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PRESENTACIÓN DEL LIBRO 'EL
ANTIFAZ TRANSPARENTE'
Paula Martínez del Mazo
Fotografía: Isabel Montejo López
El miércoles 14 de diciembre se presentó el libro “El antifaz transparente” en el Salón de Grados de la
Universidad Francisco de Vitoria. Su coordinador, Arturo Encinas, estaba acompañado en la mesa por
Fernando Viñado, vicerrector de la Universidad; Diego Botas, Director del grado de Comunicación
Audiovisual junto a Juan Pablo Serra y Álvaro Abellán, profesores de la casa y coautores del libro.
EL NOMBRE DEL LIBRO
El nombre del libro es una buena síntesis de lo que han pretendido sus autores: hacer transparente el
antifaz de los superhéroes para profundizar en qué es lo que sostiene al superhéroe en cuestión, qué
hay detrás de esas máscaras; una idea de hombre concreta.
A lo largo de toda la presentación han querido dejar claro que no se trata de un libro de filosofía o
antropología sino de cine, de cine como relato, como el desarrollo de una vida ficticia que habla del ser
humano y con el que cualquier espectador se puede identificar. Los creadores de “El antifaz
transparente” tienen claro que el modelo de heroicidad de cada tiempo es un reflejo del modelo
antropológico de su época.
"Los superhéroes se ocultan. O, mejor dicho: se exhiben en apariencia irreconocible. Interponen una
máscara entre ellos y nosotros para mantener su secreto. Esperamos que estas páginas ayuden a
transparentar ese antifaz y conocer la verdad de la mitología del superhéroe en el cine, para que estos
sujetos nos permitan comprender un poco mejor al hombre de nuestra época", escribe Arturo Encinas
en la introducción del libro.
LA PROPUESTA Y LA RESPUESTA
El libro, además, propone este tipo de cine como una oportunidad para hablar al espectador de la vida
y del mundo. Cierto es que es un mundo creado, ficticio, pero con una influencia inmensa (incluso
mayor, decían) que muchas de las realidades cotidianas a las que nos enfrentamos. Que el espectador
note la anormal comodidad en la que vive la sociedad moderna, la vocación como motor y fundamento
de la vida, el “presentismo” o la pérdida de memoria de la sociedad, el afán de control, la posibilidad o
imposibilidad de vivir dentro de la moralidad, la posibilidad de la vivencia de valores de forma heroica y
la dependencia o independencia de los otros para vivir son algunos de los temas importantes del cine
de superhéroes.
Este tipo de cine, decía Juan Pablo Serra, obliga tanto al creador como al espectador a adoptar una
posición ante la vida y a verificar si esa propuesta es posible. Nadie puede quedar fuera de esta
provocación ya que incluso la falta de respuesta es una respuesta porque, decía más adelante Álvaro
Abellán, “la ausencia es una forma de presencia”.
EL CINE DE SUPERHÉROES EN ESPAÑA
En España se estrenan alrededor de cinco películas de superhéroes cada año, de las cuales dos se
convierten en éxitos taquilleros. Ante esta realidad, Arturo Encinas planteaba la pregunta: ¿por qué
estudiamos estas cosas, porque le importa a la gente o porque nos importa a nosotros? Que este tipo
de películas sean tan populares no es una coincidencia, remarcando la pertinencia de plantearse esto.
Este libro, que ha salido a flote gracias a cuatro años de perseverancia y trabajo, promete ser de gran
interés y disfrute para aquellos amantes del mundo de superhéroes, además de una ventana bellísima
para seguir conociendo quiénes somos a través del arte audiovisual.
Puedes comprar el libro aquí.
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© 2016 Instituto John Henry Newman - Universidad Francisco de Vitoria
Universidad Francisco de Vitoria, Madrid, 14 diciembre 2016
Presentación del libro El antifaz transparente
Ser héroe en un mundo desencantado:
el Caballero Oscuro según Christopher Nolan
Juan Pablo Serra
Departamento de Formación Humanística
Universidad Francisco de Vitoria
1. Agradezco a los asistentes, a ediciones
Encuentro por confiar en este proyecto, y
a Arturo Encinas por pelear este libro
durante tres años. Más que “Arturo
Encinas (coord.)”, habría que ponerte
“Arturo Encinas (el persistente)”.
2. Mirad estas imágenes. Entre una y otra
hay 25 años de distancia pero, sobre
todo… hay dos miradas distintas
(Christopher Nolan, Tim Burton). Por
decirlo más claramente, estéticamente,
hay una que parece más elaborada o
estilizada que la otra. ¿Casualidad o
intencionado?
3. Declaraciones sobre el primer film (Russo 2005)
“El estudio se enfrentó a varios callejones sin salida antes de comulgar finalmente con
la visión de elevado realismo que proponía Nolan”.
