jueves, 26 de junio de 2008

Una ciudad saludable

Hoy ardía un container de plástico y envases en una de las calles de mi ciudad, impregnando la zona de un pestilente olor. Ese contaminante humo negro prevalecía por encima del mal olor de los coches. Quizá por un descuido alguien tiraría dentro una colilla encendida.
Y pienso, el medio ambiente no es solo el bosque amenazado por la construcción masiva, ni aquel lejano glaciar que ha dejado de existir por el calentamiento global, o aquel arrecife de coral que desaparece por el cambio de temperatura del agua.
Cuando consideramos el medio ambiente, a veces, no tenemos en cuenta que es el lugar en el que vivimos, el lugar donde desarrollamos nuestras actividades. Y esos desastres ecológicos mencionados son daños colaterales ocasionados por nuestra descuidada forma de vida.
Cuando vivimos en medio de bloques de hormigón y asfalto de carreteras, olemos al salir del portal el humo de los coches o el hedor de los contenedores de basura, es algo normal, ¿verdad? Yo misma me acostumbré a verlos desde pequeña, lo que ahora son más numerosos que antes. Por suerte, en muchos lugares los hay de recogida selectiva y el servicio de recogida de basuras es más frecuente.
Llegado a este punto me viene a la cabeza que es fundamental que cambiemos nuestras conciencias y los hábitos de vida para poder vivir en ambientes saludables.
Como individuo no puedo hacer más pequeño el agujero de ozono, ni evitar el oscurecimiento del planeta, o resolver el problema del calentamiento global, pero puedo contribuir a que mi entorno más inmediato esté menos contaminado cambiando mis hábitos. Y si encima otros adoptan también estos cambios de hábitos, con toda probabilidad una ciudad saludable es posible. Sueño despierta con ella.
La mayoría de los talleres de sensibilización medioambiental están dirigidos a los niños, pero poco pueden ellos hacer si sus padres no tienen costumbre de reciclar o desperdician agua o usan el coche para cualquier cosa, aunque no sea necesario.
Y no es cuestión de ir juzgando, pues quien más o quien menos, en cuanto a estos temas prefiere mirar hacia otro lado y enzarzarse en debates en los que se culpa a los políticos por no tomar las medidas necesarias, en lugar de observar primero si con los medios que están a nuestro alcance podemos hacer más de lo que hacemos.
La cuestión es ser consciente de que esta no es una manera de vivir respetuosa con el entorno y comprometerse activamente.
Tómate tiempo para dar un paseo por los alrededores de donde vives o donde trabajas/estudias, o simplemente de camino a cualquier sitio. Observa e intenta reflexionar: ¿cómo es el entorno, está limpio, bien cuidado, detectas algún olor desagradable, encuentras algún foco de contaminación? ¿Quién crees que es el responsable? ¿Qué solución aportarías para mejorar tu entorno o de qué manera puedes contribuir a mejorarlo? ¿Te atreverías a tomar alguna medida para mejorarlo?
Requiere compromiso, es verdad, pero el planeta se lo merece, ¡qué menos!, es quien nos acoge.
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domingo, 22 de junio de 2008

La importancia de las pequeñas cosas


¿Sabías que..?:
- ….700 kg de papel recuperado ocupa el espacio equivalente a un automóvil?.
Si separas el papel, que es reciclable, del resto de la basura, no se necesitaría tanto espacio en los vertederos para cubrir las necesidades de la población.

- …que puedes gastar 200.000 litros de agua al año con una pequeña fuga en el inodoro o cisterna?

Así que más vale gastarse un poquito en pagar al fontanero para que nos arregle la avería y seguro que con el dinerillo que nos ahorramos en agua hasta nos sobra para darnos un lujito.

- …que una pila de botón de óxido de mercurio (de las que se utilizan en relojes) puede contaminar más de 590.000 litros de agua? (para más información visitar Qué desperdicio)

Tan pequeñita y tan peligrosa, este dato tan alarmante es más que suficiente para que se haga un esfuerzo y se deposite en su contenedor correspondiente. Teniendo en cuenta lo pequeña que es, no nos costará mucho depositarla en su lugar, pero a nuestro medio ambiente si que le cuesta mucho nuestro descuido.

