Insomnia 117
Insomnia 117
Insomnia 117
Suffer... The
The Gunslinger
Bathroom Scene Born #7
Otro buen cortometraje Análisis del final de la primera saga de los
cómics
Además: entrevista a Jae Lee
King Size
Conversando con el rey del terror
El miedo de ser
Stephen King
De la marginalidad al éxito
PORTADA
Es un ejercicio fácil de realizar: THE GUNSLINGER
basta con leer algunos de los
EDITORIAL BORN #7
suplementos culturales de los más
importantes periódicos de Argentina Análisis del séptimo
NOTICIAS
de un tiempo a esta parte. número de los cómics de
A FOnDO The Dark Tower
PÁG. 3
EnTReVISTA El final ya está aquí. Bueno, no
CORTOMeTRAJeS para siempre. Este es solo el final
de la primera saga y habrá, por lo
TORRe OSCURA menos, cuatro más. De hecho, al
• Análisis de The Gingerbread Girl,
final del #7 ya se nos adelanta el
THe DeAD ZOne el último relato corto de King
título y la fecha de la segunda
• Más detalles sobre la novela Duma
OTROS MUnDOS saga: The Long Road Home
Key
(febrero de 2008). Ya que muchos
FICCIÓn • Stephen King fue tratado como un
conocen el final de la historia,
delincuente
LeCTOReS dado que ha sido contada en
• Panini anuncia la publicación en
Wizard and Glass, voy a hablar del
COnTRATApA España de los cómics de La Torre
mismo. Pero incluso siendo algo
Oscura
que uno ya conoce, es muy
• Detalles sobre el film The Mist
intenso verlo ilustrado y en
formato de cómic. Jae Lee y
... y otras noticias
Richard Isanove, ya lo he dicho
PÁG. 4 infinidad de veces, realmente han
logrado trasladar el texto escrito al
cómic de manera brillante.
PÁG. 22
Suffer The Little Children...
The Bathroom Scene
El interesante relato Suffer The Little
Children, que fue publicado en la
El miedo de ser King
antología Nigthmares and Stephen King Size
Dreamscapes ha sido adaptado al Como en El Resplandor o La Mitad Hasta el accidente que casi le cuesta
formato dollar baby en dos Oscura, Stephen King recurre otra la vida, en el año 1999, el escritor
ocasiones... vez a su personaje más siniestro Stephen King era considerado un
PÁG. 20 para meter miedo: el escritor. Este best-seller de terror que algunos
texto repasa su tránsito de la escritores se empecinaban en
marginalidad al reconocimiento y empujar dentro del panteón de la
explica por qué... literatura.
PÁG. 9 PÁG. 12
THe DeAD ZOne (PÁG. 26)
OTROS MUnDOS (PÁG. 33)
FICCIÓn (PÁG. 35) THE DEAD ZONE: El final de la sexta temporada
LA TORRE OSCURA: Análisis de The Gunslinger Guidebook
LeCTOReS (PÁG. 37) NO-FICCIÓN: Lo mejor de El Pop de King
FICCIÓN: Nuevos relatos de los lectores
COnTRATApA (PÁG. 39)
2
Nº 117 - SEPTIEMBRE 2007
PORTADA STAFF
ÍNDICE
FICCIÓN Que la mal llamada "literatura popular" esté siendo revalorizada y EDitOr
LECTORES puesta de igual a igual con la literatura "más seria" es algo que, RAR
afortunadamente, se viene dando desde hace unos años. Y no solo DiseÑO
CONTRATApA en lo que respecta a Stephen King. En España, por ejemplo, se le Luis Braun
ha dado el lugar que corresponde a Arturo Pérez Reverte, un autor COLabOraDOres
cuya obra está compuesta principalmente por novelas de aventuras. Richard Dees
En Argentina, por otro lado, hemos vista la "aceptación académica" Marcelo Burstein, Ariel Bosi
Asterisco, Fabio Ferreras
(por llamarlo de alguna forma) de la obra literaria de un genio del
humor como el recientemente fallecido Roberto Fontanarrosa. ParticiparOn en
este nÚmerO
Nuestro admirado Stephen King ha entrado por fortuna en el lote de Javier Martos
autores que están empezando a ser reconocidos. Y escuchados y Elwin Alvarez
Ana María Ruiz, Carlos Rastellini
leídos. Son autores que tienen mucho para contar y para decir, a
pesar de lo que digan los Harold Bloom del mundo. Hay que darse PUeDen enViar cOmentariOs ,
cuenta de una vez por todas que no hay literatura intelectual y sUGerencias , artÍcULOs
punto. Esperamos muchos años para ver que nuestra prédica [email protected]
tuviera reflejo en los grandes medios. Pero valió la pena. El tiempo, Gracias A
como siempre, pone las cosas en su lugar. Ni la crítica ni el público Lilja, Kevin Quigley,
ni las ventas. Sólo el tiempo.n Bev Vincent y Brian Freeman.
A la lista de correo Kinghispano.
A los miembros de Ka- Tet Corp
¡HASTA EL MES PRÓXIMO! Y muy especialmente a los
lectores constantes.
WWW.STEPHENKING.COM.AR
3
S
PORTADA
ÍNDICE
THE GINGERBREAD GIRL
EDITORIAL
El pasado 15 de junio, Stephen King publicó en Esquire Magazine un
nuevo relato titulado The Gingerbread Girl. Nuestro amigo Lilja, del sitio
A FONDO web Lilja's Library, ha realizado un análisis del mismo, que reproducimos
a continuación:
ENTREVISTA
CORTOMETRAJES The Gingerbread Girl es la historia de Em, una mujer que abandona a su
marido y se va corriendo, hasta encontrarse con lo que será su peor
TORRE OSCURA pesadilla.
THE DEAD ZONE
Luego de encontrar a su hermana Amy muerta, Em y su marido nunca
OTROS MUNDOS lograron encauzar su matrimonio, y entonces un día Em decide alejarse.
FICCIÓN
Y cuando lo hace, se va hacia Vermillion Key, donde vive su padre. De
LECTORES todos modos, el destino tiene reservada otras cosas para ella.
CONTRATApA
Un día, mientras va corriendo, ella tiene la curiosidad de mirar dentro de
un auto aparcado, y ve a una chica muerta. Antes de que pueda hacerlo,
alguien la golpea y la deja inconsciente. Más tarde se despierta dentro de
una casa, atada a una silla.
The Gingerbread Girl comienza de forma tranquila y hace recordar un poco a Rose Madder, si bien
Em y su marido no tienen una relación abusiva. Pero todo esto cambia rápidamente a una historia
totalmente diferente, muy intensa y que encuentra a Em luchando por su vida.
Personalmente, yo pude sentir el pánico de Em cuando leí la historia y debo decir que en The
Gingerbread Girl Stephen King demuestra que es un escritor de talento. The Gingerbread Girl es un
relato corto (23 páginas), pero King se las arregla para mostrarnos lo que hay dentro de la cabeza
de Jim Pickering, el secuestrador de Em, y también nos cuenta su relación con el pasado de Em.
The Gingerbread Girl es King mostrándonos porqué es King.
Duma Key es la fascinante historia de un hombre que descubre un increíble talento para la pintura
luego de un extraño accidente en el que perdió un brazo. Comienza una "nueva vida" en Duma Key,
en la costa oeste de Florida; un lugar desierto, parte playa, parte vegetación agreste.
En Duma Key, Freemantle se inspira para inspirar los sorprendentes paisajes. Pero pronto sus
cuadros se volverán predicciones muy peligrosas. Freemantle sabe que la única manera de cambiar
la historia es descubrir el misterio que encierra la desaparición de dos hermanas gemelas en los
años '20, y el extraño secreto que guarda una anciana del lugar.
Es una historia sobre la amistad, sobre los lazos entre padres e hijos. Y también sobre la memoria,
la verdad y el arte. También es una metáfora sobre la vida y la inspiración de un escritor, y una
exploración de la naturaleza, poder e influencia de la ficción.
4
LA TORRE OSCURA 2 EN PREVENTA
En algunas tiendas y librerías españolas ya está a la preventa el libro La Torre Oscura 2: La Llegada
de los Tres. La fecha prevista de publicación es en noviembre de 2007. Se trata de una edición en
tapa dura con sobrecubierta, de 528 páginas. El precio de venta es de 22 euros aproximadamente y
la edición es muy similar, en calidad, a los libros que viene editando Plaza & Janés últimamente.
LA SEGUNDA SAGA
A partir de febrero de 2008 se comenzará a publicar en Estados Unidos la segunda saga en cómic de
The Dark Tower (La Torre Oscura), que llevará por título The Long Road Home (El Largo Camino a
Casa).
"El hombre de negro huía a través del desierto, y el pistolero iba en pos de él". Con estas palabras,
millones de lectores conocieron a Roland, un implacable pistolero que cruza una tierra peligrosa y
plagada de magia y tecnología de un mundo que se ha movido, a la búsqueda de la enigmática
Torre Oscura. La obra más ambiciosa de Stephen King abarcó siete espectaculares volúmenes, y
ahora se convierte en un cómic que ahonda en los orígenes de Roland y que es la introducción
perfecta a esta apasionante saga.
COLECCIÓN EN ESPAÑA
La editorial RBA vuelve a publicar en España, a partir de este mes, la colección Stephen King, que
semana tras semana publica muchos de los libros del escritor de Maine en formato de tapas duras y
a precios accesibles. Desde el sitio web de la editorial, WWW.RbA.ES , puede consultarse más
información. La lista de títulos que integran la colección es la siguiente:
01 - Todo es Eventual
02 - Buick 8, Un Coche Perverso
03 - Cujo
04 - Posesión
05 - Casa Negra
06 - Insomnia
07 - El Talismán
08 - El Cazador de Sueños
09 - El Umbral de la noche
10 - El Resplandor
11 - La Tormenta del Siglo
12 - Historias Fantásticas
13 - El Juego de Gerald
14 - Corazones en la Atlántida
15 - Cementerio de Animales
16 - Maleficio
17 - Tommyknockers
18 - El Pasillo de la Muerte
19 - La Chica Que Amaba a Tom Gordon
20 - El Fugitivo
21 - El Retrato de Rose Madder
22 - La Niebla
23 - Carrie
24 - Un Saco de Huesos
25 - Misery
26 - Christine
5
27 - It 1ª
28 - It 2ª
29 - Mientras Escribo
30 - Pesadillas y Alucinaciones I
31 - Pesadillas y Alucinaciones II
32 - La Expedición
33 - Carretera Maldita
34 - L a Larga Marcha
35 - Desesperación
36 - Las Cuatro Estaciones I
37 - Las Cuatro Estaciones II
38 - La Zona Muerta
39 - La Mitad Oscura
40 - Ojos de Fuego
41 - Los Ojos del Dragón
42 - El Misterio de Salem's Lot
43 - Apocalipsis I
44 - Apocalipsis II
POP OF KING N° 70
La edición del 10 de agosto de la revista Entertainment Weekly contiene la habitual columna Pop of
King (N° 70), esta vez titulada The Joy of Looking, en la que King habla sobre el programa
televisivo de Ellen DeGeneres.
ADN CULTURA
A partir del 11 de agosto, junto al diario argentino La Nación se incluye todos los sábados una
nueva revista de cultura, llamada Adn Cultura, de muy buena calidad y con más de 50 páginas.
Junto a artículos que hablan sobre literatura, arte, teatro, etc., se incluye la columna El Pop de
King, traducción de la que se publica desde hace años en Entertainment Weekly. Felicitaciones a La
Nación por esta iniciativa.
"Me encontraba en mi oficina cuando (Stephen King) entró y comenzó firmar libros y uno de mis
clientes pensó que estaba escribiendo en ellos", explicó la australiana Bev Ellis, encargada de la
librería, según la agencia de noticias AAP.
Cuando salió a ver qué ocurrió, el autor de más de 200 libros y decenas de "best sellers", como
Carrie o El Fugitivo, se había marchado. Ellis indicó que normalmente un escritor no entra en una
tienda y se pone directamente a firmar ejemplares. Al final, la librería se disculpó con el novelista,
quien, según dijo Ellis, se mostró amable y comprensivo. En compensación, el establecimiento
donará las ganancias de los seis libros que firmó de su última obra, La Historia de Lisey, a obras de
caridad relacionadas con la literatura.
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THE MIST EN SAN FRANCISO COMIC CON 2007
En la reciente San Franciso Comic Con, el director Frank Darabont encabezó un panel en el que
parte del equipo de producción y del elenco de The Mist, habló sobre el film que se estrenará el 21
de noviembre de este año. Si bien Darabont no reveló mucho sobre la película, se pueden rescatar
algunos conceptos interesantes:
The Mist es un film de horror, según Darabont. Es brutal, perturbador y con mucho suspenso.
El tiene aversión por los directores que hacen films de horror y luego los llaman thrillers.
El film contiene algunos elementos que hacen recordar a El Señor de las Moscas. Esto es
porque algunas de las personas atrapadas en el supermercado son peores monstruos que los
verdaderos que están afuera.
Darabont, en ocasiones, filma de manera poco ortodoxa, con tomas en picado y recorriendo
personalmente todo el lugar. Además, con varias cámaras para cubrir toda la escena, lo que
desorienta un poco a los actores, que no saben que cámara los esta tomando.
Matt Venne está adaptando Un Saco de Huesos, película que producirá Mick Garris junto a
Mark Sennet (quien también participó en Desesperación).
Mick Garris producirá From a Buick 8, y Tobe Hooper la dirigirá.
Garris confesó además que le gustaría realizar El Juego de Gerald, el cual es su libro favorito
de Stephen King.
SE POSPONE CELL
El director de cine Eli Roth comentó en la reciente Comic Con que el proyecto de adaptar la novela
Cell está un poco demorado y que aún resta terminar el guión (que está escribiendo junto a Scott
Alexander y Larry Karaszewski). Pero antes de Cell piensa terminar su próximo film, Trailer Trash.
Además, va a intentar convencer a Stephen King de que haga un cameo cuando sea el momento de
filmar Cell.
HORROR EN EL TEATRO
El músico John Mellencamp estuvo en New York durante el mes de julio, para estar presente en
unos ensayos previos de The Ghost Brothers of Darkland County, la obra teatral-musical que ha
escrito junto a Stephen King.
LANZAMIENTOS EN ARGENTINA
A fines de septiembre, AVH editará en Argentina tres miniseries en DVD, ya clásicas en el mundo
King: The Langoliers, Golden Years (En Manos del Tiempo) y The Stand (Apocalipsis).
CAZAFANTASMAS EN EL "OVERLOOK"
Acaba de ser editado en DVD el documental Ghost Hunters: Live From the Shining Hotel, en el que
el equipo de la serie Ghost Hunters realiza una investigación parapsicológica en vivo en el Stanley
Hotel de Estes Park (Colorado). Recordemos que este hotel sirvió de inspiración a King para escribir
la novela The Shining (El Resplandor), y luego fue escenario de la miniserie televisiva basada en la
novela.
7
Matheson, en filmes para la televisión con una calidad cinematográfica en manos de directores
consagrados de la talla de Dario Argento y John Carpenter. En Chocolate, dirigida por el propio
Garris y basada en una historia suya, el protagonista interpretado por Henry Thomas, uno de los
actores de la adaptación que el propio Mick Garris hizo en el 2006 de la novela Desesperación y que
también actuó el año pasado en El Final del Desastre para Pesadillas y Alucinaciones (otra versión
televisiva de su obra), toma un libro que resulta ser nada menos que... Desesperación.
REFERENCIA EN "HIPERCRITICO"
Dentro del sitio Hipercritico.com, del periodista argentino Luis Majul, se incluye un blog paródico de
Joselín Bravo, el crítico que nunca leyó un libro. Y, en el mismo tono, uno de los libros "analizados"
ha sido La Historia de Lisey, de Stephen King:
"Portada: rojo brillante. En invierno, combina con bufandas en tonalidades fuertes y frutas de
estación. Tiempo de lectura: aproximadamente diez años. Dictamen: Stephen King sorprende y
atrapa. En ese orden".
"Salimos dando traspiés por un caminito en medio de la penumbra fosforescente. Vimos una granja
que parecía un monstruo victoriano sacado de una novela de Stephen King, y un granero que
parecía un sitio ideal para asesinatos, suicidios y cadáveres en descomposición".
