Alguna vez, a lo largo de nuestra vida, nos habrán dicho e incluso recalcado que debemos omitir ciertas conductas y juicios de valor, que pudieran dañar o menoscabar a los demás.
Claro está, que las conductas negativas deben explorarse, atisbarse a sí mismas para poder modificar una aptitud concreta, a tenor de un bien común.
Lo que es muy diferente, es el hecho, de que tengamos que cambiar una serie de comportamientos y actitudes, propias de nuestro elenco emocional, porque éstas no sean afines o compatibles con la idiosincrasia propia de cada persona.
Debemos dar lo que realmente somos. Lo que sustenta nuestro género Humano en lo que representa la totalidad de la Creación.
Cuando se habla de dar, de verter lo mejor de uno mismo al resto de la Humanidad, incluso aunque ésta en algún momento no te comprenda, nuestras capacidades , que son infinitas, rebasando posiciones en la eterna maratón de nuestra vida, quedan sublimadas en lo que se llaman "las virtudes humanas".
El ser como somos, y dar lo mejor que pugna por salir de nuestros corazones , a veces incrédulos de lo que siente en su profundidad, no sólo cambia el mundo, también lo equilibra.
Así por ejemplo, un sistema montañoso o cordillera, si decidiese omitir su natural crecimiento, aplacando su majestuosidad, y quedarse en una simple colina aislada y solitaria, conllevaría inevitablemente un desequilibrio natural catastrófico. Los océanos se harían dueños de nuestro mundo, e inundarían completamente nuestro planeta.
El ser humano, es la única especie de la Tierra que evita conscientemente el dar, lo que realmente es. Entregar desinteresadamente a la vida, lo que conforma su condición inequívoca como especie y la grandeza de su esencia humana.
¿Alguna vez han visto a un pájaro no cantar, por timidez, por cobardía o por no molestar a los demás? ¿Quizás por desconfianza de sí mismo? Creo que no, ¿verdad?
Omitiría una de las características fundamentales y más bellas de lo que representa su existencia como ser vivo y su lugar en el mundo.
En lo que respecta a la sociedad actual, no debemos abrir paso a la incesante duda que mantiene contenida la carcajada espontánea que genera la acción no omitida de cualquier circunstancia.
Siempre que esta acción responda únicamente a nuestra Humanidad, en lo que se refiere la parte átmica y trascendental del ser humano.
Este fenómeno cobarde y ambivalente que actualmente está asolando nuestras sociedades y especialmente la sociedad española, ya ha conseguido tener la categoría de fenómeno social, y es lo que provoca que otras personas abusando de su propia libertad y aprovechándose de la nuestra, que se muestra ensimismada en un falso confort material, estén decidiendo por nosotros en cuestiones determinantes para nuestras vidas.
A veces, por comodidad, otras por falta de la leve violencia necesaria en cualquier cambio, rebeldía interna, e incluso por la propia inercia de la vida; cuando debemos atender reclamos apremiantes y obligados (familia, hijos, pareja, trabajo...), es cuando catalogamos el mundo como algo exógeno a nosotros mismos y preferimos mirar de soslayo, si es que lo hacemos, la realidad de nuestro momento social.
Las sociedades, las creamos nosotros. Y éste hecho es la manifestación de nuestro poder como seres humanos en la Tierra. Y la forma de llevarlo a cabo, es mediante una constante y perpetúa intromisión. Sólo en esa colaboración sensata entre acción e intromisión, podemos actuar y mover los hilos de los diferentes telones y marionetas que conforman nuestro mundo.
¿De qué sirve un pensamiento fugaz, sin el valor implícito de su ejecución? No creo que exista un cisma entre pensamiento y acción, al menos, en nuestro nivel humano. Pero sí creo, que podemos poner en marcha las fuerzas necesarias para que el pensamiento se movilice y que no quede paralizado o estancado por aguas que no fluyen.
La energía del pensamiento, una vez interiorizada, hecha consciencia y madurada en nuestro interior, debe expandirse en un "irremediable impulso centrífugo" de todo lo que sentimos y pensamos hacia todo lo que nos rodea.
Mediante esa acción madura, expandimos nuestro ser y esparcimos las semillas necesarias para abonar yermos territorios asolados por las bajezas y tristezas de los Hombres.
Somos fertilizantes en potencia y debemos asumir nuestra responsabilidad innata.
