Guia Estudio Efectos de Las Oblig

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EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES

El efecto normal y común es el cumplimiento de la prestación debida en tiempo y forma


(pago) y el nexo obligacional queda disuelto.
Pero a veces se produce el incumplimiento obligacional, ya sea por causas ajenas y no
imputables al deudor, o por causas imputables al deudor.

INCUMPLIMIENTO POR CAUSAS NO IMPUTABLES AL DEUDOR.

CASO FORTUITO Y FUERZA MAYOR: siempre se da para el supuesto de obligaciones de cosa


determinada o en especie. El deudor evita la responsabilidad si la cosa pereció por caso
fortuito o fuerza mayor. El caso fortuito se define como el acontecimiento no previsto por
el deudor, y la fuerza mayor se da un hecho que siendo previsto no pudo ser evitado.
El deudor se libera siempre que no haya sido por su falta que se provocó la destrucción de la
cosa, es decir, expone a la cosa a un riesgo (Ej: Lleva al caballo dado en comodato a la
guerra y lo debía entregar al acreedor), o si había asumido la responsabilidad al contraer la
obligación.
El que alega caso fortuito o fuerza mayor debe probarlos. Si se tratara de obligaciones de
dar cosas genéricas, el género nunca perece, con lo cual se puede cumplir la obligación.
Además tampoco el deudor se puede excusar si se encontrara en mora.

INCUMPLIMIENTO POR CAUSAS IMPUTABLES AL DEUDOR.

DOLO: como causal de incumplimiento de una obligación. Es el incumplimiento deliberado


por parte del deudor. Pudiendo cumplir, no cumple. Debe entregar una cosa y la destruye
intencionalmente. El dolo no se presume, el acreedor que lo alega debe probarlo. Todo
pacto por el cual se exime al deudor de responsabilidad por dolo, es nulo porque altera el
orden público. Pero el acreedor puede renunciar a reclamar los perjuicios ocasionados por el
dolo.

CULPA: como causal de incumplimiento de una obligación, cuando se debe a una


imprudencia, negligencia o impericia imputable al deudor. Se parte de la idea de que el
deudor debe actuar con diligencia y su omisión es la negligencia.
Comisión de actos imprudentes: culpa in facendo.
Omisión de actos diligentes: culpa in non facendo.
Hay varias clases de culpas:
Culpa grave o lata culpa o magna culpa: consiste en la comisión u omisión de actos que
implican una falta de cuidados tan excesivos que un hombre común no hubiera incurrido en
ellos. Es la suma diligencia: Ej. Tengo un objeto precioso y dejo la puerta de casa abierta. Se
juzga igual que el dolo.

Culpa leve o levis culpa: es la mera negligencia o mera imprudencia en el trato o cuidados
de las cosas. Se juzga de dos maneras. Culpa leve en abstracto: es la exacta diligencia. Se
toma como un standart jurídico una figura abstracta en donde se compara la conducta que
debería seguir un buen paterfamilias en el cuidado de sus propias cosas en iguales
circunstancias. Culpa leve en concreto: se la coteja con la habitual conducta propia del
deudor. Sólo responde por la negligencia cuando no aportó los cuidados y la diligencia que
acostumbra tener en sus propias cosas o negocios.

Culpa levísima: no es romana, es de la etapa de los glosadores. Se juzga en abstracto, se


toma la figura abstracta de cómo se debe comportar el “muy buen paterfamilias".

EL RETARDO INJUSTIFICADO EN EL CUMPLIMIENTO: LA MORA.


Es el retardo jurídicamente relevante en el cumplimiento de la obligación, imputable al
deudor, o imputable al acreedor en recibir el pago. Conscientemente ha retardado el
cumplimiento en forma injustificada.
Mora del deudor: retardo jurídicamente relevante en el cumplimiento de la obligación
debida.
Requisitos.
1) Retardo injustificado en el cumplimiento obligacional, este tiene que ser válido y
exigible, no lo es si media un plazo o se le puede oponer una exceptio.
2) Retardo doloso o culposo, injustificado.
3) En ciertos casos es necesario una conminación expresa o intimación o interpellatio
por parte del acreedor al deudor. Cuando es necesaria la interpellatio se dice que la
mora es ex persona. No es necesaria cuando es la obligación a término, la mora ex re
(el plazo interpela por el hombre) o en las obligaciones delictuales (los responsables
quedan obligados por el sólo hecho de cometer el delito en mora).

La mora agrava la situación del deudor dado que surgen efectos:


1) El deudor responde por los riesgos de la cosa, incluso si perece por caso fortuito,
porque ha perpetuado la causa de la obligación. Por una razón de equidad se admitió
posteriormente que si el deudor prueba que la cosa hubiere perecido en manos del
acreedor se libera.
2) En las obligaciones de buena fe, de dar dinero, se deben intereses moratorios, o los
frutos, si se tratare de una cosa fructífera.
3) La mora del deudor cesa cuando cumple la prestación debida.

