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TLÁLOC ¿QUÉ? Nº12

Sacerdotes con atributos de Tlaloc en remates arquitectónicos de Cacaxtla Francisco Rivas Castro La Pirámide de la Serpiente Emplumada, Teotihuacan. Su relación con Venus vespertino, las lluvias y el cierre de 13 Bak’tun Geraldine Patrick Encina Un nuevo códice falso de México Daniel Schávelzon

T L ÁL OC ¿QU É ? Boletín del Seminario E l E mblema de Tláloc en Mesoamérica Año 3 N° 12 Octubre-Diciembre 2013 2 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO José Narro Robles Las opiniones expresadas en Tláloc ¿Qué? Boletín del Rector Seminario El Emblema de Tláloc en Mesoamérica son responsabilidad exclusiva de sus autores. Estela Morales Campos Tláloc ¿Qué? Boletín del Seminario El Emblema de Tla- Coordinadora de Humanidades loc en Mesoamérica es una publicación trimestral del Proyecto El Emblema de Tláloc en Mesoamérica, del Renato González Mello Instituto de Investigaciones Estéticas de La Universidad Director del Instituto de Investigaciones Estéticas Nacional Autónoma de México, Circuito Mario de la Cueva s/n, Ciudad Universitaria, C.P. 04510, México María Elena Ruiz Gallut D.F. Tel. 5622-7547 Fax. 5665-4740. Titular del proyecto [email protected] María Elena Ruiz Gallut América Malbrán Porto Enrique Méndez Torres Editores América Malbrán Porto Certificado de reserva de derecho al uso exclusivo Diseño editorial del título, Dirección General de Derechos de Autor, Secretaría de Educación Pública, número ( en Consejo Editorial: trámite ) . Certificados de licitud de título y de con- Jorge Angulo Villaseñor tenido, Comisión Certificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas, Secretaría de Gobernación, Marie-Areti Hers números, ( en trámite ) , ISSN ( en trámite ) . Alejandro Villalobos Patrick Johansson K. Portada y viñeta: Lámina 110v Códice Ixtlilxóchitl. Papeles y pinturas de un historiador/Geert Bastiaan van Doesburg. Fondo de Cultura Económica, Akademische Druck-und Verlagsanstalt, México,1996. 3 CONTENIDO Presentación p. 6 Sacerdotes con atributos de Tlaloc en remates arquitectónicos de Cacaxtla Francisco Rivas Castro La Pirámide de la Serpiente Emplumada, Teotihuacan. Su relación con Venus vespertino, las lluvias y el cierre de 13 Bak’tun Geraldine Patrick Encina Un nuevo códice falso de México Daniel Schávelzon p. 8 p.31 p. 64 Sesiones del Seminario p. 74 4 5 PRESENTACIÓN En el pensamiento cosmogónico mesoamericano se arraiga la presencia constante de Tláloc, dios de múltiples advocaciones, conocido principalmente como dios del agua celeste, pero profundamente vinculado con el astro solar, con Venus, con la tierra y con la serpiente emplumada o Quetzalcóatl, articulaciones en estrecha relación con la constelación simbólica fundamental de cueva-montaña-agua-tierra-inframundo-maíz. En este número presentamos el trabajo de dos investigadores que abordan, desde diferentes disciplinas, el vínculo lluvia-maíz-fertilidad, manifiesto tanto en la arquitectura como en la astronomía. Francisco Rivas Castro reflexiona sobre el corpus iconográfico presente en once almenas de los edificios de Cacaxtla, cuyos elementos están ligados a Tláloc y a los señores principales de la ciudad. Rivas sugiere que en estos remates arquitectónicos y escultóricos encontramos dos cultos principales: uno dedicado a la fertilidad y el otro a la guerra, pero particularmente a una guerra simbólica entre la tierra y la lluvia, expresión que alude al complejo jaguar-cueva-inframundo. Por su parte, mediante un análisis riguroso sobre la relación entre la serpiente emplumada, Venus y el ciclo agrícola, Geraldine Patrick busca obtener pistas de índole astronómica sobre la posición de Venus y la Luna en el día de La Creación, para calcular la duración del período13 Bak´tun y realizar una reconceptualizacióon del K'in, que desde hace cinco siglos se pensaba tenía una duración de 5,125.366 años. En este trabajo se busca conjuntar epigrafía, cuentas mayas y la escultura de la Serpiente Emplumada en Teotihuacán para hacer evidente la reiterada presencia de Venus en los relatos míticos de la creación primordial. Este es el último número de 2103. Con ello damos cuenta de tres años de Tláloc ¿qué?, publicación que presenta de los trabajos que se desarrollan dentro del proyecto PAPIIT IN 401811, que apoya la Dirección General de Asuntos del Personal Académico (DGAPA) de la UNAM. María Elena Ruiz Gallut 6 7 SACERDOTES CON ATRIBUTOS DE TLALOC EN REMATES ARQUITECTÓNICOS DE CACAXTLA Francisco Rivas Castro1 Introducción U no de los principales medios de comunicación que existe en cada cultura son las artes y en especial las plásticas, donde sobresalen la escultura y la gráfica, que reflejan consciente o subconscientemente los distintos aspectos de su ideología, religión y cosmovi- sión así como su organización socioeconómica. Es decir, que las escenas pintadas o modeladas nos transmiten ideas y conceptos a través de la comunicación escultórica y pictográfica (Angulo, 1998:27). A las personas que tienen la facultad de representar objetos de la realidad actualmente se les conoce como artistas, antiguamente se le llamaba Tlacuilo, al pintor, Tetlacuilo, al escultor que trabajaba la roca y Quauhtlacuilo, al tallador de madera. Lo que si podemos saber por medio de la observación y análisis de los restos arqueológicos que obtenemos en una excavación, es que hay objetos realizados por “artesanos”2, quienes los hacen con acabados rápidos y sencillos. Los bienes de uso diario eran vendidos en los mercados como hoy en día, pero cuando encontramos una tumba, muchos de sus elementos poseen un trabajo maravilloso, que nos reflejan las ideas y creencias, a su vez, el estatus social al cual pertenecía el personaje ahí enterrado. Lo mismo sucede con las ofrendas, las cuales poseen objetos con sentido religioso, a través del trabajo de cada pieza nos percatamos que algunos están hechos con técnicas artísticas muy refinadas. Para estudiar una cultura, lo más importante es conocer su cosmovisión3, que permite explicar e interpretar su mundo, paisaje, clima y estructurar su religión. A partir de ella, se configuran sus cánones y estilos. No podemos dibujar, esculpir, modelar o pintar a un señor, a un dios o a un animal 1. Arqueólogo, Maestro en Historia-Etnohistoria y Doctor en Antropología, Investigador titular de la Dirección de estudios arqueológicos del INAH. 2. Los artesanos, son aquellos que realizan trabajos de forma sencilla, sin conocimiento de técnicas y muy poco talento artístico. 3. Entiendo cosmovisión como la visión estructurada del mundo, que permite la percepción e interpretación del mismo. La cosmovisión pone orden al caos de los tiempos primigenios de la creación. 8 emblemático o elemento religioso como se nos ron encabezados por uno o más maestros prin- ocurra, ya que hay medidas, tipos de rostros, cipales y sus alumnos. Entre los mayas, en- ropas, movimientos, colores, ubicados dentro contramos obras firmadas por los artistas, de estructuras de pensamiento. Estos elemen- pues recientemente se ha descubierto en es- tos están regidos por sacerdotes, señores, ilu- culturas, estelas, códices y objetos mueble co- minados o grandes militares. mo cerámico, lítico, madera y metales. En el El canon viene desde la prehistoria. Si obser- Altiplano mesoamericano, a los artistas se les vamos y estudiamos la pintura rupestre, tanto denominaba: “toltecas”, concepto que nomina- de América como de Europa y otros continen- ba a los habitantes de Tollan, la ciudad. Tam- tes, podemos apreciar que lo poseen, ya que bién designaba a los que conocían el arte de la era el artista-sacerdote que realizaba esas re- pintura mural, en códices, escultura y talla en presentaciones religiosas. El individuo que te- madera, concha y metales de refinada manu- nía la facilidad de dibujar o trabajar otras artes factura. Entre los mexicas, existían también era considerado también persona importante, excelentes artistas, baste observar las obras ya que expresaba con precisión las visiones, que hoy se resguardan en diversos museos de por lo tanto participaba en ceremonias junto México y el mundo. con el sacerdote y era considerado también Es necesario que el arqueólogo incursione en divino debido a su talento para plasmarlo. el tema del arte a través de la práctica, pintando en papel amate, como un Tlacuilo, mode- Los cánones y estilos en Mesoamérica. lando recipientes de barro, tocando un instru- Si observamos detenidamente los dibujos de mento musical antiguo para crear melodías los vasos teotihuacanos, lo mismo que sus mu- agradables, tallar una roca o labrar en madera rales, percibimos que hay partes realizadas por o hueso. Practicando esas artes, se dará cuen- maestros y otras por sus discípulos, o trabajos ta que esos trabajos implican talentos especia- realizados por alumnos y retocados por maes- les. tros. Pocos trabajos existen respecto a la escultura Hasta el momento no hemos encontrado la fir- de barro en Cacaxtla. La mayoría de las inves- ma de una persona en especial en el arte del tigaciones han versado sobre todo, en el análi- Altiplano, por lo cual suponemos que quiénes sis de la pintura, la arquitectura y las diversas los hicieron fueron gremios (grupos o talleres) épocas de ocupación del sitio arqueológico. que trabajaban distintas artes, los cuales fue- La presencia de elementos arqueológicos con 9 símbolos asociados a Tlaloc en la zona aleda- centro, se ve a un sacerdote, que tiene en la ña a Cacaxtla, data del año de 1981 (Jiménez mano derecha un rayo-serpiente, como los que Ovando, 1988:57), en este tiempo se localiza- porta Tlaloc en los ejemplos de los remates ron un remate arquitectónico4 y una máscara arquitectónicos de Cacaxtla (dos), llevan en su de Tlaloc de roca, como ofrenda a entierros mano izquierda un Copalxiquipilli (bolsa para explorados en una terraza de cultivo aledaña al copal). Sobre su cabeza, tiene un tocado rec- centro ceremonial de Cacaxtla. Los anteriores tangular con cinco elementos rectangulares. A hallazgos, nos muestran conceptos religiosos los lados de su cara, se ve una máscara con asociados a prácticas religiosas agrícolas. En los atributos de Tlaloc, parecida a los de la la primera pieza, notamos la presencia de volu- máscara de piedra que se localizó en las ex- tas y pequeñas almenas que refieren al cielo ploraciones del lugar de donde se obtuvo el nublado, del cual se desprenderá la lluvia para remate arquitectónico de un muro. Es intere- nutrir a las plantas del campo de cultivo. Al sante mencionar que el sacerdote tiene un Fig. 1. Almena de barro y máscara de piedra, localizada en una terraza habitacional de San Miguel del Milagro, Tlaxcala. Tomadas de Jiménez Ovando, 1988: 65, fig. 7 y 64, fig. 6. 4. Mal llamado “almena”, ya que este concepto designa elementos de la arquitectura mozárabe y no corresponde a los elementos arquitectónicos mesoamericanos. 10 diente frontal trabajado en forma de Ik que es Los remates arquitectónicos de Cacaxtla, un signo que designa al viento en contextos Tlaxcala mayas. Este rasgo también lo encontramos en Empecemos a hablar de estas maravillosas dos de los personajes de los once remates ar- obras de carácter religioso. Estos remates ar- quitectónicos, y en dos urnas de Cacaxtla y quitectónicos-esculturas fueron encontrados en una de Xochicalco, sitio contemporáneo que una estructura prehispánica dentro de una te- comparte elementos arqueológicos con el pri- rraza habitacional en las laderas del cerro de mero. También lo encontramos en ejemplos de San Miguel del Milagro, de manera fortuita por una escultura de barro antropomorfa de mayor los señores Enrique Cadena Ortega y su espo- tamaño en Cacaxtla (Fig.1). sa Pascuala Benítez Sánchez, en una esquina En este trabajo, pretendemos traer a la pales- del jardín de su casa, ubicada en la calle de tra de la discusión esos tópicos, y dar una vi- Morelos Nº 6, Colonia San Miguel del Milagro, sión considerando las técnicas de elaboración Tlaxcala. de las once esculturas de barro localizadas en Al principio solo se encontraron dos esculturas, una terraza y una estructura prehispánica, ubi- posteriormente, se dieron cuenta que había cada en las laderas del cerro de San Miguel más. Al percatarse de esto, reportaron al ar- del Milagro (Morales Gómez, 1999:157-163; queólogo David Morales su hallazgo, quien im- 2000:8-14). Estos once remates arquitectóni- plementó un rescate arqueológico en el año cos fueron depositadas al parecer como ofren- 1997, que culminó con la recuperación de los da de cerámica matada, pues aparecieron en once remates arquitectónicos con esculturas parejas, una sobre otra, en forma de cruz de barro que hoy comentamos. Posteriormen- (comunicación personal del Sr. Enrique Cade- te, se restauraron y David Morales publicó un na Ortega, dueño del inmueble donde se en- estudio preliminar del hallazgo y su significado contraron estos elementos arqueológicos, 12 en 1999 y otro en 2000 (Morales, 1999:157- de julio de 2006) en un corte de un montículo 163; 2000:8-14). prehispánico. Se ubicaban a un lado de un mu- Al entrevistar al señor Enrique Cadena Ortega, ro, por lo que pensamos fuero colocadas ahí dueño del terreno donde se encontraron los para preservarlas (Fig. 2). remates arquitectónicos, e ir al inmueble, nos 5.Entrevista del 12 de julio de 2006. 11 Fig. 2. Planta y perfil del lugar del hallazgo. Tomado de Morales, 1999:159, figuras 1 y 2. 