MARZO 2017
AGROBIODIVERSIDAD
SU INTEGRACIÓN EN
LA GESTIÓN DE LAS
POLÍTICAS PÚBLICAS
Y SU ABORDAJE EN LA
ESTRATEGIA NACIONAL
DE BIODIVERSIDAD 2030
Elaborado por: Proyecto Agrobiodiversidad, FAO, MAGAP, INIAP, Fundación Heifer-Ecuador.
L
a biodiversidad agrícola es un término
amplio que incluye todos los componentes de la diversidad biológica de relevancia para la alimentación y la agricultura, y todos los componentes de la
diversidad biológica que constituyen los ecosistemas
agrícolas, también llamados agro-ecosistemas: la variedad y variabilidad de animales, plantas y microorganismos, en los niveles genético, especies y ecosistemas, que son necesarios para mantener las funciones
clave del agro-ecosistema, su estructura y procesos”
–COP5. Decisión V/5, Apéndice– (CDB, 2000).
Esta definición ofrece una mirada amplia del valor que
tiene la biodiversidad en su conjunto y no solamente aquella que está integrada a los sistemas agrícolas
de producción y articulada a circuitos de mercado e
intercambio. Los recursos genéticos provenientes de
los ecosistemas acuáticos, oceánicos y marino costeros, constituyen una fuente esencial de proteína, vitaminas, minerales y grasas, para la gran mayoría de la
población ecuatoriana. De igual manera, los recursos
genéticos forestales, maderables y no maderables, así
como los recursos genéticos que forman parte de la
biodiversidad silvestre, constituyen para la población
ecuatoriana un recurso estratégico que garantiza su
soberanía alimentaria.
b i od i v er s i d a d 2 0 3 0
Aportes al
debate de la
política ambiental
AMBIENTE 2035 - aportes al debate de la política ambiental
Ambiente 2035
n úm er o - 0 0 6
01
02
1. Introducción
“La biodiversidad ha permitido que los sistemas agrícolas evolucionen desde que la agricultura fue inicialmente desarrollada hace unos 10.000 años en regiones como Mesopotamia,
Nueva Guinea, China, Meso-América y Los Andes. A través del mundo existe ahora una gran
diversidad de sistemas agrícolas que van, por ejemplo, de los arrozales en Asia, al sistema de
pastoreo de tierra irme de África, y a la ganadería en las colinas y las montañas de América
del Sur. Según la FAO, alrededor de 7.000 especies de plantas se han cultivado desde que
el hombre comenzó la agricultura. Sin embargo, apenas 30 cultivos proporcionan aproximadamente el 90% de las necesidades de energía alimenticia de la población mundial, y
sólo cuatro –arroz, trigo, maíz y papas– satisfacen más de la mitad de nuestras necesidades
energéticas. De la cifra conocida de mamíferos y aves, entre 30 y 40 se han domesticado para
la producción de alimentos y menos de 14 especies—incluyendo el ganado, las cabras, las
ovejas, los búfalos y las gallinas—representan el 90% de la producción mundial de ganado”
(Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica, 2008).
E
cuador, uno de los 20 países mega-biodiversos del planeta1, alberga una importante y
aún poco conocida diversidad de recursos ito y zoo genéticos esenciales para garantizar la seguridad y la soberanía alimentaria de la población. La sostenibilidad de su
conservación y uso, al igual que ocurre con la diversidad biológica en su conjunto, ha
estado históricamente enfrentada con una visión rentista y de corto plazo que sustentó
el modelo de desarrollo nacional. No obstante, desde inales del siglo pasado, distintos colectivos ciudadanos, institutos de investigación, organizaciones sociales y no gubernamentales, alzaron su voz para
alertar sobre la necesidad de incorporar la agrobiodiversidad en la gestión de la política pública, en un
intento por cuidar este recurso estratégico para el Estado y para la sobrevivencia de pueblos y nacionali1
www.cbd.int/doc/meetings/cop/cop-13/information/cop-13-inf-45-en.pdf
Ecuador
uno de los
Frente a ello, varios foros globales y espacios
de debate nacional han coincidido en la necesidad de integrar la agrobiodiversidad de
manera efectiva en la gestión de las políticas
de desarrollo a nivel nacional, sectorial o subnacional (Ervin, 2016; CDB, UNDP, UNEP,
2013), así como en la articulación sustantiva
de la acción gubernamental con la iniciativa
privada y el emprendimiento social que garantice soberanía sobre nuestro sistema alimentario y la producción de alimentos sanos, suicientes
y nutritivos. Precisamente, el presente documento, ofrece
una visión panorámica de los esfuerzos del Ecuador por
incorporar el tratamiento de la agrobiodiversidad en el
marco nacional de planiicación y políticas públicas, así
como de su abordaje desde el enfoque de la soberanía alimentaria y el resultado de su integración en la Estrategia
Nacional de Biodiversidad 2030 y su Plan de Acción para
el período 2016-2021.
20
países
Los últimos informes nacionales sobre el estado de la
biodiversidad (MAE, 2015) y de la agrobiodiversidad
(INIAP, 2015), son recurrentes en mencionar a la deforestación, el cambio de uso de la tierra, la contaminación y
la introducción de especies exóticas, como los principales
factores que ponen en riesgo a la agrobiodiversidad. Sin
embargo, también es necesaria una mirada crítica a los
procesos de modernización capitalista del agro, así como
a las tendencias globales del mercado que sustituyen há-
b i od i v er s i d a d 2 0 3 0
La Política y Estrategia Nacional de Biodiversidad, formulada en el año 2001, recogió las primeras relexiones y
aportes ciudadanos. Sin embargo, fue en el año 2008 que
inalmente se consagró en la Constitución de la República, una visión coherente del signiicado de la
agrobiodiversidad para la nación y del rol que
debe asumir el Estado para cautelar su integridad. No solamente por su trascendencia
para alcanzar los objetivos del buen vivir de la
población, sino por el derecho que tienen la
naturaleza a su existencia, al mantenimiento y
regeneración de sus ciclos vitales, funciones y
procesos evolutivos. A partir de ahí, son varias
las políticas públicas, instrumentos jurídicos
y declaraciones que se han formulado en favor
de la agrobiodiversidad. Desde la sociedad mega-biodiversos
civil, también son numerosas las iniciativas
del planeta
que han tenido lugar y que han aportado en
su protección, recuperación y uso sostenible.
