Índices de Calidad de Suelos de las Series Yauco y San Antón, dos
Molisoles del Sur de Puerto Rico
Por:
Emmanuel Rodríguez Rivera
Tesis sometida en cumplimiento parcial de los requisitos para el grado de
MAESTRIA EN CIENCIAS
en
SUELO
UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO
RECINTO UNIVERSITARIO DE MAYAGÜEZ
2023
Aprobado por.
_____________________________
Miguel A. Muñoz Muñoz, Ph.D.
Presidente, Comité Graduado
__________
Fecha
______________________________
Julia M. O’Hallorans Castillo, Ph.D.
Miembro, Comité Graduado
__________
Fecha
______________________________
Rebecca Tirado Corbalá, Ph.D.
Miembro, Comité Graduado
__________
Fecha
_______________________________
Daniel Bair, Ph.D.
Miembro, Comité Graduado
___________
Fecha
_______________________________
Salvador F. Acuña Guzmán, Ph.D.
Representante, Oficina de Estudios Graduados
___________
Fecha
_______________________________
María Plaza Delestre, Ph.D.
Directora Interina,
Departamento de Ciencias Agroambientales
___________
Fecha
Resumen
Seis índices de calidad de suelos fueron utilizados para evaluar la calidad de los suelos
Yauco (Typic Calciustolls) y San Antón (Cumulic Haplustolls), bajo labranza convencional y sin
labranza. Estos fueron el índice aditivo (SQIA), los índices por peso (SQIW1 y SQIW2) y los índices
por componente principal (SQIPC1, SQIPC2 y SQIPC3). Los predios cultivados se araron cada dos
meses, y a los no cultivados solo se les pasó una taladora. Se realizaron dos muestreos de suelos a
las profundidades de 0 a 8 y 8 a 20 cm. El análisis de la arcilla por espectroscopía de infrarojo
(FTIR) y difractogramas de rayos X (XRD) indicó la presencia de montmorilonita, vermiculita,
ilita, caolinita, haloisita, cuarzo, calcita en ambos Molisoles. Los índices de calidad de suelos SQIA
y SQIPC1 le atribuyeron al suelo San Antón valores mas altos de calidad. Estos índices consideran
todos los parámetros evaluados, y se enfocan en la disponibilidad de nutrimentos, pH, % MO, P
disponible y micronutrimentos Cu, Fe, Mn y Zn. El SQIW y SQIw2 mostraron valores más altos de
calidad para el suelo Yauco. Estos índices dan más peso a parámetros físicos como densidad
aparente (Da), estabilidad de agregados (EA) y resistencia a penetración (RP). También los índices
SQIPC2 y SQIPC3 que dan más peso a CICE, % MO, actividad de DHA y respiración basal (RB)
le adjudicaron mejores índices de calidad al suelo Yauco. Los seis índices evaluados demostraron
una reducción en la calidad de suelo al aumentar la profundidad a 20 cm, pero no mostraron
diferencia significativa entre predios cultivados y no cultivados.
ii
Abstract
Six soil quality indexs were used to evaluate soil quality of Yauco (Typic Calciustolls) and
San Antón (Cumulic Haplustolls) soils, under conventional tillage and non-tillage. The six indexes
were the additive index SQIA, the weight indexes SQIW1 and SQIW2, and the principal components
indexes SQIPC1, SQIPC2 and SQIPC3. The tillage plots were plowed every two months and for the
no tillage plots the cover crops were cut and left on the ground without further treatment. Two soil
samplings were performed at depths of 0 - 8 and 8 - 20 cm. FTIR and XRD analyses of the clay
fraction indicated the presence of montmorillonite, vermiculite, illite, kaolinite, halloysite, quartz,
calcite in both Mollisols. The soil quality indexes SQIA and SQIPC1 attributed better soil quality
values to San Anton soil. These indexes give more weight to nutrient availability, pH, % OM,
available P and Cu, Fe, Mn y Zn content. The SQIW1 and SQIw2 assigned better soil quality values
to Yauco soil. These indexes give more weight to physical parameters like bulk density (BD),
aggregate stability (AE) and resistance to penetration (RP). The other two indexes SQIPC2 y SQIPC3,
that give more weight to ECEC, % OM, DHA activity and basal respiration (BR) atributed better
soil quality indexes to Yauco soil. The six indexes indicated a reduction in soil quality with an
increase in soil depth to 20 cm, but no significant differences were observed between tillage and
no tillage treatments.
iii
COPYRIGHT © 2023 EMMANUEL RODRIGUEZ RIVERA
Dedicatoria
A mi familia, Petra Rivera, Edgar Rodríguez, Felíta Rivera, Jorge Díaz I & II y Zemarilis Díaz
por su cuido, mentoría, amor y apoyo incondicional que me brindan. Por su comprensión y ayuda
en todos los aspectos de mi vida. Con amor.
Emmanuel Rodríguez Rivera
iv
Agradecimientos
Al Dr. Miguel Muñoz Muñoz, presidente del comité graduado. Gracias por ser mi mentor y
haberme ayudado a expandir mis conocimientos en las ciencias de suelos. Por su confianza y
oportunidades para que pueda completar el proceso. Su sabiduría y enseñanzas siempre serán
herramientas para mi futuro. Soy afortunado de ser su estudiante.
A los miembros del comité. La Dra. Julia M O’Hallorans Castillo por brindarme los detalles
técnicos en identificación de variables de error y presentación de conocimiento selectivo. La Dra.
Rebecca Tirado Corbalá por sus adiestramientos, motivación, consejos y comprensión en el
proceso. Al Dr. Daniel Bair por brindar los puntos de vista, apoyo y aportaciones científicas que
llevaron a la formación del proyecto.
Al comité de enseñanza. Al Dr. Raul Machiavelli por su asesoramiento estadístico en el análisis
de los datos y sugerencias. Al Dr. Roberto Vargas Ayala, por su guía, humor, consejos y por
brindarme la oportunidad de dictar el laboratorio de suelos. A la Dra. Yaniria Sánchez por su guía
y enseñanzas de liderazgo.
Al personal de la Estación Experimental Agrícola en Juana Díaz. Al Prof. Carlos Flores, Carlos
Almodóvar, Alexis Negrón (capataz), Danny Colón y Luis Burgos (maquinistas). Por su
asesoramiento en estructurar los trabajos de campo y lograr que estos se cumplieran efectivamente.
A mis colegas Catherine Rivera, Zoelie Rivera, Natalia Franqui, Merari Torres, Yailyn Rosado,
Darline Toussaint, Paola Feliciano, Michelle Álvarez, Alexis Soto, Mia Fuentes y Carolina Ríos
por su colaboración en el proyecto, por ser parte de esta aventura, y por la amistad que hemos
forjado. Éxitos antes, ahora y siempre.
Al Programa HATCH del USDA por el financiamiento del Proyecto HATCH 500 (Soil quality
assessment among soil orders and ecological zones in PR) que ha brindado los recursos necesarios
para realizar la investigacion, a pesar de adversidades como los huracanes, los temblores,
pandemia (covid – 19) y huelgas estudiantiles.
Al personal del Departamento de Ciencias Agroambientales. Norma García y Evelyn Roselló,
gracias por todo su apoyo.
v
Tabla de Contenido
1. Introducción
1
1.1. Objetivos
3
2. Revisión de Literatura
4
2.1. Calidad de Suelo
4
2.2. Suelos de Puerto Rico y su clasificación
5
2.3. Labranza convencional (arado de discos)
7
2.4. Funciones del Suelo
8
2.5. Índice de Calidad de Suelos (SQI)
10
2.6. Indicadores Químicos
11
2.6.1. pH
11
2.6.2. Materia Orgánica
13
2.6.3. Capacidad de Intercambio catiónico
14
2.6.4. Fósforo
15
2.7. Indicadores Físicos
16
2.7.1. Textura
16
2.7.2. Densidad aparente y resistencia penetración
17
2.7.3. Estabilidad de agregados
18
2.8. Indicadores Biológicos
19
2.8.1. Deshidrogenasa
20
2.8.2. Respiración Basal
21
2.9. Caracterización de Minerales del Suelo
21
2.9.1. FTIR
22
2.9.2. XRD
23
3. Metodología
24
3.1. Localización del estudio
24
3.2. Predios y Diseño experimental
26
3.3. Análisis químicos
29
3.3.1. pH
29
vi
3.3.2. Carbono orgánico
29
3.3.3. Cationes intercambiables
30
3.3.4. Fósforo disponible
30
3.4. Análisis Físicos
31
3.4.1. Textura
31
3.4.2. Densidad aparente
32
3.4.3. Resistencia a penetración
32
3.4.4. Estabilidad de agregados
32
3.5. Análisis Biológicos
33
3.5.1. Deshidrogenasa (DHA)
33
3.5.2. Respiración basal
34
3.6. Análisis Mineralógicos
35
3.6.1. Extracción de arcillas para análisis mineralógico
35
3.6.2. FTIR
35
3.6.3. XRD
36
3.7. Índice de Calidad de Suelos (SQI)
36
3.7.1.
Estandarización de parámetros de calidad de suelos
36
3.7.2.
Integración de parámetros de calidad de suelo de índices (SQI)
41
4. Resultados y Discusión
44
4.1. Propiedades Químicas
44
4.1.1. pH
45
4.1.2.
Materia orgánica
46
4.1.3.
Fósforo
47
4.1.4.
Calcio
48
4.1.5.
Magnesio
48
4.1.6.
Potasio
49
4.1.7.
Sodio
50
4.1.8.
CICE
50
4.1.9. Micronutrimentes
51
vii
4.2. Parametros Físicos
53
4.2.1. Resumen textura
54
4.2.2. Densidad aparente
54
4.2.3. Resistencia a penetración
55
4.3. Parametros Biológicos
58
4.4. Análisis Mineralógico
60
4.4.1. FTIR
60
4.4.2. XRD
61
4.5. Estandarización de parámetros de calidad de suelos (Si)
63
4.5.1.
Estandarización de parámetros químicos del suelo (Si)
63
4.5.2.
Micronutrimentos (Si)
64
4.5.3. Estandarización de parámetros físicos(Si)
66
4.5.4. Estandarización de parámetros biológicos (Si)
67
4.6. Índices de Calidad de Suelos (SQI)
68
4.6.1. Índice de Calidad de Suelo Promedio (SQIA)
70
4.6.2. Índice de Calidad de Suelo por Peso (SQIW1 y SQIW2)
71
4.6.2.1.
Disponibilidad de nutrimentos (DN)
72
4.6.2.2.
Proliferación de raíces (PR)
73
4.6.2.3.
Estatus de la flora microbiana (AFFM)
74
4.6.2.4.
SQIW1
75
4.6.2.5.
SQIW2
76
4.6.3. Índice de Calidad de Suelo Estadístico (SQIPC)
77
4.6.3.1.
SQIPC1
77
4.6.3.2.
SQIPC2
78
4.6.3.3.
SQIPC3
79
4.7. Conclusiones y recomendaciones
80
4.8. Referencias
82
4.9. Apéndice
97
viii
Lista de Tablas
Tabla 1. Funciones del suelo e indicadores de calidad.
8
Tabla 2. Parámetros de calidad del suelo para evaluación de suelos para
9
producción.
Tabla 3. Clasificaciones de acidez según Troug, 1951.
12
Tabla 4. Calificaciones pH según intervalos de calidad.
12
Tabla 5. Categorías de materia orgánica del suelo.
13
Tabla 6. Estandarización para el contenido de materia orgánica del suelo.
14
Tabla 7. Capacidad de intercambio catiónico de varios minerales del suelo y
15
materia orgánica.
Tabla 8. Clasificación de partículas por tamaño.
17
Tabla 9. Estandarización para clases texturales.
17
Tabla 10. Estandarización de valores de densidad aparente y resistencia a
18
penetración.
Tabla 11. Valores de estandarización del porciento de estabilidad de agregados.
19
Tabla 12. Valores de estandarización para la actividad de deshidrogenasa.
20
Tabla 13. Vibraciones de infrarojo de las arcillas más comunes.
22
Tabla 14. Distancias interlaminares de minerales del suelo (XRD).
23
Tabla 15. Ecuaciones para estandarización de parámetros de calidad de suelos.
40
Tabla 16. Análisis de componentes principales, valores de coeficientes y
43
varianzas.
Tabla 17. Variables y vectores de distribución del análisis de componentes
43
principales.
Tabla 18. Parámetros químicos del suelo.
45
Tabla 19. Contenido de Ca+2 intercambiable (cmolc kg-1).
48
Tabla 20. Contenido de Mg+2 intercambiable (cmolc kg-1).
49
Tabla 21. Contenido de K+ intercambiable (cmolc kg-1).
50
Tabla 22. Contenido de Na+ intercambiable (cmolc kg-1).
50
Tabla 23. Capacidad de intercambio catiónico efectivo (cmolc kg-1).
51
Tabla 24. Micronutrimentos (mg kg-1)
52
ix
Tabla 25. Parámetros físicos del suelo
53
Tabla 26. Densidad aparente del suelo
54
Tabla 27. Parámetros biológicos del Suelo
59
Tabla 28. Porcentaje de calificación (Estandarización) de parámetros químicos (Si) 63
Tabla 29. Porcentaje de calificaciones para Cu, Fe, Mn y Zn
65
Tabla 30. Porcentaje de estandarización de parámetros físicos
66
Tabla 31. Parámetros Biológicos del Suelo (Si)(%)
68
Tabla 32. Índices de Calidad de Suelos (SQI)(%)
69
Tabla 33. Calificaciones de grupos funcionales del suelo.
71
x
Lista de Figuras
Figura 1. Subestación Experimental Agrícola de Juana Díaz.
24
Figura 2. Perfil de suelo Yauco.
25
Figura 3. Perfil de suelo San Antón.
25
Figura 4. Predios experimentales de la serie Yauco.
27
Figura 5. Delimitación de predios experimentales de la serie San Antón.
27
Figura 6. A. Predio no cultivado de la Serie San Antón, EEA Juana Díaz.
28
Figura 6. B. Predio no cultivado de la Serie Yauco, EEA Juana Díaz.
28
Figura 6. C. Predio Cultivado de la Serie San Antón, EAA Juana Díaz.
28
Figura 6. D. Predio Cultivado de la Serie Yauco, EAA Juana Díaz
28
Figura 7. Interacción triple del porciento de MO entre las variables muestreo,
46
tratamiento y serie.
Figura 8. Interacción triple de Fósforo disponible entre las variables profundidad,
47
tratamiento y serie.
Figura 9. Resistencia a penetración para la serie Yauco.
56
Figura 10. Resistencia a penetración para la serie San Antón.
57
Figura 11. Resistencia a penetración para los suelos Yauco y San Antón.
57
Figura 12. Resistencia a penetración en los prdios no cultivados y cultivados.
58
Figura 13. Análisis de FTIR para la fracción de arcilla de la serie Yauco.
60
Figura 14. Análisis de FTIR para la fracción de arcilla de la serie San Antón.
61
Figura 15. Difractograma de rayos x de la serie San Antón no cultivado.
62
Figura 16. Difractograma de rayos x de la serie Yauco no cultivado.
62
Figura 17. Índice de calidad de suelo por método aditivo SQIA.
70
Figura 18. Calificación de la disponibilidad de nutrientes del suelo (DN%)
72
Figura 19. Calificación de la proliferación de raíces (PR%).
73
Figura 20. Calificación del ambiente favorable para la flora microbiana
74
(AFFM%).
Figura 21. Índice de calidad de suelos por método de peso aditivo (SQIW1).
75
Figura 22. Índice de calidad de suelo por método peso aditivo (SQIW2).
76
xi
Figura 23. Índice de calidad de suelo por método de componente principal
77
(SQIPC1).
Figura 24. Índice de calidad de suelo por método de componente principal
78
(SQIPC2).
Figura 25. Índice de calidad de suelo por método de componente principal
(SQIPC3).
xii
79
Lista de Ecuaciones
Ecuación 1. Contenido de carbono orgánico
29
Ecuación 2. Corrección para % Materia Orgánica
29
Ecuación 3. Capacidad de intercambio catiónico efectivo
30
Ecuación 4. Textura del Suelo
31
Ecuación 5. Densidad Aparente del Suelo
32
Ecuación 6. Porciento de Estabilidad de Agregados
32
Ecuación 7. Deshidrogenasa
33
Ecuación 8. Respiración Basal
34
Ecuación 9. Estandarización no lineal de parámetros de calidad de suelo
36
Ecuación 10. Estandarización no lineal para comportamiento óptimos (Piecewise)
36
Ecuación 11. Adaptación para Microsoft Excel
37
Ecuación 12. SQIA
41
Ecuación 13. DN
41
Ecuación 14. PR
41
Ecuación 15. AFFM
41
Ecuación 16. SQIW1
41
Ecuación 17. SQIW2
42
Ecuación 18. SQIPCA
42
xiii
Lista de Apéndices
Apéndice 1. Datos de componentes químicos incluidos en el estudio y posibles
97
interacciones.
Apéndice 2. Datos de componentes físicos incluidos en el estudio y posibles
98
interacciones.
Apéndice 3. Datos de componentes biológicos incluidos en el estudio y posibles
99
interacciones.
Apéndice 4. Calificaciones de porciento de calidad de suelo (estandarización) de
100
parámetros químicos del suelo.
Apéndice 5. Calificaciones de porciento de calidad de suelo (estandarización) de
101
parámetros físicos del suelo.
Apéndice 6. Calificaciones de porciento de calidad de suelo (estandarización) de
101
parámetros biológicos del suelo.
Apéndice 7. Calificaciones de los índices de calidad de suelos.
102
Apéndice 8. Resistencia a penetración.
103
Apéndice 9. Biplot de la distribución de vectores de variación.
104
.
xiv
1. Introducción
Se estima que para el año 2,050 la población mundial será 9.1 mil millones habitantes, lo cual
implica aumentar la producción agrícola en un 15% o más con el menor impacto al ambiente
posible (Pérez et al., 2018). La rápida reducción en salud en suelos cultivados o labrados se
atribuye a una baja secuestración de carbono y una alta mineralización de la materia orgánica (Lal
et al., 2004). La labranza es una de las prácticas de mayor antigüedad en la producción agrícola,
la misma consiste en fragmentar, granular, invertir y homogenizar al suelo junto a los residuos,
malezas y enmiendas orgánicas (Nichols, 1929). Esta práctica facilita la siembra, la germinación
y trasplante de los cultivos (Terminiello et al., 2000). Sin embargo, la labranza rompe el balance
de carbono en el suelo exponiendo la materia orgánica (MO) y acelerando su descomposición
(Rastogi et al., 2002). Veenstra (2010) describió como un Typic Hapludoll del noreste de Iowa,
con una inclinación de un 3%, perdió 15 cm de su horizonte superficial con alto por ciento de
materia orgánica al compararse a una evaluación realizada en el 1,959. Por otra parte, Yang et al.,
(2003) observaron que mediante la conversión de labranza o cultivado tradicional a no perturbar
el suelo, se pudo recuperar el carbono orgánico perdido en Molisoles cultivados por 20 años.
El balance adecuado de dicha práctica se puede evaluar mediante la interpretación de
parámetros e indicadores de calidad de suelos (Andrews et al., 2002). Un indicador o parámetro
de calidad de suelo es la medida que nos permite predecir o evaluar el estado de alguna o varias
funciones del suelo. Por ejemplo, el pH o concentración de protones está directamente relacionada
con la solubilidad de nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas, brindando un indicio
de la fertilidad o calidad química del suelo (Neina, 2019), la estabilidad de agregados (EA) nos da
un indicio del soporte y estabilidad física del suelo ante erosión (Volchko, 2014) y la respiración
basal o mineralización de carbón refleja el nivel de actividad microbiana, MO, su descomposición
y estado o calidad. Los indicadores son seleccionados de acuerdo con el enfoque del estudio,
conveniencia y validez (Vasiliniuc y Patriche, 2011). En casos de presentar los resultados en forma
de índices (%), la integración de los parámetros se estructura reflejando la prioridad de cada
indicador de calidad de suelo sobre el objetivo establecido (Mandal et al., 2014).
Para propósito del estudio la calidad del suelo y la salud del suelo no son términos similares.
La salud del suelo se enfoca en el suelo como un sistema dinámico y vivo, en donde la
biodiversidad es esencial para ejecutar sus funciones y promover la calidad ambiental (Doran y
Zeiss., 2000). Por otra parte, calidad del suelo es la capacidad del suelo para ejecutar sus funciones
químicas, físicas y biológicas mientras provee un habitad saludable (Doran et al., 1994; Doran y
Parkin, 1996).
Se han identificado 65 distintas combinaciones de parámetros para determinar la calidad
del suelo, en el estudio se presentan los indicadores de calidad de suelo mas utilizados e incluyendo
parámetros relativamente nuevos como la actividad enzimatica (Bünemann et al., 2018). En el
estudio se escogieron 12 indicadores de funciones químicas, cuatro indicadores de funciones
físicas, dos indicadores de funciones bióticas y dos indicadores de la característica mineral del
suelo: pH, contenido de MO, capacidad de intercambio catiónico efectivo (CICE), fósforo (P)
disponible, contenido de calcio (Ca+2), magnesio (Mg+2), potasio (K+), sodio (Na+), cobre (Cu),
hierro (Fe), manganeso (Mn), zinc (Zn), textura, estabilidad de agregados (EA), densidad aparente
(Da), resistencia a penetración (RP), actividad de la enzima deshidrogenasa (DHA), respiración
basal (RB) e identificación de minerales en la fracción de arcilla vía grupos funcionales por
espectroscopía de infra rojo (FTIR) y por difractogramas de rayos x en escaneos de °2θ (XRD).
