Las estrellas...
Contemplando las estrellas luminosas
en la anochecida del firmamento,
sólo me fije en una la que yo amaba,
desde aquel día no puedo olvidarla.
Mi estrella a veces en su soledad está apagada,
la brisa le lleva mi soplido y así brilla
con destellos azules en la profundidad de su mirada,
volviendo su alegría a su linda cara.
No penes estrella mía,
que todas las noches me asomo a mi balaustrada,
y te miro muy cerca... desde mi alma.
Un día como estrella que eres,
recorrerás el firmamento,