En la relación con los demás, es mejor ser intrometidos hacia alguien que amamos, que omitir aquello que busca respirar por cada poro de nuestra piel.
Preguntar a una persona:"¿Qué te sucede?, es mucho más propio y natural al ser humano que callar y postergar en el recuerdo, aquello que pudo ser , o lo que pudimos haber dicho.
Es importante, que nunca puedan quedar en el pensamiento y gritar en el corazón; las huellas fosilizadas de todo lo que no hicimos por desconfianza o temor.
La prudencia, nada tiene que ver con la actitud omitida. Podemos acotar conductas, eludir comportamientos y no violar una consideración moral que toda persona merece, pero no por ello, debemos negarnos a nosotros mismos, omitiendo lo que realmente somos, apagando la luz de nuestras linternas personales.
Así que, después de todo lo escrito, hace unos días, me acerqué a mi hermana y le manifesté mirándole a los ojos, lo mucho que la quería. Ya sé que ella lo sabe desde siempre, tal vez desde que vino al mundo, pues yo, al ser la mayor, la esperé con mucha alegría y sentí el amor hacia ella mucho antes de que naciera. Pero....ese día, mi corazón necesitaba hablar, sin omitir lo evidente, lo que de mi alma emanaba, lo que pocas veces le dije y qué quizás no vuelva a repetir. Y en días futuros, el recuerdo, será mi amigo, mi fiel aliado, y sabré que nunca omití el decir, "te amo" a las personas que más quise en la vida.
IRENE RIOS.
Totalmente de acuerdo contigo, no hay que renunciar a nuestro yo por los demás o porque no esté socialmente bien visto, por ejemplo. Otra cosa, por supuesto, es hacer cosas que dañen a los demás.
ResponderEliminarBesos
P.D. Estoy publicando ahora en asiopinamosyasipensamos.blogspot.com (lo tenía un poco abandonado).
Magnifica entrada Irene. A veces somos un poco renuentes a decir "te quiero" a alguien, parece que nos diera verguenza, que vamos a resultar un poco lelos al expresar abiertamente lo que sentimos por un familiar, por un amigo, por alguien de nuestro entorno. Pero no nos detenemos a pensar,que alegrariamos el día de alguien al decirlo.
ResponderEliminarUn abrazo
He cambiado de direccion del blog, ahora me puedes encontrar en http://www.cajonsecreto.es
me encantará verte por allí.
Muy cierto Irene, muchas veces no expresamos aquello que queremos decir, y tienes razón eso se queda como una huella en nuestro corazón, de pronto si no lo decimos justo en el momento que lo decimos ya no le damos valor y no debe ser así, debemos decirlo en cualquier oportunidad que tengamos, sin duda eso nos hara sentir bien con nosotros mismos.
ResponderEliminarBuena reflexión.
Besos
Uno debe ser lo que es, pero tampoco forzarse a ser por miedo a no ser. Nunca sebremos si el pájaro no canta por timidez,no siempre canta. El silencio compartido es también una manera de dialogo,que sin duda dice mucho.
ResponderEliminarOpino que hay momentos en que omitir no significa renunciar o reprimir.
Pienso que más que semilla somos sembradores,y cosechamos lo que sembramos.
Gracias por añadirte a mi blog, el tuyo es un buen lugar para aprender .
Un abrazo
Genetticca
El ser como somos.. genuinos .. autenticos, no solo cambia al mundo , sino tambien lo dignifica.
ResponderEliminarBesitoss Irene.
interesante narración-reflexión.....estoy de acuerdo.
ResponderEliminarbesos
Irene, que pocas veces sale de nuestro labios la palabra "te quiero" sobre todo referido a un familiar muy cercano, o a esa persona que comparte tu vida, al menos yo no utilizo esa palabra como mantra, saben por mis actos que los quiero, como te queremos a tí los que sentimos hablar a tu corazón.
ResponderEliminarUn beso,
Saudades.
SUENA CURSI, PERO ES PRECISO Y HERMOSO DECIRLO.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Hola Irene
ResponderEliminarBonita reflexión nos dejas hoy, pero yo peco de pesada, de decir muchas veces lo que siento, tanto a mis hijos como a personas de mi entorno.
Pero desde luego pienso que esas manifestaciones hay que expresarlas tantas veces como podamos.
