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Presentación Dosier. Emigración, exilio y emociones

2023, Investigaciones históricas

Presentación Dosier Emigración, exilio y emociones Dossier Presentation Emigration, exile and emotions CONCHA LANGA-NUÑO Universidad de Sevilla, Doña María de Padilla s/n, 41004 Sevilla (España). [email protected] ORCID: 0000-0002-9120-3676 MARÍA JOSÉ FERNÁNDEZ VICENTE Université de Bretagne Occidentale,20 rue Duquesne 29200 Brest (Francia). [email protected] ORCID: 0000-0003-1984-1929 LUÍS MANUEL CALVO SALGADO Kunsthistorisches Institut der Universität Zürich, Rämistrasse 73, 8006 Zürich (Suiza). [email protected] ORCID: 0000-0002-2100-9544 Cómo citar/How to cite: LANGA-NUÑO, Concha, FERNÁNDEZ VICENTE, María José y CALVO SALGADO, Luís Manuel, “Presentación Dosier. Emigración, exilio y emociones”, en Investigaciones Históricas, época moderna y contemporánea, 43 (2023), pp. 1-11. DOI: https://doi.org/10.24197/ihemc.43.2023.1-11 Artículo de acceso abierto distribuido bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional (CC-BY 4.0). / Open access article under a Creative Commons Attribution 4.0 International License (CC-BY 4.0). Algunos de los historiadores de las emociones más reconocidos han escrito sobre aspectos relacionados con las emociones y el espacio en la historia que están íntimamente ligados a los problemas de movilidad geográfica y, por ello, a las migraciones. Conviene repasar algunas de sus aportaciones metodológicas en este ámbito para comprender mejor las implicaciones teóricas de los conceptos empleados para el análisis de las emociones tanto de los migrantes como de los exiliados. INVESTIGACIONES HISTÓRICAS. ÉPOCA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA, 43 (2023): 1-11 ISSN: 2530-6472 2 Concha Langa-Nuño, Mª José Fernández Vicente y Luís Manuel Calvo Salgado Barbara Rosenwein no sólo ha definido la idea de las “comunidades emocionales”1 en la Edad Media sino que las ha puesto en relación con las nociones de espacio de la época.2 Sus reflexiones sobre el espacio y las comunidades emocionales sirven para comprender mejor los sentimientos localizados en el espacio también en épocas posteriores. Según ella, las personas viven en una variedad de comunidades emocionales o microsociedades, cada una de las cuales puede aceptar, suscitar y dar forma a las emociones de manera diferente. La mayoría de las personas vive en un número muy reducido de comunidades al mismo tiempo que suelen ser emocionalmente congruentes, pero algunas viven en comunidades emocionales difícilmente compatibles. Las comunidades ocupan normalmente un espacio físico, aunque una comunidad emocional puede también crearse a partir de textos que se envían a distancia y que permiten que la comunidad emocional no se caracterice por la contigüidad física. Estas características son muy importantes para entender y aplicar el concepto de comunidades emocionales en contextos de comunidades de migrantes, también en la historia contemporánea, de una manera flexible y enriquecedora desde el punto de vista metodológico. Barbara Rosenwein analiza, además, las nociones de espacio medievales y determina dónde encajaban los sentimientos en esos espacios, teniendo en cuenta también las transformaciones emocionales ligadas a la movilidad entre espacios de diferentes comunidades emocionales. Así, describe y explica cómo desde la Alta Edad Media, la Iglesia puso en relación emociones con espacios concretos, elaborando rituales para la entrada, la travesía y la salida de esos espacios. Los lugares sagrados, por ejemplo, se convirtieron en el destino de los peregrinos y de los cruzados, que vivían transformaciones emocionales a lo largo de sus desplazamientos. Espacios como los interiores de las Iglesias eran considerados en los relatos de milagros espacios de la alegría, mientras los espacios del exterior eran espacios de la tristeza. Se tendía a asociar los sentimientos con lugares particulares (como las tumbas de los santos) y había diversas interpretaciones de la carga emocional de los lugares y los límites espaciales entre los mismos. Fenómenos similares de transformación emocional durante procesos migratorios se dan en la historia más reciente, aunque se hayan adaptado a un mundo secularizado. 