AMBIENTE 2035 - aportes al debate de la política ambiental
bitos alimentarios de la población y estimulan formas de
consumo de productos importados y de rápida preparación. Hoy en día es más frecuente encontrar familias que
desconocen la diversidad alimentaria del país y las distintas formas de uso de la agrobiodiversidad. Este fenómeno,
sumado a la conveniencia económica de los productores,
que preieren la siembra de variedades mejoradas y sistemas de monocultivo para aprovechar las oportunidades de mercado para sus
cosechas, también está conduciendo a la erosión genética de la agrobiodiversidad.
dades que han mantenido una íntima relación con ella.
n úm er o - 0 0 6
03
04
2. Elementos del debate nacional en
torno a la agrobiodiversidad
“La diversidad biológica ha sido y es utilizada para beneicio de la población ecuatoriana y ha permiti-
n úm er o - 0 0 6
05
do el desarrollo del país. La biodiversidad agrícola y pecuaria, o agrobiodiversidad, ha sido y continúa
C
on esta declaración, recogida a inicios
del presente siglo en la Estrategia Nacional de Biodiversidad 2001-2010,
el Estado ecuatoriano daba una clara
muestra del valor estratégico otorgado
a la agrobiodiversidad, al tiempo que airmaba su voluntad
de adhesión al cumplimiento del Programa de Trabajo sobre Diversidad Biológica Agrícola, especialmente el Elemento 4 del Programa, según el cual se proponía: “Prestar
apoyo al desarrollo de planes o estrategias nacionales para
la conservación y utilización sostenible de la diversidad
biológica agrícola y promover su incorporación e integración en planes y programas sectoriales e intersectoriales”
(CDB, 2000). De acuerdo a ello, el Ecuador propuso desarrollar las siguientes líneas de acción (MAE, 2001):
1. La diversiicación de la base de producción de alimentos y estimulación de la oferta y demanda local de
especies y variedades nativas.
2. La promoción de la exportación de productos de la
agrobiodiversidad nativa (en su mayoría no tradicionales y nuevos), mediante el estudio de los mercados
internacionales; el desarrollo de estrategias de penetración y promoción en los mercados más promisorios, con garantías de calidad y volumen; y el incentivo a la exportación de estos productos.
3. El impulso a la adopción de prácticas, tecnologías y
procesos de producción limpia en las actividades actuales, el desarrollo progresivo de la agroecología, la
recuperación de suelos y el buen uso de los recursos,
especialmente del agua. La progresiva sustitución de
los químicos más peligrosos y el desarrollo y fomento
a la producción orgánica y biológica con énfasis en el
control biológico.
4. El desarrollo de mecanismos para garantizar la eiciencia y sustentabilidad de los bancos de germoplas-
ma de la agrobiodiversidad; asegurar su recuperación
ante eventos catastróicos; evaluar su funcionamiento y sostenibilidad; propiciar la inversión privada,
con ines de asociación para el comercio de variedades nacionales; y, formar talentos humanos para la
administración de los bancos genéticos.
Estas propuestas fueron en aquel momento necesarias,
ya que varios datos reportados para ese año alertaban sobre la erosión genética que estaba sufriendo la agrobiodiversidad (Estrella & Nieto, 2000). Luego de 16 años,
muchos son los avances en la gestión de la agrobiodiversidad, pero también son muchos los temas pendientes.
Los Informes Nacionales enviados por el Ecuador a la
Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica,
evidencian aportes sustantivos, principalmente en el
ámbito constitucional y normativo, así como en el diseño
de políticas públicas. Sin embargo, subsisten las mismas
causas que a principios de siglo pusieron en riesgo la
conservación de la agrobiodiversidad y la sostenibilidad
de los modelos de producción que aseguren la provisión
de alimentos sanos, seguros y asequibles para la población ecuatoriana.
El INIAP, por ejemplo, mencionaba en el año 2008 que:
“La Región Amazónica y el archipiélago de Galápagos
han sido identiicados como los más prioritarios para
realizar estudios de inventarios y conservación de los
recursos itogenéticos, por su alta susceptibilidad a los
peligros de erosión genética causados por la expansión
de las áreas agrícolas, los asentamientos urbanos, la
ampliación de la infraestructura vial, la introducción de
plantas y animales invasores y la explotación petrolera.
En el siguiente lugar de prioridad está la Región Sierra,
que en la actualidad enfrenta amenazas de deforestación
y erosión de sus suelos que causan la perdida de la bio-
AMBIENTE 2035 - aportes al debate de la política ambiental
población” (MAE, 2001).
b i od i v er s i d a d 2 0 3 0
siendo la base de la economía y desarrollo del Ecuador y ha protegido la seguridad alimentaria de la
06
diversidad andina. En la tercera posición, en términos de
prioridad para el estudio y el inventario de sus recursos
itogenéticos, está la Región Costa que abarca el área
más explotada del país, en donde los daños causados
por las empresas madereras y camaroneras y los sistemas
agrícolas extensivos han destruido casi la totalidad de los
bosques secos y mangles del Litoral” (INIAP, 2008).
En la actualidad, no se puede airmar que haya mejorado
el escenario analizado por Estrella y Nieto en el 2000
o por el INIAP en el 2008. La Secretaría Técnica para
la Erradicación de la Pobreza, por ejemplo, señala que
“predomina el patrón productivo derivado de la «revolución verde», altamente dependiente de insumos agroquímicos y desarrollos tecnológicos intensivos en capital.
La modernización de la producción agro-empresarial se
ve acompañada por problemas de eutroización por descarga, contaminación y pérdida de biodiversidad, provocando impactos ambientales mayores como la deforestación, la destrucción de hábitats, la emisión de gases de
efecto invernadero, la simpliicación de la diversidad ambiental y la coniguración de agroecosistemas inestables
sujetos a enfermedades y plagas. Cada vez es más clara
la relación epidemiológica entre el uso de pesticidas,
herbicidas y fungicidas, y la creciente incidencia de ma-
les como alergias, diabetes, estrés oxidativo, problemas
hormonales y reproductivos, e inclusive cáncer, entre
otros” (Senplades, 2014).