Pequeños actos pero grandes efectos. Proteger el planeta no requiere de esfuerzos faraónicos, ni de grandes sacrificios, tan solo de tener un poquito más de cuidado y usar las cosas con responsabilidad, desde el momento en que las empezamos a usar hasta el momento en el que nos vamos a deshacer de ellas.
Y no nos engañemos creyendo que estamos a salvo de esos desastres, porque sin ir más lejos ese agua contaminada por la pila puede ser bebida por el ganado cuyos filetes llegan a tu mesa, también puede llegar hasta ti en forma de pescado, frutas y verduras. ¿Vamos a hacer algo al respecto? ¿o vamos a seguir fingiendo que no pasa nada hasta que ya no podamos comer nada?
Espero que te des cuenta de que eres importante en la protección de medio ambiente, y que como individuo de esta sociedad eres responsable también del desarrollo sostenible. No se necesita especialización ninguna, ni título universitario, solo se precisa de responsabilidad y ganas de tener un mejor futuro.

viernes, 13 de junio de 2008

Sigue la huelga

Y mientras seguimos enfrascados en nuestros quehaceres y nuestras rutinas por 15 días de vacaciones, intentamos permanecer ajenos a los cambios aferrándonos a nuestras rutinas. Pero aunque no lo queramos ya nada será igual, desde hace varios años se viene hablando de la crisis motivada por la subida del precio del combustible y hemos optado por continuar con los mismos hábitos. Ya comienzan a escasear los productos básicos en varias provincias españolas por la huelga de transportes que todavía continúa.



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Resilencia frente a la crisis
La crisis inmobiliaria

martes, 10 de junio de 2008

Resiliencia frente a la crisis

Desde hace un tiempo, los medios de comunicación se vienen encargando de divulgar, como pájaros de mal agüero, día tras día la crisis económica que según parece azota al planeta. Una crisis motivada principalmente por la subida del precio del carburante que está desencadenando ya situaciones de escasez en algunos lugares. Sin ir más lejos, esta semana se prevé que no se reciba en la isla de Fuerteventura ninguna mercancía por la huelga de transportes que ha sido convocada, me imagino cómo se llenarán los supermercados de allí en estos días. Y bueno, ya hay gasolineras en el territorio español que no tienen carburante pues no tienen quien se los transporte. Viendo esto, me resulta tremendamente difícil mantener la esperanza en un futuro mejor. Y a lo único que me aferro para no caer en desánimo es a un concepto que conocí recientemente: la resiliencia.

El vocablo resiliencia tiene su origen en el latín , en el término resilio que significa volver atrás, volver de un salto, resaltar, rebotar. El término fue adaptado a las ciencias sociales para caracterizar aquellas personas que, a pesar de nacer y vivir en situaciones de alto riesgo, se desarrollan psicológicamente sanos y exitosos (Rutter, 1993).

Según Helena Combarías, (http://aiur.us.es/~kobukan/la_resilencia.htm) educadora, filósofa e investigadora, el término resiliencia se refiere originalmente en ingeniería a la capacidad de un material para adquirir su forma inicial después de someterse a una presión que lo deforme. Al hablar de resiliencia humana se afirma que es la capacidad de un individuo o de un sistema social de vivir bien y desarrollarse positivamente, a pesar de las difíciles condiciones de vida y más aún, de salir fortalecidos y ser transformados por ellas. Posiblemente la resiliencia en cuanto realidad humana sea tan antigua como la propia humanidad.
Aparecen entonces dos elementos básicos de la resiliencia:
- La resistencia frente a la destrucción o la capacidad de proteger la propia integridad a pesar de la presión, dicho en otras palabras la superación de las crisis, el dolor, la muerte, la pobreza, como situaciones límites ante las cuales se resiste el ser humano, como luchador innato y sobreviviente de la esperanza
- Y el otro elemento lo constituye la capacidad de construir o reconstruir su propia vida a pesar de las circunstancias difíciles. Es el concepto oriental de las crisis: como dificultad y como oportunidad. Las crisis son conflictos de alta intensidad y por lo tanto con un alto poder de transformar individuos y sociedades. "Solo una sociedad madura para los conflictos, es una sociedad preparada para la paz", recuerda el maestro Estanislao Zuleta. Se puede afirmar que se tiene una crisis cuando lo que se vive puede, en la conciencia de cada ser humano, exceder su capacidad de respuesta o de recuperación, se pierde la esperanza y el sentido de lucha”

lunes, 9 de junio de 2008

Floreciendo las orquídeas (II)

Ya están las varas totalmente florecidas como una promesa de esperanza. En medio de todo mi caos y a pesar de mi misma, la tierra sigue rotando compartiendo su belleza con aquellos que tienen ojos para ver



Para observar la evolución de su floración ver también la entrada Floreciendo las orquídeas
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lunes, 2 de junio de 2008

Los reyes de la casa

Tengo una relación muy estrecha con mis perros, suelen moverse por la casa con total libertad. No concibo mi vida sin animales, pero es sorprendente como se van apropiando cada vez de más cosas, me levanto un instante de la silla y cuando vuelvo ya está ocupada. He de reconocer que instantes antes, mientras estaba absorta con el ordenador, me pidieron atenciones, así que interpreto esto como una rebelión pacífica con la que me dicen: “¡eh! Estamos aquí, vuelve a la tierra”.