Pesa vivir en esta melancolía de derrota casi constante... Palabras antiguas, pesadumbres reconocidas: todo viene apretado y repleto de la urgencia de lo inmediato; cuando más se necesita de calma, de quietud, de reposo y de sosiego...
Y de todo sólo queda un regusto amargo de tristeza, ese sentimiento del abismo de la nada...
Para entonces, el silencio es la conquista de la libertad, como un asombro, como una lluvia de días azules... Y solo, te reconcilias y renaces a través de las cosas de tu mundo, donde todo parece verdad, menos el olvido...
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