Al verme llegar
un sin palabras
las sonrisas, nos bastan.
Nos miramos
durante la cena,
sin apenas un rumor.
un sin palabras
las sonrisas, nos bastan.
Nos miramos
durante la cena,
sin apenas un rumor.
Te acercas
y me brindas
un té con beso…
y yo, me ato
en el extremo.
Ya somos albardín
entrelazado,
y tu cuerpo
es nudo marinero,
echaste anclas
susurrándome un te quiero,
y cómo ola gigante
yo, me crecía por dentro.
.