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Nº 117 - SEPTIEMBRE 2007
PORTADA
ÍNDICE
EDITORIAL El miedo de ser Stephen King
NOTICIAS
Stephen King ha escrito sobre zombis, sobre vampiros y sobre el fin del mundo. Ha imaginado un
auto asesino, un perro asesino, un payaso asesino y teléfonos celulares asesinos. Pero cuando
realmente quiere asustarnos, saca a relucir su monstruo más temible, esa masa estremecedora de
ego e inseguridad conocida como... el escritor.
Los escritores de King tienen cierta tendencia a funcionar como conductos hacia el mundo
sobrenatural, lo cual termina generalmente en un carnaval de violencia. El autor parece sugerir que
toda esa meditación vertiginosa frente al escritorio deja la carne abierta a la corrupción. Pensemos
en Jack Torrance, el irascible dramaturgo de El Resplandor (1977). En un momento puede estar
trabajando frenéticamente en una obra de cinco actos y al siguiente persiguiendo a su esposa y a su
pequeño hijo con una maza comandado por sombras vengativas. O tomemos el caso de Thaddeus
Beaumont, el novelista de modales delicados de La Mitad Oscura (1989) que alcanza el éxito
material sólo después de adoptar un seudónimo. Thaddeus se deleita en la libertad de escribir
"cualquier cosa que se me antoje sin que The New York Times Book Review esté espiando sobre mi
hombro", pero resulta que entonces su alter ego cobra vida y se entrega a un desenfreno homicida.
En un ensayo de 1993, King escribió: "La pregunta que me obsesiona y me acosa y que nunca me
abandona totalmente es: ¿Quién soy cuando escribo?". Esa misma pregunta está en el núcleo
mismo de su última novela, La Historia de Lisey. El protagonista del libro, Scott Landon, novelista
frágil, premiado, la responde así: "Estoy loco. Tengo alucinaciones y visiones... Las escribo y la
gente me paga para leerlas". Una vez más, King encuentra el terror en el acto creativo, pero por
primera vez descubre en él también posee belleza.
Nuestra heroína es la viuda de Scott, Lisey Debusher Landon, de 50 años. Al principio, aparece
como abnegada y monótona, y es casi como si King se hubiera dispuesto a escribir este libro
inyectándole una buena cuota de Anne Tyler. Pero bastante a tiempo surge un personaje con
características de lobo encadenado en un sótano, un parricida y cazador furtivo que habla (como
anteriores villanos de King) con acento sureño. En el momento indicado, Lisey descubre que debe
atacar a los cazadores furtivos de este mundo y enfrentar a una bestia sedienta de sangre en el
mundo del más allá.
Lisey y Scott alcanzan la verdadera intimidad cuando él se corta la mano izquierda, en forma
deliberada y cruda, y le muestra la sangre. Lo hace una noche al comienzo de su relación para
expiar el hecho de haberla dejado esperando. "¡Es una variable, Lisey!", le dice. "Y no cualquier
variable, ¡es una variable-sangre!". Ella piensa que está loco, pero la "variable sangre" finalmente la
lleva hasta Boo'ya Moon, una región fantástica de la que Scott había escapado de niño cuando su
padre cruel le cortaba una lonja en sus intentos por liberar al "sucio malo".
Lisey tiene tres hermanas, una de las cuales es extraña, y por momentos, La Historia de Lisey es
muy parecida a The Ya-Ya Sisterhood Goes to Hell. Si la novela breve de King El Cuerpo (1982) fue
su loa a la niñez masculina y al vómito, La Historia de Lisey es entonces su oda a la hermandad y a
la sangre. En otro nivel, trata de la propia ansiedad del escritor. ¿Quién soy cuando escribo?
9
La hora de la revancha
Cuando King era chico, sus compañeros de clase pagaban para leer las historias de miedo que
escribía. En un momento dado se produjo su primer roce con un crítico: Miss Hisler, la directora del
colegio. King describe la escena en Mientras Escribo (2000): "Lo que no entiendo, Stevie, es por qué
escribes basura como ésta, por empezar", decía ella. En lugar de reforzar la determinación del
muchacho, las palabras de Miss Hisler calaban muy hondo en él: "Me daba vergüenza. Llevo muchos
años —demasiados, creo— sintiendo vergüenza por lo que escribo".
De joven, King vendió cuentos, no a The New Yorker o a Esquire, sino a Cavalier, Dude y Swank.
Mientras vivía en un trailer con su esposa y sus dos hijos pequeños, King producía novelas que nadie
quería en las horas que le dejaban libres su empleo de profesor de secundario y sus tareas de
verano en una lavandería industrial. Llegó entonces Carrie (1974), que vendió a Doubleday por
2.500 dólares. Cuando Signet pagó 400 mil dólares por los derechos de la edición en rústica, se
convirtió en Stephen King, la marca, aunque eso no le valió el ingreso en la Casa de la Literatura.
En declaraciones públicas, King a veces fue impenitente: "Reconozco el terror como la emoción más
delicada —escribió en su estudio sobre el horror, Danza Macabra (1981)—, y así trataré de
aterrorizar al lector. Pero si descubro que no puedo aterrarlo, trataré de horrorizar, y si descubro
que no puedo horrorizar, recurriré a lo repugnante. No soy orgulloso". Pero en un ensayo posterior
deploró ser "rechazado por los críticos más intelectuales que me consideran un mediocre (la
definición de mediocre para un intelectual parece ser 'un artista cuyo trabajo es apreciado por
demasiada gente')".
El acto mismo de escribir se convirtió para King en algo vergonzoso y repugnante. Escribía con el
corazón acelerado, poniéndose algodón en las fosas nasales para absorber la hemorragia inducida
por la cocaína. Su escritorio se transformó en la villa miseria de su hogar: "Durante seis años, me
senté en ese escritorio borracho o totalmente desquiciado, como el capitán de un barco al mando de
un viaje a ninguna parte", escribió. A comienzos de los 90, después de haberse librado
aparentemente de sus adicciones, a sus millones de admiradores empezaron a sumarse muchos
influyentes. Hizo su ingreso a publicaciones periódicas prestigiosas de circulación reducida como
Antaeus y Tin House. En 1996 ganó el Premio O. Henry por un cuento que había publicado en The
New Yorker. En 2003, la Fundación Nacional del Libro le otorgó una medalla por su distinguido
aporte a las letras estadounidenses, lo cual ofendió al crítico Harold Bloom, quien dijo: "Es un
hombre que escribe lo que solían llamarse novelitas melodramáticas. Que puedan creer que eso
contiene algún valor literario o algún logro estético o que marca una inteligencia humana inventiva
es simplemente testimonio de su propia idiotez".
Por debajo de la advertencia de Bloom se había producido, de todos modos, un cambio cultural. Era
necesario reevaluar todo. Los críticos de música volvieron a examinar a quienes habían sido
considerados de calidad inferior en los 70 (Abba, Led Zeppelin, Donna Summer) y les descubrieron
cierto valor. Martin Amis escribió una canción de amor al escritor de policiales Elmore Leonard.
Quentin Tarantino ofreció historias de suspenso baratas disfrazadas de "le cinéma". Los franceses
desenterraron los restos de Alejandro Dumas, ese pícaro que vendía tantos libros, y los trasladaron
al Panteón. Otra de las mascotas de Bloom, Philip Roth, pidió prestado un truco de la ciencia ficción
usando una realidad alternativa como trampolín para La Conjura Contra América.
El año pasado, King tuvo el privilegio de una entrevista en el Paris Review. Respecto del espinoso
tema de su valor literario, dijo: "Me resisto a hablar de esto porque me da miedo que la gente se ría
y diga: Miren a ese bárbaro tratando de fingir que pertenece al palacio". Paul Sheldon, el escritor-
protagonista de Misery (1987) también se siente angustiado por su reputación. Paul ha escrito
novelas literarias, pero sospecha que es más apto para pergeñar novelas románticas centradas en
Misery Chastain, su valiente heroína de la era victoriana: "La verdad, hay que insistir, era que ese
creciente rechazo que generaba su obra en la prensa crítica por ser 'un escritor popular'... lo había
herido considerablemente. Yo no estaba de acuerdo con la imagen que tenía de sí mismo de Escritor
Serio que sólo producía esas... novelas románticas para subsidiar su (¡Que suenen las trompetas,
por favor!) ¡VERDADERA OBRA!".
King todavía no ha escrito una novela romántica, pero cualquier novelista que se ponga a mostrar
demonios y dragones está buscándose problemas con los críticos. No todos los cuentos sobre zombis
cumplen con su cometido. Los que sí lo hacen son los que coinciden con verdades psicológicas.
Cuando Jack Torrance, en El Resplandor, acepta obedecer las órdenes de los habitantes fantasmas
del Overlook Hotel, los lectores se enganchan porque las órdenes de matices homicidas coinciden
claramente con los deseos inconscientes de un hombre de familia irritado que presenta un caso
grave de encierro. King dijo alguna vez que escribió El Resplandor a partir de su preocupación de
llegar a hacer daño a sus propios hijos. Es un miedo tabú enfrentado por todo padre no apto para la
santidad, y los personajes sobrenaturales del libro le dan peso. Otra de las novelas sobrenaturales
de King que tiene a un escritor como protagonista, Un Saco de Huesos, no resulta tan convincente
10
porque sus fantasmas surgen de un miedo de origen más sociopolítico que primordial. Un Saco de
Huesos plantea que los ganadores de la lotería del capitalismo, como el héroe de la novela, un
escritor convencional llamado Mike Noonan que vende bien, no piensan nunca en los crímenes
pasados (en este caso, linchamientos y violaciones por motivos raciales) que sembraron el camino a
sus comodidades burguesas, como la casa de verano de Mike a orillas del lago. Un Saco de Huesos
fue probablemente la primera novela de horror de la culpa progresista.
La acción es el personaje
La historia de Lisey tiene éxito precisamente allí donde Un Saco de Huesos, su hermana gemela,
fracasó. Los dos libros son historias de amor sobrenaturales centradas en el duelo y el matrimonio.
Pero Lisey y Scott son mejores sujetos de novela que sus homólogos de Un Saco de Huesos. Son
locos y dramáticos. A diferencia de la pareja del libro anterior, que se ve arruinada por la maquinaria
defectuosa del argumento, Lisey y Scott son la historia. Encajan perfectamente en la máxima de F.
Scott Fitzgerald "La acción es personaje".
En La Historia de Lisey King es diestro como un lanzador de béisbol veterano, que utiliza todos los
trucos de su carrera para obtener un buen efecto. Termina capítulos en la mitad de una frase, abre
y cierra cursivas, se interna en el verso, cambia hábilmente tiempos de verbo y alterna puntos de
vista y narradores para tallar mejor su gran historia. Las escenas del galanteo y el matrimonio de
Lisey son realistas y extrañas y las partes ambientadas en el mundo de los muertos de Boo'ya Moon,
resultan persuasivas y fascinantes.
Boo'ya Moon es "el mundo dado vuelta como un bolsillo" y es tan real como el Mundo del Nunca
Jamás de J. M. Barrie, como Oz de L. Frank Baum y el bosque de los Grimm. Igual que esos lugares,
Boo'ya Moon surge de las ansias infantiles por las cosas que no nos dieron nuestros padres o
cuidadores, y es tan repulsivo como maravilloso. De La Historia de Lisey uno sale convencido de la
existencia del reino fantástico de King y de algo más raro todavía en la ficción, un matrimonio
duradero y feliz.n
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Nº 117 - SEPTIEMBRE 2007
PORTADA
ÍNDICE
EDITORIAL King Size
NOTICIAS
A FONDO
El reportaje que a Stephen King le realizó
la prestigiosa revista The Paris Review
CORTOMETRAJES
MAriAnA EnriQUeZ
TORRE OSCURA Publicado originalmente en el Diario Página 12 (Julio de 2007)
THE DEAD ZONE
OTROS MUNDOS
asta el accidente que casi le cuesta la vida, en 1999, Stephen
FICCIÓN King era considerado un best-seller de terror que algunos
LECTORES escritores se empecinaban en empujar dentro del panteón de la
literatura. Hoy, ya no parece necesario defenderlo: recibió el National
CONTRATApA Book Award, la prestigiosa revista The Paris Review le dedicó una de
sus canónicas entrevistas, se anuncian nuevas adaptaciones al cine de
sus libros y -lo más importante- ha publicado en el último año dos
libros que parecen marcar el fin de una etapa y el comienzo de una
aún más auspiciosa.
Por eso, reproducimos los mejores momentos de esa entrevista con el Paris Review, en los que
habla de sus libros, del miedo, de Internet, de las grandes corporaciones con las que lidia, del
snobismo académico y de cómo hace literatura con el mundo en el que vivimos.
Algo sucedió, algo que quizá tan sólo haya tenido que ver con su propio crecimiento como escritor;
Stephen King siempre dice que si uno persevera y no se estanca, finalmente será tomado en serio.
Pero es probable que hayan intervenido otros factores: su accidente de 1999, que encendió la luz de
alarma (¿y si se moría?), o el excelente cuento que ganó el O. Henry Award, El Hombre del Traje
Negro, que en círculos académicos fue comparado con el trabajo de Nathaniel Hawthorne. Como
sea, en los últimos diez años Stephen King se fue volviendo respetable. Cada vez más. En 2003 le
otorgaron el National Book Award por Contribución Distinguida a las Letras Estadounidenses, especie
de homenaje a su trayectoria. El agradeció con un largo discurso dedicado a su esposa, y nombró
una larga lista de escritores de “ficción popular”, pidiéndoles a los académicos presentes en la
ceremonia que al menos los leyeran.
A fines del año pasado, la prestigiosa (pero no por eso pomposa) revista The Paris Review le dedicó
una de sus célebres entrevistas, ubicándolo en un panteón en el que ahora convive con nombres
como Nabokov, Borges, García Márquez y –entre sus contemporáneos– Irving y Updike. La
conversación muestra a King relajado, consciente de quién es pero nada solemne ni presumido –
aunque agudo y acertado en sus provocaciones–. La primera parte de la entrevista se llevó a cabo
en Boston, donde King se instaló para ver al equipo que lo desvela, los Red Sox. La segunda, en su
casa de Florida, ubicada a pocos kilómetros del campo de entrenamiento de... los Red Sox.
Hoy ya no hace falta defender a Stephen King. Salvo por voces aisladas como la de Harold Bloom,
que enloqueció después del premio nacional y clamó que considerar “literaria” la obra de King era
síntoma de “idiotez”, la mayoría de la crítica tuvo que admitir lo que el público siempre supo: ¿por
qué se lo resistió durante tanto tiempo? El encarnizamiento ni siquiera parece justificarse por la
teoría del habitual desprecio académico por los géneros menores, porque hace rato que los críticos
más aggiornados los reivindican. Su amigo y escritor Peter Straub tiene alguna pista: hace poco,
dijo que el propio King se había boicoteado cuando declaró que su literatura era lo más parecido a
una hamburguesa con queso. “Se equivocó, porque no sólo no es cierto, sino que es una tontería y
una provocación innecesaria al establishment literario. Quizá nacida de su propia inseguridad.”
Con 43 novelas, 8 colecciones de cuentos, 11 guiones, 2 libros sobre el oficio de escribir, y un diario
escrito junto a Stewart O’Nan sobre el prodigioso triunfo de los Red Sox en el campeonato del 2004,
a punto de cumplir 60 el próximo 21 de septiembre (fecha en la que murió de sobredosis el
conductor de la camioneta que lo atropelló en el ’99, dato que sus lectores sabrán apreciar), éste es
un gran momento para King. Escribe como columnista en la revista Entertainment Weekly (que se
puede leer online), y cada uno de sus pequeños ensayos es una lección sobre cómo leer la cultura
pop; se están preparando varias películas sobre sus novelas más recientes, y hasta se dio el
12
orgulloso lujo de ver debutar como novelista, y con excelentes críticas, a su hijo Joe (que usó el
apellido “Hill” para publicar). Pero, sobre todo, editó dos novelas fabulosas y muy distintas, una tras
otra. El año pasado, la divertida Cell, gran síntesis de sus habilidades como entretenedor: zombies,
apocalipsis, personajes campechanos y buena gente, terror y ternura. Y éste, La Historia de Lisey,
un sincero homenaje a su esposa y por extensión a las mujeres –como escritor no se registra en
King un solo vestigio de misoginia, pero tampoco de paternalismo–.
