Buceo y Autoestima - Sumérgete en El Crecimiento Personal

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Buceo y Autoestima: Sumérgete en el Crecimiento Personal

Descripción del Video:

¿Sabías que la actividad de buceo puede ser más que un simple


deporte? En este video, exploramos cómo el buceo se convierte en
una poderosa herramienta para mejorar la autoestima y el bienestar
personal. Acompáñanos a descubrir la conexión entre la
autoevaluación crítica y las experiencias bajo el agua, y aprende cómo
cada inmersión puede ayudarte a redescubrir tu valor y confianza.
Desde el impacto del entorno social hasta claves prácticas para
cultivar una autoimagen positiva, este video te proporcionará insights
valiosos para tu desarrollo personal. ¡Prepárate para sumergirte en un
viaje de autodescubrimiento y transformación!

Relación entre la Actividad Deportiva de Buceo y la Autoestima


I. Introducción

● Importancia de la Autoestima: La autoestima afecta nuestra percepción de


nosotros mismos y nuestras capacidades, lo que puede influir en la práctica del
buceo.
● Buceo como Metáfora de Crecimiento Personal: La actividad de buceo puede
ser una herramienta para mejorar la autoestima a través de experiencias
positivas.

II. Error de Atribución y Autoestima

● Autoevaluación Crítica: Tendencia a atribuir fracasos al propio desempeño y


éxitos al azar.
○ Aplicación en el Buceo: Un buceador que enfrenta dificultades en una
inmersión podría pensar que no es bueno en buceo, a pesar de sus logros
anteriores.

III. Formación de la Autoestima

● Influencias Externas: La autoestima se forma desde la infancia y es


influenciada por el entorno social.
○ Impacto del Entorno de Buceo: Las experiencias en grupos de buceo,
comentarios de compañeros, y la formación pueden moldear la autoestima
de un buceador.

IV. Claves para Mejorar la Autoestima a través del Buceo

1. Hablarnos Mejor:
○ Reforzar la Autoestima: Utilizar un lenguaje positivo sobre uno mismo;
reflexionar sobre logros en el buceo en lugar de centrarse en errores.
2. Dedicarnos Tiempo:
○ Autocuidado en el Buceo: Programar inmersiones regulares como
tiempo de calidad para uno mismo; el buceo como un momento de
relajación y disfrute personal.
3. No Necesitar la Aprobación de Nadie:
○ Confianza en Habilidades: Desarrollar la confianza en uno mismo como
buceador sin buscar validación constante de otros.
4. Priorizarse Sentíendonos Bien:
○ Escuchar Necesidades Personales: Reconocer que disfrutar del buceo y
priorizar la experiencia personal es fundamental para el bienestar.

V. Conclusión

● Buceo como Herramienta de Crecimiento: La práctica regular de buceo puede


ser un medio efectivo para fortalecer la autoestima.
● Fomento de una Autoimagen Positiva: El buceo no solo es un deporte, sino
una oportunidad para redescubrirse y construir una relación positiva consigo
mismo.

LAS CLAVES PARA CONOCER TU AUTOESTIMA Y SABER MEJORARLA

¿Cuántas veces has pensado que los éxitos que has conseguido son cosa del azar,
en cambio, los fracasos te pertenecen? Esto es un error de atribución y está muy
relacionado con la baja autoestima.

La autoestima, es el concepto que tenemos de nosotros mismos, los pensamientos,


atributos, actitudes, capacidades que pensamos nos definen. Si tendemos a pensar
que las cosas negativas que nos ocurren tienen que ver con nosotros mismos e
incluso definen quién y cómo somos, es que estas siento muy crítico e injusto contigo
mismo, además de no ser relista. Pero, ¿por qué nos pasa eso?
La autoestima se forja a través de las vivencias y suele ser el entorno quien va
moldeando la visión que tenemos sobre nosotros mismos. Aunque no lo parezca, es
algo que vamos creando desde muy pequeños en casa con los comentarios de
nuestra familia. La adolescencia también tiene un papel fundamental en la autoestima,
es el momento más crítico donde empezamos a crear la persona que seremos. A
diferencia de la infancia, aquí son nuestros amigos y nuestras primeras parejas
quienes adquieren gran relevancia en la opinión que creamos sobre nosotros.
Como se puede apreciar, la base de la autoestima es fundamental para nuestro “yo”
del futuro. Esto no quiere decir que porque en tu infancia y adolescencia te hayan
dicho que no eres una persona válida no lo seas realmente. Es aquí donde tenemos
que manejar el concepto que tenemos sobre nosotros mismos y ponernos en valor.