En el estudio se evaluaron 6 índices de calidad de suelos (SQI). El primer índice evaluado
fue el SQIA (método aditivo) en donde los valores de SQI son el promedio de los todos parametros
2
estandarizados (Masto et al., 2008). El segundo y tercer índice evaluados fueron el SQIw1 y SQIw2
(método por peso-aditivo) (Cude, 2001), es la integración de parámetros que representen grupos
divididos en disponibilidad de nutrimento (DN), proliferación de raicez (PR) y el ambiente
favorable para la flora mircobiana (AFFM) o refiérase a indicadores químicos, físicos y biológicos
de calidad de suelo. Los próximos índices evaluados fueron por componente principal SQIPC
descrito por Mandal et al. 2014, evaluadose tres índices (SQIPC1, SQIPC2, SQIPC3). El análisis de
componente principal se utiliza para determinar los parámetros más determinantes y provee una
descripción condensada de los patrones de variación en un conjunto de data multivariado, de este
modo reducir los parámetros que se utilizan para estimar el índice de calidad de suelo (SQI) (PerezNeto, 2005).
El estudio se enfoca en dos series de suelos del orden Molisol. Estos, son considerados
suelos de alto valor económico por su alta fertilidad (Muñoz et al., 2017). Las series seleccionadas,
Yauco y San Antón poseen características deseables en un suelo de alta calidad y se diferencian
en su material parental (Gierbolini, 1979). La serie Yauco se forma de un material parental aluvial
de carbonato de calcio y la serie San Antón de material parental aluvial. Los resultados nos
permiten establecer una comparación de índices de calidad de suelos (SQI) y predios disponibles
para establecer cultivos que nos puedan brindar un indicio del rendimiento y comparar los valores
porcentuales de los índices.
1.1 Objetivos
1)
Evaluar parámetros de calidad de suelo de dos Molisoles de la costa sur de Puerto Rico.
2)
Evaluar el efecto de labranza y no labranza en los parámetros de calidad del suelo.
3)
Diseñar y evaluar la aplicabilidad de un índice de calidad de suelos (SQI).
3
2. Revisión de literatura
2.1 Calidad de Suelos
La conservación del ambiente y los recursos naturales es de suma importancia en nuestra
sociedad moderna y tecnificada. La calidad del aire, el agua y el suelo pueden estar en peligro por
los efectos del cambio climático, las malas prácticas sociales, culturales, agrícolas e industriales
(Oldeman, 1994; Warkentin y Fletcher, 1997; Steer, 1998; Hedlund et al., 2003). Los conceptos
de calidad del agua, aire y suelo se amplían en torno al grado de contaminación (Harwood, 1990;
DNER, 2019). El concepto de calidad del suelo es la capacidad del suelo para ejercer sus funciones
químicas, físicas y biológicas brindando un hábitat saludable (Doran et al., 1994; Doran y Parkin,
1996; Karlen et al., 2008). Este concepto ha recibido varias críticas ya que establecer niveles de
calidad de suelo puede provocar un prejuicio a suelos que no cumplan con las propiedades
intrínsecas o completamente deseables como la textura y pH. Los cultivos tienen diferentes
requerimientos y la mayoría de los estándares o rangos de valores para condiciones óptimas de alta
calidad se han validado para cultivos agronómicos maíz, zoja, trigo, entre otros, restringiendo la
definición de un suelo de alta calidad (Letey et al., 2003). Por ejemplo, un rango óptimo del
parámetro pH para cultivos en general sería 6.0-7.0 pero para cultivos como la papa (Solanum
tuberosum) que dan buenos rendimientos en pH ácidos del suelo se puede adjudicar buenas
calificaciones de porciento de calidad de suelos en estos valores (Ignatieff y Page, 1959). La misma
crítica es aplicable a cultivos como cebada (Hordeum sativum), remolacha (Beta vulgaris var.
Rapa) y caña de azúcar (Saccharum officinarum) entre otros, resistentes a condiciones alcalinas
del suelo (Ignatieff y Page, 1959). El dilema no solo se mantiene sobre el parámetro químico
mencionado, también se extiende a los parámetros físicos, biológicos, al material parental o
4
mineralogía del suelo, orden de suelo, uso previo e interacción con el ecosistema (Bunemann et
al., 2018). A pesar de establecer una definición estable/adaptable sobre calidad de suelos, analizar
el concepto es difícil porque los suelos reaccionan lentamente a manejo y uso (Nortcliff, 2002).
Estas limitaciones no han evitado que se desarrollen herramientas para estimar la calidad del suelo,
primero se diseño las técnicas visuales de asesoramiento por ejemplo el método de Peerlkamp
(1959) luego se comenzó el análisis visual y de parámetros en el laboratorio para llegar a los
resultados (Pulido-Moncada et al., 2014). El proceso de acesoriamiento o determinación de la
calidad de suelo ha ido modificándose según las nuevas technologias que van desde un análisis
visual y analítico hasta programas estadísticos y de predicciones como el Cornell Soil Health
Assessent (Moebius-Clune et al., 2016), Horizon 2020 project LANDMARK, SMAF Soil
Management Assesment Framework, el monitoreo de calidad de suelos canadiense (Clearwater et
al., 2016) y el SIMOQS (Lima et al., 2013) entre otros métodos propuestos para la determinación
de valores de este concepto multivariado.
2.2 Suelos de Puerto Rico y su clasificación
El sistema de clasificación de suelos del Departamento de Agricultura de los Estados
Unidos (Taxonomía de Suelos) indica que en Puerto Rico se han identificado 213 series de suelos
distribuidos en 45 Inceptisoles, 36 Molisoles, 29 Ultisoles, 24 Oxisoles, 19 Vertisoles, 17
Alfisoles, 17 Entisoles, 15 Aridisoles, 8 Histosoles y 3 Espodosoles. De los 12 órdenes existentes
solo dos, los Gelisoles y los Andisoles no se encuentran en Puerto Rico (Muñoz et al., 2017).
Los Molisoles, son considerados los suelos más fértiles con una saturación de bases (SB)
mayor de 50% (Wilding et al., 1983), alto contenido de MO y alta capacidad de retención de agua
(Encina Rojas, 1998). Estos suelos representan el 17.7% de los suelos en Puerto Rico, de los cuales
5
el 42.9% son Ustolls y un 25.5% Rendolls. A nivel mundial se han identificado 916 millones de
hectáreas (ha) de Molisoles. En los Estados Unidos ocupan unos 200 millones de ha, 148 millones
ha en Rusia, 89 millones ha en Argentina, 50 millones ha en México, 40 millones ha en Canada,
35 millones ha en China, 34 millones ha en Ucrania y 13 millones ha en Uruguay (Liu X et al.,
2012; Muñoz et al., 2017).
En el estudio se evaluó la calidad de dos Molisoles de la Suborden Ustolls, las series Yauco
y San Antón. El suelo Yauco (Fig. 2) está clasificado como “Fine-silty, carbonatic,
isohyperthermic Typic Calciustolls”. El material parental es sedimentos calcáreos y los
encontramos en las faldas de colinas calcáreas. El horizonte (Ap) alcanza una profundidad de 28
cm, es de color marrón grisáceo muy oscuro (10YR 3/2), textura franco limoso arcilloso, con
fracciones texturales aproximadas de 0 a 20% de arena, 60 a 70% limo y 30 a 40% de arcilla
(Gierbolini, 1979). Este suelo ocupa unos 13.8 km2 en Puerto Rico, correspondiendo a un 1.01 %
de los Molisoles en la isla (Muñoz et al., 2017). El suelo San Antón (Fig. 3) está clasificado como
“Fine-loamy, mixed, superactive, isohyperthermic Cumulic Haplustolls”. El material parental es
depósitos aluviales en llanos inundables. El horizonte (Ap) alcanza una profundidad de 23 cm, es
de color marrón muy oscuro (10YR 2/2), textura limo arcillosa, con fracciones texturales
aproximadas de 0 de 20% de arena, 40 a 60% de limo y 40 a 60% arcilla (Gierbolini, 1979). Este
suelo ocupa unos 33.7 km2 en Puerto Rico, correspondiendo un 2.48% de los Molisoles en la isla
(Muñoz et al., 2017). Dumas et al. (2008) reportó que la serie San Antón en la Subestación
Experimental Agrícola de Juana Díaz posee un de pH 7.4, CIC de 29 cmolc kg-1 y 3.1% de MO,
con una distribución de fracciones texturalesarena 41%, limo 31% y arcilla 28%.
6
2.3 Labranza convencional (arado de discos)
La labranza es una de las prácticas de mayor antigüedad en la producción agrícola, la
misma consiste en romper, granular, invertir y homogenizar al suelo junto a los residuos, malezas
y enmiendas orgánicas (Nichols, 1929). Esta práctica facilita la siembra, la germinación y
trasplante de los cultivos (Terminiello et al., 2000). Se utiliza como control de malezas dejando la
superficie libre de yerbajos. Sin embargo, la labranza rompe el balance de carbón en el suelo
exponiendo la materia orgánica al ambiente exterior y aumentando su descomposición (Rastogi et
al., 2002). Los microorganismos responsables de la destrucción de la materia orgánica predominan
bajo el arado convencional (Shikula et al., 1988). La rápida reducción en salud en suelos arados se
atribuye generalmente a una baja secuestración de C y una alta mineralización de la MO (Lal et
al., 2004). La erosión por labranza es mayor a la erosión hídrica, debido a una mayor presencia
de agregados de menor tamaño, susceptibles incluso en condiciones de lluvias de baja intensidad
(Gomez-Calderón, 2018). Por otra parte, mantener una cobertura vegetal mejora las propiedades
del suelo a corto plazo, aumenta el contenido de carbono y la respiración basal (Ramos-Pérez et
al., 2017). López-Bellido et al., (1996) reportaron una reducción en la evaporación de la solución
del suelo debido a la cobertura con residuos de la no labranza. Estos autores también mostraron
como el arado convencional o de discos tiene un efecto sobre una menor húmedad superficial
debido a la falta de cobertura vegetal.
7
2.4 Funciones del Suelo
En la determinación de la calidad del suelo se toma en cuenta la mineralogía y las funciones
químicas, físicas y biológicas que en este se ejercen. Esto se refleja en el hábitat, la biodiversidad,
en el reciclaje de nutrimentos, en la descomposición de la MO por los organismos, en el
mantenimiento estructural, en el reciclaje de agua y su resiliencia (Andrews et al., 2004). Los
indicadores o parámetros de calidad de suelo nos permiten describir la condición de una o más
funciones del suelo (Tabla 1) (Andrews et al., 2004). Un indicador ideal debe estar correlacionado
con los procesos del ecosistema e integrar la química, física y biología del suelo con sus
propiedades y procesos.
Tabla 1. Funciones del suelo e indicadores de calidad
Función del Suelo
Indicador de calidad
Hábitat y biodiversidad
Amortiguamiento
y filtración
Respiración basal
Densidad aparente
Fósforo
Carbón orgánico total
Reciclaje de nutrientes
Nitrógeno
pH
Fósforo
Soporte y estabilidad física Estabilidad de agregados
Densidad aparente
pH
Resistencia y adaptación
Profundidad
Carbón orgánico total
Reciclaje de agua
Humedad disponible
Densidad aparente
Conductividad eléctrica
Adsorción de sodio
pH
(Andrews et al., 2004; Volchko, 2014).
Motivo del manejo
Protección del medio ambiente.
Protección del medio ambiente y
manejo de desperdicios.
Protección del medio ambiente, manejo
de desperdicios y fertilidad.
Protección del medio ambiente y
fertilidad
Protección del medio ambiente, manejo
de desperdicios y fertilidad
Protección del medio ambiente, manejo
de desperdicios y fertilidad.
El indicador también debe ser accesible, sensitivo al manejo y clima, ser componentes ya
estudiados y haber data actualizada (Doran y Parkin, 1996; Doran y Zeiss, 2000). De acuerdo con
8
esta definición, se ha sugerido que el mejor indicador de la calidad del suelo es el contenido de
materia orgánica. La materia orgánica del suelo incluye el material orgánico fresco o residuos de
plantas, activo o en descomposición y el estable o humus. La materia orgánica influye directamente
sobre la mayoría de los procesos del suelo, pero por sí sola no puede determinar la calidad, estado
o condición de todas las funciones del suelo (Bastida et al., 2008; Masto et al., 2015). Esta
limitación es aplicable a todos los parámetros de calidad de suelo, por esta razón se introdujo el
concepto “conjunto mínimo de data” (MDS sus siglas en inglés) lo cual representa la combinación
mínima de parámetros para la determinación efectiva de la calidad de un suelo o el objetivo
establecido (Larson et al., 1994). Se han identificado 65 distintas combinaciones de parámetros o
conjunto mínimo de datos para determinar la calidad del suelo y su selección está ligada a la
designación de uso del suelo (Bünemann et al., 2018). Idowu et al., (2008) seleccionó un grupo de
parámetros para determinar la calidad de un suelo para producción de cultivos (Tabla 2).
Tabla 2. Parámetros de calidad del suelo para evaluación de suelos para producción de cultivos.
Parámetro
Función del suelo
Textura y contenido de rocas
Todas
Estabilidad de agregados
Aeración, infiltración, enraizamiento y costras.
Capacidad de humedad disponible Humedad disponible para las plantas.
Resistencia a penetración
Enraizamiento
Contenido de materia orgánica
Almacenamiento de energía, retención de agua y
nutrientes.
Contenido de carbón activo
Material orgánico para sostener funciones biológicas.
Nitrógeno mineral
Habilidad de los microorganismos en suplir nitrógeno
Salud de las raíces
Plagas transportadas por el suelo.
pH
Toxicidad y nutrientes disponibles
P extractable
P disponible y pérdida potencial al medioambiente
Potasio extractable
Potasio disponible.
Contenido de microelementos
Disponibilidad de micro nutrimentos, desbalances de
elementos y toxicidad.
(Idowu et al., 2008; Volchko, 2014)
9
2.5 Índice de calidad de suelos (SQI)
Se han establecido varios métodos para determinar la calidad de los suelos, pero la gran
mayoría utiliza los índices de calidad de suelos (SQI) de indicadores estandarizados de Andrews
et al. (2004). La estandarización, término introducido por Parra-Gonzáles y Rodríguez-Valenzuela
(2017) requiere un marco de referencia teórico de valores óptimos sobre cada parámetro que
permita dar una calificación en términos de porciento de calidad de suelo. En otras palabras, cada
parámetro o indicador de calidad de suelo se encuentra en unidades diferentes por tanto se deben
llevar a la misma unidad, “porciento de calidad de suelo”, para esto se deben evaluar el rendimiento
de los cultivos a diferentes niveles del parámetro y corelacionarlo en términos de porciento o su
relación con alguna función del suelo. Ejemplos específicos de estandarización se presentan en las
tablas 4, 6 y 9- 12.
Los parametros estandarizados pueden integrarse en índices de varias maneras, ya que se
encuentran en una unidad similar. Por ejemplo, si se desea saber la calidad química en términos
de fertilidad se pueden promediar los parámetros químicos solamente (pH, %MO, cationes
intercambiables, fósforo disponible). Por otro lado, si se desea un indicio gobal, se promedian
todos los parámetros evaludados en el estudio (químicos, físicos y biológicos) (Masto et al., 2008).
Los índices se pueden adaptar según el enfoque del estudio, entiéndase que la integración de
parámetros puede ser filtrada con análisis estadísticos (corelación Pearson, componentes
principales) antes de llegar a los valores calculados de SQI (Cude, 2001; Mandal et al., 2014).
En términos de presentar los valores en escalas, suelos con 85% o más en SQI son
considerados calidad bien alta, 85-70% es alta calidad, 70-55% es media calidad, 55-40% baja
calidad y menos de 40% es bien baja calidad de suelos (Moebius-Clune et al., 2017). Zhan-jun et
al. (2014) categorizó suelos bajo producción que reciben enmiendas inorgánicas y orgánicas como
10
de alta productividad al tener un SQI demás de 95%, con 94-83% productividad mediana y 8360% productividad baja.
Mukherjee y Lal (2014) compararon tres métodos de calculación del SQI y los
correlacionaron con el rendimiento de maíz y soya en tres suelos de Ohio. Los índices de calidad
de suelo fueron mayores para el suelo (Martisco franco limoso) Histic Humaqueqts que para los
suelos minerales y no variaron con la profundidad. El índice de calidad de suelo para el Kokomo
franco limo-arcilloso (Molisol) fue mayor que el del Crosby franco limoso (Alfisol). El estudio
mostró una alta correlación de los SQI con el rendimiento de maíz y soya.
Noviyanto et al. (2017) evaluó el SQI de suelos reclamados en periodos de 1, 15 y 18 años
previamente utilizados para la minería en Indonesia. Estos autores utilizaron los parámetros de pH,
saturación de bases (SB), Da, conductividad eléctrica (CE), CIC, P disponible, nitrógeno (N) total
y Carbon orgánico, y observaron un aumento en el índice de calidad (SQI) al aumentar los años
de reclamación.
2.6 Indicadores químicos
Entre los indicadores químicos de mayor importancia en calidad de suelos tenemos MO,
pH, CIC y cationes intercambiables.
2.6.1 pH
Ignatieff, et al. (1959) reportó que la mayoría de las plantas tienen una región óptima de
pH de 6.0 – 7.5. Se han clasificado los suelos en estratos de acuerdo con su nivel de pH. El pH es
un excelente indicador de la calidad del suelo por su efecto en la solubilidad de elementos, la
disponibilidad de nutrimentos, los procesos de adsorción, disolución y la CIC (Rangel-Peraza et
al., 2017).
11
Tabla 3. Clasificaciones de acidez según Troug, 1951.
Clasificación
pH (H2O)
muy ácido
< 5.5
acidez media
5.5 – 6.0
acidez débil
6.0 – 6.5
acidez muy débil
6.5 – 7.0
alcalinidad muy débil
7.0 – 7.5
alcalinidad débil
7.5 – 8.0
alcalinidad media
8.0 – 8.5
muy alcalino
< 8.5
La concentración de cationes y aniones disponibles, niveles tóxicos de Aluminio (Al+3) y
Manganeso (Mn+2) junto a los rangos de producción óptima para las plantas se deben tomar en
cuenta al momento de la estandarización. Varios autores han propuesto categorías o rangos de
calidad de suelos basados en el pH (Tabla 4).
Tabla 4. Calificaciones pH según intervalos de calidad.
Intervalos
Interpretación
Calificación
5.5 – 7.2
Óptimo para las plantas
2
7.2-8.0
Preferido por algunas 1
plantas
posibles
deficiencias de P y algunos
metales.
<5.4, >8.1
0
7.5 – 6.5
1
6.4- 6.0
0.8
5.9- 5
0.6
4.9- 4.1
0.4
< 4.0
0.2
5.5-7.2
Alto
3
4-5.5 y 7.2-8.5 Medio
2
<4.0, >8.5
Bajo
1
12
Referencia
Mukherjee, 2014
Nepal y Mandal,
2018
Spandana
2013
et
al.,
2.6.2 Contenido de materia orgánica
La materia orgánica es de suma importancia al determinar la calidad de un suelo dado que
promueve la agregación, aumenta la porosidad del suelo, reduce la Da, aumenta la retención de
agua y reduce la erosión del suelo. También aumenta la CIC, la actividad biológica y la fertilidad
del suelo (Rangel-Peraza et al., 2017). El contenido de MO de los suelos puede ser muy variable
dependiendo del clima, la vegetación, el contenido de humedad, la textura del suelo (Jiao et al.,
2020). En estudios de suelos de América Central se encontró un rango de 0.4 a 12.2 % de C
orgánico con una media muestral de 2.96 % (n=167) (Díaz-Romeu et al., 1970). Se evaluaron 32
suelos de Guatemala, 25 de El Salvador, 28 de Honduras, 32 de Nicaragua y 59 de Costa Rica. El
57 % de las muestras presentó un contenido de C orgánico entre 1 a 2.5 %. Se ha demostrado que
la adición frecuente de residuos de plantas y estiércol estimula la producción de masa microbiana
y estabilidad en el ciclo de carbono (Medvedev, 2002). El contenido de MO del suelo fue
categorizado por Hardy (1961) (Tabla 5).
Tabla 5. Categorías de materia orgánica del suelo.
Clasificación
% Materia orgánica
% Carbono orgánico
Bajos
< 2.0
< 1.15
Medios
2.1 – 4.0
1.2 – 2.3
Altos
4.1 – 10.0
2.4 – 5.8
Muy Altos
> 10.0
> 5.8
(Hardy, 1961)
Algunas categorías de estandarización de materia orgánica (SOM por sus siglas en ingles)
y carbono orgánico del suelo (SOC por sus siglas en inglés) como índice de calidad de suelos se
presentan en la Tabla 6.
13
Tabla 6. Estandarización para el contenido de carbon orgánico del suelo.
Intervalos (%)
Interpretación
Calificación
Referencia
>3.0
Poca
o
ninguna 2
Mukherjee y Lal,
limitación
2014
2.0-3.0
Limitación moderada 1
< 2.0
>0.75
0.5-0.75
<0.5
>1.4
0.73-1.4
<0.72
Alta
Media
Baja
Alta
Media
Baja
0
3
2
1
2
1
0
Spandana
2013
et
al.,
Pham et al., 2015
2.6.3 Capacidad de intercambio catiónico
La CIC es una medida de la habilidad de un compuesto orgánico o inorgánico en
intercambiar cationes con la solución del suelo. En estudios de suelos de Centro América se
observó valores de CIC entre 7 cmolc kg-1 y 83 cmolc kg-1 en donde el 62% de los suelos
presentaron valores entre 15 y 45 cmolc kg-1 con una media muestral aproximada de 27 cmolc kg1
(Hardy, 1961). La variación corresponde a la cantidad de materia orgánica y de arcilla que
contengan las muestras. Se ha evidenciado una relación lineal positiva entre CIC y el área
superficial de las arcillas (m2 g-1) (Gamble et al., 1969) y entre pH y CIC (Igue et al., 1970). En la
Tabla 7 se muestra las medidas de capacidad de intercambio catiónico de varios componentes
minerales del suelo y materia orgánica. La CIC puede ser medida directamente del suelo
(Chapman, 1965), pero también puede ser estimada utilizando el porciento de materia orgánica
(MO) y el porciento de arcilla. El resumen de los resultados encontrados por Yuan et al. (1967) en
los Molisoles de Florida (Anclote, Buccaneer, Chobee, Delray, Yulee y Floridana, entre otros)
observó un CIC promedio de 12.3 cmolc kg-1 con valores limitan desde 3.2 a 23.1 cmolc kg-1. Estos
suelos mostraron un contenido promedio de materia orgánica de 5.26 % y 4.1 % de arcilla. El autor
14
estimó la CIC utilizando la ecuación, CIC= -2.68 + 1.97 (%M.O.) + 1.28 (% Arcilla). La ecuación
mostró una alta correlación en este estudio, pero no es posible una extrapolación a otros Molisoles
sin antes evaluar el grado de humificación de la materia orgánica. Sin embargo, si podemos
establecer correlaciones entre CIC medido por métodos tradicionales y valores estimados una vez
conozcamos el contenido de materia orgánica y el contenido de arcilla.
