Diacronía Del Español (I)

Descargar como pptx, pdf o txt
Descargar como pptx, pdf o txt
Está en la página 1de 21

DIACRONÍA DEL ESPAÑOL (I)

FRANCISCO ABAD
SOCIOL. ESTUDIA LAS VARIACIONES QUE
SUFRE EL LENGUAJE EN CADA UNO DE LOS
CONTEXTOS EN QUE ES USADO
¡POR QUÉ LA LENGUA VARÍA?

• LOS MIEMBROS DE UNA CL COMPARTEN UN DIALECTO. LA LENGUA ES UN


OBJETO DEFINIDO TIENE EXISTENCIA REAL EN EL USO.
• LOS IDIOMAS SON OBJETOS VIRTUALES. LOS DIALECTOS LOS USAMOS PARA
COMUNICAARNOS.
• SOCIOLEECTOS FORMAS QUE USA PARTE DE LA CL.
• LGA ESTÁNDAR ELEGIDO POR CUESTIONES POLÍTICAS COMO LA LENGUA
OFICIAL DE UNA NACIÓN.
• N L FIJA LAS FORMAS DE UN DIALECTO DE MANERA CONSENSUADA. LAS
UTILIZAN GRUPOS CULTOS DIRIGENTES- EDUCac—adm-jsuticia
• Tener en cuenta la evolución lingüística y lo dialectal
supone hacerse cargo de un atributo del lenguaje: la
lengua es continuidad, una tradición muy densa, en
cuanto se halla arraigada y distribuida por toda la
comunidad; sin embargo en tal continuidad se dan
discontinuidades, y asistimos así a la variedad de tal
historia y a sus rupturas parciales,
DISCONTINUIDADES

• Hay discontinuidades que se producen en los componentes del hablar común; así Amado Alonso-revolución fonética
ocurrida en nuestra lengua entre 1560 y 1630, y a esta cronología se sumó Lapesa en las últimas ediciones de su
Historia de la lengua española*.
• Tenemos por tanto una discontinuidad en la historia de la pronunciación castellana, como para lo gramatical se dio una
discontinuidad desde hacia 1351 hasta hacia las décadas finales del Seiscientos.
• Otras discontinuidades se deben a la impronta de los grandes creadores de lengua en el idioma artístico: caso fácil de
recordar es el de Góngora, quien dio lugar a una ruptura elocutiva que a su vez fue luego seguida por escritores con los
que mantuvo incluso enemistad literaria.
• El hablar común más el registro literario suponen claramente quiebras y rupturas en la continuidad tradicional del
idioma: la lengua es muy tradicional según argumentó con certeza Menéndez Pidal, pero lleva en ella misma motivos
de ruptura y de discontinuidad. La lengua es un conjunto de modos lingüísticos tradicionales y que por tanto se
transmiten, aunque desde luego no siempre invariadamente
• LOS IDIOMAS NO EVOLUCIONAN SINO QUE SE DESARROLLAN: LOS OBJETOS CULTURALES
TIENEN DESARROLLO HISTÓRICO
• El Siglo de Oro español es el nombre que se da al periodo que abarca
aproximadamente desde 1492 a 1659.
• La fecha de inicio es también la del final de la Reconquista, la del primer viaje
de Cristóbal Colón a América y la de la publicación de la Gramática castellana
de Antonio de Nebrija, la primera en estudiar el castellano y fijar sus reglas; es
también la primera de una lengua románica.
• 1659 marca el final del Siglo de Oro político, aunque como manifestación
artística suele retrasarse la fecha a 1681, año de la muerte del escritor y
dramaturgo Calderón de la Barca
• España se hizo con un lugar relevante en el escenario mundial al convertirse en una
superpotencia política –especialmente durante los reinados de Carlos I y Felipe II, a lo largo del
siglo XVI– y esto se refleja en algunas de las grandes contribuciones españolas a las
humanidades.
• Nombres muy conocidos como Cervantes o Velázquez son solo algunos entre los que llevaron a
España a alcanzar este estatus. El descubrimiento del Nuevo Mundo y el asentamiento en
algunas zonas del mismo, las aportaciones al arte, la música y la literatura son importantes
marcas que estos maestros dejaron, y que llegan hasta el día de hoy.
Probablemente sea la literatura la disciplina artística del Siglo de Oro con un mayor número de
representantes destacados. La literatura del siglo XVI está marcada por dos de las figuras más
influyentes de la poesía española, Garcilaso de la Vega y San Juan de la Cruz. El primero
contribuyó a la difusión del verso endecasílabo y las estrofas italianas en el castellano, con
algunos de los sonetos más reconocidos de la historia de la literatura española. San Juan de la
Cruz es, por su parte, considerado como la cumbre de la poesía mística en castellano, y su
influencia ha trascendido las fronteras españolas.