La visión planteada por la Senplades es compartida por
la ciudadanía, la misma que en varios foros ha expresado también su preocupación ante la falta de rigurosidad
a la hora de poner en práctica las políticas públicas que
se han diseñado para proteger la agrobiodiversidad y garantizar la sustentabilidad ambiental del modelo agrario.
Entre otros criterios, se ha reiterado la percepción que
el país no ha logrado apartarse del modelo extractivista y
primario exportador, que históricamente incentivó formas de producción basadas en la revolución verde, con
un claro énfasis en sistemas de monocultivo, aplicación
de agrotóxicos, uso de semillas híbridas, sistemas de labranza intensiva y la subordinación del campesinado al
agro-negocio, perdiendo así autonomía y soberanía alimentaria y contribuyendo a la degradación ambiental a
la que conllevan los monocultivos (Segundo Encuentro
Nacional de Agroecología, 2014).
Esta percepción ciudadana es recogida en un reciente
informe preparado por el INIAP, el mismo que señala:
“Las políticas extractivas como las acciones de incen-
“Muchas prácticas modernas y enfoques a la intensiicación dirigidas a lograr altos
rendimientos, han dado lugar a una simpliicación de los componentes de los sistemas
agrícolas, la biodiversidad y los sistemas de producción ecológicamente inestable.
Estos incluyen el uso de monocultivos, con reducción de la diversidad de cultivos
y la eliminación de la rotación o sucesión de cultivos, el uso de variedades de alto
rendimiento y los híbridos con la pérdida de variedades tradicionales y la diversidad
n úm er o - 0 0 6
07
junto con una alta necesidad de insumos de fertilizantes inorgánicos, el control de las
o biológicos. La tierra y la conversión de hábitat a gran escala de la producción agrícola,
incluyendo el drenaje de la tierra y de transformación de los humedales que también
ha causado una pérdida signiicativa de la diversidad biológica. La homogeneización de
la agricultura con el paisaje, eliminación de los espacios naturales, incluidos los setos,
arboledas y los humedales, a in de lograr mayor escala de las unidades de producción
a gran escala para la producción mecanizada ha llevado también a la disminución de la
biodiversidad y los servicios ecológicos”
(Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica, 2008)
tivo a la extracción minera y de hidrocarburos siempre
son potencialmente actividades que podrían ser agentes
causales de riesgo, amenaza y en algunos casos pérdida
de la biodiversidad y con ella de los recursos genéticos
de interés para la alimentación y la agricultura. Además,
la visión «simplista» sobre los bosques y ecosistemas, de
señalar que solo sirven para proveer madera o en otros
casos que «no tienen valor», ha llevado en otros gobiernos al diseño e implementación de políticas públicas
que conducen a la deforestación y/o cambio de uso de la
tierra, desde ecosistemas primarios a agroecosistemas y
con ello, a la pérdida de recursos genéticos importantes
para la alimentación y la agricultura, en todas sus categorías de uso y aplicación” (INIAP, 2015).
La problemática descrita, que por cierto no es exclusiva del contexto ecuatoriano, debe ser entendida como
parte de una tendencia global que ubica a la agricultura y a la biodiversidad en una permanente tensión. El
crecimiento constante de la población y la consecuente
demanda mundial de alimentos, sumado al cambio en
los hábitos alimentarios y patrones de consumo, han
creado el marco apropiado para el lorecimiento de una
agricultura intensiva en el uso de insumos, concentradora de los medios de producción, de alta capacidad
de inversión y de generación de renta, que coloca mercancías más que alimentos en los circuitos globales de
consumo. Por lo tanto, si bien es cierto que la agricultura moderna ha aumentado la producción de bienes
comestibles, no es menos cierto que también ha sido
responsable de la pérdida de la biodiversidad y la erosión genética de la diversidad agrícola.
Esta visión de la agricultura es poco consecuente con el
derecho que tiene la naturaleza a su existencia, al mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos; así como al derecho de las personas y colectividades al acceso seguro y
permanente a alimentos sanos, suicientes, nutritivos y
culturalmente apropiados (Constitución de la República del Ecuador, 2008). Así, el incremento de la frontera agrícola, el cambio de uso de suelos con alto valor
de conservación, el uso intensivo de agroquímicos, la
simpliicación de los sistemas de producción, la re-concentración de la tierra o el desplazamiento de familias
campesinas e indígenas, son apenas algunas de las manifestaciones de un modelo agropecuario insostenible
e incompatible con los principios constitucionales que
abrazó el Ecuador cuando decidió asumir un modelo de
desarrollo basado en el Buen Vivir.
AMBIENTE 2035 - aportes al debate de la política ambiental
(herbicidas, insecticidas y fungicidas) tratamientos, más que de los métodos mecánicos
b i od i v er s i d a d 2 0 3 0
malas hierbas, las plagas y las enfermedades sobre la base de productos químicos
08
3. La agrobiodiversidad,
una mirada breve desde
Nairobi a Cancún.
“Se estima que alrededor de tres cuartas partes de la diversidad
genética de los cultivos agrícolas se ha perdido durante el último
siglo. El 90% de nuestra energía de alimentos y proteínas proviene
tan sólo de 15 plantas y 8 especies de animales” (CDB, 2016).
L
a preocupación mundial sobre la agrobiodiversidad ha estado presente desde la primera Conferencia de las Partes
(COP) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB),
celebrada en el año 1994. Esto condujo a que en 1996 se
establezca un programa multianual de trabajo sobre la diversidad biológica agrícola, que inalmente fue aprobado en Nairobi, en el marco
de la COP5 que tuvo lugar en el año 2000. Este programa deinió como objetivos: a) Promover los efectos positivos y mitigar los impactos negativos de las
prácticas agrícolas sobre la biodiversidad en los agroecosistemas y su interfaz
con otros ecosistemas; b) Promover la conservación y el uso sostenible de los
recursos genéticos de actual y potencial valor para la alimentación y la agricultura; y, c) Asegurar la participación y promover la distribución justa y equitativa
de los beneicios derivados de la utilización de los recursos genéticos para la
alimentación y la agricultura.
