Herculano, en las cenizas del volcán

Mosaico romano de Neptuno y Anfítrite rodeados de conchas marinas

Ercolano en italiano, Herculano en español o Herculaneum en  latín. Herculano estaba construida en la zona central del golfo de Nápoles, al pie del Vesubio, sobre una meseta volcánica que dominaba el mar. Era un destino pendiente después de estar en Pompeya, porque tanto una como otra ciudad fueron arrasadas por la erupción del Vesubio en el año 79 de nuestra era. Fue Herculano una ciudad cuya historia se remonta al siglo XII a.C. hasta desaparecer cubierta bajo un manto de materiales volcánicos. Ya en el año 62, Herculano tuvo un primer aviso, siendo azotada por un terrible terremoto. En 1710 se descubrió y en 1738 fue cuando se empezó a excavar y a sacar a la luz todo lo que hoy se considera como uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo y que, por supuesto, forma parte del patrimonio de la UNESCO. Las investigaciones continuaron hasta 1765, luego en 1823, 1875, 1927..., así hasta hoy en día. Gran parte de los hallazgos se encuentran en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles. En la actualidad, tan sólo se han excavado a cielo abierto 4,5 de las 20 hectáreas que se supone tuvo la ciudad.

Vista de la excavación desde la parte superior (entrada)

Entrada al complejo de Herculano

Empecemos con datos útiles, para acceder al aparcamiento debes poner en el navegador Via dei Papiri Ercolanesi 19, Ercolano (Nápoles). El horario de apertura es de 8.30 a 19.30 y dependiendo de la hora suele haber grandes colas (cada año 300.000 visitantes), aunque en nuestro caso, en octubre y a primera hora, no hubo problemas. La web oficial es https://ercolano.cultura.gov.it y en ella tienes toda la información en italiano o en inglés.

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Un poquito de Historia

Podéis pensar, claro, que la ciudad debe su nombre al mitológico Hércules. Según la leyenda, Dionisio de Halicarnaso narra que Herculano fue fundada por Hércules, cuando volvía de España, de la Iberia con una manada de bueyes traída de Gerión, en el año 1243 a.C. Lo que si es cierto y verídico es que hay hallazgos del siglo II a.C., antes no, aunque Estrabón da testimonio escrito donde habla de una ciudad fundada por los osco en el siglo XII a.C. (se han encontrado algunas transcripciones de la lengua osca) Otra hipótesis dice que fue fundada por los etruscos varios siglos después, entre los siglos X y VIII a. C. Lo que pone en valor a Herculano es su zona marítima (ver foto abajo). Hoy se pueden ver los que eran los antiguos almacenes de la playa.

En el 479 a.C. Herculano fue conquistada por los pelasgos (griegos) y que estos influyeron en el trazado urbano. Teofrasto así lo menciona en un texto del año 314 con el nombre griego de Ἡράκλεια. Tras los griegos llegaron los samnitas optando enfrentándose a Roma como ciudad aliada de Pompeya. Hasta la tercera guerra samnita donde sus tropas fueron derrotadas. Fue entonces cuando los romanos "de cierto nivel" empezaron a poner de moda Herculano con sus villas a lo largo de la costa, construyendo casas suntuosas.

A finales de la época republicana ya se había convertido en un establecido centro de vacaciones para la aristocracia romana

Durante la época imperial vivió su época de máximo esplendor con nuevos edificios, como la Basílica, la restauración de las murallas, la construcción del Teatro, el acueducto y dos complejos termales

 

Los fornici

Esta es la única fachada marítima de una ciudad romana que se conserva casi en su totalidad: los fornici

La economía de Herculano no se basaba en la actividad manufacturera sino principalmente en la pesca, favoreciéndose la zona portuaria por las dos ensenadas en la desembocadura de los ríos, una más grande al este, otra más pequeña al oeste. Estas estructuras abovedadas (de arriba en la foto), servían como almacenes portuarios y para resguardar las embarcaciones de madera. Sobre ellas se encuentra una gran terraza. En época romana, el mar se encontraba mucho más cerca de la ciudad que en la actualidad. Incluso el litoral cambió con la erupción del volcán, los materiales arrojados por el Vesubio le ganaron al mar una franja de tierra de unos 400 metros de ancho.

Aquí se puede apreciar los fornici en su relación el resto de la ciudad; tenemos que pensar que todo se hundió al menos 4 metros sobre el nivel del mar

Una vista del volcán desde Herculano

El 25 de agosto del año 79 fue la erupción del Vesubio, aunque no sufrió la lluvia de cenizas, durante la noche, tras el colapso de la columna de materiales volcánicos, fue golpeada por un flujo de material magmático y gas a alta temperatura a una velocidad de más de cien km/h a altas temperaturas, formados por agua licuada, barro, roca y piedra pómez, que lo cubrió bajo una capa que varía de diez a quince metros, que posteriormente alcanzaron los veinticinco tras otras erupciones, como la que ocurrió en el año 1631. Con el paso de los años, este material se solidificó aunque esta especie de toba permitió conservar materiales orgánicos como madera, papiro y alimentos, carbonizados instantáneamente por las altas temperaturas de los flujos del volcán. Hasta 1980 se creía que la mayor parte de la población de Herculano se había salvado, pero el descubrimiento de los cadáveres reveló que los herculanos trataron de huir por mar, pero es posible que el fuerte oleaje hiciera zozobrar las barcas, hundiéndolas o arrojándolas contra las playas.

