Este documento resume la importancia del periodo desde la gestación hasta los 18-24 meses de edad en el desarrollo psicológico y la prevención de psicopatologías posteriores. Enfatiza la aceptación de los cambios durante el embarazo y la vinculación emocional entre la madre y el bebé, además de la necesidad de un trato sensible con el bebé y la inclusión del padre en su rol de cuidador.
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Este documento resume la importancia del periodo desde la gestación hasta los 18-24 meses de edad en el desarrollo psicológico y la prevención de psicopatologías posteriores. Enfatiza la aceptación de los cambios durante el embarazo y la vinculación emocional entre la madre y el bebé, además de la necesidad de un trato sensible con el bebé y la inclusión del padre en su rol de cuidador.
Este documento resume la importancia del periodo desde la gestación hasta los 18-24 meses de edad en el desarrollo psicológico y la prevención de psicopatologías posteriores. Enfatiza la aceptación de los cambios durante el embarazo y la vinculación emocional entre la madre y el bebé, además de la necesidad de un trato sensible con el bebé y la inclusión del padre en su rol de cuidador.
Este documento resume la importancia del periodo desde la gestación hasta los 18-24 meses de edad en el desarrollo psicológico y la prevención de psicopatologías posteriores. Enfatiza la aceptación de los cambios durante el embarazo y la vinculación emocional entre la madre y el bebé, además de la necesidad de un trato sensible con el bebé y la inclusión del padre en su rol de cuidador.
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Stern (1999) “El placer interior colorea su
percepción”. “Hacer referencia al nacimiento del ser, la psicología del desarrollo y la psicopatología, e incluso una visión global de lo que es el ser humano”.
“periodo que abarca desde la gestación hasta 18 -
24 meses de edad”. Aceptación de los cambios físicos y psíquicos que comporta el embarazo y el nacimiento del bebé. La vinculación emocional de la madre con el bebé. La importancia de un trato sensible con el bebé. Observación de las interacciones diádicas y tríadicas. Signos de sufrimiento en el bebé. Proteger de manera integral a los bebés que nacen en condiciones de vulnerabilidad/riesgo (salud, familiar, otros). Embarazos de alto riesgo - Miedo al parto. Vivencias de partos traumáticos, duelo perinatal. Prevenir el desarrollo de psicopatologías posteriores.
Proteger el neurodesarrollo y disminuir los efectos
del estrés en bebés ingresados en sala.
Lactancia como algo mas que alimentar.
Depresión durante el embarazo y el postparto.
Vivencias y temores de los padres primerizos.
Incluir al padre en su rol de cuidador y
contención de la diada que favorezca la lactancia materna y la vinculación. Stern (1999) “cuando observé a los padres y a sus pequeños vi claramente la razón de nuestra necesidad de imaginar una vida interior del bebé”.
“Cuidar la salud mental de los padres, es cuidar la
salud del feto, del bebé, del adolescente y del futuro adulto”.
Diversas investigaciones en el campo de la salud identifican el vínculo materno-fetal como un precedente significativo de la vinculación post-natal entre la madre y su bebé. El vínculo materno-fetal se asocia con aspectos emocionales y cognitivos que permiten recrear al feto como otro ser humano. Este vínculo se expresa, a través de prácticas de salud dirigidas a buscar la protección y el bienestar del feto. Por otra parte se constata que el estado psicológico de la madre influye en el feto, tanto a nivel neurocomportamental y en las alteraciones en el desarrollo que se manifiestan así mismo en el periodo post-natal, afectando significativamente la relación madre-bebé. Por tanto cabe proponer que las prácticas de atención temprana se extiendan al periodo prenatal como estrategia de prevención, repercutiendo favorablemente en la salud materno-infantil. Para ello se plantea un modelo de intervención interdisciplinar, centrado en el vínculo materno-fetal como factor protector del vínculo