La necesidad de dar respuesta a la crisis alimentaria global, motivó para que la
Conferencia de la FAO en 2001 adopte el Tratado Internacional sobre Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (TIRFAA), que entró
en vigor en el 2004. Los objetivos de este Tratado son: la conservación y la
utilización sostenible de los recursos itogenéticos para la alimentación y la
agricultura; y, la distribución justa y equitativa de los beneicios derivados de su
utilización, en armonía con el Convenio sobre la Diversidad Biológica, para una
agricultura sostenible y la seguridad alimentaria (FAO, 2009). De esta manera
se consolidó un claro direccionamiento en el abordaje de la «diversidad agrobiológica», desde la perspectiva del valor que tienen los sistemas de producción
agropecuaria en inca, así como de la importancia de la conservación in situ de
aquellas plantas silvestres aines a las cultivadas y de las plantas silvestres para
la producción de alimentos. Esta visión sería determinante en el rumbo que se
siguió en el tratamiento de este tema a nivel global.
Años más tarde, en el 2009, los Jefes de Estado y Gobierno de todas las naciones
del mundo, preocupados por la agudización de la crisis alimentaria que afectaba en aquel año a una sexta parte de la población mundial, se dieron cita en la
Cumbre Mundial sobre la Seguridad Alimentaria, para reairmar el derecho que
Estos dos instrumentos, el Plan estratégico para la diversidad biológica y el Programa de trabajo conjunto sobre la
Así, luego de seis años de haber iniciado su implementación, las Metas de Aichi han llegado a ser mucho más que
un marco de referencia a nivel global; en el caso concreto de la agrobiodiversidad, han permitido posicionar a la
biodiversidad en su conjunto como el elemento clave para
asegurar la alimentación y la agricultura, bajo una comprensión más amplia y cabal de la importancia que tienen
todos los ecosistemas terrestres y acuáticos para garantizar
el derecho de las personas: a alimentos sanos, saludables,
suicientes y nutritivos. De igual manera, la perspectiva
de análisis y de acción que ofrecen las Metas de Aichi, ha
facilitado un abordaje integral del estado y tendencias de
la agrobiodiversidad, tanto de sus valores tangibles como
intangibles; así como también ha contribuido a un análisis
más objetivo de cuáles son los impulsores de cambio, un
entendimiento más profundo de los beneicios generados
por los ecosistemas y las respuestas que los Estados nacionales deben adoptar para incrementar las oportunidades
para su conservación y uso sostenible.
b i od i v er s i d a d 2 0 3 0
Luego de una década de haberse implementado el programa
multianual de trabajo sobre la diversidad biológica agrícola,
la COP10 del CDB volvió a recordar la importancia de la diversidad biológica agrícola para la seguridad alimentaria y la
nutrición, en especial ante las evidencias del fenómeno del
cambio climático y sus impactos en la seguridad alimentaria
y en el sector agrícola. También tomó nota del signiicativo aporte del plan de trabajo conjunto de las secretarías del
CDB, la FAO y su Comisión de Recursos Genéticos para
la Alimentación y la Agricultura, y dispuso el diseño de la
segunda etapa de su programa de trabajo en relación con
las Metas de Aichi y el Plan Estratégico para la Diversidad
Biológica 2011-2020 (CDB, 2010), particularmente en
relación con la Meta 7 de Aichi, que propone: “Al 2020 las
zonas destinadas a agricultura, acuicultura y silvicultura se
gestionarán de manera sostenible, garantizándose la conservación de la diversidad biológica” (CDB, 2010).
diversidad biológica agrícola, marcaron en su momento un
punto de inlexión en el abordaje de la agrobiodiversidad
en el plano internacional. En efecto, a pesar que el CDB
asumió en el 2000 una deinición amplia, por más de una
década se dio un mayor énfasis a la gestión de los «recursos itogenéticos para la agricultura y la alimentación», sin
lograr una plena incorporación de los demás componentes
de la diversidad biológica que son esenciales para alcanzar
la soberanía alimentaria. Es en la Decisión X/34 de la COP
10 que aparece explícitamente el vínculo de la diversidad
biológica agrícola con el cambio climático, con los recursos
zoogenéticos, con la gestión de paisajes agrícolas y los servicios ecosistémicos, recordando que lo primordial es garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición, en los términos
que fueron expresados en la Declaración de Roma (2009).
AMBIENTE 2035 - aportes al debate de la política ambiental
tienen todas las personas de acceder a alimentos suicientes, inocuos y nutritivos. En el marco de esta Cumbre se
adoptó la Declaración de Roma, la misma que resolvió: “…
promover nuevas inversiones con objeto de incrementar
la producción agrícola sostenible y la productividad de la
agricultura, reducir la pobreza y obrar por el logro de la seguridad alimentaria y el acceso a los alimentos para todos”;
así como también decidió: “Afrontar de forma proactiva
los retos que plantea el cambio climático para la seguridad
alimentaria mundial y las necesidades de adaptación de la
agricultura y mitigación en ella, así como aumentar la capacidad de respuesta de los productores agrícolas ante el
cambio climático, con especial atención a los pequeños
agricultores y las poblaciones vulnerables” (FAO, 2009).
n úm er o - 0 0 6
09
10
4. Avances en la
integración de la
agrobiodiversidad en las
políticas públicas
E
n el ámbito nacional, el llamado a la acción global en favor de la agrobiodiversidad ha sido motivo de una larga y
profunda reflexión desde la sociedad civil y las instancias
gubernamentales. Es así que en la Constitución de la República, aprobada mediante referéndum en el año 2008,
aparecen no menos de diez artículos que hacen referencia al derecho
que tiene la población para tener un acceso seguro y permanente a alimentos sanos, saludables, suficientes y nutritivos, preferentemente producidos a nivel local y en correspondencia con sus diversas identidades
y tradiciones culturales (Artículos 13, 32, 66 y 281); así como al deber
que tiene el Estado de garantizar la conservación y el uso sustentable
de la biodiversidad y todos sus componentes, en particular la biodiversidad agrícola como elemento fundamental para alcanzar la soberanía
alimentaria (Artículos 14, 57, 250, 281, 397, 400, 404 y 410). Estas
garantías son el resultado de un largo proceso de reivindicación de las
organizaciones sociales, de campesinos y agricultores, que llevaron a la
Constituyente de Montecristi una visión renovada de la relevancia de la
agrobiodiversidad para alcanzar el sumak kawsay.