Lisey es viuda de Scott Landon, un escritor exitoso pero también respetable y venerado por los
críticos. El muere, y cuando ella se dispone a limpiar su estudio, descubre la fuente de inspiración
de Scott... o más bien la revisita, porque en 25 años de matrimonio, el amor guardó muchos
silencios y secretos, y ella ya sabe lo que está buscando. De todas sus novelas sobre y con
escritores (Un Saco de Huesos, Misery, El Resplandor, La Mitad Siniestra, El Cuerpo, La Hora del
Vampiro: King es uno de los autores que más escribieron sobre el tema, probablemente junto a
Henry James), La Historia de Lisey es la más triste y la más brillante, realmente entrañable, al
punto que al cerrar el libro se extraña a los personajes de una forma casi física. Esa es, quizá, la
gran habilidad de King, la que lo convierte en un escritor genial y popular en partes iguales:
entiende la literatura no como una disquisición intelectual que disecciona el mundo ante nuestros
ojos, sino como algo mucho más importante y emotivo, que nos abriga, incluso al exponernos a sus
aspectos más escalofriantes.
Entrevista
Por Christopher Lehmann-Haupt y Nataniel Rich
–No creo que haya algo a lo que, en algún nivel, no le tenga miedo. Pero si me preguntan a qué le
tenemos miedo, como humanos... Al caos. A lo otro. Le tenemos miedo al cambio. Le tenemos
miedo a la disrupción, y eso es lo que me interesa. Hay mucha gente cuyo trabajo admiro de verdad
–uno de ellos es el poeta norteamericano Philip Booth–, que escriben directamente sobre la vida
común, pero yo no puedo hacer eso. Una vez escribí una novela corta llamada La Niebla. Es sobre
una niebla que llega y cubre la ciudad, y la historia sigue a un grupo de personas atrapadas en el
supermercado. Hay una mujer en la cola de la caja que tiene una caja de champiñones. Cuando se
acerca a la ventana a ver la niebla, el encargado del local le quita la caja. Y ella le dice:
“Devuélvame mis honguitos”. Le tenemos terror a la disrupción. Tenemos miedo de que alguien
venga y nos saque los champiñones en la cola del cajero.
–Yo llamaría a lo que hago “una rajadura en el espejo”. Si uno repasa mis libros desde Carrie, lo
que se ve es una observación de la vida ordinaria de la clase media norteamericana tal como se
vivía cuando cada libro fue escrito. En la vida siempre se llega a un punto en el que uno tiene que
lidiar con algo que resulta inexplicable, sea el doctor diciéndote que tenés cáncer o un chiste
telefónico. Así que aunque uno hable de fantasmas o vampiros o criminales de guerra nazis que
viven en la misma cuadra, seguimos hablando de lo mismo: de la intrusión de lo extraordinario en la
vida ordinaria y de cómo lidiamos con ello. Lo que eso demuestra de nuestra personalidad y nuestra
manera de interactuar con los otros y la sociedad en la que vivimos me interesa mucho más que los
monstruos y los vampiros y los fantasmas.
-En Mientras Escribo define la ficción popular como esa ficción en la que los lectores
reconocen aspectos de su propia experiencia (comportamiento, lugar, relaciones y
lenguaje). En su trabajo, ¿se prepara conscientemente para capturar un momento
específico en el tiempo?
–No, pero no trato de evitarlo. Cell, por ejemplo. La idea llegó así: salía de un hotel en Nueva York
y vi a esta mujer hablando en su teléfono celular. Y pensé, ¿qué pasaría si recibiera por teléfono
celular un mensaje que no pudiera resistir y tuviera que matar gente hasta que alguien la matara a
ella? Todas las ramificaciones empezaron a rebotar en mi cabeza como un pinball. Si todos
recibieran el mismo mensaje, entonces todos los que tuvieran un teléfono celular se volverían locos.
La gente normal vería esto, y lo primero que harían sería llamar a sus familiares y amigos para
contarles... por celular. La epidemia se esparciría como una enredadera. Después, más tarde, iba
caminando por la calle y vi a un tipo, aparentemente loco, gritándose a sí mismo. Y quiero cruzar la
calle para alejarme de él. Pero no es un linyera: está vestido de traje. Entonces veo que tiene un
auricular en el oído, y que está hablando por celular. Y pensé: realmente quiero escribir esta
historia. Fue un concepto instantáneo: después leí mucho sobre el negocio de los teléfonos
celulares. Así que es un libro muy actual, pero su origen es una preocupación sobre cómo nos
comunicamos hoy día. Puede quedar fechado dentro de unos años. Estoy seguro de que Ojos de
Fuego, por ejemplo, ahora parece antiguo. Pero eso no me importa. Uno espera que los relatos y los
personajes se destaquen, perduren. E incluso las antigüedades tienen cierto valor.
13
-Cuando repasa sus novelas, ¿las agrupa de alguna manera?
–Hago dos tipos de libros diferentes. Pienso en libros como Apocalipsis, Desesperación y la serie de
La Torre Oscura: ésos son libros “para afuera”. Después están los libros “para adentro”, que son por
ejemplo Cementerio de Animales, Misery, El Resplandor o Dolores Claiborne. A los fans en general
les gustan los “para afuera” o los “para adentro”. Pero no les gustan ambos. Mi categorización tiene
que ver con los personajes, y la cantidad de personajes. Los “para adentro” tienden a ser sobre una
persona y a medida que avanzan, profundizan en ese personaje. La Historia de Lisey, mi última
novela, es un “para adentro”, por ejemplo, porque es un libro largo con muy pocos personajes, pero
un libro como Cell es “para afuera” porque está lleno de gente y es sobre la amistad y es una
especie de road-story. El Juego de Gerald es la más “para adentro” de todas, porque se trata de una
sola persona, Jessie, que está esposada a su cama.
-Mark Singer escribió en The New Yorker que usted había perdido parte de su público con
Cujo, Cementerio de Animales y El Juego de Gerald porque esas novelas eran demasiado
dolorosas, imposibles de soportar para los lectores. ¿Cree que es así?
–Creo que perdí lectores en varios momentos. Es un proceso de erosión natural, nada más. La gente
sigue adelante con su vida, encuentra otras cosas. Aunque también he cambiado como escritor: no
estoy brindando en mis libros el mismo nivel de escape a la realidad que ofrecían La Hora del
vampiro, El Resplandor o incluso Apocalipsis. Hay muchos lectores que estarían felices si yo hubiera
muerto en 1978. Son los que se me acercan y me dicen: “Oh, nunca volvió a escribir un libro tan
bueno como Apocalipsis”. Por lo general les digo cuán deprimente es escucharlos decir que algo que
escribí hace unos veintiocho años es mi mejor libro. A Dylan probablemente siempre le dicen lo
mismo sobre Blonde on Blonde. Y puedo darme el lujo de perder fans, y sé que suena engreído,
pero no lo digo de esa manera: puedo perder la mitad de mis fans y seguir viviendo de una manera
muy confortable. Tengo la libertad de seguir mi propio camino, lo que es fantástico. Pude haber
perdido algunos fans, pero también gané otros.
–Por muchas razones. Tuve la suerte de poder vender mis textos siendo muy joven, y por esos
mismos años de juventud me casé y tuve hijos. Naomi nació en 1971, Joe en 1972 y Owen en 1977,
tres chicos en seis años. Así que tuve la oportunidad de observarlos en un momento en que mis
contemporáneos estaban afuera bailando KC and the Sunshine Band. Y creo que me quedé con la
mejor parte. Criar a los chicos me dio muchas más satisfacciones que la cultura popular de los años
’70. Así que no conocía a KC and the Sunshine Band, pero conocía plenamente a mis hijos. Estaba
en contacto con la ira y el cansancio que te pueden hacer sentir. Y esas cosas fueron a parar a los
libros porque eran las que conocía en ese momento. Lo que ha encontrado su camino hacia los libros
más recientes es el dolor, y gente con heridas, porque eso es lo que conozco ahora. Dentro de diez
años habrá otra cosa, si es que sigo vivo.
-¿El Resplandor estuvo basado en experiencias personales? ¿Se quedó alguna vez en ese
hotel?
–Sí, el Stanley Hotel en Estes Park, Colorado. Mi esposa y yo fuimos durante un octubre. Era la
última semana de la temporada, así que el hotel estaba casi vacío. Me pidieron si podía pagar en
efectivo, porque se estaban llevando los recibos de las tarjetas de crédito a Denver. Cuando pasé
por la señal de tránsito que decía “Los caminos pueden estar cerrados después del 1º de
noviembre”, me dije: “Acá hay una historia”.
–Demasiado fría. No hace ninguna inversión emocional en la familia protagonista. Creo que el
tratamiento de Shelley Duvall como Wendy es... bueno, insultante para las mujeres. En la película,
ella es básicamente una máquina de gritar. No está involucrada en lo más mínimo en la dinámica
familiar. La película es hermosa de ver, tiene sets bellísimos, todas esas tomas con Steadycam... Yo
solía llamarla un Cadillac sin motor. No se puede hacer nada con ella salvo admirarla como una
escultura. Pero se la privó de su primer propósito, que era contar una historia. La diferencia básica
está en el final. En la novela, Jack Torrance le dice a su hijo que lo ama, y después vuela por los
aires cuando hace explotar el hotel. En la película de Kubrick, muere congelado.
-Es increíble que, en los prólogos y epílogos a varios de sus libros, les pida feedback a los
lectores. ¿Por qué pide que le envíen más cartas de las que ya debe recibir?
–Me interesa lo que piensan mis lectores, y soy consciente de que muchos de ellos quieren
participar de la historia. No tengo problema, mientras entiendan que lo que ellos piensan no va a
cambiar necesariamente lo que yo escribo. Nunca voy a decir: ok, tengo esta historia, hasta acá
llegué, ahora hagamos una encuesta, ¿cómo creen que debería terminar?
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–A veces. Por ejemplo, yo quería publicar La Historia de Lisey primero, pero la editora de Scribner
Susan Moldow quería salir con Cell porque pensaba que la atención que recibiría podría beneficiar
las ventas de Lisey, y acepté. Hoy en día, los editores pueden hacer algo así. A veces es bueno y a
veces no. En este caso lo fue, resultó un éxito. Cell fue un caso raro. Graham Greene solía hablar de
libros que eran novelas y libros que eran entretenimientos. Cell fue un entretenimiento. No quiero
decir que no me importaba, porque sí me importaba, como todo lo que se publica con mi nombre.
–Chuck Verrill ha editado muchos de mis libros, y puede ser un editor muy duro. En Scribner, Nan
Graham editó Lisey, y me dio una mirada completamente diferente, un poco porque la novela es
sobre una mujer y ella lo es, y porque llegó fresca al trabajo. En un momento me dijo: “Tenés que
reconfigurar esta sección, sacarla, porque empantana la trama y no es necesaria”. Lo primero que
pensé fue: “No puede decirme eso. No sabe nada. No es escritora. ¡No entiende mi genio!”. No creo
que se debiera a que soy un best-seller, creo que es algo que todo escritor piensa. Pero después me
dije: “Bueno, lo voy a intentar”. Y lo digo porque llegué a un punto de mi carrera en que puedo
hacer lo que quiera, si quiero. Si sos lo suficientemente popular, te dan toda la cuerda que quieras.
Podés colgarte en Times Square, y lo he hecho un par de veces. Particularmente en los días en que
me drogaba y bebía todo el tiempo, hice lo que quería. Y eso incluía mandar a la mierda a los
editores.
-Entonces, si Cell es un entretenimiento, ¿cuál otro de sus libros entra en esa categoría?
–Todos deberían ser entretenimiento. Ese es, en algún sentido, el corazón del problema. Si una
novela no es entretenimiento, no creo que sea un libro exitoso. Pero si hablamos de novelas que
funcionan a más de un nivel, diría Misery, Dolores Claiborne e It. Empecé a trabajar en It, que va y
viene entre la vida de los personajes cuando son niños y cuando son adultos, y me di cuenta de que
estaba escribiendo sobre las maneras en que usamos nuestra imaginación en diferentes momentos
de nuestras vidas. Me encanta ese libro, y es uno de esos que se siguen vendiendo de forma pareja.
La gente responde a él. Recibo un montón de cartas de gente que me dice que le gustaría que
tuviera más páginas. Y yo pienso: Dios mío, ya es bastante largo. Creo que It es el más dickensiano
de mis libros por su amplio abanico de personajes y las historias que se intersectan. La novela
administra mucha complejidad sin esfuerzo aparente, un mecanismo que me gustaría redescubrir.
La Historia de Lisey también es así y tiene un número de narraciones entrelazadas que parecen
fundirse sin esfuerzo. Pero me causa timidez hablar de esto porque tengo miedo de que la gente se
ría y diga: “Miren al bárbaro queriendo pretender que pertenece al palacio”. Siempre que sale este
tema, me cuido.
–Lo que Shirley Hazzard dijo es que no necesitaban que yo les diera una lista. Si hubiera podido
retrucarle, le hubiera dicho: “Con todo respeto, creo que la necesitamos”. Creo que Shirley, de
alguna manera, me dio la razón. Los guardianes de la idea de una literatura seria tienen una lista
corta de autores que “pertenecen”, y con demasiada frecuencia esa lista está hecha de gente que
conoce a cierta gente, que fue a determinadas universidades, que provienen de ciertos canales de la
literatura. Y esa es una muy mala idea, conspira contra el crecimiento de la literatura. Este es un
momento crítico para la literatura norteamericana porque está siendo atacada por tantos otros
medios: la televisión, las películas, Internet y todas las diferentes formas que tenemos de obtener
un input no impreso para alimentar nuestra imaginación. Los libros, la antigua manera de transmitir
historias, están en riesgo. Entonces cuando alguien como Shirley Hazzard dice que no necesita una
lista, se les cierra la puerta en la cara a autores como George Pelecanos o Dennos Lehane. Y cuando
eso sucede, cuando esa gente es dejada afuera en el frío, se está perdiendo una gran área de la
imaginación. Esa gente está haciendo un trabajo importante. Así que diría que Shirley Hazzard sí
necesita una lista de lecturas. Y lo otro que Shirley Hazzard necesita es que alguien le diga:
“Póngase a trabajar”. La vida es corta. Tiene que parar esta pavada de sentarse ahí a hablar de lo
que hacemos y hacerlo de una vez. Porque Dios le dio algo de talento, pero también le dio cierto
número de años. Y una cosa más. Cuando se le cierra la puerta a la ficción popular seria, se cierra
otra puerta a otros escritores que son considerados novelistas serios. Se les dice: “Escriban ficción
popular y accesible a su propio riesgo”. Así que no hay muchos escritores que se van a atrever a
hacer lo que hizo Philip Roth cuando escribió La Conjura contra América. Fue un riesgo para él
escribir esa novela porque es accesible y puede ser leída como entretenimiento. Es atrapante a un
nivel narrativo. Es un libro muy diferente a The Great Fire de Shirley Hazzard, que también es muy
bueno. Pero no es lo mismo, de ninguna manera.
-Entonces, ¿hay tanta diferencia entre la ficción popular seria y la ficción literaria?
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–El punto de quiebre aparece cuando alguien pregunta si un libro es atrapante a nivel emocional.
Porque cuando se llega a esos niveles, muchos de los críticos serios empiezan a sacudir la cabeza y
a decir “no”. Para mí, todo tiene que ver con la idea que flota en la cabeza de quienes se ganan la
vida analizando literatura: “Si dejamos entrar al populacho, entonces se van a dar cuenta de que
cualquiera puede hacerlo, que es accesible para cualquiera. Entonces, ¿qué hacemos nosotros acá?”.
-Cuando usted usa nombres de marcas en sus libros los críticos parecen especialmente
molestos.