12 nos permitió sacar algunas fotografías del lugar nítez, hija de Don Enrique y Doña Pascuala) (muy transformado, ya que se hicieron unas existen dos ejemplos de estos elementos con escaleras que bajan al nivel de la terraza habi- sus colores originales en el museo de sitio tacional y una pared de block con cadenas y (Fig.3) trabes de cemento que se hicieron después de Esta información fue para nosotros muy impor- las exploraciones arqueológicas que se practi- tante, ya que teníamos la teoría de que esas caron en el lugar), además, nos mostró fotos figuras poseían una policromía muy viva, si que el sacó cuando se encontraron las prime- consideramos todos los colores con los que se ras piezas. Al ver esas fotografías, nos evoca- pintaron los murales que se encuentran en la ron el maravilloso descubrimiento que ellos zona arqueológica y las hicieron. En ellas, pudimos observar que las Las esculturas fueron limpiadas y se restaura- esculturas estaban cubiertas de lo que aparen- ron. Entre los once personajes solo queda uno temente fue estuco y aún conservaban color. cubierto totalmente con estuco, que nos da la Por información de ellos supimos que el color sensación de que está derretido, o deteriorada estaba en las faldas y los rayos que llevan en por la salinidad de la tierra. urnas de Cacaxtla. sus manos donde se observaba una mazorca de maíz con todos lo colores completos (comunicación verbal de Yesenia Cadena Be- Fig.3 Escultura de un remate arquitectónico, cubierta de sales sobre el estuco y pintura. Foto: Sr. Enrique Cadena Ortega. 13 Análisis de las técnicas de manufactura de que componen a los once sacerdotes. Tam- los remates arquitectónicos de Cacaxtla bién se utilizaron dos cilindros largos y huecos El análisis de las técnicas de manufactura de (para no reventar la figura en el horno). A la las esculturas, es un tema muy interesante, ya altura de los hombros y el cuello les pegaron el que se pueden observar los conocimientos y la pectoral (elemento que figura en todos los se- sabiduría de sus fabricantes, quienes utilizaron ñores, generalmente retomados de los cáno- técnicas muy depuradas en su confección. Ini- nes de representación de la iconografía teo- ciamos observando detenidamente la escultura tihuacana, con una interpretación artesanal lo- de un Xipe, la cual posee menos elementos cal). iconográficos y por lo que es más fácil estudiar Cuando se analizó cómo se pegaron las escul- su elaboración. En este trabajo, se analiza turas y los objetos más sencillos, encontramos cómo se hicieron las piezas, qué tipo de sopor- que se utilizó la “barbotina”, que es barro muy tes se utilizaron, cuáles fueron las técnicas pa- diluido con agua que tiene una textura chiclo- ra su elaboración, se busca si se utilizaron mol- sa. Los acabados se realizaban con las este- des para cada pieza, si tuvieron pintura, cómo cas (estiques), las cuales son de madera y tie- fue su cochura, etc.; el análisis lo llevó a cabo nen diferentes formas en sus extremos. En es- Claudia Michetti que, como escultora, visualizó tas esculturas, se nota muy claramente que todos estos aspectos desde la perspectiva de fueron trabajadas con estecas de diferentes la práctica artesanal para la elaboración de formas. El tocado del Xipe que es rectangular esos objetos. Ella utilizó sus conocimientos de se modeló a mano y posteriormente se pegó y escultora, y a la vez, los describe con una vi- acabó sobre la almena. Es indudable que el sión arqueológica. soporte de todas las esculturas fue la almena. Primero se elaboró la base del remate arqui- Los grandes tocados, fueron hechos aparte de tectónico, la cual está hecha con molde y sus la escultura, tal vez con moldes y modelados a bordes terminados en detalle a mano. Sobre el mano con mucho detalle para los acabados, centro de la almena que es rectangular y pla- posteriormente, se pegaron a la almena. Existe na, armaron en la mitad el cuerpo la falda y la una escultura que está trabajada casi comple- pegaron sobre esa base. Tenemos que tomar tamente en la almena, con algunas aplicacio- en cuenta que todo el trabajo para la formación nes de elementos hechos con molde y con del cuerpo de la figura se realizó sobre esa su- acabado a mano. perficie, ahí se adhirieron todos los elementos Cuando utilizamos el concepto “revienta en el 14 horno”, realmente es así, ya que esto sucede cuando el barro no está bien amasado y no se le ha extraído el aire, lo cual se obtiene golpeando el barro fuertemente sobre una superficie de madera. Si el grosor de la pieza a realizar es demasiado ancho, siempre tienen una salida de aire, ya que cuando se hace una pieza hueca, se le practica un agujerito, para que salga el aire antes de que se pase al horno. Al hacer formas tubulares para brazos y piernas, se realiza una planchuela y se pega con barbotina, borde con borde. Por el color naranja que tiene el barro, sabemos que fue cocida a más de 1000°C. El barro es de color café cuando está seco y adquiere un color naranja al ser cocido a alta temperatura. El estuco con que se cubrieron las esculturas, fue muy importante, porque quedan totalmente blancas, al ser pintada sobre esa superficie, los colores resaltaron mucho, adquiriendo un policromía muy llamativa, si consideramos estas observaciones, entendemos su relación con la pintura mural del sitio. Los once remates arquitectónicos-esculturas, se hicieron con moldes, como los braseros tipo teatro teotihuacanos. Esas mismas técnicas se utilizaron en Cholula, Xochitécatl, Xochicalco y Fig. 4 De arriba hacia abajo: a) Remate arquitectónico con escultura de un sacerdote, Tlaloc, b) brasero con atributos de Tlaloc, Cacaxtla, c) brasero con Tlaloc, Cacaxtla, d) brasero teatro teotihuacano con el dios mariposa-jaguar. Fotos Francisco Rivas Castro, 2008. sobrevivieron hasta la época mexica, para hacer objetos de uso ceremonial y con un significado religioso (Fig.4). 15 Integración del corpus iconográfico de signos en las once almenas y sus señores de Cacaxtla Para integrar el corpus simbólico6 que tienen aclarar que en Cacaxtla, existen las dos va- las once esculturas de barro, procedimos a fo- via para el crecimiento de las plantas y otro tografiarlas y dibujarlas, desglosando los ele- que alude a la guerra y el sacrificio humano. mentos más relevantes para realizar un análi- Respecto a los planteamientos sobre la pre- sis iconográfico de cada una de ellas. El análi- sencia de estilo teotihuacano en la pintura de sis puntual de nuestro corpus simbólico desglo- Cacaxtla tenemos los trabajos de Pulinyi sado, nos muestra la presencia de sacerdotes (Op.cit) y Santana Sandoval (Op.cit.). con atributos de deidades, se encuentra Tlaloc, En las once esculturas de barro de San Miguel el ancestral dios de la lluvia y los mantenimien- del Milagro, Cacaxtla, se representaron perso- tos; Xipe, deidad de la fertilidad y cambio de la najes con atributos de deidades. Después de piel de la tierra; sacerdotes con tocados de ma- analizar el Corpus iconográfico de las once es- riposa, murciélago y de un ave rapaz, tal vez culturas, proponemos que son sacerdotes que un falcónido ampliamente representado en la representaban el culto a diversas deidades re- iconografía teotihuacana. lacionadas Pocos trabajos existen respecto a las deidades (representada metafóricamente con las lanzas que se veneraban en Cacaxtla. Se ha escrito de las cuales caen gotas de agua que fertilizan siempre en referencia a la pintura mural pero a la tierra seca de la época de sequía no a la escultura en barro y en piedra. En los (Tonalco) que propiciaban el cambio de la piel textos pictóricos, se han localizado deidades de la tierra en la época de verdor (Xopan) con del agua (Foncerrada de Molina, 1982; Paulin- el advenimiento de fertilidad de la tierra. yi, 1991:53-65), la fertilidad, el maíz y Venus Las técnicas de elaboración de los remates ar- (Santana Sandoval, 1990:53-65). En lo que re- quitectónicos y esculturas, así como ciertos fiere a las deidades del agua, es importante elementos de su iconografía, se vinculan con riantes del Tlaloc, que identificó Pasztory en Teotihuacan (1974), el que proporciona la llu- con la guerra sagrada los antiguos cánones de representación y conceptos religiosos Zapotecos (presentes en las 6. A diferencia de Nagao (1989), considero que no es necesario tener todo el corpus de las obras artísticas de la cultura que analizamos, ya que el conocimiento de la forma de hacer las cosas y de explicar el mundo (cosmovisión) de cualquier sociedad, se construye a través de la integración de pequeñas partes de ese corpus, que además, refleja las partes por el todo –pars por toto. urnas) (Paddock, 1970: 145, 168, 196), en figurillas y braseros teatro de estilo teotihuacano (Hellmuth, 1974; Von Winnig, 1987). Encontramos también similitudes en cuanto a su manu16 factura con las urnas de Cacaxtla y braseros culturas, que nos dan una visión global y de Cholula y una urna de Xochicalco, Morelos, a la vez puntual de todo el corpus de las sitios contemporáneos a Cacaxtla. once esculturas de barro que Cacaxtla. Integración del Corpus Metodología para integrar el Corpus de Elaboración de tablas comparativas de símbolos de las esculturas. signos de las once esculturas de barro Para integrar el Corpus iconográfico de las on- de Cacaxtla con otros signos presentes ce esculturas utilicé la siguiente metodología: en materiales arqueológicos de sitios Toma de fotografías de cada escultura, contemporáneos, tales como: Teotihua- de frente y tres cuartos de perfil (también can, Cholula y Xochicalco. se debe tomar fotos de la parte posterior Análisis de cada signo y propuesta de de cada escultura, lo cual no pudimos significado con base en la tradición reli- hacer, ya que la mayoría de las escultu- giosa y la cosmovisión mesoamericana. ras se encuentran dentro de vitrinas, en la Con el análisis comparativo, se hacer una pro- exposición permanente del Museo de Si- puesta de interpretación de cada signo, de ma- tio del lugar). nera particular y posteriormente dentro del Elaboración de dibujos de detalle de cada contexto de cada escultura. La propuesta de pieza, de frente y desglosando, tocados, interpretación del Corpus la hacemos con base aplicaciones, adornos, y símbolos de ca- en la existencia de elementos conceptuales de da pieza. Este trabajo se basó en la ob- corta, mediana larga y larga duración dentro de servación minuciosa de las fotografías. la tradición religiosa y de la cosmovisión me- En el presente estudio se integran foto- soamericana (López Austin, 2001:47-65). grafías y dibujos de las once esculturas, Desglose iconográfico de los remates arquitectónicos-escultura con atributos de Tlaloc que nos dan una visión global y a la vez puntual de todo el corpus de las once es- A continuación se presentan las imágenes que ilustran el desglose iconográfico de las piezas: 7. Entiendo por Corpus, a todo el conjunto de signos susceptibles de desglose de cada pieza. Puede utilizarse como un “diccionario” de símbolos mesoamericanos de cada sitio o conjunto de sitios, de lugares prehispánicos contemporáneos, además que todos sus componentes puede compararse con otros, considerando los cánones de representación de tradición mesoamericana. 17 18 19 20 Análisis y discusión de los elementos les de tradición mixteca que le dan su nombre. simbólicos El par de sacerdotes-jaguar corresponden a Según Pasztory (1978: 112- 142), el arte teo- los Achiach (dueños del agua) y los sacerdotes tihuacano tiene un estilo convencional, orna- -águila a los Tlachiach (dueños de las tierras mental y heráldico; en su mayoría, sus sujetos de cultivo), ambos conceptos perduraron hasta representados son deidades, sacerdotes que épocas más tardías, pues se mencionan en la realizan acciones rituales. Refleja básicamente Historia Tolteca Chichimeca, documento pic- dos grandes cultos: uno asociado con cuevas, tográfico del siglo XVI (1976: F.9 v. Ms. 54-58, agua, petición de lluvia, fertilidad y producción p. 21). Designan al gobierno dual de los olme- agrícola, y otro con la guerra. Respecto a la ca-xicallanca que presidían Cholula, antes de guerra conviene hacer una distinción entre la la llegada de los tolteca-chichimeca, quiénes que se practicaba para tomar y sacrificar cauti- los dispersaron de esa ciudad hacia el siglo XI vos (como se representó en el mural de la ba- d.C. talla) y la guerra que implicaba la “lucha” entre Las imágenes teotihuacanas fueron hechas la lluvia con la tierra seca. En este sentido, con diversos motivos, usados de manera con- queremos proponer que ambos aspectos de la sistente, muy similares con las imágenes de guerra se representaron tanto en pintura mural los Códices mixtecos de épocas posteriores. como en escultura hecha en cerámica en Ca- La tradición artística teotihuacana se extendió caxtla, esta hipótesis la sustentamos con base desde el siglo III hasta el siglo VII d.C., su pre- en los conceptos de la cosmovisión mesoame- sencia se dejó sentir en Tikal, Copan, Piedras ricana que se plasmaron en el simbolismo de Negras, Yaxchilan, Yaxha y Xel-Ha, donde los cuatro personajes pintados en la jamba nor- aparecen símbolos de esa ciudad asociados a te y sur del edificio “A”, ubicados sobre el edifi- pintura mural, estelas e inscripciones glíficas cio donde se pintó el mural de la batalla relacionados con guerreros y gobernantes. A (García Cook, 1978: 50-51, figura de la planta su vez, esa influencia se dejó sentir en sitios del gran basamento). En el mural norte se re- periféricos del Altiplano en la región de Puebla- presentó a dos sacerdotes jaguar, relacionados Tlaxcala y de la costa del Golfo de México. En con el culto al agua, y el nacimiento del maíz. este sentido, cabe aclarar que Teotihuacan no En contraparte, se pintó un sacerdote con un conquistó tocado de ave (probablemente un águila) y un xicallanca vivieron en Teotihuacan (cfr. Rivas danzante con rasgos mayas pero con numera- Castro, 1998: 17-26). Más bien los artistas de 21 a Cacaxtla, pues los olmeca- Cacaxtla retomaron temas y diseños de la Este signo, designa por lo tanto, al viento, la Gran Urbe, que además compartían como par- nube, que se encuentra sobre la superficie de te de la tradición religiosa mesoamericana. la tierra, que como serpiente emplumada, es