Música Del Renacimiento

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La música del Renacimiento o música renacentista es la

música escrita entre los años 1400 y 1600. Las características


estilísticas de la música renacentista son su textura polifónica, que sigue
las leyes del contrapunto, y está regida por el sistema modal heredado
del canto gregoriano.

El estilo de la música renacentista se caracteriza por una suave sonoridad


que deriva de la aceptación de la tercera como intervalo armónico
consonante (uniéndose en esta categoría a quintas y octavas, ya admitidas
en la Edad Media) y del progresivo aumento del número de voces, todas de
igual importancia y regidas por las reglas del contrapunto:
preparación y resolución de las disonancias, uso de terceras y
sextas paralelas, exclusión de las quintas y octavas paralelas, etc.
El prototipo de obra musical renacentista es una pieza vocal
de textura polifónica, frecuentemente imitativa, escrita para entre
tres y seis voces de carácter 'cantabile'; cada línea melódica
o voz podía ser interpretada indistintamente con voces reales o
con instrumentos. Si bien el rango de cada línea supera apenas
la octava, la extensión general del conjunto rebasa ampliamente las dos
octavas, evitándose el cruce entre las voces (que forzaba a que estas
fueran heterogéneas y contrastantes en la polifonía medieval).
CONTEXTO SOCIAL El ascenso de la burguesía como clase
social, las ideas del humanismo (incluyendo la revalorización de
las artes como puro disfrute personal) y el invento de la imprenta
produjeron una extraordinaria y nueva difusión de la música culta.
Esta pasó de ser un privilegio solo al alcance de la nobleza y
el alto clero, y ejecutada exclusivamente por profesionales, a
ocupar también un lugar en el ocio de las clases medias, que
consumían la amplia literatura musical profana publicada en
toda Europa para uso casero de aficionados: canciones polifónicas en
libros de vihuela y villancicos en España, madrigales en Italia e
Inglaterra... Tocar un instrumento musical pasó de ser tarea
propia de menesterosos a refinado pasatiempo de las clases
altas, recomendado incluso por Maquiavelo en El Príncipe.
El sistema melódico utilizado siguió siendo el de los ocho modos
gregorianos; las características modales (opuestas a las tonales)
de la música del Renacimiento comenzaron a diluirse hacia el final
del período con el uso creciente de intervalos de quinta como
movimiento entre fundamentales y característica definitoria de
la tonalidad.
GÉNEROS Y FORMAS: música religiosa, música vocal profana, y
música instrumental.
1. LA MÚSICA RELIGIOSA, tuvo una creciente difusión debida a
que permitió la expansión de un estilo internacional común en
toda Europa (e incluso en las colonias españolas en América). Las
formas religiosas más importantes durante el Renacimiento fueron
la misa y el motete.
La misa cubría el ciclo del ordinario (Kyrie, Gloria, Credo,
Sanctus-Benedictus y Agnus Dei) y se le solía dotar de unidad al
basarse en material preexistente. Dos procedimientos de composición:
Misa de cantus firmus: el autor toma una melodía preexistente,
procedente del canto llano o de alguna canción profana, o incluso popular,
y la sitúa en una de las voces, habitualmente la llamada Tenor.
Las otras voces son creadas ex novo (de nuevo), completando una
textura generalmente a cuatro voces, y son llamadas Cantus o
Superius, Contratenor Altus (luego Altus) y Contratenor Bassus (luego
Bassus). De estas denominaciones proceden los nombres actuales de las
voces según sus tesituras.
Misa parodia o de imitación: el compositor toma un motete o una canción
polifónica anterior (propio o de otro autor), este ya de tipo polifónico, y
utiliza el material melódico y armónico: motivos de imitación, cadencias
típicas o a veces incluso fragmentos completos, pero reelaborando el
material, añadiendo motivos y a veces voces nuevas, y siempre,
El motete renacentista

