miércoles, 24 de diciembre de 2008

Pliskeen os desea Felices Fiestas!


Aunque no soy muy entusiasta de estas fechas navideñas, hay que ser fiel a las tradiciones, así que...

Felices Fiestas a todos y próspero año nuevo!

Espero que todos los lectores de Amazing Movies y Diario de una mente perturbada paséis unas buenas fiestas en compañía de vuestros seres más queridos. Que disfrutéis de estos últimos días del año y que entréis con buen pie en el 2009, que esperemos sea mejor -en todos los sentidos- que éste que ya termina.

Espero que os traigan muchos regalos... y si no es así, por lo menos hincharos a turrón todo lo que podáis xD

El año que viene un servidor seguirá trayendo muchas más reseñas y artículos especiales para seguir llenando ese pequeño hueco cinéfilo en la blogosfera. No faltéis!


Saludos ;)

domingo, 21 de diciembre de 2008

"Trailer Park of Terror" (2008) - Steven Goldmann


Imperium Comics es una editorial dedicada a la publicación de cómics alternativos, yTrailer Park of Terror es una de sus miniseries más destacadas. En ella, se relatan historias terroríficas presentadas siempre por el mismo personaje, Norma, una sexy y cadavérica jovencita. Todo al más puro estilo de Tales from the Crypt, para que os hagáis una idea.

La cinta que nos ocupa supone una especie de adaptación de estos cómics, tomando como referencia y punto de partida, el personaje de Norma y su maldito origen.


"Un grupo de estudiantes conflictivos realiza un viaje en autocar acompañados de su profesor, el Pastor Lewis. El agresivo y tormentoso temporal les obliga a tomar un atajo para llegar a su destino, pero durante el trayecto sufren un accidente y se ven obligados a refugiarse en un viejo y destartalado parque de remolques regentado por una extraña -y atractiva- mujer.

Dispuestos a pasar la noche allí hasta que el tiempo mejore, los estudiantes y el profesor ocuparán varias estancias, ignorando por completo que son permanentemente vigilados por los ocultos habitantes del lugar. "


Trailer Park of Terror es una de esas bizarradas cuyo tráiler prometía diversión y gore a raudales. Desgraciadamente, el film de Steven Goldmann es demasiado torpón y lento como para cumplir el objetivo de hacernos pasar un buen rato, pese a su humor negro y a algunos momentos delirantes.

El parque de remolques es un lugar maldito, y sus lugareños, un grupo de estrambóticos y grotescos sureños (conocidos habitualmente con el peyorativo nombre de rednecks), están condenados a permanecer en él, eternamente, a modo de muertos vivientes.

Los primeros 15 minutos de la película nos cuentan los hechos transcurridos años atrás en el parque, siendo testigos de la desgraciada vida que lleva el personaje de Norma, y como ésta decide poner punto y final a su amargura. Para su desgracia, Norma llevará a cabo su particular liberación sellando, sin saberlo, un pacto con el mismísimo Diablo (o eso intuimos).
A partir de ese momento, todos ellos permanecerán en el mundo de los vivos a modo de cadáveres vivientes, secuestrando y matando a todo aquél que ose adentrarse en su territorio.


Tras este prometedor inicio, nos trasladamos al presente, centrándonos ahora en el grupo de estudiantes y su profesor. Entre ellos, nos encontramos al rebelde del grupo, que está enrollado con la maciza de turno; a la chica obesa que encima es una yonqui, a la marginada (una gótica, como no podía ser menos), al ladronzuelo pervertido, y finalmente al tímido miedica. Todos ellos cumplen en mayor o menor medida los estereotipos habituales del cine teenager, por lo que en este caso la presentación de los personajes no necesita más minutos de los que el director utiliza. También es fácil averiguar quién o quiénes serán los supervivientes, y quiénes no regresarán a casa, por lo que en ese aspecto, las muertes resultan de lo más predecibles.

De todas formas y pese a que pueda ser más o menos predecible, el verdadero lastre de la película es su ritmo, pues lo peor que le puede pasar a una cinta de estas características es que se haga lenta, y en consecuencia, un poco aburrida.

Casi una hora transcurre hasta que la historia no empieza a animarse con la presencia de los “zombies”, y aún con ellos, la película no resulta ser lo gratificante que uno esperaba.
Los guionistas intentan meter situaciones cuanto más delirantes, mejor, sin que tengan demasiada coherencia con la trama (el momento “autochoques”, por ejemplo), o alargan éstas hasta la extenuación, pretendiendo en todo momento ser graciosas y/o violentas, pero sin resultarlo del todo. Los momentos musicales también parecen estar metidos con calzador, respondiendo mayormente al pasado profesional del director, que hasta el momento tan sólo había dirigido videoclips.

Hay algunos momentos un tanto sádicos, en la línea de Saw y Hostel, pero habiendo vistas estas, tampoco es que nos impacten en exceso. En líneas generales, nos encontramos ante un mejunje de otras películas ya de sobras conocidas. Un poquito de “La matanza de Texas” por aquí, otro poco de “Las colinas tienen ojos” y “Km. 666 (Desvío al infierno)” por allá, y voilá, tenemos esta “Trailer Park of Terror”.

Realmente, no es que estemos ante una mala película. La premisa es interesante, la puesta en escena está conseguida y el personaje de Norma da mucho juego, pero todo ese potencial queda desaprovechado por el director, que no sabe sacarle todo el jugo a la historia ni a las situaciones que plantea. También pretende ser provocador, pero se queda a medio camino de serlo.

El reparto es bastante mediocre, destacando básicamente la interpretación de la explosiva Nichole Hiltz como Norma, y algún que otro zombie redneck. Así que salvo algunas muertes originales y un inicio bastante sugerente, la cinta se diluye en un quiero y no puedo bastante insatisfactorio cara al espectador ávido de buena y disfrutable serie B.


Podría haber sido mucho mejor que lo que finalmente es.


Valoración personal:

domingo, 14 de diciembre de 2008

"Aparecidos" (2007) - Paco Cabezas


Después de varios guiones para cine y televisión (suyo es el script de Sexykiller) y de dirigir el corto Carne de Neón (parte 1, parte 2), Paco Cabezas debuta en la pantalla grande con este largometraje de terror sobrenatural, o por lo menos así nos lo han vendido.

Parte de la promoción de la película ha consistido en un video en el que se muestra a una serie de actores y actrices españoles/as visionando, atemorizados, la película del director. Gritos, sobresaltos y votes que casi les sacan de la butaca (véase un exagerado Alejo Sauras) para una película que pretende dejarnos clavados en nuestros asientos. Pues nada más lejos de la realidad, porque tras el visionado de la misma, uno tiene claro que el susodicho vídeo es puro teatro (o eso, o estaban viendo otra película)


Los protagonistas de esta historia son Malena (Ruth Díaz) y Pablo (Javier Pereira), dos hermanos que viajan hasta Argentina para resolver un asunto familiar. Una vez allí, una insólita aparición les permite encontrar un diario en el que se relatan unos crímenes cometidos veinte años atrás. Alojados en un motel de carretera, y tras leer algunas de las estremecedoras páginas del diario, Malena y Pablo son testigos de extraños ruidos y gritos en la habitación de al lado. Temiendo estar viviendo los mismos hechos acontecidos hace veinte años, los dos hermanos huyen asustados del lugar. Desgraciadamente para ellos, esos ruidos y las terribles visiones les acompañarán durante todo el viaje, y sólo descubriendo el misterio que encierra el diario, lograrán volver a sus apacibles vidas de antes.

Aparecidos” es más un thriller sobrenatural que una película de puro terror fantasmal. De ahí que el video promocional de la película se me antoje una farsa y una tomadura de pelo publicitaria para atraer al público a las salas. Y es que difícilmente la película nos produzca grandes sustos como los que ahí se observan, e incluso los momentos donde debería haber mayor tensión, ésta prácticamente brilla por su ausencia.