En el arte teotihuacano, se hizo énfasis en las una metáfora de los campos de maíz con sus formas rectilíneas, al igual que en las almenas hojas que tienen la forma de plumas verdes; de los once sacerdotes de Cacaxtla. El trata- preciosas. Posteriormente encontramos este miento de estas esculturas de barro de Cacax- mismo signo en columnas de roca basáltica en tla, guarda cierta similitud con las urnas de Tula, donde también se relacionan con plumas Monte Alban del período IIIa, respecto a las largas. Representa las nubes y el aire, pues en proporciones de sus torsos, brazos, piernas y la época del Posclásico, era emblema distinti- rostros. Un elemento iconográfico y conceptual vo de Ehecatl, dios del viento: el Ehecacozcatl, es el uso de faldellines con caracoles oliva. hecho de un caracol cortado longitudinalmente Otra similitud es la presencia de grandes toca- (Fig. 10). dos zoomorfos que incluyen animales em- También lo encontramos en los remates del blemáticos como el jaguar, el murciélago y la muro de serpientes Coatepantli. Otro rasgo de mariposa. También comparten las representa- tradición teotihuacana presente en las once ciones de plumas largas y chalchihuites adosa- esculturas de Cacaxtla, es que todos sus per- dos a ellas y la presencia de glifos. sonajes se representaron de frente, rodeados En el caso de los once remates arquitectónicos de volutas en forma de remates con la forma -esculturas de Cacaxtla no son urnas como las de caracol cortado. En este sentido, a diferen- zapotecas de Oaxaca, sino elementos arqui- cia de la propuesta de tectónicos mal llamados almenas, que fueron asoció a los personajes representados de fren- remates de pretil o de muros, si consideramos te con seres supernaturales o deidades, en la propuesta de Gendrop (1985.47). Estos re- nuestros ejemplos, si se integró al ser humano mates tienen forma de caracol cortado longitu- (sacerdote) con atributos de deidades en re- dinalmente, que nos recuerdan las volutas u presentaciones frontales. entrelaces de la tradición estilística del Tajín. En las representaciones frontales de Cacaxtla, Es interesante mencionar que estos mismos los sacerdotes fueron modelados al alto relieve elementos iconográficos se representaron a lo y sus soportes (remates arquitectónicos) al ba- largo del cuerpo de las serpientes emplumadas jo relieve, lo cual muestra conceptos que dis- de Xochicalco, Morelos (Fig.9). tinguen entre lo que representa el soporte (el 22 Kubler (1967) quien Fig. 9 Caracoles cortados en la serpiente emplumada de Xochicalco. Foto de Francisco Rivas Castro 2009. cielo, la nube, el viento) y lo que se incluye co- mítico-religioso en cuanto la su cercanía con el mo elemento sacro al sacerdote y toda su pa- cielo y las nubes, además de ser un elemento rafernalia. Por otro lado, el orden de los ele- fundamental de protección militar y como punto mentos en las once esculturas de barro, tam- para observar a sus sujetos, quiénes sustenta- bién refleja otro concepto estructural de tradi- ban a la clase en el poder que vivían en el gran ción teotihuacana: el plan reticular de la obra, basamento y su periferia en terrazas habitacio- el cual surgió del concepto de orden espacial, nales y ceremoniales, como en la que se des- reflejado en la planeación de su ciudad. En Ca- cubrieron las once esculturas que analizamos. caxtla, existe también ese concepto de plan de Este mismo plan reticular lo observamos en orden reticular que se plasmó en la distribución obras escultóricas muebles que parecen repre- arquitectónica del gran basamento. A diferen- sentar el orden geométrico del macrocosmos cia de Teotihuacan, Cacaxtla se construyó so- en el microcosmos en los once remates arqui- bre un cerro, quizá para hacer más énfasis tectónicos de Cacaxtla. 23 Fig. 10 Esculturas de caracoles cortados en el Coatepantli de Tula, Hidalgo y caracoles cortados esculpidos en una columna de serpiente emplumada, Tula, Hidlgo. Fotos: Francisco Rivas Castro, 2006. Otra característica asociada con los cánones fueron metáforas de la entrada al Inframundo, de tradición teotihuacana, zapoteca de Monte los felinos descendentes y ascendentes sobre Albán y de Xochicalco es la estandarización de los brazos de los sacerdotes, que son emble- diseños y motivos que se reflejan en la icono- mas de la fuerza del felino que baja o sube por grafía y estilo en esos sitios. Todos muestran el cuerpo del sacerdote cuando invoca y pre- formas geométricas presentes en tocados, col- sencia de bolsas para copal. Todos están re- gantes, pectorales, banderas, faldellines, así presentados de manera uniforme en las once como en unidades glíficas como los signos de esculturas de barro de Cacaxtla. En el siglo VII tres gotas que caen (trilobulados) íntimamente d.C., el arte maya muestra la combinación del relacionados con lluvia. humano y elementos divinos, en este sentido Otros símbolos importantes lo constituyen los conceptual se vincularían con los once rema- rostros de Tlaloc, jaguares emplumados, ja- tes escultóricos de Cacaxtla. guares-mariposa, jaguares con tocados de flo- Los sacerdotes de Tlaloc, llevan en su mano res de cuatro pétalos, asociados con el simbo- derecha cetros rayo de estilo teotihuacano lismo de Tlaloc como señor de las cuevas, que (Fig.11). Mientras que en el caso del remate 24 Fig. 11. Emblema de serpiente-rayo, remate arquitectónico de Cacaxtla. Cetro serpiente-rayo, vaso teotihuacano, tomado de Sejourné, 1966. arquitectónico de Cacaxtla, lleva en su mano arma que no servían para la guerra para sacri- izquierda una mazorcas de maíz y en otro ficar cautivos, ya que parecen ejemplo (sacerdote 3), una calabacita. para sembrar la tierra (huactli axoquen). El es- instrumentos cudo forrado de plumas puede representar la Algunas Reflexiones superficie de la tierra del valle cultivado (como La iconografía de los once señores de Cacax- en los topónimos mixtecos de los códices). Es- tla nos muestra, dos cultos que existían desde tos elementos nos permiten proponer que de- el Clásico Medio (300-500 d.C.) en Mesoaméri- notan una guerra simbólica entre la tierra y la ca, uno de agricultura y fertilidad asociado al lluvia, concepto también representado en el complejo que mural de las jambas del palacio “A”, como ata- integra la parafernalia de Tlaloc, se trata de un do de flechas que gotean agua sobre la super- culto muy antiguo y otro con la guerra. La pre- ficie de la tierra, pintada como una ocelo-maza sencia de la serpiente de cascabel en la icono- -coatl (serpiente ocelote venado) las gotas pe- grafía de los señores de Cacaxtla, está asocia- netrarán a la tierra para fertilizar el grano de da a la guerra y a una ave rapaz, con escudo y maíz. Este concepto está también representa- cueva-inframundo-agua-maíz, 25 do en los sacerdotes jaguar de la cara interna renace todos los días transformado en planta de la jamba norte del palacio “A”. En esas pin- de maíz, así se pintó en una de las escenas de turas se representaron los conceptos de tiem- las jambas del templo “A”. Este culto se funda po de lluvias (Xopan, época verde, asociada en el Clásico y continúa en el Epiclásico (650- con la lluvia) y Tonalco, (época de sol asociada 850 d.C.) temporalidad a la que pertenecen las con la época de secas (Fig.12). esculturas que estudiamos. El jaguar en ese contexto se asocia al concep- Los tocados de jaguar de los personajes 2, 3, to de sol nocturno de la cosmovisión prehispá- 5, 6 y 10 (ver dibujos del desglose iconográfico nica, que desciende por las cuevas al Tlalocan en este texto) se relacionan con agua, el rayo, (lugar de Tlaloc) paradisíaco lugar donde abun- el maíz, la calabaza. Todos sus atributos alu- dan el agua, los mantenimientos y placeres pa- den al concepto: jaguar-cueva-inframundo- ra los humanos, así lo pintaron los teotihuaca- Tlalocan- fertilidad-maíz. Los tocados tienen nos en el palacio de Tepantitla. El sol nocturno patas de felino en una actitud de emerger. Se Fig. 12. Sacerdote jaguar-lluvia y Sacerdote águila-secas pintura mural de Cacaxtla, Tlaxcala. 26 Fig. 13. Sacerdote con atavíos de Tlaloc, con una mazorca en la mano izquierda y un cetro rayo en la derecha. Dibujo a línea de un sacerdote con atributos de jaguar frente a una fauce-cueva de donde emerge una planta de maíz con mazorcas, pintura mural de Cacaxtla. Fig. 14. Ejemplos de jaguares emplumados de frente devorando corazón y bebiendo gotas de sangre de sacrificio, pintura mural teotihuacana (Miller, Arthur, G, 1973, y aplicación cerámica en un vaso de fondo plano. Después de Miller, 1973 y ejemplo en cerámica, Sejourné, 1966, Fig., 218. 27 trata del concepto del “sol nocturno que muere to de Investigaciones Estéticas. Univer- y renace en forma de planta de maíz, este pro- sidad Nacional Autónoma de México. ceso es dialéctico, por lo que permite su per- México. Pp.23-24. manencia y continuidad en las comunidades agrícolas. El concepto de García Cook, Ángel Tlaloc-jaguar (Fig.13), también implica la presencia de los 1978 Guía oficial de Cacaxtla y Tizatlán. INAH -SALVAT. México. rayos cetro, propiedades del dios de las tormentas, en él se conjugan los elementos de humedad-lluvia/sol-sequía, dicotomía que sig- Gendrop, Paul nifica: Xopan como época verde provocada por 1985 “Los remates o coronamientos de techo las lluvias y Tonalco, época de calor y sequía. en la arquitectura mesoamericana” en Respecto a las representaciones del jaguar Cuadernos de arquitectura mesoameri- con patas y garras descendentes, también te- cana, Nº 4, División de estudios de Post- nemos sus antecedentes en pintura mural y grado, Facultad de Arquitectura, México, cerámica en Teotihuacan (Fig.14). Universidad Nacional Autónoma de México, México. Pp. 47-50. 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Por lo general un ciclo consiste en un número constante de microciclos secuenciales donde el microciclo culminador cede el turno al microciclo iniciador. Lejos de consistir en un „regreso al punto de partida‟, se inaugura un ciclo en el siguiente nivel de una espiral. En la cosmovisión maya del tiempo-espacio, cada ciclo está bajo el auspicio -propiciatorio o no– de una deidad determinada cuya presencia se explicita al final del ciclo. Desde el periodo Clásico, pasando por el Postclásico y hasta el Colonial tardío, fue común dar seguimiento a grupos de trece ciclos: a cada grupo se le llamó „rueda‟ en el español de Yucatán. Si bien en Yucatán colonial la más común fue la Rueda de Katunes, en diversos momentos del registro maya del tiempo-espacio se manejaron: la rueda de tunes3 (13 tun, de 360 k’in cada tun); la rueda de katunes (13 katun, de 20 tun cada katun); y la rueda de baktunes (13 bak’tun, de 20 katun cada bak’tun). Como sabemos 1.Profesora-investigadora Titular C, UAM-Lerma. [email protected] 2. Esto ha quedado demostrado por Mauricio Orozpe Enríquez, autor de El Código de la Greca Escalonada (2010), al analizar la disposición de los signos del Códice Féjervary-Meyer y también la secuencia ascendente de los días en el Tonalpohualli que aparece en las páginas 1-8 del Códice Borgia. 3. Hay evidencia epigráfica de que los ciclos de 13 tun fueron celebrados. En el Monumento 6 de Tortuguero, por ejemplo, Stanley Guenter (2007) reporta que en el Pasaje 5 H4 se lee lo siguiente: Free Translation: "One year, twelve months, and nineteen days after (Ahku'l Mo' Naahb II) acceded, he set a stone on 9 Ahau 18 Muan, the thirteen tun Period Ending." 4. La importancia asignada a la „rueda baktúnica‟ se puso en evidencia en una gran variedad de representaciones epigráficas. Una muy atractiva ha sido dada a conocer por Octavio Esparza Olguin en el Primer Simposio KnorosovXcaret (diciembre de 2012). Se trata de las escalinatas jeroglíficas de El Palmar, Campeche, que muestran una secuencia de trece glifos Ajaw en orden decreciente de numeral (que es, como señalo abajo, la secuencia de los baktunes) y que culminan en 4 Ajaw. Ello denota que el gran ciclo de 13 Bak’tun se conceptualizó como un ciclo de principal relevancia. 31 por los Chilam Balam y por el reporte de Fray ruedas que se establecieron a partir de La Diego de Landa (1986) –y que además se co- Creación. Al momento en que los kines, wina- rrobora al conocer la mecánica interna de la les, tunes, katunes y baktunes estaban todos cuenta con base Ajaw–, la rueda katúnica con- „sentados en su estera‟, el día-deidad fue 4 siste en trece katunes que se suceden uno a Ajaw. A partir de aquí, debido a que con el uno; es decir, que a cada uno de los trece Ajaw avance de las ruedas se van completando ci- katún le corresponde turnarse la regencia de clos de tzolk’in (de 260 k’in cada uno), los cie- un katún. El nombre del katún lo otorga la dei- rres de las ruedas ocurren en el mismo día dad que ocupa el lugar de cierre del mismo. Ajaw que cuando comenzaron las ruedas. Así: Por ejemplo, el primer katún de la rueda se lla- al completarse 13 tunes5 llegamos a 4 ma 2 Ajaw, y lleva ese nombre porque el día- Ajaw; deidad al final del primer ciclo es 2 Ajaw. Ahora al completarse 13 katunes6 alcanzamos 4 bien, la Rueda de Katunes se completa cuando Ajaw; y el día-deidad al final de un katún es el mismo la compleción de 13 baktunes7 ocurre en día-deidad del comienzo de toda la rueda, que un día 4 Ajaw. es 4 Ajaw. Es importante concebir lo señalado: desde el momento en que arrancó la rueda, el La Rueda Baktúnica día-deidad La 4 Ajaw, sentado en su completitud de la rueda mayor –la „estera‟ (pohp), ha observado cómo se activan, „baktúnica‟– en un día-deidad 4 Ajaw determi- uno a uno, los k’in y cada uno de los trece na que el inicio de la misma sea en 4 Ajaw, y Ajaw katunes; cuando se activa su propio turno es porque ha llegado el momento de inaugurar la siguiente rueda. Esta mecánica la observa- 5. Un total de 18 tzolk’in se completan en 13 tunes, así: 13 tun = 13 x 360 = 4680 = 18 x 260 = 18 tzolk’in. La secuencia de tunes, a partir de 4 Ajaw, es la siguiente: 13 Ajaw, 9 Ajaw, 5 Ajaw, 1 Ajaw, 10 Ajaw, 6 Ajaw, 2 Ajaw, 11 Ajaw, 7 Ajaw, 3 Ajaw, 12 Ajaw, 8 Ajaw, 4 Ajaw. 6. Se completan 360 tzolk’in en una rueda katúnica, así: 13 katun = 13 x 7200 = 93600 = 360 x 260 = 360 tzolk’in. Los regentes de los Ajaw katún, teniendo como regente inicial a 4 Ajaw, es la siguiente: 2, 13, 11, 9, 7, 5, 3, 1, 12, 10, 8, 6, 4. 