“El primer film de Tim Burton cuenta con un diseño maravilloso. Pero no distinguía
entre Batman y Gotham. Echabas de menos ver a Batman como una figura fuera de lo
común en un mundo de lo más normal” (Christopher Nolan).
“Casi todos los pesos pesados del casting de Batman Begins remarcan también la
voluntad naturalista de la película”.
“Lo que me gustó del guión fue su realismo” (Michael Caine).
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4. Nolan, ¿truquista o mago del cine?
(Navarro 2012)
En un estudio reciente, Antonio José
Navarro recordaba la división que suscita
la obra del realizador, un «truquista» para
algunos, un «mago del cine» para otros.
En efecto, a veces el cine de Nolan parece
salido de la mente de un autor frío,
racionalista y desmitificador. En la trilogía
de Batman, vemos que los accesorios del
héroe provienen de aplicaciones militares,
su disfraz de un traje de supervivencia y
buceo, y el batmóvil es un tanque
todoterreno pintado de negro. Pero hay
más. Los villanos son igualados a figuras
de nuestro mundo (terroristas, psicópatas,
dictadores); la ciudad de Gotham es desestilizada y asemejada a cualquier gran
urbe contemporánea; y, además, desde el
inicio de la trilogía se pretende ofrecer
una explicación definitiva de los orígenes
del personaje que haga creíble —y sin
lagunas de información— tanto su
transformación en justiciero nocturno
como sus métodos de intimidación.
No obstante, como buen «mago» que es,
en la filmografía de Nolan nada es lo que
parece. Así, junto a su afán realista y
desmitificador, Nolan también quiere reencantar su universo ficcional desde la
verdad de la subjetividad. Por ejemplo, la
del cariño paternal de Alfred y Gordon, lo
más cercano a la amistad que Bruce
Wayne experimenta en la trilogía de
Batman. También, en Batman Begins,
vemos que es la superación del miedo lo
que construye al héroe; la ira y
desesperación tras la pérdida del amor en
El caballero oscuro lo que le mueve a
adoptar medidas extremas y alejadas de la
ley; y la compasión y el cuidado de los
demás lo que incita a Bruce Wayne a
enfundarse una vez más el traje
enmascarado en El caballero oscuro: La
leyenda renace.
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Si nos creemos las películas de Nolan es
más por la verdad del drama humano que
muestran, y no tanto por la realidad que
desmontan.
5. Ahora bien, que un héroe tenga
sentimientos y busque la armonía consigo
mismo no es suficiente para una historia
de superhéroes que, de un modo u otro,
siempre intenta explorar el tema de la
justicia. Esto es lo más interesante de
Nolan: ¿cómo insertar lo excepcional y
heroico dentro de lo prosaico y en la más
pura materialidad de nuestra vida en
sociedad, donde —pese a nuestro progreso
legal, civil, moral, tecnológico— puede
emerger una fuerza bruta que no busca
nada lógico o cuantificable, un agente del
caos que sólo quiere ver arder el mundo?
6. En esa imagen se resume el desafío
antropológico central de la trilogía y se
define magistralmente la personalidad del
Joker, el gran villano de la saga del
Cruzado Enmascarado que, con su
conducta errática, pone patas arriba la
convivencia organizada de Gotham, algo
que Nolan resume magistralmente en esa
imagen del camión de bomberos ardiendo
y que el guión desarrolla hábilmente en la
segunda película al hilo de los personajes
nobles cuya moralidad es erosionada.
En esta entrega, hay un intento consciente
por hacernos notar la “anormalidad” de
nuestra vida plácida, ordenada y cotidiana,
mediante un montón de juegos simbólicos
subversivos. Ese ejercicio de subversión
lo va a llevar a cabo el Joker con todas las
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instancias oficiales (policías, jueces), nooficiales (criminales, mafiosos) y con el
conjunto de la población de Gotham. A
todos obliga a adoptar una posición… ante
la vida. E incluso, me atrevería a decir, al
propio espectador, que debe verificar en
su propia experiencia si «la ética es un
chiste malo» (Joker) o si se puede confiar
en que existan personas «dispuestas a
creer en el bien» y llevarlo a cabo
(Batman).
7. Es cierto que el Joker parece
impredecible y sin lógica. Sin embargo, sí
hay una motivación que le lleva a
enfrentarse a Batman —su deseo de
impresionarlo— y una lección que quiere
que aprenda la ciudad —a saber, que «la
única forma sensata de vivir en este
mundo es sin principios». En el contexto
de la película, lo que está queriendo decir
es terriblemente incisivo, pues lo que
pretende es socavar la moral calculadora y
de supervivientes con que los gothamitas
—y, por qué no, todos nosotros—
acostumbran a conducir su vida. El
parlamento en que lo explica a un Harvey
Dent convaleciente a quien pretende
convertir al mal es absolutamente mordaz:
Joker: ¿De verdad tengo pinta de tener un
plan? ¿Sabes qué soy? Soy un perro que corre
detrás de los coches. ¡No sabría qué hacer si
alcanzara uno! ¿Sabes? Actúo sin pensar. La
mafia tiene planes, los polis tienen planes.
