SOMOS, MUAHAHAHAHAHÁ!!! Pero a veces ser demasiado bueno en lo que haces significa que te echarán encima más pega y por el mismo salario. Porque para seguir manteniéndose en la línea de flotación, el desafío después de la libra será peor: falsificar el dólar... ¿Conseguirán nuestros heroicos judíos plantarle cara al destino y a la adversidad, y sobrevivir en medio de la orgía nazi? ¿Serán tan heroicos para detenerse y sacrificarse por el bien de las economías del mundo libre...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Por suerte ya están pasando los tiempos en que las pelis de nazis dividían al mundo en nazis malos malísimos y judíos estoicos y bonachones aguantándolo todo porque ellos son el reservorio de la esperanza humana, la sal de la tierra, y etcétera. Desde "La caída", que pintaba un retrato un poco más humano de Hitler, que las pelis sobre nazis de caricatura estilo "Top Secret" no son muy presentables que digamos. Durante toda la segunda mitad del siglo XX, los bienpensantes podían sentirse bien satanizando a los nazis porque después de todo, si les despojaban de cualquier cosa que pudiera recordarles a la condición humana, entonces el resto de la parroquia podía sentirse muy bueno y muy chulo, porque podrán tratar a patadas al perro y ser unos malparidos como jefes en el trabajo, pero no somos maloh, no señóh, porque después de todo esos malvados nazis eran todavía más malos. Además, era una buena manera de congraciarse con la comunidad judía (se diga lo que se diga, el lobby judío en Hollywood sigue siendo poderoso, y si no, díganselo a Steven Spielberg). Por supuesto esto no quiere decir, como clama la beatería pseudoliberal rasgando vestiduras (muy judío esto, por cierto), que esta humanización de los nazis signifique darles perdón y olvido, y carpetazo al asunto y a otra cosa que la vida es bella para quedarse con eso. Pero poner a los judíos de buenos siempre y en todo lugar, en el fondo implica mantener la ilusión de que hay seres humanos bendecidos por la Ley de Dios, y otros que caminan en las tinieblas y la oscuridad porque no se reconocen inferiores (¿según quién?), y esto es pura filosofía nazi, justamente. Hay judíos buenos, y también ha habido judíos malos. En las "Memorias" del judío por familia Isaac Asimov, sin ir demasiado lejos, refiere éste como en un debate televisivo le enrostraron que, por favor señor Asimov, dígame cuándo los judíos habían sido malvados teniendo el poder, y Asimov contestó que cuando los Macabeos conquistaron Samaria, impusieron la conversión forzosa a todos los samaritanos, a lo que le contestaron que fue la única vez, y Asimov repuso que sí, pero que era la única vez que habían tenido los judíos el poder, y una de una no estaba mal... (Bueno, podría haber sumado los progroms organizados por los judíos contra los asentamientos palestinos desde 1948). Es parte de la condición de ustedes, humanitos, que quién tiene el poder, tiene la tendencia a abusar del mismo, sin distinción de raza, sexo, estirpe o condición. Un tipo de cine en que siempre los judíos son "los buenos", o simplemente que siempre tengan una estatura moral superior a sus perseguidores, es sencillamente irreal. Y más tarde o más temprano tenía que venir cine revisionista en ese sentido. Es notable el hecho de que esta peli haya sido hecha y rodada en Austria, porque en Estados Unidos, con meapilas como Spielberg, esta peli no habría obtenido financiamiento jamás. Por cierto, ganó el Premio de la Academia a la Mejor Película Extranjera (es la racha germanoparlante, primero "La vida de los otros" y ahora "Los falsificadores"...), lo que plantea el misterio de ¿cómo se la habrán colado a los votantes de la Academia...?

¿POR QUÉ VERLA?