–Siempre supe que algunos tenían un problema con eso. Pero también sé que nunca voy a dejar de
hacerlo, y nadie va nunca a convencerme de que estoy equivocado. Porque cada vez que lo hago,
siento un pequeño ¡bang! adentro. Como si hubiera dado en el clavo, como un triple de Michael
Jordan. A veces la marca es la palabra perfecta y cristaliza la escena. Cuando Jack Torrance está
tomando ese Excedrin en El Resplandor, uno sabe lo que es. Siempre quiero preguntarles a estos
críticos, algunos son novelistas, otros profesores universitarios, ¿qué mierda hacen ustedes? ¿Abren
su botiquín y ven botellas grises sin etiquetas? ¿Ven shampoo genérico, aspirinas genéricas? Cuando
van al almacén y compran cerveza, ¿las latas sólo dicen “cerveza”? Cuando van al garaje y ven lo
que está estacionado ahí, ¿qué es? ¿Un auto? ¿Simplemente un auto? Y después me digo a mí
mismo: “Apuesto a que es así”. Algunos de estos tipos, los profesores universitarios, cuya idea de la
literatura se detuvo en Henry James y esbozan una sonrisa gélida si se les habla de Faulkner o
Steinbeck, son estúpidos en lo que respecta a la ficción norteamericana y han hecho de su estupidez
una virtud. Y cuando abren su botiquín, creo que deben ver botellas genéricas, y eso es un fracaso
en la observación. Por eso, creo que una de las cosas que tengo la obligación de hacer es decir: “Es
una Pepsi, ¿ok? No es una gaseosa. Es una Pepsi. Es una cosa específica. Digan lo que quieran decir.
Digan lo que ven. Si pueden, hagan una foto para el lector”.
–No, no realmente. Me han llamado el maestro del suspenso, o del terror, pero yo nunca dije que
eso era lo que escribía, aunque tampoco me quejo por esos rótulos, porque sonaría a que intento
darme aires y aparentar lo que no soy. Tuve una conversación sobre esto con Bill Thompson, mi
primer editor. Me había publicado Carrie, que fue un gran éxito, y querían otro. Yo tenía listo
Salem’s Lot y Roadwork, que finalmente publicaría bajo mi pseudónimo Richard Bachman. Le
pregunté cuál quería publicar. Me dijo que no me iba a gustar su respuesta: Roadwork era mejor,
más honesta, me dijo, la novela de un novelista, pero querían Salem’s Lot, porque creían que sería
un éxito mayor. Pero me dijo: “Te van a etiquetar como un escritor de terror”. Me acuerdo de que
me reí. “¿Qué? ¿Cómo M.R. James y Edgar Allan Poe y Mary Shelley?”, pregunté. No me molesta, ni
me importa.
-Usted es, también, algo así como un coleccionista de libros. El librero Glenn Horowitz nos
contó que una vez le envió algo por error y que, cuando le pidió disculpas, usted le dijo
que lo compraría de todas maneras.
–Creo que eso es cierto. Sin embargo, no soy un gran coleccionista. Probablemente tenga una
docena de Faulkner autografiados y muchos Theodore Dreiser. Tengo Reflejos en un Ojo Dorado de
Carson McCullers. La adoro. En casa tengo una de esas estanterías antiguas que solía haber en los
drugstores, y tengo muchas ediciones baratas de los ’50 porque me gustan las tapas y coleccioné
una cierta cantidad de pornografía de los ’60, en paperback, hecha por tipos como Donald Westlake
y Lawrence Block, sólo porque me divierte. Se pueden ver chispas de sus estilos.
–Las voces. Estoy leyendo otra vez Todos los Hombres del Rey y también lo estoy escuchando en
CD. El tipo que lo grabó es un muy buen lector. Uno lo escucha y se dice, ¡ésa es la voz! Algo hace
clic en tu cabeza.
–Escribo cuentos entre novelas. Siempre tengo un par de ideas para historias futuras cuando estoy
trabajando en algo. Pero no se puede pensar en lo que se escribirá en el siguiente libro. Uno es
como un hombre casado que trata de no mirar a las mujeres por la calle.
-Usted ha usado diferentes estrategias para publicitar sus libros (la serialización, los e-
books, fragmentos de una próxima novela al final de la nueva). ¿Hay alguna estrategia
mayor en juego?
–No, sólo me da curiosidad, quiero ver qué pasa, como un chico con un juego de química: ¿y qué
pasa si mezclamos estos dos? El experimento de publicar en Internet fue probablemente una
manera de decirles a las editoriales: “Saben, no necesariamente tengo que pasar por ustedes”.
También quería abrir una brecha para otra gente. Y es una forma de mantener la frescura. Scribner
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me preguntó si tenía un cuento para publicar online. Pero su foco nunca fue, de hecho, Internet.
Estaban pensando en estos pequeños artefactos electrónicos con los que podés leer un libro en la
palma de tu mano, donde tenés que apretar botones para dar vuelta la página. A mí nunca me
gustó la idea, y a la mayoría de la gente tampoco. Quieren tener páginas. Somos como la gente que
se compró un coche en 1919 y cuando paraban al costado del camino, les gritaban: “¡Comprate un
caballo!”. Ahora le gente grita: “¡Comprate un libro!”. Es lo mismo. Pero al publicar online, mucha
gente que nunca había tenido relación conmigo –tipos de negocios con traje– de repente me
registró. ¿Qué está haciendo? ¿Puede hacerlo todo solo? ¿Va a ser capaz de cambiar la forma de
publicar? Pero estaban interesados en la facturación, no en los cuentos. Todo esto pasó justo al final
de la burbuja de las punto.com, y fue lo último excitante que pasó antes del crack. Arthur C. Clarke
ya había vendido un texto por Internet –seis páginas sobre transmisiones que venían de las
estrellas– y pensé: “Jesús, ¡esto es como besar a tu hermana!”. Era un pequeño ensayo que el tipo
probablemente borroneó una tarde en la que no pudo dormir la siesta.
-El cuento para Scribner Montado en la Bala fue un gran éxito. ¿Por qué dejó de publicar
online? Dio por terminado The Plant, su siguiente proyecto de publicación online, después
de sólo seis partes...
–Muchos creen que no lo terminé porque no fue un éxito. Esa fue una de las pocas veces que sentí
una gentil pero firme presión de la prensa hacia la mentira. De hecho, The Plant fue muy pero muy
exitoso. Con Montado en la Bala había un rumor sobre gente que quería hackear el sistema para
conseguirlo gratis. Y pensé: “Bueno, eso es lo que hace la gente de Internet”. No lo hacen porque
quieren robarlo, lo hacen para ver si pueden robarlo. Muchos pagaron por bajarlo. Y creo que
muchos pagaron... después de robarlo. Gané unos 200 mil dólares con The Plant, y casi sin costos.
Es increíble si uno lo piensa. Todo lo que hice fue escribir las historias y conseguir un server. Era
una licencia para imprimir dinero, si se me permite ser vulgar. Pero la historia apenas estaba bien, y
me quedé sin inspiración. Sigue sin terminar.
-La relación de su escritura con el dinero ahora no es, presumimos, una cuestión de
supervivencia. ¿Todavía significa algo para usted?
–Creo que a uno le deben pagar por lo que hace. Cada mañana me levanto con el despertador, hago
los ejercicios de mi pierna, y me siento frente a la computadora. Al mediodía me duele la espalda y
estoy cansado. Trabajo tan duro como antes o más, así que quiero que me paguen. Pero
básicamente, a esta altura, el asunto es como mantener el marcador. Algo que no quiero hacer más
es aceptar un anticipo monstruoso. Acepté un par. Ciertamente Tom Clancy ha conseguido muchos.
Lo dice todo el tiempo. John Grisham también ha recibido algunos. El gran anticipo es la forma del
escritor de decir: “Quiero todo el dinero desde el principio y no voy a devolver un centavo cuando
esos libros queden en las estanterías sin vender”. Y las editoriales los dan porque quieren tener un
Tom Clancy o un John Grisham o un Stephen King. Atrae la atención sobre el resto del catálogo.
Además, los libreros quieren a esos escritores porque incrementan el número de personas que
circulan por las librerías. Los vendedores de libros casi se arrodillan y alaban a John Grisham, no
sólo porque vende todo lo que vende sino por cómo lo hace: publica en febrero, después de la
locura de Navidad, cuando las ventas en las librerías suelen estar muertas. Yo, hoy en día, podría
conseguir esos grandes anticipos, pero me las arreglo perfectamente sin ellos. Tomé una decisión
cuando me fui de Viking: pedir ser socio en la publicación. Que me den un modesto monto para
firmar el contrato, y después repartimos las ganancias. ¿Por qué no? Sigue siendo un buen negocio
para ellos. Si lo hiciera sólo por el dinero ya lo hubiera dejado, porque tengo suficiente.
-¿Alguna vez sintió que debía manejar las cifras de Clancy o Danielle Steel?
–Somos una sociedad competitiva y tengo una tendencia a medir si soy tan exitoso como ellos
basándome en la cantidad de dinero que puedo obtener. Pero, al final, lo que cuenta son las ventas,
y todos estos tipos venden más que yo. Grisham vende cuatro veces más que yo. Ya no me
importa. A veces uno mira la lista de best-sellers del New York Times y se pregunta: “¿Quiero
romperme el culo para estar en la lista junto a Danielle Steel, David Baldacci y los libros cristianos?
”.
–Sí. Todo el tiempo. Pero ya no tomo medicación. Tuvieron que hospitalizarme por una neumonía
hace unos años, tuve otra operación, y en ese momento llegué a la conclusión de que no podía
seguir tomando medicamentos, porque sería para siempre e iba a empezar a cargarla en un carrito.
Hacía cinco años que tomaba analgésicos. Percocet, OxyContin, todo tipo de cosas. Era un adicto. Si
uno los usa para el dolor y no para estar drogado, no es tan difícil dejarlos. El problema es que hay
que aprender a vivir sin los medicamentos. Hay que pasar la abstinencia. La mayor parte es
insomnio. Pero después de un tiempo, el cuerpo dice: “¡Bueno, está bien!”.
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–Tres por día, y nunca cuando escribo. Cuando son sólo tres, tienen un sabor maravilloso. Mi doctor
dice que si voy a fumar tres por día, da lo mismo que fume treinta, pero no lo hago. Dejé el alcohol,
el Valium, la cocaína. Y eso que estaba muy enganchado. Pero lo único que no pude dejar fueron los
cigarrillos. Por lo general fumo uno a la mañana, otro a la tarde y otro a la noche. Y los disfruto. No
debería. Ya sé, la salud es buena, fumar es malo. Pero la verdad es que me gusta tirarme a leer un
libro con un cigarrillo. Estaba pensando en esto la otra noche. Venía de un partido, los Red Sox
habían ganado. Y estaba en la cama leyendo El Americano Impasible de Graham Greene, que es un
libro maravilloso. Estaba fumando, y pensé: “¿Quién la pasa mejor que yo?”. Los cigarrillos, y todas
esas sustancias adictivas, son la parte mala de lo que hacemos. Son parte de esa obsesión que te
hace ser escritor en primer lugar, que te hace querer escribirlo todo. Alcohol, cigarrillos, drogas.
–Pienso que sí. Para mí, incluso cuando no me gusta cómo estoy escribiendo, si no lo hago, el hecho
de no escribir me molesta. Poder escribir es fantástico. Cuando va bien es genial; pero cuando no,
cuando sólo está ok, es una muy buena manera de pasar el tiempo. Y uno después puede mostrar
todas estas novelas.
–Sí, regularmente.
–No tengo problemas con eso. El programa dice: “Si no cree, haga como si creyera. Finja hasta
conseguirlo”. Y sé que mucha gente tiene problemas con eso, pero yo sigo el programa. Así que me
arrodillo a la mañana y le pido a Dios que no me deje pensar en el alcohol o en las drogas. Y me
arrodillo todas las noches y agradezco porque no tuve que usar drogas o beber. Cuando hablo de
esto con la gente, siempre cuento la historia de la película Pink Flamingos que John Waters hizo con
Divine, la transformista gorda. Hay una escena en la que Divine literalmente come un trozo de
excremento de perro que hay en la vereda. A Waters siempre le preguntaban por esa escena en
particular. Finalmente un día explotó y dijo: “Escuchen, era sólo un pedazo de mierda... ¡y la hizo
una estrella! ¿Ok?”. Para mí, toda la cuestión de Dios es un pedacito de mierda. Pero si uno puede
tragarse esa parte del programa de AA, no tiene que volver a beber o usar drogas.
–Cuando estaba dejando las drogas y el alcohol, fui a un terapeuta para tratar de superar esa
ausencia en mi vida. Pero si estamos hablando de verdadera psicoterapia, tengo miedo de que le
haga un agujero a mi balde y que todo se me escape por ahí. No sé si me destruiría como escritor,
pero se llevaría muchas cosas buenas.
–A veces ciertas cosas son tan obvias que es inescapable. La enfermera psicótica de Misery, por
ejemplo, que escribí cuando estaba pasándola muy mal con las drogas. Sabía sobre lo que estaba
escribiendo, nunca tuve dudas. Annie era mi adicción, y era mi fan número uno. Dios... y nunca se
quería ir.
-¿En qué punto del proceso creativo sabe si van a entrar o no los elementos fantásticos?
–No vienen porque yo quiera. No lo fuerzo. Sucede. La cuestión es que me encanta. Duma Key, la
novela que estoy escribiendo ahora, es sobre un tipo llamado Edgar Freemantle que tiene un
accidente y pierde un brazo. Entonces enseguida me pongo a pensar que quizás haya alguna
sintomatología paranormal relacionada con los miembros ausentes. Sé que la gente tiene
sensaciones en sus miembros fantasmas después de los accidentes. Entonces googleo “miembros
fantasmas” para ver cuánto dura la sensación. Adoro Google. Y resulta que hay miles de eventos
recopilados, y el mejor –y lo puse en el libro– es un tipo que perdió la mano trabajando con una
embaladora. El tipo agarró la mano, la envolvió en un pañuelo, se la llevó a su casa y la metió
dentro de un frasco de alcohol. Guardó el frasco en el sótano. Pasan dos años. El tipo está bien. Y
un día en invierno hace un frío terrible y lo siente al final del brazo, donde solía estar su mano.
Llama al médico. Le dice que su mano ya no está ahí, pero tiene un frío de mil demonios en el
muñón. El doctor dice: “¿Qué hizo con la mano?”. Y él le cuenta. El médico le dice que vaya a
chequearla. El tipo baja. El frasco estaba en un estante y la ventana se había roto y el viento frío
soplaba sobre él. Así que acercó el frasco a la estufa y se sintió mejor. Aparentemente es una
historia real.
-¿Cree que La Historia de Lisey marca el final de algo y el comienzo de algo nuevo para
usted?
–Soy la persona incorrecta a la que preguntarle. Estoy dentro del libro, y lo siento como uno muy
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especial. Al punto que no quiero soltarlo al mundo. Este es el único libro que he escrito del que no
quiero leer las reseñas, porque algunas van a ser horribles, porque es un libro que intenta ser algo
más que una novela popular. De alguna manera, quiere ser tomado más en serio que un libro de
Mary Higgins Clark o Jonathan Kellerman. Y no podría soportar esas críticas, de la misma manera
que no podría soportar que alguien sea horrible con un ser querido. Amo este libro.
-Ahora que ha publicado en The New Yorker y que fue homenajeado con el National Book
Award y otros premios internacionales, parece muy claro que se lo toma mucho más en
serio que en los primeros años de su carrera. ¿Todavía se siente excluido del
establishment literario?
–Ha cambiado mucho. ¿Saben lo que pasa? Si uno tiene un poquito de talento y trata de
maximizarlo y no se rinde, ni se estanca, empieza a ser tomado más en serio. La gente que creció
leyéndolo a uno se convierte en parte del establishment literario. Lo toman como parte del paisaje
que estaba ahí cuando ellos llegaron. Cuando Martin Levin del New York Times reseñó The Stand, lo
llamó “el hijo de El Bebé de Rosemary”. Yo pensé: “Por Dios, trabajé en este libro tres años para
que este tipo diga esto”. Como escritor, siempre fui extremadamente consciente de mi lugar. Nunca
fui pretencioso, ni quise ponerme al lado de quienes son mejores que yo. Me tomo en serio lo que
hago, pero nunca insinué que soy mejor de lo que soy. Lo más importante es que uno se hace
viejo. Estoy cerca de los 60. Me quedarán otros diez años creativos, quizá quince. Me digo a mí
mismo: “¿Podré hacer algo aún mejor con esta cantidad de tiempo?”. No necesito el dinero. No
necesito otra película basada en mis libros. No necesito escribir otro guión. No necesito otra
tremenda casa donde vivir, ya tengo ésta. Me gustaría escribir un libro mejor que La Historia de
Lisey, pero no sé si lo haré. Y, Dios, me gustaría no repetirme. Me gustaría no hacer trabajos de
relleno. Pero me gustaría seguir trabajando. Rechazo la idea de que ya exploré todo lo que hay en la
habitación.n
19
Nº 117 - SEPTIEMBRE 2007
PORTADA
ÍNDICE
EDITORIAL Suffer... The Bathroom Scene
NOTICIAS
A FONDO
La segunda adaptación fílmica
ENTREVISTA de un terrorífico relato de King
JOhnY MArrOne
TORRE OSCURA Publicado originalmente en el sitio House of Horrors
THE DEAD ZONE
OTROS MUNDOS
l interesante relato Suffer The Little Children (Hay Que Aguantar a
FICCIÓN los Niños), que fue publicado en la antología Nigthmares and
LECTORES Dreamscapes (Pesadillas y Alucinaciones) ha sido adaptado como
dollar baby en dos ocasiones, y en ambos casos con buenos
CONTRATApA resultados.