7. Ha de notarse que 13 bak’tun = 13 x 14400 = 7200 x 260 = 7200 tzolk’in. Los regentes de los Ajaw baktún, comenzando desde 4 Ajaw, son: 3, 2, 1, 13, 12,11, 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4. mos también con el minuto siguiente de 23:59, ya que este minuto completa el ciclo de 24 horas y a la vez da entrada al ciclo de una nueva jornada. La principal importancia de las ruedas consiste en lo siguiente: el día-deidad del inicio de la rueda va a ser el mismo que el del cierre de la rueda. El caso más claro lo tenemos para las 32 que por lo tanto las ruedas menores también obtención de datos contundentes acerca de la sean iniciadas-cerradas en 4 Ajaw. La pregun- posición de Venus y de la Luna para el día de ta es, ¿por qué, habiendo trece deidades Ajaw, La Creación; otro, en el cálculo de la duración se tiene a la deidad 4 Ajaw –y no a otra– com- de 13 Bak’tun, periodo en el cual, conforme a pletando la rueda baktúnica? Una respuesta mi planteamiento, se recorren ciclos sinódicos que toma en consideración la compleja con- completos de ambos cuerpos celestes. ceptuación del tiempo parece ser la más contundente: la rueda baktúnica que diseñaron los Posición de Venus y de la Luna en el día de olmecas de filiación mixe-zoqueana, y bajo la la Creación cual se rigieron las civilizaciones ulteriores, Procedí a buscar pistas de índole astronómica hubo de culminar en una fecha con implicacio- acerca de La Creación ofrecidas por la epigraf- nes sumamente ía maya en distintos soportes (papel amate, apropiadas en términos meteorológicos y de cerámica o piedra). Hallé tres registros del cosechas. Es decir, la fecha 4 Ajaw 3 K’ank’in Clásico y del Posclásico que en conjunto per- y las posiciones de Venus y la Luna para esa miten recuperar la configuración del cielo en el fecha fueron calculadas a priori. Además, ellos día de La Creación. venusino-lunares-solares pusieron énfasis en el ciclo 13 Bak’tun debido 1. Estela 1 de Macanxoc, Cobá. La estela a que abarca un tiempo en el cual se comple- es conocida por la notación en Cuenta Lar- tan ciclos tanto de Venus como de la Luna, ga de diecinueve posiciones vigesimales convirtiendo a ambos cuerpos celestes en cro- sobre la posición de Bak’tun, donde todas nometradores de esta rueda principal. Con es- presentan numeral trece. Las posiciones ta hipótesis8 inicié mi investigación hace diez inferiores se acompañan del numeral cero, años, atendiendo al principio de repetición de por lo que el registro consiste en el día de los „ciclos‟. Avancé en dos ámbitos: uno, en la La Creación o „fecha Era‟. La serie complementaria tiene una información detallada acerca de la Luna para aquella fecha: su edad era de 23 días9. Éste es un dato as- 8. Presentaré de manera sucinta los resultados de la misma, ya que constituye un paso obligado para entrar en materia del presente artículo acerca de Venus como protagonista del Ciclo 13 Bak’tun y que a la vez funge como deidad propiciatoria de los buenos temporales y augural de la abundancia de maíz. Para mayor detalle, consultar Patrick (2013). 9. La edad de la Luna consiste en la cantidad de días registrados desde la primera visibilidad vespertina al poniente (tomando este día como 1). 33 tronómico fundamental para abordar la Esta frase sintética comunica, de manera me- hipótesis. tafórica, la presencia de Venus: pone en realce 2. Texto jeroglífico de la página 51a del el día Lamat, uno de los nombres para Venus. Códice de Dresden. En cuanto a Venus, Ahora bien, la relación temporal entre el agua y existe el breve texto en la esquina superior el día 12 Lamat resulta peculiar, pues no se izquierda de la primera página del almana- estila que los días del tzolk’in se vinculen a que de algún elemento a través de una medida de Eclipses‟ (Fig. 1). El pasaje se traduce co- días. Es plausible que se aludiera al agua en mo: “4 Ajaw 8 K’umk’u, 12 Lamat, a 8 días tanto locus temporal-espacial en relación al del agua” –según la lectura hecha por cual Lamat, en su calidad de cuerpo celeste, Schele y Grube (1997). realizó un acto protagónico. En el texto se da a conocido como „Tabla entender, por medio del paralelismo (véase Lacadena, 2010) que este locus es tanto agua primordial como lugar-momento de La Creación, y que el acto protagónico de Lamat se lleva a efecto cuando tiene ocho días de haber permanecido en esa agua. En cuanto a la edad de la Luna para aquel día Lamat, tenemos que, si tuvo una edad de veintitrés días en la fecha Era (como nos informa la Estela 1 de Cobá), entonces al octavo día estuvo en su primer día de visibilidad (porque 23 + 8 = 31 = 30 + 1, donde treinta es una de dos cifras enteras posibles para el periodo sinódico de la Luna; así queda una opción favorita: que la edad de la Luna era de 1 día en la fecha 12 Lamat). Pero ahora necesitaba descartar uno de los dos eventos de primera visibilidad de Venus, Fig. 1. Códice de Dresden p.51a. 4 Ajaw 8 Kumk’u, 12 Lamat waxak k’in ti ha “4 Ajaw 8 K‟umk‟u, 12 Lamat, (a) 8 días del agua”. ya que ambos pueden, en principio verse sobre el mar. La clave estaba en la edad de la 34 Luna, ya que su posición en el cielo cambia conjunción inferior del planeta con el Sol. El conforme a su edad. Cuando tiene la edad de suceso narrado se refiere justamente a lo ocu- 1 día su punto de visibilidad es, invariablemen- rrido en el día 542: se dice que Juun-Ye‟ ? te, en el cielo del ocaso al poniente. Por ende, (Deidad GI) “descendió”. Con este único verbo era altamente probable que Lamat, en tanto tenemos la imagen de un cuerpo que, habien- que Venus, hubiera emergido al octavo día de do estado en un punto elevado en referencia a La Creación como estrella vespertina sobre el un plano, culmina su desplazamiento hacia el occidente –para estar en plena en consonancia mismo. Precisamente en el día 263 del aspec- con la Luna–. Sin embargo, debía obtener una to matutino de Venus un buen observador del evidencia epigráfica que confirmara esta hipó- lucero puede apreciar cómo se suspende al tesis. La encontré en el Pasaje 4 del Tablero ras del horizonte mientras que al día siguiente de la Cruz de Palenque. ya no se divisa. 3. Pasaje 4 del Tablero de la Cruz de Pa- Mediante este recorrido analítico obtuve dos lenque. Aquí se narra un acontecimiento conclusiones: primero, que el día de La Crea- sucedido 1 tun, 9 winal y 2 k’in después de ción fue ocho días antes de la primera visibili- la colocación de las tres piedras del dad de Venus vespertino, cuando estaría fogón10, es decir, 542 días después de la acompañado de la Luna en su primer día de fecha Era. Si analizamos esta cifra en fun- aparición; segundo, que la Deidad GI es una ción de los periodos venusinos más carac- advocación de Venus, cuestión que retomaré terísticos, como son 263 y 8 (propuesto por más adelante. Aveni, ver Gibbs, 1980:57), tenemos que 542 consiste en 8 + 263 + 8 + 263, donde Cálculo de la duración de 13 Bak’tun y de la 263 es el promedio de días para la visibili- cronometría de Venus y de la Luna dad de Venus vespertino y también para la Con el dato astronómico exacto de Venus y la visibilidad de Venus matutino, quedando Luna en el día de La Creación, existían las entre ambos periodos el de 8 días, corres- condiciones para corroborar la hipótesis inicial. pondiente a la invisibilidad en torno a la El principio de repetición de los „ciclos‟ sugiere que las posiciones de Venus y de la Luna son idénticas tanto al iniciar como al completarse 10. La colocación de las tres piedras del fogón alude al acto ritual de inauguración de la era 13 Bak’tun en la cual vivió la civilización maya y las contemporáneas. 13 Bak’tun. Es decir, que en esa „rueda baktúnica‟ cabe un número completo de ciclos 35 sinódicos tanto de la Luna como de Venus. (o sea, 3206 ciclos menos 48 días). Extraña- Sus respectivos ciclos sinódicos son de mente, las cifras muestran que ni la Luna ni 29.530588 días y de 583.92 días. Venus experimentan un aparente „regreso al En este punto fue necesario calcular la dura- punto de comienzo‟, haciendo „irrelevante‟ el ción de 13 Bak’tun. Esta tarea puede sonar ab- concepto de ciclo para la Era 13 Bak’tun. solutamente innecesaria, argumentándose que En una publicación reciente (Patrick, 2013) se sabe desde hace casi cinco siglos que este planteo que desde tiempos coloniales se ha ciclo abarca 5,125.366 años y que esta cifra es venido replicando un error de interpretación en una verdad matemática ya establecida por los lo que respecta a la estructura del ciclo mesoa- mayistas especializados en calendarios y mericano de 365 k’ino’ob o tonalli (nombres en Cuenta Larga11. Sin embargo, en seguida se yucateco y mexica). El error consiste en asumir verá que el ejercicio –atrevido sin duda– de re- que el haab‟ sólo está diseñado para medir conceptualizar el k’in como unidad de medida 365 k‟in. Cuando el haab‟ se pone en movi- básica para la Cuenta Larga surtió buenos fru- miento gracias al cambio de un rumbo a otro tos. establecido ritualmente por el cargador, enton- Lo que me impulsó a revisar la duración de 13 ces se cuentan 365 k‟in y, antes de comenzar Bak’tun fue lo siguiente: en los 5,125.366 años a contar los siguientes 365 k‟in, el haab‟ expe- establecidos por los especialistas en calenda- rimenta un desplazamiento de un cuarto de rios, obtenemos 63,391.895 ciclos sinódicos de día, lo que hace que el haab‟ en tanto movible, la Luna y 3,205.918 ciclos sinódicos de Venus mida un año trópico exacto. 11. En el último siglo se han propuesto más de cien correlaciones, entre las que destacan las de Spinden (1924), Thompson (1935, revisada en 1950 y que es aproximada a las de Goodman y Martínez), de Makemson (1946), de Kelley (1976) y la de J. Klokocˇn‟ık et al. (2008). Todas dicen lo mismo: 13 Bak’tun abarca 5,125.366 años trópicos. La correlación propuesta (Patrick 2013) refuta aquella cifra, proponiendo otra por los motivos de estructura calendárica y conceptuación del k’in que se anotan en seguida. Es por eso que no procederé a revisar ninguna de las correlaciones por un problema de inconmensurabilidad: son imposibles de contrastar con la correlación que he propuesto, ya que su medida de k’in es incompatible con la medida de k’in que propongo. 36 Es importante comprender que en el sistema contesta, respectivamente, 365.2422 y casi astronómico occidental el punto de comienzo 1461; el sistema mesoamericano con su haab‟ de un día es siempre el mediodía. Este meca- móvil responde: 365 y 1460. La diferencia es nismo –producto de la convención de la medi- notable y no pueden eludirse las implicaciones da de 24 horas para un día– impide que se re- de ello, incluyendo el hecho de que se rompe corra el punto de inicio del siguiente año, que, con el paradigma que señala que, al comple- por lógica, es casi un cuarto de jornada más tarse cuatro años, han transcurrido 1,461 k‟in o adelante que la previa. 1,461 días. Se evitan además dos aberracio- Veamos, a modo de contrastación, qué ocurre nes: la primera, decir que ha transcurrido un con un sistema de medida que tiene como pre- k‟in más de lo que se ha vivido en cuatro requisito que el punto de inicio sea, secuencial- haab‟; la segunda, equiparar el haab‟ fijo con mente, en cuatro momentos „equidistantes‟ de un haab‟, móvil, es decir, equivaler un ciclo una jornada, permitiendo así un reparto equita- concebido en occidente con un ciclo concebido tivo de la responsabilidad de cargar un año en Mesoamérica. La Figura 2 muestra cómo se (como se observa en los códices). En este sis- da el desplazamiento de los cargadores del tema tenemos que si un haab’ comienza al haab‟ para precisamente anunciar que el nue- amanecer, sucederá que al cabo de 365 k’in el vo año comienza un cuarto de k‟in más adelan- siguiente haab’ comience al mediodía y así, te que hace un año12 . Ahora bien, sabemos sucesivamente, el tercero iniciará al atardecer que el cuarto de y el cuarto a la medianoche. Estos cuatro momentos de arranque siempre se darán para una misma fecha (una misma jornada): una vez que se completan los cuatro haab’ habrán 12. Daniel Flores (1995) propuso, al mismo tiempo que Arturo Meza (1997) que los cargadores de año pueden asociarse a cuatro momentos del día con lo que se logra contabilizar el día bisiesto después de cuatro años – léase años mexica, otomí o maya, entre otros mesoamericanos. Plantearon que el cargador del oriente indica que su ciclo arranca al amanecer mientras que el siguiente cargador (del norte) indica que su ciclo comienza a mediodía, por lo que la diferencia de seis horas de un año al siguiente consiste en el ¼ de día, mismo que, al cabo de cuatro años se convierte en el día bisiesto que todos los calendaristas exigen al calendario mesoamericano. Con ello, resuelven que los 1‟872,000 k’in son igual a 1‟872,000 días y por ende son 5,125.366 años trópicos. transcurrido 1,460 k’in y el nuevo haab’ comenzará al amanecer de la misma fecha solar que hace cuatro años. Coloquemos ambos mecanismos frente a frente. Preguntemos a cada uno: ¿cuántas unidades fundamentales de tiempo mide usted en un año trópico? ¿Y en cuatro años trópicos? Mientras que el sistema convencional de medida 37 k’in es una medida que se excede ligeramente La equivalencia 365 k’in con 1 año trópico – de la medida ideal, ya que en estricto rigor el que hasta ahora no se había sugerido en la comienzo del siguiente haab’ debiera iniciar literatura especializada– se puede escalar pa- una fracción de tiempo antes de lo que marca ra obtener la cantidad de años trópicos en 13 cualquiera de los cuatro puntos de la cuatripar- Bak’tun o en 1872000 k’in. El resultado es: tición. Una propuesta de solución, basada en 5,128 años trópicos más 280 días. una interpretación de la utilidad del ritual de los Ahora sí se está en condiciones de calcular Bak’ab en tanto ordenador y estabilizador del cuántos ciclos sinódicos de la Luna y de Venus tiempo-espacio, se ofrece en Patrick (Op.cit.). caben en el lapso de tiempo de 5,128 años Fig. 2. Estructura y función de los cargadores del haab’ que cambian cada 365 k’ino’ob Los cargadores que están asociados a los cuatro rumbos también marcan los cuatro puntos del Sol en un día. El cargador del oriente (kaban) anuncia que el primer día del haab’ comienza al amanecer. El k’in siguiente comienza un dt más adelante. Así sucesivamente, hasta que cuando ya comienza el nuevo haab’ (con su cargador del norte, ik’), su primer k’in arranca al mediodía. Dibujo de la autora. 