Hoy hace un año desde la última vez que publiqué un post. Un año en el que han pasado miles de cosas, por desgracia, muy pocas buenas. Y en todo este tiempo, a pesar del estrés, de la desilusión, de los problemas, de las muchas penas y las poquitas (pero inmensas) alegrías, he pensado mucho en mi blog, en algunos importantes blogueros* con los que he tenido la suerte de cruzarme alguna vez y en unos cuantos ciberamigos que, aún sin saberlo, me han mandado su apoyo. He sentido vuestro aliento en muchas ocasiones, incluso en las peores.
He pensado en escribir muchas veces, lo he intentado en alguna ocasión, y ni me venían las palabras ni la inspiración, si es que alguna vez la tuve. Hoy las cosas parecen algo más tranquilas, QUIERO ver la luz al final del túnel y mi semiregreso al ciberespacio es una consecuencia lógica. Y digo semiregreso porque será gradual, y a poquito, hoy un post, y quizás otro el mes que viene. La lectura de post atrasados habrá que tomarla con paciencia y estoy segura de que no podré ponerme al día, aunque sí me he ido enterando de cosas importantes que han pasado en vuestras vidas.
Nunca me he planteado cerrar el blog ni dejarlo apartado para siempre (ni siquiera todos esos anónimos publicitarios que me suben el azúcar y me disparan la tensión me llevarán a ello). Simplemente ha sido este un año muy duro, tremendamente duro, en el que ha habido muchas horas de hospital, pocas de sueño y alguna pérdida muy importante.
Como algunos habréis imaginado, lo que me ha apartado de todos vosotros (y del mundo real en buena medida) ha sido, otra vez, la salud de mi Madre. El 2009 nos trajo varios meses de hospital y el 2010 no ha querido quedarse atrás, pero Ella ahí sigue, luchando por la vida, sacándonos la risa a cada rato y dándonos un ejemplo de superación que quien suscribe jamás podrá emular. En fin, mi Madre es caso aparte y yo simplemente puedo aspirar a ser una mala copia.
Se agolpan en mi mente todas las cosas que podría contaros, las buenas y las malas, pero estoy muy desentrenada y no me siento con fuerzas para uno de esos megapost a los que os tenía acostumbrados. Algún día volveré. Volveré. Volveré y os contaré cómo han sido estos meses, cómo van las cosas con Mamá, cómo han sido los últimos viajes, las últimas vivencias, escribiré, si me dan las fuerzas, sobre mi adorado Boo, al que extraño cada día... Volveré a llenar de luz vuestras pantallas con mis "preciosas" fotos de flores... esto de ahora es sólo un adelanto, para deciros que sigo viva, que os extraño, que os recuerdo, sino a todos, sí a la mayoría, con muchísimo cariño.
Va por ustedes!
* Que sepas, querido Iago, que me he sentido culpable mil veces por no escribir. Pensar en aquel premio a bloguera revelación y no postear durante un año me ha hecho supurar bilis...