Tabla 7. Capacidad de intercambio catiónico de varios
minerales del suelo y materia orgánica.
Mineral
Capacidad de
intercambio catiónico
(cmolc kg-1)
Caolinita
3 – 15
Haloisita
5 – 10
Montmorillonita
80 – 120
Vermiculita
100 – 150
Ilita
20 – 50
Clorita
10 – 40
Alófana
< 100
Ópalo
11 – 34
Oxido Fe amorfo
10 – 25
Materia orgánica
100 – 250
(Scheffer y Schachtschabel, 1966).
La CIC es muy buen indicador de la calidad de un suelo porque el nivel de fertilidad está
directamente relacionado a ella. Es deseable una alta CIC para que el suelo tenga la habilidad de
retener los nutrimentos necesarios para las plantas (Rangel-Peraza et al., 2017).
2.6.4 Fósforo
El P es relativamente estable en los suelos, no presenta dificultades como los nitrogenados
que pueden ser volatilizados y lixiviados, pero si puede ser adsorbido y retenido fuertemente por
suelos altamente meteorizados (Fassbender, 1984). Por esta razón la fertilización con P es vital
para alcanzar niveles adecuados para las plantas. Por otro lado, fertilización intensiva con P puede
15
causar eutroficación de cuerpos de agua, afectando negativamente el ambiente. El P se acumula
en el suelo como respuesta al uso excesivo de fertilizantes, estiércol o desechos municipales y
puede ser transportado en sedimentos por el agua de escorrentía o en pocos casos por agua
subterránea por lixiviación (Silveira et al., 2010). Algunos estudios han reportado categorías de P
en su forma disponible y total del suelo como un indicador de calidad de suelos (Spandana et al.,
2013; Pham et al., 2015).
2.7 Indicadores físicos
Las características físicas del suelo son una parte necesaria en la evaluación de la calidad
de este recurso porque no se pueden mejorar fácilmente (Singer y Ewing, 2000). Los indicadores
físicos reflejan la manera en que el suelo acepta, retiene y transmite agua a las plantas, así como
las limitaciones que se pueden encontrar en el crecimiento de las raíces, la emergencia de las
plántulas, la infiltración o el movimiento del agua dentro del perfil (Bautista et al., 2004). La
textura, Da, estructura y EA son parámetros usualmente utilizados para la evaluación física del
suelo ya que son sensitivos al manejo y clima, según aumenta el porciento de arcilla, Da, RP y
menores agregados mayor será las limitaciones al crecimiento de las raíces (Kuykendall, 2008).
2.7.1 Textura
La textura es una cualidad inherente del suelo. La misma se refiere a la distribución de
tamaños de partículas menor de 2.0 mm de diámetro que componen la fracción mineral del suelo.
Este parametro al ser inherente no cambia ante la labranza y no labranza. Se han propuesto varias
clasificaciones según el tamaño de partícula, pero se utiliza la clasificación de la USDA en donde
16
la Arena 2.00-0.10 mm, el Limo 0.10-.002 mm y la arcilla en 0.002 mm > llegando a los coloides
(Tabla 8).
Tabla 8. Clasificación de partículas por tamaño (USDA, 1951; Portland Cement Association,
1962; adaptado por Baver et al., 1972).
Tamaño (mm)
Sistema
0.002 0.005 0.01 0.02 0.05 0.10
0.20
0.50
1.0
2.0
Material fino (arcilla y limo)
Arena fina
Arena Gruesa
Nombre
Arcilla
Limo
Arena fina
Arena Gruesa
FAA
Coloides
Arcilla
Limo
Arena fina
Arena Gruesa AASHO
Arcilla
Limo
Arena Arena Arena
Arena Arena
muy
fina mediana Gruesa muy
USDA
fina
gruesa
Arcilla
Limo
Arena fina
Arena gruesa
ISSS
(FAA = Federal Aviation Authority; AASHO = American Association of State highway officials; USDA
= United Stated Department of Agriculture; ISS = International Soil Society)
<0.001
La textura por ser una característica inherente del suelo es un excelente indicador de la
calidad del suelo. La proporción de fracciones texturales está directamente relacionada con la
capacidad de retención de agua, porosidad, capacidad de intercambio catiónico y la habilidad de
retener materia orgánica (Rangel-Peraza et al., 2017). Algunas categorías de estandarización de la
textura como indicador de calidad de suelos se presentan en la tabla 9 (Nepal et al., 2018).
Tabla 9. Estandarización para clases texturales.
Clase textural
Calificación
Franco arcillo limoso
1
Limoso, franco limoso, Limoso
0.8
arenoso
Franco, Arenoso limoso
0.6
Arcillo limoso, Arcillo arenoso,
0.4
Franco arcilloso
Arcilloso, Arenoso
0.2
Referencia
(Nepal et
2018)
al.,
2.7.2 Densidad aparente y resistencia a penetración
La Da y la RP brindan una medida de la compactación del suelo. La compactación del
suelo restringe el crecimiento de raíces, disminuye el espacio poroso, el flujo de agua y nutrientes,
y aumenta la proporción de poros llenos por agua, disminuyendo la infiltración y aumentando la
17
escorrentía (Blanco-Sepúlveda, 2009). Poros llenos de agua además afectarán la actividad
microbiana al disminuir la tasa de descomposición de la MO y evitará la liberación de nutrientes
(Cabalceta, 1999; Porta et al., 2003). Mukherjee y Lal (2014) nos presentan una estandarización
de acuerdo con los valores de densidades aparentes y resistencia a penetración para calidad de
suelos.
Tabla 10. Estandarización de valores de densidad aparente y resistencia a penetración.
Unidad
Intervalos Interpretación
Calificación
<1.0
Buen soporte
2
Densidad
1.0 – 1.5
Efectos adversos no usuales
1
aparente
>1.5
Probables
efectos
adversos
0
(Mg/m3)
Resistencia
a 1.0- 2.0
Baja posibilidad de efectos 2
penetración
adversos sobre el crecimiento
(Mpa)
de raíces.
2.0 – 3.0
Efecto moderado adverso 1
sobre el crecimiento de raíces.
>3.0
Efecto alto adverso sobre el 0
crecimiento de raíces.
(Mukherjee y Lal, 2014)
2.7.3 Estabilidad de agregados
El porciento de estabilidad de agregados (% EA) guarda una estrecha relación con el
contenido de C orgánico del suelo y el parámetro se utiliza para estimar la erosion del suelo
(Ramos-Pérez et al., 2017; Liu et al., 2019; Zhoul et al., 2020). Las raíces y las hifas de los hongos
se encargan de cementar y arreglar las partículas del suelo mediante la liberación de compuestos
orgánicos, proceso que tiene un impacto positivo en el secuestro de Carbono y por ende crea
mejores agregados (Bronick y Lal, 2005). Byung-Kenn et al., (2007) encontró que la estabilidad
de agregados tiene una correlación negativa con el contenido de arena y una correlación positiva
con el limo, la arcilla, contenido de Ca y MO. Liu et al., (2019) observaron que la estabilidad de
agregados aumentó luego de llevar un suelo cultivado a no cultivado lo cual sugiere una
18
secuestración de carbono a largo plazo. En la tabla 11 se muestran valores para índices de calidad
de suelos atribuibles a la estabilidad de agregados.
Tabla 11.
agregados.
Intervalos
>90
89 – 70
70- 50
<50
>66.1
66-50.1
50-34.1
34-18
<18
Valores de estandarización del porciento de estabilidad de
Interpretación
Suelo excelente
Buen suelo
Probables efectos adversos
Posibles problemas de
erosión e infiltración.
Suelo excelente
Buen suelo
Calidad estructural media
Calidad estructural pobre
Calidad estructural con
posibles problemas de
erosión.
Calificación Referencia
3
Mukherjee y Lal,
2014
2
1
0
1
0.75
0.5
0.25
0
Bartlova et al.,
2015
2.8 Indicadores Biológicos
Las transformaciones más importantes en los procesos de la mineralización y la
humificación son de naturaleza bioquímica. Después de la destrucción mecánica y física de los
restos vegetales y animales se produce el ataque por microrganismos y enzimas que descomponen
los compuestos orgánicos resultando en la liberación de minerales (Fassbender, 1984). Visser y
Parkinson (1992) han sugerido que las propiedades biológicas y bioquímicas más útiles para
determinar la calidad del suelo desde una perspectiva funcional, son aquellas relacionadas más
íntimamente con el reciclado de nutrientes, porque proporcionan “información” sobre el estado
funcional del suelo.
La actividad enzimática ha sido sugerida como indicador de calidad de suelos ya que mide
principalmente las reacciones microbianas envueltas en los ciclos de nutrientes, responden
fácilmente a cambios naturales o antropogénicos en el suelo y puede ser medida fácilmente
19
(Nannipieri et al., 2002). Las enzimas son catalizadores orgánicos que disminuyen la energía de
activación de las reacciones metabólicas y permiten que se produzcan a temperaturas y presiones
a las que normalmente no tendrían lugar (Coyne, 2000). Las enzimas deshidrogenasa, ßglucosidasa, fosfatasa y ureasa se han utilizado como indicadores para evaluar el efecto del manejo
agronómico sobre características de calidad o estado de sanidad del suelo (Gajda y Mortyniuk,
2005). Estas enzimas son responsables de la liberación de C, N, y P, elementos importantes en la
nutrición de las plantas. Según su función, las enzimas del suelo más estudiadas son las
oxidorreductasas como la deshidrogenasa (Alef y Nannipieri, 1995).
2.8.1 Deshidrogenasa
La actividad de la deshidrogenasa permite inferir sobre la calidad del suelo y los procesos
microbianos que ocurren en este en tiempo actual debido a que se encuentran presentes únicamente
en sistemas vivos (Henríquez et al., 2014). Esta enzima está directamente relacionada a la tasa de
oxidación de la materia orgánica y tiene una alta correlación con otros parámetros como el C de la
biomasa, la relación C-biomasa/COT y la respiración basal (Reddy y Faza, 1989).
Tabla 12. Valores de estandarización para la actividad de deshidrogenasa.
Unidad
Intervalos Calificación Referencias
DHA ug TPF kg-1 h-1
>30
4
Tamilselvi et al., (2015)
29-21
3
Chinnadurai
20-7
2
(2014)
6-3.5
1
et
al.,
Acosta y Paolini (2005) encontraron que la incorporación de materiales orgánicos al suelo,
provenientes del tratamiento de aguas servidas, estiércol de chivo y residuo del procesamiento
industrial de sábila, Aloe vera incrementó significativamente la actividad de esta enzima con
20
respecto al control. Aravindh et al. (2020) utilizó los valores de la tabla 12 para realizar las
estandarizaciónes para índice de calidad de suelo basado en la actividad de dehidrogenasa.
2.8.2 Respiración Basal (CO2)
La respiración basal o emisiones de CO2 del suelo son producidas por varios factores, pero
la flora microbiana que prolifera de la materia orgánica es el factor más significante (Wang et al.,
2010). La misma es afectada directamente por la temperatura y la humedad (Vose y Bolstad, 2007).
Se ha observado un aumento en emisiones de CO2 del suelo a medida que aumenta la temperatura
ya que hay mayor producción tanto autotrófica como heterotrófica (Bouma et al., 1997; Edwards
y Nordby, 1998). La humedad influye de dos maneras a las emisiones de CO2, cuando el suelo está
seco las emisiones aumentarán según la humedad aumente, pero en regímenes húmedos ocurre lo
contrario, entiéndase mientras más se humedece o se satura el suelo se reducen las emisiones ya
que entra en estado anaeróbico (Pacific et al., 2009).
2.9 Caracterización de Minerales del Suelo
Los minerales de la fracción de arcilla del suelo pueden identificarse mediante la
implementación de varias técnicas como microscopia óptica, microscopía electrónica y
difractometría de rayos X (XRD). Estas técnicas se utilizan en forma conjunta ya que una sola no
suministra toda la información necesaria, ya que se enfocan en aspectos distintos de la composición
del mineral, entiéndase tamaños y grupos funcionales, entre otros (Londoño-Escobar et al., 2010).
Estos minerales pueden ser minerales 2:1 (trilaminares) como lo es la ilita, vermiculita,
montmorillonita, nontronita, beidelita, bentonita y atapulgita o minerales 1:1 como la caolinita,
haloisita, la dickita y la nacrita (Jackson, 1964).
21
2.9.1 FTIR
Mediante el espectro de infrarrojo medio (IR Medio) 4,000-200 cm-1 (2.5-50 µm), podemos
determinar vibraciones y libraciones de grupos funcionales, representativos de los minerales.
Según Madejová (2003) los largos de onda de 3,700, 3,675-3,540, 3,390-2,500 y 1,700-1,610 cm1
son vibraciónes de grupos O-H de la estructura. Los picos en (950-915 (Al3OH), 890 (Fe3AlOH),
840 (MgAlOH) y 800 (MgFe3OH) cm-1 son de liberación de OH. Las vibraciones más fuertes son
1,100-970, 800-600, 540-400 cm-1 corresponden a Si-O. Por último, los picos en 1,490-1,410,
1,085-1,050 y 875-860 cm-1 para vibración de CO3. Mientras se reduce cm-1 va aumentando la
fuerza del enlace del grupo funcional (Bayu et al., 2019). Las frecuencias de FTIR de las arcillas
más comunes se presentan en la tabla 13.
Tabla 13. Frecuencias de las arcillas más comunes adaptado de Djomgoue y Njopwouo, 2013.
Tipo de Arcilla
Largo de onda (OH) cm-1
Caolinita
3696, 3671, 3650
Spence y Kelleher, 2012
Montmorillonita
3624 (Al-OH), 3422 (H2O)
Long et al., 2013
Vermiculita
3675 (Mg-), 3594 (Na-)
Matejka et al., 2010
Bentonita
3625
Hussin et al., 2011
Illita
3600
Chang et al., 2012
Clorita
3670, 3580, 3440 (H2O)
Tan et al., 2012
Esmectita
3622
Deng et al., 2012
Saponita
740 (Si-), 3670 (Mg), 3570
Bisio et al., 2008
Sepiolita
719 (Si-) 3689 (Mg)
Akyuz et al., 2010
Nacrita
701 y 3647, 3647
Shoval et al., 1999
Dickita
3708, 3654, 3628
Zamana y Knidini, 2000
Lizardita
686 (Mg-)
Feng et al., 2012
Calcita
1420 CO3, 875 Ca, 712
Bosch et al., 2002
Referencia
Plavsic et al., 1999
Cuarzo
1614-1620 Si-, 690
Ramasamy et al., 2006
Saikia et al., 2014 y 2015
22
2.9.2. XRD
La difracccion de rayos X permite identificar fases cristalinas en muestras sólidas de
compuestos químicos o minerales. Se basa en la aplicación de la Ley Bragg, que determina la
distancia interplanar de los compuestos con un ángulo de incidencia de los rayos X. El método es
relativamente rápido y no destruye la muestra. (Londoño-Escobar et al., 2010). Thorez (2003)
presenta una recolección de los tamaños en angstrom de algunos minerales de arcilla (Tabla 14).
Tabla 14. Distancias interlaminares de minerales comunes del suelo (Thorez, 2003).
Mineral (Muestras saturadas con Mg+2)
Reflexión (Angstrom)
Goetita
3.9 y 33.1
Muscovita
21
Pirofilita
20
Clorita
13.6-14.7
Vermiculita
14-15
Montmorilonita
14-15
Mica (ilita)
9.9-10.1
Talco
9.2-9.4 y 20
Haloisita
10.1
Caolinita
7.1-7.2
Gibbsita
4.85
Yeso
4.27
Goetita
4.18
Cuarzo
3.34 y 26
Calcita
3.03 y 29.4
Magnetita
2.53
23
3. Metodología
3.1 Localización del estudio
El estudio se realizó en dos suelos del orden Molisol, las series Yauco y San Antón, típicas
de la región sur semiárida de Puerto Rico. El lugar de estudio fue la Subestación Experimental
Agrícola, de la Universidad de Puerto Rico en Juana Díaz, ubicada en la latitud 18° 1'50.23"N y
longitud 66°31'26.69"W (Fig. 1). La serie Yauco está clasificada como “Fine-silty, carbonatic,
isohyperthermic Typic Calciustolls” y la serie San Antón como “Fine-loamy, mixed, superactive,
isohyperthermic Cumulic Haplustolls” (Muñoz et al., 2017). El suelo San Antón está considerado
como uno de los suelos de mayor potencial agrícola de Puerto Rico.
Figura 1. Subestación Experimental Agrícola de Juana Díaz. El número 1 identifica la localización
del predio de la serie San Antón y el número 2 el predio de la serie Yauco.
24
El predio de la serie Yauco está ubicado al noreste de la subestación, adyacente al suelo
Aguilita. Este último es un Molisol que ocupa las colinas y laderas, mientras que el Yauco está
ubicado en la parte baja, semillana. El predio de San Antón está ubicado al noroeste de la
subestación, cercano a la comunidad Aguilita. Dos perfiles representativos de los suelos se
presentan en las figuras 2 y 3.
Figura 2. Perfil de suelo Yauco.
Figura 3. Perfil de suelo San Antón.
25
3.2 Predios y Diseño Experimental
De cada serie de suelo se delimitaron dos predios de 33.5 x 33.5 metros (Fig. 4 y 5). En
uno de los predios no se efectuó aradura, solo se cortó la vegetación con una taladora Bush Hog
2208 Multi-Spindle Rotary Cutter (Fig. 6) y se dejó el material vegetativo sobre la superficie para
su eventual descomposición. Este predio fue designado como “no cultivado” (Fig. 7 A y B). El
segundo predio fue sometido a labranza convencional con arado de discos de 23 cm (Apéndice 8)
cada tres meses y el mismo identificado como “cultivado” (Fig. 7 C y D). Los predios fueron
subdivididos en 16 parcelas de 6.1 x 6.1 metros dejando 1.5 metros entre parcelas y 3 metros de
borde. La recolección de muestras de suelo para análisis químicos, físicos y biológicos se hizo a
profundidades de 0 a 8 cm y de 8 a 20 cm. Se realizaron dos muestreos en cada predio experimental
en un intervalo de 11 meses. Las muestras para análisis químico fueron secadas al aire libre,
molidas y pasadas a través de un cedazo de una apertura de 2 mm. Las muestras fueron
almacenadas en bolsas plásticas selladas a temperatura de 25 C. Las muestras para análisis
enzimáticos se secaron al aire, se pasaron por un cedazo de 2 mm y se almacenaron a 4° C desde
su recolección hasta el momento del análisis.
Se evaluaron los tratamientos utilizando un diseño completo aleatorizado (DCA) con 16
unidades o parcelas en cada tratamiento, con las variables categóricas. serie, labranza
convencional, no labranza, profundidad de 0–8 cm o 8–20 cm y muestreo primero o segundo.
26
Figura 4. Predios experimentales de la serie Yauco (línea roja).
Figura 5. Delimitación de predios experimentales de la serie San Antón (línea roja).
27
A
B
C
D
Figura 6. A = Predio no cultivado de la serie San Antón, B = Predio no cultivado de la serie Yauco,
C = Predio cultivado de la serie San Antón y D = Predio cultivado de la serie Yauco, EEA Juana
Díaz.
28
3.3 Análisis químicos
3.3.1 pHH2O
El pH del suelo fue medido en una solución 1:2 (suelo/agua), utilizando 5 g de suelo y 10
ml de agua destilada. Las muestras fueron agitadas por 5 min y luego se midió el pH de la
suspensión con un medidor de pH Orion 960 Autochemistry System previamente calibrado
(Thomas, 1996).
3.3.2 Carbón Orgánico
El contenido de C orgánico fue medido por el método de oxidación húmeda Black (1965)
modificado por Heanes (1984). Se pesaron muestras de 0.2 g en tubos de ensayo de 100 ml, se le
añadieron 10 ml de dicromato de potasio (K2CrO7) 1 N y 20 ml de ácido sulfúrico concentrado
(H2SO4). Se dejaron reaccionar durante 30 min para luego diluir la solución con 50 ml de agua
destilada. Las muestras se agitaron dos veces por inversión y se dejaron reposar durante 12 h para
la clarificación de las soluciones. Se preparó una curva de calibración utilizando dextrosa y
siguiendo el mismo procedimiento utilizado para las muestras. Las muestras y los estándares se
dejaron reposar por 24 horas y se leyó la absorbancia a un largo de onda de 590 nm utilizando un
espectofotómetro Thermo Scientific. El % C se calculó mediante la ecuación 1.
Ecuación 1.
