Y de repente nada fue como lo pensé. Tierno, cariñoso, cómplice, histórico. Vas arando en este cuerpo que ya estaba seco vas sembrando semillas de besos vas regando con detalles espacios rotos, fragmentados. Te quiero, lo confieso, y con esta confesión me comprometo no contigo, no conmigo, con estas ganas de seguir desbordando tanto amor. Si, estoy inundada y el dique se ha roto mil veces pero una vez más, vuelvo a entregar este sentimiento estas ganas de compartir, escuchar, reír, hablar. Una vez más repetimos esta historia y ahora ahora creo que si, ya te quiero.
Mis historias de todo y de nada