ANEXO sesión 4
ANEXO sesión 4
ANEXO sesión 4
El vivo desarrollo urbano se produjo primero en los países industrializados y, en esta etapa, se extendió
también por los del Tercer Mundo, impulsando la concentración de sus recursos en unos enclaves
privilegiados y, al mismo tiempo, el desarrollo desigual y la diferenciación interna de sus territorios y
sociedades que trajo con sigo el proceso de urbanización el cual consistió en un comienzo en la emigración
de las personas del área rural, a las diversas ciudades en busca de mejores condiciones de vida, es un
proceso social de cambio.
La Revolución Industrial produjo una intensa transformación en las ciudades. A finales del siglo XIX, la
urbanización en Europa occidental alcanzaba al 43 % de la población. Algunos núcleos urbanos, situados
en regiones industrializadas como Düsseldorf en Alemania o Mánchester y Liverpool en Inglaterra,
crecieron vertiginosamente y su población pasó, de unos pocos habitantes a principios del siglo XIX, a
cientos de miles al terminar la centuria. También antiguas capitales, como Londres, Berlín o París, se
convirtieron en grandes metrópolis industriales y residenciales. La afluencia de población a las ciudades
propició que estas crecieran desordenadamente, lo cual condujo a la aparición de nuevos barrios obreros
insalubres y contaminados. Pero a partir de mediados de siglo, los Gobiernos iniciaron políticas de
urbanismo en un intento por racionalizar el crecimiento, dotar a las ciudades de servicios públicos (agua,
luz, alcantarillado y transporte) y embellecer las urbes, que se convirtieron en un símbolo del poder de los
Estados. La arquitectura de las ciudades reflejó los avances de la modernización. Aparecieron entonces
nuevas construcciones, como estaciones de ferrocarril o los primeros rascacielos. Además, se comenzaron
a utilizar nuevos materiales ligados a la actividad industrial, tales como el hierro, el hormigón armado, el
acero y el cristal.
La cultura urbana: El crecimiento de la población y la expansión de las ciudades provocaron el surgimiento
de una nueva forma de sociedad: la sociedad de masas. Esto conllevó cambios profundos en la vida
cotidiana: los cafés, los casinos y los clubes se convirtieron en lugares de encuentro y diversión. También
surgieron formas modernas de ocio
EL DESARROLLO CIENTÍFICO.
La formulación científica y filosófica más influyente de la época fue la teoría de la evolución del científico
inglés Charles Darwin (1809-1882). Esta teoría afirmaba que el factor principal de la evolución de las
especies estaba en su capacidad de adaptación a la naturaleza y a la lucha por su supervivencia. Según
Darwin, esto daba origen a una selección natural que eliminaba a los más débiles e inadaptados. Sus
planteamientos ejercieron una importante influencia en el análisis social y cultural a través del llamado
darwinismo social. Dicha corriente establecía la superioridad de la raza blanca porque, aparentemente, era
la que mejor se había adaptado a los cambios. En el ámbito de las ciencias sociales fue importante
el positivismo, corriente formulada por el filósofo Auguste Comte (1798-1857). Este pensador sostenía que
las sociedades estaban reguladas por leyes que podían ser descubiertas a partir del análisis social; por
ello, se le considera el padre de la sociología. Comte pensaba, además, que los avances científicos
permitirían dominar la naturaleza y, así, contribuir a solucionar los problemas de la humanidad. El
desarrollo científico afianzó la idea de progreso que surgió en la Ilustración. Se creía que la humanidad
había avanzado de un pasado bárbaro a un presente más civilizado, y que seguiría evolucionando hacia un
futuro superior gobernado por la razón y la ciencia
LA EXPANSIÓN DE LA EDUCACIÓN
A lo largo del siglo XIX, tuvo lugar un fenómeno inédito en la historia: la drástica reducción del
analfabetismo en las sociedades europeas, particularmente en los países del norte. Dos factores influyeron
en este proceso:
• La industrialización, que dio lugar a una motivación práctica para la educación, ya que el desarrollo
tecnológico requería de un mayor nivel de aprendizaje de la clase obrera.
• El fortalecimiento del Estado nacional y del secularismo, ya que los dirigentes nacionales vieron en
la escuela un instrumento para transmitir los valores que antes se adquirían en las iglesias y las
comunidades rurales. La escuela se convirtió en el mejor medio de control social y de formación
nacionalista. Por todo eso, comenzó a desarrollarse un sistema de educación popular dirigido por
el Estado. Además, prosperaron los grandes centros de investigación, como academias y museos.
EL PROCESO DE SECULARIZACIÓN
En el siglo XIX, las sociedades europeas industrializadas comenzaron a experimentar un profundo cambio
de mentalidad: las Iglesias empezaron a perder la capacidad de influir sobre la vida de los Estados, las
sociedades y las personas. A este proceso se le conoce como secularización. El avance de la
secularización se originó a partir de un conjunto de factores:
• El proceso de urbanización, ya que la migración las ciudades provocó que la población escapara al
control que las Iglesias ejercían en el mundo rural.
• La legislación de la Revolución francesa, que fue imitada por otros países. Su influencia debilitó a la
Iglesia católica al privarla de gran parte de sus propiedades. Además, el Estado sustituyó a las Iglesias en
su rol de regular la vida social y privada.