%𝐶 =
𝐶 (𝑔)
𝑝𝑒𝑠𝑜 𝑑𝑒 𝑚𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎 (𝑔)
𝑥 (1.29) 𝑥 100
El método utilizado oxida un 77 % del C orgánico por lo que se multiplica por un factor de
corrección de 1.29. El contenido de MO fue determinado a partir del porciento de C orgánico
(Ecuación 2). Se utilizó un factor de conversión que se basa en el porcentaje de C en la materia
orgánica. Estos factores pueden variar desde 1.72-2.0 (Nelson y Sommers, 1982). En el estudio se
utilizó un valor de 1.72.
Ecuación 2.
% 𝑀𝑂 = % 𝐶 𝑥 1.72
29
3.3.3 Cationes Intercambiables
Los cationes intercambiables Ca2+, K+, Mg2+ y Na+ se extrajeron con una solución de
acetato de amonio (1 M NH4OAc) a pH 7.0 (Summer y Miller, 1996). Para la extracción de Ca2+,
K+ y Mg2+ intercambiables se pesó 5 g de suelo en un vaso con tapa de 100 mL, se añadió 33 mL
de la solución de acetato de amonio. Las muestras se agitaron por 15 minutos, se centrifugaron y
filtraron a través de un papel de filtro Whatman no.42. El contenido de cationes fue determinado
utilizando la técnica de plasma inducido y acoplado (ICP por sus siglas en inglés), leyendo las
muestras en 285.2nm Mg, 431.8nm Ca, 766.4nm K y 568.8nm Na. La capacidad de intercambio
catiónico total efectivo (CICE) fue calculada por sumatoria de los cationes Calcio (Ca+2),
Magnesio (Mg+2), Potasio (K+) y Sodio (Na+) utilizando la ecuación 3.
Ecuación 3. 𝐶𝐼𝐶 = ∑ 𝐶𝑎+2 𝑀𝑔+2 𝐾 + 𝑁𝑎+
3.3.4 Fósforo Disponible
El P disponible se determinó por el método Olsen (1954). Dos gramos de muestra de suelo
fueron mezclados con 40 ml de la solución extractante a pH 8.5 (0.5 N NaHCO3), se agitaron por
30 minutos y se filtraron utilizando un filtro Whatman 42. Dos ml del filtrado se mezclaron con 8
ml de la solución Murphy y Riley para desarrollar color y después de 10 minutos se leyó la
absorbancia de las muestras en el espectrofotómetro a una longitud de onda de 882 nm utilizando
un espectrofotómetro Thermo Scientific Gensys UV. La curva de estándares se preparó siguiendo
un procedimiento similar.
30
3.4 Análisis Físicos
3.4.1 Textura
La textura del suelo se determinó con el método del hidrómetro de Bouyoucos. Se pesaron
dos porciones de 50 g de muestra de suelo, la primera porción fue secada durante 24 hr a 105° C
identificada como “muestra seca” se tomó el peso de la muestra, mientras que la segunda fue batida
durante 5 min con 200 ml de una solución de metafosfato de sodio al 5 %. Se vertió el licuado en
un cilindro de cristal de 1000 ml y se subió el nivel de la solución hasta la mitad del cilindro con
agua destilada. Se colocó el hidrómetro en la solución del cilindro de 1000 ml y se subió el
volumen de agua hasta una marca establecida en el cilindro que indica el volumen requerido. El
hidrómetro se removió de la solución para agitar la muestra, se colocó nuevamente en el cilindro.
La primera lectura del hidrómetro se efectuó a los 40 segundos y una segunda lectura hora y media
después. Se corrigieron las lecturas con un factor de 0.2 por cada grado de variación en temperatura
y se calculó el por ciento de fracción textural mediante la ecuación 4.
Ecuación 4.
% 𝑎𝑟𝑒𝑛𝑎 =
𝑚𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎 𝑠𝑒𝑐𝑎 (𝑔) − 1𝑟𝑎 𝑙𝑒𝑐𝑡𝑢𝑟𝑎
𝑥 100
𝑚𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎 𝑠𝑒𝑐𝑎 (𝑔)
% 𝑙𝑖𝑚𝑜 =
1𝑟𝑎 𝑙𝑒𝑐𝑡𝑢𝑟𝑎 − 2𝑑𝑎 𝑙𝑒𝑐𝑡𝑢𝑟𝑎
𝑥 100
𝑚𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎 𝑠𝑒𝑐𝑎 (𝑔)
% 𝑎𝑟𝑐𝑖𝑙𝑙𝑎 =
2𝑑𝑎 𝑙𝑒𝑐𝑡𝑢𝑟𝑎
𝑥 100
𝑚𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎 𝑠𝑒𝑐𝑎 (𝑔)
Para determinar la clase textural se utilizó el triángulo textural del Departamento de
Agricultura de Estado Unidos (Klute, 1986).
31
3.4.2 Densidad aparente (Da)
La Da se determinó mediante el método de cilindro (Blake y Hartge, 1986). Se colectaron
muestras sin compactar directas del campo utilizando un martillo de remoción de cilindros de 7.62
cm de diámetro x 7.62 cm de altura. Las muestras fueron secadas en el horno a 105° C por 72 hr.
Se tomó el peso seco y se calculó la densidad aparente mediante la ecuación 5.
Ecuación 5. 𝐷𝑎 =
𝑀𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎 𝑠𝑒𝑐𝑎 (𝑔)
𝑉𝑜𝑙𝑢𝑚𝑒𝑛 𝑑𝑒𝑙 𝑐𝑖𝑙𝑖𝑛𝑑𝑟𝑜 (𝑐𝑚3 )
3.4.3 Resistencia a penetración (MPa)
La RP fue medida con un penetrómetro de mano Field Scout TM SC 900, equipado con
una punta cónica de 1.27 cm de diámetro, una resolución de profundidad de 2.5 cm y resistencia
de 35 kPa. Se evaluó la RP hasta una profundidad de 30 cm y tomando tres mediciones por parcela
aleatoriamente (Bradford, 1986). Los resultados fueron reportados en MPa.
3.4.4 Estabilidad de Agregados (% EA)
El porcentaje de EA fue determinado por el método de tamizado húmedo (Kemper y
Rosenau, 1986). Se utilizó una muestra de agregados pasados por un cedazo #4 (4.75 mm) y
retenidos en un cedazo #10 (2 mm). Se pesaron dos muestras de 30 g, la primera se secó en el
horno a 105° C y se identificó como C, la segunda se colocó en un sistema de tamices con suficiente
agua para cubrir los agregados. El sistema consiste en un cedazo de 1.65 mm sobre un cedazo de
0.68 mm, sumergidos en agua. Las muestras se agitaron por 30 minutos con un movimiento
arriba/abajo a una secuencia de aproximadamente 60 ciclos por minuto. Luego las porciones
retenidas en los tamices se secaron en el horno a 105° C y se identificaron como A y B. Se calculó
la estabilidad de agregados con la ecuación 6.
Ecuación 6.
% 𝐸. 𝐴. = [
32
(𝐴+𝐵)
𝐶
] 𝑥 100
3.5 Análisis Biológico
3.5.1. Deshidrogenasa (DHA)
La actividad de la DHA se determinó utilizando el método descrito por Tabatabai (1994).
Una muestra de 6.00 g de suelo se mezcló con 0.067 g de CaCO3. La muestra se colocó en un tubo
de cristal Corning, se añadió 1 mL de cloruro de trifeniltetrazolio (TTC por sus siglas en inglés) y
3.5 ml de agua destilada y se mezcló manualmente. La muestra se colocó en una incubadora a 37°
C durante 24 horas. Al culminar el periodo de incubación, se agregó 10 ml de metanol para detener
la reacción y se mezcló la muestra manualmente por 1 minuto. Se preparó tubos de ensayos Pyrex
TM de 50 mL con embudo de cristal de cuello pequeño con algodón absorbente y se filtró la
solución. La muestra se lavó con metanol en incrementos de 10 mL hasta alcanzar 50 mL y que la
coloración roja desapareciera en el algodón. Se preparó una curva de calibración utilizando trifenil
formazán (TPF) y se leyó la absorbancia del filtrado por espectrofotometría a un largo de onda de
485 nm, utilizando un espectrofotómetro (Thermo Scientific Gensys UV). La actividad de la
enzima fue calculada utilizando la siguiente ecuación 7.
Ecuación 7.
𝐷𝐻𝐴 =
[𝑇𝑃𝐹]∗𝑉∗𝐻
𝑃∗𝑇∗0.99
Donde P es la cantidad de carbonato de calcio (CaCO3), T el tiempo de incubación en hrs, H el
factor de corrección de humedad, 0.99 el factor de corrección, V el volumen de suelo y TPF
(triphenyl formazan) la cantidad medida por el espectrofotómetro.
33
3.5.2 Respiración basal (RB)
La RB del suelo se midió por el método de titulación (Pell et al., 2006). Se pesaron 40 g de
suelo y se esparció sobre una bolsa de plástico donde se roció con agua destilada hasta llevarlo un
60% de su capacidad de campo. El suelo humedecido fue transferido a un frasco de conserva o
“mason jar” y sobre él se colocó un frascode absorción con 2 mL 1 M NaOH libre de CO2. En la
pared del frasco de conserva se colocó un papel de filtro humedecido con agua libre de CO2. Se
cerró el frasco y se dejó pre incubado por 10 días a una temperatura de 20 °C. Finalizado el tiempo
de la incubación se abrió el frasco y se sustituyó el vial de absorción por otro con 2 mL 0.1M
NaOH. Luego se cerró el frasco y se dejó incubando por 24 horas a 20 °C. Se prepararon 3 muestras
blanco de la misma manera. Al finalizar la segunda incubación, se removieron los frascos de
absorción y se le añadieron 4 mL de 0.05 BaCl2 para precipitar el carbonato. Se añadieron 3–4
gotas de fenolftaleína al 60% y se tituló con 0.05 HCl hasta que la solución perdió el color rosado.
La respiración basal en µg CO2-C g-1 h-1 calculó mediante la ecuación 8.
Ecuación 8.
Mc= Peso molecular carbono (12.0)
𝑅𝐵 =
𝑀𝑐 ∗(𝑉𝑏 − 𝑉𝑠 )∗ 0.05
𝑆𝑑𝑤∗𝑇∗2
Vb= Volumen HCl consumido en el blanco
Vs= Volumen HCl consumido por la muestra
Sdw= Peso de la muestra T= Tiempo de incubación (24 hr)
2= Factor de conversión por los 2 iones de OH- consumidos
0.05= Concentración de HCl
34
3.6 Análisis Mineralógicos
3.6.1 Extracción de Arcillas para Análisis Mineralógicos
La fracción de arcilla se extrajo por el método de centrifugación (Jackson, 1956; Acevedo
et al., 1975). Se pesaron 30 g de suelo en un beaker de 1000 ml y se humedeció el suelo con NaOAc
hasta formar una pasta fina. Luego se añadió volúmenes de 5 ml de H2O2 al 30% para destruir la
MO mientras la muestra se calentaba en un baño de María a 80° C. Se repitió el proceso de añadir
5 ml adicionales de H2O2 al 30% hasta que se observó una dismininución significativa en la
reacción. La muestra se transfirió a una botella de centrífuga de 250 ml, se le añadió 100 ml de
una solución 0.25 M NaCl, se mezcló cuidadosamente y se centrifugó por 5 minutos a 1500 rpm
para separar el sobrenadante. La muestra se transfirio al vaso de una licuadora utilizando una
solución diluida y se procesó por 15 minutos. La muestra procesada por 15min se transfirió
nuevamente a la botella de centrífuga, se añadió solución dispersora adicional hasta una marca
predeterminada y se centrifugó a 700 rpm por 3.5 minutos. Para la fracción de arcilla en suspensión
el proceso de extracción se repitió hasta que la suspensión salió libre de arcillas. La fracción de
arcilla se saturó con una solución de 1N MgCl2, se secó al horno a una temperatura de 60 °C, se
molió cuidadosamente en un mortero de ágate y se almacenaron en un desecador hasta el momento
de análisis de FTIR y XRD.
3.6.2 FTIR
Las muestras de arcilla secas se calentaron en el horno a 105° C previo a la caracterización
por espectroscopía de infrarrojo (IR), se utilizó la técnica de reflectancia total atenuada (ATR por
sus siglas en ingles). El espectro de FTIR se recolectó de 4000 a 550 cm-1 y se registraron en un
total de 40 corridas por muestra (Djomgoue y Njopwouo, 2013).
35
3.6.3 XRD
Las muestras de arcilla saturadas con magnesio y molidas fueron colocadas en laminillas
formando una superficie homogénea. Estas se analizaron con un Siemmens Difraktometer D5000
utilizando radiación Cukα para generar rayos X, y se recolectó el difractrograma de XRD en un
rango de 4-60° 2θ.
3.7 Índices de Calidad de Suelos (SQI)
3.7.1 Estandarización de Parámetros de Calidad de Suelos
El índice de calidad de suelo (SQI) fue desarrollado mediante el método descrito por Karlen
et al. (1992) modificado (Andrews et al., 2002; Mukherjee y Lal, 2014; Volchko et al., 2014;
Rangel-Peraza et al., 2017; Jiang et al., 2020). El primer paso fue seleccionar los parámetros y
estandarizar los valores (Si). Se estandarizaron los valores utilizando funciones no lineales
siguiendo la ecuación 9.
𝑆𝑖 (%) = (
Ecuación 9.
1
(1+(
) 100
𝑋 𝑏
) )
𝑋𝑜
En la ecuación 9, Si es la calificación del parámetro, X es el valor del parámetro, X0 es la
media del parámetro, b es la pendiente (-2.5 para pendientes positivas y +2.5 para pendientes
negativas).
Ecuación 10. 𝑆𝑖 (%) =
{
1
(
𝑋 −2.5
)
(1+(
)
𝑋𝑜 𝐿𝐼
(
+2.5
𝑋
(1+(
)
)
𝑋𝑜 𝐿𝑆
1
36
) ∗ 100 , 𝑥 < 𝐿𝐼
100 , 𝐿𝑆 > 𝑥 ≥ 𝐿𝐼
) ∗ 100 , 𝑥 > 𝐿𝑆
En la ecuación 10 (X0 LI) es la media para la parte creciente de la curva antes del rango
óptimo y (X0 LS) la media la parte decriciente de la curva luego del rango óptimo de cada
parámetro. Se seleccionaron los valores de (X0), (X0 LI), (X0 LI), (LI) y (LS) de cada parámetro
según la literatura. Por ejemplo, para el parámetro pH se escoge la ecuación 10, luego los valores
de (X0 LI=5.0), (X0 LS=7.8), (LI=5.51) y (LS=7.2) (Amacher et al., 2007). Por otro lado, el
contenido de materia orgánica se escoge la ecuación 9, luego los valores (b=-2.5), (X0=2.58) (Feiza
et al 2011).
Para calculaciones en Microsoft Excel (Microsoft, 2022) se utilizó la ecuación 11 en donde
f(x)=Si, LI valor inferior del rango óptimo, LS valor máximo del rango óptimo, A ecuación 9 con
valores sobre el rango óptimo y B ecuación 9 con valores bajo el rango óptimo, IF= función.
Ecuación 11. 𝑓(𝑥) = 𝐼𝐹(𝑋 ≥ 𝐿𝐼), (𝐼𝐹(𝑋 ≤ 𝐿𝑆, 1, 𝐴)), (𝐵))
Se realizaron las ecuaciones de calificación según la literatura, los parámetros químicos
fueron valorados bajo el objetivo de disponibilidad de nutrimentos para las plantas. La conversión
o calificación para valores de pH por debajo de 5.5 obtendran porcientos bajos de calidad suelo
debido a altos niveles de metales disponibles como el Al+3 y Mn provocando toxicidad en las
plantas y reduciendo su rendimiento. Por otra parte, valores óptimos entre 5.51-7.2 reciben un alto
porciento de calidad de suelo ya que existe un balance entre nutrimentos solubles y baja
disponibilidad aluminio. En valores superiores a 7.3 la mayoría de los metales se precipitan,
provocando posibles deficiencias nutricionales, recibiendo una baja calidad de suelo (Amacher et
al., 2007). El contenido de MO del suelo fue calificado por Feiza et al., (2011) en donde valores
menores de 0.5 % son denotados como suelos degradados y reciben una bien baja calificación en
calidad de suelo, en la otra mano, suelos con 1.6 % son baja calidad, 2.3 % moderada o optima
calidad y valores mayores son alta calidad de suelo (Feiza et al., 2011). El P disponible fue
37
calificado según las deficiencias posibles. Un contenido de P menor de 10 mg kg-1 es considerado
deficiente y reciben baja calificación en calidad de suelo, valores 15 mg kg-1 es considerado como
moderado o adecuado para el crecimiento de las plantas y valores mayores a 30 mg kg-1 son
excelentes reserva de P (Amacher et al., 2007). Para calificaciones del Mg+2 disponibles valores
mayores de 4.1 cmol kg-1 es categorizado de alta calidad o excelente reserva, valores de 2.0 cmol
kg-1 es considerado moderado y adecuando para el crecimiento de las plantas, valores menores de
0.4 cmol kg-1 es considerado baja calidad y posible deficiencia (Amacher et al., 2007). Los valores
superiores de 1.3 cmol kg-1 de K+ fue categorizado como alta calidad de suelo o excelente reserva,
valores promediando en 0.6 cmol kg-1 son niveles moderados o adecuados para la mayoría de las
plantas y niveles por debajo de 0.2 cmol kg-1 son de baja calidad de suelo (Amacher et al., 2007).
El Na+ fue categorizado utilizando el porciento de Na+ intercambiable en donde valores mayores
de 15% es alto y asociado a problemas sódicos denominados suelos de baja calidad (Amacher et
al., 2007).
El Cu disponible entre los valores de 0.1 a 1.0 mg kg-1 es considerado alta calidad o efectos
adversos poco probables, por otra parte, valores mayores o menores de este rango se denominan
baja calidad de suelo debido a la posible toxicidad a valores sobre 50 mg kg-1 y deficiencia de este
nutrimento (Allaway, 1968). Valores superiores de 25 mg kg-1 de Fe reciben una alta calidad de
suelo y valores menores de 24.9 mg kg-1 baja calidad por posible deficiencia nutricional de este
elemento (Moebius-Clune et al., 2017). El Mn disponible entre los valores 2 a 99 mg kg-1 es
considerado alta calidad o efectos adversos poco probables, por otra parte, valores mayores o
menores de este rango se denominan baja calidad de suelo debido a la posible toxicidad en valores
sobre 800 mg kg-1 y deficiencia de este nutrimento (Amacher et al., 2007; Allaway, 1968). El Zn
disponible entre los valores 1 a 10 mg kg-1 es considerado alta calidad o efectos adversos poco
38
probables, por otra parte, valores mayores o menores de este rango se denominan baja calidad de
suelo debido a la posible toxicidad y deficiencia de este nutrimento (Amacher et al., 2007).
Los parámetros físicos fueron estandarizados bajo el objetivo de proliferación de raíces y
estabilidad física del suelo. La Da del suelo fue categorizada según el grado de compactación,
valores superiores a la media 1.3 g cm-3 se le atribuye una baja calidad de suelo ya que restringe
el crecimiento de las raíces (Mukherjee y Lal, 2014; Amacher et al., 2007). Valores superiores de
40 % de EA reciben una alta calidad de suelo y valores menores de 39.9% baja calidad por la baja
resistencia ante erosión (Moebius-Clune et al., 2017). Los valores entre 1 a 2 MPa en resistencia a
penetración son categorizados como alta calidad de suelo o efectos adversos a las raíces poco
probables, valores entre 2.5 MPa son niveles moderados o adecuados para la mayoría de las plantas
y valores superiores a de 3 MPa son de baja calidad de suelo o efectos severos al crecimiento de
raíces (Mukherjee y Lal, 2014; Moebius-Clune et al., 2017).
Los parámetros biológicos fueron estandarizados bajo el objetivo de estimar el estado de
la microflora. Valores superiores a 0.6 µg CO2-C g-1 h-1 en respiración basal son considerados
suelos de alta calidad, mientras que valores por debajo del mismo son considerados suelos de baja
calidad (Moebius-Clune et al., 2017). Valores de 30 ug TPF kg-1 h-1 en la prueba de DHA son
categorizados como alta calidad de suelo, valores promedios entre 20 ug TPF kg-1 h-1 se consideran
moderados o adecuada calidad de suelo y valores por debajo de 6 ug TPF kg-1 h-1 son considerados
baja calidad de suelo (Aravindh et al., 2020). Las ecuaciones de calificación para cada parámetro
se presentan en la tabla 16 en donde x es valor del parámetro y la variable y es (Si) porciento de
calidad de suelo.
39
Tabla 15. Ecuaciones para estandarización de parámetros de calidad de suelos.