De manera puntual, se debe mencionar al Art. 57 de
la Constitución de la República, donde “Se reconoce y garantiza a las comunas, comunidades, pueblos
y nacionalidades indígenas (…) los siguientes derechos colectivos: Numeral 8: Conservar y promover
sus prácticas de manejo de la biodiversidad y de su
entorno natural. El Estado establecerá y ejecutará
programas, con la participación de la comunidad,
para asegurar la conservación y utilización sustentable de la biodiversidad; Numeral 12: Mantener, proteger y desarrollar los conocimientos colectivos; sus
ciencias, tecnologías y saberes ancestrales; los recursos genéticos que contienen la diversidad biológica
y la agrobiodiversidad; sus medicinas y prácticas de
medicina tradicional, con inclusión del derecho a
recuperar, promover y proteger los lugares rituales
y sagrados, así como plantas, animales, minerales y
ecosistemas dentro de sus territorios; y el conocimiento de los recursos y propiedades de la fauna y la
flora”. Esta disposición es fundamental, pues es incuestionable que los territorios de los pueblos y nacionalidades se encuentran menos intervenidos con
«sistemas modernos de producción agropecuaria» y,
por lo tanto, guardan un valioso acervo de recursos
genéticos y conocimientos tradicionales asociados.
Es también importante destacar la Ley Orgánica del
Régimen de la Soberanía Alimentaria (LORSA), que
entró en vigor a partir de 2009, en donde se establecen los mecanismos para que el Estado cumpla con su
obligación de garantizar a las personas, comunidades
y pueblos la autosuficiencia de alimentos sanos, nutritivos y culturalmente apropiados de forma permanente. En este cuerpo normativo, la protección de la
agrobiodiversidad y las semillas nativas constituyen
los ejes fundamentales, al afirmar que: “El Estado así
como las personas y las colectividades protegerán,
conservarán los ecosistemas y promoverán la recuperación, uso, conservación y desarrollo de la agrobiodiversidad y de los saberes ancestrales vinculados a
ella. Las leyes que regulen el desarrollo agropecuario
y la agrobiodiversidad crearán las medidas legales e
institucionales necesarias para asegurar la agrobiodiversidad, mediante la asociatividad de cultivos, la investigación y sostenimiento de especies, la creación
de bancos de semillas y plantas y otras medidas similares así como el apoyo mediante incentivos financieros a quienes promuevan y protejan la agrobiodiversidad” (Art. 7).
En complemento, se debe mencionar también al
proyecto de Ley Orgánica de Agrobiodiversidad y
Semillas, que se debate actualmente en la Asamblea
Nacional, y que tiene por objeto regular el uso y conservación de la agrobiodiversidad en lo relativo a los
recursos fitogenéticos para la alimentación y la agri-
AMBIENTE 2035 - aportes al debate de la política ambiental
b i od i v er s i d a d 2 0 3 0
n úm er o - 0 0 6
11
12
cultura; además de normar el uso, conservación, calificación e intercambio libre de la semilla nativa, la
producción, certificación, comercialización importación, exportación y acceso a la semilla de calidad,
mediante la investigación y fomento. De esta manera,
queda claro el enfoque asumido en el campo legislativo y el interés que tiene el Estado ecuatoriano de
gestionar la agrobiodiversidad de manera responsable
y sostenible, aportando desde la perspectiva de los recursos fitogenéticos al cumplimiento del régimen del
buen vivir previsto en la Constitución de la República.
agrobiodiversidad” (MAGAP, 2016). Por su parte, en
el ámbito de los gobiernos autónomos descentralizados, el Código Orgánico de Organización Territorial,
Autonomía y Descentralización (COOTAD), expedido en el año 2010, asignó el ejercicio de fomento de
la seguridad alimentaria a los gobiernos regionales,
con una clara obligatoriedad de coordinar y articular
sus políticas y acciones con todos los gobiernos autónomos descentralizados de su circunscripción territorial en el ejercicio de sus competencias de fomento de
desarrollo agropecuario y productivo.
El desarrollo de un marco constitucional y jurídico
adecuado, ha sido propicio para transversalizar la
gestión de la agrobiodiversidad en la planificación nacional y sectorial. Así, el Plan Nacional para el Buen
Vivir 2013-2017, define un lineamiento de política
orientado a “Fortalecer la aplicación de la normativa para la conservación, recuperación y protección
de los recursos genéticos de la agrobiodiversidad y
especies silvestres emparentadas, a fin de reducir la
erosión genética y garantizar la soberanía alimentaria” (Senplades, 2013). De igual manera, con el propósito de detener los procesos de degradación de la
base productiva de los recursos naturales vinculados
a la actividad agropecuaria en los territorios rurales,
la Secretaría Técnica para la Erradicación de la Pobreza (SETEP) estableció como estrategia: “Transformar progresivamente los sistemas convencionales
de producción agropecuaria en sistemas agroecológicos y agroforestales, para garantizar la protección y
recuperación de la fertilidad de los suelos cultivables
y proteger la agrobiodiversidad” (Senplades, 2014).
Como se puede apreciar, en la última década ha existido un abordaje serio y riguroso en la elaboración de
leyes y políticas públicas relacionadas con la agrobiodiversidad. En la actualidad, las políticas públicas
sobre agrobiodiversidad son gestionadas desde una
dirección nacional que forma parte de la Subsecretaría de Agricultura del Ministerio de Agricultura,
Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP), desde
donde se articula a un amplio, diverso y complejo
mapa de actores a nivel nacional y local. Por su parte,
el Ministerio del Ambiente hace seguimiento al tema
desde la esfera del cumplimiento de los compromisos internacionales, principalmente en el ámbito del
CDB, aunque reconoce el papel fundamental que tiene esta Cartera de Estado en la gestión de políticas
orientadas hacia la conservación y uso sostenible de
la biodiversidad silvestre que también es fundamental
en la provisión de alimentos, tanto para los pueblos
y nacionalidades que viven y dependen de los ecosistemas naturales, así como para toda la población
ecuatoriana2.