1 ROSENWEIN, Barbara H., Emotional communities in the early middleages. Cornell University Press, 2006. 2 Para todo lo que sigue véase ROSENWEIN, Barbara H., «Emotional Space», en: C. Stephen Jaeger, Ingrid Kasten (eds.), Codierungen von Emotionen im Mittelalter/ Emotions and Sensibilities in the Middle Ages, Berlin, 2003, pp. 287-303. INVESTIGACIONES HISTÓRICAS. ÉPOCA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA, 43 (2023): 1-11 ISSN: 2530-6472 Presentación Dosier. Emigración, exilio y emociones 3 Los individuos podían, por su parte, otorgar un peso emocional diferente a los diferentes espacios dependiendo de sus objetivos personales. El espacio familiar y la comunidad emocional de la familia podía ser de mayor importancia en una fase de la vida que en otra, y los espacios vinculados a otras comunidades emocionales podían sustituir o coexistir con el espacio de la casa familiar. El paso de la casa y del espacio familiar al monasterio y al espacio de la comunidad emocional de los monjes suponía, por ejemplo, una transformación emocional para los jóvenes que ingresaban en un monasterio. Norbert Elias es uno de los historiadores y sociólogos precursores de la actual historia de las emociones que escribe sobre estos temas ya desde los años treinta. Sus obras sobre el proceso de la civilización, 3 la corte como lugar de socialización de las élites en el Estado Moderno 4 y los procesos de exclusión y de inclusión en las sociedades del siglo XX, 5 son pioneras y hacen hincapié tanto en la transformación emocional de los individuos en contextos y lugares de poder como en el papel del espacio en la diferenciación de las actitudes emocionales. La corte en la Edad Moderna por oposición a otros espacios de sociabilidad, el mundo urbano frente al mundo rural, el control de las emociones como parte del proceso de ascenso social ligado a espacios en los que el comportamiento se rige por reglas diferentes según el origen social y geográfico, constituyen algunos de sus objetos de estudio. Y ya en el siglo XX el rechazo de los forasteros en las ciudades que crecen en la Inglaterra posterior a la II Guerra Mundial, incluso cuando esos forasteros no son extranjeros sino inmigrantes del interior del país. Las reflexiones contenidas en el estudio que escribió junto con John L. Scotson abordan la construcción social del forastero dentro de una pequeña ciudad que llaman “Winston Parva” (en realidad Leicester) y permiten comprender la construcción de alteridades también en las migraciones interiores. 6 Los autores se centran en el papel de los barrios dentro de la ciudad, de los barrios de los establecidos que se conciben a sí mismos como mejores que los barrios de los recién llegados o forasteros, y que lo expresan en sus prejuicios, creando rumores y 3 ELIAS, Norbert, Über den Prozeß der Zivilisation. Soziogenetische und psychogenetische Untersuchungen. Basilea: Verlag Haus zum Falken, 1939. 4 ELIAS, Norbert, Die höfische Gesellschaft. Untersuchungen zur Soziologie des Königtums und der höfischen Aristokratie (basada en su habilitación de 1933). Neuwied/Berlín: Luchterhand 1969. 5 ELIAS, Norbert; SCOTSON, John L., The Established and the Outsiders. A Sociological Enquiry into Community Problems, Londres: Frank Cass, 1965. 6 ALCALDE, Rosa. "De los outsiders de Norbert Elias y de otros extraños en el campo de la sociología de las migraciones", Papers: revista de sociologia 96.2 (2011), pp. 0375-387. INVESTIGACIONES HISTÓRICAS. ÉPOCA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA, 43 (2023): 1-11 ISSN: 2530-6472 4 Concha Langa-Nuño, Mª José Fernández Vicente y Luís Manuel Calvo Salgado tabúes en torno al grupo considerado inferior, situados en otras partes de la ciudad. Como emigrante alemán de origen judío que tuvo que abandonar la Alemania de Hitler en los años treinta, el interés de Norbert Elias por todos estos procesos de exclusión tiene mucho que ver con sus propias experiencias vitales. William Reddy estudia la Revolución Francesa, sus antecedentes y sus consecuencias en la Francia decimonónica desde el punto de vista de la historia de las emociones y recogiendo aportaciones teóricas de la neurociencia sobre el papel de las emociones en el lenguaje.7 Ya en la Francia del absolutismo surgen lo que él llama “refugios