En los fornici de Herculano se encuentran personas que cayeron víctimas de la abrasadora erupción, trataron aquí de refugiarse con sus objetos más valiosos y murieron intoxicados por los gases y las altísimas temperaturas que venían como un viento de fuego desde el volcán

En la actualidad la playa se encuentra a tres metros bajo el nivel del mar, hay cerca de 300 esqueletos que se encontraron en 1980 por el arqueólogo Giuseppe Maggi

El barco escondido

Uno de los descubrimientos más importantes tuvo lugar en el verano de 1982, cuando los arqueólogos identificaron, a pocos metros de los fornici, una docena de almacenes portuarios ubicados frente a la playa, frente a los baños suburbanos, un barco de unos nueve metros con el casco íntegro. Se encontraba encima de una capa de escombros compuesta de vigas, trozos de madera, tejas y materiales de construcción que habían sido transportados por el primer flujo volcánico desde los tejados de la ciudad a la playa debajo de la figura. Más tarde, un flujo volcánico más rápido y más destructivo entró en contacto con el mar, creando remolinos y olas (tsunami) que derribaron el barco, lanzarlo hacia la playa. El barco fue dañado por las vigas del piso de las casas de Herculano, que aplastaron la quilla, terminando atrapado allí. El barco, para suerte de los arqueólogos, fue enterrado y permaneció sellado en el material volcánico que se endureció rápidamente, lo que permitió que se conservara la madera. Escondía a varias personas, como un remero y un soldado que portaba un gladius, un puñal de hierro y una bolsa de monedas con un valor equivalente al sueldo mensual de la guardia pretoriana. Quizás fue uno de los integrantes de la fatal flota de rescate enviada por Plinio el Viejo.

Junto al barco hay una pequeña exposición de algunas piezas decorativas recuperadas...

La planificación de la ciudad

La función principal de Herculano era residencial, sus casas eran diferentes comparadas con las pompeyanas, eran más pequeñas pero estaban más decoradas. Podemos ver (abajo en las fotos), la utilización en las paredes de frescos, mosaicos y mármoles. Había casas muy lujosas, situadas al borde de la colina, con vistas al mar, o en las afueras del centro urbano, que tenían agua corriente. Algunas incluso estaban equipadas con sistemas de alcantarillado.

En las tabernas, que se llamaban thermopolium, se podía tomar algo en un mostrador en forma de U

Estas tinajas servían para mantener calientes las comidas y frescas las bebidas

La ciudad de Herculano estaba dotada de tres complejos termales, incluidos los baños suburbanos y los del Foro, un gimnasio, un teatro con capacidad para 2.500 personas, varios templos y edificios públicos como las basílicas. Las casas a menudo estaban precedidas por pórticos con columnas de ladrillo. Casi todas las casas estaban equipadas con su propio pozo o estaban conectadas a la red de agua, que entró en funcionamiento después de la construcción del acueducto del Serino. Su urbanismo seguía teniendo la influencia del modelo griego: una protección de murallas sobre una ciudad articulada como un tablero de ajedrez, dividida en lotes rectangulares, insulae, con dos tipos de ejes viarios, a saber, los tres decumani, que corrían de este a oeste, siguiendo la línea de costa (sólo dos han sido excavados a cielo abierto), y los cardos, que eran cinco y corrían de norte a sur, desde el Vesubio hasta el mar. Las calles estaban pavimentadas con piedra volcánica o caliza y tenían aceras a los lados, a veces cubiertas por pórticos cerca de las casas más ricas.

En Herculano había una superficie de veinte hectáreas para una población de cuatro mil personas

La casa de Neptuno

Finalizo con uno de los lugares icónicos de Herculano, la casa de Neptuno. La erupción del volcán sepultó la casa bajo cenizas volcánicas, preservando su arquitectura original, arriba podéis ver un par de fotos con sus intrincados detalles y sus impresionantes obras de arte. Hay frescos y mosaicos en las paredes y en los suelos se representan escenas mitológicas y paisajes que reflejan el talento y la habilidad de los artistas de la época. También cuenta con un estanque hundido, un impluvium. Como otras casas de Herculano, esta perteneció a una familia adinerada. Se distribuye a partir de una habitación para recibir a los invitados, hasta llegar a los dormitorios privados además de los lugares donde se desarrollaba la vida doméstica. La casa debe su nombre a un hermoso mosaico de Neptuno y Anfítrite (primera foto), que demuestra la importancia de los dioses del mar en la religión romana. Abajo dos fotos del interior de la «casa de Neptuno».

Con esta bella casa sepultada, y hoy resucitada dos mil años después, les dejo, esperando les haya resultado ilustrativa esta entrada. Han sido sólo algunas pinceladas de lo que fue la ciudad de Herculano, tantos siglos escondidas bajo las cenizas del Vesubio, un volcán que recordemos sigue activo y cuya última erupción fue en el 1944. Para verla en su totalidad ya saben que tienen una visita pendiente.