LYNK MOTETE CANTADO


(tres voces, sin instrumento):

https://youtu.be/YxLxc1WQuto
El motete renacentista, era una pieza polifónica de texto sacro
y en latín. Procedía en un principio del motete medieval, pero
pronto asumió una continua textura imitativa de voces de igual
importancia (en número cada vez mayor: cuatro en el siglo XV,
cinco o seis a finales del XVI), con frases musicales imbricadas
(superpuestas), y nuevos motivos para cada frase textual. En el motete
el autor generalmente creaba material puramente original, sin
tomar préstamos ajenos como en la misa. En el siglo XVI se
desarrollan amplios motetes bipartitos y, en la escuela veneciana,
los policorales, para ocho o incluso doce voces. Ejemplos
sobresalientes de motete renacentista son el Ave María de
Josquin o el Lamentabatur Jacob de Morales.

2. MÚSICA VOCAL PROFANA Un gran número de impresos y


cancioneros manuscritos nos han hecho llegar el amplísimo
repertorio polifónico profano renacentista. Aquí sí es posible
reconocer formas peculiares de cada país:

 En Italia, la villanella, la frottola y el madrigal.

 En España, el romance, la ensalada y el villancico.


 En Francia, una vez superadas las formas fijas medievales aún
vigentes en la escuela borgoñona (rondeau, virelay, ballade) se
creó la peculiar chanson polifónica parisina.

 En Inglaterra se imitó el estilo madrigalístico italiano,


apareciendo hacia 1600 la canción con laúd isabelina.

Hacia el final del período aparecen los primeros antecedentes


dramáticos de la ópera tales como la monodia, la comedia
madrigal y el intermedio.
EL
INTER
MEDIO
3. MÚSICA INSTRUMENTAL De modo paralelo a la extensión del
rango vocal de la polifonía, los instrumentos ampliaron su tesitura
creándose familias completas de cada modelo; cada tamaño era
nombrado con el nombre de la voz equivalente: así, por ejemplo,
se crean flautas de pico soprano, alto, tenor y bajos de varias
tallas, y un proceso semejante siguen instrumentos de cuerda
como las violas da gamba; de metal como los sacabuches o de madera
como las chirimías.

Los instrumentos participaban junto con las voces en la ejecución de la


por ejemplo, está perfectamente documentada la presencia regular
de ministriles (flautas, cornettos, sacabuches, chirimías
y bajones) en las catedrales ibéricas del siglo XVI. Además,
mucha música polifónica se ejecutaba de forma puramente
instrumental, fuera en conjuntos homogéneos
(llamados consorts), en grupos que combinaban instrumentos de
diversas familias o sobre instrumentos propiamente polifónicos,
como el órgano, el virginal, el arpa, el laúd o, en España,
la vihuela.
EL
BAJON
Antecesor del
RENACEN
clarinete TISTA

El tatarabuelo del trombón


Eran habituales los conjuntos domésticos de instrumentistas
aficionados. Frecuentemente esos músicos amateur (e incluso
muchos profesionales) eran incapaces de leer la notación musical
convencional, por lo que la música instrumental solía escribirse en
un sistema de escritura peculiar para cada instrumento,
llamado tablatura: hay así tablaturas renacentistas específicas
para tecla, laúd, arpa, vihuela, etc. El laúd, derivado
del al'ud medieval, se convirtió pronto en el instrumento
doméstico solista más popular en Europa. La vihuela de mano
Había un muy alto nivel técnico y musical, sin embargo la técnica
instrumental solía transmitirse oralmente y su música
específica era raramente escrita: era habitual la
improvisación, fuese directa o sobre material vocal preexistente
(disminución). Gracias a los tratados de la época se conocen,
también, problemas de afinación, de altura, temperamento u
ornamentación. Uno de los primeros libros de este tema
aparecidos fue el Musica getutscht und ausgezogen (Resumen de
la música en alemán), obra de Sebastian Virdung de 1511.
El virginal
Las principales formas instrumentales de la época fueron:

- Formas derivadas de modelos vocales: al tocar


habitualmente los instrumentistas piezas vocales, compusieron
formas similares, si bien sin texto: del motete derivaron piezas
polifónicas imitativas, llamadas ricercare, fantasía o tiento,
mientras que de la chanson derivó la canzona, generalmente más
viva y más dividida en secciones que los anteriores.