La película empieza de forma anacrónica, mostrándonos en este caso, parte del final de la película, dándole al espectador una información desconcertante que tomará significado a medida que avance el metraje. Tras esto, llega la presentación de los personajes protagonistas, esbozando brevemente sus personalidades y el estado en el que se encuentra su relación fraternal (unos hermanos que, sin ir más lejos, recuerdan sobremanera a los de Jeepers Creepers)

Una vez hecho el hallazgo –encontrar y leer el libro- las visiones fantasmales se van sucediendo ante los ojos atónitos de Malena y Pablo. Poco a poco los dos hermanos van conociendo más datos sobre el terrible asesinato en el que, veinte años atrás, un hombre mató a toda una familia y escondió sus cuerpos en distintos lugares. Esos mismos lugares son los que recorren Malena y Pablo, reviviendo así la terrible matanza perpetrada en el pasado y sintiendo la impotencia de no poder hacer nada para evitarla.

No es muy difícil empezar a atar cabos enseguida y saber no sólo de qué va la historia sino también como va a continuar (sobre todo gracias al flashback inicial), y más o menos a la mitad de la película uno ya empieza a olerse el por qué de todo el asunto, quién era el asesino, quienes las víctimas y lo que es peor, cuál será el desenlace. Y es que cuando uno ha visto tantas y tantas películas de terror, la capacidad de sorprenderse es cada vez menor, y más en un subgénero tan sobado como es el de los fantasmas (cansino y repetitivo a más no poder). Por eso sorprende que el director/guionista se atreva a criticar, en un momento de la película, los slashers teens tan típicamente americanos, cuando él mismo termina cayendo en algunos de los tópicos habituales de la temática fantasmal, destacando entre ellos un final tan intencionadamente conmovedor como típico.


De todas formas y pese a ser una cinta bastante previsible, no podemos negar que sí resulta interesante a la hora de mezclar el tema sobrenatural con hechos reales de la dictadura argentina. De ahí que además de ser un producto de entretenimiento (objetivo que consigue a medias), se ofrezca también cierta denuncia social respecto a los miles y miles de muertos y desaparecidos que dejó el mandato del dictador Augusto Pinochet.

Sin embargo, la idea está mejor pensada que escrita, cayendo a veces en la incoherencia o mostrando, por parte de los personajes, reacciones forzadas o deducciones inverosímiles (cuatro ruidos en la habitación contigua del motel ya les basta a los protagonistas para relacionarlos con los hechos relatados en el libro; o un espejo simplemente roto por una esquina hace que uno de ellos lo descuelgue, mire detrás, lo raje y encuentre algo allí escondido)

El ritmo se tambalea especialmente durante la primera hora, con algunos puntos muertos que más que incertidumbre, lo que provocan es directamente el bostezo. Por suerte, esa pesadez desaparece en los últimos tres cuartos de hora, momento en el que la película toma un pequeño impulso que sabe aguantar con firmeza hasta el final.

Las interpretaciones de la pareja protagonista son pasables la mayor parte de la película, chirriando éstas sólo cuando toca dar una mayor carga dramática a sus personajes, momento en el que la sobreactuación hace acto de presencia. No ayuda demasiado tampoco que a ratos hablen en susurros, haciendo sus diálogos imperceptibles al oído humano, algo que se acrecienta más en el caso de Ruth Díaz, a la que ya de por sí le cuesta bastante vocalizar. Bien sea por ellos o por un sonido nefasto, muchas veces no conseguimos entender lo que están diciendo.

Las escenas más frenéticas, como persecuciones, apariciones fantasmales, etc., resultan insulsas y torpes, algo que podemos perdonar teniendo en cuenta la inexperiencia del director tras la cámara. Lo que no es tan perdonable es que, apoyándose en un material bastante sugestivo, Cabezas termine haciendo un thriller sobrenatural soso y predecible, que si bien mejora hacia el final, no podemos negar que se queda a medio gas en todo lo que en un principio pretendía ofrecer. El suspense es realmente débil y las supuestas imágenes perturbadoras provocan más bien indiferencia o una inevitable sensación de déjà vu.

Por tanto, sin llegar a ser una película del todo desdeñable, sí deja un sabor agridulce, teniendo en cuenta que el argumento es prometedor pero su ejecución deja mucho que desear. La historia tampoco da para más de hora y media, y de ahí que a veces caiga en el tedio. Otro punto que juega en contra es una publicidad inapropiada, que nos vende un producto de suspense como si de una película terrorífica se tratara. Y por supuesto, el tan manido “Basado en hechos reales” del cartel no es más que otra treta publicitaria que responde única y exclusivamente a la parte histórica de la dictadura argentina.


Valoración personal:

sábado, 13 de diciembre de 2008

"Premio Symbelmine"



Recientemente el compañero blogger Machete me ha otorgado, desde su blog Grindhouse, el "Premio Symbelmine", un galardón similar al "Premio al esfuerzo personal" que ya me otorgaron en su momento otros compañeros.

Esta es una simpática forma de premiar el esfuerzo y la constancia que los bloggers dedicamos a nuestros bitácoras. Siempre es un honor recibir estos premios a través de otros buenos compañeros, y como manda la tradición, una vez recibido éste, hay que nombrar a los blogs -un mínimo de 7- que uno considera merecedores de dicho galardón.

Los afortunados en recibir el "Premio Symbelmine" son todos aquellos blogs que para un servidor son de visita obligada. No es la primera vez que a algunos les doy un premio, así que no voy a reiterarme en los motivos (de sobra conocidos) y me limitaré a nombrarlos en orden alfabético.


- Cinenovedades

- CinemaScope

- El Blog de Chacal

- Haunted House

- Los Criticonos

- Otros clásicos

- Películas de Culto

- Soy la Puerta


Enhorabuena a los premiados ¡y a seguir la cadena!

martes, 9 de diciembre de 2008

Amazing Movies cumple un año



Tal día como hoy, hace 365 días, inauguraba mi segundo bitácoras cinéfilo en la blogosfera.

Amazing Movies nacía con el objetivo de ser un espacio dedicado especialmente al cine de ciencia-ficción, fantástico y de aventuras. La intención era la de dar cabida a todo tipo de películas, desde lo más bizarro y friki hasta los clásicos de siempre, pasando por indiscutibles obras de culto. Hasta el momento, 50 son las películas reseñadas. ¡Y las que nos quedan!


A lo largo de este año, también ha habido tiempo para hacer un especial recorrido a la saga de nuestro aventurero/arqueólogo favorito, Indiana Jones; hemos hablado de Roger Corman, el rey de la serie B (llegó a producir más de 300 films); del maestro de los efectos especiales Stan Winston, que tristemente nos dejó a mediados de año; y también de algunos de los robots más emblemáticos de la historia de cine (del que aún queda el tercero y último post por publicar), entre otros asuntos.

Parte del mérito de que el blog haya funcionado también es vuestro. Sin la estimable e imprescindible compañía de mis lectores, un servidor ya hubiera desistido en el intento. Vuestros comentarios, opiniones y los siempre gratificantes debates cinéfilos, han enriquecido el blog de forma considerable. Así que os agradezco a todos (especialmente a los lectores habituales) vuestro apoyo y fidelidad. ¡Con vosotros iremos a por otro año más!

Por mi parte, procuraré mantener el mismo entusiasmo y energía de siempre, y el ritmo de actualización habitual (a post por semana). Para el 2009, seguiré al pie del cañón con más especiales, más reseñas de clásicos, más críticas de estrenos, y más de todo.

Cuento con vosotros para que Amazing Movies siga vivito y coleando otro año más (y los que hagan falta)


Saludos ;)

sábado, 6 de diciembre de 2008

"Deat Set" (2008) - Yann Demange



Este programa contiene escenas de violencia y lenguaje fuerte que puede herir la sensibilidad de nuestros espectadores. […] Es recomendable verla en una habitación a oscuras.


Con esta sugerente introducción se nos presenta “Dead Set”, una miniserie británica de cinco episodios que giran entorno a una pandemia zombie. Lo más curioso de todo es quiénes serán los protagonistas de esta historia y los que centrarán nuestra atención.


¿Qué ocurriría si los únicos supervivientes de una plaga zombie fueran, ni más ni menos que, los concursantes del Big Brother (aka Gran Hermano)?

