No existe historia que verse una vida.
Mi identidad es una isla abierta y bañada por diferentes
mares.
Y no hay territorio, ni país, ni puerto, ni palabra,
Que me contenga.
Soy la ola que siempre llega.
Y, la que marcha en busca de otra deriva.
Y soy la incierta orilla,
Donde perlada espuma,
Vierte su confianza.
Aún sabiendo que arribando;
Jamás se queda.
Aún sabiendo que existiendo;
Jamás perdura.
Y no existe historia que me narre.
Ni tiempo que me consuma.
Habito la soledad de este instante.
En mi isla abierta y bañada.
Por el color espurio,
de diferentes mares.