Programa de Filosofía

La "naturalización de la mente", tal como se entiende en este artículo, es la tendencia a reducir los diversos procesos de la mente a fenómenos relacionados con la actividad neuronal del cerebro. Este artículo pretende evaluar esta tendencia, heredada del cientificismo moderno, a partir del estudio crítico que, sobre el fenómeno de la mente, lleva a cabo Ludwig
Wittgenstein a lo largo de sus obras principales. El objetivo de fondo es mostrar cómo estas teorías contemporáneas, que pretenden explicar científicamente lo mental, no logran comprender la naturaleza normativa del fenómeno que intentan esclarecer.

En la obra de Ludwig Wittgenstein una de las expresiones más controversiales es “forma de vida”. La mayoría, sino todos los intérpretes y críticos, coinciden que, pese a sus escasas apariciones, la expresión es central en la obra de este autor. En este texto mi intención no es realizar un aporte al debate exegético en relación con esta noción tan compleja, sino explorar la manera como esta expresión, y la obra de Wittgenstein en general, puede ser explotada en una reflexión moral o ética. Para tal efecto me valgo de las interpretaciones y
propuestas de tres autores: Stanley Cavell, Cora Diamond y Peter Winch.

Este texto tiene como propósito hacer una breve exposición del concepto de biopolítica en Foucault, así como presentar la manera como este concepto se despliega y sirve de engranaje y motor conceptual de las propuestas filosófico-políticas de Giorgio Agamben y Roberto Esposito.

Este texto es un primer borrador de un esfuerzo por describir el sentido de la expresión differánce en la filosofía de Derrida. Es un primer borrador en dos sentidos. El primero, que debe ser revisado y complementado. El segundo, como su nombre lo indica, es la primera parte de un ensayo compuesto por dos. El segundo todavía se encuentra en elaboración.

Se analiza el tema del nazismo de Heidegger a la luz de las críticas de Derrida en "Del espíritu". Se afirma que en Heidegger se puede rastrear un tema que puede que sea incluso más grave que el anti-judaísmo, el antisemitismo o el nazismo radical, aunque puede parcialmente estar relacionado con algunos de los anteriores: el nacionalismo espiritualista.

En este artículo analizaremos los argumentos
de Kant que pretenden prohibir moral y jurídicamente
la mentira en cualquier circunstancia.
Esperamos mostrar que la posición de Kant no
deja de ser problemática y aporética en relación
con por lo menos un caso concreto examinado.
Pero, sobre todo, nos interesa analizar la relación
entre mentira y comunidad (o humanidad), de tal
manera que, comparando la posición de Kant con
la de otros autores, como Peter Winch, podamos
reconocer las razones por las cuales la verdad (el
discurso veraz) es una necesidad en tanto que es
una condición moral de toda comunidad humana.
De esta manera esperamos reivindicar el espíritu
de la reflexión kantiana.

En este trabajo se confrontan las imágenes de Ludwig
Wittgenstein y Walter Benjamin en torno al lenguaje;
se toma como punto de partida el Tractatus
Logico-Philosophicus de Wittgenstein, y otros textos
de su obra madura, comparándolos con algunos
textos de la juventud de Benjamin, entre los que resalta,
Sobre el lenguaje en general y el lenguaje de los
humanos. Los objetivos generales son dos: Por un
lado, mostrar como ambos autores confluyen desde
caminos diferentes hacia el mismo punto. Por otro
lado, exponer la manera como Benjamin se adelanta
al Wittgenstein maduro mostrando las conexiones
del lenguaje y espiritualidad a través de lo que Benjamin
llama “facultad mimética” de la naturaleza y del
ser humano. A partir de esta reflexión se mantiene
con Benjamin una postura crítica respecto a la obra
del joven Wittgenstein.

El discurso veraz como condición de la comunidad humana: de Kant a Peter Winch RESUMEN En este artículo analizaremos los argumentos de Kant que pretenden prohibir moral y jurídicamente la mentira en cualquier circunstancia. Esperamos mostrar que la posición de Kant no deja de ser problemática y aporética en relación con por lo menos un caso concreto examinado. Pero, sobre todo, nos interesa analizar la relación entre mentira y comunidad (o humanidad), de tal manera que, comparando la posición de Kant con la de otros autores, como Peter Winch, podamos reconocer las razones por las cuales la verdad (el discurso veraz) es una necesidad en tanto que es una condición moral de toda comunidad humana. De esta manera esperamos reivindicar el espíritu de la reflexión kantiana.