emocionales”, una metáfora de claro contenido espacial, pero que el autor utiliza para subrayar la necesidad de encontrar nuevas formas de sociabilidad. Los refugios emocionales permitían escapar a un código de honor cada vez más sofisticado y atraían a los que no encontraban ninguna satisfacción en el simple disimulo de una desviación de la norma. En los salones y en los pequeños círculos íntimos se suspendían durante algún tiempo las estrictas reglas de interacción jerárquicas que dominaban el resto de los espacios. Los hombres y las mujeres unidos por lazos de amistad buscaban los placeres estéticos que se extendían a continuación a los placeres intelectuales. En ellos se mostraba entusiasmo por las manifestaciones de emoción y de intimidad.8 Los refugios emocionales pueden encontrarse en épocas posteriores y en regímenes políticos diversos, los migrantes y los exiliados los crean a menudo para mantener vivos lazos y vínculos de unión con el lugar de origen y con los que consideran cercanos a sus ideas e intereses. Otro término fundamental de William Reddy es el de “régimen emocional”. El estado puede utilizar sus medios de control para influir sobre las emociones de la población en mayor o menor grado, con mayor o menor fuerza coercitiva. En su reflexión sobre el cambio emocional que supuso la Revolución Francesa Reddy escribe: La Revolución fue un intento de transformar a toda Francia en una especie de refugio emocional por medio de reformas pacíficas. Pero la comprensión errónea que el siglo XVIII tenía de las emociones, asociada al esfuerzo paradójico de utilizar la fuerza coercitiva del estado para ponerla al servicio de la buena voluntad y de la generosidad transformó esta aspiración a un refugio 7 Reddy, William M.: The navigation of feeling: A framework for the history of emotions. Cambridge University Press, 2001. 8 Ibidem, 141-172. INVESTIGACIONES HISTÓRICAS. ÉPOCA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA, 43 (2023): 1-11 ISSN: 2530-6472 Presentación Dosier. Emigración, exilio y emociones 5 emocional en el espacio de sólo cuatro años en un sufrimiento emocional intenso encarnado por el Terror 9. La etapa del Terror, bajo Robespierre, inaugura la función del estado contemporáneo que se repetirá a menudo en las dictaduras del siglo XIX y que se intensificará en las del siglo XX, poniendo a muchas personas ante el dilema de poner en riesgo su vida quedándose en su país o exiliándose, por un tiempo o definitivamente. En cualquier caso, la Revolución Francesa evolucionó, según Reddy, hacia un radicalismo cada vez mayor hasta 1794 y cambió de repente tras la caída de Robespierre en julio de 1794, hacia un republicanismo claramente moderado. Las ideas de Rousseau se transformaron en las mentes de los revolucionarios durante la etapa de radicalismo. Rousseau creía haber descubierto su inocencia y su virtud en sí mismo, y, como hombre virtuoso, podía mezclarse con otros hombres virtuosos. La pena de muerte podía ser legítima para los que rechazaban esta fusión virtuosa. Pero la brutalidad podía parecer también un sacrificio.10 Como dijo Danton: “Seamos terribles, para evitarle al pueblo tener que serlo”11. El miedo se desarrollaba ahora en el espacio de la nación y con los instrumentos del estado y huir era para muchos el único remedio. *** Si nos centramos en el terreno de lo historiográfico, cabe señalar que la llegada de las emociones al ámbito de la escritura de la historia ha sido por lo general tardío, y más aún en lo que a la historiografía migratoria española atañe. Para el caso español, esta tardía consideración de las migraciones como objeto de estudio histórico estuvo marcada por la extrema compartimentación de sus temáticas en función de las épocas, los destinos, pero igualmente de la naturaleza (económica o política) de estos flujos. Así, a partir de los años 1990 se han ido configurando diferentes historiografías migratorias que con temáticas, sensibilidades y metodologías diferentes han abordado los diferentes flujos migratorios españoles. Desarrollada a partir del empuje que los eventos conmemorativos en torno al quinto aniversario del descubrimiento de América dieron a los estudios de temática latinoamericanista, la historiografía relativa a la corriente migratoria masiva a destinación de América latina ha generado numerosos 9 Ibídem, pp. 146-147. Traducción de Luís Manuel Calvo Salgado. Ibídem, pp. 173-199. 