Urroz-Villa, población situada en una de las cuencas pre-pirenaicas de Navarra, vinculada desde la Edad Media con la casa real de este reino, fue escenario de unas activas ferias y mercados, celebrados en su plaza del Ferial, en torno a...
moreUrroz-Villa, población situada en una de las cuencas pre-pirenaicas de Navarra, vinculada desde la Edad Media con la casa real de este reino, fue escenario de unas activas ferias y mercados, celebrados en su plaza del Ferial, en torno a la cual se ordena su caserío. Todavía hoy llama la atención el contraste entre su reducida población y la amplia extensión de la plaza, que manifiesta la importancia que tuvo como lugar de intercambio entre lugares de montaña y otros más de ribera, productores de cereal y viñedo. En este capítulo se aborda la evolución sufrida por la villa en los siglos XVI, XVII y XVIII. Mientras el siglo XVI es sin duda el de mayor brillo, no tarda en llegar la crisis, que va a afectar de modo sensible a una serie de factores cruciales para garantizar esa prosperidad: las reformas religiosas provocarán la drástica disminución del número de peregrinos a
Santiago; la situación interna de la vecina Aragón desencadenará el bandolerismo en la frontera, lo que unido a la barrera aduanera en ese mismo límite contribuirá a la decadencia del comercio en esta plaza. La Navarra incorporada a Castilla parece bascular hacia este Reino, mientras que la mitad oriental, inclinada hacia Aragón, se sume en una decadencia que viene a coincidir con la crisis generalizada del siglo XVII. Los urroztarras tratarán de reactivar su actividad comercial comprando a Felipe IV el privilegio de feria en 1630, pero las circunstancias adversas pesan demasiado y la villa no recuperará su esplendor pasado. La consecuencia tal vez más positiva de este estancamiento, que afecta a lo demográfico, será que el entramado urbanístico se va a conservar sin grandes alteraciones.