A nivel sectorial, la política agropecuaria establecida
por el ente rector en esta materia, ha definido como
un lineamiento de gestión, la generación de “nuevos
conocimientos y tecnologías agregadoras de valor, potencializando la preservación, recuperación y uso de la
2
Comentario personal, Dr. Wilson Rojas, funcionario de la
Dirección Nacional de Biodiversidad y punto focal del CDB en el
Ecuador.
b i o d i v e r s i d a d 2 0 3 0
n ú m e r o - 0 0 6
13
AMBIENTE 2035 - aportes al debate de la política ambiental
14
L
a importancia de la agrobiodiversidad
y los desafíos que enfrenta su conservación, fueron abordados en la Estrategia Nacional de Biodiversidad 2030
(ENB) que ha sido oicializada de manera reciente por el Ministerio de Ambiente. La ENB
deine las prioridades del Estado ecuatoriano para focalizar acciones de protección, valoración, restauración,
investigación y uso sostenible del patrimonio natural.
Esta estrategia se organiza en 4 objetivos estratégicos y
20 resultados nacionales, cuidadosamente alineados con
el Plan Nacional de Desarrollo (PNBV) y el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 y las Metas de Aichi del CDB. Los temas relativos a la agrobiodiversidad están presentes en tres objetivos estratégicos
y seis resultados nacionales, con sus respectivas metas,
medidas y acciones a ser cumplidas en el período 20162021, para lograr una plena incorporación de la biodiversidad y los recursos genéticos en la coniguración de
la nueva matriz productiva del país.
OBJETIVO 1
Incorporar la biodiversidad, los bienes y los servicios ecosistémicos asociados, en la
gestión de las políticas públicas del Estado ecuatoriano
META 3 – AICHI
Para 2021, a más tardar, se habrán eliminado gradualmente o reformado los incentivos, incluidos los subsidios, perjudiciales
para la diversidad biológica, a in de reducir al mínimo o evitar los impactos negativos, y se habrán desarrollado y aplicado
incentivos positivos para la conservación y utilización sostenible de la diversidad biológica de conformidad con el Convenio
y otras obligaciones internacionales pertinentes y en armonía con ellos, tomando en cuenta las condiciones socioeconómicas nacionales.
RESULTADO 3 - ENBPA
Ecuador ha consolidado un portafolio de
incentivos para la protección, uso sostenible y restauración de la biodiversidad; y
se han puesto en marcha medidas para la
eliminación de los incentivos perversos
que limitan su conservación.
Meta 3.3: Para el 2021 se han eliminado subsidios e incentivos perversos
que estimulan el cambio de uso de la tierra en áreas prioritarias para conservación; la erosión genética de variedades cultivadas; la importación de
abonos, insecticidas, herbicidas y fungicidas; y la sobre-explotación de recursos pesqueros.
Meta 3.4: Para el 2021 se ha estructurado la bioindustria, en los segmentos
bienes ambientales y servicios ambientales, como una cadena integrada a
la nueva matriz productiva del país.
AMBIENTE 2035 - aportes al debate de la política ambiental
5. La Estrategia Nacional de Biodiversidad y su apuesta
por la agrobiodiversidad al 2030
b i od i v er s i d a d 2 0 3 0
n úm er o - 0 0 6
15
16
OBJETIVO 2
Reducir las presiones y el uso inadecuado de la biodiversidad a niveles que aseguren
su conservación
META 6 – AICHI
Para 2021, todas las reservas de peces e invertebrados y plantas acuáticas se gestionan y cultivan de manera sostenible y
lícita y aplicando enfoques basados en los ecosistemas, de manera tal que se evite la pesca excesiva, se hayan establecido
planes y medidas de recuperación para todas las especies agotadas, las actividades de pesca no tengan impactos perjudiciales importantes en las especies en peligro y los ecosistemas vulnerables, y los impactos de la pesca en las reservas,
especies y ecosistemas se encuentren dentro de límites ecológicos seguros.
RESULTADO 8 - ENBPA
Ecuador aprovecha de manera sostenible
los recursos marino-costeros y dulceacuícolas en los niveles industrial, artesanal y
de subsistencia, para garantizar la conservación de la biodiversidad y el desarrollo
de la actividad dentro de límites ecológicos seguros.
Meta 8.2: En el 2021 se han adoptado sistemas de producción acuícola,
técnica y económicamente viables y que facilitan el aprendizaje, particularmente en algas y moluscos.
Meta 8.3: Al 2021 se ha creado un entorno legal e institucional que facilita
el acceso a la maricultura comercial en las primeras 8 millas desde el borde costero, con acceso preferente a la maricultura artesanal y demarcando
áreas para su uso exclusivo.
META 7 – AICHI
Para 2021, las zonas destinadas a agricultura, acuicultura y silvicultura se gestionarán de manera sostenible, garantizándose
la conservación de la diversidad biológica.
RESULTADO 9 - ENBPA
Ecuador asegura el manejo sostenible de
los sistemas de producción agropecuario,
agroforestal y silvícola, a través del uso de
tecnologías y energías limpias, garantizando la conservación de la biodiversidad
Meta 9.1: Al 2017 se implementa la Agenda de transformación productiva
amazónica con la activa participación de pueblos y nacionalidades.
Meta 9.3: Al 2017 se ha revertido la tendencia de la participación de las importaciones en el consumo de alimentos agrícolas y cárnicos, alcanzando
el 5,0%
META 13 – AICHI
Para 2021, se mantiene la diversidad genética de las especies vegetales cultivadas y de los animales de granja y domesticados y de las especies silvestres emparentadas, incluidas otras especies de valor socioeconómico y cultural, y se han desarrollado y puesto en práctica estrategias para reducir al mínimo la erosión genética y salvaguardar su diversidad genética.
