Neurosis, perversión, psicosis: he aquí el tríptico de las llamadas estructuras clínicas. En sí mismos, los tres términos datan de una clínica y una psicopatología previas al psicoanálisis, aunque Freud los tomó tempranamente como objetos de estudio y los puso en relación con la hipótesis del Inconsciente. Casi cualquier lector, nos parece, podría dar su aquiescencia al enunciado anterior. Es en la continuación de la historia que las opiniones estarían divididas. Ellas se concentrarían, posiblemente, alrededor de tres fórmulas: (1) El anacronismo superado. (2) El axioma lacaniano de filiación. (3) La mutación desapercibida. Cualquiera de esas fórmulas deja poco espacio a la interrogación. Por renovación a la moda, por tradición ciega o por alergia nosográfica, ellas pasan de soslayo: tanto el efecto que sobre la neurosis, la perversión y la psicosis pudo tener su freudiana puesta en relación con el Inconsciente, como el envite de Lacan al retomar y sistematizar el tríptico estructural. ¡Atención! Eso que está soslayado contiene una subversión de la psicopatología. Nuestra apuesta aquí será la de volverla visible.