- Danzas: una de las funciones tradicionales de los


instrumentistas era, naturalmente, el acompañamiento de la danza.
Solían estar escritas a cuatro voces, en una sencilla textura
homofónica. Hay abundantes ejemplos de danzas de todo tempo
y compás, como la bajadanza, la pavana, la gallarda, la alemanda
o la courante.

- Formas improvisatorias: los músicos anotaban a veces sus


improvisaciones más logradas. Podía tratarse bien de puras
improvisaciones para un instrumento polifónico (toccata, preludio,
de nuevo tiento), o bien de largas series de variaciones sobre
un basso ostinato muy conocido, como la romanesca, el Conde Claros,
TEORÍA Y NOTACIÓN Las composiciones del Renacimiento
estaban escritas únicamente en partichelas; las partituras
generales eran muy raras, y las barras de compás no se
usaban. Las figuras eran generalmente más largas que las usadas
en nuestros días; la unidad de pulso era la semibreve, o
redonda. Como ocurría desde el Ars Nova cada breve (cuadrada)
podía equivaler a dos o tres semibreves, que podría ser
considerada como equivalente al compás moderno, aunque era un
valor de nota y no un compás.
Se puede resumir de esta forma: igual que en la actualidad, una
negra puede equivaler a dos corcheas o tres que se escribirían
como un tresillo.
En la misma lógica se puede tener dos o tres valores más cortos
de la siguiente figura, la mínima (equivalente a la moderna blanca)
de cada semibreve. Estas diferentes permutaciones se denominan
tempus perfecto/imperfecto según la relación de breve-semibreve
y prolación (expresión) perfecta/imperfecta en el caso de la relación
semibreve-mínima, existiendo todas las combinaciones posibles
LYNK POLIFONÍA RENACENTISTA:

https://youtu.be/4NXN-hKy3qs
Historicamente, los dos siglos de estilo renacentista han
evolucionado en cinco generaciones de compositores: Primera
generación: las escuelas inglesa y borgoñona (1410-1450),
consiguieron resultados de estilo más límpido y fluido. Si bien se
perdió complejidad rítmica, se ganó en vitalidad rítmica y el
empuje armónico cadencial se convirtió en un aspecto
importante hacia mediados del siglo. Es en esta época cuando
fueron gradualmente establecidas las reglas
del contrapunto académico, tales como la prohibición de quintas y octavas
paralelas y la restricción de las directas.
Los más notables autores de este tiempo estuvieron en la órbita
del ducado de Borgoña (que incluía también tierras de las
actuales Holanda, Bélgica y el norte de Francia), como Guillaume
Dufay y Gilles Binchois. Misas pre texturas a cuatro voces,
imitaciones y control de la disonancia; la textura a tres voces
de las que las dos inferiores se cruzan y parecen
instrumentales.
La segunda generación franco-flamenca (1450-1483),
Busnois y Johannes Ockeghem afianzaron las nuevas reglas
consolidándose la polifonía imitativa en un estilo erudito de frases
larguísimas y sofisticadas. Se usaron extensamente las técnicas
del canon (pieza o sección de una composición musical de
carácter contrapuntístico basada en la imitación entre dos o más voces separadas por
un intervalo temporal. Una parte vocal o instrumental interpreta una melodía y
unos compases más tarde una segunda voz repite esa misma melodía de manera