Eso es lo que nos propone esta curiosa miniserie que se ha emitido en el canal E4 inglés y que, creo, ya está disponible en DVD en su país natal (aquí puede que no llegue nunca, a saber…)

En cuanto a desarrollo se refiere, Dead Set es de lo más convencional. Todo empieza con unos pocos infectados, que serán los que “poco a poco” -cuestión de horas, más o menos- irán contagiando al resto de la población. La pandemia se extenderá hasta alcanzar los estudios de un canal de tv que en esos momentos se encuentra retransmitiendo el famoso (y odioso) reality show llamado Big Brother, justo el día en el que se expulsa a uno de los concursantes.

Los seguidores del programa se agolpan alrededor de la casa, esperando la salida del concursante expulsado. Pero la llegada de unos infectados aguará la fiesta y el pánico empezará a extenderse entre los fanáticos. El gran número de personas concentradas en los exteriores de los estudios hace inevitable que la plaga se extiende con una rapidez asombrosa y pronto los infectados se cuelan dentro de los estudios, infectando a todo aquel que se cruza en su paso. Solamente los concursantes de Gran Hermano permanecen ajenos a la catástrofe, ignorando por completo la terrible tragedia que está aconteciendo al otro lado de las paredes de la casa.


Si el argumento ya de por sí os resulta bizarro, la serie en sí misma no lo es menos. Por supuesto y pese a ese punto de originalidad que es tener como protagonistas a los concursantes de Gran Hermano, el resto vienen a ser los mismos clichés de siempre del subgénero. Véase un grupo de personas encerradas en un reducido habitáculo (granja, supermercado, bar, avión, etc.) haciendo frente a una horda de zombies hambrientos.

No obstante, parte de los alicientes de esta historia residen en ese humor negro tan típicamente inglés y que está presente a lo largo de todos los episodios, con momentos de lo más irreverentes y otros, aunque por suerte pocos, bastante zafios/vulgares (me refiero a los puramente escatológicos). Hay mucha mala leche, algo de crítica hacia la televisión basura (aunque aquí los concursantes son menos zopencos de lo esperado) y sobretodo sangre y vísceras por doquier, siendo el gore uno de los platos fuertes de la miniserie.


A diferencia de una película, en una serie se puede desarrollar con mayor acierto y profundidad a los personajes. Sin embargo, aquí esto no ocurre, pues tratándose de una miniserie de tan sólo 5 capítulos, la extensión de los mismos equivale a la de una película de unas casi tres horas, por lo que además de poder visionarla del tirón, las carencias y ventajas respecto a un largometraje son más o menos las mismas. Y quizás ese sea uno de los puntos más flojos de la serie, pues al fin y al cabo los personajes responden a unos estereotipos que en mayor o menor medida pretenden reflejar el tipo de personas que participan en estos reality shows. De todas formas, su actitud frente a la amenaza zombie no difiere demasiado de la de otros personajes de otras películas de zombies. Siempre está el personaje principal que lleva la voz cantante del grupo; luego tenemos al chulito; también a su antítesis, el miedica; tampoco podía faltar el estúpido arrogante de turno que meterá la pata y pondrá en peligro a los demás, etc.


Dicho esto, lo más seguro es que si os gustan las películas de zombies, disfrutéis de lo lindo con esta miniserie. Lástima que sean tan pocos y tan cortos los episodios (todos de 25 min. excepto el episodio piloto, de 45 min. de duración), porque una vez terminada, a uno le apetece otra ración más de zombies.

Destacar sobretodo los momentos en los que los zombies observan a los concursantes a través de las pantallas de tv o los espejos-cristales; el despreciable personaje del productor y muy especialmente el desenlace final, acorde con los hechos acontecidos y uno de los más creíbles y desoladores del subgénero zombie.

No perdáis la oportunidad de echarle un vistazo a esta sangrienta y disfrutable miniserie. No es ninguna genialidad y probablemente la notoriedad alcanzada en la red esté un tanto exaltada, pero siendo la primera serie que toca el tema zombie, merece por lo menos vuestra curiosidad. Y ver sufrir a los concursantes de Gran Hermano, no tiene desperdicio.


Aquí es dejo la web oficial, aunque os aconsejo que la veáis una vez hayáis visto la serie, pues en ella hay muchas imágenes que pueden considerarse perfectamente como spoilers.


Valoración personal:


sábado, 29 de noviembre de 2008

Outlander (2008) - Howard McCain


Pese a tener un pie en el videoclub, finalmente “Outlander” ha terminado estrenándose en nuestros cines, compartiendo cartel con grandes y ambiciosas superproducciones. Teniendo en cuenta su estrambótico argumento, su innegable condición de serie B y su ausencia de grandes estrellas de Hollywood, lo más seguro es que su taquilla sea de lo más discreta, mientras que las producciones antes citadas amansarán una buena suma de dinero con independencia de su calidad (visto lo visto, mucho más discutible que la de la cinta que nos ocupa)


La historia nos sitúa en Noruega, en plena era vikinga. Allí se estrella accidentalmente una nave espacial en cuyo interior viaja Kainan, un guerrero humanoide venido de otro mundo, junto a un pasajero no deseado, El Moorwen, una sanguinaria criatura alienígena. Después del accidente, el Moorwen escapa y empieza su particular matanza en este nuevo hábitat. Kainan, por su parte, es capturado por un grupo de rudos vikingos mientras trataba de dar caza a la dichosa criatura.

Aunque el primer contacto con los nórdicos no es lo amigable que uno podría desear, poco a poco Kainan se habituará a las nuevas compañías, tratando de advertirles del peligro que corren ante la presencia del Morween, y procurando formar con ellos un valiente grupo de guerreros que pueda, de una vez por todas, acabar con las masacres del temible alienígena.

Por supuesto, tal hazaña no será fácil y los vikingos deberán unir fuerzas con un clan rival para hacer frente común a la amenaza.


La propagandística coletilla de “del productor de El Señor de los Anillos” con el que se nos quiere vender Outlander puede hacer más daño que beneficio, pues los que esperen encontrar en ella una aventura épica de las dimensiones de la saga de Peter Jackson probablemente terminen muy decepcionados (e incluso se sentirán estafados). Para nada la historia ni las pretensiones de esta cinta se asemejan a la obra de Tolkien, ni en ningún momento lo pretenden, claro.

La mezcla de géneros siempre resulta fascinante para aquellos que disfrutamos de este tipo de producciones, si bien no siempre la mezcla funciona. En este caso, sus guionistas, Howard McCain (también director de la misma) y Dirk Blackman, han conseguido que el producto funcione apostando especialmente por la vertiente aventurera y fantástica de la historia.

Los elementos puramente de ciencia-ficción actúan de macguffin para desencadenar todos los hechos que acontecen en el film, y también sirven de complemento para encajar ciertas piezas de la trama (el origen del prota y de la bestia, y el odia que les vincula, por ejemplo) Por lo demás, la cinta se mueve en el ya hiperexplotado terreno de humanos contra bestia/s, destacando aquí, por encima de sus semejantes, el marco temporal en el que todo se desarrolla. Y es que tener a un grupo de vikingos haciendo frente a una criatura venida del espacio es, cuanto menos, interesante.


Para sorpresa de un servidor, Outlander no va a lo fácil, como uno podría pensar. Para que se entienda, no estamos ante una película de acción continua y sin apenas descanso, como podría ser, por ejemplo, esa joya del género titulada “Depredador”. Aquí el director se toma su tiempo para mostrarnos, entre ataque y ataque, los conflictos internos de los personajes. Obviamente, no es una cinta con una gran profundidad ni un alto contenido dramático, pero sí se toma la molestia de intentar implicarnos con los personajes. Y teniendo en cuenta que en cualquier momento, cualquiera de estos personajes - principales o secundarios- puede terminar en las fauces del bicharraco, pues siempre es punto a favor poder cogerles cierto aprecio, para que su muerte o su supervivencia por lo menos nos importe un mínimo.
En consecuencia, aquellos que esperan un film con acción en cantidades industriales podrán también sentirse algo insatisfechos. Si bien ya digo que acción tiene, aunque menos de la esperada para sus casi dos horas de duración.