Meta 15.1: Para el 2021 se ha consolidado el Banco Nacional de Germoplasma de especias nativas para la alimentación y agricultura y especies
silvestres asociadas.
RESULTADO 15 - ENBPA
Ecuador aprovecha sustentablemente sus
recursos genéticos, vinculados al cambio
de la matriz productiva y a la soberanía
alimentaria.
Meta 15.2: En el 2021 se ha implementado el Banco Nacional de Semillas
certiicado y actualizado que incluye todas las especies consideradas útiles
en ese momento.
Meta 15.3: Hasta 2017 se ha implementado dos (2) Centros de Bioconocimiento (CBDA) en cada provincia para la conservación de la agrobiodiversidad local.
Meta 15.4: Hasta el 2017 se han incrementado un 10% los sistemas de producción agrobiodiversos, que integran y potencian el conocimiento y experiencias de las mujeres y hombres de los pueblos y nacionalidades.
RESULTADO 18 - ENBPA
Ecuador ha establecido un régimen de protección, preservación y promoción del conocimiento tradicional, los saberes ancestrales y expresiones culturales tradicionales
pertinentes para la conservación y uso sostenible de la biodiversidad.
Meta 18.1: Para el 2017 se cuenta con un marco jurídico enfocado en la creación de valor a partir del uso intensivo de la generación, transmisión, gestión y
aprovechamiento del conocimiento, que ademes incluye los conocimientos
tradicionales.
Meta 18.2: Al 2017 se cuenta con protocolos bioculturales que permitan a
cinco nacionalidades registrar sus conocimientos tradicionales asociados al
uso de los recursos biológicos y genéticos.
META 19 – AICHI
Para 2021, se habrá avanzado en los conocimientos, la base cientíica y las tecnologías referidas a la diversidad biológica,
sus valores y funcionamiento, su estado y tendencias y las consecuencias de su pérdida, y tales conocimientos y tecnologías
serán ampliamente compartidos, transferidos y aplicados.
RESULTADO 19 - ENBPA
El Ecuador, bajo la coordinación del Instituto de Investigaciones de la Biodiversidad,
impulsa la investigación cientíica aplicada
y desarrolla procesos tecnológicos innovadores que sustentan el cambio de la matriz
productiva.
Meta 19.1: Para el 2021, el Ecuador implementa la agenda nacional de investigaciones, con el involucramiento de la academia, sector público, privado,
pueblos y nacionalidades.
b i od i v er s i d a d 2 0 3 0
META 18 – AICHI
Para 2021, se respetan los conocimientos, las innovaciones y las prácticas tradicionales de las comunidades indígenas y locales pertinentes para la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica, y su uso consuetudinario de los
recursos biológicos, sujeto a la legislación nacional y a las obligaciones internacionales pertinentes, y se integran plenamente
y relejan en la aplicación del Convenio con la participación plena y efectiva de las comunidades indígenas y locales en todos
los niveles pertinentes.
AMBIENTE 2035 - aportes al debate de la política ambiental
OBJETIVO 4
Fortalecer la gestión de los conocimientos y las capacidades nacionales que aseguren
la innovación en el aprovechamiento sostenible de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos
n úm er o - 0 0 6
17
18
Relexiones inales
H
ablar de agrobiodiversidad es hablar de seguridad y soberanía alimentaria; es decir, del derecho que tenemos las personas en Ecuador
para controlar nuestro sistema alimentario y
satisfacer nuestras necesidades presentes y
futuras de alimentos sanos, suicientes y nutritivos. En este propósito, tanto las especies cultivadas y silvestres que están integradas
a los agroecosistemas, como aquellas que permanecen en los ecosistemas naturales, son parte intrínseca de la cosmovisión de los
pueblos y comunidades indígenas, campesinas, afrodescendientes
y montubias; y por lo tanto, cumplen un rol fundamental en la reproducción de nuestras tradiciones alimentarias y airmación de
nuestra cultura.
Desde el ámbito legislativo, es vital complementar el marco
jurídico que operativice las disposiciones constitucionales en
el campo de la gestión sostenible de la biodiversidad; el aprovechamiento de los recursos zoogenéticos, forestales, acuícolas, microrganismos e invertebrados; la promoción de chacras
biodiversas, sistemas de garantía local, agroturismo y fomento
a los emprendimientos rurales, de la sanidad agropecuaria y el
desarrollo agropecuario visto desde la economía popular y solidaria; la recuperación de suelos y la cobertura vegetal en áreas
de importancia para la agrobiodiversidad; mejorar las posibilidades de venta y comercio de los productores agroecológicos,
entre otras.
Es por ello que conservar la agrobiodiversidad no es tan solo proteger aquella expresión de la vida que de manera generosa toma
forma de alimento en nuestras mesas, conservar la agrobiodiversidad es también proteger los sistemas de producción local, las economías campesinas, los circuitos de comercialización solidarios.
En deinitiva, conservar la agrobiodiversidad signiica proteger
el derecho que las familias rurales tienen para acceder de manera
equitativa a la tierra, al agua, a la tecnología y al inanciamiento.
Desde el ámbito institucional, es imperativo el fortalecimiento
de la autoridad competente en materia de agrobiodiversidad, así
como una mejor y más luida articulación entre las autoridades
nacionales que comparten competencias; y de estas con los gobiernos subnacionales, redes de productores agroecológicos y
el sistema inanciero, articulando de mejor manera la política iscal y inanciera para garantizar el lujo de inanciamiento verde a
favor de los emprendimientos rurales sostenibles, fundamentalmente de corte agroecológico.
En estos diez años, el Ecuador ha dado pasos irmes en el desarrollo de normas constitucionales y legales, así como en la formalización de políticas públicas que aseguren aspectos fundamentales
para la agrobiodiversidad y la soberanía alimentaria, tales como el
acceso al agua de manera equitativa, impidiendo su privatización;
la re-distribución de la tierra y la protección de territorios ancestrales; la gestión sostenible de la agrobiodiversidad y semillas, entre
los más signiicativos.