14. Los 11 minutos de más en el modelo pueden ser sustraídos cada fin de bak’tun como se plantea en Patrick (Op.cit.). 38 más 280 días: exactamente 63,434.00 ciclos correlación Goodman-Martínez-Thompson de sinódicos de la Luna y 3,208 ciclos sinódicos constante de número de día juliano 584 285, de Venus más 27 días. Es decir, que con la un evento de salida vespertina de Venus alre- medida de k’in y de Cuenta Larga replantea- dedor de su segunda semana de visibilidad das, se puede aseverar que Venus y la Luna acompañado de la Luna con edad de 23 días. tuvieron una relación mutua al inicio de 13 Tal evento consistiría en el día de culminación Bak’tun que se replicó de manera casi idéntica de 13 Bak’tun –por todo lo arriba explicado–. al cierre de la Era (Fig. 3). La fecha obtenida fue 3 de mayo de 2013. Este A partir de la confirmación de la hipótesis del resultado tuvo un gran sentido calendárico. Al protagonismo astronómico en el ciclo 13 equivaler 3 de mayo a 3 K’ank’in (la fecha del Bak’tun, procedí a buscar, alrededor de la fe- haab’ para el cierre de 13 Bak’tun), se recupe- cha 23 de diciembre de 2012 brindada por la ra la estructura completa del haab’, de tal suerte que 0 Pop es 13 de agosto, 0 Keh es 21 de marzo y 0 Sip es 22 de septiembre – equivalencias que sugieren una estructura calendárica luni-solar fija–. Además, el hecho de que k’ank’in signifique „sol encima‟ (Narciso Tuz Noh, lingüista yucateco, comunicación personal, 2011) cobró sentido de inmediato en esta estructura: entre el 30 de abril y el 19 de mayo (fechas de principio y fin de K’ank’in) suceden los pasos cenitales que abarcan el territorio mesoamericano desde la latitud sureña sobre Izapa (Chiapas) y Copán (Honduras) hasta la latitud septentrional de Teotihuacan (Estado de México). De tal procedimiento se había obtenido una Fig. 3. Representación del ciclo 13 Bak’tun protagonizado, de inicio a fin, por Venus y la Luna. El ciclo está marcado por Venus vespertino en torno a su primera visibilidad (-8 días al inicio y +19 días al final del ciclo) y por la Luna en su edad de 23 días tanto al inicio como al final. Dibujo de la autora. respuesta de tres vértices para la pregunta de por qué los olmecas habrían elegido de la fecha 4 Ajaw 3 K’ank’in como punto de cierre de 13 Bak’tun: 39 Primero, es una fecha de relevancia ve- tal deidad aseguraría buenos temporales, nusina. El 3 de mayo es, según los estu- abundantes cosechas y prosperidad, siempre dios de Sprajc (1996), el día alrededor del que culminara en la fecha que brinda tales ga- cual Venus vespertino alcanza el punto rantías. Si revisamos la literatura al respecto más extremo al norte sobre el horizonte (Idem.) concluimos que, para la civilización poniente, independientemente de cuál mesoamericana, la fecha meteorológica y ve- sea el día en el que se encuentre dentro nusina más importante es el 3 de mayo. Pero de su ciclo de 263 días. para efectos de que 13 Bak’tun fuera del todo Segundo, es una fecha solarmente signifi- eficaz, no bastaría con que culminara en cual- cativa. Porque es la fecha que sintetiza la quier 3 de mayo con Venus vespertino en cual- serie de pasos cenitales entre el 30 de quier punto de su trayectoria: debía tener a un abril y el 19 de mayo sobre el principal Venus vespertino en el punto más cercano de territorio de Mesoamérica, cuando los ra- primera visibilidad para privilegiar la emergen- yos inciden perpendicularmente sobre las cia de Venus purificado que surge de las hojas del maíz, infundiendo la máxima aguas para dar su aliento a la deidad de la llu- energía solar. via (Chaac). De ahí que los astrónomos olme- Tercero, es una fecha de importancia me- cas escogieran la fecha 4 Ajaw 3 K’ank’in (3 de teorológica. Porque es cuando los frentes mayo 2013) por cumplir, como he mostrado, de aire frío provenientes de los océanos con los tres requerimientos fundamentales. chocan con las masas de aire caliente y húmedo generadas por la insolación dire- Venus y la Luna, ¿cómo se vieron al cierre cta sobre las aguas continentales y las de 13 Bak’tun? selvas. Este fenómeno produce la con- Al completarse 13 Bak’tun Venus se pudo ver, densación y precipitación. Es la fecha que en una tarde despejada, unos diez minutos marca el parteaguas entre la temporada después del ocaso (Fig. 4). La Luna estaba en seca y la temporada de lluvias; entre el su día 23, por lo que fue visible al amanecer tiempo estéril y el tiempo fecundo. del mismo día. En Teotihuacan la franja de nu- Los ciclos de 13 son propiciatorios por cuanto bes sobre el horizonte no permitió distinguir el la deidad que los encabeza en su momento de astro. Sin embargo, el trabajo conjunto entre culminación se ubica en una posición relevan- Tlaloc y Quetzalcóatl teotihuacanos surtió efec- te. En el caso particular del ciclo de 13 Bak’tun to aquel 3 de mayo de 2013, pues llovió poco 40 después del ocaso. En el relato maya de La Creación existen reiteradas referencias a la Deidad GI como el actor Deidad GI, protagónica en la escena de La fundacional de mayor protagonismo. El Pasaje Creación S-1 del Panel Sur del Templo XIX de Palenque Demostré en el apartado inicial que la Deidad cuenta que Itzamnaaj observó desde el centro GI es una advocación de Venus. No se trata de del cielo el momento en que la Deidad GI asu- un nombre más para el astro: lejos de identifi- mió cargo en el cielo en un día 9 Ik’ 5 Mol, carse como una simple estrella o lucero, este tiempo antes del inicio de la era 13 Bak’tun. cuerpo celeste adquirió un rango en la estruc- También se registra en Palenque, en el Pasaje tura de gobernantes del Clásico que nos lleva 4 del Tablero de la Cruz, el momento en que, a confirmar la teoría de „agencia‟ propuesta por habiendo transcurrido 542 días desde la colo- Iwaniszewski (2009). Tenemos ahora la certe- cación de las tres piedras del fogón –es decir, za de que Venus se concibió como el ente ins- desde el comienzo de la actual Era– la Deidad taurador del orden del tiempo-espacio para to- GI “descendió”. Lo más interesante es que, en da Mesoamérica. la inscripción del anverso de una máscara de Fig. 4. Venus visible al atardecer del 3 de mayo de 2013. 41 piedra verde del siglo V, proveniente tal vez de Río Azul –según reporta Mark Van Stone (2011)– se anota que la Deidad GI estuvo presente en el día de La Creación. De modo que tenemos a esta Deidad GI tanto en el día „cero‟ como en el día 0.0.0.1.9.2. Veamos qué se conoce acerca de este enigmático ser mítico, épico en la estructura dinástica de Palenque. La Deidad GI A través de la iconografía y la interpretación de Fig. 5. Representación de Matwil, el lugar marino donde nació GI. Tablero principal del Templo de la Cruz Foliada, Palenque. Imagen de Stuart 2005:Figura 138. los relatos palencanos, Stuart (2005:169) argumenta que la Deidad GI tiene una conexión íntima con las aguas primordiales y el océano. Como nos muestra el autor referido, la emergencia del mar de la deidad mítica GI en el día bernante del linaje palencano, por lo cual dis- de la Creación se representó en la iconografía tintos gobernantes le dedicaron templos, rela- del Templo de la Cruz Foliada de Palenque tando eventos protagónicos con los que ellos (Fig. 5). Su vinculación con el agua es patente mismos se podían vincular15. En palabras de también en un texto del Tablero oeste del Tem- Stuart (2005:119-123), la Deidad GI “is the all- plo de las Inscripciones en que se narra que la important patron god of Palenque's dynasty”. Deidad GI lanza, por su propia mano, a una En la máscara de piedra verde de Río Azul re- deidad del inframundo al centro del agua saltan la nariz roma, los bigotes, los dientes (Stuart 2005:169). La proveniencia marina de incisivos en forma de glifo Ik’ y los ojos en es- la deidad se manifiesta de manera explícita en piral de concha nacarada (Fig. 7). Skidmore los elementos identificadores del tocado: la es- (2010) refiere que los ojos en espiral represen- pina de manta raya, la concha y las flores; éstos conforman un complejo que también 15.Tan es así, que “On the related sculpted relief from Temple XIX, the contemporary king K'inich Ahkal Mo' Nahb wears in his headband the iconic name of the deity GI, in reference to his own role as a re-embodiment of the all-important patron god of Palenque's dynasty” (Stuart 2005:119-123). adorna el pie del árbol en el Tablero de la Cruz (Fig. 6). La deidad GI fue concebida como el primer go42 Fig. 6. Elementos marinos que representan a la Deidad GI al pie del árbol cósmico en el Tablero de la Cruz (izquierda, detalle) y en el tocado de la Deidad GI (derecha). Imágenes tomadas de Stuart 2005: Figura 129. tan al Jaguar del inframundo. Acerca de lo que para la Deidad GI tres de los atributos de la simboliza la concha –que, en general, puede deidad solar referidos por Berlin (1963) y por aparecer en forma de orejera o en la oquedad Thompson (1970): la nariz roma, la oquedad de los ojos– Thompson (1950:201) dice que la de los ojos de contorno medio cuadrado y los “joya de viento en espiral” es uno de los atribu- incisivos protuberantes. tos de Quetzalcóatl. Pero las conchas se han Jorge Angulo (comunicación personal, agosto vinculado además con otros elementos. Según 2013) añade que los ojos en espiral también Barrera Rubio (1980:178) pueden referirse, en han sido identificados como aspectos de k’in, algunos contextos, a un símbolo de la Luna el Sol. Sin embargo, Lounsbury es enfático al (asociado al glifo 20), a una concha marina señalar que los demás rasgos que presenta la (Thompson, op.cit.:201), e incluso a Itzamná máscara referida son propios de la Deidad GI. (Spinden, 1975:92). Estos son: los bigotes maxilares16, la forma de La Deidad GI presenta también algunos rasgos gancho que nace desde arriba, y la orejera de- clasificados entre los elementos solares. En corativa de concha. En todo caso, resulta inte- efecto, Lounsbury (1985) reconoce en los glifos resante que en la máscara y también en los 43 glifos que representan a la Deidad GI se muestren algunos elementos alusivos al Sol. A partir de la lectura de Andrea Stone (1991) se puede interpretar que en este caso Venus asume su papel de guardián que vela por el adecuado transitar del Sol por el cielo. Al respecto, Andrea Stone (1991:198) identifica en la máscara aspectos del monstruo quatripartito, el cual representa el Sol en su ciclo anual. El tocado en la cabeza con elementos marinos de la Deidad GI y con los propios del Sol (descritos por Schele, 1977, citada por Stone 1991) constituyen para Stone “un paradigma astronómico para el reinado que refleja la responsabilidad, al asumir el papel de Venus, de asegurar el buen transitar del Sol”. Stone (ídem.) considera que Venus es representado como el guardián del orden cósmico, donde su principal misión tiene que ver con Fig. 7. Máscara del siglo IV o V, posiblemente de Río Azul. Imagen tomada de Van Stone (2011), publicación en página web de famsi. guiar al Sol (ibid.:201): The connection of [deity] GI to the Quadripartite Monster complex is especially evident in the Early Classic period, on cache vessels, on Stela I from Copan, on Stela 2 16. Las barbas representan a cierto tipo de pez, ya sea de los órdenes siluriformes (peces gato), Ciprinidae (carpas), Mullidae o de algún tiburón. Las barbas consisten en órganos sensoriales que se clasifican como sigue: si aparecen a cada lado de la boca, se llaman maxilares; si debajo del mentón, son mentonianos; y si por encima de las narinas son „nasales‟. Considerando la asociación de Venus con el Jaguar del inframundo, es posible que las barbas correspondan a las que presentan los peces gato, cuya piel tiene manchas semejantes a las de un jaguar. Recordemos que el jaguar es un felino que puede nadar. from Tikal, and on the superb jade head from Rio Azul. This complex can be interpreted in essence as Venus carrying the cyclical sun and a sacrificial bowl. It is a theme of responsibility for the cosmos as expressed through an astronomical paradigm. Both Venus and the ruler who por44 trays him take responsibility for the astronomical cycle (idem.). Lo más importante es que Venus está personificado en la Deidad GI. Esto ya lo había planteado Lounsbury (Op.cit.) quien identificó a la Deidad GI como Hunahpu y como Venus. Pero su asociación con Hunahpu ha sido descartada por muchos: Stuart señala que Michael Coe “made a simple yet definitive argument against Lounsbury‟s assertion by pointing out that Hunahpu and Xbalanque are commonly and explicitly depicted on Classic period vases as the so-called „Headband Twins‟, young mythical characters who have no iconographic associations or overlaps with GI or GIII” (Stuart, Op.cit.:159). En cuanto a la vinculación de la Deidad GI con Venus, Stuart es cauteloso (ibid.:162-168). Da a entender que plantear tal la asociación es lógico, ya que su