Hay una realidad geográfica y una realidad social, ayer y hoy.
Obvio que hace siglos las brutales riadas asolaban con todo lo que se encontrara a su paso; vivir cerca del agua siempre ha sido una constante de la población.
Solo una gestión y capacidad de acción "profesional y competente" podrían ayudar a "minimizar" el riesgo.
En este país nunca hemos sido de grandes proyectos en beneficio del bien común. Si estoy equivocada, por favor, sáquenme de mi error.
Que solo se actuará como resultado de una catástrofe en el pasado reciente y se proyectase desviar el río y que, después de ser prometido el proyecto, se quedase, parece en el olvido o mejor en el limbo, si no hubiese sido por la insistencia del alcalde de Valencia, en que se cumpliera lo prometido, un ejemplo.
Y los que han gobernado durante tantos años, es decir, han sido elegidos por el pueblo, solo hayan sabido de corrupción, mordidas y proyectos ruinosos, sin que se hayan exigido dimisiones con contundencia, por parte de los que los votaron, un ejemplo de lo que llaman democracia es una gran mentira en beneficio de los de siempre.
¿Los votos justifican la corrupción? Si no se exige rendir cuentas, sí.
La guinda ahora, los negacionistas, ¿podríamos decir los ignorantes?, que in
vierten en toros, no en mejorar infraestructuras y de forma coral dan permisos de obra en zonas inundables, ¿a los de las mordidas?
Muchas preguntas, ¿a quién toca contestarlas?
¿A los del pueblo salva al pueblo?
¿Por qué, si no nos ponemos las pilas, les va a volver a pasar a nuestros niet@s? O a nuestros hij@s.