-- A pesar de su título (por una vez en la vida más o menos bien traducido), esta peli no va de falsificación de moneda ni de nazis vs. judíos. O por lo menos, no principalmente. Esta peli se refiere fundamentalmente al viejo problema del "resiste o sirve". Si un poder irresistible se te arroja encima y no te deja opción, ¿qué tan ético es permitirse colaborar con dicho poder, aunque sea injusto? ¿Hasta qué punto se puede pedir nobleza y heroísmo? ¿Es realmente tan condenable querer sobrevivir, aún a costa de rendirse y colaborar con un poder tiránico? En la peli, el grupo de falsificadores recibe un trato que es bastante malo, pero sigue siendo aceptable como alternativa a la vida en los campos de concentración. Comida mediocre, trabajo y ducha semanal por un lado, contra la posibilidad de acabar oliendo una dosis de Zyklon-B, después de pasar por Parque Mengele. Pero eso también tiene un precio. Porque los colaboradores, en un cierto sentido, no son ni de aquí ni de allá, despreciados por aquellos a quienes tan devotamente sirven por un lado, y odiados por sus antiguos camaradas a quienes han traicionado y vuelto la espalda porque han renunciado a sus ideales y en vez de pagar criminalmente por ello, son recompensados. Esta es así una estupenda peli sobre la psicología del colaboracionismo. El prota mismo es un tipo sin muchos ideales, un superviviente que se dedicó a falsificador porque tenía el talento y podía utilizarlo para medrar, y ahora puede sacarle provecho para sobrevivir, pero no llega a ser tan rata que traicione a su grupo de trabajo si fuera el caso. A su lado hay un rebelde que quiere andar de mártir por la vida, y se niega a colaborar con los nazis casi por principio, aunque eso signifique no sólo su propia ruina, sino también la de todo el grupo de colaboradores (bonita manera de ser solidario ésta, amar a la Humanidad y olvidarse de los seres humanos que la componen). Hay también un vejete que lo único que espera de la vida es aferrarse a esta oportunidad de vivir, y que está dispuesto a todo para ello, incluso a la traición, porque quiere vivir y no va a joderse la vida porque otro quiere dárselas de Mártir de la Raza (o la clase social, o lo que sea). Todas ellas actitudes nada heroicas, bien miradas, pero sí muy humanas. Alrededor pupulan otros personajes judíos que se mantienen en un delicado equilibrio. Los nazis, por su parte, también están divididos entre los brutos que se darían el gustito de liquidar a uno o dos judíos por noche como gimnasia antes de la cena, y los que no están demasiado convencidos de la ideología nazi pero medran aprovechando el sistema y tomando lo que les conviene, incluyendo a judíos con habilidades para usarlos en trabajos especiales. O sea, entre quienes se aprovechan de los colaboracionistas para sobrevivir y ascender, y quienes de una no creen en la colaboración de los Untermenschen. Todo esto la peli lo grafica notablemente bien (el contrapunto de esto es que la peli con su ambiente carcelario es bastante densa y se hace larga: dura hora y media y pareciera que dura dos. Pero en fin, es el precio a pagar por un buen filme).

-- La peli es notable por su concisión narrativa. Salvando algunas escenas fuera del campo de concentración, casi todo transcurre en el sector de confinamiento para el grupo de falsificadores. No hay molestos flashbacks ni escenas de ensueño mostrándonos los deseos de libertad y tratando de chantajearnos emocionalmente, Hollywood-style. No hay tampoco escenas de crueldad gratuitas (hay crueldad, sí, pero está bien inserta en el guión). Lejos de la interpretación estoica común a tantas pelis de campos de concentración, en que vemos a judíos de nobleza suprema mirando hacia lo alto y lanzando frasecitas para el bronce sobre cómo hay un futuro, un mañana, una esperanza, etcétera, los actores interpretan muy bien ese sentimiento de impotencia y de nervios a punto de estallar, de sentirse bien si consiguen apenas levantarse de la cama un día más. Tampoco la peli tiene una resolución que pudiéramos calificarla de poética o bigger than life. La historia está contada de un modo austero, casi espartano, y con esta desnudez narrativa consigue aún más fuerza que con todo el almibarado hollywoodense de rigor.

