Esta foto es de hace un montón de años, más de 15. Yo salía por las calles a hacer fotos (y eso me parecía una cosa rarísima, casi una blasfemia, por que la fotografía siempre había sido un medio para consagrar en el recuerdo los acontecimientos familiares). A fuerza de tomar fotos, siempre diapositivas, con mi Nikon 601, pensé que podría llegar a ser como Henri Cartier Bresson y capturar siempre el instante decisivo -que para algunos no existe. Esta, modestamente, me pareció siempre una buena foto, con la señora enlutada y la mirada del Santo Jesucristo, también bajo sospecha por ser el de Subirachs. Y la luz de última hora del día. Gasté dinero en ampliaciones para algunos concursos, pero sin éxito. Pasaron los años y me cansé de fotografiar personas. Por lo demás, todo sigue igual. Vereis que he renovado la galería de fotos. Ahora, a la derecha, hay varios enlaces a fotos mías, por temas. Casi todos son bichos, pero también he puesto esta dispositiva, de cuando quise ser Henri Carti...