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Instituto Superior Tecnológico del Austro
Nombres: Adrian Morocho, Carlos Segarra
Curso: 3ª Mecánica Automotriz. Docente: Ing. Fausto Avila. Asignatura: Electricidad del Automovil. Tema a desarrollar: Tipos de Baterías Baterías de Plomo Las baterías de plomo son un tipo común de baterías recargables que utilizan placas de plomo sumergidas en ácido sulfúrico como electrolito. Estas baterías se utilizan en una amplia gama de aplicaciones, desde automóviles hasta sistemas de respaldo de energía en caso de cortes eléctricos. Hay dos tipos principales de baterías de plomo: las baterías de plomo-ácido convencionales y las baterías de plomo-ácido selladas (también conocidas como baterías de plomo-ácido de ciclo profundo). Las baterías de plomo-ácido convencionales requieren mantenimiento periódico, como la adición de agua destilada, mientras que las baterías selladas son libres de mantenimiento y están diseñadas para un uso más prolongado. A pesar de su popularidad, las baterías de plomo tienen algunas limitaciones, como su peso relativamente alto, su vida útil limitada en comparación con otras tecnologías más modernas y su baja densidad de energía. Sin embargo, siguen siendo una opción económica y confiable para muchas aplicaciones, especialmente cuando se requiere una alta corriente de arranque, como en vehículos. Baterías de Niquel-Cadmio Las baterías de níquel-cadmio han sido ampliamente utilizadas en el pasado, pero han sido en gran medida reemplazadas por tecnologías más modernas debido a preocupaciones ambientales sobre el cadmio, que es un metal pesado tóxico. Aunque las baterías de níquel-cadmio tienen una larga vida útil y pueden soportar altas tasas de descarga, así como temperaturas extremas, su principal desventaja es su impacto ambiental negativo debido al cadmio, que puede filtrarse al medio ambiente si las baterías no se desechan adecuadamente. En la actualidad, las baterías de níquel-metal hidruro (NiMH) y las baterías de iones de litio han ganado popularidad como alternativas más respetuosas con el medio ambiente y con un mejor rendimiento en muchos aspectos. En la actualidad, las baterías de níquel-metal hidruro (NiMH) y las baterías de iones de litio han ganado popularidad como alternativas más respetuosas con el medio ambiente y con un mejor rendimiento en muchos aspectos. Este tipo de batería es recargable que utiliza níquel y cadmio como electrodos y una solución alcalina como electrolito. Baterías de Sulfuro de Sodio Las baterías de sulfato de sodio, también conocidas como baterías de sal fundida de sodio-sulfuro, son un tipo de batería recargable que utiliza sulfato de sodio (Na2SO4) como electrolito sólido. Estas baterías son una forma de almacenamiento de energía de flujo redox, lo que significa que la energía se almacena en los estados de oxidación y reducción de los iones de sodio en el electrolito. Las baterías de sulfato de sodio tienen algunas características interesantes: 1. Alta densidad energética: Pueden tener una alta densidad de energía debido a la capacidad del sulfato de sodio para almacenar grandes cantidades de energía. 2. Larga vida útil: Debido a su diseño y al uso de materiales estables, estas baterías pueden tener una larga vida útil. 3. Seguridad: Son relativamente seguras debido al uso de materiales sólidos en lugar de líquidos inflamables como electrolitos. 4. Resistencia a la corrosión: Las baterías de sulfato de sodio son menos susceptibles a la corrosión en comparación con otras tecnologías de baterías. A pesar de estas ventajas, las baterías de sulfato de sodio todavía se encuentran en etapas de desarrollo y no son tan comunes como otras tecnologías de baterías, como las de iones de litio o las de plomo-ácido. Sin embargo, tienen potencial para aplicaciones de almacenamiento de energía a gran escala, como en redes eléctricas inteligentes o sistemas de energía renovable. Baterías de Litio Las baterías de litio son un tipo de batería recargable que utiliza litio como su componente principal en ambos electrodos. Son ampliamente utilizadas en una variedad de dispositivos electrónicos, desde teléfonos móviles y computadoras portátiles hasta vehículos eléctricos y sistemas de almacenamiento de energía. Las baterías de litio son populares por varias razones: 1. Alta densidad energética: Las baterías de litio tienen una de las densidades energéticas más altas entre las tecnologías de baterías recargables disponibles comercialmente. Esto significa que pueden almacenar mucha energía en un volumen relativamente pequeño y son ideales para dispositivos portátiles. 2. Baja tasa de autodescarga: Las baterías de litio tienen una tasa de autodescarga más baja en comparación con otras tecnologías de baterías, lo que significa que pueden retener su carga durante períodos prolongados cuando no se utilizan. 3. Ciclos de carga y descarga: Tienen una excelente vida útil en términos de ciclos de carga y descarga, lo que significa que pueden soportar un gran número de ciclos de carga sin perder significativamente su capacidad. 4. Tiempo de carga rápido: En comparación con otras tecnologías de baterías, las baterías de litio pueden cargarse más rápidamente, lo que las hace convenientes para su uso en dispositivos que requieren recargas frecuentes. Sin embargo, también tienen algunas desventajas, como su sensibilidad a altas temperaturas, la posibilidad de sobrecalentamiento y riesgo de incendio si no se manejan correctamente. Además, el litio es un recurso finito y su extracción y producción pueden plantear desafíos ambientales y sociales. En general, las baterías de litio son una tecnología versátil y ampliamente utilizada en la actualidad, y se están desarrollando constantemente para mejorar su rendimiento, seguridad y sostenibilidad. Baterías redox de Vanadio Las baterías de flujo de vanadio (también conocidas como baterías redox de vanadio) son un tipo de batería recargable que utiliza iones de vanadio en diferentes estados de oxidación para almacenar energía. Estas baterías utilizan dos tanques separados de electrolito de vanadio (uno en estado de oxidación positivo y otro en estado de oxidación negativo) y una membrana de intercambio iónico para separar los electrolitos y permitir el paso de iones mientras evita que los electrodos se mezclen directamente. Algunas características clave de las baterías de flujo de vanadio son: 1. Escalabilidad: Estas baterías son altamente escalables y pueden adaptarse a una amplia gama de capacidades de almacenamiento de energía, desde aplicaciones residenciales hasta sistemas de almacenamiento a gran escala en redes eléctricas. 2. Larga vida útil: Tienen una larga vida útil debido a la naturaleza reversible de las reacciones redox del vanadio, lo que significa que pueden soportar un gran número de ciclos de carga y descarga sin una degradación significativa. 3. Seguridad: Son relativamente seguras ya que no utilizan materiales inflamables en sus electrolitos y la separación física de los electrodos reduce el riesgo de cortocircuitos y sobrecalentamiento. 4. Flexibilidad de carga y descarga: Pueden cargarse y descargarse de manera independiente, lo que permite una mayor flexibilidad en su funcionamiento y una mejor gestión de la energía. Estas baterías se utilizan comúnmente en aplicaciones de almacenamiento de energía renovable, como sistemas de respaldo de energía para parques eólicos y solares, así como en micro redes y sistemas de energía remotos. Aunque son más caras inicialmente que algunas otras tecnologías de baterías, su larga vida útil y su capacidad para manejar una gran cantidad de ciclos de carga y descarga pueden hacerlas económicamente atractivas a largo plazo, especialmente en aplicaciones a gran escala.