11 Ibídem, p. 181. 10 INVESTIGACIONES HISTÓRICAS. ÉPOCA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA, 43 (2023): 1-11 ISSN: 2530-6472 6 Concha Langa-Nuño, Mª José Fernández Vicente y Luís Manuel Calvo Salgado estudios sobre las dinámicas migratorias y los procesos de integración de los españoles en los países del continente latinoamericano durante los llamados años de la emigración masiva.12 La importancia de esta corriente ultramarina ha sido tal que ha tendido a eclipsar impulsos historiográficos centrados en otras importantes corrientes migratorias de estos mismos años, como los estudios de Juan B. y María José Vilar sobre la emigración española a la Argelia francesa. La emergencia de estos estudios migratorios sobre la corriente ultramarina fueron paralelos al nacimiento de una corriente dentro de la historiografía española dedicada al estudio del exilio republicano de la guerra civil; corriente que llegaba igualmente tarde, habida cuenta de los avances producidos en su estudio desde la perspectiva de los países de acogida.13 Durante esta misma última década del siglo XX, desde el ámbito de la historia económica y la historia agraria empezaron a surgir igualmente numerosos trabajos centrados en el importante éxodo rural producido en la España de mediados de la centuria. Estos trabajos seguían la estela de los abundantes estudios que, desde el ámbito de la economía, la geografía o la sociología venían estudiando este fenómeno desde los años 1960. 14 A medida que estas tres corrientes historiográficas ganaban en proliferación y dinamismo, con el cambio de milenio empezaron a despuntar estudios históricos centrados en la otra gran ola migratoria de la etapa contemporánea: la que durante los años 1960 y principios de los 1970 se dirigió masivamente a los países desarrollados de Europa (Francia, RFA y Suiza, sobre todo). Los trabajos pioneros de Carlos Sanz y Gloria Sanz 12 Sobre la historiografía de las migraciones en su conjunto, consúltese SILVESTRE RODRÍGUEZ, Javier, «Aproximaciones teóricas a los movimientos migratorios contemporáneos: Un estado de la cuestión», Historia agraria: Revista de agricultura e historia rural, no 21, 2000, pp. 157-194; GARCÍA ABAD, Rocío, «Un estado de la cuestión de las teorías de las migraciones», Historia contemporánea, 26 (2003), pp. 329-351. Para el caso concreto de la historiografía española, centrada sobre todo en su variante ultramarina, consúltense los artículos de Xosé M. Núñez Seixas: «Historiografía española reciente sobre migraciones ultramarinas: un balance y algunas perspectivas», Estudios Migratorios Latinoamericanos 16, 48 (2001), pp. 269‑296 así como «A historiografia das migrações ultramarinas espanholas: Uma visão global», Revista Maracanan 6, 6 (2010), pp. 11‑45. 13 Sobre la historiografía del exilio republicano en general, con una mención particular al carácter pionero de los estudios realizados desde la historiografía mexicana, véase Jorge de Hoyos Puente, “La historiografía sobre refugiados y exiliados políticos en el siglo XX: el caso del exilio republicano español de 1939”, Ayer, 106 (2017), pp. 293-305. 14 SILVESTRE RODRÍGUEZ, Javier, “Las emigraciones interiores en España durante los siglos XIX y XX: una revisión bibliográfica, Ager, 2 (2002), pp. 227-248. INVESTIGACIONES HISTÓRICAS. ÉPOCA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA, 43 (2023): 1-11 ISSN: 2530-6472 Presentación Dosier. Emigración, exilio y emociones 7 Lafuente sobre la emigración a Alemania, los de Luís Calvo Salgado sobre los gallegos en Suiza, o los centrados en la emigración a Francia de María José Fernández Vicente, José Babiano, Ana Fernández Asperilla o Natacha Lillo, entre otros, marcaron el despegue de una corriente historiográfica española centrada en esta llamada emigración “continental”. A la hora de analizar estas diferentes dinámicas migratorias desde el ámbito de la historia, dos fueron las perspectivas que se privilegiaron. Por un lado, una mirada positivista y macrosocial que consideraba el flujo migratorio como la unidad de análisis a partir de la cual habían de estudiarse estos desplazamientos de población, tratando sobre todo de