Hubo un tiempo en el que las sopas sabían a cuerno en la Argentina. Y fue Mafalda la que alzó su voz para expresar el malestar de una nueva generación de argentinos con el plato de entrada a cualquier almuerzo o cena de otoño e invierno (la sopa como metáfora de la inconformidad general con el mundo de los grandes). Ocurrió hace 45 años por primera vez, en la revista Leoplan. Y, casi medio siglo más tarde, la niña mordaz dibujada por Joaquin Lavado, más conocido como Quino, tendrá su estatua en Buenos Aires, en el barrio de San Telmo. Para mayores detalles, frente al edificio de la calle Chile 371, nada menos que donde Quino vivía y dibujaba la tira que luego recorrió el mundo y fue saluda por intelectuales de la talla de Umberto Eco. La obra fue encomendada a Pablo Irrgang, discípulo de Juan Carlos Distefano, uno de los más extraordinarios escultores de este país.
Meditando en un banco sobre el destino del mundo.
Mafalda vestirá de verde, y estará sentada en un banco de plaza, casi en el cruce de Chile con Defensa, por donde pasan a diario buena parte de los turistas extranjeros que recorren esta ciudad. La verán solita, como si meditara con acritud sobre el destino del mundo. Seguro que todos los visitantes recuperarán un pedazo de su propia historia como lectores. La estatua se estrenará a fin de mes y como parte de los festejos del bicentenario de la llamada Revolución de Mayo, que en 1810 inició el proceso de independencia de España. Ese día también se descubrirá una placa en Chile 371. Y dirá que allí "vivió" Mafalda con sus padres, símbolos de la atribulada clase media argentina de los años 60. Allí escuchó embelesada la novedad que representaban los Beatles, condenó la guerra de Vietnam, recibió a sus amigos (Susana, Felipe y el entrañable Manolito) y puso en aprietos a los mayores con preguntas que todavía hoy carecen de respuestas.
Una admiradora de los Beatles
Si los Beatles representan una época de Liverpool y Londres, Mafalda lo es inequívocamente de esa Buenos Aires que se creía tan moderna como las mejores ciudades de Europa. Y, por eso, la niña irreverente escuchaba embelesada a los fab four. La estética beatle atraviesa la vida del personaje. Las viñetas alusivas se ilustran con notas musicales o letras de sus canciones escritas en gran tamaño. A partir de la radio o las voces de Mafalda y sus amigos se oye I´m looking through you (Rubber Soul, 1965), Yellow submarine o simplemente un "yeah, yeah, yeah". En una clase de Historia Nacional los chicos del aula de Mafalda le responden afirmativamente a la maestra con esa festiva onomatopeya.
Una estatua sin vallas de protección
La Mafalda erigida en la calle mide 80 centímetros y está hecha en resina. Fue reforzada con fibra de vidrio. "Es muy resistente mecánicamente y los colores están incluidos en el material", dice su autor. Se ha decidido que la estatua no tuviera vallas de protección, algo más que osado en una ciudad donde suelen robarse monumentos. Lo que importa, a estas alturas, es que las personas puedan interactuar con el personaje. "Esperemos que Mafalda despierte buenos sentimientos", confia Irrgang. Para el escultor, construir a Mafalda fue como viajar hacia su propio pasado. Comenzó revisando las viejas tiras. Había crecido con esas páginas. Y volvió a reírse y pensar en esas palabras que solo simulan inocencia.
Un icono globaL
Mafalda es hoy un icóno global, una marca, que reclama complicidad en sus lectores. "Hace un tiempo, un editor de Scholastic, que conocía la repercusión de Mafalda, se entusiasmó con publicarla en Estados Unidos. Un año después, me dijo que era demasiado sofisticada para los chicos norteamericanos", le dijo Daniel Divinsky, su histórico y visionario editor, al diario La Nación. Para Divinsky, que allá a fines de los 60 se le ocurrió por primera vez editar las tiras en forma de libro (fueron más de diez, con innumerables reediciones, aquí, allá y en todas partes), Mafalda está en la actualidad incorporada al folclore nacional. Mafalda habla de un mundo que se fue, de la nostágia de lo perdido, pero también de lo que aún se puede imaginar. De ese imposible puesto en la boca de una niña grande, alguien siempre igual a si misma y que, a la vez, no para de crecer.
