2

Instrúyanse, porque tendremos necesidad de toda vuestra inteligencia. Agítense, porque tendremos necesidad de todo vuestro entusiasmo. Organícense, porque tendremos necesidad de toda vuestra fuerza.

1

Instrúyanse, porque tendremos necesidad de toda vuestra inteligencia. Agítense, porque tendremos necesidad de todo vuestro entusiasmo. Organícense, porque tendremos necesidad de toda vuestra fuerza.

Mostrando entradas con la etiqueta internacional. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta internacional. Mostrar todas las entradas

23/12/10

WIKILEAKS Y EL PENTÁGONO








Existe una teoría de Wikileaks, la producida por sus promotores y concretamente por Julian Assange en diversos escritos y entrevistas. Quizás el texto teórico más importante que hasta el momento ha producido y publicado el inspirador y fundador de Wikileaks sea State and Terrorist Conspiracies (Estado y conspiraciones terroristas), publicado en 2006 en su blog junto con otra versión reelaborada del mismo texto titulada Conspiracy as Governance (La conspiración como modo de gobierno).

En sustancia, la teoría del poder de Assange sostiene que existen unos poderes que, valiéndose del secreto, impiden que exista un buen gobierno (good governance) basado en la justicia y la transparencia: “Cuando se conocen detalles del funcionamiento interno de los regímenes autoritarios, vemos interacciones conspirativas entre la elite política, no sólo por obtener preferencias o favores dentro del régimen, sino como la principal metodología de planificación primaria que subyace al mantenimiento o el reforzamiento de un poder autoritario. Los regímenes autoritarios hacen surgir fuerzas que se oponen a ellos oprimiendo la voluntad individual y colectiva de libertad, verdad y autorrealización. Una vez descubiertos, los planes de los que se vale el gobierno autoritario suscitan resistencia. De ahí que los poderes autoritarios que logran sus fines oculten esos planes. Esto es suficiente para definir su conducta como conspirativa” (State and Terrorist Conspiracies).

Es sumamente interesante ver en el mismo texto cómo se analizan las redes conspirativas en términos casi idénticos (modelo matemático de los “grafos conectados” incluido) a los que emplean los organismos de seguridad antiterrorista y el ejército de los Estados Unidos. La conspiración, según Wikileaks, se organiza así en redes organizadas alrededor de algunos nodos principales de comunicación que sólo funcionan mediante el secreto. Si se revelan los secretos de la conspiración, o se filtra al menos una parte de ellos, la trama queda dividida y parcialmente neutralizada.

El objetivo es revelar el suficiente número de secretos para que la trama como tal deje de existir. La historia es, así, básicamente la de dos fuerzas: una conspiración de los poderosos para mantener sus privilegios y su poder arbitrario y la resistencia de quienes persiguen la libertad, la verdad y la autorrealización. Detrás del poder existe pues una subjetividad con intenciones claras para ella misma, aunque ocultas al público. Lo que ocurre es que se trata de una subjetividad transindividual capaz de sumar distintas aportaciones de sus miembros (inputs) y producir como resultado (output) el siguiente acto de la conspiración.

El esquema es básicamente el desarrollado por John Boyle, el teórico norteamericano de la contrainsurgencia en su esquema del “Ooda loop” y posteriormente aplicado por Arquilla y Ronfeldt en su teoría de la netwar o “guerra red”. El Ooda loop o “bucle de Observación-orientación-decisión-acción” parte de la idea de que la posibilidad de victoria se decide antes del combate. Es así necesario interrumpir el circuito Ooda en la primera fase posible, para que el enemigo no pueda llegar a la siguiente y atacarnos.

Este esquema que posteriormente ha sido desarrollado por la doctrina militar y antiterrorista norteamericana –basándose también en el clásico taoísta de la guerra de Sun Tzu– es esencial para actuar frente a un enemigo que funciona en red. Cortar la red es privarlo de capacidad de observación (privándolo de fuentes de datos), orientación (perturbando la interpretación de los datos), decisión (cortando las cadenas fiables de mando) y acción.

Así, afirma Assange –fiel a esta teoría, aunque pretende utilizarla contra el propio poder que la formula y desarrolla– que: “Una conspiración autoritaria que no puede pensar eficazmente, no puede actuar para preservarse frente a los oponentes que genera”.

