Extincion de Las Obligaciones

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EXTINCION DE LAS OBLIGACIONES EN DERECHO ROMANO

Hasta finales dela época republicana, el simple cumplimiento no era suficiente


para extinguir una obligación. Como la obligatio era una especie de “atadura”, se
necesitaba un “des-atarse”, en forma contraria a la utilizada para el
establecimiento de la obligación. Esta liberación es el contrarius actus.
En tiempos de Cicerón, Aquilo Gallo creó la actio doli y la exceptio doli, y, desde
entonces, si un acreedor trataba de aprovecharse de la falta de un actus
contrarius para obtener una vez más el cumplimiento de una misma obligación, el
deudor podía servirse de estos medios para defenderse. Desde entonces el actus
contrarius dejó de ser un requisito para la extinción.
Desde la desaparición del actus contrarius, las maneras de extinguirse de la
obligación se dividieron en dos grupos; ipso iure, y exceptionis ope.
Los modos de extinción ipso iure son los siguientes:
1- El pago, o sea, la solutio : es un modo de extinción voluntaria, ya que
supone el deseo de cumplir con lo prometido, en este caso, la prestación de
la que era objeto.
El pago podía efectuarse por cualquier persona en vez del deudor, siempre
que no se tratara de un hecho que el deudor mismo debía prestar.
La persona que recibía la prestación debía ser el acreedor mismo. Sin
embargo, si este era incapaz, la prestación debía ofrecerse al tutor o
curador.
2- La dación en pago o in solutum datio : existía cuando, con el
consentimiento del acreedor, el deudor daba, en vez de lo convenido, un
objeto distinto.
3- La remisión de la deuda: se daba cuando, el acreedor hacía una
declaratoria m en la que finiquitaba la deuda, o simplemente declaraba que
no reclamaría el cumplimiento de esta. Dicha remisión podía ser total o
parcial.
4- La novación: figuraba cuando el contenido de una obligación se traspasaba
a otra nueva, con modificación de un solo elemento.
5- La confusión: esta forma de extinción nacía cuando por herencia, manus
adrogatio, etc., la función del deudor venía a recaer en la misma persona
que tenía la función del acreedor dentro de la misma obligación. Es decir,
cuando la misma persona reúne la calidad de deudor y acreedor.
6- La sentencia. Así como una sentencia equivocada podría ser fuente de
obligaciones, si no se lograba anularla, mediante algún recurso, de la
misma manera tal sentencia podía ser causa de extinción de las
obligaciones.
También la exageración de la demanda, podía dar lugar en tiempos
clásicos a una sentencia que absolviera a un deudor que realmente debía
algo, aunque menos que el actor hubiera reclamado.
7- El concurso de dos causas lucrativas era un curioso modo de extinción de
las obligaciones. Encontramos este modo de extinción cuando una persona
recibía derecho a un mismo objeto, por dos actos diversos de liberalidad.
En tal caso, el segundo acto se nulificaba.
8- La pérdida del objeto debido: si el objeto de la obligación era específico y se
perdía sin culpa del deudor, la obligación se extinguía.
9- La muerte de una de las partes: en algunos la obligación se extinguía por la
muerte de una de las partes, ya que los herederos sólo respondían por el
valor de su enriquecimiento.
10- En la delegación se presenta también un modo de extinción de las
obligaciones. Si el delegado era deudor del delegante, esta deuda se
extingue (hasta por el importe de la nueva deuda, contraída por el delegado
respecto del delegatario), y por el hecho de aceptarse la delegación, se
extingue también la deuda entre el delegatario y el delegante.
11- El abandono del objeto: se daba cuando la propiedad de un objeto era
fuente de obligaciones. En este caso el abandono del objeto mismo, las
extinguía.
12- Extinción de una obligación principal como causa de extinción de
obligaciones accesorias correspondientes.
Los modos de extinción que operan ope exceptionis (en virtud de una excepción)
son los siguientes:
1- Modalidades extintivas. En caso de haberse cumplido un término resolutorio
o una condición resolutoria, el demandado debía hacerse insertar en
circunstancia en la formula; sino, el iudex no podía tenerla en cuenta.
2- Pacto de non petendo. También la existencia de un pacto de remisión debía
alegarse e insertarse en la formula.
3- Compensación. Se trataba de una imputación recíproca, de lo que dos
personas se deben mutuamente. De este modo se obtenía de una manera
fácil, exactamente el efecto económico que habría resultado de dos pagos
recíprocos.

BIBLIOGRAFIA
• Margadant S. Guillermo Floris, El Derecho Privado Romano como introducció n a la
cultura jurídica contemporá nea, 26a ed., México, Esfinge,2001, p.p. 372-381.

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