Frases de Mafalda - Quino
"¿No será acaso que ésta vida moderna está teniendo más de moderna que de vida?"
"Tenemos hombres de principios, lástima que nunca los dejen pasar del principio."
"¿Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?"
"¿Y si en vez de planear tanto voláramos un poco más alto?"
"¿No sería mas progresista preguntar donde vamos a seguir, en vez de dónde vamos a parar?"
"No es cierto que todo tiempo pasado fue mejor. Lo que pasaba era que los que estaban peor todavía no se habían dado cuenta."
"¿Por dónde hay que empujar este país para llevarlo adelante?"
"En éste mundo cada quién tiene su pequeña o gran preocupación."
"¡Sonamos muchachos! ¡Resulta que si uno no se apura a cambiar el mundo, después es el mundo el que lo cambia a uno!"
- "Y, claro, el drama de ser presidente es que si uno se pone a resolver los problemas de estado no le queda tiempo para gobernar"
"Más que planeta, éste es un inmenso conventillo espacial".
"A medio mundo le gustan los perros; y hasta el día de hoy nadie saber qué quiere decir guau."
"Lo malo de los reportajes es que uno tiene que contestarle en el momento a un periodista todo lo que no supo contestarse a sí mismo en toda la vida... Y encima pretenden que uno quede como inteligente..."
"Todos creemos en el país, lo que no se sabe es si a esta altura el país cree en nosotros"
"Dicen que el hombre es un animal de costumbres, más bien de costumbre el hombre es un animal."
"Como siempre: lo urgente no deja tiempo para lo Importante."
"En todas partes del mundo ha funcionado siempre muy bien la ley de las compensaciones, al que sube la voz, le bajan la caña..."
"Las situaciones embarazosas... ¿Las trae la cigüeña?..."
"Hoy entré al mundo por la puerta trasera".
"Tenemos hombres de principios, lástima que nunca los dejen pasar del principio."
"¿Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?"
"¿Y si en vez de planear tanto voláramos un poco más alto?"
"¿No sería mas progresista preguntar donde vamos a seguir, en vez de dónde vamos a parar?"
"No es cierto que todo tiempo pasado fue mejor. Lo que pasaba era que los que estaban peor todavía no se habían dado cuenta."
"¿Por dónde hay que empujar este país para llevarlo adelante?"
"En éste mundo cada quién tiene su pequeña o gran preocupación."
"¡Sonamos muchachos! ¡Resulta que si uno no se apura a cambiar el mundo, después es el mundo el que lo cambia a uno!"
- "Y, claro, el drama de ser presidente es que si uno se pone a resolver los problemas de estado no le queda tiempo para gobernar"
"Más que planeta, éste es un inmenso conventillo espacial".
"A medio mundo le gustan los perros; y hasta el día de hoy nadie saber qué quiere decir guau."
"Lo malo de los reportajes es que uno tiene que contestarle en el momento a un periodista todo lo que no supo contestarse a sí mismo en toda la vida... Y encima pretenden que uno quede como inteligente..."
"Todos creemos en el país, lo que no se sabe es si a esta altura el país cree en nosotros"
"Dicen que el hombre es un animal de costumbres, más bien de costumbre el hombre es un animal."
"Como siempre: lo urgente no deja tiempo para lo Importante."
"En todas partes del mundo ha funcionado siempre muy bien la ley de las compensaciones, al que sube la voz, le bajan la caña..."
"Las situaciones embarazosas... ¿Las trae la cigüeña?..."
"Hoy entré al mundo por la puerta trasera".