Variable
Ecuación
R2
Referencia
pH
y = -0.0001x5 + 0.006x4 - 0.0873x3 + 0.5398x2 -
0.80
Mukherjee y Lal, 2014;
1.2168x + 0.8925
3
% MO
Amacher et al., 2007
2
y = 0.001x - 0.0306x + 0.3191x - 0.1345
0.98
Mukherjee y Lal, 2014;
Feiza et al., 2011
Fósforo
2
disponible y = -0.0004x + 0.0411x - 0.0653
0.97
Amacher et al., 2007
(mg kg-1)
Calcio (cmolc kg-1)
y = 0.0011x3 - 0.0333x2 + 0.3429x - 0.1778
0.99
Amacher et al., 2007
Magnesio (cmolc kg-1)
y = -0.0319x2 + 0.3654x - 0.1074
0.98
Amacher et al., 2007
Potasio (cmolc kg-1)
y = -0.3119x2 + 1.1548x - 0.1282
0.98
Amacher et al., 2007
Sodio (cmolc kg-1)
y = 0.002x2 - 0.0938x + 1.0823
0.98
Amacher et al., 2007
CIC (cmolc kg-1)
y = -0.0006x2 + 0.0519x - 0.154
0.99
Fassbender, 1984
Cobre (mg kg-1)
y = -0.1452x2 + 0.8096x - 0.1804
0.99
Allaway, 1968
Hierro (mg kg-1)
y = -0.0001x2 + 0.0223x - 0.1531
0.99
Moebius-Clune
et
al.,
2017
-1
Manganeso (mg kg )
2
y = -6E-05x + 0.0167x - 0.1783
0.99
Amacher
et
al.,
2007Allaway, 1968
Zinc (mg kg-1)
y = 0.0024x3 - 0.0692x2 + 0.4993x + 0.1865
Densidad aparente (g y = 0.1266x2 - 0.7805x + 1.2604
0.74
Amacher et al., 2007
0.99
Mukherjee y Lal, 2014;
Amacher et al., 2007
cm-3)
Estabilidad
de y = -1.3381x2 + 2.4614x - 0.2072
0.99
et
al.,2017
agregados (%)
Resistencia
Moebius-Clune
a y = -2E-07x2 - 0.0018x + 1.0728
0.98
Mukherjee y Lal, 2014;
Moebius-Clune
penetración (MPa)
et
al.,
et
al.,
2017
2
Respiración basal (µg y = -0.4904x + 1.4966x - 0.2287
0.99
2017
CO2-C g-1 h-1)
Deshidrogenasa
Moebius-Clune
(ug y = -0.0004x2 + 0.043x - 0.2041
TPF. kg-1 h-1)
0.99
Aravindh
et
al.,2020
Tamilselvi
et
al.,2015
Ciarkowska y Gambus,
2020
40
Luego de calcular los parámetros estandarizados (Si) se procedió a integrarlos en índices
de calidad de suelos (SQI).
3.7.2 Integración de parámetros de calidad de suelo en Índices (SQI)
El primer índice evaluado fue el SQIA (método aditivo) en donde ∑Si es la sumatoria de
los parámetros estandarizados (calificados) y n es el número total de parámetros evaluados en la
sumatoria (Amacher et al., 2007; Masto et al., 2008) (Ecuación 12).
Ecuación 12. 𝑆𝑄𝐼𝐴 =
∑ 𝑆𝑖
𝑛
El segundo índice evaluado fue el SQIw1 (método por peso-aditivo, ecuación 16) (Karlen
et al., 1994; Cude, 2001; Fernandes et al., 2011) en donde DN (disponibilidad de nutrimentos) se
refiere al promedio de los parámetros químicos calificados en base al efecto en la fertilidad de las
plantas (ecuación 13), PR (proliferación de raíces) se refiere al promedio de los parámetros físicos
calificados en base al efecto negativo sobre el crecimiento de las raicez (ecuación 14) y AFFM
(ambiente favorable para la flora microbiana) se refiere al promedio de parámetros biológicos
calificados en base al ambiente favorable para la flora microbiana (ecuación 15) y n el número
total de indicadores dentro de cada grupo.
Ecuación 13. 𝐷𝑁 =
𝑆𝑝𝐻 +𝑆𝑀𝑂 +𝑆𝑃 +𝑆𝐶𝑎 +𝑆𝑀𝑔 +𝑆𝐾 +𝑆𝑁𝑎 +𝑆𝐶𝐼𝐶𝐸 +𝑆𝐶𝑢 +𝑆𝐹𝑒 +𝑆𝑀𝑛 +𝑆𝑍𝑛
Ecuación 14. 𝑃𝑅 =
𝑆𝐷𝑎 +𝑆𝐸𝐴 +𝑆𝑅𝑃
Ecuación 15. 𝐴𝐹𝐹𝑀 =
Ecuación 16. 𝑆𝑄𝐼𝑊1 = [0.4 ∗ (
𝐷𝑁
𝑛
𝑛
𝑛
𝑆𝐷𝐻𝐴 +𝑆𝑅𝐵
𝑛
𝑃𝑅
)] + [0.4 ∗ ( )] + [0.2 ∗ (
𝑛
𝐴𝐹𝐹𝑀
𝑛
)]
El tercer índice evaluado fue el SQIw2 (método por peso-aditivo, ecuación 20) (Karlen et
al., 1994; Cude, 2001; Fernandes et al., 2011).
41
Ecuación 17. 𝑆𝑄𝐼𝑊2 = [0.33 ∗ (
𝐷𝑁
𝑛
𝑃𝑅
)] + [0.33 ∗ ( )] + [0.33 ∗ (
𝑛
𝐴𝐹𝐹𝑀
𝑛
)]
El cuarto, quinto y sexto índice evaluado fue el SQIPC1, SQIPC2 y SQIPC3 (ecuación 21)
(Mandal et al., 2014; Mukherjee y Lal, 2014), a los valores de los parámetros evaludados en el
estudio se realizó un análisis de componente principal con infostat (Tabla 16 y 17). El método
mutlivariado genera vectores en un espacio euclideano con dimensiones iguales al numero total de
componentes retirados de la matriz. La distancia de los puntos del vector es formada a partir de la
∆ en la data (Apéndice 9) (Pereira-dos Santos et al., 2021). Del análisis se escogieron los primeros
tres conjuntos de datos (Kaiser, 1960), se incluyo principalmente el contenido de materia orgánica
luego se seleccionaron los parámetros con valores mayores de cada conjunto, eliminando los
parámetros con correlación alta (análisis Pearson). Luego se calcula el SQIPCA con la ecuación 18
en donde los valores de Wi fueron calculados dividiendo la proporción cumulativa del componente
principal entre la proporción cumulativa igual al número de parameros seleccionados en el índice
(Parra-Gonzáles y Rodríguez-Valenzuela, 2017).
𝑊𝑆
𝑖 𝑖
Ecuación 18. 𝑆𝑄𝐼𝑃𝐶𝐴 = ∑ ∑ 𝑊
𝑖
En el SQIPC1 el coeficiente (9.38) obtuvo una proporción de varianza de 0.55 e indicando
que la diferencia principal entre el conjunto de datos está en los parámetros pH, % MO, Cu, Fe y
Mn. Se observó alta correlación entre los parámetros seleccionados reduciendo de cinco a dos
parámetros, contenido de Fe disponible y MO. El valor de Wi es (0.55/0.72) = 0.77 (Tabla 16 y
17, Apéndice 9). En el SQIPC2 el coeficiente (2.84) obtuvo una proporción de varianza de 0.17 e
indicando que la diferencia principal no explicada en el primer conjunto (SQIPC1) está en los
parámetros CIC, DHA, RB y Mg. Se incluyó la MO. Se observó alta correlación entre los
parámetros seleccionados reduciendo de cinco a cuatro parámetros, MO, CIC, DHA y Mg. El valor
de Wi es (0.17/0.90) = 0.19 (Tabla 16 y 17). En el SQIPC3 el coeficiente (1.97) obtuvo una
42
proporción de varianza de (0.12) e indicando que la diferencia principal no explicada en el primer
y segundo conjunto (SQIPC1 y SQIPC2) está en los P disponible y RB. Se incluyó la materia orgánica
y valor de Wi es (0.12/0.83) = 0.12 (Tabla 16 y 17, Apéndice 9).
Tabla 16. Análisis de componente principal, valores de coeficientes y
varianzas.
Coeficientes Proporción Acumulación Parámetros
en el índice
SQIPC1
9.38
0.55
0.552
1
SQIPC2
2.84
0.17
0.718
2
SQIPC3
1.97
0.12
0.834
3
N/A
1.18
0.07
0.903
4
.944
5
Tabla 17. Variables y vectores de distribución del análisis de
componentes principales.
Variables
Vectores de distribución
PC1
PC2
PC3
PC4
pH
Ω-0.31
0.01
-0.12
0.12
MO
☺-0.28
☺0.20
☺0.14
0.01
P
0.17
0.16
☺0.51
0.22
CIC
-0.22
☺0.37
-0.24
-0.09
EA
-0.08
0.22
-0.29
0.64
Da
0.26
-0.17
-0.02
0.34
RP
-0.15
0.25
0.36
-0.44
DHA
0.20
☺0.32
-0.02
-0.12
RB
-0.04
Ω0.36
☺0.49
0.30
Ca
-0.25
0.284
-0.29
-0.08
Mg
0.12
☺0.43
-0.23
-0.17
K
-0.28
0.03
0.22
0.18
Na
0.25
0.31
-0.19
0.07
Cu
Ω0.31
0.11
-0.05
-0.04
Fe
☺0.32
0.01
0.01
-0.05
Mn
Ω0.317
-0.01
0.04
-0.17
Zn
0.29
0.25
0.02
0.10
Celdas con Ω representa los vectores de mayor valor en los coeficientes.
☺ representan los parámetros retenidos luego de análisis de correlación
Pearson.
43
4. Resultados y Discusión
4.1. Propiedades Químicas
El suelo Yauco mostró un valor de pH de 8.2 el cual fue significativamente mayor al del
suelo San Antón, cuyo pH fue de 7.5. El mayor valor de pH del suelo Yauco es resultado de la
acumulación de carbonato de calcio, lo que a su vez se refleja en un mayor contenido de calcio
intercambiable (27.9 cmolc kg-1) (Tabla 18). El suelo Yauco también mostró un mayor contenido
de materia orgánica (5.14%). El contenido de materia orgánica del suelo San Antón fue de
(3.04%), un valor significativamente inferior al del Yauco, pero considerado bueno y
representativo de Molisoles bajo cultivo. El alto contenido de MO del suelo Yauco propicia buenos
valores de K+ (1.84 cmolc kg-1) y una mayor CICE (33.4 cmolc kg-1). La presencia de carbonatos
y el alto pH, resultan en valores significativamente menores en los micronutrimentos que los del
suelo San Antón (Fig 13-16). También se observaron valores significativamene menores en la
actividad de la deshidrogenasa (13.1 µg TPF g-1 h-1) (Tabla 27)
El suelo San Antón mostró valores significativamente superiores de P disponible (34.6 mg
kg-1) y Mg2+ (4.74 cmolc kg-1) y Na+ intercambiables (0.39 cmolc kg-1). El suelo San Antón mostró
valores significativamente superiores de micronutrimentos (Tabla 24). El contenido de Cu fue
8.29 mg kg-1, Fe 99.1 mg kg-1, Mn 331 mg kg-1 y Zn 4.83 mg kg-1, pero obtuvo valores
significativamente menores en porciento de MO (3.04), Ca disponible y una CICE de 24.2 (cmolc
kg-1). Salidas de análisis anova de diferencia mínima significativa (DMS) Fisher con alfa de 0.05,
en un modelo linear mixto extendido a nivel de los factores serie, tratamiento, profundidad y
muestreo, incluyendo sus interacciones con efectos aleatorios entre parcela, tratamiento y serie
para todos los parámetros se encuentran en el apéndice 1.
44
Tabla 18. Parámetros químicos del suelo.
Clase
pH
MO
P
2.1
%
mg·kg-1
Ca2+
Mg2+
K+
Na+
CICE
-1
---------------------cmolc kg --------------------Serie
Yauco
8.2 a 5.14 a
27.0 b
27.9 a
3.55 b
1.84 a
0.14 b
33.4 a
San Antón
7.5b 3.04 b
34.6 a
18.8 b
4.24 a
0.79 b
0.39 a
24.2 b
Tratamiento
No Cultivado 7.7 a 4.18 a
33.7 a
23.5 a
3.64 b
1.27 b
0.29 a
28.4 a
Cultivado
7.9 a 4.00 b
27.8 b
23.2 a
4.15 a
1.36 a
0.24 b
29.2 a
Profundidad
0-8 cm
7.8b 4.44 a
36.3 a
22.9 a
3.94 a
1.47 a
0.26 a
28.5 b
8-20 cm
7.9 a 3.74 b
25.3 b
23.8 a
3.84 b
1.16 b
0.27 a
29.0 a
Muestreo
Primer
7.9 a 4.05 a
31.3 a
25.0 a
5.01 a
1.25 b
0.40 a
31.7 a
Segundo
7.9 a 4.13 a
30.3 a
21.6 b
2.77 b
1.38 a
0.14 b
25.9 b
Medias con letras similares no son significativamente diferentes. DMS Fisher (p<0.05).
4.1.1 pH
Los valores de pH de ambas series de suelo fueron neutrales a alcalinos. La serie Yauco mostró
valores significativamente más altos (8.2) que la serie San Antón (7.5) Esto se debe al material
parental calcáreo que está presente en grandes cantidades en el suelo Yauco (Tabla 18, Fig. 13).
La diferencia en pH y la presencia de carbonatos también se manifiesta en una cocentración de
Ca2+ de 27.9 cmolc kg-1 en la serie Yauco y de 18.8 cmolc kg-1 en la serie San Antón. Se observó
diferencia significativa para la interacción doble entre “muestreo y serie” indicando que el pH de
la serie Yauco disminuyó de 8.2 a 8.1 entre el primer y segundo muestreo, mientras que el pH de
la serie San Antón aumentó de 7.5 a 7.6 entre el primer y segundo muestreo (Apéndice 1). No se
observó diferencia significativa en pH entre los predios cultivados y no cultivados, pero el pH
aumentó en la segunda profundidad.
45
4.1.2. Contenido de materia orgánica
La serie Yauco mostró valores significativamente más altos de MO (5.14%) que la serie
San Antón (3.04%) (Tabla 18). Se observó diferencia significativa entre el tratamiento no cultivado
con (4.18%) y el cultivado con (4.00%). También se observó diferencia significativa entre las
profundidades de 0-8 cm con (4.44%) y 8-20 cm con (3.74%).
La variable MO del suelo mostró diferencia significativa (p< 0.05) para la interacción triple de
“muestreo, tratamiento y serie” (Fig. 7) indicando que no hubo diferencia entre muestreos (5.17%)
y (5.19%) para la serie Yauco tratamiento no cultivado, pero si hubo diferencia significativa entre
muestreos aumentando de (4.54%) a (5.66%) para la serie Yauco tratamiento cultivado. Esto puede
ser provocado por la incorporación del material vegetativo durante el arado. Este efecto no se
observó en la serie San Antón, donde se observó una reducción independientemente del
tratamiento en el contenido de MO (3.39%) a (2.99%) en el predio no cultivado y (3.11%) a
(2.67%) en el predio cultivado (Apéndice 1).
6
Yauco
5.17
% Materia orgánica
5
4
San Antón
5.66
5.19
4.54
3.39
3.11
3
2.99
2.67
2
1
0
No Cultivado
Cultivado
Primer muestreo
No Cultivado
Cultivado
Segundo muestreo
Figura 7. Interacción triple del porciento de MO del suelo entre las variables muestreo,
tratamiento y serie.
46
4.1.3. Fósforo disponible Olsen- P (mg kg-1)
La serie Yauco mostró valores significativamente más bajos de P disponible (27.0 mg kg-1)
que la serie San Antón (34.6 mg kg-1) lo cual puede deberse a la diferencia en pH entre ambas
series de suelo y a la presencia de carbonatos en el suelo Yauco (Tabla 18, Fig. 13). El P disponible
disminuye su solubilidad al aumentar el pH, se precipita como fosfatos de calcio adheridos a la
superficie de las arcillas (arcilla-Ca-H2PO4) (Tisdale y Nelson, 1975). Se observó diferencia
significativa entre tratamientos, mostrando los predios no cultivados un mayor contenido de P
disponible (33.7 mg kg-1) que los predios cultivados (27.8 mg kg-1). Se observó diferencia
significativa entre las profundidades de 0-8 cm 36.3 mg kg-1 y 8-20 cm 25.3 mg kg-1. La variable
P disponible del suelo mostró diferencia significativa para la interacción triple de “serie,
tratamiento y profundidad” indicando que el contenido de P disponible es significativamente
mayor en la serie San Antón, en los tratamientos no cultivados y a profundidad de 0-8 cm (Fig. 8).
45
Fósforo disponible (mg kg)
40
42.4
Yauco
San Antón
38.2
33.1
35
34.2
31.2
30.5
30
25
20
20
16.5
15
10
5
0
No Cultivado
Cultivado
0-8 cm
No Cultvado
8-20 cm
Cultivado
Figura 8. Interacción triple (p<0.05) fósforo disponible entre las variables profundidad,
tratamiento y serie.
47
Cationes Intercambiables
4.1.4. Calcio (Ca2+) intercambiable
La serie Yauco mostró valores significativamente más altos de Ca2+ intercambiable con un
valor de 27.9 cmolc kg-1 mientras que la serie San Antón mostró un valor de 18.8 cmolc kg-1 (Tabla
18). No se observó diferencia significativa entre tratamientos cultivado y no cultivado, pero el Ca2+
intercambiable aumentó en el suelo Yauco a la profundidad de 8-20 cm (Tabla 19). Se observó
diferencia significativa entre muestreos, reduciéndose el contenido de Ca2+ intercambiable de 25
cmolc kg-1 en el primer muestreo a 21.6 cmolc kg-1 en el segundo muestreo (Tabla 18). En el suelo
San Antón no se observó diferencia significativa entre profundidades (Tabla 19).
Tabla 19. Contenido de Ca2+ intercambiable (cmolc kg-1).
Yauco
San Antón
Muestreo
Profundidad
Cultivado No Cultivado Cultivado No Cultivado
0-8 cm
24.8 d
28.1 bc
22.4 e
21.6 e
Primer
8-20 cm
28.1 bc
30.5 a
23.0 e
21.7 e
0-8 cm
28.1 bc
27.1 c
16.5 f
14.2 g
Segundo
16.9 f
8-20 cm
27.9 bc
28.2 b
13.8 g
Medias con letras similares no son significativamente diferentes. DMS Fisher (p<0.05).
4.1.5. Magnesio (Mg2+) intercambiable
La serie Yauco mostró valores significativamente más bajos de Mg2+ intercambiable, con un
valor de 3.55 cmolc kg-1 mientras que para la serie San Antón fue de 4.24 cmolc kg-1 . Esto puede
ser resultado de la alta concentración de Ca2+ en el suelo Yauco, el cual desplaza el Mg2+ de los
lugares de intercambio (Tabla 18). Se observó diferencia significativa entre los predios cultivados
(4.15 cmolc kg-1) y no cultivados (3.64 cmolc kg-1). Se observó diferencia significativa entre
muestreo de 5.01 cmolc kg-1 en el primer muestreo a 2.77 cmolc kg-1 al segundo. Se observó
diferencia significativa para el nutrimento magnesio entre las profundidades de 0-8 cm con 3.94
48
cmolc kg-1 y 8-20 cm con 3.84 cmolc kg-1 (Tabla 18). Se observó interacción triple (p<0.05) para
serie, muestreo y tratamiento demostrando una reducción de un 50% entre el primer al segundo
muestreo, con un efecto mucho mas directo en la serie Yauco (Tabla 20).
Tabla 20. Contenido de Mg+2 intercambiable (cmolc kg-1).
Muestreo
Profundidad
Yauco
San Antón
Cultivado No Cultivado Cultivado No Cultivado
Primer
0-8 cm
4.51 d
4.92 c
6.55 a
4.44 d
8-20 cm
4.39 de
5.03 c
6.25 b
4.02 e
Segundo
0-8 cm
2.37 h
2.33 h
3.42 f
2.98 g
8-20 cm
2.39 h
2.44 h
3.30 fg
2.93 g
Medias con letras similares no son significativamente diferentes. DMS Fisher (p<0.05)
4.1.6. Potasio (K+) intercambiable
La serie Yauco mostró valores significativamente mayores de K+ para ambos tratamientos y
profundidades, pero el San Antón, no mostró diferencia significativa entre los tratamientos (Tabla
21). El K+ intercambiable en la serie Yauco fue 1.84 cmolc kg-1 mientras que la serie San Antón
fue 0.79 cmolc kg-1 (Tabla 18). El mayor contenido de MO en el suelo Yauco puede ser el factor
determinante en esta diferencia (Tabla 18). Se observó diferencia significativa para el K+ entre las
profundidades de 0 - 8 cm con 1.47 cmolc kg-1 y 8 - 20 cm con 1.16 cmolc kg-1 debido a que la MO
está en mayor descomposición en la profundidad de 0-8 cm. Se observó diferencia significativa
entre muestreo para el K+ aumentando de 1.25 cmolc kg-1 en el primer muestreo luego a 1.38 cmolc
kg-1 en el segundo (Tabla 18). Se observo interacción triple para serie, tratamiento y profundidad
demostrando como la serie Yauco tiene valores superiores a la serie San Antón independiente del
tratamiento, pero se observa diferencia entre profundidades para la serie Yauco mientras que para
la San Antón no (Tabla 21).
49
Tabla 21. Contenido de K+ intercambiable (cmolc kg-1).
Muestreo Profundidad
Yauco
San Antón
Cultivado No Cultivado Cultivado No Cultivado
Primer
0-8 cm
2.64 a
1.84 b
0.59 hi
0.63 gh
8-20 cm
1.85 b
1.58 c
0.47 hi
0.43 i
Segundo
0-8 cm
1.98 b
1.88 b
0.98 f
1.22 de
8-20 cm
1.55 c
1.43 cd
0.83 g
1.17 ef
Medias con letras similares no son significativamente diferentes. DMS Fisher
(p<0.05).
4.1.7. Sodio (Na+) intercambiable
El Na+ del suelo mostró diferencia significativa (p<0.05) para la interacción “MuestreoTratamiento” indicando que se reduce el contenido sodio entre muestreo y provoca que se observe
diferencia significa entre tratamientos, la cual no se observa en el primer muestreo (Tabla 22). La
serie Yauco mostró valores significativamente más bajos de Na+intercambiable con un valor de
0.14 cmolc kg-1 que la serie San Antón cuyo contenido fue de 0.39 cmolc kg-1 (Tabla 18). Se
observó diferencia significativa entre cultivado (0.24 cmolc kg-1) y no cultivado (0.29 cmolc kg-1).
Tabla 22. Contenido de Na+ intercambiable (cmolc kg-1).