El cortometraje de Hannigan adapta solo una escena en particular, la del baño. Si bien está muy
bien filmada, es casi necesario haber leído el relato original para entender de que se trata la cosa.
Pero, dejando eso de lado, la visión de Hannigan sobre este segmento en particular demuestra
talento detrás de la cámara, y justeza en el ritmo narrativo. Hablamos con el director sobre este
film y otras cuestiones.
-Bueno, he venido haciendo películas desde que era un niño, utilizando la cámara de video de mi
padre. Yo siempre interpretaba al asesino y mis primos eran las víctimas. Eso fue en los años '80.
Pero no volví a realizar "films" hasta que fui a la escuela de cine. Pero todo comenzó con mi primer
trabajo como diseñador gráfico para WWF. Era un sueño recibir dinero por algo que consideraba
divertido de hacer. Luego, ya metido en la realización de efectos especiales, trabajé durante años
para After Effects. Llegué a realizar varias animaciones para la televisión. Cuando mis padres veían
mi nombre en los créditos creían que yo ya era famoso. Como trabajaba en el turno de mañana, me
quedaba mucho tiempo libre para mis proyectos personales. Fue en esa época cuando decidí asistir
al New York Film Academy. También asistió mi amigo Frank Sabetalla, que actualmente es mi
director de fotografía y recientemente fundó su propia compañía, Sideshow Pictures. También
conocimos a Jason Rice, un director y escritor muy talentoso quien está haciendo sus primeros
proyectos. Fue en ese momento cuando decidí meterme de lleno en la realización de cortometrajes,
por lo que comencé a trabajar haciendo animaciones para Teatown Communications Group. Esta era
un lugar grandioso para mí, porque los dueños eran también productores de cine, y habían hecho
algunas buenas películas, como Flirting With Disaster, Spanking the Monkey y Wigstock. De ellos
aprendía mucho sobre filmación y producción. Luego dejé la empresa y comencé a trabajar como
artista gráfico independiente. Y si hay algo que aprendí de Teatown es que nunca debía dejar de
hacer películas. Es importante mantenerse en actividad. En la actualidad tengo a VH1 como mi
cliente principal, realizando animaciones para un programa televisivo llamado Celebrity Eye Candy.
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Y, por supuesto, haciendo cortometrajes.
-¿Por qué elegiste Stephen King's Suffer The Little Children (The Bathroom Scene) como
tu primera opción a la hora de realizar un cortometraje?
-Había leído en algún lado que Stephen King hacía esto de los dollar babies. Uno le envía un dólar y
el te autoriza a adaptar un cuento de su autoría, para ser proyectado en festivales, sin fines
comerciales. Al principio, yo no tenía ninguna idea original como para filmar una historia propia, por
eso agarré Nightmares and Dreamscapes de mi biblioteca y comencé a leerlo. Suffer The Little
Children fue un relato que me electrizó. Siempre me han gustado las historias donde los niños
encarnan el mal. La razón por la que sólo me concentré en la escena del baño fue meramente
económica. No podía filmar toda la historia. Y dicha escena era una buena oportunidad de mostrar
tensión. Era todo un desafío para mí, porque hasta ese entonces, todo lo que había hecho era estilo
comedia. Fue mi primer intento de hacer un pequeño film de género más seriamente.
-En el New York City Horror Film Festival de 2005, tu cortometraje fue muy bien recibido,
destacándose especialmente el uso de efectos especiales, lo que contribuyó a opacar un
poco al resto de cortometrajes que se proyectaron, que eran de factura más modesta.
-Gracias por el comentario. Los efectos los hice todos yo. Algo bueno de ser un artista que trabaja
con animaciones y gráficos computarizados es que siempre se están aprendiendo nuevas técnicas y
efectos. Cuando me senté a editar el cortometraje, ya sabía como realizar correctamente todos los
efectos, por lo que el resultado final es más que aceptable.
-Suelo filmar todo con mi propia cámara, una Panasonic DVX100. Depende del presupuesto con el
que pueda contar, mis próximos cortos los filmaré con una Panasonic HD Varicam.
-Me gustaría hacer un film que combinara el horror y la comedia. Sería la opción elegida.
-Cambiando de tema, ¿podrías nombrarme tus tres películas favoritas de todos los
tiempos?
-No puedo elegir solo tres, por eso acá va mi Top 8. En ningún orden especial, te las nombro: The
Goonies, Evil Dead, The Re-Animator, Nightmare on Elm Street, E.T., Requiem for A Dream, Lord of
the Rings: The Fellowship of the Ring y Night of the Creeps.
-Bueno, tengo algunos a los que admiro de manera especial. Cualquier que tenga mi edad habrá
crecido amando las películas de Spielberg: E.T., Indiana Jones, etc. También me gusta la saga
Pesadilla y, por ende, Wes Craven, que fue quien inició la serie. Y un tipo llamado Fred Dekker. El
hizo dos de las películas favoritas de mi niñez: The Monster Squad y Night of The Creeps. Y también
está el fabuloso Sam Raimi - con The Evil Dead y Darkman. También me gusta lo que hizo con las
películas de Spiderman. De la actualidad, mi director favorito es Darren Aronofsky. Me voló la
cabeza con Requiem for a Dream. Fue una de las películas mas intensas que yo haya visto. Y
también soy un gran fan de Eli Roth.
-No haría una remake. Me parece que no tienen sentido. Me parece que la industria no es creativa a
veces y solo se dedican a rehacer viejas películas. Todos las remakes que vi no superan el original.
La única excepción ha sido King Kong, pero porque Peter Jackson es un genio cinematográfico. Pero,
hay ciertos films clásicos que no deben ser tocados.n
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Nº 117 - SEPTIEMBRE 2007
PORTADA
ÍNDICE
EDITORIAL The Gunslinger Born #7
NOTICIAS
A FONDO
Análisis del séptimo número de
ENTREVISTA los cómics de The Dark Tower
CORTOMETRAJES
TrOY BrOWnFieLD
Publicado originalmente en Newsarama
THE DEAD ZONE
OTROS MUNDOS
l final ya está aquí.
FICCIÓN
LECTORES Bueno, no para siempre. Este es solo el final de la primera saga y
habrá, por lo menos, cuatro más. De hecho, al final del #7 ya se nos
CONTRATApA adelanta el título y la fecha de la segunda saga: The Long Road Home
Cómic: Stephen King’s The
(febrero de 2008). Dark Tower: The Gunslinger
Born #7
Ya que muchos conocen el final de la historia, dado que ha sido contada Editorial: Marvel
en Wizard and Glass, voy a hablar del mismo. Pero incluso siendo algo Director Creativo y
que uno ya conoce, es muy intenso verlo ilustrado y en formato cómic. Ejecutivo: Stephen King
Historia: Robin Furth
Jae Lee y Richard Isanove, ya lo he dicho infinidad de veces, realmente Guión: Peter David
han logrado trasladar el texto escrito al cómic de manera brillante. La Arte: Jae Lee y Richard Isanove
muerte de Susan realmente es conmovedora y fantástica. Rotulación: Chris Eliopoulos
Fecha de publicación: Agosto
de 2007
Todo está ilustrado de manera muy efectiva, sobre todo el destino de
Roland y su gente, retratado en un tono un poco diferente al del resto
de la saga.
Finalmente, podemos conocer a la tía de Susan, Cordelia Delgado, en este #7. Se parece mucho a
como yo me la había imaginado cuando leí el libro de King. Alguien no muy agradable. Mientras es
manipulada por Rhea, podremos ver lo diabólica que es la bruja.
La lección de historia de este número es la parte dos de Charyou Tree y se titula Come Reap!.
Cuenta la historia de cuando el Rey Arthur Eld trató de prohibir las quemas de personas, pero en
lugar de lograrlo, tuvo que ver como su única mujer amada, Emmanuell, murió en la hoguera;
mientras su esposa la Reina Rowena daba a luz a una araña carmesí.
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También tenemos dos páginas de dibujos de Jae sin colorear y, como siempre, es interesante ver los
resultados cuando los comparamos con los dibujos finales.
Con este intenso final, la mejor portada de toda la saga y el duro trabajo realizado por Jae Lee,
Richard Isanove, Robin Furth, Peter David y Chris Eliopoulos, tenemos en nuestras manos un
número soberbio. El #7 es, por lejos, el mejor número de toda la saga. Todo encaja finalmente en
su lugar, y sólo puedo decir gracias a todos los que hicieron posible este maravilloso viaje. Ahora
esperaré, muy ansioso, la segunda saga. Estoy listo para otra gran aventura.
-Antes que nada, clarifiquemos para los que recién se acercan a esta saga, ¿qué es The
Dark Tower: The Gunslinger Born? Porque parece haber confusión con respecto a los
cómics y las novelas.
-Lo que hemos publicado es la primera serie de 7 números (de un total estimado de 30). Creo que
tal vez lo que generó confusión es que esta serie no ha sido una adaptación estricta de Wizard and
Glass. Es parte de una historia más larga, y que continuará. Por eso, esto ha sido solo el comienzo.
La historia que hemos contado hasta el momento es una expansión de parte de los hechos narrados
en Wizard and Glass. Obviamente, hay elementos dentro de la misma que serán familiares a los
fans de la saga. Sabíamos que si empezábamos con cualquier otro de los libros de la serie, los
lectores de la misma no tendrían problema en seguirla, pero sí hubiésemos tenido dificultades con el
nuevo público. Nuestro objetivo era lograr una saga de cómics que contaran una historia increíble, y
que hiciera honor a las novelas de King, no sólo un rápido entretenimiento. Teníamos que atraer a
nuevo público sin aburrir a los lectores constantes.
-Poniendo esto en contexto con otros trabajos tuyos, como Namor to Hellshock,
Inhumans y otros, ¿cómo encaja en términos de dificultad al hacerlo?
-Ha sido, sin duda, el proyecto más difícil de todos en los que he trabajado. No era como trabajar
con personajes ya establecidos, éste era un nuevo universo que estábamos creando. Ya teníamos
idea de algunos personajes porque habían sido retratados por otros ilustradores en las novelas, pero
no estaban claramente definidos todavía. Era preocupante pensar que teníamos a Stephen King
detrás, y a toda una legión de fans que adoran las novelas. Sabíamos que podíamos equivocarnos
mucho. Por eso me sentí aliviado cuando Stephen King, en nuestra primera reunión, nos dijo que
dejaba a criterio nuestro la definición de los personajes, porque la idea de él era vaga también, con
respecto a los mismos. Todo quedó abierto a mi interpretación, lo cual fue un alivio.
-Alguna vez Stephen King imaginó a Roland con una apariencia como la de Clint
Eastwood, ¿cómo fue buscar una apariencia para un Roland adolescente y el resto de
personajes?
-Fue difícil "definir" a los personajes. Mi estilo siempre tiende a dibujar personajes oscuros. Me
gusta dibujar seres repulsivos. Ese tipo de personajes son los más fáciles, para mí, de dibujar.
Cuando llegó el momento de dibujar a Roland y sus amigos, y especialmente a Susan, la tuve
realmente difícil. Tenían que ser jóvenes, sus cuerpos lucir bien, y Susan debería ser muy bella. Se
supone que ella era la más linda del mundo. ¿Cómo dibujarla sin ser muy genérico?
-Había que capturar la esencia de los personajes, lo que forzó a cambiar mi estilo. En el pasado,
podía dibujarles muchas líneas en la cara a mis caracteres. Pero en este caso, tenía que apuntar
hacia un realismo que no había hecho antes. Y finalmente logré los personajes más hermosos de
todos los que haya dibujado en mi carrera.
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descripciones de Stephen King, sabemos que siempre tenía una sonrisa a flor de piel, y
que sus ojos brillaban. ¿Éste tipo de información te sirvió para diseñar las rasgos de los
personajes?
-Fue difícil también hacer a Cuthbert porque, como ya he dicho, tengo dificultades con personajes
felices y alegres. No es algo que me venga naturalmente. Cada vez que tenía que dibujarlo, me
recordaba a mí mismo que tenía que "iluminarlo", dibujarlo siempre con una sonrisa, a pesar de
todas los "demonios" que lo rodean en la historia.
-En términos de otros desafíos, y dado que Wizard and Glass es The Dark Tower en su
parte más "western" y que, naturalmente, había mucho que hacer con los caballos, ¿cómo
resolviste esto? Hay muchísimo artistas de cómic que nunca han dibujado caballos.
-En mi caso es todo lo opuesto, ya que me encanta dibujar animales, gente y cualquier cosa
orgánica y natural, y odio dibujar ciencia-ficción. Conozco a muchos artistas que aman ese tipo de
material -robots y naves especiales-, pero a mi no me atrae. Todo lo que está dentro de The Dark
Tower es perfecto para mi estilo y estética. Me gustan las construcciones viejas, y todos los
elementos western que están dentro del mundo que ha creado Stephen King. Por eso, y
respondiendo a tu pregunta, los caballos no han sido problema para mí. Las pistolas, en cambio,
son un tema aparte.
-¿De verdad?
-Oh, si. Ya lo creo. Dibujar una pistola en perspectiva es algo muy complicado. Es también duro
dibujar a alguien apuntando con un arma y que la mirada del otro no parezca que estuviera
apuntando con un chupetín. Los caballos, con su cabellera, me permiten dar la ilusión de
movimiento aún estando quietos, algo similar a cuando se dibuja la capa de Batman. ¡Denme
caballos para dibujar, pero no pistola!
-Hambry es una ciudad en una frontera, pero dentro de una tierra muy extraña...
-Lo grandioso de estos libros es que no se ajustan a un género específico. Por ejemplo, no es
estrictamente un western. Puedo poner un auto antiguo o un tanque en algunos lugares, como parte
de la escenografía. Es un lugar donde el tiempo se volvió loco. Todas esas líneas de tiempo han
convergido en una única realidad, por eso el mundo tiene aviones y tanques, ciudades, brujas y
castillos... y caballos. Nada de lo que dibujé estaba fuera de lugar. Roland podía llegar a una ciudad
fronteriza o ir a un castillo medieval. Y eso es lo mejor de esta historia. De todos modos , a cada
localización trate de darle un estilo diferente. Por ejemplo, cuando Roland crece, en Gilead... esto
tiene muchas reminiscencias de la época del Rey Arturo, en sus días finales. Los pistoleros son los
"caballeros" de su tiempo, por eso dibujé un castillo gigante, y lo hice muy medieval. Cuando el va a
la ciudad en la que vive Susan, tenía que ser una ciudad fronteriza, con construcción de madera,
por ejemplo.
-En realidad, habíamos hecho juntos una portada para un cómic de Lady Death en 1999, pero esta
es la primera vez que formamos parte de un proyecto.
-Es decir, que estás en el proyecto más grande de tu carrera, haciendo equipo con un
colorista con el que no habías trabajado antes. ¿Qué esperabas de esto, y cómo ha sido
en realidad?
-Realmente estoy asombrado por cómo han salido las cosas. Pienso que Joe Quesada ha logrado
ensamblar un gran equipo, y ambos estamos trabajando en un estilo que es nuevo para nosotros.
Nunca antes habíamos puesto tanta energía en algo, y la combinación de nuestros estilos ha
generado casi un tercer "artista". No tengo palabras para explicar como me gusta lo que logra
Richard con mis dibujos.
-Era escéptico al principio. Nunca había dejado antes que mis dibujos fueran coloreados a lápiz, por
eso sentía cierto rechazo. Pero cuando vi los resultados, quedé sorprendido.
-Y a partir de ese momento, ¿el trabajo de ustedes se volvió una colaboración mutua?