-- Secuencias notables. El jefe nazi sintiéndose muy benevolente porque le hace un regalito a los presos (no diré cuál). Los prisioneros escuchando tiros al otro lado del muro. La ultratonta y pindy esposa del jefe del campo de concentración diciendo una serie de tonterías creyéndose muy informada de todo (desgraciadamente sí hay chicas así en este mundo...). La humillación suprema que el segundo a cargo le administra al jefe de los falsificadores, de una manera puramente gratuita, porque sí, porque él es nazi y los otros son judíos. La escena en que el grupo de falsificadores es descubierto por los otros prisioneros del campo...

IDEAL PARA: Ver una gran peli sobre el tema del colaboracionismo, y por qué no, una gran peli a secas.

ENLACES.

-- (Ir a la página) Entrada en IMDb.
-- (Ir a la página) Artículo de la Wikipedia en inglés.
-- (Ir a la página) Comentario en Cineismo.com.
-- (Ir a la página) Comentario en Ojos de Papel.
-- (Ir a la página) Comentario en Proscritos.
-- (Ir a la página) Comentario en unmundodecine.com.
-- (Ir a la página) Comentario en Pasadizo.com.
-- (Ir a la página) Comentario en Casa Pueblo VC.
-- (Ir a la página) Comentario en Agenda Cultural de Caracas.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en español de Ezpaña].



-- Trailer de la peli [en alemán, sin subtítulos].



miércoles, 10 de mayo de 2006

"Límite" (2005)


-- "Límite". Chile. Año 2005.
-- Dirección: Nicolás Jullian.
-- Actuación: Adela Secall, Remigio Remedy, Ignacio Severín, Nicolás Rodríguez, Luis Dubó, Agustín Bermúdez, Ernesto Briones, Javier Castro, Sebastián Figueroa, Marcos Iuvara, Andrés Jullian, Loreto Salazar, Isadora Stock.
-- Guión: Nicolás Jullian.
-- Banda Sonora: ¿¿¿???

-- "Límite" en IMDb.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Hay una persecusión en Valparaíso. Comienza en los cerros y acaba en la Playa Las Torpederas. El asunto pone sobre la pista a la Policía de Investigaciones sobre una banda de maleantes que está llevando dinero falsificado entre Chile y Argentina. Esta banda de falsificadores, por su parte, afronta problemas. Para dar el golpe necesitan gente. Aunque esa gente sea un yonki de mala catadura, o un tipo no demasiado contento con su, ejem, ocupación criminal. La cosa es grave porque hay involucrados políticos a ambos lados de la frontera, diputados bien sucios y metidos hasta el pescuezo en el negocio. Y el asunto se pone peor, porque el tipo que no está demasiado convencido de seguir en el negocio, conoce a la bella detective encargada de investigar el accidente automovilístico, y por tanto, se inicia un romance (o tienen sexo, al menos, como manda el lugar común). El escenario está servido para que un buen turrón de personajes comience a entrecruzarse unos con otros, y no todos ellos saldrán vivos de la situación.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Como decíamos a propósito de "Fuga", hace poco tiempo atrás, el cine chileno está experimentando una diversificación de estilos: al plano y opaco cine de marginales, herencia y resabio de los tenebrosos tiempos de la dictadura militar, ha sucedido el intento por crear comedias, policiales, e incluso una de karatekas ("Kiltro"). Policiales chilenos hay más bien pocos, y como no sea "Johnny Cien Pesos", de escasa enjundia. "Límite" es el intento por crear un policial de alturas. Por ambiciones, los chicos no se quedan: la trama aborda el tema de la falsificación monetaria, y los malos malosos son nada menos que prominentes prohombres de no una, sino dos Repúblicas distintas (diputados de Chile y Argentina). Pero las ambiciones son mala madera para construir escaleras al cielo: lo cierto es que este intento resultó más preñado de buenas intenciones, que colmado de resultados. Lo que la libra de recibir de una el calificativo de "mala película" son ciertos detalles puntuales, que quizás no alcanzan a redimirla (aunque eso es cuestión de gustos), pero sí le otorgan un cierto interés.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es un policial chileno, y eso vale algo. La trama es bastante alambicada y falla en mezclar perros con gatos (políticos en sus encumbrados despachos con suches de la calle), pero no andamos mejor con los telefilmes de TVN, así es que bien...