Gordon tiene planes. Ellos maquinan [they’re
schemers]. Maquinan para controlar sus
pequeños mundos. Yo no maquino. Intento
enseñarle a los que maquinan lo patético que
es que intenten controlarlo todo.
Pues bien, ¿cómo hace para enseñar esto?
Mediante dos acciones brutales que casi
son más perturbadoras por lo que dice
sobre la sociedad de nuestro tiempo. En
primer lugar, cuando amenaza con
asesinar a una persona al día hasta que
Batman revele su identidad. En segundo
lugar, cuando con dinamita dos ferries,
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uno de prisioneros y otro de ciudadanos,
que explotarán a medianoche a no ser que
uno de los barcos opte por detonar la
carga del otro. No hace falta entrar en
detalles, pues lo creíble que resultan
ambos escenarios y la reacción de la gente
hablan por sí solos de cómo la opinión
pública es maleable (no sirve como punto
de referencia) y de cómo la democracia
no acierta en sus decisiones con lo que es
moralmente correcto (tampoco sirve como
criterio).
Sin embargo, el Joker lleva las cosas
demasiado lejos, y parece que finalmente
la gente sí es capaz de actuar
moralmente… aunque no precisamente
“los buenos”, la gente decente y
bienpensante. Contra todo pronóstico, en
ambos barcos los pasajeros terminan por
no usar el detonador, actuando de una
forma que no sólo viola sus intereses (si
ningún barco presiona el detonador,
ambos explotan) sino que desafía
cualquier cálculo racional (siempre será
preferible que un barco sobreviva a que
ambos sean destruidos). Nolan revela así
que la gente anónima es capaz de un acto
de gran valor moral, pero lo que hace que
esta conclusión sea creíble es el lugar
donde sitúa la fuente del acto ético y los
factores que reman en su contra.
«La fuente del acto ético no es el voto popular
(que rechaza actuar éticamente por 396-140),
ni la madre que intenta proteger a su hijo (la
cual defiende volar a los prisioneros por los
aires), ni tampoco las figuras de autoridad
(que se ven irresponsables e incapaces de
decidir en un sentido u otro). En su lugar, es el
prisionero, la figura del crimen, quien es
capaz de realizar el gesto ético» (McGowan
2009)
Si esto resulta interesante es por lo
siguiente. Con este gesto —tirar el
detonador por la borda— se interrumpe el
juego del Joker y, de paso, se muestra que
«hay una cierta violencia necesaria detrás
de todos los actos éticos. Estos deben
erradicar violentamente el entorno
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calculador predominante que subyace y
patologiza la obediencia a la ley»
(McGowan 2009). Repito. Hay una cierta
violencia detrás de un acto ético.
8. Si esto es así, ¿queda deconstruido el
héroe? ¿Ni siquiera ellos pueden apostar
por el bien porque, en el fondo, esa
apuesta es una farsa? ¿Hay algún aspecto
del héroe —o de nuestra propia condición,
ya que Batman no tiene ningún poder
extrahumano— que sea admirable? No del
todo. Si nos fijamos, con su realismo, lo
que Nolan quiere evitar es la idolización,
esto es, el re-encantamiento que consiste
en poner todas nuestras esperanzas en un
icono de la cultura de masas (una idea
icónicamente expresada por Giuseppe
Veneziano en Savior of the World)
¿Cómo evita esta idolización? En primer
lugar, humanizándolo. Nolan incide en la
humanidad del personaje y tiñe
emocionalmente ciertos nexos con
personajes significativos, logrando así que
la dignidad del personaje brille más que
sus obsesiones, traumas y soledades.
Además, al mostrar al Mal en estado casi
puro, consigue que el espectador
experimente, a la vez, fascinación y horror
ante la ausencia de orden que representan
Ras’al Ghul, Joker y Bane.
A la vez, busca evitar la idolización
mostrando que la gente necesita héroes de
verdad, pero que esa “verdad” no es
necesariamente la verdad de los hechos y
lo que vemos. La gente, en algún sentido,
necesita trascender lo prosaico. ¿En qué
sentido?
