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Hudson en la historia de la ornitología

2022, En “Hudson, pionero del ecologismo”. En William H. Hudson, Aves y hombres, Madrid, La Línea del Horizonte Ediciones

Sobre W. H. Hudson / Guillermo Enrique Hudson

Aves y hombres William H. Hudson • Traducción, notas y estudio final de Niall Binns • COLECCIÓN SOLVITUR AMBULANDO | Nº14 Colección Solvitur ambulando. Clásicos, 14 Título original: Birds and Man • ©De la traducción, notas y estudio final: Niall Binns © De esta edición: Festina Lente Ediciones, S. L. U., 2022 Todos los derechos reservados. Primera edición: septiembre, 2022 • Publicado por la línea del horizonte ediciones C/ Mesón de Paredes, 73, 28012 (Madrid, España) www.lalineadelhorizonte.com | [email protected] • Directora editorial: Pilar Rubio Remiro Coordinador editorial: Miguel S. Salas Corrección: Luis Porras © Del diseño de cubierta: Víctor Montalbán | Montalbán Estudio Gráfico • El Departamento de Literaturas Hispánicas y Bibliografía de la Universidad Complutense de Madrid (Facultad de Filología) ha contribuido a la publicación de este libro con una ayuda a la edición. • Depósito legal: M-19385-2022 | ISBN: 978-84-17594-95-4 THEMA: WTL, WNCB Imprime: Cofás | Impreso en España | Printed in Spain • Este libro ha sido impreso en papel ecológico, cuya materia prima proviene de una gestión forestal sostenible. Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. ÍNDICE PALABRAS LIMINARES 11 Aves y hombres 1. AVES EN SU ESPLENDOR (A MODO DE INTRODUCCIÓN) 15 2. AVES Y HOMBRES 39 3. GRAJILLAS EN EL SUDOESTE 53 4. COMIENZOS DE LA PRIMAVERA EN EL BOSQUE DE SAVERNAKE 67 5. UN MOSQUITERO SILBADOR EN WELLS 82 6. EL SECRETO DEL MOSQUITERO MUSICAL 92 7. EL ENCANTO DE LAS FLORES Y SU SECRETO 103 8. CUERVOS EN EL CONDADO DE SOMERSET 120 9. BÚHOS EN UN PUEBLO 129 10. EL EXTRAÑO Y EXTRAORDINARIO TARRO BLANCO 138 11. GANSOS: UNA APRECIACIÓN Y UN RECUERDO 146 12. LA CURRUCA RABILARGA (¿CÓMO SALVAR A NUESTRAS AVES EN PELIGRO?) 161 13. AVES EN LONDRES (1899) 180 14. VERT-VERT, O CHISMORREO DE LOROS 197 15. ALGO BONITO EN UNA CAJA DE CRISTAL 210 16. SELBORNE (1896) 220 NOTAS 233 Hudson, pionero del ecologismo Estudio crítico de Niall Binns 1. EXTRAÑOS DESTINOS 277 2. DE LA PAMPA A WESTBOURNE PARK 280 3. CONSAGRACIÓN, OLVIDO Y RESCATE: LA RECEPCIÓN DE HUDSON EN INGLATERRA 291 4. DESCUBRIMIENTO Y ENCUMBRAMIENTO DE GUILLERMO ENRIQUE HUDSON 302 5. HUDSON EN LA HISTORIA DE LA ORNITOLOGÍA 318 6. TIERRA DE NADIE, TIERRA DE TODOS 323 7. HUDSON Y LOS INSUFRIBLES CIENTÍFICOS 331 8. EL NATURALISTA DE CAMPO 344 9. EL ÁLBUM MENTAL DE HUDSON 349 10. LA VERDAD DE LA POESÍA 357 11. HUDSON Y BIRDS AND MAN: UN ASUNTO DE NOMBRES 364 12. EL ARTE DE LA DIVAGACIÓN 372 13. EL ESCRITOR MILITANTE Y EL MALDITO COLECCIONISTA 380 14. AVES DE PRESTIGIO Y EL PEQUEÑO PÁJARO PARDO 389 15. ANIMISMO Y ANTROPOMORFISMO 396 16. PEREGRINAJE AL SELBORNE DE GILBERT WHITE 409 SOBRE ESTA EDICIÓN 413 BIBLIOGRAFÍA HUDSONIANA (OBRAS CITADAS) 419 estudio crítico HUDSON, PIONERO DEL ECOLOGISMO niall binns • 5 HUDSON EN LA HISTORIA DE LA ORNITOLOGÍA Los naturalistas le consideraban un simple literato; los literatos un simple naturalista. Augusto Rodríguez Larreta A pesar de haber sido coautor de Argentine Ornithology con P. L. Sclater, y de haber recibido elogios tan efusivos a The Naturalist in La Plata por parte de Russel Wallace, Hudson nunca llegó a ser tomado en serio como ornitólogo en el mundo anglosajón, sobre todo con respecto a las aves británicas. Al final de su vida, recordaría el desdén con que lo había tratado el prestigioso ornitólogo Alfred Newton, el otro hombre «aceptado» en las reuniones de las fundadoras de la Society for the Protection of Birds, pero que había atacado el panfleto Lost British Birds, que Hudson publicó para la Sociedad en 1894. Era «el viejo académico conservador Newton, profesor de zoología durante medio siglo en Cambridge, el decano del mundo ornitológico, y me miraba con furia, a mí, un argentino, que se había atrevido a venir a Inglaterra y escribir sobre aves; sobre aves inglesas, quiero decir».54 Dos obituarios de Hudson servirán para refrendar este cuestionamiento sobre su valor como ornitólogo. El primero apareció en Ibis, la revista de la British Ornithologists’ Union. Vale la pena señalar que en la segunda edición de Birds and Man, en la nota añadida al capítulo «La curruca rabilarga» —con su subtítulo «¿Cómo salvar a nuestras aves en peligro?»