Un beso enorme
Hermosa reflexión, siempre me haces pensar, gracias por tus palabras, viniendo de tí, con tanto talento, es un halago que me visites.
ResponderEliminarHermosa entrada, cuanta verdad nos compartes.
ResponderEliminarMe gusto eso de "Debemos dar lo que realmente somos"
Que tengas una bonita semana
sin duda tu pensamiento es profundo , y si, se peca muchas veces por omisión, dejamos pasar oportunidades y no abrimos puertas , y luego nos quejamos que la vida no nos ha dado suficientes opciones. sin hacer daño no hay nada que haga a uno más feliz que ser consecuente con su escala de valores , es la acción la que da felicidad, sin acción la realidad se deja morir y queda en un triste proyecto.
ResponderEliminarUn beso
Ahora me arrepiento de no haber hablado a tiempo en más de una ocasión,de no haber expresado mis sentimientos o de no haber aclarado algunos hechos
ResponderEliminarSoy de las que me suelo guardar muchas veces la opinión quizás por ese afán de no molestar.
Sin embargo decir Te Quiero cuesta tan poco...de todos modos a partir de hoy lo diré más y más fuerte por si no me han oído,gracias por recordármelo
Un Beso
PLAS-PLAS-PLAS-PLAS...Bendita claridad la tuya al expresar todo aquello que en alma bulle. Deberias ser una asignatura obligatoria en Educación y Universidades.
ResponderEliminarGracias, por no callarte, gracias por tu valentía siempre diáfana, por que llenas de impetu y ganas a otros de volver a mostrar su luz.
Un te quiero mañanero, cuan dificil se nos hace decir lo que sentimos realmente, pero es así como construimos vedaderas realidades en nuestras vidas y por ende, el mundo se volviera tambien menos resentido, menos conflictivo. Permiteme, darte dos sonoros besos llenos de alegría...porque así lo siento.
Hermoso relato. Y cuan cierto hay de eso que nos guardamos y no lo decimos. Me guastó.
ResponderEliminarBesos.
Mi querida Irene: Tenemos la obligación de darnos, de entregar lo mejor que hay en nosotros para que el mundo evolucione pero dentro de unos parámetros de amor que es realmente el motor del mundo.
ResponderEliminarEs una preciosa reflexión.
Brisas y besos.
Malena
Como echaba de menos tus letras querida amiga.
ResponderEliminarSuscribo todas y cada una de tus palabras; sabias, profundas y reales.
Tenemos que hacer un gran trabajo porque la omisión, como bien dices, a la larga, nos puede pasar factura.
Eres estupenda. Gracias.
Un beso.
Parece que aquello que no decimos y nos guardamos luego lo actuamos, y nadie entiende qué fue lo que nos pasó. Y todo termina en una gran confusión. Cuánto que nos cuesta un "te amo", si tan solo supiéramos cuánto necesitamos decirlo, escucharlo, abrazar y ser abrazados.
ResponderEliminarMe hiciste acordar al ejemplo de vida de mi abuela materna: pensamiento, sentimiento y acción. Acción, porque todas las cosas tienen movimiento.
Un beso, Irene.
Que bela reflexão sobre a vida e sobre os relacionamentos...
ResponderEliminarA nossa sociedade precisa mesmo de um pensar assim...cheio de amor, de doação de cada um de nós.
Que o Deus supremo te encha de sabedoria cada dia mais.
Beijos de uma brasileira
Me encanta la forma en que expresas tu punto de vista. Lo he de compartir con la gente del colegio de mis hijos ¿Puedo? Espero que no haya problema... para que los padres aprendan del valor de la verbalización, obviamente sin evadir los créditos de tu autoría
ResponderEliminarSaludos desde Medellín, Colombia
Excelente texto, èsto es lo que yo llamo AMOR EN ACCION !!!!
ResponderEliminarAbrazos Irene!
OOOOOOye que interesante es tu blog!!!!me gusta lo que dices y te visitaré mas a menudo. Encantada de descubrirte.La palabra Vocacion, tambien la parto en Boca y accion a la vez y tanto el pensamiento y la practica actuan cuando el corazón va libremente a hacer de las suyas, claro...El solo sabe Amar.
ResponderEliminarYo tengo un problema, supongo que de profunda timidez, para expresar a los que mi amo mis sentimientos. Hoy he aprendido algo importante con lo que cuentas.
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