Muestreo Profundidad
Yauco
San Antón
Cultivado No Cultivado Cultivado No Cultivado
Primer
0-8 cm
0.17 cde
0.23 cd
0.51 b
0.67 a
8-20 cm
0.17 de
0.25 c
0.55 b
0.64 a
Segundo
0-8 cm
0.07 f
0.09 ef
0.19 cd
0.19 cd
8-20 cm
0.08 f
0.09 ef
0.19 cd
0.19 cd
Medias con letras similares no son significativamente diferentes. DMS Fisher (p<0.05).
4.1.8. Capacidad de Intercambio Catiónico Efectivo
Se observó valores más altos de CICE para la serie Yauco, se observó la reducción de valores
entre muestreos y se observó un aumento de CICE según aumenta la profundidad para la serie San
Antón, pero no para la serie Yauco (Tabla 23). La serie Yauco mostró valores significativamente
mayores en capacidad de intercambio catiónico, con un valor de 33.4 cmolc kg-1 mientras que la
50
serie San Antón 24.2 cmolc kg-1 esto se debe a la diferencia en el contenido de materia orgánica
en el suelo con la serie Yauco con un 5.14% y San Antón 3.04% (Tabla 18). Se observó diferencia
significativa para CICE entre las profundidades de 0-8 cm con 28.5 cmolc kg-1 y 8-20 cm con 29.0
cmolc kg-1. Se observó diferencia significativa entre muestreo para la CICE reduciendo de 31.7
cmolc kg-1 en el primer muestreo a 25.9 cmolc kg-1 en el segundo.
Tabla 23. Capacidad de intercambio catiónico efectivo (CICE) (cmolc kg-1)
Muestreo Profundidad
Yauco
San Antón
Cultivado No Cultivado Cultivado No Cultivado
Primer
0-8 cm
32.1 c
35.1 b
30.1 d
27.3 e
8-20 cm
34.5 b
37.4 a
30.3 d
26.8 e
Segundo
0-8 cm
32.6 c
31.4 cd
21.1 f
18.6 g
8-20 cm
31.9 cd
32.2 c
21.2 f
18.1 g
Medias con letras similares no son significativamente diferentes. DMS Fisher
(p<0.05).
4.1.9. Micronutrimentos
Se observa como la serie San Antón tiene valores significativamente más altos en todos los
micronutrimentos que la serie Yauco (Tabla 24). No se observó diferencia significativa entre
tratamiento excepto para el Mn obteniendo valores mas altos en los predios cultivados. Se observó
significativamente mayor disponibilidad de micronutrimentos a profundidad de 0-8 cm y en el
primer muestreo. La serie Yauco mostró valores significativamente más bajos para el cobre
disponible (Tabla 24), con un valor de 2.2 mg kg-1 que la serie San Antón 8.29 mg kg-1 esto se
debe a la diferencia en pH alcalino que presenta la serie Yauco. Se observó diferencia significativa
para el cobre disponible reduciendo de 5.35 mg kg-1 en 0-3 cm a 5.14 mg kg-1 en 8-20 cm. Se
observó diferencia significativa entre muestreos reduciendo de 6.33 mg kg-1 a 4.16 mg kg-1. La
serie Yauco mostró valores significativamente más bajos para el Fe disponible (Tabla 24), con un
valor de 11 mg kg-1 que la serie San Antón 99.1mg kg-1 esto se debe a la diferencia en pH alcalino
51
que presenta la serie Yauco. Se observó diferencia significativa para el Fe disponible reduciendo
de 57.0 mg kg-1 en 0-8 cm a 52.5 mg kg-1 en 8-20 cm. Se observó diferencia significativa entre
muestreos reduciendo de 61.4 mg kg-1 a 48.8 mg kg-1. La serie Yauco mostró valores
significativamente más bajos para el catión Mn (Tabla 24), con un valor de 76.0 mg kg-1 que la
serie San Antón 331 mg kg-1. Se observó diferencia significativa entre tratamientos siendo el
cultivado 217 mg kg-1 más alto que el no cultivado 189 mg kg-1. Se observó diferencia significativa
para el Mn disponible entre las profundidades 0-8 cm (212 mg kg-1) y 8-20 cm (195 mg kg-1). Se
observó diferencia significativa entre el primer muestreo 220 mg kg-1 al segundo muestreo 187 mg
kg-1. La serie Yauco mostró valores significativamente más bajos para el catión Zn (Tabla 24), con
un valor de 2.97 mg kg-1 que la serie San Antón 4.83 mg kg-1. Se observó diferencia significativa
reduciendo de 4.47 mg kg-1 en el primer muestreo a 3.33 mg kg-1 en el segundo muestreo. Se
observó diferencia significativa para el catión Zn entre las profundidades 0-8 cm 4.16 mg kg-1 a
3.64 mg kg-1 para la profundidad de 8-20 cm.
Tabla 24. Micronutrimentos (mg kg-1)
Clase
Cu
Fe
Mn
Zn
-------------------------------- mg kg-1-------------------------------Serie
Yauco
2.20 b
11.0 b
76 b
2.97 b
San Antón
8.29 a
99.5 a
331 a
4.83 a
Tratamiento
No Cultivado
5.26 a
55.1 a
190 b
4.01 a
Cultivado
5.23 a
55.1 a
217.1 a
3.79 a
Profundidad
0-8 cm
5.35 a
57.6 a
212 a
4.16 a
8-20 cm
5.14 b
52.5 b
195 b
3.64 b
Muestreos
Primero
6.33 a
61.4 a
220 a
4.47 a
Segundo
4.16 b
48.8 b
187 b
3.33 b
Medias con letras similares no son significativamente diferentes. DMS Fisher (p<0.05).
52
4.2. Propiedades Físicas
La serie Yauco mostró una textura franco arcillosa, se observó una menor Da 0.89 g cm-3, RP
0.99 MPa y agregados más estables 54% (Tabla 25). Estos valores se atribuyen al alto contenido
de MO que posee la serie Yauco en ambos predios experimentales (cultivados y no cultivado)
(Tabla 18, Apéndice 1).
Tabla 25. Parámetros físicos del suelo según serie,
tratamiento, profundidad y muestreo.
Clase
Da
EA
RP
-3
g cm
%
MPa
Serie
Yauco
0.89 b
54.1 a
0.99
San Antón
1.16 b
46.5 b
1.83
Tratamiento
No Cultivado
1.09 a
53.3 a
1.91
Cultivado
0.96 b
47.4 b
0.91
Profundidad
0-8 cm
0.99 b
48.6 b
0.65
8-20 cm
1.05 b
52.0 a
2.17
Muestreo
Primer
1.02 a
57.1 a
1.37
Segundo
1.03 a
1.45
43.6 b
Medias con letras similares no son significativamente
diferente. DMS Fisher (p<0.05).
Por otra parte, la serie San Antón mostró una textura arcillosa, mayor Da de 1.16 (g cm-3), RP
de 1.83 MPa en los predios cultivados y una reducción significativa del porciento de EA de 46%
(Tabla 25). Esto se atribuye al bajo contenido de MO. Se observó diferencia significativa para la
Da entre los tratamientos no cultivado con 1.09 g cm-3 y los cultivados con 0.96 g cm-3
evidenciando el efecto del cultivo en soltar el suelo y aumentar la porosidad total en la capa arable
(Tabla 25). Los predios cultivados presentaron menor resistencia a penetración (0.91 MPa) que los
no cultivados (1.91 MPa). También se observó el mismo comportamiento entre profundidades
aumentando de 0-8 cm a 8-20 cm los valores de Da, EA y RP. En el %EA se observó diferencia
53
significativa entre muestreo, reduciendo de 57% a 43% comprobando la influencia de la reducción
de MO sobre los agregados (Tabla 24). Se observó diferencia significativa entre los tratamientos
no cultivados con 53% y los cultivados con 47%. Se observó un aumento de 48% a 52% en EA
entre las profundidades de 0-8 cm a 8-20, lo que puede atribuirs a mayor contenido de arcilla en
la profundidad de 8-20 cm (Apéndice 2).
4.2.1 Textura del Suelo
La textura del suelo Yauco fue Franco arcillosa y la del San Antón fue arcillosa (Apéndice 2).
El suelo Yauco obtuvo 25.2 % de arena, 47.2 % de limo y 27.5 % arcilla. Por otro lado, el suelo
San Antón obtuvo 4.32 % de arena, 28.7 % de limo y 67.0 % de arcilla. No se observó cambio en
la textura de los suelos con los tratamientos.
4.2.2 Densidad Aparente (Da)
Se observó diferencia significativa para el parámetro Da del suelo en interacción doble
“muestreo y tratamiento” lo que indica que los predios no cultivados aumentaron de 1.03 g cm-3 a
1.15 g cm-3 entre muestreo, mientras que el tratamiento cultivado disminuyó de 1.00 g cm-3 a 0.91
g cm-3 entre muestreo (Tabla 26).
Tabla 26. Densidad aparente del suelo Yauco y San Antón bajo tratramientos (g cm-3).
Muestreo Profundidad
Yauco
San Antón
Cultivado No Cultivado Cultivado No Cultivado
Primer
0-8 cm
0.89 efg
0.86 fg
1.03 d
1.26 b
8-20 cm
0.92 ef
0.86 fg
1.16 c
1.14 c
Segundo
0-8 cm
0.79 h
0.85 gh
0.94 e
1.29 b
8-20 cm
0.88 efg
1.03 d
1.04 d
1.41 a
Medias con letras similares no son significativamente diferentes. DMS Fisher
(p<0.05).
54
Se observó diferencia significativa para la interacción doble “Serie y Tratamiento”. El suelo
Yauco no cultivado mostró una densidad aparente de 0.90 g cm-3 y el cultivado de 0.87 g cm-3. Por
otra parte, en el suelo San Antón 1.28 g cm-3 en el predio no cultivado se redujo a 1.04 g cm-3 en
el cultivado, se observó una densidad más baja (Tabla 26).
4.2.3 Resistencia a Penetración (MPa)
La resistencia a penetración del predio no cultivado de la serie Yauco fue mayor en el
segundo muestreo (Fig. 9), lo que va acorde con una mayor Da (Tabla 25 y 26). Los predios del
suelo Yauco se encontraban bajo arado de mantenimiento, previo al inicio del experimento. Una
vez comenzado el experimento los predios no cultivados se compactan en la capa arable (Tabla
25, Fig. 12) y una mayor masa de raíces contribuye a la mayor RP en los primeros 20 cm (Fig. 9).
A partir de los 20 cm de profundidad las cuatro curvas de RP son muy similares. La resistencia a
penetración en la serie San Antón no mostró diferencia entre los muestreos (Fig. 10), pero si
observamos diferencia entre predios cultivados y no cultivados (Fig. 10). A una profundidad de 20
cm observamos una RP de aproximadamente 1.9 MPa en los predios cultivados, mientras que en
los no cultivados alcanza cifras sobre 3.0 MPa. La Da en los predios cultivados de San Antón
también fue significativamente superior (Tabla 25), específicamente en el segundo muestreo. Los
resultados concuerdan con los reportados por Trouse y Baver (1965) quienes observaron
compactación del suelo bajo la capa arable. Esta capa es formada por la presión ejercida por el
arado, dejando atrás dos horizontes uno superficial suelto y un subsuelo denso creado por
agregados presionados. La textura arcillosa del suelo San Antón contribuye a la mayor resistencia
a penetración observada al comparar ambas series (Frese y Altemuller, 1962). El efecto se puede
observar en las figuras 10, 11 y 12, donde observamos que el suelo San Antón presenta una mayor
55
resistencia a penetración desde la superficie hasta los 25 cm (Fig. 11 y 12) y que la separación
entre las curvas al considerar cultivado y no cultivado se cierra cuando nos acercamos a los 25 cm
de profundidad (Fig. 12).
Resistencia a Penetración (MPa)
0.00
0.0
0.50
1.00
1.50
2.00
3.00
3.50
4.00
1YC
1YNC
2YC
2YNC
5.0
Profundidad (cm)
2.50
10.0
15.0
20.0
25.0
30.0
35.0
Figura 9. Resistencia a penetración versus profundidad para la serie de suelos Yauco. 1YC=
Primer muestreo Yauco cultivado, 1YNC= Primer muestreo Yauco no cultivado, 2YC= Segundo
muestreo Yauco cultivado, 2YNC= Segundo muestreo Yauco no cultivado.
56
Resistencia a penetración (MPa)
0.00
0.0
1.00
2.00
3.00
4.00
5.00
1SAC
Profundidad (cm)
5.0
1SANC
2SAC
10.0
2SANC
15.0
20.0
25.0
30.0
35.0
Figura 10. Resistencia a penetración versus profundidad para la serie de suelos San Antón.
1SAC= Primer muestreo San Antón Cultivado, 1SANC= Primer muestreo San Antón no
cultivado, 2SAC= Segundo muestreo San Antón cultivado, 2SANC= Segundo muestreo San
Antón no cultivado.
Profundidad (cm)
Resistencia a penetración (MPa)
0.00
0.0
2.5
5.0
7.5
10.0
12.5
15.0
17.5
20.0
22.5
25.0
27.5
0.50
1.00
1.50
2.00
2.50
3.00
3.50
4.00
4.50
Yauco
San Antón
Figura 11. Resistencia a penetración (MPa) versus profundidad.
57
Profundidad (cm)
Resistencia a penetración (MPa)
0.00
0.0
2.5
5.0
7.5
10.0
12.5
15.0
17.5
20.0
22.5
25.0
27.5
0.50
1.00
1.50
2.00
2.50
3.00
3.50
4.00
4.50
No cultivado
Cultivado
Figura 12. Resistencia a penetración (MPa) versus profundidad.
4.3. Parámetros Biológicos
Las propiedades bióticas del suelo están estrechamente relacionadas al contenido de materia
orgánica (Tabla 18, Tabla 27). La serie Yauco mostró valores significativamente más altos 0.77
µg CO2-C g-1 h-1 que la serie San Antón 0.68 µg CO2-C g-1 h-1 (Tabla 27), lo que se atribuye al
mayor contenido de materia orgánica del suelo Yauco (Tabla 18). La evolución de CO2 disminuyó
al cultivarse el terreno, con la profundidad del muestreo y en el segundo muestreo (Tabla 27). El
cultivo o aradura promueve la aereación del suelo en la capa arable, lo cual contribuye a la
descomposición de la materia orgánica. Se observó diferencia significativa entre los tratamientos
no cultivado con 0.77 µg CO2-C g-1 h-1 y el cultivado con 0.68 µg CO2-C g-1 h-1, evidenciando el
efecto de la reducción de MO que provoca la práctica agrícola del arado. Se observó diferencia
58
significativa entre profundidad disminuyendo de 0.89 µg CO2-C g-1 h-1 a 0.55 µg CO2-C g-1 h-1
entre las profundidades de 0-8 cm a 8-20 cm (Tabla 28).
En la actividad de dehidrogenasa se observó diferencias significativas entre los suelos, la
profundidad y los muestreos. Los tratamienos cultivado y no cultivado no afectaron la actividad
de dehidrogenasa (Tabla 28). El suelo Yauco mostró valores promedio de 13.1 de µg TPF g-1 h-1
y el San Antón de 18.6 µg TPF g-1 h-1. Se observó diferencia significativa entre profundidades, en
0-8 cm 17.3 µg TPF g-1 h-1 a 14.4 µg TPF g-1 h-1 en 8-20 cm. Ramos-Vasquez y Zúñiga-Dávila
(2008) encontraron que al aumentar el pH del suelo de 7.8 a 8.2 se observó una reducción de la
actividad de deshidrogenasa de 7.13 a 4.43 ug TPF g-1 h-1. Esto explica por qué a pesar de que el
contenido de MO de Yauco es mayor que el de San Antón, los valores de la actividad enzimática
son menores (Apéndice 3).
Taba 27. Parámetros biológicos del suelo.
Clase
Respiración Basal
DHA
µg CO2-C g-1 h-1
µg TPF g-1 h-1
Serie
Yauco
0.77 a
13.1 b
San Antón
0.68 b
18.6 a
Tratamiento
No Cultivado
0.77 a
16.5 a
Cultivado
0.68 b
15.2 a
Profundidad
0-8 cm
0.89 a
17.3 a
8-20 cm
0.56 b
14.4 b
Muestreo
Primer
0.79 a
18.1 a
Segundo
0.66 b
13.6 b
Medias con letras similares no son significativamente
diferentes. DMS Fisher (p<0.05).
59
4.4. Análisis mineralógico
4.4.1 FTIR
El análisis de FTIR de la fracción de arcilla de ambas series de suelo indican la presencia
de minerales 2:1 como montmorilonita y vermiculita con dos picos alrededor de 3,600 – 3,700 cm1
, estos picos corresponden a estiramiento de grupo funcional O-H (Deng et al., 2006; Biso et al.,
2008). En el suelo Yauco observamos un pico intenso a 1,429 cm-1 que corresponde a calcita
(Plavsic et al., 1999). Este pico no se observa en el suelo San Antón, lo que resalta una diferencia
fundamental entre las dos series, Yauco es un Calciutolls y San Antón es un Haplustolls (Fig. 3,
4, 13-16).
Figura 13. Análisis de FTIR para la fracción de arcilla de la serie Yauco.
60
Figura 14. Análisis de FTIR para la fracción de arcilla de la serie San Antón.
4.4.2 XRD
El análisis de rayos x de la arcilla de los suelos San Antón y Yauco no cultivados se
presenta en las figuras 15 y 16. En ambos análisis se observa la presencia de minerales 2:1,
probablemente montmorilonita y vermiculita e ilita. También observamos picos correspondientes
a haolisita, caolinita, cuarzo y goetita. La caracterización mineralógica por XRD de la fracción de
arcilla de los suelos fue acorde con los resultados de FTIR. El análisis de rayos x del suelo Yauco
muestra un pico intenso alrededor de 29 grados 2θ correspondiente a calcita, confirmando lo
observado por FTIR (Fig. 13). El análisis de rayos x del suelo San Antón cultivado si detectamos
un pico debil correspondiente a calcita, no así en el San Antón no cultivado.
61
INTENSIDAD
Ha
Mt
Qz
K
V Mi
Il
Gt
0
10
20
30
40
50
60
GRADOS 2Θ
Fig. 15. Difractograma de rayos x de la serie San Antón no cultivado.
INTENSIDAD
Ca
Mt
V
0
Mi
K
Gt
Ha
Il
10
Qz
20
30
40
GRADOS 2Θ
Figura 16. Difractograma de rayos x de la serie Yauco no cultivado.
62
50
60
4.5 Estandarización de Parámetros de Calidad de Suelos (Si)
4.5.1 Estandarización de parámetros químicos del suelo
Los valores de % de calidad de suelo para pH de ambas series de suelo fueron medianos a
bajos (Tabla 28). La serie Yauco mostró valores significativamente más bajos (46.9 %) que la serie
San Antón (53.9 %) (Tabla 28) esto se debe a que los limites inferior y superior óptimo para las
escalas de referencia de pH son 5.5 y 7.2 (Mukherjee y Lal, 2014). El limite superior óptimo es
7.2, un valor de pH mas cercano al del suelo San Antón (Tabla 18). La variable MO del suelo
mostró que no hubo diferencia entre muestreos (84.5 %) y (84.3 %) para la serie Yauco tratamiento
no cultivado, pero si hubo diferencia significativa entre muestreos aumentando de (78.8 %) a (87.4
%) para la serie Yauco tratamiento cultivado (Apéndice 1), este comportamiento es similar a los
valores obtenidos en el estudio de % de MO del suelo (Fig. 7), siendo ambos suelos alta calidad
en materia orgánica. La serie Yauco mostró porcientos de calidad de P disponible
significativamente más bajos (66 %) que la serie San Antón (80 %) (Tabla 28). Se observó mayor
porcentaje de calidad de P disponible en el tratamiento no cultivado (75 %) que los predios
cultivados (71 %) (Tabla 28).
Tabla 28. Porcentaje de calificación (Estandarización) de parámetros químicos (Si).
Clase
pH
MO
P
Ca2+
Mg2+
K+
Na+
CICE
Serie
Yauco
46.9 b 83.8 a
66.0 b 99.0 a 74.4 b 91.1 a 99.8 a 87.7 a
San Antón
53.9 a 58.5 b
80.0 a 97.0 b 82.8 a 55.7 b 96.9 b 74.5 b
Tratamiento
No Cultivado
51.0 a 72.8 a
75.0 a 98.0 a 76.9 b 73.9 a 97.7 b 79.8 b
Cultivado
49.8 a 69.5 b
71.0 b 98.0 a 80.3 a 72.9 a 99.0 a 82.5 a
Profundidad
0-8 cm
50.7 a 75.7 a
81.0 a 98.0 a 78.8 a 77.5 a 98.4 a 81.0 a
8-20 cm
50.1 a 66.5 b
65.0 b 98.0 a 78.3 a 69.3 b 98.3 a 81.2 a
Muestreo
Primer
51.4 a 72.3 a
79.0 a 99.0 a 89.3 a 64.6 b 97.1 b 85.8 a
Segundo
49.5 b 70.0 b
66.0 b 97.0 b 67.8 b 82.2 a 99.6 a 76.4 b
Medias con letras similares no son significativamente diferentes. DMS Fisher (p<0.05).
63
El calcio disponible es mayor en la serie de suelo Yauco independientemente del muestreo
y el tratamiento recibiendo mayores calificaciones (Tabla 28). Por otra parte, en la serie San Antón
se observó una reducción significativa entre muestreos, siendo el tratamiento no cultivado el de
menor calificación con 94 % (Apéndice 3). La serie Yauco mostró valores significativamente más
bajos para el catión Mg2+, con un valor de (74.4 %) mientras que la serie San Antón (82.8 %)
(Tabla 28). También se observó diferencia significativa entre tratamientos siendo el cultivado
(80.3 %) más alto que el no cultivado (76.9 %) (Tabla 28). La serie Yauco mostró valores
significativamente mayores para el K+, con un valor de (91.1 %) mientras que la serie San Antón
(55.7 %) (Tabla 28), pero no se observó diferencia significativa entre los tratamientos. La serie
Yauco mostró valores significativamente más altos para el porciento de Na+ intercambiable, con
un valor de 99.8 % que la serie San Antón con 96.9 % (Tabla 28). Se observó diferencia
significativa entre tratamientos siendo el cultivado (99.0 %) más alto que el no cultivado (97.7 %).