Mora del acreedor: El acreedor se encuentra en mora cuando no acepta la prestación que
le ofrece cumplir el deudor en tiempo y forma. Consiste en un retardo en la recepción de
manera injustificada. O en caso que el acreedor debía retirar la cosa y frente a la oferta del
deudor no lo hace. O no presta la ayuda que se había comprometido (por ej: el deudor debe
entregar toneladas de trigo y acreedor no le da el granero para que lo pueda dejar. O el
acreedor se ausenta sin dejar un tercero autorizado).

Requisitos:
Para que se dé este supuesto es necesario que el ofrecimiento del deudor sea correcto: si
debía llevar la prestación al acreedor, que así lo hubiera hecho; si en cambio fuese el
acreedor quien debía retirar la cosa, bastaría la simple oferta por parte del deudor. Incluso
se podía obviar esto último de existir un plazo, pues era al acreedor al que le incumbía el
retiro. Igualmente, la recepción de la prestación puede quedar frustrada por un acto del
acreedor.
Efectos:
1) El deudor se libera de los riesgos de la cosa, responde sólo si cometió dolo.
2) El deudor puede hacerse reembolsar los gastos devengados por conservación de la
cosa.
3) El deudor podía consignar el dinero o las cosas debidas, sellándolas y depositándolas
en un lugar público (templo)
4) Cesan los intereses moratorios, luego de la consignación cesan los intereses
convencionales.

EL RESARCIMIENTO DEL DAÑO SUFRIDO POR EL ACREEDOR POR MORA O POR EL


INCUMPLIMIENTO DEFINITIVO – STIPULATIO POENAE -DAÑOS Y PERJUICIOS:
Cuando el deudor no ha ejecutado su obligación o no ha sido hecha en el tiempo y forma
oportuna, se abre el camino para el ejercicio de la acción que el acreedor tiene para forzar al
deudor a que cumpla y para que haga frente a las consecuencias de su retardo o
incumplimiento. Puede el acreedor exigirle daños e intereses, generalmente consiste en una
suma de dinero. Esta evaluación pecuniaria la hacía el juez, y la fijaba según la buena o mala
fe del deudor y según la naturaleza de la acción ejercida por el acreedor. Además del juez,
los daños e intereses eran fijados a veces por la ley.
*Los daños e intereses podían ser fijados con anticipación por las partes para evitar la
incertidumbre de la fijación por el juez a esto se lo denominaba la stipulatio poenae o
cláusula penal, que consistía en la promesa de realizar el pago de una suma de dinero en
caso de incumplir con la obligación. Se empleaba ésta con el fin de que el deudor, forzado
por la amenaza de la pena, cumpla con la obligación asumida.
*Los daños e intereses comprendían dos rubros: 1) el damnum emergens (daño
emergente): es el perjuicio directo ocasionado; y 2) el lucrum cesans (lucro cesante): hace
referencia a la ganancia que deja de percibir una persona como consecuencia del
incumplimiento.

EJECUCIÓN DE LAS OBLIGACIONES INCUMPLIDAS.


En el procedimiento de las Legis Actionis se accionaba ante el incumplimiento del deudor
por medio de la actio per manus iniectionem o por la actio per pignoris capionem.
En el procedimiento formulario, se daba lugar ante el incumplimiento del deudor la actio
iudicati, ya sea la ejecución personal o patrimonial (dependiendo del tipo de deuda).
En el Siglo II a .C., el pretor Rutilo Rufo (118 a.C) estableció el procedimiento por el cual se
debía ejecutar los bienes del deudor. Así apareció el procedimiento de la bonorum venditio.

*Bonorum Venditio: se daba contra el patrimonio del deudor vivo, condenado o confeso,
presente o ausente, o que haya abandonado sus bienes, o contra el deudor muerto. Traía
aparejada la tacha de infamia.
Si era sólo un acreedor solicitaba al pretor una misio in possessionem (que lo ponga en
posesión de los bienes del deudor), a los efectos de asegurar preventivamente la no
dilapidación o desaparición de los mismos. En cambio, si se trataba de varios acreedores que
pedían la posesión de los bienes, el pretor designaba entre ellos un curator bonorum
(cuidador de los bienes).
Al mismo tiempo se colocaban afiches o panfletos en los lugares públicos a fin de hacer
enterar, a otras personas interesadas, del comienzo del procedimiento. Al cabo de 30 días
de ocurrida esas publicaciones si el deudor estaba vivo, o de 15 días si el deudor había
muerto, el pretor daba un segundo decreto ordenando a los acreedores a que se reuniesen
con el fin de elegir entre ellos un magister bonorum, quien se encargaría de realizar la venta
y debía previamente ordenar los bienes para la subasta realizando el inventario del activo y
del pasivo (Lex Venditionis).
Luego de 10 días si el deudor estaba vivo, o de 5 días si estaba muerto, el magister procedía
a vender el patrimonio en pública subasta. Lo adquiría el comprador llamado bonorum
emptor que era aquel que ofreció pagar el mayor porcentaje de las deudas del ejecutado.
De acuerdo con este procedimiento, lo que se ha realizado es una sucesión universal inter
vivos, de la cual el causante es el deudor ejecutado y el sucesor es el bonorum emptor.
Respecto de los bienes, el bonorum emptor adquiría la propiedad bonitaria, y accedía al
domininio quieritario luego de pasados los plazos de usucapión.
Este procedimiento de la bonorum venditio traía aparejada la tacha de infamia sobre el
deudor ejecutado, y quedaba igualmente expuesto a las acciones de sus acreedores por lo
no cobrado.