-Si, se convirtió en algo más que un ilustrador y un colorista. Ahora dibujo teniendo a Richard en
mente, y por eso mi trabajo se ve como algo completamente nuevo, más delicado.
-Al principio si, había mucha presión con eso. No tenía idea si le iba a gustar o no. Pero por suerte,
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le encantó.
-Respecto a estos cómics, hay planificadas cinco sagas, ¿tienen idea Richard y tu de lo
que va a venir?
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Nº 117 - SEPTIEMBRE 2007
PORTADA
ÍNDICE
EDITORIAL Episodios 74 al 77
NOTICIAS
asi ya estamos llegando al final de la sexta temporada de The
A FONDO Dead Zone (¿será también el final de la serie?), y no hay datos
ENTREVISTA que nos permiten ir descubriendo cómo terminará el asunto del
Armagedón, y que ha pasado realmente con el personaje de Walt
CORTOMETRAJES
(¿sabremos ginalmente la verdad?, ¿qué cosas estaba
TORRE OSCURA investigando?, ¿qué secretos ocultaba?). Todos estos misterios
deberían resolverse en los últimos dos episodios, asi que habrá que
esperar hasta el mes próximo. Mientras tanto, presentamos (como
OTROS MUNDOS lo hacemos habitualmente) la ficha técnica de tres episodios (#74,
FICCIÓN #75 y #76) y un análisis del DVD de la quinta temporada.
LECTORES
CONTRATApA
NOTICIAS BREVES
¿Una temporada más?
La revista TV Guide, en su edición del 20 de agosto, habla sobre las series exitosas de la televisión
por cable del verano estadounidense. Y menciona la subida en los ratings que han tenido dos series
de la cadena USA Network, The 4400 y The Dead Zone. Esto abre las puertas a una posible
renovación y nuevas temporadas para ambas series en 2008.
LA 5° TEMpORADA EN DVD
DaVid OLiVer
Publicado originalmente en Chud.com
Estamos hablando de la quinta temporada de The Dead Zone en DVD, la serie que adapta la novela
de Stephen King acerca de un psíquico que puede cambiar el futuro que contempla en sus visiones,
las que surgen a través de tocar personas y objetos. La visión principal, que tiene lugar a lo largo de
la serie, es sobre las consecuencias de la llegada al poder de un congresal de Maine, Greg Stillson,
quien es manejado en las sombras por oscuros personajes. La eventual llegada de Stillson a la Casa
Blanca provocaría el fin del mundo tal como lo conocemos, y Johnny debe intentar conocer más
detalles del terrible destino que les espera a todos. En el camino, las "aventuras semanales" se van
sucediendo, tales como el secuestro de su ex-novia Sarah y un 4 de julio en el que mucha gente
puede morir.
Cada cuatro o cinco adaptaciones malas sobre el voluminoso trabajo de Stephen King,
ocasionalmente tenemos algo como The Shawshank Redemption o la versión cinematográfica de The
Dead Zone: es decir, algo que realmente hace honor a la visión de los escritos e King. Lo que es
más raro es la adaptación de una adaptación, e incluso ahora en su sexta temporada, la serie The
Dead Zone continúa con su sólido éxito en televisión, liderada por Anthony Michael Hall como Johnny
Smith. Los guionistas continúan contándonos historias interesantes, tanto episodios individuales
como aquellos relacionados con la mitología de Stillson y el Armagedón. Por supuesto, la principal
característica de la serie son los efectos especiales utilizados para "mostrar" las visiones de Johnny.
26
Uno podría haber pensado que luego de cinco temporadas, la fórmula original podría haberse
agotado, pero The Dead Zone continúa gozando de buena salud.
Pienso que esto es gracias al trabajo de Hall y todo el equipo de producción, y a los guionistas que
han sabido mantener vigente la premisa original. Hall se luce en su rol, demostrando que es un gran
actor y alejando un poco a su personaje del fatalismo que inspiraba Christopher Walken en la
película.
Otros episodios incluyen: Independence Day, en el que Johnny debe lidiar con un inminente
desastre en un carretera; Panic, en el que un par de asesinos invaden la casa de Johnny; Lotto
Fever, un irónico episodio en el que Johnny es "secuestrado" por un fanático de la lotería; y
Simmetry, donde Johnny sufre una crisis de identidad en la que revive la vida de un atacante y sus
víctimas. También tenemos Into The Heart Of Darkness, conclusión de un episodio de la cuarta
temporada, The Collector, en la que un villano quiere cobrarse venganza con Johnny y Walt.
The Dead Zone es, todavía, una serie muy sólida y, si bien está parcialmente serializada con la
historia de Stillson, sigue siendo muy accesible para el nuevo público. El único asunto que no me
gustó es que la quinta temporada sea solamente de 11 episodios, lo que a mi criterio es muy poco.
Dentro de los extras que contienen los DVDs, y manteniendo la línea de temporadas anteriores, se
destacan principalmente A Day With JLA, que es un diario en video del actor John L. Adams en el
set. Y The Other Side of the Camera es otro mini documental de 15 minutos en el que los actores
Chris Bruno y el propio Adams se preparan para debutar como directores en la serie. También se
incluyen comentario de Hall y otros miembros del equipo y del elenco en cuatro episodios:
Independence Day, Articles of Faith, Revelations y The Hunting Party. Para terminar, varias escenas
eliminadas completan el pack. En definitiva, una muy completa y cuidada edición en DVD.
EpISODIO 74
NUMb (ADORMECIDO)
Emitido el 29/07/2007
Sinopsis
Johnny y Sarah están cenando fuera de la casa, y Sarah está nerviosa porque es la primera vez que
ha dejado sola a su hija Hope. Accidentalmente, casi se besan. Cuando vuelven a casa, Johnny
comienza a tener fuertes dolores de estómago y fiebre, y Sarah lo lleva hasta un hospital rural
cercano, pero cae desmayado en la puerta.
El hospital tiene poco personal, pero el Dr. Cole es considerado uno de los mejores y atiende a
Johnny, quien está con mareos y delira acerca de ver leones y flores. Sarah intenta explicarle a la
enfermera Carrie el historial clínico tan especial de Johnny. Cuando Cole se va, Johnny cuenta que
Cole lo va a matar. Cole diagnostica la enfermedad como apendicitis y ordena de inmediato una
cirugía. Mientras lo preparan para la operación, él le pide a Sarah que llame a la sheriff Turner, pero
ella no le hace caso. Johnny, delirando, es llevado a la sala de operaciones.
Sarah llama a casa para ver como están los chicos y luego habla con Cole mientras éste lleva a un
paciente en silla de ruedas. Johnny está bien y se despertará en media hora. Ella menciona la
palabras confusas que dijo Johnny, pero Cole no le da importancia. Más tarde, Sarah se sienta junto
a Johnny, pero éste no despierta. Cole llega y le advierte que debido a su coma anterior, Johnny ha
entrado en estado vegetativo.
A la mañana siguiente, Sarah todavía está al lado de Johnny, mirando las noticias en TV, y lo besa
pensando que nunca más volverán a estar juntos. Cole llega y sugiere que ella se prepare para los
cuidados que necesita un paciente en estado vegetativo. Sarah intenta llamar a uno de los doctores
anterior de Johnny, pero no tiene suerte. Luego es atraída por un enfermero que toca el piano en
una sala común para pacientes que están en coma desde hace mucho. Se presenta como Dewey
Martin y discuten sobre si los pacientes en coma pueden escuchar lo que sucede alrededor. Le
muestra a los tres pacientes que están allí, dos de los cuales no tienen a nadie que los visite y a
otra mujer, Marcy Lyons, que era visitada por un hermano pero que no regresó. Dos de los
pacientes se llaman Lyons (leones) y Flowers (flores), lo que se ajusta a la visión de Johnny.
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Sarah se pregunta lo que Johnny intentó decirle, luego habla con la enfermera Carrie y rápidamente
se da cuenta que ella está involucrada con el Dr. Cole. Carrie quiere saber porqué Cole nunca se ha
casado, luego la conversación gira hacia Johnny y porqué el tampoco tiene un anillo de casamiento.
Sarah luego se enfrenta a Cole y le sugiere trasladar a Johnny, ya que no están haciendo nada. Cole
recomienda no moverlo y que ella le aporte alguna idea para sacarlo de su estado. El paciente en
silla de ruedas que estaba con Cole anteriormente le pide a Sarah que lo saque de allí, repitiendo
algunas de las frases incoherentes que había dicho Johnny. El hombre sigue su curso antes de que
Sarah pueda preguntarle algo.
Sarah llama a la sheriff Turner y confronta a Cole, quien le dice que nunca ha tenido a un paciente
con esas características. El y Turner se preocupan por su salud mental, pero Sarah luego le confiesa
a Turner que ella no la hubiese llamado porque estaba investigando el pasado de Walt, pero que
confía en ella. Turner le promete investigar el pasado de Cole, y se retira a hacer unas llamadas
telefónicas. Sarah, de forma secreta, sigue a Cole hasta un cartel parcialmente cubierto que dice
Reno, y que da a un área del hospital que está en renovación. Llega hasta una nueva cocina y,
cuando Cole se va, encuentra un freezer. Lo abre y encuentra un cuerpo aún con vida: el hombre de
la silla de ruedas. El "cuerpo" la toma del brazo y dice el nombre de Cole antes de morir.
Sarah se va del hospital a buscar a Turner, quien le cuenta que Cole no tiene prontuario, y que es
un hombre casado. Sarah lleva a Turner al freezer pero no hay nada allí. Van a ver a Dewey, quien
menciona que la descripción se ajusta a la del hermano de Marcy, y saca una fotografía que Sarah
identifica con el hombre de la silla de ruedas. Turner cree que no son pruebas suficientes, por eso
Sarah va a contarle a Carrie acerca de Cole, su mujer y sus tres hijos. Carrie revela que Cole no
asesinó a nadie, pero que está estafando a la compañías de seguro, para luego vaciar las cuentas
bancarias de los pacientes que no tiene familiares. Ellos deducen que Cole eliminó al hermano a
Marcy una vez que descubrió que tenía un pariente, y suponen que Johnny pasará por lo mismo. Ella
va a detener a Cole, quien comienza a estrangular a Sarah...
...justo cuando Johnny sale de su visión de los que pasará en el futuro. Johnny simula estar
inconsciente cuando Cole llega y Sarah le pide unos minutos. Johnny entonces va y salva al
hermano de Marcy y le pide ayuda a Dewey. Johnny lo convence rápidamente diciéndole que es
psíquico y contándole cosas de su pasado. Luego encuentran al Sr. Lyons en la parte desierta del
hospital. Cole los ataca, pero Sarah lo golpea, mientras Dewey revive al Sr. Lyons.
Turner se lleva a Cole y Johnny intenta explicar como la fiebre mezcló todas sus visiones, y que las
tuvo a través de Sarah. Sarah se muestra escéptica del hecho que Turner la haya ayudado en su
visión. Van a conversar con Marcy y su hermano, ahora que Marcy ha salido de su coma inducido.
Dewey le asegura que los otros pacientes recordaban la música estando en coma. Sarah se prepara
para llevar a Johnny a casa, pero él la besa, y ella admite que no toleraría perderlo otra vez.
Elenco: Anthony Michael Hall (Johnny Smith), Nicole deBoer (Sarah Bannerman), Cara Buono
(Sheriff Turner), Tom Barnett (Dr. Cole), Angela Galuppo (Enfermera Carrie), Tyrone Benskin
(Dewey Morris), Scott Faulconbridge (Sr. Lyons), Jude Beny (Laura Flowes), Pierre Leblanc (Jerry
Clark).
Créditos:
Producción Ejecutiva: Shawn Piller, Lloyd Segan y Scott Shepherd
Co-producción Ejecutiva: Anthony Michael Hall
Producción: Madeleine Henrie y Stefanie Deoul
Supervisión de Producción: Matt McGuinness
Consultores: Richard Hatem y Ann Lewis Hamilton
Co-producción: Drew Matich
Guión: Dana Greenblatt
Dirección: Michael Rohl
EpISODIO 75
OUTCOME (CONSECUENCIA)
Emitido el 05/08/2007
Sinopsis
Johnny está en casa, preparándose para salir, cuando observa una fotografía que dejó Sarah, en la
que ella se ve feliz por primera vez desde que Walt falleció. Johnny va a buscar a Elaine, amiga de
Sarah, a la estación de ómnibus. Luego de charlar brevemente con un hombre que parece estar
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curioseando, Johnny localiza a Elaine, una escritora de crucigramas. Johnny se apoya contra una
pared y se ve, dentro de una visión, en medio de una futura explosión. Mirando un reloj en la pared,
deduce que la explosión ocurrirá dentro de 50 minutos.
Johnny trata de encontrar a Elaine en el lugar, pero primero va hasta la guardia, donde tiene una
visión en la que será detenido en el lugar para ser interrogado, hasta que la bomba explota. Se
encuentra con Elaine, quien le ofrece ayuda para resolver el misterio, y sugiere difundir la noticia.
Johnny tiene una visión en la que se ve el pánico que esto generaría y prefiere no hacerlo. Cuando
llega un hombre que quiere saber si el ómnibus de Boston ya ha llegado, Johnny lo toca y tiene otra
visión de la explosión futura, pero esta vez ve que el hombre sostiene un control remoto. Johnny
quiere mirar dentro de su valija, por eso Elaine distrae al hombre, que se llama Dave. Ve a su mujer
e hijo. Ella, Marcia, se rehúsa a dejarle al hijo con él por el fin de semana y se aleja de lugar.
Johnny se acerca a Marcia y surge una visión de ella recibiendo la noticia, por parte de un doctor, de
que solo le quedan unos meses de vida y dejará a Tyler, su hijo, con sus padres.
Johnny se sienta cerca de Dave y le cuenta sobre la condición de su esposa, mientras Elaine
intercambia las valijas. Una mujer en silla de ruedas pasa por el lugar y al tocarla, Johnny tiene la
visión de la futura explosión y cree que ella es responsable. Elaine observa algo bajo su chaqueta y
Johnny va tras ella, clamando ser de seguridad. Al tocar a la mujer, de nombre Daisy, tiene una
visión de ella en un centro de rehabilitación y le dice que la conoce de allí. Johnny llama a su
marido, Peter Hanson, y tiene una visión del hombre escribiendo un e-mail diciendo que no puede
más con su stress. Peter tiene con Johnny una conmovedora conversación. Luego resuelven sus
diferencias y ella se va, pero Elaine se da cuenta que Daisy los conducirá hacia alguien mas que les
permitirá resolver el misterio. Les quedan sólo 14 minutos.
Johnny va a ver a un empleado de reparaciones, Lewis, y ve un tablero eléctrico cerca del centro de
la explosión. Lewis es llevado a un área restringida por un guardia de seguridad, mientras los mira
otro hombre, que había aparecido en una visión anterior. Elaine lograr distraer a otro guardia y
Johnny logra entrar en el área restringida. Ve al hombre siendo increpado por no haber estado en su
lugar de trabajo y cuando va saliendo, Johnny se enfrenta al guardia de seguridad y al supervisor,
diciéndoles que Lewis es peligroso, y van tras el.
El hombre de la visión anterior habla con Elaine y le muestra una placa identificatoria de miembro
de la seguridad. Con solo 6 minutos de tiempo, Johnny intenta explicar que Lewis generará una
explosión. El agente confronta a Lewis y pide ver lo que hay dentro de un cilindro sospechoso.
Resulta ser un retrato de la supervisora, Nancy, de la que claramente Lewis está enamorado.
Johnny piensa que la cosa no ha terminado. Va hasta el tablero eléctrico y tiene una nueva visión de
la explosión. Un desesperado Sarah le dice que Sarah lo ama. El lucha con el agente y surge una
visión, en la que el arma del hombre se dispara accidentalmente, dando en la batería de la silla de
ruedas de Daisy y generando la explosión. Johnny se da cuenta que él puede ser la causa de todo.
Johnny logra tomar el arma y evitar que se produzca el desastre.
Más tarde, Johnny ve como Peter se reúne con Daisy, Dave se arregla con Marcia, y Lewis y Nancy
terminan juntos. Incluso Elaine tiene un final feliz con el agente. Más tarde en su casa, Elaine
confirma que tiene una cita con el agente y quiere saber por qué Johnny no avanza en su relación
con Sarah, pero Johnny tiene dudas sobre si esa sería una decisión correcta.