También en el siglo XVI se publican dos obras en prosa que tendrán una importante repercusión
en la literatura posterior: la Tragicomedia de Calisto y Melibea, publicada en torno a 1499, y que
ha pasado a la posteridad como La Celestina, y La vida del Lazarillo de Tormes y de sus fortunas
y adversidades, de 1554. La primera se ha considerado obra de Fernando de Rojas, aunque
existen diferentes hipótesis al respecto, y es una novela dialogada con un fuerte componente de
crítica social. Esta obra marca el paso definitivo de una sociedad medieval (y su literatura) al
renacimiento, y conoció un rotundo éxito a lo largo de todo el siglo XVI, pese a las críticas
moralizantes de su contenido y a la censura inquisitorial que padeció.
El Lazarillo de Tormes, por su parte, es una obra realista anónima (atribuida en la actualidad al
diplomático y erudito Diego Hurtado de Mendoza) que inaugura el género picaresco,
caracterizada por una feroz crítica moral y de costumbres.
• El siglo XVII trae consigo dos corrientes poéticas enfrentadas, el culteranismo de Luis de Góngora y el
conceptismo de Francisco de Quevedo, que cultivaron versos de gran complejidad además de una extrema
antipatía hacia el otro, a menudo recogida en sus poemas. Lope de Vega, amigo cercano de Quevedo,
recupera las métricas populares y las mezcla con las cultas en sus obras teatrales. Este autor, inmensamente
popular entre el público, y apodado Monstruo de la naturaleza por Cervantes a causa de su ingente
producción –hasta 1800 comedias, según algunos estudiosos–, introduce una serie de innovaciones en el
teatro que recoge en su tratado Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo (1609).

• Pero la figura más relevante de todo el siglo XVII es, sin duda, Miguel de Cervantes. El autor de la que con
frecuencia se señala como la primera novela moderna, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
(1605), siempre quiso sobresalir como poeta y dramaturgo, pero consiguió la fama inmortal gracias a la
prosa. Partiendo de una sátira de los libros de caballería, Cervantes se embarca en una crítica social y una
exploración de la naturaleza humana en la que retrata el choque entre idealismo y realidad, y en la que
exhibe su dominio del diálogo a través de las conversaciones entre don Quijote y Sancho.
30 AÑOS

• Las fechas de las centurias no se corresponden de manera


exactamente temporal con lo histórico, y además la
realidad empírica no se corresponde tampoco con tan larga
duración: los historiadores y filósofos suelen postular que
la dimensión de cada momento del pasado es de unos
treinta años; o así cambia la vida.
LA DIMENSIÓN
MULTISECULAR
• se dan en la diacronía lingüística una historia de los acontecimientos (por ej., la difusión de los poemas gongorinos
mayores, o incluso la instantánea que nos presenta un atlas lingüístico); una realidad y una historia del pasado según
secciones de decenas de años (las épocas de hacia un tercio de siglo); y se dan en fin las tendencias seculares o
largas duraciones
• Historia es la suma de todas las
• historias posibles, y cómo esa ciencia histórica está abocada, por naturaleza, a prestar una atención privilegiada a la
duración, a todos los
• movimientos en los que ésta puede descomponerse (Braudel, 1968); creemos conforme a esto que la Historia de la
lengua ha de constar de
• delimitaciones lo más adecuadas posible respecto de las dimensiones
• cronológicas del pasado, y que debe como tal Historia integrar las Historias respectivas de la larga, la media y la
corta duración. La diacronía
• idiomática deberá hacerse cargo de los diferentes movimientos que caracterizan a cada duración
• la periodización diacrónico-lingüística ha de responder asimismo a esta medida natural de hacia un tercio de
siglo.
• Largas duraciones y duraciones cortas o medias, de unos treinta años, se conjugan en el transcurrir
idiomático, y así deben quedar establecidas.
• Efectivamente la Historiografía y la Sociología estiman que en el entorno de unos treinta años la vida
histórica se renueva, cambia el cariz de la vida -según la expresión literal de Ortega y Gasset-
• Para el caso de la lengua hemos visto cómo Menéndez Pidal habla de porciones cuajadas por sí mismas, es
decir, de períodos internamente trabados y caracterizados, y respecto de cada uno de ellos añadía además: en
cada periodo actúan muchas generaciones conviventes
• la lengua se halla diversificada, que según la estratificación social, las edades, etc., se escinde y dialectaliza
interiormente, y esta escisión puede dar lugar a un cambio idiomático que se generalice y cobre vigencia en
toda la comunidad hablante; el buen análisis será el que periodice la historia idiomática, y establezca en cada
época la realidad empírica más rica posible que presente el hablar tanto común como literario.
FUNCIÓN DIRECTA DE LA HISTORIA
DE LA LITERATURA
• Guillermo Díaz-Plaja en un pequeño volumen en el que postulaba la necesidad de una
historia de la lengua en función directa de la historia de la literatura. [...] Importa agrupar
-continuaba- el estudio de la evolución lingüística junto a la evolución literaria y
precisamente como una parte de la misma. [...] Importa mucho completar los campos de la
filología, tradicionalmente orientados a la lengua medieval, con el estudio de las etapas de la
lengua moderna y contemporánea (Díaz Plaja, 1963, pp. 45-47).
• El crítico catalán mantenía que la historia literaria informa la historia lingüística, deja su
impronta en ella y en parte la ordena, y así es en efecto; los grandes creadores de estilo
inciden en la fisonomía del idioma, crean "series" idiomáticas tras ellos.
La lengua moderna se origina en buena
parte de mitad del siglo XIV a mitad del
XVII -según hemos apuntado ya-, y por
tanto el centro de gravedad empírico de
la Historia idiomática del castellano se
halla en las centurias que van desde los
llamados orígenes próximos de la lengua
hasta tal mitad del Seiscientos.
CERVANTES 1616
QUEVEDO 1644
LOPE DE VEGA
CALDERÓN DE LA BARCA
COMPLEJIDAD DIACRÓNICA Y DIALECTAL
DE LAS SITUACIONES LINGÜÍSTICAS