OTROS PROCEDIMIENTOS ERAN:

*Bonorum Distractio: los bienes eran rematados de manera individual hasta equiparar el
monto de la deuda. Este beneficio lo poseían los incapaces de hecho sin tutor o curador, los
senadores. (Este procedimiento irá reemplazando en la época posclásica a la bonorum
venditio).

*Bonorum Sectio: era la venta pública realizada por el Estado de los bienes conseguidos en
guerras o confiscados en procesos criminales. Se efectuaba en forma individual o colectiva.

*Bonoum Cessio: el deudor insolvente que de buena fe resultase cargado de deudas y


quería pagar, para evitar el procedimiento de la bonorum venditio de carácter infamante,
podía ceder todos sus bienes a los acreedores. Cuando mejoraba su fortuna pagaba, es decir
que se le otorgaba también el beneficio de competencia por tiempo ilimitado para favorecer
su recuperación económica.

EL FRAUDE DEL DEUDOR EN PERJUICIO DE LOS ACREEDORES.


El deudor, no obstante la obligación contraída, no pierde la disponibilidad negocial. Podía
celebrar otras obligaciones, y vender bienes, pero si los negocios de transmisión de cosas,
en principio disminuían su patrimonio, lo ubicaban en una situación de insolvencia
deliberada, el acreedor vería peligrar el cumplimiento de su obligación. En tal caso se
entiende que ha habido fraude (fraus), cometido en perjuicio de los acreedores.
Desde fines de la Respublica el deudor concedió dos remedios procesales a favor de los
acreedores.
1-Durante el procedimiento de la bonorum venditio, los acreedores designaban un curador
bonorum que pedía al pretor para todos los acreedores, la in integrum restitutio que tenía
por no celebrados los actos con terceros cómplices del deudor.

2-Podían intentar el interdictum fraudatorium era más amplio, y era intentado luego del
procedimiento de la bonorum venditio por los acreedores no satisfechos, pedido en forma
individual por cada uno.

LA ACCIÓN PAULIANA O REVOCATORIA


En el derecho posclásico estos dos remedios parecen haberse refundido en una actio in
factum amplia vulgarmente llamada Pauliana o Revocatoria, la cual tiene por objeto revocar
todos los actos realizados fraudulentamente por el deudor en perjuicio de sus acreedores.

Para que funciones era necesario:


1) Celebración de un negocio jurídico por el cual quedaba empobrecido el deudor.
2) Que cause perjuicio a los acreedores. (El deudor no puede pagar las deudas, su pasivo
es mayor que su activo).
3) El deudor tenga consciencia de fraude y conmivencia con terceros.
4) Acreedor denunciar los negocios realizados dentro del año iba por el total contra el
deudor y los terceros, pero si era intentada después del año, era por el monto del
enriquecimiento contra deudor, terceros y herederos.
Esta acción procedía:
Si bien podía ser ejercida contra el deudor, resulta más eficaz contra los terceros que
realizaron negocios con él. Se podían dar distintas situaciones:
*Actos a título gratuito, la revocación progresa sin dificultad.
*Actos a título oneroso, si se prueba que el tercero era de mala fe, es decir, que era
cómplice del deudor, conocía el estado de insolvencia del mismo e igual realizó el negocio,
la revocación progresa.
*A título oneroso de buena fe, la acción no procede si el tercero ignoraba la situación del
deudor.

-La acción Pauliana o Revocatoria tenía como objeto revocar el acto fraudulento, era una
actio arbitraria, por la que el juez establecía el orden de las cosas al estado anterior de la
celebración del acto, es decir, que el juez no condenaba a menos que el tercero se negare a
restablecer el estado de las cosas existentes antes de la celebración del negocio jurídico
objeto de la revocación. Si el tercero restituía la cosa o reconstituía la obligación antes de la
condena quedaba liberado.
Si se intentaba dentro del año (después de la bonorum venditio) en el caso de que se
rehúsa a restablecer las cosas al estado anterior, la condena era por el total del perjuicio.
Si era intentada después del año, era por el monto del enriquecimiento del deudor, los
terceros y los herederos.

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