La diferencia entre esta doctrina militar adaptada a los nuevos paradigmas biopolíticos y cognitivos y la doctrina anticonspirativa de Wikileaks es que en la primera no se parte de la idea de una conspiración, sino de una estructura cooperativa no necesariamente oculta. Ello se debe a que los teóricos militares omiten enteramente la dimensión política e ideológica de la soberanía para centrarse en los modos en que las relaciones de fuerzas se determinan en un marco de poder a todos los efectos post-soberano (y post-fordista).

De este modo, tanto para el poder soberano como para su leal oposición liberal en la que milita Assange, la creencia en el secreto de Estado es un dogma de fe. Del mismo modo que el blasfemo afirma a Dios con cada una de sus blasfemias, Wikileaks afirma y refuerza el mito de la soberanía en el momento en que todos los hechos desmienten la realidad de ésta.

La teoría de Wikileaks tiene, sin embargo, otra vertiente, pues realiza, junto a su denuncia de la conspiración y del secreto, una firme reivindicación de la transparencia en la vida social y política.

Todo ello en nombre de una capacidad de autorregulación de la sociedad que exige como condición para su realización efectiva que cada uno de los sujetos disponga de los datos necesarios a fin de efectuar opciones racionales. El objetivo de Wikileaks es a corto plazo perturbar la opacidad de los gobiernos “autoritarios”; a largo plazo, establecer una gobernanza basada en la transparencia. Esto es lo que explica el propio Assange en una entrevista a la revista Forbes:

“–¿Diría que es partidario del libre mercado?

–Sin la menor duda.Tengo una opinión menos definida respecto del capitalismo, pero me encantan los mercados. [...]

–¿Cómo encajan las filtraciones dentro de todo esto?

–Dicho de manera sencilla, para que exista un mercado, tiene que existir información. Un mercado perfecto requiere una información perfecta”.

En esta búsqueda de una utópica transparencia, Wikileaks no es sino el reverso progresista del proyecto TIA (Total Information Awareness-Conocimiento Total de la Información), un plan de control absoluto de toda la información mundial formulado por el almirante John Pointdexter después del 11 de septiembre y hoy sólo parcialmente aplicado.

El proyecto TIA tenía la imposible misión de impedir que exista ningún tipo de secreto haciendo que todas las comunicaciones estén de un modo u otro interceptadas. El problema fundamental de ese proyecto es que, por un lado, es imposible definir lo que es información, y aún más qué es toda la información, por no hablar de lo que significa el “conocimiento” de la información y esa imposibilidad no es contingente, sino estructural, pues la lógica (Gödel) y el psicoanálisis (Lacan) demuestran que no existe ningún conocimiento que pueda aspirar a la totalidad.


Pointdexter formula un proyecto que aspira a hacer a los súbditos transparentes en nombre de la seguridad, mientras que Wikileaks pretende que el poder sea transparente el poder en nombre de la libertad.




23/6/10

TIMERMAN Y TAIANA



La presidenta Cristina Kirchner le tomó ayer juramento a Héctor Timerman como nuevo canciller, quien asumió el cargo con una promesa de continuidad. “No va a haber cambios porque la política exterior la fija la Presidenta”, indicó en su primera definición luego de asumir.

A la ceremonia en el Salón Blanco de la Casa Rosada asistió el ministro saliente Jorge Taiana, que se abrazó con la Presidenta, con su sucesor y con el secretario de la Unasur, Néstor Kirchner, sentado en la primera fila. “Vamos a tener un buen canciller, así como lo hemos venido teniendo”, fue el elogio que le dedicó el ex presidente en la despedida. Taiana ingresó al salón puntual a las 11.30, mientras conversaba con el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, el encargado de recibir su renuncia el viernes pasado. Enseguida, los funcionarios e invitados que esperaban en sus lugares se acercaron a saludarlo. Lo abrazaron desde Estela de Carlotto y Hebe de Bonafini a la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, y los jefes de los bloques legislativos, Miguel Angel Pichetto y Agustín Rossi, entre otros.

Pese a la discusión con la Presidenta que derivó en su renuncia a la Cancillería, Taiana viene insistiendo en que seguirá dentro del espacio político del kirchnerismo, lo que contribuyó al buen clima que prevaleció en la jura. El ex canciller no hizo declaraciones y adelantó que ésa sería su última aparición pública por un tiempo.