exacta o bien modificando su tonalidad u otros aspectos), resultando un


complejo estilo que se puede quizás correlacionar con el
detallismo imperante en la pintura y la arquitectura de la época.
La tercera generación franco-flamenca: el estilo internacional
(1480-1520) Todavía en torno a 1500 los mejores compositores
surgen de las actuales Bélgica y norte de Francia, fruto de una
larga tradición local que exportaba maestros de capilla a toda
Europa, y especialmente a Italia.
Aparece así uno de los mayores genios de la historia
musical, Josquin des Prez, cuyo estilo claro, limpio y elegante
se convierte en modelo de estilo polifónico para toda Europa:
cadencias claras y frecuentes, secciones a dos o tres voces,
pasajes homofónicos que subrayan el texto, clara articulación
general de la forma, líneas melódicas equilibradas y de apariencia
sencilla... Gracias a su enorme influencia y a la imprenta se
consolidará un estilo internacional común en Alemania, Italia, España,
Francia e Inglaterra. Entre las muchas obras maestras de Josquin, de todos
los géneros, cabría destacar la Misa Pange Lingua.
La cuarta generación (1520-1550). Entrado ya el siglo XVI el estilo
internacional (fuertemente influido por Josquin) se impone en la música
religiosa, si bien autores como el español Cristóbal de Morales, Nicolas
Gombert o Willaert tienden a aumentar el número de voces (típicamente
Josquin des Prez

(1450-1521), fue el
mayor compositor de su
época. El músico franco-
flamenco es considerado
el primer maestro
moderno de la música
varias voces y llegó a ser reconocido como el creador europeo de
polifónica más famoso
del Renacimiento. Una de las pocas referencias encontradas es su nombre
escrito en un muro de la Capilla Sixtina entre las firmas de varios cantantes.
homogeneizar la textura, alargar frases y ocultar las cadencias,
volviéndose de algún modo así a las maneras más complejas y
refinadas de Ockeghem.
Es en esta época cuando se consolidan los estilos locales de la
música profana: aparecen el nuevo madrigal italiano,
el villancico, la batalla y la ensalada españoles y la chanson
parisina (con frecuencia homofónica, y muchas veces
onomatopéyica y humorística).
La quinta generación (1550-1600) Teniendo entonces el oficio de
músico (cantor, maestro de capilla, organista, ministril...) una gran
dependencia de la Iglesia, la convulsión provocada por la
Reforma protestante y la Contrarreforma afectó de lleno al
estilo musical. Pasado el peligro de supresión de la polifonía (que
sí se ejecutó entre algunos reformistas radicales), el concilio de
Trento desalentó la excesivamente compleja polifonía por impedir
la comprensión del texto, fomentando la homofonía y en general la
claridad. Giovanni Pierluigi da Palestrina vino a cultivar un fluido
estilo de contrapunto libre en una densa y rica textura en la
cual las disonancias eran seguidas por consonancias en cada
pulso, y los "ritardandos" eran muy habituales.
Este estilo quedó fijado como modelo para la música religiosa de
su tiempo (aunque quizás no tanto como ha querido ver la
historiografía decimonónica), y desde entonces para la enseñanza
del contrapunto académico. Contemporáneos de Palestrina fueron
algunos de los polifonistas más reconocidos por la posteridad:
Francisco Guerrero, Orlando di Lasso, Tomás Luis de Victoria y William
En este período, el tactus era generalmente de dos semibreves
por breve, con tres por breve para los efectos especiales y las
secciones culminantes; se trataba de una revocación casi
completa de la técnica que había prevalecido en el siglo anterior.
LA DISOLUCIÓN DEL ESTILO RENACENTISTA
Diversas razones, algunas de origen puramente musical y otras
ideológicas (las reformas religiosas, el intento de recreación del
teatro griego por los humanistas en la ópera) causaron la
progresiva descomposición del
estilo musical típico del Renacimiento: la policoralidad, el estilo
concertante, la creación de la monodia y la consiguiente aparición
del bajo continuo disolvieron la textura polifónica, mientras el
cromatismo extremo y las tendencias tonales (como las quintas
como movimiento entre fundamentales) rompían el sistema
modal diatónico.
LYNK PIEZA POLIFÓNICA S. XVI
(RELIGIOSA ESPAÑOLA DE FRANCISCO GUERRERO):

https://youtu.be/-f7VoIgddlw?si=aPDIAigUKRqSiEkr

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