entender el impacto de estos flujos en los ámbitos demográficos y socioeconómicos. Por otro, numerosos estudios adoptaron una perspectiva microsocial con la que se buscaba resaltar la importancia de las cadenas y las redes sociales en las dinámicas migratorias, insistiendo igualmente en las identidades colectivas, en los grupos étnicos y en las redes sociales derivadas de estas dinámicas migratorias. Centradas en la dimensión colectiva de las migraciones, estas diferentes historiografías dejaron por lo general de lado la dimensión subjetiva, íntima y personal del fenómeno migratorio.15 Las fuentes a partir de las cuales podía indagarse en esta dimensión (fuentes orales, epistolares, etc.) fueron por lo general utilizadas en la medida en la que podían aportar datos racionales y objetivos, considerados como complementarios de los aportados por las fuentes procedentes de los archivos. La subjetividad de estas fuentes personales era percibida con una enorme desconfianza por unos historiadores que las consideraban a menudo como una trampa que les impedía acceder a las motivaciones y racionalidades que marcaban las decisiones de los emigrantes. Seixas? El objetivo de este dossier es pues doble. Por un lado, hacer dialogar las diferentes modalidades migratorias (económicas y forzadas, exteriores e interiores, continentales y ultramarinas) y por otro abordar las migraciones desde el prisma de las emociones, proponiendo algunas pistas de reflexión 15 Este hecho ha sido igualmente señalado para la mayor parte de las historiografías migratorias, no siendo pues España una excepción al respecto. Ver: Gerber, David A. Authors of Their Lives. The Personal Correspondence of British Immigrants to North America in the Nineteenth Century. Nueva York – London: New York University Press, 2007, y DA ORDEN, María Liliana: “Migración de posguerra y epistolarios privados: Notas para el análisis de la construcción de identidades a partir del caso gallego en la Argentina”, Estudios Migratorios Latinoamericanos, 71, (jul.-dic. 2011), pp. 313-340. INVESTIGACIONES HISTÓRICAS. ÉPOCA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA, 43 (2023): 1-11 ISSN: 2530-6472 8 Concha Langa-Nuño, Mª José Fernández Vicente y Luís Manuel Calvo Salgado relativas a la manera en que las migraciones permiten indagar en las subjetividades y experiencias personales. *** Los doce artículos que forman parte de este monográfico tratan temas muy diversos pero todos ellos confirman la estrecha relación entre emociones y migraciones. Desde las migraciones económicas a las forzosas, también cubren zonas geográficas y temporales diversas, aunque la mayoría de ellos están centrados en las migraciones y los exilios ocurridos durante la etapa franquista. Para su mejor interpretación se han reunido en tres bloques. Los dos primeros se refieren a las migraciones económicas en los que las migraciones españolas son protagonistas, con excepción de un artículo sobre la emigración sefardí procedente de Marruecos a Venezuela. Los textos sobre emigración también pueden dividirse en los que tratan la emigración al extranjero, sobre todo a Europa en el caso español, y los que hablan de migraciones interiores. Los primeros forman un primer bloque mientras las migraciones interiores constituyen el segundo. Un tercer conjunto se destina a los textos que abordan migraciones forzosas o exilios. Aquí se han trabajado diferentes exilios. Además del franquista, también se analizan el saharaui y el tangerino, ambos muy relacionados con España. Como se comprobará, en los estudios se repiten algunas de las metodologías que se acaban de explicar. Así, muchos enfocan a los emigrantes y exiliados como comunidades emocionales. En cuanto a las emociones, la nostalgia surge en estos trabajos como la más repetida entre los expatriados. Pero también aparecen el miedo, la vergüenza o el orgullo a veces cuando se superan las condiciones más adversas del comienzo de la emigración. En general, lo que demuestran los textos aquí reunidos es el fuerte componente emocional que supone la marcha forzada por motivos políticos o económicos de la casa, del pueblo o del país en el que se ha nacido. Comenzamos por el bloque dedicado a la emigración exterior. El primer artículo es el que firma la profesora de la Universidad