Además de la cacería en sí misma, con su testosterona y su poquito de gore, hay lugar también para unas pinceladas de romanticismo -por parte del protagonista y la bella muchacha de turno- y de humor, éste a través del personaje de Boromir (Cliff Saunders).

En materia de efectos especiales, se puede decir que estos cumplen con su cometido, resultando convincente tanto el aspecto (y características) del Moorwin como su interacción con los personajes de carne y hueso. Es evidente que el presupuesto es limitado y por ello no siempre apreciamos al monstruo en todo su esplendor, así que sus apariciones son siempre de noche, aprovechando la escasa luz y el juego de sombras que esta permite.

El reparto es solvente, incluido el sosainas de Jim Caviezel, que aunque está falto de carisma y como héroe de acción no cuela mucho, almenos ofrece una actuación convincente (¡hasta sonríe y todo! ). La chica es Sophia Myles, que además de mona, actúa con soltura. Los secundarios resuelvan sin problemas su papeleta y John Hurt pone la nota de calidad al reparto. Lo único que se echa en falta es un mayor protagonismo de Ron Perlman, cuya presencia es más bien testimonial (y eso que es lo de los pocos que parece un vikingo de pura cepa)

Con un poquito de “El guerrero Nº13”, “Beowulf” y “Depredador” (sangre verde incluida), esta “Outlander” se las apaña suficientemente bien para ofrecer un eficaz y honesto entretenimiento, sin muchos alardes pero sí con cierto encanto. No es un peliculón, pero si un digno film de ciencia-ficción y aventuras, géneros que últimamente parecen haber caído en una alarmante decadencia (Pathfinder, Babylon A.D., etc.). Lo más probable es que contente a un reducido grupo de espectadores (amantes de la serie B, sobretodo) y disguste al resto, especialmente a los que ya su bizarro planteamiento les produce rechazo.

Valoración personal:

domingo, 23 de noviembre de 2008

“Plane Dead” (2007) – Scott Thomas


También conocida con el título de “Flight of the Living Dead: Outbreak on a Plane”, esta cinta tiene la particularidad de concentrar una plaga zombie en un habitáculo tan reducido como es un avión. El esquema viene a ser el mismo que cualquier otra película de zombies: primero la infección se desata; luego llegan los primeros contagios; los supervivientes tratan de defenderse como pueden; poco a poco el número de zombies es mayor que el de no-infectados y al final sólo resta ver como unos pocos logran salvar sus vidas ante la terrorífica amenaza. Por supuesto, si todo esto sucede en un avión, dónde no hay lugar por el que escapar y donde por cualquier rincón puede aparecerte un zombie con ganas de pegarte un buen mordisco, pues los alicientes aumentan considerablemente.

El caso es que “Plane Dead” puede recordar perfectamente a la mediocre “Serpientes en el avión”, película que se tomaba demasiado en serio a sí misma como para resultar un gratificante entretenimiento de serie B. También el boom publicitario que se marcó en Internet le hizo mucho daño, incumpliendo posteriormente cualquier expectativa que uno pudiera tener de pasar un rato de diversión irreverente.

Las pretensiones de esta cinta son más humildes, aunque en un primer momento también parece demasiado seria para tener el argumento que tiene.


"El vuelo de un Boeing 747 rumbo a París parece transcurrir con toda normalidad, con sus pasajeros y tripulación pasando como pueden esas largas 13 horas de viaje. En el avión viajan, entre otros, dos jóvenes y adúlteras parejas, un famoso golfista profesional y su repelente esposa, un policía que custodia a un preso acusado de malversación de fondos, un agente encubierto de la policía aérea e incuso una monja. A ellos se les une, a última hora, un grupo de científicos que deben transportar una carga altamente peligrosa y secreta.

Durante el viaje, el Boeing atraviesa una tormenta, y debido a sus turbulencias, la misteriosa carga termina liberándose. Esa carga no es otra que una mujer que transporta en su sangre un letal virus que, en cuestión de segundos, puede convertir a un ser humano en un brutal no-muerto. Su primera víctima es el hombre que la custodiaba, pero poco a poco y a medida que avancen por el avión, el grupo de infectados por el virus irá en aumento.

Los pocos viajeros que logren librarse de los primeros ataques, deberán hacer aterrizar el avión antes que los zombies acaben con ellos o antes de que un avión militar les derribe bajo la orden de evitar un mal mayor."


La primera media hora aproximadamente, el director la utiliza para presentarnos el grupo de tripulantes y viajeros que centrarán nuestra atención de entre el total de pasajeros. Obviamente, el resto pasarán a ser los meros infectados de turno.
En este espacio de tiempo, podemos ir haciendo nuestra quiniela sobre quiénes serán los primeros en caer víctimas de los zombies, e incluso quiénes serán los que salvarán el pellejo una vez llegado el final de la película. Sorpresas, realmente, las hay pocas, y quizás lo peor que se le puede achacar a esta simpática cinta es que resulte demasiado predecible. Claro que a estas alturas, ¿qué película no lo es?


Los personajes en sí responden a los arquetipos habituales del género, pero por encima de todos, destaca uno: el preso. Las conversaciones con el policía que lo custodia son las más divertidas y conseguidas del guión, por no decir que son los únicos diálogos que se salvan de toda la película. De todas formas, no hay ningún personaje que destaque en exceso por encima de los demás, aunque los que llevan las armas son también los que llevan la voz cantante a la hora de organizar y proteger al grupo de supervivientes, como es lógico.

El primer tramo de la película es bastante comedido, pero en el momento en que la infección se escampa por el avión, la “seriedad” desaparece y empieza la gamberra diversión, con un motón de zombies haciendo de las suyas, dejando un reguero de sangre ahí por donde pasan y amputando extremidades si es necesario.
En ese momento es también cuando el ritmo de la película mejora notablemente, logrando además, mantenerse hasta el final sin decaer, y ofreciendo en todo momento altas dosis de acción y gore para disfrute del espectador.

La película en ningún momento abandona su condición de serie B con ciertos aires de telefilm, y lo único a lamentar en ese aspecto, es la pobre calidad de algunos efectos especiales realizados por ordenador, especialmente cuando al film se le quiera dotar de una mayor espectacularidad (las explosiones o el aterrizaje del avión, por ejemplo, cantan a leguas)

Pese a eso, “Plane Dead” no deja de ser un honesto y sangriento entretenimiento, con un argumento tan delirante como atractivo, con un montón de actores de segunda y atractivas mozas pasándolas canutas, y unos zombies que obedecen a los nuevos cánones del subgénero, es decir, rápidos y con una fuerza sobrehumana. Lo peor es su lento arranque, que le hace bajar nota de forma considerable, pero aún así, remonta hacia la mitad cumpliendo finalmente con su cometido.


Valoración personal:

viernes, 21 de noviembre de 2008

Especial Zombies: los no-muertos invaden Amazing Movies




“Cuando el infierno esté lleno, los muertos caminaran sobre la tierra”


Últimamente el subgénero zombie se ha puesto muy de moda, y han llegado a nuestras salas de cine un considerable número de cintas con estos terroríficos seres como protagonistas. Obviamente, no todo han sido buenas películas y no todas se han atrevido a nombrarlos como tales (ahora los llaman “infectados”), pero han servido para resucitar, nunca mejor dicho, una de las criaturas más temibles del cine de terror. El simple hecho de que un ser querido, un amigo o tu propio vecino puedan convertirse en monstruos devoradores de carne, hace que uno se estremezca de miedo.

Los primeros zombies cinematográficos fueron asociados a la magia negra y al vodoo, hasta que a finales de los 60 llegó George A. Romero para darle un vuelco a la leyenda de los “no-muertos”, ofreciendo así su personal visión de aquellas voraces criaturas con ‘La noche de los muertos vivientes’ (1968), la película de zombies por antonomasia , y a la que siguieron Zombi (Dawn of the Dead) y El día de los muertos (Day of the Dead). La particular trilogía de Romero dió pie a un nuevo mal al que combatir, creando en sí mismo un propio subgénero al que se han acercado otros directores reconocidos dentro del cine de terror, como son Lucio Fulci con su “Zombi 2” o Stuart Gordon y su mítico “Re-Animator”. Por no hablar de esa gozada tan gore y delirante como es “Braindead”, de Peter Jackson.