-- El acertado uso de locaciones. Es una película filmada de manera casi íntegra en Valparaíso, Viña del Mar y lugares aledaños, pero no cae en el cliché de la fotografía de postal ni en el Valparapuerto de los poetas que quisieran sodomizar a la ciudad novia del viento y otros porteñismos varios. Lo principal es la historia y los personajes, no el entorno, de manera que éste se articula en un todo orgánico con el resto de la película, en vez de caer en la viñeta de postal.

-- La manera de estirar los recursos. Es sorprendente lo que se consigue con unos pocos pesos bien invertidos. La película tiene tiroteos y accidentes automovilísticos, y, mire bien, en realidad no aparece ni lo uno ni lo otro: todas esas escenas están resueltas no con efectos especiales sino con un adecuado ejercicio de montaje. Vale, es lo que se hacía en el cine hollywoodense serie B años atrás, pero si funciona bien, no lo arregles. Además, es la prueba de que escasez de dinero no significa falta de creatividad. Con un presupuesto mucho más desahogado en actores y FXs, la mencionada "Fuga" consiguió mucho menos.

-- El humor involuntario. Se supone que la cosa va en serio, pero es que hay algunos lugares comunes que no pueden sino ser tomados con una sonrisa. Partiendo por el improbable personaje de detective dura que es interpretado con tan buen cuerpo como con tacañería de talento por Adela Secall, que supuestamente es muy inteligente (lo de inteligente se queda en husmear un poco y ver huellas digitales que a todos los otros se le pasaron), pero que en vez de tener una paranoia como deformación profesional, va y se encama con el primer extraño que se le cruza (¿y si hubiera resultado un psycho?). O la escena de sexo, que, ejem... Bien, está ahí porque una peli chilena tiene que tener sexo en alguna parte, ¿o no? O la manera tramposa de arreglar cosas en el guión (qué coincidencia que el "duro pero sensible" se entera de la muerte de su amigo cuando está con la chica policía).

-- Remigio Remedy. Hace su caracterización de durolindo de siempre, pero como el personaje era más o menos eso, pues bien, está en su salsa. No es exagerado decir que se roba la película íntegra, y con muy buen criterio, el director lo hace salir al ruedo todo lo que puede. Por cierto, su escondida motivación última crea una de las situaciones más bizarras que hemos visto en el cine ya no digamos chileno, sino en los policiales de todo el mundo, y es una lástima que ese filón haya sido guardado como cartita de último minuto en vez de ser explotado por todo lo alto a lo largo del filme; seguro que así la película hubiera sido vista en todo el mundo como una frikada de lo más surrealista.

-- Es bueno ver de malos a políticos estirados, aunque sea metidos en la trama con calzador. Y es que en el sistema político chileno, que algún chistoso optimate tiene la ocurrencia de calificar de "democrático", es bueno que de tarde en tarde se desacralice a nuestros esforzados servidores públicos (lo de "esforzado" es puro sarcasmo, por supuesto).

IDEAL PARA: Eh... Ejem... Digámoslo en estos términos: usted se arriesga. Y es que pagada la entrada del cine, pues bien, como reza el eslogan promocional, "no hay vuelta atrás"...

NOTA ADICIONAL: El estreno comercial de este filme fue en 2006, y así aparece en la web oficial de la película (www.limitelapelicula.cl). Sin embargo, por alguna extraña razón, en IMDB figura como del año 2005. Nos hemos atenido a la segunda fecha, por si hubiera sido exhibida antes de manera promocional en festivales o cosas así.

UPGRADE JULIO-2009: EL SITIO http://limitelapelicula.cl SE ENCUENTRA ACTUALMENTE CAÍDO. Y NO ES QUE LO ECHE DE MENOS, SI LE PREGUNTAN A SU SEGURO SERVIDOR EL GENERAL GATO.

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