Elenco: Anthony Michael Hall (Johnny Smith), Maxim Roy (Elaine Dowd), Paul Hopkins (Andrew), Al
Goulem (Dave), Marianne Farley (Daisy Hansen), Malcolm Travis (Lewis).
Créditos:
Producción Ejecutiva: Shawn Piller, Lloyd Segan y Scott Shepherd
Co-producción Ejecutiva: Anthony Michael Hall
Producción: Madeleine Henrie y Stefanie Deoul
Supervisión de Producción: Matt McGuinness
Consultores: Richard Hatem y Ann Lewis Hamilton
Co-producción: Drew Matich
Guión: Sam Ernst y Jim Dunn
Dirección: Erik Canuel
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EpISODIO 76
TRANSGRESSIONS (TRANSGRESIONES)
Emitido el 12/08/2007
Sinopsis
Sarah se está preparando para el bautismo de Hope que será al día siguiente, mientras Johnny la
ayuda. Ella le agradece por estar ahí. Al día siguiente van a la iglesia, pero el Padre Tony, el
sacerdote que ellos esperan, no está allí. En su lugar, los atiende el Padre Brendan, quien le pide a
J.J. que lo ayude. Pero durante la ceremonia, Johnny tiene una visión del Padre Brendan practicando
un exorcismo sobre él.
Luego, en la fiesta de bautismo, Sarah le agradece a Johnny una vez más. Johnny habla con el
Padre Brendan, quien le cuenta que nunca ha hecho un exorcismo y quiere saber si el don de
Johnny es psíquico o espiritual. La sheriff Turner llega con un regalo para Sarah, aclarándole que su
investigación sobre Walt no es nada personal. La fiesta es interrumpida cuando llega Brian Judd y
demanda saber donde está el Padre Tony, quien ha desaparecido junto con Kelly, la mujer de Judd.
Mas tarde, mientras Johnny y Sarah hablan con los presentes, Johnny tiene una visión del Padre
Brendan limpiando una camisa con sangre luego de un exorcismo, y encuentra al Padre Tony en el
piso, sosteniendo una Biblia.
Johnny va a ver a Brendan e insiste en que quiere hablar con el Padre Tony, sino irá a ver a la
sheriff Turner. El Padre Brendan acepta de mala manera, y le muestra a Johnny el cuarto de la
visión. Brendan le dice que el Padre Tony está poseído, y que nadie puede acercarse a él, salvo que
digan el nombre de Kelly. Johnny observa los nombres de santos escritos en la pared, como
protección contra Satán.
En la estación de policía, aparece un señor llamado Leo Vitali, quien pide ver a Walt. Cuando Turner
explica que Walt está muerto, Vitali le dice que viene a cobrar una deuda.
Brendan explica que Tony conocía a Kelly y que una vez estuvieron enamorados, pero se niega a
dar más pistas, ya que Johnny no vio en su visión que Tony haya matado a alguien. Ven flores en la
iglesia que se han movido de lugar, si bien Brendan sabía que estaban en buen estado el día
anterior. Cuando Johnny las toca, tiene una visión de un en cuerpo envuelto en telas, siendo
enterrado en Valley Farm. Llama a Turner quien ordena una búsqueda y encuentran el cuerpo de
Kelly. Ella ordena arrestar a Brian, pero Johnny no le dice nada sobre el Padre Tony.
Al día siguiente, Johnny va a ver al Padre Brendan, quien ha llevado al Padre Tony a un lugar más
seguro, un lugar que se niega a revelar. Johnny tiene una visión del Padre Brendan oyendo la
confesión por parte de Tony del crimen de Kelly, pero Brendan se rehúsa a violar el secreto de
confesión.
Turner interroga a Brian Judd y luego se encuentra con Sarah. Ella le pregunta acerca de Leo Vitali,
pero Sarah nunca lo escuchó nombrar. Vuelve a casa y habla con Johnny, y le aconseja que vaya a
contarle a Turner, en lugar de proteger al Padre Tony. Johnny vuelve a la iglesia y examina la
habitación donde estaba el Padre Tony, y tiene una visión de Kelly encontrándose con Tony en el
hotel King Road. Encuentra el anillo de casada de Kelly en un escritorio, y luego va al hotel a
confrontar al Padre Tony. Encuentra al Padre Brendan preparándose para una exorcismo. Johnny
acepta participar y se da cuenta que el agua bendita es en realidad ácido, para provocar que lo
demoníaco "se queme".
El Padre Tony es arrestado y Brian tiene un ataque de furia cuando lo ve. El Padre Brendan insiste
que Tony es inocente, pero Johnny no lo cree. Johnny vuelve a casa donde ayuda a Sarah, quien
está limpiando algunas huellas que quedaron de las fiesta. Tiene una visión de Brian enterrando a
Kelly. Va a ver a Brian, quien trabaja en una farmacia, y tiene una visión de Brian entrando al
cuarto de Tony y dejando la camisa ensangrentada de su esposa en la cama, luego coloca droga en
el agua de Tony y deja el anillo de casada de ella en un escritorio. Johnny confronta a Brian, quien
admite haber cometido el crimen pero aclarando que no hay evidencia en su contra. Turner está allí,
y escuchó todo.
El Padre Tony vuelve a la iglesia, mientras Johnny y el Padre Brendan le explican lo que pasó. Tony
no queda convencido, ya que ha cometido adulterio y dejará el sacerdocio. Brendan admite que el
don de Johnny es la evidencia más cercana de Dios que él haya visto.
Turner va a ver a Sarah y le muestra que Walt era dueño de una cabaña en Sumerset County, algo
que Sarah no sabía. Turner desliza la posibilidad que Johnny sabía algo sobre la muerte de Walt,
mientras Johnny le confiesa al Padre Brendan que mantendrá el secreto. El Padre le dice a Johnny
que le cuente la verdad a Sarah así puede encontrar la paz. Johnny vuelve a casa y comienza a
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hablar con Sarah, quien le revela que ya lo sabía. Ella le dice que no hay futuro junto a el y se aleja
cerrando la puerta.
Elenco: Anthony Michael Hall (Johnny Smith), Nicole deBoer (Sarah Bannerman), Connor Price (JJ
Bannerman), Cara Buono (Sheriff Anna Turner), Colin Fox (Padre Brendan), Nick Baillie (Padre
Tony), Trevor Hayes (Brian Judd).
Créditos:
Producción Ejecutiva: Shawn Piller, Lloyd Segan y Scott Shepherd
Co-producción Ejecutiva: Anthony Michael Hall
Producción: Madeleine Henrie y Stefanie Deoul
Supervisión de Producción: Matt McGuinness
Consultores: Richard Hatem y Ann Lewis Hamilton
Co-producción: Drew Matich
Guión: Katie Wech
Dirección: James Head
EpISODIO 77
DRIfT (DRIfT)
Emitido el 19/08/2007
Sinopsis
Johnny visita a Bruce y van juntos a una carrera de caballos. Bruce menciona que está de novio con
una chica llamada Maria. Ven a Maria corriendo con el caballo Drift, preparándose para la "batalla de
los sexos", una competencia con un premio de 500 mil dólares. Bruce le presenta a Johnny al jockey
de Drift, Frankie, que es también el padre de Maria. Cuando Maria desmonta, Drift se pone nervioso.
Johnny alimenta al caballo y tiene una visión de Drift en un establo y un hombre diciendo:
"Agárralo". Johnny le advierte a Bruce, quien se muestra rehacio a contarle esto a Maria.
Mientras, en casa de Johnny, Sarah está buscando departamentos en el diario para alquilar, y J.J. le
pregunta si se van a mudar. Son interrumpidos porque llega Greg Stillson, quien le pregunta a J.J. y
Sarah si quieren hacer un viaje. Sarah rechaza la idea porque J.J. tiene que presentar un proyecto
en la escuela, y Stillson queda desconcertado.
Esa noche, Bruce le revela a Johnny que tiene un anillo de compromiso para Maria, y Johnny
comenta que su relación con Sarah no anda bien. Justo escuchan un ruido y salen a investigar, pero
son golpeados y se desmayan. Cuando reaccionan, ven que el caballo está bien, pero Maria ha sido
secuestrada, y hay una nota que les dice que no llamen a la policía.
A la mañana siguiente, los Rasmussens comentan que no pueden suspender la carrera, y le dicen a
Frankie que tiene 24 horas para encontrar a Maria.
Mientras, Stillson visita nuevamente a Sarah y le ofrece ayuda a J.J. en su proyecto escolar. En
tanto, Johnny decide ir en busca del dueño de Jitterbug, Bill Stark.
J.J. logra preparar un proyecto sobre plantas para sus compañeros de clase con ayuda de Stillson, y
se lo dedica a su padre. Stillson también aprovecha y dedica unas palabras a la memoria de Walt
Bannerman.
Johnny y Bruce van a ver a Jitterburg, pero Frankie piensa que Stark es un hombre honorable y le
confía a Bruce que es el hombre para su hija. Cuando Frankie toca a Johnny, surge una visión de un
herido Frankie en una ambulancia, diciendo que no pudo controlar a Drift. Johnny advierte a Frankie
y luego llega Bill Stark, quien pregunta por Maria. De todos modos, cuando traen a Jitterburg, el
caballo reacciona nerviosamente ante Johnny, quien tiene una visión de Stark aceptando el premio
por la carrera, pero donando las ganancias a entidades benéficas. Johnny deduce que Stark es
inocente y va hacia Drift.
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Mientras, en la ceremonia escolar, Stillson le cuenta a Sarah como su padre lo hacía trabajar para él
vendiendo Biblia, y que el prefería quedarse con su perro. Luego descubrió que su padre había
matado a su mascota. Sarah se pregunta si no habrá en algún momento prejuzgado a Stillson.
Johnny vuelve junto a Drift y al tocarlo, tiene una visión de los dueños de Drift siendo secuestrados
por los Rasmussens. Bruce sabe que el hijo, Tommy, ha estado manipulando las apuestas. Siguen a
Tommy al aeropuerto y Johnny lo localiza, pero Tommy lo golpea y lo encierra junto con Maria,
quien revela que no sabe quien la secuestró, aunque ahora ya sabe la verdad. Ahora los
Rasmussens no pueden dejar que ellos queden en libertad.
Con el tiempo corriendo, Maria revela que Bruce se culpa a sí mismo por convencer a Johnny de no
contarle a Sarah por la visión sobre la muerte de Walt. Bruce está con Frankie en la carrera y el
jockey asegura que estaría gustoso de tenerlo a Bruce como yerno.
Mira llama a Tom Rasmussen y Johnny lo golpea y lo encierra. Luego llama a Bruce. Les dice que
están bien y Bruce entonces golpea a Craig Rasmussen.
Sarah y Stillson, mientras, vuelven para la casa, donde Stillson le pregunta a Sarah acerca de
Johnny. Sarah comenta que la relación está mal y menciona la cabaña secreta que Walt construyó.
Stillson asegura que Walt era el hombre que ella siempre pensó, e insiste en que ella debería
mudarse a esa cabaña. El le ofrece su ayuda para resolver la investigación y Sarah acepta.
Frankie gana la carrera y Bruce le pide compromiso a Maria. Johnny resuelve sus problemas con un
apostador y luego admite que seguirá el consejo de Maria e intentará conquistar nuevamente a
Sarah. Johnny llega a casa y encuentra una camiseta de Stillson, de la ceremonia por el proyecto
escolar. Al tocarla, tiene una visión de J.J. agradeciéndole a Stillson por el día que tuvo. Luego de
que J.J. va a su cuarto, Stillson y Sarah se abrazan. Johnny considera la situación unos minutos, y
luego se va.
Elenco: Anthony Michael Hall (Johnny Smith), Nicole deBoer (Sarah Bannerman), Connor Price (JJ
Bannerman), Sean Patrick Flanery (Greg Stillson), John L. Adams (Bruce Lewis), Lita Tresierra
(Maria Toro), Conrad Dunn (Frankie Toro), John MacLaren (Craig Rasmussen), James Woods
(Tommy Rasmussen), Francis X. McCarthy (Tom Stark).
Créditos:
Producción Ejecutiva: Shawn Piller, Lloyd Segan y Scott Shepherd
Co-producción Ejecutiva: Anthony Michael Hall
Producción: Madeleine Henrie y Stefanie Deoul
Supervisión de Producción: Matt McGuinness
Consultores: Richard Hatem y Ann Lewis Hamilton
Co-producción: Drew Matich
Guión: Scott Shepherd
Dirección: Holly Dale
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Nº 117 - SEPTIEMBRE 2007
PORTADA
ÍNDICE
EDITORIAL Poe en escritores argentinos
NOTICIAS
A FONDO La influencia del genial escritor
ENTREVISTA en Castillo, Cortázar y Sábato
CORTOMETRAJES
JOsÉ MArÍA MArcOs
TORRE OSCURA Especial para INSOMNIA
Sin ir muy lejos, en un reportaje realizado por la periodista Hilda Cabrera para el suplemento Radar,
del diario Página 12, Abelardo Castillo (1935) expresó: “La influencia de Poe en la literatura
argentina es formidable. Macedonio Fernández llegó a decir que no se imaginaba el universo sin dos
versos de Poe, que además solía citar. Está en los cuentos de Jorge Luis Borges, aun cuando éste
haya dicho cosas bastante desconsideradas. Sin embargo, cuando lo leyó bien, cambió de opinión.
Repara incluso en relatos poco divulgados, como Hop Frog. Y ni hablemos (…) de Poe en Informe
sobre Ciegos, de Ernesto Sabato, que es una versión de Las Aventuras de Gordon Pym, un viaje al
infierno”.
Pese a esta declaración y otras de igual tono, poco se ha investigado sobre los alcances de este
tema. La Caída de la casa Usher -quizás uno de los relatos más difundidos de Poe- es emblemático
al respecto, dado que ha sido reescrito por varios autores (algunos con mayor acierto y otros, con
menos), hecho que -por lo menos, según los datos a mi alcance- no ha sido motivo de un análisis
sistemático.
Hace poco, un profesor de literatura me contaba que los jóvenes le pedían leer “cuentos de terror” y
que algunos de ellos conocían el nombre de Edgar Allan Poe. Él -me confesó- no sabía cómo
aprovechar esa motivación para enseñarles sobre literatura argentina y tampoco conocía la obra del
autor de Berenice. Así fue que, además de sugerirle otros autores argentinos que han incursionado
en el género fantástico, le recomendé que empezara por La Caída de la Casa Usher, que -a mi
juicio- le serviría para asomarse al mundo de Abelardo Castillo, Julio Cortázar y Ernesto Sabato.
Lo que sigue es la idea central que le expresé sobre la presencia del linaje de los Usher en los
relatos La Casa de la Ceniza (Castillo), Casa Tomada (Cortázar) y El Túnel (Sabato), obras claves de
la literatura argentina. Antes, vale recordar sucintamente que La Caída de la Casa Usher narra la
historia de dos hermanos (Roderick y lady Madeline), quienes -a causa de una terrible enfermedad-
están condenados a la locura y a la destrucción, al igual que sus posibles descendientes.
Circunstancialmente, son visitados por un pretendiente de lady Madeline, que posteriormente narra
la pavorosa ruina de la familia, que concluye con el hundimiento de la casa.
La Casa de la Ceniza
Abelardo Castillo no sólo se ha declarado admirador de Poe, sino que le ha dedicado varios libros a
su vida y a su obra, llegando a escribir la obra de teatro Israfel, donde el autor de El Cuervo es el
personaje principal. En su libro El Espejo Que Tiembla, del año 2005, Castillo volvió a Poe y “lo
soñó” en el relato Fordham, 1994.
La novela que importa aquí, La Casa de la Ceniza, fue terminada por Castillo en 1956, cuando tenía
veintiún años y, según sus propias palabras, “habitaba el mundo gótico de Poe”. Para rastrear la
presencia del autor de Eureka, no hay que hacer mucho esfuerzo, pues Castillo mismo la ha
reconocido en un postfacio de la obra: “La casa de los Usher y las habitaciones desniveladas del
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Colegio William Wilson, están notoriamente, en el origen arquitectónico de La Casa de la Ceniza”.
Esta novela breve es importante dentro de la obra de Castillo, y sin dudas, vale la pena comenzar
por ella para luego conocer otros textos de este autor. Su historia, básicamente, cuenta el
reencuentro de un hombre con un pintor decadente y pesimista, que vive en una extraña mansión.