Las décadas de los 80 y 90’s propiciaron un buen número de películas con temática zombie, bien llegándonos desde Italia como desde EE.UU., y mezclando incluso el humor con el terror, dando lugar a parodias del propio género como “El regreso de los muertos vivientes”. Si bien algunas apenas tuvieron mucha repercusión y otras tantas presentaban resultados muy pobres.


Ha sido con la llegada de los infectados de Danny Boyle (28 días después) cuando los zombies se han vuelto a poner de moda, y tanto los grandes estudios de Hollywood como las pequeñas productoras, se han volcado en este subgénero para traernos más zombies a nuestros cines y videoclubs. Incluso el propio Romero ha vuelto de nuevo al tema que le dió fama, primero con la floja “La tierra de los muertos vivientes”, que nos mostraba por primera vez unos zombies pensantes, y en breve con “El diario de los muertos”, imitando el estilo subjetivo de la española “REC” (que muy pronto también tendrá secuela made in spain)


Probablemente algunas de las mejores películas que nos han llegado en estos últimos tiempos hayan sido la citada película de Boyle y su, a mi juicio, superior secuela “28 semanas después” (y ya se está pensando en la tercera entrega); la también citada REC (aunque la encuentro un poco sobrevalorada) y la extraordinaria “Amanecer de los muertos”, remake de Dawn of the Dead a cargo de Zack Snyder (para un servidor, la mejor de zombies de la historia, y que me perdone Romero). Y ya en clave de comedia, no podemos olvidarnos tampoco de la genial “Shaun of the Dead”, que aquí se tradujo penosamente como “Zombies Party”, o “Planet Terror” de Robert Rodríguez, segmento perteneciente al “Grindhouse” de éste y Tarantino.

Otras no pasan de ser correctos entretenimientos que podrían haber dado más de sí (Resident Evil, Soy leyenda)

Con este artículo especial dedicado a los zombies no pretendo hacer un exhaustivo repaso a este subgénero, ni mucho menos, sino que me sirve como carta de presentación para un puñado de cintas de esta temática que se darán cita en el blog en los próximos días.
Aprovechando la inminente llegada del mes de diciembre, y con él, la llegada también de la Navidad, me ha parecido oportuno (aunque puede que me equivoque) mostrar una alternativa terrorífica y sangrienta a la ñoñería navideña que pronto nos invadirá. Y ya que tengo pendientes de ver y reseñar un buen número de películas de zombies, que mejor que hacerlo presentándolo como un “especial”. Por ello, durante un tiempo indeterminado, aparecerán reseñadas en “Amazing Movies” algunas de las películas de zombies más curiosas con las que me he topado últimamente. Para no saturar/monopolizar demasiado el blog con vísceras y litros de hemoglobina, las reseñas no siempre serán seguidas, y dejaré un poco de espacio para tocar otros géneros y temáticas (recordando además, que aún queda la tercera y, de momento, última entrega de “Robots en el cine”)

Además, he incluido una pequeña encuesta en la que os pregunto a vosotros, fieles lectores, cual creéis que es el personaje más terrorífico dentro del cine de terror, dejándoos a elegir entre varias opciones distintas. La encuesta sí tiene fecha de caducidad, por lo que antes de que termine el año intentaré publicar los resultados de los votos.

Así que muy atentos al blog, que los zombies nos visitarán de vez en cuando.

sábado, 15 de noviembre de 2008

"Below" (2002) - David Twohy


Ya sea como guionista o bien como director -o ambas cosas a la vez-, David Twohy siempre ha estado especialmente ligado al género fantástico. Suyos son los guiones de “Warlock, el brujo”, “Han llegado” o “Las crónicas de Riddick”, además de co-escribir el libreto de la infravalorada “Waterworld”, “Critters 2” y de la fallida “Impostor”. Eso sin contar también sus escrituras para otros géneros, como es el caso de “El fugitivo” o “La Teniente O’Neil”.

Con mayor o menor acierto, Twhoy ha terminado siendo, para un servidor, un guionista/director a tener en cuenta en el campo de la ciencia-ficción y el fantástico, aunque de momento ninguno de sus trabajos como director ha sido un éxito en taquilla.
La cinta que nos ocupa fue realizada entre las dos partes de Riddick, estrenándose en USA con escasa repercusión pero consiguiendo buenas críticas por parte de la prensa especializada. Aquí en España no llegó ni a los cines ni al dvd, con lo cual es una cinta bastante difícil de conseguir.


"La historia nos sitúa en plena II Guerra Mundial, a bordo del submarino estadounidense Tiger Shark . Tras la pérdida accidental del Capitán Winters, la moral de la tripulación está algo baja, y no ayuda a subirla el hecho de tener a un barco alemán rondando por las cercanías. Su travesía por el atlántico parece ir de mal en peor cuando recogen a unos náufragos ingleses accidentados tras el inesperado ataque al barco en el que viajaban. Entre ellos está una mujer, hecho considerado por los marineros como de mal augurio, y nos les faltará razón, pues tras su rescate empiezan a sucederse extraños acontecimientos a bordo. Ruidos insólitos, tocadiscos que funcionan solos, visiones espectrales, etc.

Poco a poco el viaje irá haciéndose más inquietante, creciendo con él las tensiones entre la tripulación (náufragos incluidos)
"


Por lo general, siento una especial predilección por las historias que acontecen en espacios reducidos, más si se desarrollan en lugares tan claustrofóbicos como pueda ser un submarino.
Below parte de una premisa muy original y sumamente interesante, si bien hay que lamentar que no se haya sabido explotar a fondo todas las posibilidades que ofrecía el componente fantástico de la historia. Y es que más allá de eso y omitiendo ese elemento distintivo, la cinta de Twohy podría funcionar perfectamente como una película de submarinos al uso, con su trama de suspense y sus habituales secuencias de combate.

El guión corre a cargo del propio director y de Darren Aronosky (Requiem por un sueño, La fuente de la vida), trasladando las típicas historias de fantasmas a un submarino de la Segunda Guerra Mundial, lo cual es, sin duda, uno de sus mayores aciertos/atractivos, además de una sombría y opresiva puesta escena por parte de Twohy (quién además demuestra tener un buen manejo de la cámara en más de una ocasión, elevando la cinta por encima de la media)
Pero quizás el mayor problema esté en no explorar en profundidad (nunca mejor dicho) todas las posibilidades que ofrece el interesante argumento.


La trama se va desarrollando de forma pausada y optando siempre por la sutileza, evitando así caer en la obviedad más estridente. De este modo, el director consigue crear un sugestivo clímax de suspense, apelando en la medida de lo posible, a la propia imaginación del espectador. Ahora bien, tampoco duda en usar el estruendoso Dolby Surround para provocarnos algún que otro sobresalto (típico recurso efectista que suelo detestar)

A lo largo del metraje se van dejando caer algunas pistas que pueden servir para resolver el misterio, aunque no es hasta el tramo final cuando todo empieza a encajar y cuando averiguamos el por qué exacto de esos extraños fenómenos. Pero como ya digo, el componente fantástico se queda muy limitado, y sería mejor decir que forma parte de la historia de un modo más bien secundario.

Obviamente, ni Twohy ni Aronosfky han pretendido realizar una película de horror extremo, sino todo lo contrario. Sugiriendo más que mostrando, procuran que nuestra atención se centre más en los personajes y los secretos que unos y otros ocultan, que no tanto en las apariciones fantasmales. Por tanto, no estamos ante una versión submarina de “Horizonte final” (aunque sería el referente más cercano) ni tampoco ante una hermana light de “Ghost Ship”. Quienes esperan de ella algo por estilo, probablemente se lleven un chasco.

“Below” es toda una curiosidad en su género. Una cinta interesante, con un reparto lleno de actores secundarios que cumplen con corrección su papel, con unos efectos especiales discretos pero competentes, y con un misterio que intriga más que asusta. Podría haber sido mucho mejor de lo que finalmente es, y de ahí que se haga difícil recomendarla. Algunos podrán sentirse atraídos por su atmósfera, mientras que a otros puede terminar provocándoles el mayor de los bostezos.