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9. Cuando, durante La leyenda renace,
Alfred insiste en que Bruce deje su
actividad nocturna y le anima a llevar una
existencia normal, es posible que esa
imagen —felicidad, mujer e hijos— no
ocurra fácticamente ni con frecuencia ni
todo el tiempo. Es posible que la
pacificación de una ciudad dividida por
una feroz lucha de clases en La leyenda
renace requiera algo más que acción
policial y adeptos a la resistencia. Incluso
es posible que sea muy raro que la gente
opte por renunciar a sus propios intereses
como en El caballero oscuro. Pero que
algo no pertenezca al reino de los hechos
no significa que no pueda ser objeto de
experiencia.
10. Es más, el realismo de Nolan es
“integral”, porque muestra un modo de ser
héroe que responde en gran medida a un
modelo aristotélico (perfección de
capacidades y hábitos) pero, sobre todo,
porque pivota sobre la apuesta vital por
ciertos
valores
incondicionalmente:
justicia, sí, pero también amistad,
convivencia (o amistad civil) y, sobre
todo, sacrificio de uno mismo.
«Cualquiera puede ser un héroe», dice
Batman antes de desaparecer para siempre
llevándose consigo una bomba nuclear a
punto de arrasar con Gotham. Pero se
necesita
algo
más
—atención,
disponibilidad, servicio— para hacer
saber a los demás que la vida sigue.
Fuentes
Navarro, Antonio José (2012): “Christopher Nolan (1): Los laberintos de la mente”. En
Dirigido, nº 424 (julio-agosto).
McGowan, Todd (2009): “The exceptional darkness of The Dark Knight”. En Jump Cut.
A Review of Contemporary Media, 51 (primavera) [online].
Russo, Tom (2005): “Batman Begins: un murciélago surgido del infierno”. En
Fotogramas, nº 1940 (junio), 90-96.
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‘El antifaz transparente’, repensar el cine
desde las humanidades
Tres profesores de la UFV publican un libro sobre el papel de los superhéroes en el concepto
antropológico que tienen las sociedades. La presentación tuvo lugar este miércoles.
Por Juan Cadarso - diciembre 15, 2016
El Salón de Grados de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) acogió este miércoles la
presentación de El antifaz transparente. Antropología en el cine de superhéroes (Ediciones
Encuentro). El libro, fruto del encuentro entre profesores, alumnos, amantes del cine y
filósofos, ha sido gestado en el corazón mismo del Grado de Comunicación de la UFV.
La obra aborda las cuestiones antropológicas nucleares de la
mitología del superhéroe cinematográãco.
En unos años en los que el cine de superhéroes vive su época de mayor esplendor, la obra
aborda, a través de las reflexiones de un grupo de especialistas, cuáles son las cuestiones
antropológicas nucleares de la mitología de este tipo de “mesías” cinematográfico. Los
profesores de la UFV Arturo Encinas, Juan Pablo Serra y Álvaro Abellán son los coautores de
una obra que ve la luz después de años de trabajo y esfuerzo.
“Esta obra provoca un encuentro entre humanidades y comunicación audiovisual, entre
clásicos y posmodernos, entre mito y ficción, entre inmanencia y trascendencia”, comentó
Fernando Viñado, vicerrector de Formación Integral de la UFV y presentador del acto. La
obra, que cuenta con 274 páginas, tiene como autor intelectual al Grupo Culturradio, un
espacio de conferencias sobre cine y humanismo creado por alumnos y profesores de la
Facultad de Comunicación.
Modelos éticos
Arturo Encinas es el coordinador de El antifaz transparente. Antropología en el cine de
superhéroes y analizó el papel que tienen los superhéroes a la hora de transmitir los valores
de una sociedad. “Hay un capítulo del libro en el que se dice que el modelo de heroicidad de
cada tiempo es su propuesta de humanidad. Tenemos que ver cuál es la heroicidad que
reconocemos para saber de qué va el asunto antropológico de nuestro tiempo”, explicó el
autor.
“Tenemos que ver cuál es la heroicidad que reconocemos para
saber de qué va el asunto antropológico de nuestro tiempo”.
“En el Batman de Nolan, comparándolo con el de Burton, se puede ver cómo el autor quiere
destruir el pensamiento de que la salvación de nuestro mundo viene por un ídolo de la cultura
de masas. Lo consigue bastante bien humanizando al héroe y te muestra el mal en estado
puro, y hace que el espectador tenga miedo de la ausencia de orden”, señaló el coautor Juan
Pablo Serra durante la presentación del libro.
Para el profesor Álvaro Abellán, el libro no es una obra de filosofía, sino de cine. “Es
fundamentalmente un libro de cine, pero no de un cine desde el punto de vista técnico. Es un
libro que trata de tocar lo esencial que es el séptimo arte en sus mejores realizaciones y
realizadores y como creador de mundos posibles. Hay creaciones cinematográficas que han
tenido mayor influencia en la sociedad que algunas realidades objetivas”, relató Abellán.
Juan Cadarso
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