No se observó diferencia significativa para el porciento de Na+ intercambiable entre las
profundidades. Se observó diferencia significativa para el porciento de Na+ intercambiable
reduciendo de 97.1 % a 99.6 % (Tabla 28). La serie Yauco mostró valores significativamente
mayores en CIC, con un valor de 87.7 % mientras que la serie San Antón con 74.5 %. Se observó
diferencia significativa entre los tratamientos cutlivados 82.5 % y no cultivado 79.8 %. No se
observó diferencia significativa para CIC entre las profundidades de 0-8 cm y 8-20 cm (Tabla 28).
4.5.2 Micronutrimentos (Si)
La serie Yauco mostró valores significativamente más bajos para el Cu disponible (Tabla
30), con un valor de 84 % que la serie San Antón con 99.4 %. No se observó diferencia significativa
entre tratamientos. Se observó diferencia significativa para el cobre disponible reduciendo de 92.8
64
% en 0-3 cm a 90.6 % en 8-20 cm. Se observó diferencia significativa entre muestreos reduciendo
de 94.2 % a 89.2 % (Tabla 30).
Tabla 29. Porcentaje de calificaciones para Cu, Fe, Mn y Zn.
Clase
Cu
Fe
Mn
Zn
Serie
Yauco
84.0 b
6.4 b
63.3 b
99.3 a
San Antón
99.4 a
92.2 a
99.0 a
98.7 a
Tratamiento
No Cultivado
91.6 a
48.1 b
80.2 a
99.1 a
Cultivado
91.8 a
50.5 a
82.0 a
98.9 a
Profundidad
0-8 cm
92.8 a
50.4 a
88.9 a
98.7 a
8-20 cm
90.6 b
48.2 b
73.4 b
99.3 a
Muestreos
Primer
94.2 a
50.7 a
79.7 a
98.0 b
Segundo
89.2 b
47.9 b
82.6 a
100.0 a
Medias con letras similares no son significativamente diferentes. DMS Fisher
(p<0.05).
La serie Yauco mostró valores significativamente más bajos (6.4 %) para el hierro disponible
que la serie San Antón (92.2 %) (Tabla 30). Se observó diferencia significativa entre tratamientos
para el hierro disponible siendo el cultivado más alto (50.5 %) que el no cultivado (48.1 %). Se
observó diferencia significativa para el Fe disponible de 0-3 cm con 50.4 % y en 8-20 cm con 48.2
%. Se observó diferencia significativa entre muestreos reduciendo de 50.7 % en el primer muestreo
a 47.9 % en el segundo. La serie Yauco mostró valores significativamente más bajos de Mn
disponible (Tabla 30), que la serie San Antón (Tabla 30). No se observó diferencia significativa
entre tratamientos ni en muestreos. También se observó diferencia significativa el porcentaje de
Mn disponible entre las profundidades 0-8 cm (88.9 %) y 8-20 cm (73.4 %). La serie Yauco mostró
valores significativamente más bajos para el catión Zn (Tabla 32), con un valor de 99.3 % que la
serie San Antón 98.7 %. Se observó diferencia significativa reduciendo de 100 % en el primer
65
muestreo a 98 % en el segundo muestreo. No se observó diferencia significativa entre tratamientos
tampoco entre profundidades.
4.5.3 Estandarización de parámetros Físicos
La serie Yauco mostró valores significativamente más altos (Tabla 30) para Da del suelo (68.0
%) que la serie San Antón (52.9%). Se observó diferencia significativa entre los tratamientos
cultivados con 63.9% y no cultivados con 57.0%. Se observó diferencia significativa entre
profundidad aumentando de 62.2 % a 58.7 % entre las profundidades de 0-8 cm a 8-20 cm. No se
observó diferencia significativa entre muestreos (Tabla 30).
Tabla 30. Porcentaje de Estandarización de
parámetros Físicos (Si)
Clase
Da
EA
RP
Serie
Yauco
68.0 a
70.1 a
83.3
San Antón
52.9 b
62.7 b
60.1
Tratamiento
No Cultivado
57.0 b
69.1 a
60.8
Cultivado
63.9 a
63.6 b
87.6
Profundidad
0-8 cm
62.2 a
65.6 a
93.2
8-20 cm
58.7 b
67.2 a
70.2
Muestreo
Primer
60.8 a
72.0 a
69.6
Segundo
60.1 a
60.8 b
78.8
Medias con letras similares no son significativamente
diferentes. DMS Fisher (p<0.05).
La serie Yauco mostró valores significativamente más altos en EA (70.1 %) que la serie San
Antón (62.7 %) (Tabla 30). Se observó diferencia significativa entre los tratamientos no cultivado
(69.1 %) y cultivado (63.6). Se observó diferencia significativa entre muestreo, reduciendo de 70
66
% a 60.8 %. Esto concuerda con la reducción de contenido de materia organcia entre muestreo,
observándose una relación directa entre estos parámetros.
Se observó tendencia entre serie para los valores de porciento de estandarización de RP. La
serie Yauco obtuvo valores mayores (88.3 %) que la serie (60.1 %) San Antón. Los predios
cultivados mostraron su alta descompactación con valores de 87.6 % en calidad de suelo, los
predios no cultivo un 60.8 %. Datos que se comportan igual a el efecto de profundidad, 0-8 cm
con 93.2 % y 8-20 cm con 55.3 % (Tabla 30).
4.5.4 Estandarización de parámetros Biológicos (Si)
Los valores de calificación de emisión de CO2 de ambas series de suelo fueron bajas (Tabla
31), ya que los valores observados fueron cercanos al valor promedio (0.6 µg CO2-C g-1 h-1) y
comparados con la literatura (Vázquez et al., 2013; Toussaint et al., 2021). La serie Yauco mostró
valores significativamente más altos (60.6 %) que la serie San Antón (55.1 %) esto se debe
principalmente a la diferencia en porciento de MO que hay entre ambos suelos. Se observó
diferencia significativa entre muestreos, reduciendo de 61 % en el primer muestreo a 54 % en el
segundo muestreo. Se observó diferencia significativa entre los tratamientos no cultivado con 61.2
% y cultivados con 54.5 % evidenciando el efecto de la reducción en calidad de suelo que provoca
la práctica agrícola del cultivado. Se observó diferencia significativa entre profundidad
disminuyendo de 70.7 % a 45.1 % entre las profundidades de 0-8 cm a 8-20 cm.
Se observó diferencia significativa entre muestreo reduciendo de 40.9 a 27.1 % en la actividad
de la deshidrogenasa (Tabla 31). Se observó diferencia significativa entre las series de suelo, la
serie San Antón mostró valores mayores 40.3 % sobre los valores de Yauco 27.7 %. No se observó
67
diferencia significativa entre tratamientos. Se observó diferencia significativa entre profundidades,
en 0-8 cm 38.4 % a 29.6 % en 8-20 cm.
Tabla 31. Parámetros Biológicos del Suelo (Si) (%)
Clase
Respiración Basal
DHA
Serie
Yauco
60.6 a
27.7 b
San Antón
55.1 b
40.3 a
Tratamiento
No Cultivado
61.2 a
36.6 a
Cultivado
54.5 b
31.3 a
Profundidad
0-8 cm
70.7 a
38.4 a
8-20 cm
45.1 b
29.6 b
Muestreo
Primer
61.4 a
40.9 a
Segundo
54.3 b
27.1 b
Medias con letras similares no son
significativamente diferente. DMS Fisher (p<0.05).
4.6 Índices de Calidad de Suelos (SQI)
La serie Yauco obtuvo valores más altos en 4 índices (SQIW, SQIW2, SQIPC2 y SQIPC3), que le
dan más peso a MO, CICE, Da, RP, EA, RB y DHA (Tabla 32, Fig. 21, 22, 24 y 25). La serie San
Antón obtuvo valores más altos con los índices SQIA y SQIPC1 que le dan más peso al pH,
disponibilidad de P, Mg intercambiable, cobre, hierro, manganeso y zinc (Tabla 32, Fig. 17 y 23).
Los predios cultivados mostraron valores más altos con los índices de calidad SQIA, SQIW y
SQIPC2, atribuibles a valores superiores de Da, RP y macronutrimentos. Por otro lado, el índice
SQIPC3 mostró una mayor calidad de suelo en predio no cultivado, atribuible al contenido de
materia orgánica y respiración basal. La calidad del suelo disminuyó al aumentar la profundidad
de muestreo de 0-3 cm a 8-20 cm y entre el primer muestreo y el segundo. El contenido y
descomposición de la MO puede estar influenciando las diferencias entre muestreos. La
respiración basal fue mayor en el suelo Yauco, pero la actividad deshidrogenasa fue mayor en el
68
San Antón. Ambos parámetros fueron mayores a la profundidad de 0-8 cm y la respiración basal
fue mayor en los predios no cultivados.
Tabla 32. Índices de Calidad de Suelos (SQI) (%)
Clase
SQIA
SQIW
SQIW2
SQIPC1
SQIPC2
SQIPC3
Serie
Yauco
71.0 b
67.9 a
63.3 a
45.1 b
68.4 a
70.1 a
San Antón
73.9 a
65.5 b
61.9 b
75.3 a
64.0 b
64.4 b
Tratamiento
No Cultivado 72.0 b
65.7 b
62.2 a
60.5 a
76.5 b
69.6 a
Cultivado
72.9 a
67.8 a
63.0 a
60.0 a
77.4 a
64.9 b
Profundidad
0-8 cm
76.2 a
72.0 a
68.4 a
63.1 a
68.5 a
75.7 a
8-20 cm
68.7 b
61.4 b
56.9 b
57.4 b
63.9 b
58.8 b
Muestreos
Primero
74.4 a
69.1 a
65.5 a
61.5 a
72.1 a
71.0 a
Segundo
70.5 b
64.3 b
59.8 b
59.0 b
60.3 b
63.5 b
Medias con letras similares no son significativamente diferentes. DMS Fisher
(p<0.05).
69
4.6.1. Índice de Calidad de Suelo Promedio (SQIA)
En el SQIA, el suelo San Antón mostró valores mayores (73.9 %) al suelo Yauco (71.0 %). Se
observó diferencia significativa entre tratamientos, siendo los predios cultivados los de mayor
porcentaje de índice de calidad (72.9 %) que los no cultivados (72.0 %). Se observó diferencia
significativa entre profundidades y muestreos de suelo, reduciéndose de 76.2 % 0-8 cm a 68.7 %
8-20 cm, y de 74.4 % en el primer muestreo a 70.5 % en el segundo muestreo (Tabla 32). En la
figura 17 se observa como la serie San Antón obtuvo mayores calificaciones en calidad de suelos
para ambos tratamientos que la serie Yauco según el SQIA.
Yauco
75
San Antón
74.4
74
73.4
SQIA (%)
73
72
71.4
70.7
71
70
69
68
Cultivado
No Cultivado
Figura 17. Indice de calidad de suelo por método aditivo (SQIA, %) para los suelos Yauco y San
Antón cultivado y no cultivado.
70
4.6.2. Índice de Calidad de Suelo por Peso (SQIW1 y SQIW2)
Se observó valores mayores para la disponibilidad de nutrimentos (DN) y para el ambiente
favorable para la flora microbiana (AFFM) en la serie San Antón por aproximadamente 5 %, por
otro lado, obtuvo un menor valor en proliferación de raíces (PR) 15 % menos calidad (Tabla 33).
En términos del efecto del tratamiento no se observó diferencia en disponibilidad de nutrimentos
(DN), por otra parte, el tratamiento cultivado fue mayor en la proliferación de raíces (PR) pero no
en el ambiente favorable para la flora microbiana (AFFM). Se observó una reducción significativa
para los tres parámetros según aumentamos la profundidad y entre el primer y segundo muestreo.
Tabla 33. Calificaciones de grupos funcionales del suelo (%).
Clase
Disponibilidad
de nutrimentos
(DN)
Proliferación
de raíces (PR)
Ambiente
favorable para la
flora microbiana
(AFFM)
Serie
Yauco
75.1 b
72.6 a
44.2 b
San Antón
82.3 a
57.6 b
47.7 a
Tratamiento
No Cultivado
78.6 a
61.0 b
48.9 a
Cultivado
78.8 a
69.2 a
42.9 b
Profundidad
0-8 cm
81.0 a
71.7 a
54.5 a
8-20 cm
76.5 b
58.5 b
37.3 b
Muestreos
Primero
80.1 a
67.1 a
51.2 a
Segundo
77.4 b
63.1 b
40.7 b
Medias con letras similares no son significativamente diferentes. DMS
Fisher (p<0.05)
71
4.6.2.1. Calificación de disponibilidad de nutrimentos (DN)
En la calificación de la DN, la serie San Antón mostró valores mayores (82.3 %) que la serie
Yauco (75.1 %). No se observó diferencia significativa entre cultivado y no cultivado. Se observó
diferencia significativa entre profundidades, en 0-8 cm 81.0 % a 76.5 % en 8-20 cm. Se observó
diferencia significativa entre muestreo reduciéndose de 80.1 % a 77.4 % (Tabla 33). En la figura
18 se muestra como la serie San Antón obtuvo mejores calificaciones en la disponibilidad de
nutrientes que la serie Yauco.
Yauco
84
San Antón
82.6
82.1
82
DN (%)
80
78
76
75.6
74.7
74
72
70
No Cultivado
Cultivado
Figura 18. Calificación de disponibilidad de nutrientes (DN, %) para los suelos Yauco y San Antón
cultivado y no cultivado.
72
4.6.2.2. Calificaciones de la proliferación de raíces (PR)
En la calificación de la PR, la serie Yauco mostró valores mayores (72.6 %) al suelo San Antón
(57.6 %). Se observó diferencia significativa entre tratamientos siendo el cultivado mayor con 69.2
% al no cultivado con 61.0 %. Se observó diferencias significativas entre profundidades y entre
muestreos. A la profundidad de 0-8 cm la calificación fue de 71.7 % y 58.5 % la profundidad de
8-20 cm. Se observó diferencia significativa entre muestreo reduciendo de 67.1 a 63.1 %, del
primer al segundo muestreo (Tabla 33). En la figura 19 se observa que la serie Yauco obtuvo
mejores calificaciones que la serie San Antón y como el tratamiento de cultivado obtuvo mejores
porcentajes de calidad del suelo en los parámetros físicos.
Yauco
San Antón
80
74.6
75
70.6
PR (%)
70
63.7
65
60
55
51.5
50
45
No Cultivado
Cultivado
Figura 19. Calificación proliferación de raíces (PR, %) para los suelos Yauco y San Antón no
cultivado y cultivado.
73
4.6.2.3. Calificacion del ambiente favorable para la flora microbiana (AFFM)
En la calificación de la AFFM, la serie San Antón mostró valores mayores (44.7%) a la serie
Yauco (44.2 %). Se observó diferencia significativa entre tratamientos siendo el no cultivado
mayor con 48.9 % y el cultivado con 42.9 %. Se observó diferencia significativa entre
profundidades, en 0-8 cm 54.5 % a 37.3 % en 8-20 cm. Se observó diferencia significativa entre
muestreo reduciéndose el índice de 51.2 % a 40.7 % en el muestreo 2 (Tabla 33). En la figura 20
se observa como los tratamientos no cultivados obtuvieron mejor porciento de calidad de suelo en
el ambiente favorable para la flora microbiana.
Yauco
San Antón
55
51.3
50
AFFM (%)
46.5
44.1
45
41.8
40
35
30
No Cultvido
Cultivado
Figura 20. Calificación de ambiente favorable para la flora microbiana (AFFM, %) para los
suelos Yauco y San Antón no cultivado y cultivado.
74
4.6.2.4. Índice de calidad de suelo por peso (SQIW1)
En el índice de calidad de suelo por peso (SQIW1) la serie Yauco mostró valores mayores (67.9
%) que la serie San Antón (65.5 %). Se observó diferencia significativa entre tratamientos, siendo
los predios cultivados con mayor porcentaje 67.8 % que los no cultivados 65.7 %. Se observó
diferencia significativa entre profundidades, reduciéndose de 72.0 % en 0-8 cm a 61.4 % en 8-20
cm. Se observó diferencia significativa entre muestreo reduciendo de 69.1 % a 64.3 % del primero
al segundo (Tabla 32). La serie Yauco mostró valores más altos de calidad en ambos tratamientos,
no cultivado y cultivado según el SQIW1. Este índice le da más peso a las propidades físicas como
Da, RP y EA.
SQIw (%)
Yauco
70
69
68
67
66
65
64
63
62
61
60
San Antón
68.4
67.4
67.1
63.9
Cultivado
No Cultivado
Figura 21. Indice de calidad de suelo por método de peso aditivo (SQIw, %) para los suelos Yauco
y San Antón cultivado y no cultivado.
75
4.6.2.5. Índice de calidad de suelo por peso (SQIW2)
En el SQIW2 la serie Yauco mostró valores mayores (63.3 %) que la serie San Antón (61.9 %).
No se observó diferencia significativa entre tratamientos. Se observó una reducción significativa
de 65.5 % a 59.8 % del primer al segundo muestreo (Tabla 32). En la figura 22 se observa como
la serie Yauco obtuvo mayores calificaciones para ambos tratamientos en calidad de suelo que la
serie San Antón según el SQIW2. Al igual que el SQIw1, SQIw2 da más peso a las propiedades
físicas del suelo, lo que favorece la calificación del suelo Yauco sobre el San Antón.
Yauco
San Antón
65
SQIw2 (%)
64
63.3
63.3
62.7
63
62
61.2
61
60
Cultivado
No Cultivado
Figura 22. Indice de calidad de suelo por método peso aditivo (SQIw2, %) para los suelos Yauco y
San Antón cultivado y no cultivado.
76
4.6.3. Índice de Calidad de Suelo por Componente Principal (SQIPC)
4.6.3.1. Primer índice de calidad de suelo por componente principal
(SQIPC1)
Según el SQIPC1, la serie San Antón mostró valores mayores (75.3 %) que la serie Yauco (45.1
%). No se observó diferencia significativa entre tratamientos. Se observó diferencia significativa
entre profundidad reduciendo de 63.1 % 0-8 cm a 57.4 % 8-20 cm y se observó diferencia
significativa entre muestreo reduciendo de 61.5 % a 59.0 % del primero al segundo (Tabla 32). En
la figura 23 se observa la serie San Antón con valores mayores a la serie Yauco
independientemente del tratamiento. Este índice le da más peso al contenido de hierro disponible.
SQIPC1 (%)
Yauco
80
75
70
65
60
55
50
45
40
35
San Antón
76.8
73.9
46
44.1
No Cultivado
Cultivado
Figura 23. Indice de calidad de suelo por método de componente principal (SQIPC1, %) para los
suelos Yauco y San Antón cultivado y no cultivado.
77
4.6.3.2. Segundo índice de calidad por componente principal (SQIPC2)
Según el SQIPC2 la serie Yauco mostró valores mayores (75.3%) que la serie San Antón
(68.4%). No se observó diferencia significativa entre tratamientos. Se observó una reducción
significativa de 68.5% a la profundidad de 0-8 cm, a 63.9% a la profundidad de 8-20 cm. También
se observó diferencia significativa entre muestreos, reduciéndose de 72.1% en el primer muestreo
a 60.3% en el segundo (Tabla 32). En la figura 24 se observa como la serie Yauco obtuvo
porcientos de calidad de suelo más altos que la serie San Antón para ambos tratamientos. Este
índice le da mas peso al CIC y DHA.
Yauco
85
San Antón
82.3
81.6
SQIPC2 (%)
80
75
73.2
70.6
70
65
60
No Cultivado
Cultivado
Figura 24. Índice de calidad de suelo por método de componente principal (SQIPC2, %) para los
suelos Yauco y San Antón cultivado y no cultivado.
78
4.6.3.3. Tercer índice de calidad de suelo por componente principal (SQIPC3)
Según el SQIPC3, la serie Yauco mostró valores mayores (70.1%) que la serie San Antón
(64.4%). El tratamiento no cultivado mostró un índice de calidad mayor (69.6%) que el cultivado
(64.9%). Se observó una reducción significativa entre profundidades y muestreos. A la
profundidad de 0-8 cm el índice de calidad fue 75.7% y 58.8% de 8-20 cm. En el primer muestreo
el índice de calidad fue 71.1% y en el segundo muestreo fue 63.5% (Tabla 32). En la figura 25 se
observa como la serie Yauco no cultivado tiene el mayor porciento de calidad de suelo. Este índice
le da más peso a la materia orgánica, fósforo disponible y respiración basal.
Yauco
75
SQIPC3 (%)
70
San Antón
71
69
68
65
60
60
55
50
No Cultivado
Cultivado
Figura 25. Índice de calidad de suelo por método de componente principal (SQIPC3, %) para los
suelos Yauco y San Antón cultivado y no cultivado.
79
4.7.
Conclusiones y recomendaciones
La serie Yauco obtuvo valores más altos en 4 índices (SQIW, SQIW2, SQIPC2 y SQIPC3), que
le dan más peso a MO, CICE, Da, RP, EA y RB. La serie San Antón obtuvo valores más altos con
los índices SQIA y SQIPC1 que le dan más peso al pH, P disponible, Mg2+ intercambiable y
contenido de Cu, Fe, Mn y Zn. Los predios cultivados mostraron valores más altos con los índices
de calidad SQIA, SQIW y SQIPC2, atribuibles a valores superiores de Da, RP y macronutrimentos.
El índice SQIPC3 mostró una mayor calidad de suelo en predio no cultivado, atribuible al
contenido de MO, P disponible y RB. La calidad del suelo disminuyó al aumentar la profundidad
de muestreo de 0-3 cm a 8-20 cm y entre el primer muestreo y el segundo, según los 6 índices
evaluados.