Valoración personal:

sábado, 8 de noviembre de 2008

"Almas de metal" (1973) - Michael Crichton


Después de que Hollywood adaptara por primera vez y con buena acogida una novela de Michael Crichton titulada “The Andromeda Strain”, el propio escritor decidió, en 1973, llevar a la gran pantalla otra de sus historias, ejerciendo tanto de director como de guionista, y asegurándose así la máxima fidelidad para con su obra. Un año antes ya había probado suerte en ambos ámbitos adaptando otra de sus novelas (Pursuit), pero aquella vez fue exclusivamente para televisión.

Con “Westworld”, Crichton se enfrentaba al desafío de adaptar una obra que pedía a gritos más medios que con los que él contaba, y sobretodo que requería la eficiencia de un director más experimentado tras las cámaras. Pese a eso, el autor de Jurassic Park decidió hacer frente al reto y llevó a cabo el proyecto con más entusiasmo que efectividad, aún siendo éste uno de sus trabajos más recordados como director (personalmente, me quedo con "El primer gran asalto al tren")


En un futuro indeterminado, se ha creado un enorme y avanzado parque de atracciones llamado Delos, lugar en el cuál los visitantes tienen a su disposición tres grandes zonas temáticas para su disfrute: la Roma Imperial, el Oeste americano y la Europa Medieval. En ellas se puede interactuar con robots de apariencia humana mientras uno pasa unos días viviendo como lo hacían antaño nuestros antepasados.

Los principales protagonistas de esta historia son John (James Brolin) y Peter (Richard Benjamin), dos amigos adinerados que deciden pasar unos días de vacaciones en Delos, concretamente, en la zona del viejo Oeste. Su estancia allí les permite vivir como si hubieran viajado al pasado, siendo testigos de todo aquello que solían ver en los westerns: desde atracos al banco hasta duelos de revólver, pasando por las peleas en el Saloon.

Una vez allí, ellos deciden quienes quieren ser/representar en esta nueva y fantasiosa vida. Sheriffs, forajidos, pistoleros…, la elección es suya.
Todo parece ir rodado, disfrutando de las prostitutas del pueblo, peleando en el Saloon mientras juegan a cartas y se emborrachan con whisky, y batiéndose en duelo con malcarados pistoleros. Pero toda esa diversión se viene abajo cuando un fallo en el sistema (una especie de “virus”) provoca que todos los robots del parque se rebelen y actúen con una violencia inusitada.

Lo que iba a ser un viaje de ensueño se convierte en una brutal pesadilla y en una lucha por la supervivencia.

La cinta empieza con un acertado spot promocional de Delos, informando así a los futuros visitantes –y al propio espectador- de lo que el parque puede ofrecerles y del grado de satisfacción de aquellos que ya lo han visitado/probado. De este sencillo modo, quedan hechas las explicaciones acerca del contexto en el que se sitúa la historia, dejando que el resto de detalles se explican por sí solos mediante imágenes (las secuencias en el control de mando del parque o en el laboratorio de reparación) o conversaciones entre los protagonistas (el funcionamiento de las armas, etc.)

La trama prosigue con la llegada al parque de los visitantes, mostrando el proceso a seguir desde el recibimiento inicial hasta el momento en que estos llegan a sus aposentos.
Durante la mayor parte del metraje se nos muestra la vida diaria en las tres zonas que conforman Delos y en como los protagonistas se van adaptando poco a poco a su nueva vida ficticia. También nos muestra parte del funcionamiento del parque, desde la limpieza y retirada de robots dañados hasta el control de todo el sistema que gobierna el parque.

Aunque se nos muestren las tres zonas temáticas, es la del viejo Oeste la que centra nuestra atención mediante los personajes de John y Peter, que no tardan en desinhibirse y disfrutar de los “espectáculos” que les ofrece el parque. Se acuestan con bellas prostitutas, beben whisky en el Saloon y disparan con su revólver a todo aquel que se meta con ellos, todo ello siendo siempre placentero y sin sufrir ningún tipo de percance, pues los robots/androides están programados para ser serviciales y no dañar a ningún ser humano.

A medida que avanza la trama, somos testigos de los puntuales fallos que tiene los robots, y que predicen la catástrofe que está a punto de acontecer. El momento de la rebelión es bastante tardío, sucediendo hacia el final del –demasiado- escaso metraje y convirtiéndose mayormente en una huída de uno de los protagonistas en busca de una escapatoria.


Obviamente, el trabajo de Crichton tras la cámara no es redondo, y la cinta peca de cierta monotonía e incongruencias varias; robots que pueden comer y beber como humanos pero que luego tienen cortocircuitos con un sorbo de agua o armas que no pueden disparar a un cuerpo caliente pero que luego le sirven al robot pistolero interpretado por Yul Brynner para acabar con la vida de los visitantes, son algunas de esas incongruencias a las que hago referencia.

Por supuesto, la escasez de medios también impide recrear con mayor acierto y espectacularidad tanto los escenarios (pocos aunque creíbles) como las escenas de “acción” propiamente dichas. Y es en esas escenas donde mayor se nota la inexperiencia de Crichton en la silla de director, no tanto en las tiroteos (deudores directos de la violencia y la cámara lenta de Peckinpah) sino más bien en todo lo referente a la persecución final, que no resulta demasiado gratificante, y menos cuando el protagonismo recae en un personaje que produce más bien antipatía.


La labor del reparto es meramente correcta y la música un tanto machacona, y aunque el tiempo le ha hecho un flaco favor a la película, no podemos negar que su planteamiento es sumamente interesante y que al fin y al cabo, se hace bastante entretenida como producción de serie B que es.

“Westworld” dio lugar, tres años más tarde, a una secuela titulada “Futureworld”, y también, ya en los ochenta, a una miniserie de televisión -Beyond Westworld- compuesta por un total de 5 capítulos. Asimismo, un argumento similar le sirvió a Crichton para crear su más famosa novela, Jurassic Park, cambiando los robots por resucitados dinosaurios, y siendo llevada posteriormente al cine -y con un gran presupuesto- por Steven Spielberg, convirtiéndose en una de las películas más taquilleras de la historia del cine.

Hace algunos años se rumoreó la posibilidad de realizar un remake de esta cinta (algo muy de moda en estos últimos tiempos de escasez de ideas) con la posible participación de Arnold Schwarzenegger como estrella protagonista. Sin embargo, tras convertirse éste en Gobernador de California el proyecto quedó aplazado indefinidamente.

Teniendo en cuenta las posibilidades que ofrece el argumento de un moderno parque de atracciones infestado de robots descontrolados, y admitiendo que la adaptación de Crichton entretiene pero deja un poco que desear, no sería una mala idea realizar una nueva versión con más y mejores medios. Y lo dice alguien que no es muy partidario de los remakes.


Valoración personal:

jueves, 6 de noviembre de 2008

Michael Crichton (1942-2008)


Triste noticia para los seguidores de este polifacético escritor. Michael Crichton falleció el día 4 de noviembre a los 66 años en Los Ángeles (EE. UU.) a raíz de un cáncer que padecía.

Crichton fue un novelista cuyas obras fueron, a menudo, adaptadas al mundo del cine. Es probable que por ese motivo muchos de los que no hayan leído sus libros sí conozcan sus historias a través de la gran pantalla. Una de sus novelas más famosas y exitosas (se vendieron más de 150 millones de copias en todo el mundo) fue “Jurassic Park”, trasladada del papel al fotograma en el año 1993 de la mano de Steven Spielberg, que prosiguió en dichas tareas también con su secuela novelística en “Parque Jurásico: El mundo perdido”.

Por su trabajo como novelista de ficción, Crichton fue considerado uno de los precursores del llamado estilo tecno-thriller (o tecno-suspense), género que mezclaba la aventura de los protagonistas con rigurosas explicaciones científicas. Por lo general, sus obras mezclaban dicho estilo con otros como el suspense o la ciencia ficción, género éste, con el que obtuvo mayor reconocimiento.