• Si todo cambio se origina en un hablante individual


• y se cumple mediante su adopción por la colectividad hablante ¿cómo
• podrán los cambios ser ciegos, inconscientes e involuntarios, qué sino
• la voluntad expresiva, qué sino la conciencia idiomática, quién sino el
• espíritu -con iniciativa ejemplar o por abandono- los ha podido iniciar,
• empujar y cumplir?.
• Se produce la estandarización de acuerdo al uso-dialectización interna
• acción consciente o
• inconsciente del hablante, de su esfuerzo o abandono expresivos que
• se hallan en el origen de las diferenciaciones y los cambios idiomáticos. Pero de lo que se trata en último término es de que toda situación
• lingüística es compleja e inestable, de que en cada época del idioma
• pueden cumplirse definitivamente cambios generales, o iniciarse otros,
• o manifestarse innovaciones elocutivas de los literatos que son grandes
• creadores de lengua, etc.
• Lo espiritual, la voluntad, etc., de los hablantes se halla en el origen
• de los cambios idiomáticos, y no ninguna tendencia inexorable y ciega;
• la complejidad de las situaciones idiomáticas deriva en definitiva de la
• intervención de los hablantes. La diacronía de la lengua ha de hallarse
• atenta a lo histórico, estético y sociocultural de cada momento que distinga en el pasado; en cada uno de esos momentos respectivos pueden
• surgir las tradiciones que acabarán por estandarizarse en tanto hechos
• de sistema y de "lengua“
• postulaban el papel de
• lo individual en la innovación lingüística
• .
• El origen de las innovaciones idiomáticas resulta así que siempre es
individual, y la Historia lingüística debe referirse a estas
innovaciones en la medida en que a veces puedan filiarse (en la
lengua literaria) o (puedan detectarse su origen o primeros
testimonios por lo que se refiere al hablar común.

• Eugenio Coseriu, tras advertir del hecho bien sabido de que un cambio idiomático
• se cumple por la difusión o generalización de una innovación, escribe con feliz acierto
• que el cambio lingüístico no es sino la manifestación de la creatividad del lenguaje en la
• historia de las lenguas. Por ello estudiar los cambios no significa estudiar «alteraciones"
• o -desviaciones- [...], sino al contrario, estudiar el consolidarse de tradiciones lingüísticas
EL ESPAÑOL COMO ARCHISISTEMA

• Una lengua histórica puede abarcar no sólo varias normas


sino también varios sistemas. [...] El «español" es por lo tanto
un «archisistema» dentro del cual quedan comprendidos
varios sistemas funcionales
• en un idioma se da una mezcla de maneras de hablar alguna
de las cuales puede no tener tal ley fonética.
• Esta heterogeneidad de los estados llamados sincrónicos de
lengua es desde luego la que en definitiva permite mantener
que la historia de la lengua no se halla en contradicción con la
sincronía

También podría gustarte