—, Hudson apuntó directamente a la complicidad de la BOU en la desaparición creciente de esa y otras especies: «El exterminio de nuestras aves raras y “visitantes ocasionales” continúa alegremente desafiando a la ley, y los peores infractores 54 Lo escribió en una carta a Roberts del 17 de noviembre de 1921 (Men, Books and Birds, Londres, Eveleigh Nash & Grayson, 1925: 312). 318 • AVES Y HOMBRES siguen siendo acogidos con los brazos abiertos por la Unión de Ornitólogos Británicos». El obituario anónimo no olvidó esas diferencias y las achacó a cierta sensiblería por parte de Hudson: «Era de un carácter extremadamente sensible, y se sentía incapaz de provocar la muerte de ningún ser vivo. En consecuencia, rompió su conexión con la BOU, de la que fue socio de 1893 a 1908». El texto no dejó de reconocer el «estupendo don» que poseía como prosista y la naturaleza directa y sencilla de su escritura, y respetó el hecho de que no llegara a deducciones improcedentes ni ofreciera «explicaciones o sugerencias antropomórficas». Recordó esos textos publicados en las Proceedings de la Zoological Society y sus «notas y descripciones de los hábitos de las aves» en el libro de Sclater, pero señaló (como si fuese un sacrilegio) que la parte técnica de la que este se había hecho responsable quedó descartada después en Birds of La Plata. Libros como The Naturalist in La Plata y Idle Days in Patagonia «son conocidos tanto por el naturalista como por todo amante de la buena literatura» y, a fin de cuentas, era como literato y no como científico que habría que recordar a Hudson: «Aunque nunca llegó a ser reconocido entre las filas de los ornitólogos científicos, la obra que escribió como intérprete de la naturaleza y maestro eximio de la prosa inglesa perdurará durante largos años».55 El obituarista T.S.P. (Theodore Sherman Palmer) de The Auk, revista de la American Ornithologists’ Union —de la que Hudson fue miembro correspondiente desde 1895—, hizo más hincapié que el anterior en el valor de Hudson como conservacionista pero su criterio final era el mismo: «Sin ser un ornitólogo 55 «Obituary. William Henry Hudson», Ibis, lxiv: 4, octubre de 1922: 715-716. En una reseña de los dos primeros tomos de sus Obras completas, publicadas por J. M. Dent & Sons a finales de 1922, Anthony Collett recordó un mensaje de un hermano de Hudson, Edwin, que comentaremos en el próximo apartado, en el que lo tentaba a regresar a Argentina para estudiar la vida aviar de Córdoba. «Si lo hubiese hecho», señalaba Collett, «es muy posible que hubiese ganado ese reconocimiento “entre las filas de los ornitólogos científicos” que después de su muerte le fue negado extrañamente por una importante revista de estudios aviares. Sin embargo, escritores con el genio de Hudson son más escasos que los ornitólogos científicos, y el mundo es más rico por la decisión que tomó [de no volver a Argentina]» («W. H. Hudson», The Observer, 21 de enero de 1923). WILLIAM H. HUDSON • 319 técnico, alcanzó un rango meritorio como escritor de la naturaleza y ocupó un lugar prominente en el campo de la literatura».56 Aunque el mundo científico anglosajón dejó a Hudson de lado, el libro Argentine Ornithology sería un hito en Argentina. Ya me he referido a los comienzos titubeantes de la reputación de Hudson en el campo de la ciencia rioplatense, en 1913, cuando Martín Doello Jurado, director del Museo de Historia Natural, publicó en una revista científica una noticia sobre The Naturalist in La Plata. Pronto se tomaría plena conciencia de su importancia. En «Una breve historia de la ornitología argentina», los hermanos Adrián y Alejandro Di Giacomo recuerdan que el primer estudioso en ordenar el desarrollo de la ornitología en Argentina, el italoargentino Roberto Dabbene (en los años treinta), dividió la historia en tres épocas, la primera de las cuales habría llegado a su culminación con la publicación de Argentine