Y algunas lo llevan haciendo muchos años, reclamando libertades en plena dictadura aunque el mensaje fuera efímero y de corta vida.
Unas veces pedían libertad, otras amnistía, cuando no se hacían llamamientos
a la huelga,o animaban a afiliarse a unas siglas clandestinas.
Pasados los años los carteles pidiendo votos fueron amontonándose unos
sobre otros, y convirtieron al paredón en un basurero de papel y de
"grafittis" de mal gusto y la pared tomó otra vez los tonos oscuros de la dictadura.
El paredón ha recuperado su voz, y hoy, es un homenaje al poeta y pintor José Luis Hidalgo.
En el paredón, (espero que por muchos años) brillan las estrellas.
"Ha llegado la noche para todos:
yo reclino mi frente en esta piedra,
donde los siglos, ciegamente, pasan,
mientras fulgen, arriba, las estrellas".
José Luis Francisco Hidalgo Iglesias
José Luis Francisco
Hidalgo Iglesias, nació en Torres (Cantabria) el 10 de Octubre de
1919, es uno de los mejores representantes de la poesía existencial
española de posguerra y precursor de la denominada Quinta del 42
santanderina que lanzó la revista Proel.
Quedó huérfano de madre a los nueve años, lo que le marco sin duda
para la creación de toda su obra. Estudió en las Escuelas del Oeste de
Torrelavega, actualmente conocido como Colegio Cervantes.
Tras comenzar la guerra,
consigue trabajo como maestro en una escuela de Santander,
convirtiéndose en profesor auxiliar de Dibujo en el Instituto de
Enseñanza Media de Torrelavega (Marques de Santillana).
En 1938 fue movilizado por el
cuerpo de Ingenieros franquista, para los cuales censaba muertos en los
frentes de Extremadura y Andalucía. Al acabar la guerra estaba
destinado en Valencia, donde inició estudios en la Escuela Superior de
Bellas Artes, finalizando estos en 1943. Aquí entabló amistad con el
grupo de poetas que crearon la revista Corcel en noviembre de 1942.
Otra de sus manifestaciones fue
la pintura, como artista y cartelista participó en la Olimpiada
Popular de Barcelona en 1936, época en que conoce a José Hierro,
importante amistad y ayuda de José Luis.
Conocido sobre todo por Los
muertos (1947), obra donde reflexiona sobre Dios, el Tiempo y el fin de
la existencia humana en lucha agónica por alcanzar la inmortalidad,
Hidalgo publicó también Raíz (1944) y Los animales (1945); pero el
origen de su poesía metafísica está en sus obras iniciales:
Pseudopoesías (1936), Las luces asesinadas y otros poemas (1938) o
Mensaje hasta el aire (1938), marcadas por el juego metafórico
vanguardista.
A caballo entre Santander,
Madrid y Valencia, sus últimos años transcurren frenéticos en
actividades poéticas y artísticas, publicaciones en revistas,
exposiciones en el Ateneo santanderino, diseños y proyectos pictóricos,
apasionadas aspiraciones que se verán truncadas por una neumonía que
le llevó a la muerte el 3 de febrero de 1947.