Derecho Romano 2 Clase 4
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6 INCUMPLIMIENTO
DE LAS OBLIGACIONES
Las ejecuciones de las obligaciones consistían cuando se daba
lo siguiente:
a) El deudor no cumpliera con las obligaciones en el término
acordado o bajo las condiciones pactadas, es decir, incurre en
mora.
b) Por causas imputables al deudor, no daba cumplimiento a
las obligaciones siendo que incurría en dolo y en culpa.
c) No daba cumplimiento por causas fortuitas, o fuerza mayor.
Las características mencionadas se describen y ejemplifican
en los siguientes apartados.
Mora
Cuando un deudor no cumple debido a su negligencia; por ejemplo:
retraso injustificado para la entrega de una determinada mercancía; a
esto se le denominaba mora debitoris, este incumplimiento tenía que
comprobarse siempre y cuando la deuda estuviera vencida, así como el
acreedor tenía que hacerlo valer mediante una interpelación.
También el acreedor podría incurrir en mora, en el supuesto de que éste
rechazara, sin justa causa, la oferta del pago ofrecido por el deudor, a
esto se le denominaba mora creditoris, el deudor podía depositarla en
establecimientos públicos y así quedaba liberado de la obligación.
Dolo
El dolo es cuando el deudor no cumple con la
obligación y tiene toda la intención de
cometer tal incumplimiento y de dañar al
acreedor.
Culpa
Este concepto se da cuando el deudor ocasiona un daño impidiendo la realización
de la obligación, por su falta o negligencia, existen dos tipos de culpas:
1) Culpa lata, que es la culpa grave, es cuando existe un descuido excesivo, es
decir, no se prevé lo que hubiera sido previsible.
2) Culpa levis, siendo la culpa leve, sólo se respondía del dolo, ésta a su vez
podría ser in abstracto o in concreto.
In abstracto se presentaba cuando el deudor no hubiera observado los cuidados
de un buen padre de familia.
In concreto se comprobaba comparando la conducta del deudor con el grado de
cuidado que él mismo acostumbraba observar en sus demás negocios.
Caso fortuito y fuerza mayor
Existía el caso fortuito o fuerza mayor cuando el deudor no cumplía con
su obligación debido a un acontecimiento o evento que no le era
imputable.
Se puede distinguir el caso fortuito por ser un hecho no imputable que
impide y excusa el cumplimiento de la obligación, un ejemplo sería el
fallecimiento del deudor o acreedor.
La fuerza mayor es cuando un acontecimiento de la naturaleza, por ser
imprevisible, impedía el cumplimiento de la obligación; por ejemplo,
un terremoto.
En estos supuestos, el deudor quedaba liberado del adeudo, salvo pacto
en contrario.
2.7 EXTINCIÓN DE
LAS
OBLIGACIONES
Normalmente se extingue una obligación cuando ha
dado total cumplimiento el deudor, pero en el
Derecho Romano no disolvía la obligación, toda
vez que era una ligadura que requería un desligarse,
a esto se le denomina contrarius actus. Por tanto se
tenía que cumplir un proceso.
Tratándose de un préstamo celebrado pro el antigui contrato del nexum, la extinción de la obligación se lograba mediante una
acceptilatio (una pregunta seguida de una respuesta), preguntaba el deudor ¿quod ego tibi promissi habesne acceptum?: ¿tienes por
recibido lo que te prometí? En seguida respondía afirmativamente el acreedor: haber, lo tengo; y si la obligación era litteris, que
nacía de un asiento en la contabilidad del acreedor, requería para exigirle, una inscripción inversa a la primitiva en los libros del
acreedor.
En la época Republicana nacieron dos
formas de extinción de las obligaciones:
ipso iure y ope exceptionis.
Modos que operan ipso iure: pago,
novación, confusión, pérdida de la cosa
debida, mutuo disentimiento, concurso de
causas lucrativas, muerte o capitis
demimutio del deudor .
Estas formas de extinción se podían hacer valer de cualquier etapa del
juicio y hacían desaparecer la obligación en forma absoluta.