fecha de nacimiento es 9 Ik’, Fig. 8. Nacimiento de la Deidad GI en 9 Ik’ 15 Keh. Pasaje en el Tablero de la Cruz. Imagen tomada de Figura 140 de Stuart 2000. y por ende 9 Ehécatl o 9 Viento, la fecha de nacimiento de Quetzalcóatl, una advocación de Venus (Fig. 8). El autor concluye su análisis comparativo diciendo que es difícil trazar para- cultural común (ibid.:168). lelos cercanos entre deidades específicas o Tanto el Tablero de la Cruz como el Templo personajes sobrenaturales en las religiones XIX de Palenque están dedicados a la Deidad maya y centro-mexicanas, aunque parece ple- GI y su disposición frente a frente denota la namente posible que ambos la Deidad GI y prolongación de un discurso que justifica la Ehecatl-Quetzalcoatl fueran reflejo de una vieja perpetuidad del gobierno dinástico surgido de idea o un personaje de la mitología del Pre- aquella. La primera estructura fue erigida por clásico, y que por ende compartan un origen K‟inich Kan Bahlam hacia 690 d.C., mientras 45 que la segunda la construyó K‟inich Ahkal Mo‟ dos los eventos constituyen actos protagónicos Nahb en 733 d.C. En ambas se pone de mani- de Venus vespertino, como aparece en las fiesto la necesidad de los gobernantes de legi- imágenes de la Fig. 9 (para hitos 1, 3 y 4) y timar su poder debido a su descendencia dire- Fig. 10 (para el evento 2 y lo ocurrido ocho cta de aquella deidad mítica que instauró la era días después). de 13 Bak’tun. La reiterada aparición de Venus vespertino en Como se muestra a continuación, los gober- el relato –y de hecho, en el cielo– no es mera nantes de Palenque dejaron plasmados tres casualidad. Denota el resultado de un riguroso hitos de máximo realce para la Deidad GI (ver seguimiento de su trayectoria por parte de los Cuadro 1). Constituyen actos fundacionales, en sacerdotes y gobernantes como base para la tanto que esta deidad emergió de las aguas construcción de relatos míticos de creación y primordiales o del inframundo de donde resur- su ulterior escenificación para reivindicar su ge la vida. Los hitos (mencionados por Stuart cargo y su poder (Cuadro 1). La posibilidad de 2005:172 y 98) son: establecer un vínculo directo con el evento de 1) cuando la Deidad GI asumió gobierno bajo La Creación era factible en la medida en que los auspicios de Yax Naah Itzamnaaj17; los sacerdotes conocieran los ciclos de Venus 2) el propio día de la Creación en 4 Ajaw 8 y de la Luna. Mediante sus tablas y almana- Kumk’u en que estuvo presente la deidad GI18; ques eran capaces de re-escenificar La Crea- y 3) su actuación cuatro siglos después, al par- ción haciendo presentes a los mismos actores ticipar en el surgimiento de la „Tríada‟ en celestes –y no solo eso, sino que además los 1.18.5.3.2, 9 Ik’ 15 Keh19. presentaban en los mismos puntos del escena- Cuando analizamos los eventos venusinos en rio donde hubieran debutado milenios antes–. estas fechas e incluimos el acontecimiento de Tal es el caso del cálculo de K‟inich Ahkal Mo‟ cierre del ciclo 9.15.0.0.0 (hito 4) en que se nos Nahb, quien hizo referencia explícita a una fe- dice (en el Templo XIX) que la deidad GI tuvo cha de repetición del evento venusino del día “su principal elevación” (Stuart, Op.cit.:98), to- de La Creación: 9.15.0.0.0 4 Ajaw 13 Yax, fecha de la “principal elevación de GI” (idem.). No tan solo fue propicio el día del tzolk’in (4 17. El tablero Sur de la Plataforma del Templo XIX refiere un tiempo remoto, previo a la colocación de las tres piedras en 13 Bak’tun, siendo 9 Ik’ 5 Mol (9 viento). 18. Tablero de la Cruz, D3-C3. 19. Tablero de la Cruz, Panel Sur, Panel S-3, C17-F4. Ajaw, que, como notamos, es idéntico al de la fecha de La Creación); además, Venus se vio exactamente igual que en aquel día del inicio 46 Cuadro 1. Actos de la Deidad GI-Venus relatados en Palenque Cuenta Larga y Fecha Rueda Calendárica (Gregoriano proléptico) 12.10.1.13.2 2 de octubre 3510 a.C. 9 Ik’ 5 Mol Acto de Deidad GI Evento venusino La Deidad GI asume Venus vespertino en gobierno en „el cielo‟ máximo brillo bajo los auspicios de Yax Naah Itzamnaaj 0.0.0.0.0 27 de julio 3117 a.C. 4 Ajaw 8 Kumk’u 1.18.5.3.2 5 de abril de 2362 a.C. 9 Ik’ 15 Keh 9.15.0.0.0 21 de febrero 731 d.C. 4 Ajaw 13 Yax La Deidad GI estuvo Venus a ocho días en el intercambio, en de emerger del agua el borde del cielo, en como estrella ves- el lugar del primer pertina acompañado fogón de las tres pie- de la dras Luna La Deidad GI emer- Venus en primera gió otra vez visibilidad vespertina Principal elevación Venus a ocho días de la Deidad GI de primera visibilidad vespertina 47 Fig. 9. De arriba abajo y de izquierda a derecha: primera fecha 9 Ik’ en que aparece la Deidad GI en el cielo (antes de era 13 Bak’tun); emerge la deidad de la progenitora de la Tríada; la Deidad GI “se eleva” en 9.15.0.0.0. Todas las imágenes son tomadas de Starry Night. 48 Fig.10. A la izquierda, 13.0.0.0.0 4 Ajaw 8 Kumk’u (27 de julio de 3117 a.C. proléptico): Venus vespertino está a ocho días de su primera visibilidad; a la derecha es 13.0.0.0.8 12 Lamat 16 Kumk’u, cuando Venus vespertino emerge acompañado de la Luna. Tal es el caso del cálculo de K‟inich Ahkal Mo‟ tido, ya que el protagonista, la Deidad GI, no Nahb, quien hizo referencia explícita a una fe- fue un personaje del imaginario social del cha de repetición del evento venusino del día Clásico –ya forjado desde el Preclásico-, sino de La Creación: 9.15.0.0.0 4 Ajaw 13 Yax, fe- un referente tangible, cognoscible y, sobre to- cha de la “principal elevación de GI” (idem.). do, dador de sentido a muchos aspectos de la No tan solo fue propicio el día del tzolk’in (4 vida durante los mejores tiempos de Meso- Ajaw, que, como notamos, es idéntico al de la américa: Venus. fecha de La Creación); además, Venus se vio exactamente igual que en aquel día del inicio La carga de los katunes y la carga de 13 del ciclo 13 Bak’tun. Bak’tun El realce del aspecto vespertino de la estrella Conocemos, gracias a los libros de Chilam Ba- y, en particular, de su inminente primera visibi- lam y al Códice de Paris, que la rueda de lidad, permite reforzar la intención de re- k’atun o el winikhaab’ fue importante para se- escenificar el acto estelar en el día de La Crea- ñalar la deidad determinadora de los destinos ción. La teoría de la agencia de los cuerpos durante un ciclo de veinte haab’ (estrictamente, celestes (Iwaniszewski, 2009) cobra pleno sen- de veinte tun, es decir, ciclos de 360 k’in). Co49 mo vimos arriba, la deidad que encabeza el ardientes. Se pierden los dioses, se pierden los k’atun se ubica al final del ciclo y lleva por gobernantes”. nombre Ajaw. En la antigua tradición maya, los En efecto, un bak’tun que se completa y que acontecimientos en todos los ámbitos de la vi- ha regido durante casi cuatrocientos años es da eran atribuibles al Ajaw regente. Así, en los tan relevante como cada uno de los veinte chilames se habla de „la carga‟ del k’atun. La k’atun que lo constituyen. A la vez, mientras no sucesión de cada uno de los trece k’atun ocu- se complete un ciclo de 13 Bak’tun su carga rre cada 20 tun, iniciando con la regencia de 2 aún está vigente, por lo que durante los 5,128 Ajaw y completándose cuando entra el ciclo de años y 280 días de duración del mismo, se vi- 4 Ajaw. No es coincidencia, sino estructural- vió bajo la influencia del Bak’tun 4 Ajaw. Como mente lógico –por existir un múltiplo entero de mostré arriba, este bak’tun fue escogido con 260 k’in– que en el nivel de bak’tun20, la com- sumo cuidado, a fin de asegurar que su gobier- pletitud de trece bak’tun se alcance también no fuera propiciatorio de abundantes cosechas con 4 Ajaw. De este modo 4 Ajaw se convierte producto de excelentes temporadas de lluvias en la deidad que pone fin a todas la ruedas: las entre cada 3 de mayo y 2 de noviembre. Pero, de 13 tun, las de 13 k’atun y las de 13 bak’tun. como veremos a continuación, no siempre fue La concepción maya acerca de la carga o la así. Los estragos del clima produjeron cambios influencia sobre los destinos aplica para todos profundos en la percepción de las capacidades los niveles en los que tiene injerencia una dei- de la Deidad GI para facilitar el trabajo de Cha- dad-día del tzolk’in ubicada al cierre del ciclo ac. En el valle Central también cambió la con- mayor, que a la vez contiene a los ciclos meno- ceptuación para Quetzalcoatl y Tlaloc. De ma- res. Por ejemplo, en el Pasaje 7 de los tableros nera breve, realizo a continuación un análisis del Templo de las Inscripciones (Bernal 2011, que sondea por qué, en el único texto epigráfi- capítulo 2) se narra un episodio atribuible a la co que tenemos hasta ahora con algún conte- carga no solo de un k’atun sino también de un nido sobre el cierre de 13 Bak’tun, se realza la ciclo de bak’tun: “Los 9 b’ak’tun y 9 k’atunes figura de Bolon Yokte‟ K‟uh –y no la de la Dei- (trajeron) en la espalda innumerables fuegos dad GI– como sería de esperar. 20. El nivel de bak’tun es el nivel inmediatamente superior al del k’atun en el sistema de notación cuasivigesimal de la Cuenta Larga. 50 Venus en Teotihuacan ficativo de La Creación fue la emergencia de En el complejo arquitectónico de La Ciudadela las aguas primordiales de la Deidad GI, cuya de Teotihuacan, el Templo central de la última sinonimia es Quetzalcoatl. El gran ciclo que etapa constructiva (150-250 d.C., según Bove protagonizaría a partir del día de La Creación y y Medrano 2004:51) está dedicado a Venus. que se completaría al replicarse el evento de Se le designa como Pirámide de las Serpientes aquél punto de partida en 3 de mayo de 2013, Emplumadas, pero bajo tal denominación se requería ser enfatizado por la carga simbólica pierde la esencia contenida en el nombre de la fecha, tremendamente propiciatoria. Con nahua “Quetzalcoatl”, es decir, Gemelo Precio- la construcción de la pirámide definitiva, proba- so, el ser dual y resplandeciente, dos aspectos blemente sacerdotes teotihuacanos y mayas que los mexica identificaron en el comporta- celebraron ceremonias en las cuales se vincu- miento del astro gracias al conocimiento as- laron con el principio del ciclo 13 Bak’tun por tronómico proveniente de los pueblos otomia- vía de su culminación en 3 de mayo, en donde nos. El templo, que en una época estuvo ro- Tláloc se activa gracias al húmedo aliento de deado de agua (Sergio Gómez, comunicación Venus vespertino. personal, agosto, 2013) invoca, mediante los grandes mascarones mirando al poniente, al Culto a Venus vespertino aspecto vespertino de Venus (Xólotl). La ali- Se puede plantear, sin riesgo a equivocarse, neación hacia el atardecer del 3 de mayo tiene que la expansión territorial del culto a Venus no solamente la finalidad de propiciar ritual- vespertino desde el Preclásico Medio y Tardío mente el inicio de las lluvias. Dado el contexto hasta finales del Clásico entre las latitudes al acuático en el que se erige la pirámide y las norte 19º 45‟ (Teotihuacan) y 14º 30‟ (Izapa, estructuras arquitectónicas que posibilitan la Chiapas y Copán, Honduras) tuvo una finalidad inundación permanente del patio hundido, Ser- agrícola-productiva: el propio ciclo de 13 gio Gómez ha planteado en diversas exposicio- Bak’tun, encabezado por la deidad 4 Ajaw de 4 nes que se buscó recrear las condiciones ini- Ajaw 3 K’ank’in, garantizó el hecho de mante- ciales de La Creación, es decir, la emergencia ner activo el culto a Venus vespertino, el trae- de la montaña de las aguas primordiales. Con dor de las lluvias, el del 3 de mayo, el aspecto base en los relatos míticos que tenemos de los esencial de Chaac o de Tláloc. Su provenien- mayas –y que sin duda fueron compartidos en- cia del inframundo acuático, le convirtió en „la tre éstos y los teotihuacanos-, el hito más signi- esencia‟, en el corazón de Tláloc. Así nos lo 51 presenta Mercedes de la Garza en su lectura Paulatinamente, de El Chilam Balam de Chumayel (1985), es- pasó de ser un binomio propiciatorio de la ferti- pecíficamente en el Libro de los linajes. Se di- lidad, las lluvias y el maíz, a otorgar facultades ce que Venus es el „aliento‟ de Chaac. Es el a los gobernantes para someter a poblados a iniciador del tiempo de las lluvias. Este es el cambio de maíz y otros insumos (Sprajc, concepto original de Venus. Y esa figura, ese Op.cit.:161). Así, sobre todo en el Clásico aspecto de Venus, es el que prevaleció en Pa- Tardío, tanto en Teotihuacan como en el terri- lenque. torio maya, bajo su influencia destacaron los el complejo Venus-Tlaloc atributos bélicos de Tláloc y Quetzalcóatl21. EsAspecto guerrero de Venus y Tlaloc tas connotaciones se aprecian en murales de Desde el Clásico Temprano (100-200 n.e.) los palacios como en Cacaxtla, pintados en aque- frescos de Teotihuacan combinaron atributos lla época por los olmecas-xicalanca. Pero, de fertilidad y lluvia con aspectos bélicos tanto además de los motivos decorativos de edifi- para Venus (representado como estrellas o cios, se vuelve común durante el Epiclásico medias Tlaloc que los principales guerreros porten atavíos (generalmente con anteojeras, bigoteras y con elementos venusinos, especialmente en la dientes emergentes de la mandíbula superior). zona del Golfo de México (Sprajc, ibid.:163). A medida que ambas deidades fueron apropia- provocar la lluvia. estrellas) como para das entre los gobernantes mayas (de Tikal y 21. Sprajc (1996:160-161) analiza esta evolución y plantea lo siguiente: “podemos imaginarnos cómo pudieron haberse originado los conceptos que vinculaban el planeta (Venus) con la guerra, atestiguados en las inscripciones mayas que conmemoran hazañas militares. Los individuos destinados para morir en el altar del sacrificio eran normalmente los enemigos apresados en las batallas, por lo que la guerra adquirió dimensiones sagradas: recordemos que los aztecas, tlaxcaltecas y huexotzincas de las épocas posteriores se enfrentaban ocasionalmente en las llamadas Guerras Floridas, cuyo exclusivo objeto fue obtener el suficiente número de cautivos para el sacrificio. Obviamente no todas las guerras eran sagradas; en la mayoría de los casos sus causas eran económicas y políticas. Sin embargo, el elemento ritual era importante en todas las guerras mesoamericanas. Si las asociaciones de Venus con la lluvia y el maíz llegaron a penetrar en el simbolismo de sacrificio y el ritual de guerra, podemos suponer que las ideas que ligaban la fertilidad con la guerra gradualmente evolucionaron, llegando a ser la justificación de las operaciones bélicas, más que su inmediato motivo. Es probable que estos conceptos fueran fomentados por los gobernantes que, aprovechándose de ellos, pudieron lograr sus propios objetivos, sancionar y santificar los ataques y conquistas y satisfacer sus ambiciones personales. Copán, por mencionar algunos) la iconografía de sus palacios replicó el estilo teotihuacano (Sprajc, Op. Cit.:155). Al principio de esta asimilación, mientras que la estrella de cinco puntas se apreciaba en temáticas de fertilidad, el Tláloc teotihuacano se asociaba únicamente a contextos de guerra (Idem.). Por ejemplo, en el pectoral del „Cacique gordo‟ de San José de Motul mencionado por Gronenmeyer y McLeod (2010:28) aparece Tlaloc como una deidad bélica. 