Nuestro objetivo en este ensayo es explorar algunas diferencias y analogias potenciales entre las concepciones filosoficas de la logica en Kant y Wittgenstein. Primero muestro la concepcion kantiana. Despues hago lo mismo con la idea de la logica expresada en el Tractatus de Wittgenstein. Posteriormente, intento realizar un contraste entre ambas concepciones, resaltando las conexiones existentes entre los conceptos de entendimiento, logica y lenguaje. Pretendemos ademas que este analisis pueda servirnos para valorar la dimension filosofica de la logica formal en ambas filosofias, e indirectamente, en la filosofia en general.

En este trabajo se confrontan las imagenes de Ludwig Wittgenstein y Walter Benjamin en torno al lenguaje; se toma como punto de partida el Tractatus Logico-Philosophicus de Wittgenstein, y otros textos de su obra madura, comparandolos con algunos textos de la juventud de Benjamin, entre los que resalta, Sobre el lenguaje en general y el lenguaje de los humanos. Los objetivos generales son dos: Por un lado, mostrar como ambos autores confluyen desde caminos diferentes hacia el mismo punto. Por otro lado, exponer la manera como Benjamin se adelanta al Wittgenstein maduro mostrando las conexiones del lenguaje y espiritualidad a traves de lo que Benjamin llama “facultad mimetica” de la naturaleza y del ser humano. A partir de esta reflexion se mantiene con Benjamin una postura critica respecto a la obra del joven Wittgenstein.

En este texto queremos analizar la posición de Chomsky en contra de los modelos de lenguaje. Se argumentará que la crítica de Chomsky es equivocada y engañosa. Sin embargo, pese a lo dicho, nuestra posición será encontrar en la crítica de Chomsky algo valioso, si bien no compartamos ni sus premisas ni su enfoque. La tesis será que, en lo fundamental, en las reflexiones del autor existe un conjunto de intuiciones que requieren análisis más profundo y que, bien formuladas, nos instan a estar atentos y cuidar nuestra posición y responsabilidad respecto a estas tecnologías. Para alcanzar dicha conclusión final, el texto lleva a cabo una reflexión que parte de la premisa de que la crítica de Chomsky a los modelos de lenguaje presenta similitudes notables con la crítica de Platón a la escritura.

En el presente artículo introduzco la voz de Giorgio Agamben para seguir la lectura
de su libro Lo abierto: el hombre y el animal, en la que el autor italiano plantea
una nueva forma de pensar las relaciones entre hombres y animales. Si tomamos
las ideas de Jacques Derrida, quien nos sugiere deconstruir la estructura política
occidental, abriendo el diálogo con Agamben, Esposito, Heidegger, entre otros, podríamos
seguir con la pretensión de formular una metafísica de la diferencia y, por lo
tanto, una nueva política, tal vez (en términos derridianos) de la hospitalidad (si es
posible plantear algo así). Agamben ofrece una visión un poco más radical e interesante
sobre el hecho de la reformulación política de las relaciones entre el nosotros
y el ellos (los animales).

Esta reconstrucción no tiene otro propósito sino tratar de “recomponer con tantas astillas dispersas el espejo roto de la memoria” como diría García Márquez en Crónica de una muerte anunciada. Se trata entonces de realizar una aproximación a la imagen y recuerdo de Alonso Corrales Hernández, estudiante de Filosofía de la Universidad de Cartagena secuestrado y asesinado en enero de 1996, a la fecha no ha sido posible afirmar quiénes fueron los responsables directos o indirectos y nadie ha cumplido condena alguna por este crimen. La sociedad Cartagenera continuó sumida en sus ocupaciones y delirios con la indiferencia característica de los pueblos corroídos por la corrupción social y política.

El pasado 28 de octubre del 2016 tuve la oportunidad de conocer al profesor de Sociología la Universidad Nacional Miguel Ángel Beltrán Villegas en Cartagena, durante la apertura del VI Congreso Nacional de Estudiantes Universitarios. Este año, la Corte Suprema decidió absolver al polémico profesor, quien pasó 6 años retenido en la Cárcel La Picota de Bogotá, bajo una condena de 8 años y cuatro meses, por supuestos vínculos con las FARC-EP: “Para el alto tribunal el profesor universitario fue capturado, procesado y condenado con base en las pruebas recolectadas en los computadores del abatido jefe guerrillero ‘Raúl Reyes’, evidencia que fue declarada ilegal” (El Espectador, 11 sep. 2016).