Finalmente, será fundamental continuar con los esfuerzos orientados a reducir al mínimo las presiones directas y los impactos negativos de la erosión genética de la agrobiodiversidad y, al mismo
tiempo, potenciar la investigación como base para el desarrollo
de la bio-industria, entendiendo a esta como una nueva cadena
productiva que se sustente en el bioconocimiento, la protección
y el aprovechamiento de los recursos genéticos como base de un
sistema alimentario solidario, saludable y sostenible.
b i o d i v e r s i d a d 2 0 3 0
n ú m e r o - 0 0 2
19
AMBIENTE 2035 - aportes al debate de la política ambiental
20
Referencias
Brassel, F., Breilh, J., & Zapatta, A. E. (2011). ¿Agroindustria y Soberanía Alimentaria?.
Hacia una Ley de Agroindustria y Empleo Agrícola. Quito: SIPAE.
CDB. (2000). Decisiones adoptadas por la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica en su Quinta Reunión. Nairobi: CDB.
CDB. (2010). Decisión X/34, adoptada por la Conferencia de las Partes en el Convenio
sobre la Diversidad Biológica en su décima reunión. Montreal, Canadá.: CDB.
CDB. (2010). Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 y las Metas de
Aichi. Montreal, Canadá.: CDB.
CDB. (14 de Diciembre de 2016). Convenio sobre la Diversidad Biológica. Obtenido de
Diversidad Biológica Agrícola: https://www.cbd.int/agro/whatstheproblem.shtml
CDB. (15 de Diciembre de 2016). Convenio sobre la Diversidad Biológica. Obtenido de
Information: https://www.cbd.int/decisions/cop/?m=cop-13
CDB, UNDP, UNEP. (2013). Diez pasos para la integración de la biodiversidad. Consejos para las ENBPA 2.0 y otros. Londres: IIED.
Constitución de la República del Ecuador. (2008). Ciudad Alfaro: Asamblea Constituyente.
De la Torre, L., Navarrete, H., Muriel, P., Macía, M., & Balslev, H. (Edits.). (2008).
Enciclopedia de las Plantas Útiles del Ecuador. Quito: Herbario QCA & Herbario AAU.
Ervin, J. (16 de Noviembre de 2016). Convenio sobre la Diversidad Biológica. Obtenido
de https://www.cbd.int/doc/nbsap/nbsapcbw-afr-01/nbsap-addis-undp-mainstreaming.pdf
Estrella, J., & Nieto, C. (2000). Política Nacional de Agrobiodiversidad y Seguridad
Alimentaria. En M. d. Ecuador, Política y Estrategia Nacional de Biodiversidad:
Estudios y Propuesta Base (pág. 68). Quito: EcoCiencia.
FAO. (2009). Declaración de la Cumbre Mundial sobre la Seguridad Alimentaria.
Roma: FAO.
FAO. (2009). Tratado internacional sobre los recursos itogenéticos para la alimentación
y la agricultura. Roma.
FAO. (2013). Marco Nacional de Prioridades para la Asistencia Técnica de la FAO.
Quito: FAO.
HEIFER. (2014). La Agroecología está presente: mapeo de productores agroecológicos
y del estado de la agroecología en la sierra y costa ecuatoriana. Quito, Ecuador.
INEC. (2015). Encuesta de Supericie y Producción Agropecuaria Contínua-ESPAC.
Quito, Ecuador.
INIAP. (2008). Informe Nacional sobre el Estado de los Recursos Fitogenéticos para la
Agricultura y la Alimentación. Quito, Ecuador.
INIAP. (2015). Informe Técnico sobre el Estado de la Biodiversidad para la Alimentación
y la Agricultura en el Ecuador. Quito: INIAP.
MAE. (2012). Fortalecimiento a las herramientas de gestión de manejo del Ministerio de
Ambiente para el aprovechamiento sostenible de las especies silvestres de lora sujetas a comercialización. Informe de consultoría. Quito.
MAE. (2015). Quinto Informe Nacional sobre la Biodiversidad para el Convenio sobre la
Diversidad Biológica. Quito, Ecuador.
MAGAP. (2014). Creación de sellos de calidad para productos de pequeños productores.
Quito, Ecuador.
MAGAP. (2016). La Política Agropecuaria Ecuatoriana: hacia el desarrollo territorial
rural sostenible 2015-2025. Parte I. Quito, Ecuador.
Ortega, A., Salvador, M., Díaz, R., & Vinueza, L. (2013). Criterios que determinan las
categorías de manejo para especies de fauna silvestre. Quito: Universidad San
Francisco de Quito.
Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica. (2008). La Biodiversidad y la
Agricultura: Salvaguardando la biodiversidad y asegurando alimentación para el
mundo. Montreal, Canadá.
Segundo Encuentro Nacional de Agroecología. (26 de 10 de 2014). Heifer International.
Obtenido de http://www.heifer-ecuador.org/wp-content/uploads/2014/10/
Carta-Pol%C3%ADtica-ENA.pdf
Senplades. (2013). Plan Nacional de Desarrollo / Plan Nacional para el Buen Vivir 20132017. Quito, Ecuador.
Senplades. (2014). Estrategia Nacional para la Igualdad y la Erradicación de la Pobreza. Quito, Ecuador.
Con el apoyo de:
La inclusión de Agrobiodiversidad en la Estrategia Nacional de Biodiversidad fue posible gracias al apoyo del Proyecto de
Agrobiodiversidad GCP/ECU/086/GFF, ejecutado por FAO, MAGAP, INIAP, Fundación Heifer-Ecuador, y inanciado por el GEF.
Walter García Cedeño, Ministro del Ambiente.
Javier Ponce, Ministro de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca
Juan Manuel Domínguez, Director Ejecutivo del INIAP
Redacción: Alfredo López Mora
Revisión: David Suárez-Duque FAO, César Tapia INIAP y Wilson Rojas MAE
Fotografías: Archivo fotográico MAE y FAO
Diseño y diagramación: Diego Enríquez, INDIGO480
facebook.com/AmbienteEc
twitter.com/Ambiente_Ec
youtube.com/user/AmbienteEc/
lickr.com/photos/ministerioambienteecuador
w w w .a m b i e n t e . g o b . e c