Después de algunos días -que transcurren en un clima opresivo y desolador-, todo concluye cuando
se derrumba la residencia y el visitante escapa. Escrita en primera persona, como La Caída de la
Casa Usher, contiene muchas semejanzas que pueden hallarse a la hora de ampliar la comparación
entre ambas narraciones.
Casa Tomada
Por su parte, Julio Cortázar (1914-1984) fue traductor de Poe y, tampoco, ocultó su admiración por
él. Su original cuento Casa Tomada tiene notorias similitudes con la estirpe Usher. En primer lugar -
como en el caso de Castillo-, el relato está en primera persona y escrito por un hombre. En segundo
lugar, vuelve a aparecer una pareja de hermanos, que vive aislada, y como en caso de la casa
Usher, hay clima de decadencia, así como de incesto sugerido aunque no explicitado. En este caso,
la reescritura de Cortázar hace que el relator sea uno de los dos hermanos. Al final, cuando la casa
se vuelve extraña y amenaza la vida de sus ocupantes, los hermanos logran escapar y dejan a “los
usurpadores” adentro. He leído bastante sobre la aparición de Poe en este relato y en otras obras
del autor de Rayuela. Seguramente, si se practicara un análisis mucho más minucioso, podrían
hallarse otras referencias.
El Túnel
En el caso de El Túnel, primera novela de Ernesto Sábato (1911), publicada en 1948, no he leído
hasta la fecha ningún comentario sobre la presencia de Usher, quizá porque ésta se encuentra más
difusa. Es sabido que Sábato es admirador de la obra del norteamericano y, tal como expresó
Castillo en la declaración antes citada, pueden hallarse muchos elementos del escritor en Informe
sobre Ciegos.
También es importante la cantidad de veces que Sábato nombra a Poe, incluso en su obra inacaba
de adolescencia, La Fuente Muda, donde cita La Carta Robada. En el caso de El Túnel, el relator
escribe en primera persona (como en los casos anteriores), pero todo parece indicar que no estamos
ante una nueva versión del relato de Poe. La visita de Sábato al hogar de los Usher se produce hacia
la última parte de la novela cuando el personaje central, el pintor Juan Pablo Castel, persigue a su
amada, María Iribarne, a la casa de campo de su primo Hunter, que sería otro de los amantes de
ésta. Aquí aparece, nuevamente, el incesto (obsesión de Sábato en sus otras dos novelas), y en un
abrir y cerrar de ojos, regresamos a los parajes agrestes de la casa Usher.
Su cita reliquia podría quedar diluida en la trama de la novela y, posiblemente, sería muy difícil de
hablar del influjo de La Caída de la Casa Usher en El Túnel de no aparecer otro elemento que
explicita aún más esta relación. Cuando Castel mata a Iribarne y se lo cuenta al marido, éste lo
echa y le grita: “Insensato”, palabra clave que hace reflexionar al pintor. Justamente, “insensato” es
la misma palabra que usa Roderick Usher para expulsar al pretendiente de Madeline antes del
derrumbe de la casa, en el clímax del cuento.
La sombra de Poe
Estos tres casos son apenas un atisbo de la sombra de Poe, pues también aparece en relatos de
Alberto Laiseca (que inicia Beber en Rojo con las mismas palabras que comienza La Caída de la Casa
Usher y cita a El Cuervo en las aventuras del profesor Eusebio Filigranati, entre otros homenajes), de
Alejandro Von Der Heyde (en El Espejo de Sir Percy, por ejemplo) o de Horacio Quiroga (quien
también consideraba a Poe uno de sus maestros), por citar algunos otros autores. La lista es larga y
sería imposible incorporarla a este artículo, que sólo tiene la pretensión de esbozar un camino que
podría ser interesante de transitar para conocer más la literatura argentina.n
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Nº 117 - SEPTIEMBRE 2007
PORTADA
ÍNDICE
EDITORIAL ¿A quien le toca hoy?
NOTICIAS
A FONDO
Ana MarÍa RUiZ
ENTREVISTA © 2007. Todos los derechos reservados
Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio,
CORTOMETRAJES sin expreso consentimiento del autor
TORRE OSCURA
THE DEAD ZONE l miedo puede ser un elemento muy poderoso, que se lo digan a
OTROS MUNDOS Johnny Kishler, el hijo de perra más joven del mundo.
Sus ojos fríos y esa sonrisa levemente torcida hacia un lado, dibujaba una mueca de cinismo y
desprecio hacia cualquier ser humano, e hicieron de él un niño fácilmente reconocible entre todos los
chicos del colegio de primaria.
Cuando entró por primera vez nadie se le quería acercar, incluso los propios profesores tenían
reparo, y no era una cosa que tuvieran claro. Simplemente no se sentían a gusto con ese chico, es
como si al mirarlo sacaba lo peor de cada uno, ese monstruo oscuro que todos tenemos y que por
todos los medios queremos ocultar. Pero como eran sus profesores no les quedaban más remedio,
aunque sí procuraban, y que los alumnos agradecían, no molestarlo ni llamarle la atención. Casi
como si no existiera.
Siempre fue un chico solitario y poco hablador. Le encantaba martirizar a los animales, en especial a
gatos callejeros y pequeños roedores. En principio lo hacía solo en el colegio, con la desaprobación
de las chicas, y la admiración de los chicos. De todas las perrerías, lo que más le gustaba era
prenderles fuego, mientras el animal chillaba de agonía hasta que el fuego lo consumía quemándole
sus fuerzas. Los restos carbonizados quedaban esparcidos por el suelo envolviendo por todo el patio
el putrefacto olor a carne quemada. Durante tres años decenas de perros, gatos y ratas cayeron
bajo el yugo de su locura.
De los animales torturados pasó a la tortura humana. Que se lo digan a Kassie Wilson, una chica
retraída, que no se metía nunca con nadie, llegó a conocer el infierno en aquel curso del 68. Durante
todo ese tiempo sufrió insultos, acoso por parte de sus compañeros de clase, pero sobre todo, lo
peor que llevaba era al propio Johnny Kishler. Siempre sentía su mirada clavándose como mil agujas
por todo su cuerpo. Su sonrisa nunca podía borrarla de su mente, incluso dormida. Aunque lo que
mas temía era sus comentarios, todo lo que salía por su boca se hacía realidad, como si fuera un
profeta o un ser maldito cuyas maldiciones tomaban cuerpo cada vez que lo pronunciaba.
Una vez le dijo: «Cuidado con el negro, te persigue» y aquella tarde casi la atropella un Mustang
negro cuando cruzaba la calle a la vuelta del colegio. Otra vez fue: «El asqueroso de tu chucho no
molestará más por las noches», y dos días después encontró a Toby, un terrier adulto, muerto en el
jardín. Luego se enteró días más tarde que el perro había sido envenenado, lo que sospechó de
Kishler. Pero lo que más le ponía la carne de gallina era: «¿A quién le toca hoy, Kassie?», lo decía
con un retintín espeluznante a la vez que mostraba esa sonrisa torcida.
No se libraba de él ni siquiera cuando dormía, que cada noche se convertía en pesadilla. Todas y
cada una de las noches, él aparecía en sus sueños, unas veces transformado en araña mientras
repetía continuamente su nombre con ese retintín. «¿A quien le toca hoy, Kassie?» mientras le
rodeaba con sus patas; otras veces era una serpiente, otras un lobo en el que ella acababa medio
devorada, derramando su cuerpo destrozado litros de sangre.
Todo esto le afectaba de manera sobrehumana, llegando a perder el apetito, adelgazó casi 10 kilos,
lucía grandes ojeras y siempre iba como ausente, su mirada parecía perderse a miles de kilómetros
de aquí. Y eso repercutió en sus notas. Sus padres la llevaron a un psicólogo para ver las causas de
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su problema. Después de varias sesiones con el Dr. Maverick, la conclusión era una obsesión
compulsiva hacia algo que la atormentaba, pero no consiguió averiguar sobre qué, pues la niña
nunca comentó el pánico sobre aquel chico. La única solución que le aconsejó el doctor era que tenía
que enfrentarse a sus miedos y obsesiones. Y hasta que no los venciera, ella seguiría igual e incluso
podía ir a peor.
Ella sabía perfectamente que todos sus problemas se debían al maldito Kishler, pero tal era el pánico
que sentía que cada vez que pensaba en él su respiración se agitaba, su pulso se aceleraba y un
sudor frío recorría por todo su cuerpo. Entonces empezaban las alucinaciones, podía sentir a ese
chico en cada habitación de su casa, en cada esquina del colegio. Era un sin vivir, pero no podía
enfrentarse a él. Lo tenía asumido, todo, cualquier cosa menos enfrentarse a ese demonio. Pero lo
que no sabía es que eso cambiaría.
“De la oscuridad procedía esa risa sarcástica tan característica de él. Ella no sabía exactamente
donde se encontraba, posiblemente en mitad de un bosque, pues estaba rodeada de árboles y
matorrales. Hacía frío y un búho ululó al viento. Miró de un lado a otro con el corazón desbocado,
otra vez esa risa maléfica. De repente notó por el cuello una caricia escalofriante y dio un respingo
que casi le para el corazón. Se giró y él estaba ahí. Kishler, o más bien su cabeza, estaba metido en
el cuerpo de un escarabajo gigante, tan grande como ella. Llena de terror intentó chillar pero su
boca no emitía siquiera un débil gemido, sintió un cosquilleo por toda su boca, llenándole de un
sabor amargo, y se llevó la mano a los labios cubriéndole esta de un montón de pequeñas arañitas,
negras y peludas. Sus ojos casi se le salían de sus orbitas y comenzó a toser, y a cada tosida más
arañas salían. Dio dos paso hacia atrás y su pie trastabilló cayendo por completo al suelo. El
escarabajo de Kishler se echó encima de ella mientras le decía una y otra vez: «¿A quien le toca
hoy, Kassie?, ¿A quien le toca?». Y justo cuando abría su boca de manera descomunal para
devorarla, dijo: «Te toca a ti» y la engulló.”
Un grito de terror inundó la habitación de Kassie por la noche, tras despertarse de una pesadilla.
Cuando comprobó que seguía viva en su cuarto y todo había sido un mal sueño, se echó a llorar. Sin
embargo parecía escuchar nuevamente esa risa sarcástica. Se incorporó de la cama asustada y por
el reflejo del espejo aparecía Johnny con la sonrisa torcida. «¿A quien le toca hoy, Kassie?» Esas
malditas palabras las oía de nuevo, llevándola hasta la locura. Hipnotizada, se levantó de la cama y
caminó descalza hasta el espejo, acercándose a la sombra sonriente de Johnny, y se colocó justo
delante del espejo.
Casi toda su mente estaba perdida en esa locura, solo un débil retal de su cordura le advertía que
eso no era real. No le quedó más remedio que comprobarlo. «¿A quien le toca hoy, Kassie?».
Levantó su mano hacia el espejo y con la punta de los dedos tocó el cristal. La risa se silenció.
Johnny Kishler, desde el espejo, volvió a preguntar: «¿A quien le toca hoy, Kassie?». Kassie, con los
ojos en blanco, respondió con una sonrisa torcida: «Me toca a mi». Y empezó a reir en conjunto con
Johnny.n
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Nº 117 - SEPTIEMBRE 2007
PORTADA
ÍNDICE
EDITORIAL NiGHtmAres AnD DreAmsCApes
NOTICIAS Daniel Asaro (Argentina)
A FONDO "...A propósito de Nightmares and Dreamscapes, me parecen
absolutamente poco logrados los capítulos 2 y 3. Si bien Campo de
ENTREVISTA Batalla no destila excelencia, al menos conservaba el tono duro y
CORTOMETRAJES ascético del cuento original. Pero Crouch End y, sobre todo, El
Último Caso de Umney, parecen parodias de esos dos relatos
TORRE OSCURA
excelentes. Y lo más curioso es que no se necesitaba de grandes
THE DEAD ZONE adaptaciones para hacerlas potables. En el caso de Umney, el Envíen sus mensajes para publicar en
OTROS MUNDOS traslado a la pantalla fue tan detestable que incluso la actuación del esta sección a
gran William H. Macy, parece una mala copia de la machieta [email protected]
FICCIÓN desbordada que compuso Jack Nicholson en The Shining. Y el Por favor, detallen nombre, apellido y
cuento de Stephen, que tenía una sutileza y una melancolía difíciles país desde el que escriben.
Si quieren que su dirección de e-mail
de superar, se convirtió en un grotesco. De Crouch End no voy a aparezca en esta sección, para que les
CONTRATApA hablar demasiado. Todo el clima del relato original, quedó reducido escriban otros lectores, aclárenlo en el
en el traspaso a un ligero tour de horror, con apenas algunos mensaje.
detalles inquietantes. Más bien poco, ¿no?
Quizás el secreto sea en contratar a guionistas competentes que aprecien la obra de Stephen King y
la respeten, y no a escritores frustrados que se arrogan el derecho de "enriquecer" y bastardear la
obra del maestro. Una pregunta, ¿lo que sigue es mejor? Porque esperé la serie con mucha
expectativa, pero si sigue encaminada de esa manera, prefiero poner el DVD y ver por enésima vez
The Shawhshank Redemption..."
Respuesta
En INSOMNIA siempre valoramos y publicamos todas las opiniones. En líneas generales, las críticas
y las opiniones de los fans con respecto a la serie Nightmares and Dreamscapes han sido más que
buenas. Todos han destacado los aspectos de producción, las ambientaciones y la elección de los
elencos. Ahora, al momento de analizar episodio por episodio, las opiniones, lógicamente, difieren. Y
si bien tal vez Crouch End es de los episodios más flojos, Battleground ha sido elogiado por la
mayoría. Además, la actuación de William H. Macy en Umney's Last Case ha recibido una nominación
para un Premio Emmy. El resto de la serie, a criterio exclusivamente nuestro, mantiene un buen
nivel de calidad con algunos puntos sobresalientes como The Fifth Quarter y The End of the Whole
Mess. Resumiendo, creemos que la serie ha sido muy buena, como primera experiencia de adaptar
tantos y tan variados relatos de King a la pantalla.
Respuesta
A criterio nuestro, el tema de los finales "malos" o "flojos" en la obra de King es más un mito que
un realidad concreta. Es decir, es cierto que hay libros cuyos finales no son buenos, como el caso de
La Tienda, pero no es algo que sea común en su obra. Podemos nombrar decenas de novelas con
excelentes finales. En lo que respecta a IT, no hay que juzgar a una novela por su adaptación
cinematográfica o televisiva. La miniserie de IT es una correcta, entretenida y bien realizada historia
(para los medios económicos y de producción conque se contaba en la época que se filmó), pero de
ninguna manera es una adaptación "total" de la novela, una historia profunda de más de 1000
páginas y cientos de personajes. IT no solo es considerada por muchos la mejor novela de King, sino
que su final es perfecto, y es mucho más que los protagonistas pegándole a una araña.
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Sitio Web
Héctor Álvarez Sánchez (España)
"...Os escribo para comentaros que tengo una página web propia, WWW.HECTORALVAREZSANCHEZ.COM , en la
que hablo de mis novelas y recopilaciones de relatos, que próximamente saldrán a la venta
autoeditados. También hay una opción del menú donde podéis acceder a varios relatos publicados
en revistas de Internet, entre ellas, INSOMNIA..."
Respuesta
Héctor Álvarez Sánchez es un viejo amigo y colaborador de INSOMNIA, además de excelente
escritor. Invitamos a todos los lectores a visitar su página y leer sus relatos. ¡Y suerte para Héctor
con la publicación de sus libros!.n
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Nº 117 - SEPTIEMBRE 2007
PORTADA
ÍNDICE
EDITORIAL Chiste de Liniers El genial dibujante y humorista
NOTICIAS argentino Liniers, que ya ha visitado
anteriormente esta sección, nos
A FONDO vuelve a regalar una dosis de buen
ENTREVISTA humor dedicada especialmente a los
seguidores de Stephen King. Con
CORTOMETRAJES motivo de su visita a Bangor,
Liniers decidió reflejar lo que vivió
TORRE OSCURA
en una tira cómica.n
THE DEAD ZONE
OTROS MUNDOS
FICCIÓN
LECTORES
CHISTE DE
LINIERS
ABRIL DE 2007
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