52 Ahora bien, si Venus y Tlaloc se concibieron senta a algún personaje mítico o a una orden como un complejo propiciatorio de la lluvia y la militar dependiente de algún gobernante influ- fertilidad, es posible que las condiciones climá- yente de la época. Esta pregunta tiene sentido ticas adversas de fines del Clásico y parte del debido a que, hacia principios del siglo cuarto, Epiclásico produjeran una búsqueda de opcio- tanto en Tikal como en Teotihuacan surge un nes –al percatarse que los rituales no lograban personaje común llamado Lechuza Lanzadar- provocar la lluvia. La pérdida de credibilidad en dos que parece haber sido de origen teotihua- sus gobernantes y sacerdotes por parte de la cano y cuyo hijo fue el gobernante más famoso población puede haber provocado en los pri- de Tikal en aquel tiempo (Stuart, 2000:481- meros un cambio de discurso y de estrategia 490, citado por Nielsen y Helmke, Op.cit.:467). para repletar los graneros de maíz. Sugiero La influencia política y militar de Teotihuacan que, a nombre del dios tutelar „planeta rojo, sobre Tikal, que fue iniciada por aquel perso- Marte,‟ se perpetraron guerras que, lejos de naje teotihuacano, trascendió durante todo el pretender cautivos para sacrificios dedicados al siglo cuarto y parte del quinto. En un mural de planeta, lograron sojuzgar a los productores de Atetelco, maíz a través de la destrucción y matanza ma- (Op.cit.) identifican la toponimia „Lechuza siva de sus congéneres. Un caso paradigmáti- Lanzadardos‟, pero no se atreven a vincular el co de este proceder se dio en el sitio de Tortu- lugar con el personaje que pudo llevar ese guero, como veremos más adelante. Como in- nombre. Más bien son de la postura de que la troducción a este análisis sobre las implicacio- designación compartida por un gobernante y nes bélicas del dios tutelar „Marte‟, revisaré dos un lugar geográfico, denota que la Lechuza personajes de la iconografía teotihuacana y Lanzadardos fue una importante deidad mitoló- maya que muestran atributos del mismo: la Le- gica o incluso un ancestro que luego se convir- chuza Lanzadardos y Bolon Yokte‟ K‟uh. tió en una deidad patrona con funciones mar- Teotihuacan, Nielsen y Helmke ciales (Nielsen y Helmke, Op.cit.:467, 468). Las órdenes militares de las lechuzas y Bo- Desde el punto de vista bélico se hace intere- lon Yokte’ K’uh sante revisar si existe alguna relación entre la A mediados del Clásico Temprano se tornó Lechuza Lanzadardos y el planeta Marte. Para común que las escenas asociadas a la guerra Gronenmeyer y McLeod (Op.cit.:32) los gober- se representasen con lechuzas. Nielsen y nantes que portan plumas de lechuza repre- Helmke (2008) se preguntan si esta ave repre- sentan a Bolon Yokte‟ K‟uh. A la vez, recuer53 dan que esta misma deidad presenta, en la p. Lanzadardos‟ existió en el territorio maya – 60a del Códice Dresden, el comportamiento principalmente en Tikal (Nielsen y Helmke, Op. cronométrico del planeta Marte. Marte tiene un Cit.:467)– estos dos autores no discuten la po- ciclo equivalente a tres ciclos de 260 días. El sibilidad de que Bolon Yokte‟ esté asociado a dibujo que aparece en la página referida mues- aquél ni de qué manera estarían emparenta- tra a Bolon Yokte‟ con tres plumas de lechuza dos. Tampoco Gronenmeyer y McLeod (2010) en el tocado, portando una lanza y dos atlatl. mencionan que Bolon Yokt‟e K‟uh haya consti- Por su parte, los glifos nominales para el per- tuido un referente en la conformación del per- sonaje „Lechuza Lanzadardos‟ que aparece en sonaje Lechuza Lanzadardos, aunque sí de- el Clásico Temprano y que trasciende hasta el muestran que aquél fue el referente y patrón siglo quinto tanto en Tikal como en Teotihua- de diversos gobernantes mayas en la misma can, muestran una lechuza con los mismos época (durante todo el periodo Clásico). En atavíos –tres o más plumas de lechuza, una efecto, cualquier gobernante que deseara ac- lanza y los atlatl–. De modo que los rasgos dis- tuar bajo la tutela de Bolon Yokte‟ K‟uh y que tintivos de Bolon Yokte‟ K‟uh también son los incluso reclamara pertenecer a su linaje, habr- de la Lechuza Lanzadardos, pero no podemos ía de portar elementos que lo identificaran con discernir si eso los convierte en un solo perso- aquella deidad asociada a la guerra y a la naje o si se trata de dos individuos distintos muerte. que comparten un linaje y un ancestro únicos, En Tortuguero, Bolon Yokte‟ K‟uh cobra un o si uno de ellos consiste en el ancestro pri- destacado protagonismo en la narrativa de los mordial (de carácter celeste) mientras que el principales logros del gobernante Bahlam otro desciende del primero y ocupa un lugar en Ajaw, en poder del 22 de julio de 643 al 12 de la superficie terrestre. A mi parecer la tercera noviembre de 67822. Dos textos (TRT 1 y TRT opción es la más plausible. Mientras que Bolon 6) se vinculan calendáricamente con el cierre Yokte‟ K‟uh consistiría en el ancestro cuyo del ciclo 13 Bak’tun en el cual habrá de darse ámbito de acción es el espacio celeste, el Búho Lanzadardos se desempeñaría en el plano terrenal, inspirado siempre en el primero. 22. Las fechas son obtenidas con la correlación propuesta. En Cuenta Larga son 9.10.11.310 1 Oc 3 Kumk’u y 9.12.7.0.0 menos dos días (Gronenmeyer y McLeod 2010:41). Las investigaciones de uno u otro personaje se han realizado sin mencionar un posible vínculo. No obstante que el personaje „Lechuza 54 la „investidura‟ de Bolon Yokte‟ K‟uh. Es inevi- en los recursos de la región) en función de table dejar de mencionar cuál fue el móvil ce- Marte y no de Venus, como lo hicieran sus cer- leste de cuatro incursiones bélicas a localida- canos ancestros palencanos?23 des circunvecinas (TRT 6) en sendas fechas. Tal pareciera que el fundador de Tortuguero en Un análisis de la ubicación de Marte y de Ve- Macuspana, Tabasco, Ahkal K‟uk tuvo una mo- nus para cada evento muestra un notable pro- tivación personal singular o sui generis que lo tagonismo de la „estrella roja‟ por sobre la es- segregó a él y a su descendencia de sus trella más brillante del cielo (Cuadro 2). Es de- congéneres de Palenque. Mientras que todavía cir, mientras que Venus se encuentra ingresan- el décimo cuarto gobernante de Palenque, do a una etapa de invisibilidad, Marte se sus- K‟inich Ahkal Mo‟Nahb (también conocido co- pende majestuoso en el cielo matutino. En la mo Chaacal III y como Akul Anab III), quien se segunda ofensiva, Marte está a ocho días de sentó en la estera el 4 de julio de 721 (en la aparecer al ras del horizonte, por el oriente, correlación que manejo; ó 30 de diciembre de mientras que Venus acaba de desaparecer y 721 según la GMT), escogió la fecha 9 Ik’ 5 permanecerá así por lo menos durante cin- K’ayab por ser 9 Ik’ la fecha emblemática de la cuenta días. También vemos que aquel gober- Deidad GI24, considerada la mítica fundadora nante escogió configuraciones Venus-Marte de su dinastía, por otro lado, el gobernante de que mostraran la superioridad del segundo pa- Tortuguero, Bahlam Ajaw, quien labró el Monu- ra efectos de celebrar alianzas y legitimar su mento 1 hacia 644, quiso dejar muy claro que gobierno marcial. toda su descendencia, desde el fundador Ah- aparecer al ras del horizonte, por el oriente, kal K‟uk, se había inspirado en una deidad con mientras que Venus acaba de desaparecer y atributos muy diferentes: Bolon Yokte‟ K‟uh. permanecerá así por lo menos durante cincuenta días. También vemos que aquel gobernante escogió configuraciones Venus-Marte que mostraran la superioridad del segundo para efectos de celebrar alianzas y legitimar su 23.Una inscripción de Tortuguero dirige la mirada en retrospectiva hacia un señor llamado Ahkal K‟uk‟ del mismo tiempo que Ahkal Mo‟ Nahb (o Naab) I (Cuarto Gobernante de Palenque), sugiriendo que Tortuguero puede haber sido fundado por una rama de la dinastía palencana hacia 510 dC (Martin y Grube 2000:165). 24. Los datos sobre este gobernante los entrega Skidmore, 2010:80. gobierno marcial. En tal sentido, surge una pregunta crucial: ¿Qué eventos impulsaron a Bahlam Ajaw a enfocar su estructura de gobierno y de control social, político y económico (basado 55 En su análisis del texto del Monumento 6 de concept of eternal rulership may be ob- Tortuguero, McLeod served in the narrative of the Temple of (Op.cit.:23) señalan que el evento más tempra- the Inscriptions of Palenque, where the no de la constelación ritual de Bahlam Ajaw es huge Distance Number connects the ac- la consagración de un objeto (nah k‟anjal) para cession of Kinich Janaab Pakal with the el pibna:h de Ahkal K‟uk que se realizó en vastly distant Calendar Round jubilee on 9.3.16.1.11 (19 de abril 511), seguido de un fin 1.0.0.0.0.8. (Idem.). Gronenmeyer y de periodo 9.11.15.0.0 4 Ajaw (13 de enero Bolon Yokte‟ K‟uh es, como se ha constatado 667) a una distancia considerable, en la cual en el Códice de Dresde, página 60, una advo- se realiza otro ritual. La segunda fecha – cación del planeta rojo, Marte. Su figura está comentan los autores– “engarza” los eventos asociada a la guerra: en las escalinatas jeroglí- contemporáneos con los engranajes de la ficas de Copán, se dice que esta deidad bendi- Cuenta Larga. Luego sucede la dedicación de ce los actos de guerra y sacrificio (Erik Boot, una casa en 9.11.16.8.18 1 Ajaw 3 K’ank’in a comunicación electrónica en diciembre 2009, partir de la cual se hace un brinco temporal de dirigida a Gronenmeyer y McLeod (ibid.:42). Lo 3.8.9.2 k’in hasta 13 Bak’tun, en donde se real- que se puede apreciar en Tortuguero es que el za la figura de Bolon Yokte‟ K‟uh. linaje de gobernantes de ese lugar, desde prin- One notes that the Calendar Round of the cipios del siglo cuarto hasta el siglo sexto, se 13-Tun ending (1 Ajaw 3 K’ank’in) is, except autoconcibe como descendiente de Bolon for the Tzolk‟in coefficient, identical to that of Yokte‟ K‟uh, lo cual legitima el carácter bélico y the 13-Bak‟tun ending (4 Ajaw 3 K’ank’in). destructivo de su gobierno. El análisis astronó- Taking into account the importance of the mico permite agregar que Bahlam Ajaw relata number 13, it may have been Bahlam una serie de sucesos en los que él actúa en Ajaw‟s intention to connect these two events coordinación con el planeta Marte. En todas and to see the completion of the 13th las fechas Marte se halla en una posición privi- Bak‟tun as a logical consequence of events legiada25 mientras que Venus se encuentra „de set in motion at the 13-Tun ending, near the capa caída‟, terminando su ciclo como estrella begin-ning of his tenure. If this is the case, then we might also speculate that in his 25. Los criterios para determinar posición relativa privilegiada para Marte son: altitud o trayectoria ascendente. view, he himself (albeit posthumously) was to celebrate the 13th Bak‟tun ending. This 56 de la tarde (Cuadro 2). concebidos por los sacerdotes y astrónomos El relato de episodios bélicos culmina con el mayas, y por sus contemporáneos del Clásico, día en que se presenciará la investidura de Bo- como el proceso de gestación y alumbramiento lon Yokte‟ K‟uh (Marte), denotando que para de Venus y la Luna desde las aguas primordia- Bahlam Ajaw y su linaje, la importancia del día les. 4 Ajaw 3 K’ank’in reside en que Marte estará a Cabe señalar que el ciclo 13 Bak’tun presentó punto de emerger en el cielo del amanecer, un rasgo que ningún otro 13 Bak’tun replicará restando importancia al evento que prevalecie- otra vez: el hecho de estar encabezado por un ra en el relato palencano y que inspiró a los 4 Ajaw ubicado en un día 3 K’ank’in, que es la propios „olmecas‟ o itsmeños un milenio antes: fecha parteaguas entre el tiempo de secas y el el hecho de que Venus hubiera marcado el ini- tiempo de lluvias. Debido a que el tiempo que cio del gran ciclo 13 Bak’tun en el cielo del oes- se abarca es de 5128 años más 280 días, el te y que cerrara el mismo ciclo ubicándose co- ciclo nuevo de 13 Bak’tun que acaba de co- mo la deidad protagónica. menzar se completará en una fecha 4 Ajaw 18 Chen (7 de febrero de 7142). Lo relevante de Corolario la fecha consiste en la fecha solar, 7 de febre- Para comprender el grado de importancia otor- ro, por ser una fecha que también resalta en gado a Venus en Mesoamérica en tanto agente Teotihuacan, al observar el Sol emerger sobre inaugural y de cierre de 13 Bak’tun, hemos de la Pirámide del Sol desde el montículo que Da- analizar la variedad de representaciones y ad- niel Flores ha utilizado como observatorio.Si vocaciones de Venus a lo