En su último año en la escuela de medicina, Crichton publicaba “Andromeda Strain”, novela que se convirtió en un best seller y cuyos derechos vendió posteriormente a Hollywood, transformándose ésta en la película de culto de mismo nombre que dirigió Robert Wise en el año 1971. Asimismo, añadir que existe también un reciente remake televisivo producido por los hermanos Ridley y Tony Scott, y protagonizado por Benjamin Bratt.

Después de esta primera adaptación cinematográfica de una de sus novelas, empezaron a llegar otras tantas, en su mayoría ejerciendo Crichton la labor de guionista o co-guionista, si bien llegó también a dirigir algunas de ellas, como es el caso de “Almas de metal”, la más conocida, “Runaway, brigada especial” o “El primer gran asalto al tren”. Todas ellas, por cierto, con resultados nada desdeñables.

Su gusto por el cine no se limitó exclusivamente a su obra sino que también escribió historias/guiones originales para otros directores (Twister, de Jan De Bont) e incluso dirigió la adaptación de “Coma”, novela del escritor Robin Cook, especialista en “thrillers médicos”. Pero su mayor éxito y reconocimiento en estas lindes fue en televisión, creando y produciendo la popular serie ”ER”, conocida en España como “Urgencias”, por la que logró un total de ocho Emmys y recibió una concesión del gremio de los productores de América en la categoría de serie multi-episódica.

Habiendo vendido más de 100 millones de libros, traducidos estos a más de treinta lenguas; habiéndose adaptado al cine 12 de sus novelas y figurando durante muchos años en la lista Forbes como uno de los hombres más ricos del planeta, se puede decir que Michael Crichton fue un triunfador. Un cáncer se lo ha llevado pero su obra permanecerá perpetua en el tiempo.

Descanse en Paz.

sábado, 1 de noviembre de 2008

"Jack Brooks: Monster Slayer" (2007) - Jon Knautz


Es una verdadera lástima que este tipo de cintas, honestas y humildes en sus pretensiones, estén destinadas a terminar ocupando un hueco en las estanterías de los videoclubs. Y es que en ocasiones, este tipo de productos suelen ser mucho más disfrutables que los hiperpublicitados blockbusters de turno.

Algunos afortunados, no obstante, pudieron gozar de su visionado en pantalla grande en la reciente edición del Festival de Cine de Sitges. Pero para desgracia del resto de espectadores patrios, difícilmente ésta llegue a cruzar el charco comercialmente, y es que su edición en DVD de momento no está pensada para el mercado internacional.


El protagonista de esta historia es Jack Brooks, un joven cuya vida quedó profundamente marcada tras el asesinato de toda su familia cuando no era más que un niño. Desde entonces, Jack tiene arrebatos de ira que apenas puede controlar y que le suelen causar problemas en su entorno social. Cada día está más harto de su novia Eve, su trabajo como fontanero no le satisface y su vago interés por los estudios le impide llegar con puntualidad a las aburridas clases nocturnas a las que acude para sacarse el graduado.

Pero la vida de Jack dará un vuelco de 180º el día que Gordon Crowley, su profesor de clases nocturnas, le pida que le arregle las tuberías de su recién adquirida casa. La chapuza de nuestro protagonista y la curiosidad de Crowley terminarán despertando a un antiguo demonio que acabará poseyendo al profesor.

Será a partir de este aterrador suceso cuando Jack descubra como sacarle partido a toda esa ira acumulada durante años. Ahora su misión consistirá en acabar con el monstruo en el que se ha transformado Crowley tras la demoníaca posesión.


Jon Knautz debuta en el largometraje con esta gamberra producción canadiense que destila un innegable aire a serie b ochentera realmente muy agradecido. El puesto delante de la cámara –y también como co-guionista- se lo ha dejado a su amigo Trevor Matthews, protagonista de varios de sus cortometrajes y que aquí encarna al inestable Jack Brooks.
Dicho personaje es un claro intento de emular al Ash de “Posesión Infernal “ (Evil Dead), y si bien tiene suficiente potencial para conseguirlo, no podemos negar que Matthews carece del rebosante carisma que derrochaba Bruce Campell en aquella mítica trilogía “raimiana”. Aún así, el actor se desenvuelve bien en su papel, sobre todo cuando su ira se desata, ya sea de forma verbal como gestual (osease, a ostias)

Como no podía ser de otra forma, el rol de villano recae en un impagable Robert Englund, que consigue aquí uno de sus mejores trabajos, haciendo de su profesor Crowley un tipo de lo más inocente y bonachón al principio, y repugnante y estrafalario después.
Un Englund que desata su viz cómica con sumo acierto, convirtiéndose en unos de los mayores atractivos de esta peculiar cinta. Tampoco hay duda alguna que es de lo mejorcito en lo que ha participado nuestro eterno Freddy Krueger, pues su extensa filmografía no es como para echar cohetes.


El director sabe darle a la película este toque característico de los clásicos de terror fantástico ochentero, con acertadas dosis de humor, unos monstruos de goma y látex tan bizarros como hilarantes, y un poco de gore y viscosidades varias para animar la “fiesta”.

Desgraciadamente, lo que Knautz no controla es el tempo que necesita para desarrollar su historia. Aunque el metraje es el adecuado, la trama se desenvuelve con lentitud, con conversaciones de poco interés excesivamente alargadas y con secuencias reiterativas que no terminan de funcionar, como por ejemplo las visitas al psicólogo, que aunque son una buena aportación al argumento, finalmente no resultan ser un gag bien aprovechado.

A la historia le falta algo de chicha y por ello a ratos parece que se estire el chicle para intentar abarcar esa hora y media que como mínimo toda película debe cumplir. A film le cuesta mucho arrancar y no es hasta el tramo final cuando realmente despliega todo su potencial.
Lo mejor de su primera hora es la gradual transformación del profesor Crowley, desde que es poseído hasta que se convierte en un desagradable monstruo devorador de carne. (mención especial también para David Fox como Howard, el viejo dependiente de la ferreteria; y la eficaz banda sonora) Luego de esto, ya nos llega todo aquello que el tráiler nos prometía, y aunque el disfrute del espectador es máximo, finalmente nos queda la sensación de que el conjunto podría haber dado más de sí.

Del modo en que termina todo, podríamos tener Jack Brooks para rato. Y ojalá así sea, pues una vez hechas las presentaciones, sus posteriores entregas podrían mostrarnos ya al “cazador” en todo su esplendor.

“Jack Brooks: Monster Slayer” es, por tanto, una simpática película que hará las delicias de los amantes de la serie B más desvergonzada (inclúyase en servidor entre ellos), con su ración de gore y sus entrañables efectos especiales a la antigua usanza. Aunque da un poco menos de lo que promete, no deja de ser un honesto entretenimiento para todo cinéfago que se precie.


Valoración personal:

viernes, 31 de octubre de 2008

Películas imprescindibles para Halloween


Hoy es 31 de Octubre, víspera de El Día de Todos Los Santos, celebración cristiana que se lleva a cabo de distintas formas -e incluso en distintos días- según el lugar en el que nos encontremos. En Estados Unidos, por ejemplo, se celebra Halloween, fiesta que cada vez se ha extendido más y más por occidente hasta el punto que en España se mantienen ciertas tradiciones de dicho festejo, como por ejemplo los disfraces de carácter terrorífico.

La también conocida como Noche de brujas, sirve de excusa para que los más jóvenes se disfracen y hagan aquello del “truco o trato”, aunque aquí esta práctica no es usual y todo se queda reducido al mero disfraz (y los mayores, a ir de copas, por supuesto)
También es un buen momento para pegarse una sesión de cine nocturna con una buena ración de títulos del género de terror. Y este es el motivo que le sirve a un servidor para realizar este pequeño post (ilustrado convenientemente por la voluptuosa Elvira xD) y cuya intención no es otra que ofreceros un breve listado personal sobre aquellos títulos que considero ideales para pasar una noche como esta.

Por supuesto, esta lista es meramente subjetiva y en ella no figuran todas los películas de terror que me gustan, pero sí aquellas que me parecen imprescindibles para echarse una buena sesión cinéfila para la noche que nos ocupa.