Ornithology (1888-1889), y la segunda con la fundación de la Sociedad Ornitológica del Plata en 1916, de la que Hudson fue nombrado miembro honorario. Los autores del estudio, en 2008, siguieron acotando esa periodización y afirmaron categóricamente que «Guillermo Hudson [sic] fue el primer ornitólogo nacido y formado en suelo argentino, y sus observaciones, continuas y sistemáticas, rápidamente trascendieron las fronteras».57 Dos científicos prestigiosos servirán para confirmar esa importancia. Emiliano J. Mac Donagh, profesor de zoología en la Universidad de La Plata que ya había participado en el comentado homenaje de 1934 con un texto titulado «Hudson y la naturaleza intangible», le dedicó un extenso capítulo —«Guillermo Enrique Hudson, naturalista y escritor argentino»— en su libro 150 años de evolución científica argentino británica (1960). No dudó en llamar «obra maestra» a dos de sus libros: The Naturalist in La Plata y Birds of La Plata; podemos recordar que Alfred Russel Wallace 56 «William Henry Hudson», The Auk, xl: 4, 1923: 720. 57 Adrián S. Di Giacomo y Alejandro G. Di Giacomo, «Una breve historia de la ornitología en la Argentina», Ornitología Neotropical 19, 2008: 402; 405. 320 • AVES Y HOMBRES había dicho lo mismo del primero. A juicio de Mac Donagh, la «gloria» de Hudson estaba fundada «sobre un formidable trabajo de observación, de acumulación de experiencias, de lecturas y relecturas, crítica y autocrítica (algunas veces, ésta, excedida) de profundo pensamiento»; y lo defendió de todo tipo de cuestionamiento. A los insidiosos que preguntaban «Pero, dígame, Hudson, ¿era un hombre de ciencia?», respondió que esa era la pregunta del fracasado que piensa que «la ciencia no está en los resultados sino en los preparativos»; a los simpatizantes que preguntaban, «¿Qué hay de la obra de Hudson como naturalista? ¿Resiste a la crítica y al desgaste de los años?», y a los buenos científicos que dudaban si «Hudson, la obra de Hudson, ¿contiene algo más que una pintura maravillosa por su belleza estilística? ¿Era Hudson un hombre dotado de mentalidad científica, o era solamente un aficionado inteligente, observador y descriptor?», contestó que sí, que era un hombre «avizor, agudamente inteligente», un hombre que «amó soberanamente la verdad y su belleza en los seres, y supo darnos con verdad y belleza una ciencia legítima, con un estilo genuinamente suyo».58 Otro científico, Marcos Victoria, antiguo profesor de biología y psicología en las Universidades de Buenos Aires y La Plata, escribió el prólogo a la edición de Aves del Plata de 1974 y tampoco escatimó elogios. Al igual que Martínez Estrada antes, estableció un vínculo con Jean-Henri Fabre: «Hudson es nuestro Fabre. Lo que aquel hizo con los pájaros argentinos corresponde, punto por punto, a lo que el francés hizo en la Entomología francesa». Compartieron la pasión por observar animales vivos, pero había una «sola diferencia»: Fabre era un buen prosista, mientras que «Hudson es, en su prosa, un admirable poeta; sus descripciones son rutilantes de color y de una incomparable finura en los detalles». Aun así, por muy concisa y lírica que sea la prosa de Birds of La Plata, «no es de ninguna manera una obra literaria», sino más bien «una ejemplar obra de ciencia, como lo fue en su tiempo la Histoire Naturelle de 58 150 años de evolución científica argentino británica, La Plata, Comisión de Investigación Científica, 1960: 43; 45; 48. WILLIAM H. HUDSON • 321 Buffon, modelo de estilo literario y de sagacidad científica. Afirmamos todavía más: Birds of La Plata es la obra maestra de la Zoología argentina, a pesar de estar escrita en inglés».59 El reconocimiento llega de maneras diversas. Vale la pena acabar este apartado mencionando, como recuerdo y homenaje a esa investigación científica que Hudson llevó a cabo cazando, identificando y enviando pieles de aves con sus anotaciones al respecto a Washington y Londres, los nombres científicos de dos aves de América del Sur: el canastero pampeano​(Asthenes hudsoni) y la viudita chica (Knipolegus hudsoni). 59 «Prólogo», en Hudson, Aves del Plata, Buenos Aires, Talleres Gráficos Didot, 1974: 7-8. 322 • AVES Y HOMBRES