Activida 5B

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APRENDIENDO DE LA HISTORIA

ACTIVIDAD 5
SOCIEDAD Y CULTURA DEL SIGLO XIX

El desarrollo científico y la fe en el progreso

La formulación científica y filosófica más importante de la época fue la teoría de la


evolución, planteada por el científico inglés Charles Darwin (1809-1882). Darwe afirmó
que el factor fundamental de la evolución de las especies estaba en su capacidad de
adaptación a la naturaleza y a la lucha por su supervivencia. Esto produce una selección
natural que elimina a los más débiles e inadaptados. Esta teoría influye en el análisis
social y cultural a través del llamado darwinismo social. Esta comente afirmaba la
superioridad de la raza blanca porque, aparentemente, era la que mejor se había
adaptado a los cambios del mundo.

En el ámbito de las ciencias sociales, fue importante el positivismo, corriente formulada


por el filósofo francés Augusto Comte (1798-1857). Este pensador creía que las
sociedades se rigen por leyes que pueden ser descubiertas por el análisis social. Por
ello, se le considera el fundador de la sociología. Además, Comte creía que el avance de
la ciencia permitiría el dominio de la naturaleza y contribuirá a solucionar los problemas
de la humanidad.
El desarrollo científico afianzó la idea de progreso, que había aparecido con la
ilustración. En todas las épocas han existido optimistas que creían en el avance
progresivo de la humanidad, es decir, que la situación en que ellos vivían era mejor que
la de quienes los habían precedido, y que esta situación sería aún mejor en el futuro.
Pero la idea de progreso no fue nunca tan intensa ni estuvo tan extendida como
entonces. Frente a los que opinaban que la edad de oro de la humanidad estaba en el
pasado-en una especie de original paraíso terrenal, o que la historia humana se
desenvolvía de acuerdo con ciclos de formación, madurez y decadencia. en esta época
arraigó la idea de que la humanidad había avanzado de un pasado primitivo y bárbaro a
un presente más civilizado, y que seguiría evolucionando hacia un futuro cada vez más
racional.
En esta época comenzaron a organizarse eventos que exponían los grandes logros en
ciencia y tecnología de las diversas potencias mundiales. A estos se les llamó
exposiciones universales, y sirvieron como medios de propaganda política para los
países industrializados.

El proceso de secularización

En el siglo XIX se inició un proceso de secularización, es decir, de pérdida de influencia


de la religión en la sociedad. Esto se debió a los siguientes factores:

 El proceso de urbanización, que permitió a la población liberarse del control


que las iglesias habían ejercido en el mundo rural.
 La legislación surgida en la Revolución francesa, que fue imitada por otros
países. Su influencia debilitó a la iglesia católica al privarla de gran parte de sus
propiedades, Además, el Estado sustituyó a las iglesias en su papel de regular la
vida social y privada.
 El desarrollo y difusión de la mentalidad científica, lo cual causó que las
creencias tradicionales del cristianismo fueran cuestionadas.

La difusión de la educación

A lo largo del siglo XIX también se desarrolló un fenómeno inédito en la historia: la


drástica reducción del analfabetismo en varios países europeos, en especial los del
norte. El avance del alfabetismo significó el establecimiento del conocimiento como la
herramienta central de la producción y la diferenciación social. La actual sociedad del
conocimiento tiene sus orígenes en la sociedad letrada de la segunda mitad del siglo
XIX. En ella emergieron elementos que nunca existieron antes, como, por ejemplo, la
prensa, la industria editorial, los escritores, un gran público lector y los profesionales,
destacando entre ellos los maestros.

Los factores de la difusión de la educación

Entre los más importantes tenemos:

La industrialización. Proporcionó una motivación práctica para la educación, ya que el


desarrollo tecnológico requería de un mayor nivel de aprendizaje de la clase obrera.

El fortalecimiento del Estado nacional y del secularismo. Los dirigentes nacionales vieron
en la escuela un instrumento para transmitir los valores que antes se adquirían en las
iglesias y las comunidades rurales. De ese modo, la escuela se convirtió en el mejor
medio de control social y de formación del nacionalismo. Por todo ello, comenzó a
desarrollarse un sistema de educación dirigido por el Estado. Además, prosperaron los
grandes centros de investigación, como academias y museos.

La prosperidad cultural de las ciudades europeas. Las nuevas poblaciones citadinas


fueron transformando las antiguas ciudades aristocráticas, convirtiéndolas en espacios
de nuevas actividades culturales. Así surgió una nueva cultura urbana, lo que llamamos
hoy en día cultura de masas. La cultura de masas implicó cambios profundos en la vida
cotidiana: los cafés, los casinos y los clubes se convirtieron en lugares de encuentro y
diversión.

Las nuevas formas de ocio


En este periodo surgieron formas modernas de ocio. Los burgueses y aristócratas, por
ejemplo, iniciaron la costumbre del veraneo: se desplazaban durante largas estancias al
campo, las playas los balnearios o a destinos lejanos en busca de una vida más sana
que la de las ciudades industriales, Asimismo, se difundió la práctica y el disfrute de
deportes en forma masiva: tenis, fútbol o ciclismo. En 1896 se celebraron las primeras
Olimpiadas de la era moderna.

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