Un año más... pero nunca alcanzaré a homenajear a tantas como se lo merecen: TODAS.
A la mayoría de los que pueden empezar a cambiar las cosas, no les importa vernos muertas...ni que el mundo sea una parodia de hipocresía, algo patético y aberrante, una crueldad... la maldad, que trasciende y se hace masa pestilente...
Las siete mujeres de este año, son seres extraordinarios, como todas ellas.
Aquí las dejo, para que lo disfrutéis.
Gracias, María Dolores.
Por ser y por estar.
Por ser y por estar.
Por tus sacrificios y por tu generosidad.
Gracias, Juana.
Por resistir y por contarlo.
Para que, todo aquél que quiera, pueda recordar y calibrar la infamia.
Bellas mujeres, las luchadoras...
Sarla Thakral
Gracias, Sarla.
Por el empuje y el entusiasmo.
Gracias por enseñarnos a soñar y gracias por convencernos de que se puede conseguir.
Grandes mujeres, las que consiguen volar sabiendo lo que quieren...
Maud Wagner
Gracias, Maud.
Por ser fuerte y romper moldes, pisotear los miedos y expandir coraje.
Gracias por tu arte y gracias, por sacudir prejuicios.
Grande la mujer, que tatúa y canaliza su energía.
Jeanne Manford
Gracias, Jeanne.
Por empujar a los estúpidos y demostrarles que a un ser humano se le ama sin condición.
Por ayudar a tu hijo y los hijos de los demás.
Gracias por las sonrisas que suavizaban la situación ridícula, que siempre promueven los cortos de corazón.
Inconmensurables las mujeres que, siendo madres, empujan el mundo.
Annette Kellermann
Gracias, Annette.
Muchas gracias por enseñarnos la rebeldía.
Por mostrar tu independencia y decidir que las enaguas sobraban.
Gracias por dejar tu ejemplo que, como todas las gestas, son imborrables.
Intrépida la mujer que no se deja convencer... y grande.
Marina Ginestà Coloma
Gracias, Marina.
Gracias por tu entrega, por tu sacrificio, por tu generosidad.
Gracias, por esa imagen que siempre nos acompañará.
Gracias por seguir los pasos de tu familia para dejárnoslo como legado.
Grandes las mujeres cuando defienden, muy grandes, aunque sean niñas...
Doña Juana
A todas las mujeres libres
El amor toma formas caprichosas.
Algunas veces, el amor es la lluvia
fina e imperceptible
que acompaña las tardes oscuras de noviembre.
El amor como un viaje a lo desconocido,
a lo más inquietante de nuestra propia esencia,
es un viaje de ida.
Eso Juana lo sabe.
También conoce el riesgo porque ha visto
el abismo insondable que se extiende
justo donde comienza el desamor.
No le importa reptar a trozos el camino
a cambio de sentir como muy pocos
la libertad auténtica.
Por eso,
Juana hace llorar y también llora
lágrimas plateadas que sueñan con delfines.
Es capaz de apostar todo su reino
por un segundo de ojos infinitos
por una fusión lenta de su alma
en medio de las almas.
Dulce refugio contra la tormenta,
en el cuerpo de un hombre ama a todos los hombres,
la piel dorada y fuerte se diluye en un manto
confortable que abriga los recuerdos.
Al final del camino, está segura
de que ha ganado siempre
las cosas que ha perdido.
Cada versión distinta de sí misma
que otras manos le han ido regalando
es una muestra de todas las vidas
que a Juana le han cabido en una vida.
(Raquel Lanseros, de "Diario de un Destello")
(Fuente: Hipogeo )
Queralt Berga.