de Bretaña Occidental María José Fernández Vicente. En “El papel de las emociones en la construcción identitaria de los españoles en Francia” Fernández trata de entender el papel de las emociones en la construcción de la identidad de los españoles expatriados (económica y políticamente) marcada por su falta de integración en el país de acogida a lo largo del siglo XX. Para ello tiene en cuenta varios momentos claros en esa construcción. Se centra en la esperanza en un pronto retorno en los emigrantes económicos frente a los exiliados, y en la frustración que esa esperanza provocó creando desarraigo y nostalgia. INVESTIGACIONES HISTÓRICAS. ÉPOCA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA, 43 (2023): 1-11 ISSN: 2530-6472 Presentación Dosier. Emigración, exilio y emociones 9 A continuación, encontramos otro caso de emigración española a Europa, en este caso a Suiza. Luis Manuel Calvo Salgado, de la Universidad de Zúrich se concentra en una emoción concreta. En “El asociacionismo gallego y el consumo de la nostalgia” se inspira en el concepto de las emociones como mercancías en la cultura de consumo capitalista de la socióloga Eva Illouz y de los trabajos sobre la nostalgia de la rusa Svetlana Boym, además de las teorías de William Reddy, para trabajar sobre el asociacionismo gallego en Suiza. Calvo utiliza distintas fuentes, objetos, artefactos culturales y experiencias, como la fotografía o la música, que remitían a la idea de Galicia. Una fuente fundamental en su estudio ha sido el programa Galiza sempre emitido en los años ochenta y que fomentó esa nostalgia. Siguiendo con la emigración española en Suiza a continuación se encuentra el texto firmado por la profesora de la Universidad de Sevilla Concha Langa Nuño. En “Emociones, comunidades y emigración. El caso de los padres de familia españoles en Suiza” analiza el discurso que éstos, reunidos en la Confederación de Asociaciones y Consejos Escolares Españoles en Suiza, CACEES, ofrecieron en sus congresos sobre educación (1975 y 1983). En las ponencias escritas por ellos explican su situación y problemas en las que se perciben con claridad tres comunidades emocionales que conviven y se solapan: la comunidad emocional de los emigrantes españoles en Suiza; la de padres de familia; y, por último, comunidades de género, donde destaca la comunidad emocional de las mujeres emigrantes. El caso de la emigración española en Alemania es trabajado por Carlos Sanz Díaz en “Ilusión y desencanto en la emigración y el retorno de los españoles en Alemania. Una aproximación desde la historia transnacional de las emociones”. El profesor de la Universidad Complutense también acude al concepto de comunidad emocional para aproximarse a la emigración española a Alemania. En su caso se concentra en dos categorías de análisis: la ilusión y el desencanto a las que añade la desilusión que provocaba la distancia entre expectativas y experiencias según comprueba en las fuentes orales. No obstante, considera la desilusión un motor para la acción de la emigración. Cierra este bloque el artículo de Jo-Ann Peña-Angulo, de la Universidad de Sevilla con “Nostalgia y conciencia histórica en la diáspora sefardí del norte de Marruecos a Venezuela (siglo XX)”. A partir de distintas fuentes textuales, estudia la diáspora judeomarroquí en Venezuela como comunidad de nostalgia partiendo de nuevo del concepto de comunidad emocional. Peña observa que la nostalgia es el sentimiento que conforma estas comunidades y el núcleo para la construcción de la memoria colectiva y la conciencia histórica. INVESTIGACIONES HISTÓRICAS. ÉPOCA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA, 43 (2023): 1-11 ISSN: 2530-6472 10 Concha Langa-Nuño, Mª José Fernández Vicente y Luís Manuel Calvo Salgado Tres artículos componen el segundo bloque en el que hemos dividido este monográfico y que se centran en la emigración interior española. El primero, de Carla Bezanilla Rebollo, de la Universidad París 8 Vicennes-Saint Denis, es el único contextualizado en la primera mitad del siglo XX. El artículo “Del pueblo a la ciudad: El feminismo conservador ante el éxodo rural en los años veinte a partir de la revista femenina Las Subsistencias” utiliza la perspectiva de género para trabajar las reacciones ante la emigración