A los pocos minutos, Cristina Kirchner ingresó con Timerman y el resto del gabinete. Al escenario también se subió el gobernador bonaerense, Daniel Scioli. No hubo discursos y Timerman juró defender con lealtad y patriotismo la Constitución Nacional. El recién jurado, primero abrazó a la Presidenta, y luego a Taiana. Hizo la ronda estrechando la mano de sus ahora compañeros de gabinete y cerró haciendo la “v” de la victoria. Cristina Kirchner también saludó al ex ministro –si había tensión lo disimularon bastante bien– y se zambulló para seguir con la platea de invitados.

Timerman fue a buscar a su esposa, la arquitecta Anabelle Sielecki, y a sus hijas, Amanda y Jordana. También se ubicó en los lugares para invitados especiales, Javier Timerman, el hermano financista y ocho años menor, casi un clon suyo pero más corpulento.

Después fue el momento de enfrentar los micrófonos ya como ministro en funciones. Allí ratificó que no pondría trabas a que el ex embajador en Venezuela Eduardo Sadous vaya a declarar a la Comisión de Relaciones Exteriores en Diputados. “No voy a volver a hablar con el embajador Sadous, ya hablé el sábado con él. Le dije que me parecía bien que concurriera, pero que es un funcionario sujeto a ciertas leyes”, sostuvo. Ante la pregunta acerca de si eso no constituía una presión, Timerman comparó el secreto diplomático a la protección de las fuentes en el periodismo. “Sadous es un funcionario que está sujeto como todos a leyes, como ustedes están sujetos a respetar el off the record”, respondió.

Por otro lado, adelantó que ayer mismo se pondría en contacto con su par uruguayo, Luis Almagro, para iniciar las conversaciones por el monitoreo al río Uruguay. “Vamos a dar un ejemplo al mundo sobre el rol que tenemos que tener como gobiernos en el cuidado del medio ambiente”, se entusiasmó.

Mientras Timerman hablaba, los ministros e invitados fueron saliendo detrás de la Presidenta. Kirchner se quedó hablando un rato con Taiana, se notaba que quería demostrar que el afecto continuaba intacto. “Vamos a profundizar la tarea que estamos desarrollando en materia internacional”, respondió brevemente el secretario ejecutivo de la Unasur cuando lo consultaron sobre el nuevo canciller.

Con los tiempos apretados por el partido de la Selección y el viaje que realizaría a la noche a Nueva York, Timerman se fue de la Casa Rosada directo al Palacio San Martín, donde organizó un encuentro con el personal del ministerio. En esa ceremonia tradicional para los cancilleres recién asumidos, fue todavía más explícito en su deseo de continuar lo hecho hasta ahora.

“Espero estar a la altura de los grandes cancilleres que tuvo nuestro país y, especialmente, a la altura del canciller Jorge Taiana, quien fue una de las personalidades más importantes que tuvo la política exterior argentina y espero poder seguir con sus políticas y llevarlas a cabo con dignidad y responsabilidad”, se despachó.

La continuidad pudo certificarse en sus primeras designaciones. Como su viceministro confirmó a Alberto D’Alotto, quien se venía desempeñando como jefe de Gabinete de Taiana. También convenció al secretario de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales, Alfredo Chiaradía, para que siga en su puesto y hasta lo nombró “sherpa” –acompañante– de la Presidenta para la cumbre del G-20 de la semana que viene en Canadá, un cargo que ocupaba el propio Timerman.

El canciller, además, nombró como su jefe de asesores a Antonio Trombetta, quien estuvo a cargo de la dirección América del Norte. En principio, el resto de los secretarios y subsecretarios quedaron confirmados en sus puestos, incluyendo al entrerriano Hernán Orduna, quien ocupa un lugar en la Comisión del Río Uruguay (CARU).

Ante el personal del ministerio, Timerman dibujó los lineamientos de lo que pretende: “Una política que defiende los intereses inalienables de nuestra patria, que está abocada a resaltar el espíritu democrático de nuestro pueblo y, por encima de todo, tendrá presente que hay una memoria, una verdad y una justicia que tienen que verse reflejadas en nuestro accionar todos los días”.