largo de ese territo- existió el concepto de rueda baktúnica entre rio espacio-temporal. En particular, se ha de los mixe-zoque y eventualmente, entre los ma- tomar nota del realce que se le otorga en tanto yas e incluso entre los teotihuacanos, aquél personaje fundacional de un tiempo por vivir. debió consistir en el ciclo logrado por los prota- En este breve comentario me he abocado úni- gonistas de una Era que prometía abundancia camente a algunos aspectos iconográficos, y esplendor: Venus en compañía de la Luna – plásticos, arqueoastronómicos y calendáricos la cual comparte con Venus vespertino atribu- que, al integrarse en una unidad de análisis, tos de fertilidad (Sprajc, Op. Cit.:129). Desde la brindan las primeras luces para sustentar la perspectiva de las deidades regentes de los siguiente aseveración: La Creación de la Era grandes ciclos de trece, se puede decir que 13 Bak’tun y los primeros ocho días fueron Venus y la Luna estuvieron a cargo del gran 57 Cuadro 2. Posición privilegiada de Marte en fechas de Tortuguero Fecha 9.10.11.3.10 1 Ok 3 Kumk’u 22 julio 643 Venus Venus vespertino en trayectoria ascendente (altitud: 31º) Marte Marte en trayectoria descendente Primera ofensiva 9.10.11.9.6 13 Kimi 14 Sek 15 noviembre 643 Venus vespertino en trayectoria descendente (altitud: 18º) Marte en trayectoria descendente sobre el poniente (altitud: 43º) Marte en posición privilegiada Segunda ofensiva 9.10.12.3.10 10 Ok 8 K’ayab 17 julio 644 Venus matutino terminando ciclo (altitud: 15º) Marte iniciando trayectoria ascendente sobre el oriente (altitud: 3º) Marte en posición privilegiada Tercera ofensiva 9.10.16.13.6 8 Kimi 9 Mol 9 enero 649 Venus matutino en trayectoria descendente (altitud: 28º) Marte en trayectoria ascendente sobre horizonte oriente (altitud: 22º) Marte en posición privilegiada 9.10.17.2.14 3 Hiix 17 Muwaan 6 junio 649 Venus en primer día de invisibilidad en torno a conjunción superior (altitud: 6º sobre horizonte oriente) Marte en trayectoria ascendente sobre horizonte oriente (altitud: 54º) Marte en posición privilegiada Se completa un hotun (medio k‟atun) 9.10.15.0.0 6 Ajaw 13 Mak 23 abril 647 Venus matutino en máxima elongación (altitud: 32º) Marte en trayectoria ascendente sobre horizonte oriente (altitud: 47º) Marte en posición privilegiada Alianza política/militar 9.10.15.1.11 11 Chuwen 4 Muwaan 24 mayo 647 Venus matutino inicia trayectoria descendente (altitud: 33º) Marte continúa trayectoria ascendente sobre h o r i zo n t e oriente (altitud: 54º) Marte en posición privilegiada Se presencia la Investidura de Bolon Yokte‟ K‟uh 13.0.0.0.0 4 Ajaw 8 Kumk’u Venus vespertino inicia trayectoria ascendente (altitud: 18.5º) Marte inicia trayectoria ascendente sobre el horizonte oriente (altitud: 1.5º) Marte y Venus en cielos opuestos, debaten protagonismo Bahlam Ajaw asume gobierno Cuarta ofensiva Comacalco) (a Interpretación Marte en posición privilegiada (altitud: 52º) Nota: las fechas correlacionadas en el calendario gregoriano proléptico se obtienen con la correlación presentada en Patrick (2013). Las ubicaciones y altitudes de los dos planetas analizados se tomaron del programa Starry Night. 58 ciclo 13 Bak’tun „sentados en su estera‟ ubica- nor. da en la coordenada espacio-temporal 4 Ajaw Para los expertos en ambos cuerpos celestes y 3 K’ank’in. Esta coordenada en la matriz cro- en el sistema de medición del tiempo cuasi- notópica debió ser –en su conceptuación del vigesimal de la „Cuenta Larga‟, el ciclo de 13 mundo– majestuosa por los buenos augurios Bak’tun fue fundamental dado el alcance como brindados por los astros ahí regentes: Venus, instrumento de medida astronómica. En este la Luna y el Sol. gran ciclo, Venus –y su compañera Luna– fun- Para llegar a otorgar un rol protagónico a Ve- gió como auspiciador de fertilidad y prosperi- nus acompañado de la Luna, los especialistas dad gracias a la posición que alcanzó al cierre del cielo del Preclásico Tardío tuvieron que, de dicho ciclo. Desde la cosmovisión mesoa- primeramente, conocer sus respectivos ciclos – mericana, la posición más favorable que puede pequeños y grandes–, así como la interacción lograr el astro es (como lo demostró Sprajc, rítmica de ambos con el Sol. Más importante- 1996) su punto extremo hacia el norte en el mente, debieron conocer el punto de coinci- cielo del poniente. Este fenómeno ocurre siem- dencia entre Venus, la Luna y el ciclo de 260 pre (en todos sus ciclos sinódicos) en torno al días. 3 de mayo. Esta fecha es, a su vez, la más Éste representa, entre otros, el tiempo aproxi- propicia del año desde el punto de vista del cli- mado de visibilidad de Venus en el cielo –tanto ma26. Particularmente especial es el día en que en su aspecto vespertino como matutino–, el Venus se observa al ras del horizonte poniente tiempo de gestación del ser humano y el de justo antes de que se ponga el Sol, lo cual su- obtención de nuevos granos de maíz desde cede en sus primeros días de visibilidad como que las simientes progenitoras son activadas estrella de la tarde. ritualmente (es decir, entre el 12 de febrero y el 30 de octubre). Este ciclo convencionalmente denominado tzolk’in se compone de veinte ci26. El 3 de mayo es una fecha que, para Mesoamérica, sintetiza las veinte fechas de los pasos cenitales que se dan entre las latitudes norte de 15 o 30‟ y 19o 43‟ (es decir, desde Izapa, Chiapas y Copán, Honduras hasta Teotihuacan, entre el 30 de abril y el 19 de mayo respectivamente). El paso cenital produce un cambio notable en el tiempo debido a que la insolación directa sobre cuerpos de agua, bosques y selvas, provocan mayor evapotranspiración y la acumulación de nubes, las cuales comienzan a precipitar alrededor de las mismas fechas. clos de trece, siendo cada uno de los trece numerales „deidades‟ acompañantes de otras veinte „deidades‟. Para que Venus, la Luna y el ciclo de 260 días vuelvan a encontrarse, se necesitan precisamente 13 Baktunes. Hasta lo que he podido calcular, no existe un ciclo me59 Este fenómeno está cargado de simbolismo Bibliografía en la cosmovisión mesoamericana, debido a Barrera Rubio, Alfredo que representa el surgimiento del tiempo fe- 1980 “Mural Paintings of the Puuc Region in cundo. La sublimación de todos estos aspec- Yucatán”. Originally presented at the tos, es decir, la emergencia de Venus en el cie- Third Palenque Round Table, June 11-18, lo del atardecer en su posición extrema hacia 1978. Published in 1980 in Third Palen- el norte en una fecha 3 de mayo, sucedió el 3 que Round Table, 1978, Part 2, edited by de mayo de 2013. Para cerrar con broche de Merle Greene Robertson. oro, la Luna participó en este acto de manera sutil, subrepticia: ingresó al inframundo en Berlin, Heinrich aquel día 4 Ajaw, para, durante los siguientes 1963 “The Palenque Triad” en Journal de la siete días visitar los espacios acuáticos del in- Société des Américanistes. Tomo 52, Pa- framundo, y emerger, al octavo, cargada de ris, pp.91-99. agua pura para colaborar con Venus y con el „dios de la lluvia‟ en la inauguración del tempo- Bernal, Guillermo ral de lluvias y de bonanza para los maizales y 2011 El señorío de Palenque durante la Era de K‟inich Janahb‟ Pakal y K‟inich Kan la humanidad. B‟ahlam (615-702 d.C.). Tesis de Doctorado en Estudios Mesoamericanos, México, Posgrado en Estudios Mesoamericanos-Facultad de Filosofía y Letras, Instituto de Investigaciones Filológicas, Universidad Nacional Autónoma de México, México. Bove y Medrano 2004 “Teotihuacan, militarism and Pacific Guatemala” en The Mayan and Teotihuacan. G.E. Braswell (Ed.), University of Texas Press. Austin. Pp.45-80. 60 Flores, Daniel Iwaniszewski, Stanislaw 1995 “El problema del inicio de año y el origen 2009 “Por una astronomía cultural renovada” del calendario mesoamericano: un punto en Complutum, Revista de la Universidad de vista astronómico” en Coloquio Can- Complutense Madrid, Vol. 20 Nº 2. España. tos Pp. 23-37. de Mesoamérica: metodologías científicas en la búsqueda del conocimiento prehispánico. Instituto de Astro- Lacadena, Alfonso nomía, Facultad de Ciencias, Universi- 2010 “Naturaleza, tipología y usos del parale- dad Nacional Autónoma de México, lismo en la literatura jeroglífica maya” en México. pp. 117-132. 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Carnegie Institution of Washington. 62 Van Stone, Mark 2012 “Una mirada a la Creación” (II Parte de „No es el fin del mundo‟). Tomado de http://www.famsi.org/spanish/research/ vanstone/2012/index.html, lámina 64 de 105. 63 UN NUEVO CÓDICE FALSO DE MÉXICO Daniel Schávelzon1 D urante los últimos cinco años (2008-2013) ha estado dando vueltas por el mercado internacional de libros un supuesto Códice Mexicano absolutamente falso, aunque los libreros lo han presentado como una obra excepcional y única en Argentina. Y de ser verdad sería cierto: no hay ningún códice mexicano en Argentina y seguirá sin haberlo; los que haya deben estar en México. El origen que todos señalan es indiferenciado, simplemente México como totalidad y estuvo guardado en una colección de libros de prestigio durante muchos años. Es todo lo que sabemos, su anterior propietario, gran coleccionista, creyó que era auténtico y no lo hizo autenticar o siquiera hacerlo ver por un especialista por temor a perderlo. El códice está formado por diecisiete láminas hechas con fibra de coco y una capa de cal blanca sobre la que se pintaron motivos que de tan absurdos ni siquiera vale la pena analizarlos. Es tan burdamente falso que en otro contexto sería un juego infantil. La base es similar a los que se hacían en los finales del siglo XIX para Del Paso y Troncoso, que tantos dolores de cabeza causaron en su tiempo (Schávelzon, 1992). Al tratar de venderse este documento fuera de los circuitos internacionales de especialistas, como es en Sudamérica, con la proveniencia de la biblioteca prestigiada de Dodero –suponiendo que eso fuese cierto-, y siendo un país donde no hay expertos en la materia, es muy posible que pudiera haber un ingenuo no bien asesorado. Estas maniobras son muy usadas por los falsificadores de todo tipo: llevan su obra a un país fuera del mercado a la espera de que un iluminado lo descubra y lo compre pagando un buen precio pensando venderlo luego en millones. Y el valor es accesible para un coleccionista medio que pueda imagina encontrar una sorpresa como si del siglo XIX se tratara. En lugar de describirlo reproducimos todas sus hojas a color para que se desengañe a quien correspondiera hacerlo. La historia de la arqueología mesoamericana ha visto muchos códices falsos y hasta hay historias del tema, incluso con base de coco, de amate o de piel de venado, pero en este caso el autor ni si- 1. Director del Centro de Arqueología Urbana, Facultad de Arquitectura Diseño y Urbanismo, Universidad de Buenos Aires. 64 quiera cuidó de copiar motivos de una misma milares al pertenecer a la mima cultura y épo- cultura o época, usó imágenes tomadas de ca, pero jamás son iguales. Mezclar imágenes cualquier fuente. Cuando no se quiso trabajar mixtecas, mexicas e históricas resulta una acti- calcando complejas figuras hizo laberintos de tud insólita, y por cierto alguien me dijo que el formas absurdas para llenar los espacios va- guerrero de la portada parecía una escena de cantes en las primeras y últimas hojas. lucha libre con el Indio Jerónimo sin máscara, Ninguno de los grandes falsificadores hubiese victorioso en la arena, más que una imagen hecho esto tan simple, y desde la segunda mi- mixteca donde se inspiró. tad del siglo XX la especialidad conocía qué y Espero que los especialistas en epigrafía se cómo copiar para no ser descubiertos al menos diviertan con este otro caso que se suma a los con facilidad. Coherencia cultural, cronológica cientos que ya se han visto y de lo que no es y formal son los elementos básicos, absurda- necesario siquiera hacer una bibliografía2. Pero mente se creyó que los cambios delataban y no hay nada mejor que publicar las falsificacio- es al revés, la copia los pone en evidencia. nes en lugar de esconderlas o negarlas. Dos textos o códices o dibujos pueden ser si- 2. Esto surgió mientras hacía el libro Arte y falsificación en América Latina, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2009. Agradezco al coleccionista de libros antiguos que me lo facilitó para su estudio. Página 1 (portada) 65 Páginas 2 y 3 66 Páginas 4 y 5 67 Páginas 6 y 7 68 Páginas 8 y 9 69 Páginas 10 y 11 70 Páginas 12 y 13 71 Páginas 14 y 15 72 Página 16 Bibliografía Schávelzon, Daniel 1992 “Un grupo de códices falsos atribuidos a J. M. de Echeverría y Veytia” en Boletín de la Escuela de Ciencias Antropológicas Nº 107. Universidad de Yucatán. Mérida, México. pp. 53-69. 73 Sesiones del Seminario Dr. Rodrigo de la Torre Yarza Discusiones en el Seminario Miembros del Seminario Mtra. Isabel Mercado Archila y Dra. María Elena Ruiz Gallut Mtra. Nadia Giral Sancho 74 Invitación a publicar Se invita a todos los investigadores interesados en temas relacionados con Tlaloc y demás deidades de la lluvia y la fertilidad a enviar sus artículos de no más de 15 cuartillas, en letra Arial a 12 puntos, interlineado 1.5. Las imágenes se mandaran por separado en resolución de 300dpi. Se aceptará un máximo de 10 imágenes. Todas las imágenes se llamaran Fig. y deben estar referidas en el texto. Los subtítulos deberán ir en negritas en minúsculas. Todas las figuras deben tener su respectivo pie de foto y autoría. Las citas tendrán el formato Oxford. Ej. (Maudslay, 1886:22 ) Toda correspondencia deberá dirigirse a la Dra. María Elena Ruiz Gallut al Instituto de Investigaciones Estéticas, Circuito Mario de la Cueva, s/n. Ciudad Universitaria, C.P. 04510, México D.F. Tel. 5622-7547 Fax. 5665-4740. De igual manera los artículos podrán mandarse a las siguientes direcciones electrónicas: [email protected]. 75 76