rural a Madrid. A partir de esta revista, referente de un feminismo conservador, se observa el temor que estas jóvenes emigrantes provocaban dentro de las mujeres de clase media a las que estaba destinada, lo que ocasionó su estigmatización y maniobras para evitar su emigración. “Siempre soñé con venirme a Barcelona. Percepciones desde la emigración andaluza a Cataluña durante el franquismo”, es el trabajo presentado por Enrique Tudela Vázquez, de la Universitat Oberta de Catalunya. Tudela también se centra en un grupo concreto, en este caso los emigrantes en Cataluña procedentes de Andalucía oriental. La migración de andaluces fue una de las más cuantiosas y relevantes durante el régimen de Franco. La fuente oral, sobre todo, le permite recuperar su voz y conocer sus sentimientos y los motivos que los llevaron a expatriarse relacionados, sobre todo, con las duras condiciones de la guerra y posguerra en Andalucía. Este bloque lo cierra el trabajo de Luis G. Martínez del Campo, de la Universidad Complutense de Madrid. “Ciudadanos melancólicos. Narrativas emocionales sobre la inmigración en el Bilbao franquista” indaga la misma etapa en otro grupo concreto, en este caso aquellos que emigraron a otro gran foco industrial como era Bilbao. El texto analiza, por un lado, el discurso sobre la emigración del régimen, que presentó a éstos como sujetos melancólicos. Igualmente estudia sus propias experiencias que pasaron de la vergüenza primero por las malas condiciones de vida, en barrios chabolistas muchos de ellos, al orgullo después por superar esa precariedad. El último bloque de este monográfico se centra en los exilios. El primer texto está firmado por la catedrática de la Complutense Carolina RodríguezLópez. “El franquismo como régimen emocional: la experiencia de los exiliados españoles” ofrece un enfoque distinto sobre el complejo fenómeno del exilio español. En el artículo se muestra el régimen franquista como régimen emocional. Así fue vivido por los de dentro pero, sobre todo, por los que tuvieron que marcharse. Los casos de profesores universitarios, como el del poeta Pedro Salinas o el filólogo e historiador Américo Castro, le sirven para confirmar sus teorías. INVESTIGACIONES HISTÓRICAS. ÉPOCA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA, 43 (2023): 1-11 ISSN: 2530-6472 Presentación Dosier. Emigración, exilio y emociones 11 El texto de Mónica Alonso Riveiro, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y Susana Ferreira, de la Universidad Antonio de Nebrija, es quizás el más interdisciplinar por unir en su trabajo además de la Historia de las emociones, los Estudios de Frontera, y los Estudios Culturales, entre otros. “Narrativas de la migración. Miedos cruzados y deshumanización” trabaja este sentimiento en los migrantes, pero también en los otros, en los que los reciben con temor. Partiendo del exilio republicano en Francia, pero comparado aquel fenómeno con ejemplos del presente, analizan el miedo al migrante y el miedo del propio migrante intentando cartografiar dónde y cómo opera ese miedo. Dos textos sobre el exilio en el norte de África cierran el dossier. En primer lugar, el de Rocío Rojas-Marcos Albert, de la Universidad de Sevilla. En “Ramón Buenaventura: La literatura como único aval de la identidad” se sumerge en la obra de este escritor y de la nostalgia por su Tánger natal una vez emigra a España en los años cincuenta. La literatura le sirvió para construir su identidad (creando un personaje de ficción) a partir de unos recuerdos de un lugar, la ciudad internacional de Tánger, que ya solo existía en su recuerdo. Por último, presentamos el artículo de Mario Linares Díaz, de la Complutense, quien publica: “Hacia una geografía del sentimiento: emociones e identidad(es) en el proceso de exilio saharaui”. A partir de la fuente oral Linares reconstruye las emociones cambiantes con el tiempo de los refugiados saharauis en los campos de Tinduf. Linares observa cómo las diferentes etapas de esta ya larga historia les han ido motivando distintas respuestas emocionales, y cómo la dilatación de la situación les ha hecho aferrarse a la nostalgia por sus lugares de origen. INVESTIGACIONES HISTÓRICAS. ÉPOCA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA, 43 (2023): 1-11 ISSN: 2530-6472