Primero empecemos por los clásicos de antaño. Dos títulos con dos de los monstruos cinematográficos (y literarios) por excelencia como son Drácula y Frankenstein:

El Doctor Frankenstein (Frankenstein) de la Universal Pictures.

Drácula, de la Hammer.

Dso obras cumbres del género de imprescindible visionado.


Sigamos con algunas de las cintas más espeluznantes del terror moderno:

La Semilla del Diablo (Rosemary's Baby)

El Exorcista (The Exorcist)

La Noche de Halloween (Halloween)

El Resplandor (The Shining)

Al Final de la Escalera (The Changeling)

La Cosa (The Thing)

Posesión Infernal (Evil Dead)

Drácula, de Bram Stoker (Bram Stoker's Dracula)

En la Boca del Miedo (In the Mouth of Madness)

Abierto Hasta el Amanecer (From Dusk Till Dawn)


Y ya para terminar, finalizamos el listado con algunas de las producciones más impactantes de los últimos años.

Amanecer de los Muertos (Dawn of the Dead)

The Descent

Las Colinas Tienen Ojos (The Hills Have Eyes)

La Niebla de Stephen King (The Mist)

À l'intérieur


Y una vez terminada mi selección, os toca a vosotros, mis fieles lectores, citar aquellos títulos que para vosotros son imprescindibles para pasar una noche de Halloween de lo más terrorífica.

domingo, 26 de octubre de 2008

"Las Crónicas de Riddick - Montaje del Director" (2004) - David Twohy


Después de un telefilm, Huida a través del tiempo, y de su interesante pero irregular primer largo, Han llegado, David Twohy dirigió el que es, aún a día de hoy, su mejor trabajo, “Pitch Black”. Una modesta pero sumamente satisfactoria cinta de ciencia-ficción y terror ambientada en un planeta hostil en dónde un grupo de supervivientes de un accidentado trayecto espacial debían hacer frente a unas criaturas alienígenas con muy malas pulgas. En ella se nos presentó a uno de los antihéroes más atractivos de la cinematografía reciente: Riddick. Un personaje duro y letal al que las adversas circunstancias le convierten en la única esperanza para la supervivencia de los tripulantes de la nave accidentada; nave en la que el susodicho viajaba como prisionero.

Aunque su paso por cines fue más bien discreto (un servidor fue de los pocos que acudieron a una sala de cine a dejarse sorprender por esta estupenda película), con el tiempo ha ido ganando adeptos, hasta el punto de considerarse una de las mejores muestras de lo que puede dar de sí un film de bajo presupuesto con una buena y efectiva historia detrás.

Para nuestra sorpresa, cuatro años más tarde el director nos traería una segunda parte mucho más ambiciosa y costosa. Desgraciadamente y pese a un trailer que auguraba todo lo contrario, la mayoría de los seguidores de la primera entrega nos llevamos un chasco enorme viendo aquella farragosa y ampulosa secuela.

Ahora, tras el anuncio de Twohy en proseguir con las hazañas de Riddick con un par de películas más (cuyos guiones ya está escribiendo) y con una edición del “montaje del director” ya disponible, parece un momento idóneo para rescatar esa decepcionante película y comprobar si la cosa ha mejorado y/o si hay suficientes alicientes como para darle una nueva oportunidad a las venideras secuelas.


Los Necróferos son una raza de guerreros que viajan por el espacio con afán conquistador, sometiendo y/o aniquilando toda civilización que encuentran a su paso. Los pocos que se revelan contra ellos apenas tienen posibilidades de derrotar a su poderoso ejército, pero cuando todo parece perdido, aparece en el horizonte el nombre de un salvador, Riddick, uno de los pocos descendientes vivos de su estirpe, los furianos, y el único capaz de derrotar al imperio necrófero.

Han pasado los años y nuestro (anti)héroe sigue siendo un fugitivo de la ley al que le trae sin cuidado lo que le ocurra al resto del universo. Sin embargo, la petición de auxilio de un viejo amigo le hará cambiar de opinión y los siguientes acontecimientos harán que se tome su destino como algo personal contra los malvados necróferos.


El distanciamiento de “The Chronicles of Riddick” respecto a su predecesora es más que evidente. Existe un abismo entre una y otra, tanto en pretensiones como en su historia y tratamiento, además de los distantes resultados finales.
Con esta cinta Twohy apuntaba muy alto, y le acompañaba un presupuesto a medida y un eficaz equipo técnico suficientes como para que la cosa funcionase sin problemas. Sin embargo, la pretenciosidad del proyecto fue mayor que la pericia del director/guionista para llevarla a cabo.

En este “montaje del director” se han añadido 15 minutos más de metraje, si bien al tener un recuerdo bastante vago de la versión proyectada en cines no puedo asegurar si existe una mejora palpable en esta reedición. Lo que sí puedo decir es que un segundo visionado, sabiendo ya las diferencias existentes entre una y otra entrega, ha mejorado un poco mi opinión respecto a ella.

Como ya me ocurriera la primera vez, debo alabar efusivamente al departamento creativo, que ofrece unos originales e impresionantes diseños conceptuales que abarcan desde naves y planetas hasta armaduras y armamento. La recreación de la nave nodriza de los Necrófiros es un deleite visual, con ese aspecto barroco plagado de minuciosos detalles; su exterior mantiene una inusual apariencia formada por unos rostros humanos más propios de la escultura que de la arquitectura.

La concepción de los escenarios es muy atractiva e incluye tanto el planeta Crematoria (planeta con temperaturas infernales de unos 375º C durante el día y unos 175º C durante la noche) como su prisión, el Slam, que se encuentra a kilómetros y kilómetros del subsuelo. También tenemos el planeta Helion, lugar donde aterrizan los Necróferos, y los helados páramos donde se encuentra nuestro protagonista al inicio del film.
Distintos lugares que ambientan a la perfección la trama.

Como condimento, tenemos el avanzado armamento de los villanos y sus metálicas armadura, cuyo diseño recuerda a esa rojiza armadura que Gary Oldman lucía en el Drácula de Coppola. Todo ello es obra de, entre otros, Holger Gross, diseñador de producción que trabajó con Roland Emmerich en Stargate (se notan las influencias), película cuyos Goauls, además, recuerdan a los Necróferos de Twohy (curioso, cuanto menos); y Matthew Codd, ilustrador de arte conceptual responsable, por ejemplo, de “Juez Dredd”.

A este magnífico despliegue visual se le une una adecuada banda sonora a cargo de Graeme Revell, que coincide con el director por tercera vez consecutiva.

Pero pese a todos esos aciertos, tenemos también la prometedora historia que nos relata Twohy, que pretende abarcar demasiado en muy poco tiempo. Quedan algunos cabos sueltos que requieren de una continuación para ser aclarados, como por ejemplo el cómo y el por qué de las visiones de Riddick o el qué son exactamente los Necróferos.
La intención de elaborar un complejo y detallado mundo propio similar al “Dune” de Herbert se queda a medias, siendo la novela un medio más propicio para recrearse con total libertad (y no una película destinada a hacer taquilla con un action-man como protagonista). Por tanto, la historia es demasiado densa y no queda muy bien explicada, y eso topa de frente con los aires a blockbuster que, para bien o para mal, arrastra la película. Y como desgraciadamente ocurre con muchos otros directores de la actualidad, las escenas de acción están filmadas con mucho movimiento y cuesta percibir con exactitud quién pega/dispara a quién.

El reparto es convincente e incluso la inexpresividad habitual de Diesel encaja perfectamente con su rol a desempeñar (como ya hizo en Pitch Black), pero no son bazas suficientes para darle categoría a un film que se queda a medio gas.

Por tanto, “The Chronicles of Riddick” es una cinta que mejora en un segundo visionado y que funciona medianamente como entretenimiento (buenos diálogos, acertadas dosis de humor, trepidante acción aunque a ratos confusa, escenarios atractivos, espectaculares efectos especiales…), pero resulta fallida en sus pretensiones de hacer algo más grande, más épico.

No obstante, David Twohy sigue siendo un director a tener en cuenta dentro del cine fantástico, y esperemos que su regreso al personaje de Riddick nos deje mejores sensaciones.


Valoración personal: