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Intro REDF nº29 Genero e interculturalidad

Presentación del Nº monográfico de la Revista Europea de Derechos Fundamentales sobre Género e Interculturalidad, nº29. see all articles: http://journals.sfu.ca/redf/index.php/redf/issue/view/N%C3%BAmero%2029%20-%20Primer%20semestre%202017

Presentación Magaly Thill Profesora de Derecho Constitucional Universidad Rey Juan Carlos Durante los últimos años, las tensiones entre igualdad de género y multiculturalismo han ido ocupado un lugar preponderante, no tan sólo en los debates académicos sobre derechos humanos, políticas públicas y relaciones internacionales, sino también en la opinión pública y publicada. Desde posiciones posmodernas relativistas, se ha llegado a defender que los derechos humanos y, con especial énfasis, el acervo internacional sobre igualdad entre mujeres y hombres, son productos de una visión occidental y etnocéntrica que ha sido impuesta al resto de sistemas culturales. Paralelamente, hemos asistido a una instrumentalización nada inocente del argumento de la igualdad de género, desde posiciones tradicionalmente opuestas a las demandas feministas, para justiicar narrativas y medidas discriminatorias hacia minorías étnicas y religiosas. El feminismo, lógicamente, también ha sido atravesado por estos debates. De la mano del pensamiento posmoderno y poscolonial, se ha visto como las políticas de reconocimiento y las reivindicaciones identitarias, incluyendo las culturales, se contraponían y pugnaban por desplazar a las políticas de redistribución. Sin embargo, como ha tematizado Nancy Fraser, lejos de constituir orientaciones opuestas o excluyentes, la redistribución, el reconocimiento y la representación constituyen tres ejes necesarios y complementarios de la justicia democrática, siendo de especial importancia abarcar estas tres áreas de reivindicación para el logro de la siempre postergada justicia de género 1. Partiendo de esta premisa, el presente monográico ofrece relexiones de pensadoras de Europa, América Latina y el mundo árabe, sobre los encuentros, desencuentros y reencuentros entre identidad cultural e igualdad de género, en un contexto en que la globalización y las diásporas migratorias han generado nuevos escenarios de interacción cultural no exentos de tópicos, estigmatizaciones y conlictos. Por ello, siguiendo la estela de Celia 1 N. Fraser, Fortunas del feminismo, Traicantes de Sueños, Madrid, 2015, p. 272. 14 PRESENTACIÓN Amorós que postula que «conceptualizar siempre es politizar» 2, el presente volumen recoge relexiones que exploran, desde la teoría feminista, las tensiones entre el derecho a la igualdad de género y los derechos culturales. Se analizan distintas problemáticas fácticas, teóricas y políticas que emergen de las interacciones entre culturas y género, haciendo especial hincapié en la brecha Norte-Sur (a su vez atravesada por diferencias de clase) y señalando las posibles contradicciones o controversias entre los distintos enfoques. De lo que se trata es, en deinitiva, de ofrecer propuestas teóricas que apuesten por la justicia de género sin renunciar a la diversidad cultural. Con tal inalidad, el presente monográico se ha estructurado en tres partes. El primer bloque, compuesto de cinco artículos, introduce marcos teóricos interpretativos sobre la intersección entre el género y las políticas culturales. Con objeto de superar la tensión existente entre aquellos postulados que deienden que el multiculturalismo refuerza la jerarquía sexual y los que reclaman el reconocimiento de las diferencias culturales, se ofrecen diferentes propuestas epistemológicas, teóricas y metodológicas, que comparten en mayor o menor medida la importancia de mantener un horizonte normativo universal en el que se inscriban los derechos de las mujeres. María Luisa Femenías y Graciela Vidiella analizan desde una perspectiva feminista las principales críticas del multiculturalismo al liberalismo, llegando a concluir que los derechos de las mujeres y/o miembros de minorías -étnicas, religiosas u otras- encuentran su anclaje óptimo en un modelo de democracia deliberativa que garantice el derecho individual a la igualdad de oportunidades y de reconocimiento. Para Alda Facio y Anya Victoria, el sistema universal de los derechos humanos, lejos de oponer los derechos de las mujeres a los derechos culturales, permite armonizarlos. La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW ) proporciona, en opinión de la autoras, un marco sólido para interpretar adecuadamente la intersección entre unos y otros. Celia Amorós, cuyas relexiones no podían faltar en este debate, contrapone a las posiciones poscoloniales que subsumen el patriarcado dentro del colonialismo y etnocentrismo occidental, una crítica feminista que, en vez de impugnar la Ilustración, la radicaliza. Propone favorecer el diálogo entre culturas partiendo de la disponibilidad a interpelar y a ser interpeladas. Sólo desde este lugar, se podrán tender puentes de «vetas de Ilustración» a «vetas de Ilustración», avanzando así hacia una Ilustración multicultural o un multiculturalismo ilustrado. Sepideh Labani examina el debate en el seno del feminismo entre las corrientes inscritas en la tradición ilustrada y las aines a posturas posmodernas (como el feminismo multiculturalista, poscolonial o posorientalista), para evidenciar las implicaciones de ambas posiciones en términos de empoderamiento y emancipación de las mujeres. Finalmente, 2 C. Amorós, La gran diferencia y sus pequeñas consecuencias… para las luchas de las mujeres, Cátedra, Madrid, 2005, p. 295. PRESENTACIÓN 15 Alicia Miyares distingue las opresiones que se explican por una «problemática universal», como es la opresión de género, de aquellas de carácter identitario que emergen debido a «problemáticas situacionales». Alerta de las implicaciones políticas que suponen ignorar las primeras para centrarse exclusivamente en las segundas. Tras estos planteamientos teóricos generales, la segunda parte del presente monográico aborda las tensiones entre igualdad de género e identidades culturales en el marco geopolítico de las desigualdades Norte-Sur, evidenciando la instrumentalización de los derechos de las mujeres por los poderes patriarcales enfrentados. Así, Sophie Bessis nos presenta los tira y aloja entre universalidad y especiicidades culturales en el mundo árabe, demostrando como los derechos de las mujeres se sitúan, precisamente, en el centro del debate entre los diferentes modelos de sociedad en los países de confesión musulmana mayoritaria. Por su parte Itziar Ruiz-Jiménez denuncia en el «Naufragio de Europa» que las políticas europeas y el discurso de excepcionalidad y de miedo ante el fenómeno migratorio, están vinculados a tres grandes negocios: la seguridad, la «industria de la ilegalidad» y una economía política patriarcal de las migraciones estrechamente vinculada a la trata con ines de explotación sexual. Finalmente, Alicia Puleo se adentra en otro mercado globalizado de la desigualdad: el alquiler de úteros como última modalidad de extractivismo capitalista y patriarcal que se apoya en la intersección de la explotación de sexo, clase y raza. Ambos análisis nos recuerdan que lejos de excluirse de forma antagónica, las desigualdades de género y etno-raciales interseccionan dando lugar a discriminaciones múltiples que no se visibilizan en toda su dimensión desde la mera crítica al imperialismo occidental. En la última parte, se alojan análisis críticos acerca de problemáticas concretas que nacen de la colisión de algunas prácticas culturales de minorías étnicas o religiosas con el principio de igualdad de género y no discriminación por razón de sexo. Asimismo, se formulan orientaciones y recomendaciones para una praxis jurídica y política que contemplen las intersecciones entre la opresión de las mujeres y la que se basa en la pertenencia a un grupo cultural minoritario. A partir del ejemplo de la Mutilación Genital Femenina (MGF), Laura Nuño Gómez analiza el papel de los mitos, ritos y marcas en la construcción de la identidad de género y cultural, una identidad que en los países de destino se convierte en una triple alteridad de difícil salida, situando a mujeres y niñas de grupos étnicos minoritarios ante un dilema identitario marcado por la exclusión. Tras identiicar algunos elementos problemáticos de las políticas públicas europeas destinadas a combatir la MGF, presenta recomendaciones concretas encaminadas a prevenir de forma eicaz esta forma de violencia de género. La misma práctica cultural es analizada desde una perspectiva poscolonial por Ruth Mestre i Mestre en un intento de esclarecer las ventajas e inconvenientes de considerar las MGF como una forma cultural de violencia contra las mujeres en el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica (Convenio de Estambul). De la mano de Geneviève Fraisse, este monográico también se acerca a la polémica prohibición del uso del burkini en algunas playas francesas, que fue decretada al calor 16 PRESENTACIÓN del atentado de Niza durante el verano 2016. En un artículo breve pero contundente, la ilósofa francesa nos lleva a relexionar sobre el uso discursivo y político que unos y otros hacen del cuerpo de las mujeres. Finalmente, a modo de paradigma de la manipulación a las que pueden ser sometidas las políticas anti-discriminatorias en contextos supremacistas, el artículo de Ghadir Shaie ofrece un análisis, contado en primera persona, del pinkwashing israelí como doble estrategia de lavado de imagen hacia fuera y, en clave interna, como agenda desmovilizadora del activismo LGBTI palestino. Históricamente, los encuentros entre culturas han sido acompañados por la incomprensión, el prejuicio, el miedo y el conlicto. Pero también por la curiosidad, el razonamiento, la conianza y el diálogo. Las narrativas actuales relativas a una supuesta incompatibilidad entre multiculturalismo y feminismo, o entre derechos culturales e igualdad de género, no pueden ser analizadas sin tener en mente el contexto geopolítico en el que emergen. Asimismo, conviene recordar que los patriarcados en litigio (sean éstos liberales, neoliberales, conservadores, religiosos, etc.) utilizan el cuerpo y la vida de las mujeres, no solo como objeto de intercambio, sino también, en palabra de Fraisse, como «lugar del intercambio» o del conlicto. Alejándonos de posiciones que consideran las culturas como totalidades uniicadas, inmutables y homogéneas, es necesario reconocer, como nos anima Seyla Benhabib, los «procesos culturales de resigniicación y reinterpretación en los que están involucradas las mujeres de las comunidades étnicas minoritarias» y alentar «su agencia autónoma frente a las identidades que les son asignadas» 3. Sirva este monográico para ayudarnos a seguir esta senda, la de contribuir desde el pensamiento crítico feminista a los esfuerzos pasados, presentes y futuros por defender la igualdad y la dignidad de todas las personas. 3 S. Benhabib, Las reivindicaciones de la cultura: igualdad y diversidad en la era global, traducido por A. Vassallo, Katz, Buenos Aires/Madrid, 2006, p. 151. Presentation Magaly Thill Professor of Constitutional Law Universidad Rey Juan Carlos Over the last two decades, tensions between gender equality and multiculturalism have come to the fore not only in academic debates on human rights, public policies and international relations, but also in the public opinion and in the media. Relativist postmodern stances have asserted that human rights, with special emphasis on the international acquis of gender equality, are products of Western and ethnocentric views that have been imposed to every other cultural system. On the other hand, we have seen an instrumentalization, not innocent, of the argument of gender equality, from positions traditionally opposed to the feminist demands, to justify discriminatory discourses and measures towards ethnic and religious minorities. Logically, these debates have also afected feminism. Under the inluence of postmodern and postcolonial thinking, policies of recognition and identity revindications, including cultural ones, have challenged and pretended to sideline policies of distribution. Nonetheless, as theorized by Nancy Fraser, far from constituting contradictory orientations that exclude each other, redistribution, recognition and representation are necessary and complementary axes of democratic justice. It is therefore especially important to embrace those three ields of revindication to reach the repeatedly delayed gender justice 1. Having said that, the present monographic ofers relexions of thinkers from Europe, Latin America and the Arab world, about agreements, disagreements and new agreements between cultural identity and gender equality, in a context where globalization and migratory diaspora have generated new settings of cultural interactions not exempted of clichés, stigmas and conlicts. For this reason, in the footsteps of Celia Amorós, who hypothesizes that “to conceptualize is to politicize” 2, this book collects relexions that explore, from 1 N. Fraser, Fortunas del feminismo, Traicantes de Sueños, Madrid, 2015, p. 272. C. Amorós, La gran diferencia y sus pequeñas consecuencias… para las luchas de las mujeres, Cátedra, Madrid, 2005, p. 295. 2 18 PRESENTATION feminist theory, the existing tensions between the right to gender equality and cultural rights. It explores various factual, theoretical and political problems that emerge from the interactions between cultures and gender, putting emphasis on the inequality between North and South (a gap which is also traversed by class diferences) and on the possible contradictions or controversies between the diferent perspectives. he challenge is, in essence, to ofer theoretical proposals aimed at both gender justice and cultural diversity. With this objective, the present monographic is divided into three parts. he irst one is composed of ive articles and introduces theoretical interpretative frameworks about intersections between gender and cultural policies. In order to overcome the tension between postulates that defend that multiculturalism strengthens sexual hierarchy and those claiming for recognition of cultural diferences, diferent epistemological, theoretical and methodological proposals that share, in a smaller or greater extent, the importance of maintaining a universal normative horizon which women’s rights pertain to. María Luisa Femenías and Graciela Vidiella analyze from a feminist perspective the main criticism of liberalism made by multiculturalism, and come to the conclusion that women’s rights and the rights of minorities -ethnic, religious or others- are better anchored within a model of deliberative democracy that protects the individual right to equal opportunities and recognition. In Alda Facio and Anya Victoria’s views, far from opposing women’s rights and cultural rights, the universal system of human rights allows harmonizing both tenets. According to those authors, the Convention for the Elimination of all forms of Discrimination against women (CEDAW ) provides a solid framework to interpret adequately the mentioned dilemma. Celia Amorós’ relexions, which must nurture this debate, respond to the postcolonial positions that subsume patriarchy within colonialism and Western ethnocentrism, drawing on a feminist critical theory that radicalizes the Enlightenment instead of rejecting it. She suggests to promote the dialogue between cultures, departing from the availability to question and to be questioned. Only from there, bridges can be built between “veins of Enlightenment” as a way to progress towards a multicultural Enlightenment or an enlightened multiculturalism. Sepideh Labani analyses the debate between enlightened and postmodern (multiculturalist, postcolonial or postorientalist) feminist trends, to make visible the implications of both positions in terms of empowerment and emancipation of women. Finally, Alicia Miyares distinguishes oppressions derived from a universal issue, like those based on gender, and oppressions pertaining to identity, which emerge from a situational context. She alerts about the political implications of ignoring the irst set of oppressions to focus on the second group only. After these general theoretical approaches, the second part of the present monographic addresses the tensions between gender equality and cultural identities within the geopolitical context of inequalities between North and South, revealing how women’s rights are instrumentalized by conlicting patriarchal powers. In this way, Sophie Bessis presents tug-of-war between universalism and cultural speciicities in the Arab world, PRESENTATION 19 showing how women’s rights are at the very centre of the debate between diferent models of societies in countries with a majority of Muslim population. On her hand, Itziar Ruiz-Jiménez denounces in her article “he Failure of Europe”, that European policies and the discourse of exceptionality and fear against the background of migratory phenomenon, are related to three big businesses: security, the industry of “illegality” and a political patriarchal economy of migrations tied to women’s traicking for sexual exploitation. Finally, Alicia Puleo explores another globalized market of inequality: the renting of wombs as the most recent mode of capitalist and patriarchal extractivism that relies upon the intersection between exploitations based on gender, class and race. Both authors remind us that, far from excluding each other in an antagonist way, gender and ethno-racial discriminations intersections give rise to multiple discriminations, which cannot be weighed in all their dimension from the mere criticism of Western imperialism. he last part of the present monographic features critical analysis about concrete issues that stem from the contradiction between some cultural practices of ethnic or religious minorities and the principle of gender equality and non-discrimination on the gound of gender. Furthermore, orientations and recommendations are put forward to promote a legal and political praxis that takes into account the intersections between women’s oppression and the oppression, which stems from pertaining to a cultural minority. Baseed on the analysis of female genital mutilation, Laura Nuño Gómez explores the role of myths, rites and marks in the construction of gender identity. In countries of destination, gender identity gives rise to a triple otherness from which it is diicult to escape and puts women and girls of ethnic minorities in front of an identity dilemma characterized by exclusion. After identifying some problematic elements of European public policies aimed at combatting FGM, she advances concrete recommendations to prevent in an efective way this form of gender based violence. he same harmful practice is reviewed by Ruth Mestre i Mestre from a postcolonial perspective, in an attempt to clarify the advantages and disadvantages of considering MGF as a cultural form of violence against women in the Council of Europe Convention on preventing and combating violence against women and domestic violence (Istanbul Convention). his monographic also explores, through the eyes of Geneviève Fraisse, the polemic prohibition of the burqini on the beach in several cities in France during the summer 2016. In a short and sharp article, this philosopher leads us to relect on the discursive and political use that one another makes out of women’s bodies. Finally, Ghadir Shaie’s article ofers a ist hand paradigm of how anti-discrimination policies may be manipulated in supremacist contexts. She analyses how Israeli pinkwashing is a double strategy of image washing at external level and an internal agenda aimed at demobilizing Palestinian LGTBIQ activism. Historically, encounters between cultures have come along with misunderstanding, stereotypes, fear and conlict. But also with curiosity, reasoning, trust and dialogue. Current narratives about a presumed incompatibility between multiculturalism and feminism, or between cultural rights and gender equality, cannot be analized properly if we do not 20 PRESENTATION keep in mind the geopolitical context in which they come through. Similarly, it is convenient to remind that conlicting patriarchies (be they liberal, neoliberal, conservative, religious, etc.) use the body and the life of women, not only as object of exchange, but also, in Fraisse’s words, as the place of the exchange or conlict. Away from positions that take cultures as uniied, immutable and homogeneous totalities, it is necessary to acknowledge, as Sheyla Benhabib encourages us to do, the “cultural process or resigniication and reinterpretation of involved women of ethnic minorities” and “to promote their autonomous agency in front of identities which are assigned to them”3. Hopefully this monographic may help us to keep on the path of contributing from critical feminist thinking, to the past, present and future eforts to defend equality and dignity of all people. 3 S. Benhabib, Las reivindicaciones de la cultura: igualdad y diversidad en la era global, traducido por A. Vassallo, Katz, Buenos Aires/Madrid, 2006, p. 151.