La respiración basal fue mayor en el suelo Yauco pero la actividad deshidrogenasa fue
mayor en el San Antón. Ambos parámetros fueron mayores a las profundidades de 0-8 cm y la
respiración basal fue mayor en los predios no cultivados.
Suelos con 70-55% en SQI son considerados de mediana calidad (Moebius-Clune et al.,
2017), rango observado para las dos series de suelo incluidas en este estudio. Estas escalas de
evaluación deben ser ajustadas dependiendo del cultivo de interés, las prácticas de conservación y
otras prácticas de manejo del suelo. Recomendamos que para una evaluación más detallada de la
calidad de estos suelos se evalúen el rendimiento de cultivos, la actividad de otras enzimas como
fosfatasa y ureasa, y se incorporen datos de clima y recursos de agua disponibles.
El efecto de las prácticas de cultivo e incorporación de residuos de cosecha o vegetación
en la calidad del suelo requiere de estudios de mayor duración, para dar tiempo suficiente para la
descomposición de la materia orgánica y estabilización de parámetros físicos como densidad
aparente y resistencia a penetración.
80
Tres posibles modificaciones en futuros estudios son:
•
En los índices SQIW, el grupo de proliferación de raíces sea modificado a un “least limiting
water range” o incluir la capacidad de retención de agua del suelo.
•
Establecer índices de calidad específicos para cultivos hortícolas de alto valor en la zona
sur de Puerto Rico como plátano (Musa paradisíaca), calabaza (Cucurbita), melón
(Citrullus lanatus), pepinillo (Cucumis sativus L.), cebolla (Allium cepa), papaya (Carica
papaya), entre otros e incluir datos de evaluación hídrica como los sugeridos
anteriormente.
•
Incluir un grupo más amplio de órdenes y series de suelos en la base de datos del análisis
de componente principal para identificar con mayor precisión los parámetros mínimos
necesarios (MDS) para calcular la calidad de suelo.
81
4.8.
Referencias
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96
4.7.
Apéndices
Apéndice 1. Datos de componentes químicos incluidos en el estudio y posibles
interacciones.
Muestreo
Profundidad
Yauco
San Antón
Cultivado No Cultivado Cultivado No Cultivado
pH
Primer
0-8 cm
8.2 bcd
8.1 d
7.4 h
7.4 h
8-20 cm
8.4 a
8.2 bc
7.6 efg
7.5 gh
Segundo
0-8 cm
8.1 d
8.1 cd
7.5 gh
7.6 fg
8-20 cm
8.2 bcd
8.2 b
7.6 ef
7.7 e
Contenido de materia orgánica de los suelos (%).
Primer
0-8 cm
5.02 c
5.41 b
3.33 fg
3.75 de
8-20 cm
4.06 d
4.93 c
2.89 hi
3.03 gh
Segundo
0-8 cm
5.89 a
5.65 ab
3.03 gh
3.45 ef
8-20 cm
5.43 b
4.73 c
2.31 j
2.53 ij
-1
Contenido de fósforo disponible (Olsen) de los suelos (mg kg ).
Primer
0-8 cm
31.99 d
39.4 b
31.62 d
48.42 a
8-20 cm
17.6 ef
20.48 e
30.09 d
30.62 d
Segundo
0-8 cm
34.25 cd
37.00 bc
30.83 d
36.45 bc
8-20 cm
15.45 f
19.51 ef
30.89 d
37.67 bc
2+
-1
Contenido de Mg intercambiable (cmolc kg ) de los suelos.
Primer
0-8 cm
4.51 d
4.92 c
6.55 a
4.44 d
8-20 cm
4.39 de
5.03 c
6.25 b
4.02 e
Segundo
0-8 cm
2.37 h
2.33 h
3.42 f
2.98 g
8-20 cm
2.39 h
2.44 h
3.30 fg
2.93 g
-1
Contenido de Cu extraíble (mg kg ) de los suelos.
Primer
0-8 cm
3.00 e
2.81 e
9.50 a
10.63 a
8-20 cm
2.13 fg
2.44 f
9.50 a
10.63 a
Segundo
0-8 cm
1.94 gh
1.72 gh
7.01 c
6.22 d
8-20 cm
1.91 gh
1.62 h
6.83 c
6.04 d
-1
Contenido de Fe extraíble (mg kg ) de los suelos.
Primer
0-8 cm
16.44 f
10.25 fg
110.94b
120.19 a
8-20 cm
10.69 fg
8.69 g
111.25b
102.63 c
Segundo
0-8 cm
12.56 fg
10.00 fg
85.50 e
94.94 d
8-20 cm
11.13 fg
8.19 g
82.00 e
85.69 e
-1
Contenido de Mn extraíble de los suelos (mg kg ).
Primer
0-8 cm
132.8e
89.4f
377.0a
325.8c
8-20 cm
38.0g
52.3g
387.5a
353.9b
Segundo
0-8 cm
91.1f
77.0f
316.2c
283.5d
8-20 cm
75.5f
51.9g
318.9c
283.5d
97
Contenido de Zn extraíble de los suelos (mg kg-1).
Primer
0-8 cm
3.50 cdef
3.69 cde
5.88 a
6.63 a
8-20 cm
2.94 efgh
3.44 defg
4.81 b
4.88 b
Segundo
0-8 cm
2.69 fgh
2.51 h
4.03 bcd
4.38 bc
8-20 cm
2.61 gh
2.39 h
3.87 cd
4.16 bcd
Medias con letras similares no son significativamente diferentes. DMS Fisher
(P<0.05)
Apéndice 2. Datos de componentes físicos incluidos en el estudio y posibles
interacciones.
Profundidad
Yauco
San Antón
Cultivado No Cultivado Cultivado No Cultivado
Porciento de fracciones texturales de los suelos.
Arena
0-8 cm
28.84
25.96
0.66
7.48
8-20 cm
22.57
23.37
2.91
6.23
Limo
0-8 cm
43.58
47.88
32.68
29.03
8-20 cm
47.85
49.93
27.04
25.95
Arcilla
0-8 cm
27.57
26.15
66.65
63.49
8-20 cm
29.57
26.69
70.03
67.81
Porciento de estabilidad de agregados de los suelos.
Primer
0-8 cm
59.05 c
45.93 efg
36.27 h
67.07 b
8-20 cm
73.30 b
81.22 a
40.28 h
53.43 cd
Segundo
0-8 cm
39.94 gh
42.08 fgh
46.09 efg
52.46 cde
8-20 cm
46.77 def
44.96 fg
37.2 h
39.11 gh
Resistencia a penetración de los suelos (MPa).
Primer
0-8 cm
0.20 cd
0.21 c
0.10 cd
1.99 a
8-20 cm
1.63 bc
1.64 bc
1.93 bc
3.29 ab
Segundo
0-8 cm
0.12 cd
0.89 b
0.07 d
1.65 a
8-20 cm
1.39 c
1.87 bc
1.87 bc
3.74 a
Medias con letras similares no son significativamente diferentes. DMS Fisher
(P<0.05).
98
Apéndice 3. Datos de componentes biológicos incluidos en el estudio y posibles
interacciones.
Muestreo
Profundidad
Yauco
San Antón
Cultivado No Cultivado Cultivado
No Cultivado
2
-1
-1
Respiración basal (µg CO -C g h ).
Primer
0-8 cm
1.11 b
1.14 a
0.70 f
1.11 b
8-20 cm
0.55 i
0.66 g
0.45 k
0.60 h
Segundo
0-8 cm
0.76 d
0.86 c
0.70 f
0.73 e
8-20 cm
0.54 i
0.52 j
0.60 h
0.54 i
-1
-1
Actividad de la deshidrogenasa (µg TPF g h ).
Primer
0-8 cm
11.37 b
15.56 b
26.42 a
24.51 a
8-20 cm
9.71 b
15.19 b
26.22 a
15.91 b
Segundo
0-8 cm
14.11 b
14.27 b
9.83 b
22.58 a
8-20 cm
13.90 b
10.31 b
9.83 b
13.80 b
Medias con letras similares no son significativamente diferentes. DMS Fisher (P<0.05).
Apéndice 4. Calificaciones de porciento de calidad de suelo (estandarización) de
parámetros químicos del suelo.
Muestreo
Profundidad
Yauco
San Antón
Cultivado No Cultivado Cultivado No Cultivado
Estandarización del parámetro pH (%)
Primer
0-8 cm
47.1 fgh
47.5 efgh
55.8 b
55.9 b
8-20 cm
45.3 h
46.7 gh
51.8 bcde
60.8 a
Segundo
0-8 cm
47.7 defgh
47.4 efgh
52.5 bc
52.1 bcd
8-20 cm
47.1 fgh
46.6 gh
51.4
51.0 cdefg
bcdef
Estandarización del parámetro % MO (%).
Primer
0-3 cm
83.1 bc
86.1 ab
64.7 e
71.2 d
8-20 cm
74.6 c
82.9 bc
56.4 f
59.3 f
Segundo
0-20 cm
88.5 a
87.1 ab
59.4 f
65.6 e
8-20 cm
86.3 ab
81.5 c
42.7 h
48.5 g
Estandarización del parámetro fósforo disponible (%).
Primer
0-8 cm
83.0 bc
91.0 ab
86.0 abc
94.0 a
8-20 cm
54.0 f
61.0 ef
84.0 bc
84.0 bc
Segundo
0-8 cm
73.0 d
68.0 de
69.0 de
84.0 bc
8-20 cm
58.0 f
42.0 g
60.0 ef
77.0 cd
2+
Estandarización del parámetro Ca intercambiable (%).
Primer
0-8 cm
98.54 bc
98.88 ab
98.04 cd
98.03 d
8-20 cm
98.96 ab
99.04 a
98.32 cd
98.04 d
Segundo
0-8 cm
99.98 ab
98.87 ab
96.31 e
94.47 f
8-20 cm
98.95 ab
98.98 ab
96.12 e
93.98 g
99
Estandarización del parámetro Mg2+ intercambiable (%).
Primer
0-8 cm
88.2 b
88.9 b
95.0 a
87.4 bc
8-20 cm
87.4 bc
88.9 b
94.5 a
84.5 c
Segundo
0-8 cm
60.2 fg
59.1 g
78.9 d
72.8 e
8-20 cm
60.6 fg
61.8 f
77.5 d
71.7 e
+
Estandarización del parámetro K intercambiable (%).
Primer
0-8 cm
97.0 a
89.9 bcd
44.5 i
48.8 i
8-20 cm
91.7 bcd
86.0 de
31.3 j
27.5 j
Segundo
0-8 cm
93.9 ab
93.4 abc
72.0 g
80.2 ef
8-20 cm
88.8 cd
87.8 d
63.6 h
77.7 fg
+
Estandarización del parámetro porciento de saturación de Na intercambiable (%).
Primer
0-8 cm
99.7 a
99.5 a
97.1 b
92.4 c
8-20 cm
99.7 a
99.5 a
96.5 b
92.3 c
Segundo
0-8 cm
100.0 a
99.9 a
99.3 a
99.1 a
8-20 cm
100.0 a
99.9 a
99.3 a
99.1 a
Estandarización del parámetro CICE (%)
Primer
0-8 cm
86.8 bcdef
88.7 abc
84.9 f
80.8 g
8-20 cm
88.8 ab
89.7 a
85.2 ef
70.0 g
Segundo
0-8 cm
87.4 bcd
86.2 def
69.8 h
62.8 i
8-20 cm
86.7 cdef
87.0 bcde
70.0 h
61.1 i
Estandarización del parámetro Cu extraíble (%).
Primer
0-8 cm
92.2 b
91.5 bc
99.6 a
99.7 a
8-20 cm
82.5 d
88.5 c
99.6 a
99.7 a
Segundo
0-8 cm
82.0 de
79.1 ef
99.2 a
98.9 a
8-20 cm
79.9 de
76.5 f
99.2 a
98.8 a
Estandarización del parámetro Fe extraíble (%).
Primer
0-8 cm
14.6 d
4.7 fg
94.5 a
94.7 a
8-20 cm
5.8 efg
3.2 fg
94.6 a
93.2 ab
Segundo
0-8 cm
8.5 e
4.5 fg
89.9 bc
91.8 abc
8-20 cm
6.9 ef
2.8 g
89.0 c
90.1 bc
Estandarización del parámetro Mn extraíble (%).
Primer
0-8 cm
89.0 b
76.2 c
99.4 a
99.0 a
8-20 cm
29.9 f
45.3 e
99.4 a
99.2 a
Segundo
0-8 cm
76.4 c
73.4 c
99.0 a
98.6 a
8-20 cm
64.2 d
51.6 e
99.0 a
98.6 a
Estandarización del parámetro Zn extraíble (%).
Primer
0-8 cm
100.0 a
100.0 a
95.7 abc
93.8 c
8-20 cm
95.3 bc
99.1 ab
100.0 a
100.0 a
Segundo
0-8 cm
100.0 a
100.0 a
100.0 a
100.0 a
8-20 cm
100.0 a
100.0 a
100.0 a
100.0 a
100
Medias con letras similares no son significativamente diferentes. DMS Fisher
(P<0.05).
Apéndice 5. Calificaciones de porciento de calidad de suelo (estandarización) de
parámetros físicos del suelo.
Muestreo
Profundidad
Yauco
San Antón
Cultivado No Cultivado Cultivado No Cultivado
Estandarización del parámetro densidad aparente (Si) (%).
Primer
0-8 cm
67.2 bcd
69.4 b
59.6 e
47.1 g
8-20 cm
66.1 cd
69.8 b
52.6 f
54.4 f
Segundo
0-8 cm
73.7 a
70.0 b
65.0 d
45.3 g
8-20 cm
68.3 bc
59.6 e
58.7 e
40.1 h
Estandarización del parámetro estabilidad de agregados (Si) (%).
Primer
0-8 cm
77.9 bc
62.1 efgh
50.3 j
82.5 ab
8-20 cm
85.0 ab
88.6 a
56.1 ghij
73.4 cd
Segundo
0-8 cm
57.8 fghij
60.3 fghi
64.6 efg
69.3 cde
8-20 cm
65.6 def
63.2 efg
51.9 ij
53.6 hij
Estandarización del parámetro resistencia a penetración (Si) (%).
Primer
0-8 cm
99.6
99.9
100
51.3
8-20 cm
71.1
74.9
60.3
0
Segundo
0-8 cm
100
99.7
100
95
8-20 cm
95.6
65.7
74.5
0
Medias con letras similares no son significativamente diferentes. DMS Fisher
(P<0.05).
Apéndice 6. Calificaciones de porciento de calidad de suelo (estandarización) de
parámetros biológicos del suelo.
Muestreo
Profundidad
Yauco
San Antón
Cultivado No Cultivado Cultivado No Cultivado
Estandarización del parámetro respiración basal (Si) (%).
Primer
0-8 cm
82.3 a
83.3 a
59.8 e
82.3 a
8-20 cm
44.3 h
56.0 f
32.7 j
80.6 g
Segundo
0-8 cm
64.2 c
62.4 d
59.8 e
71.1 b
8-20 cm
43.4 h
40.4 i
49.8 g
43.5 h
Estandarización del parámetro DHA (Si) (%).
Primer
0-8 cm
25.0 cd
37.7 bc
61.0 a
57.7 a
8-20 cm
16.2 d
35.3 bc
57.9 a
36.3 bc
Segundo
0-8 cm
30.2 cd
30.6 cd
15.4 d
49.5 ab
8-20 cm
28.6 cd
17.8 d
16.3 d
28.1 cd
101
Medias con letras similares no son significativamente diferentes. DMS Fisher
(P<0.05).
Apéndice 7. Calificaciones de los índices de calidad de suelos.
Muestreo
Profundidad
Yauco
San Antón
Cultivado No Cultivado Cultivado No Cultivado
Calificaciones del índice de calidad de suelo por sumatoria (SQIA) (%).
Primer
0-8 cm
78.3 ab
77.3 bc
79.2 a
78.6 ab
8-20 cm
66.4 h
70.7 ef
73.1 d
71.5 de
Segundo
0-8 cm
73.1 d
71.6 de
75.9 c
75.8 c
8-20 cm
67.9 gh
63.0 i
69.4 fg
67.6 gh
Calificaciones de la disponibilidad de nutrimentos (DN) (%).
Primer
0-8 cm
81.6 cde
80.2 ef
84.5 ab
84.7 a
8-20 cm
71.2 ij
74.1 h
82.6 bcd
81.6 cde
Segundo
0-8 cm
76.4 g
74.7 gh
82.1 cde
83.3 abc
8-20 cm
73.1 hi
69.7 j
79.0 f
80.6 def
Calificaciones del potencial para la proliferación de raíces (PR) (%).
Primer
0-8 cm
81.6 a
77.0 b
69.9 ef
60.0 g
8-20 cm
71.1 def
73.5 cd
53.6 h
50.1 i
Segundo
0-8 cm
77.1 b
72.9 de
76.5 bc
58.8 g
8-20 cm
68.4 f
59.0 g
54.9 h
37.0 j
Calificaciones de un ambiente favorable para la flora microbiana (AFFM) (%).
Primer
0-8 cm
53.7 bcd
60.5 b
60.4 b
70.0 a
8-20 cm
30.2 hi
45.6 e
45.3 ef
43.4 efg
Segundo
0-8 cm
47.2 de
50.8 cde
37.6 fgh
55.9 bc
8-20 cm
36.0 ghi
29.1 i
33.0 hi
35.8 ghi
Primer índice de calidad de suelo por peso (SQIW1) (%).
Primer
0-8 cm
76.0 a
75.0 ab
73.9 bc
71.9 cd
8-20 cm
63.0 gh
68.2 f
60.2 i
61.3 hi
Segundo
0-8 cm
70.8 de
69.2 ef
71.0 de
68.0 f
8-20 cm
63.3 g
57.3 j
63.5 g
54.2 k
Segundo índice de calidad de suelo por peso (SQIW2) (%).
Primer
0-8 cm
71.6 a
71.9 a
70.9 a
70.8 a
8-20 cm
56.9 de
63.8 b
59.9 c
57.8 cde
Segundo
0-8 cm
66.2 b
65.5 b
64.7 b
65.3 b
8-20 cm
58.6 cd
52.1 f
55.1 e
50.6 f
Primer índice de calidad de suelo por componente principal SQIPC1 (%).
Primer
0-8 cm
48.9 g
45.4 hi
79.6 b
82.9 a
8-20 cm
40.2 k
431 ij
75.5 d
76.2 cd
Segundo
0-8 cm
48.5 g
45.8 h
74.7 d
78.7 bc
102
8-20 cm
46.6 gh
42.1 jk
65.9 f
69.3 e
Segundo índice de calidad de suelo por componente principal (SQIPC2) (%).
Primer
0-8 cm
70.8 bc
75.3 a
76.4 a
74.5 ab
8-20 cm
66.8 cd
74.2 ab
73.5 ab
65.2 de
Segundo
0-8 cm
66.6 cd
65.8 de
55.9 f
62.7 de
8-20 cm
65.5 de
62.0 e
51.6 f
52.4 f
Tercer índice de calidad de suelo por componente principal (SQIPC3) (%).
Primer
0-8 cm
82.7 b
86.7 a
70.1 de
82.6 b
8-20 cm
57.7 h
66.6 ef
57.6 h
64.5 fg
Segundo
0-8 cm
75.2 c
75.3 c
62.7 g
70.5 d
8-20 cm
62.4 g
54.6 h
50.9 i
56.2 h
Medias con letras similares no son significativamente diferentes. DMS Fisher
(p<0.05).
Apéndice 8. Resistencia a penetración.
Profundidad
Yauco (MPa)
San Antón (MPa)
Primer muestreo
Segundo muestreo
Primer muestreo
Segundo muestreo
No
Cultivo
No
Cultivo
No
Cultivo
No
Cultivo
cultivo
cultivo
cultivo
cultivo
1
2.5 cm
0.09 b
0.06 b
0.36 b
0.03 b
0.38 ab
0.03 b
0.49 a
0.02 b
2
5.1 cm
0.13 bc
0.12 bc
0.60 ab
0.04 c
0.55 abc
.09 bc
0.89 a
0.04 c
3
7.6 cm
0.21 c
0.20 cd
0.89 b
0.12 cd
1.99 a
0.11 cd
1.66 a
0.07 d
4 10.2 cm
0.31 c
0.27 c
1.09 b
0.26 cd
2.28 a
0.15 cd
2.40 a
0.11 d
5 12.7 cm
0.54 b
0.42 bc
1.30 b
0.55 b
3.03 a
0.33 bc
3.04 a
0.31 c
6 15.2 cm 0.78 bc
0.66 c
1.47 b
0.88 bc
3.28 a
0.71 bc
3.53 a
0.68 c
7 17.8 cm
1.66 b
1.03 c
1.15 bc
1.10 c
3.27 ab
1.14 bc
3.67 a
1.22 bc
8 20.3 cm 1.63 bc
1.63 bc
1.87 bc
1.40 c
3.30 ab
1.93 bc
3.73 a
1.87 bc
9 22.9 cm
2.16 b
2.17 b
2.15 b
1.75 b
3.31 ab
2.36 ab
3.77 a
2.36 ab
10 25.4 cm
2.66 a
2.62 a
2.31 a
2.16 a
3.90 a
3.08 a
3.84 a
3.06 a
Medias con letras similares (horizontalmente) no son significativamente diferente. DMS Fisher
(p<0.05).
103
BIPLOT PCA
pH
0.5
MO
P
0.4
CIC
0.3
EA
Da
CP2
0.2
RP
DHA
0.1
RB
0
-0.4
-0.3
-0.2
-0.1
0
0.1
0.2
0.3
0.4
Mg
Cu
-0.1
Fe
-0.2
CP1
Mn
Apéndice 9: Biplot de la distribución de vectores de variación.
104