¿Juzgarías a tu mejor amiga de la misma manera que te juzgas a ti? Si la respuesta


es no, estamos ante un síntoma de baja autoestima, fruto de una distorsión del
pensamiento. Porque sí, la mente nos engaña muchas veces. Pongamos un ejemplo
real; imagina que llevas toda tu vida bailando y disfrutas de ello, pero llega un día en
el que se te resiste la nueva coreografía que estás practicando. Lejos de disfrutarla, te
frustras y empiezas a pensar que el baile no es lo tuyo, que has perdido el tiempo y
que cómo se te pudo ocurrir que servías para ello. Entonces, está claro que el resto
de coreografías te habían salido bien de casualidad ¿verdad? Esto es lo que antes
llamábamos error de atribución. Probablemente si esto le pasara a tu mejor amiga
serías mucho más benevolente con ella y le dirías que entiendes su frustración, pero
que un tropiezo no va truncar su esencia como bailarina.

La parte positiva de todo es que una vez que somos conscientes de que esto nos
ocurre podemos trabajar para mejorar nuestra autoestima. Aquí van algunos ‘tips’ para
no entrar en el bucle de la autocrítica:

Hablarnos mejor: cómo me hablo a mí misma es el primer punto a trabajar. Frases


como “soy tonta”, “no valgo para nada” o “cómo he podido equivocarme en esto tan
sencillo” hacen que minemos nuestra autoestima. A partir de ahora vamos a intentar
hablarnos con más cariño y compasión. La realidad es que nos pasamos las 24h del
día hablando con nosotros mismos y si todo el tiempo nos decimos cosas feas,
acabamos creyéndolas. Muchas veces no le damos demasiada importancia al
lenguaje, sin embargo, es muy relevante, “ya sabes cómo me expreso, soy una
exagerada”, pero si esto fuera cierto también utilizarías un lenguaje “exagerado” para
los adjetivos positivos “me siento una diosa”, “soy la mejor en mi trabajo” ¿lo usas?
Dedicarnos tiempo: vivimos en una vorágine de obligaciones; el trabajo, los estudios,
la casa, la familia… ¿Y el tiempo para nosotros? Es muy importante dejarse mimar por
los demás, pero aún lo es más saber mimarse a uno mismo. El autocuidado nos hace
sentirnos bien con nosotros mismos y conocernos más a fondo. ¿Cuánto tiempo al día
está destinado a ninguna obligación? ¿y a la semana? Seguramente sea entre poco y
nada. Hay que tener tiempo para darte un baño caliente, salir a pasear, tomarte algo
en esa nueva cafetería que te comento tu amiga, salir a bailar, comenzar un libro o
tirarte en la cama a no hacer nada. Eso es igual de importante que el tiempo que
inviertes en ir a trabajar, aunque nos cueste verlo.

No necesitar la aprobación de nadie: a todos nos gusta gustar. Somos seres sociales
y la aprobación de los demás nos hace sentirnos bien, pero todo tiene límites. Cuando
esta aprobación empieza a convertirse en necesidad, es porque nuestra autoestima
no es lo suficientemente fuerte. Queremos ser alabados, aceptados y validados por
los demás, pero ¿a cualquier precio? La realidad es que nunca vas a gustar a todo el
mundo, es imposible, entonces ¿para qué tanto esfuerzo? Además, es muy fácil
perderte en el camino, y dejar de saber qué opinas tú sobre ciertos temas, que te
gusta y que no, con qué disfrutas.

Priorizarse sintiéndonos bien con ello: al comenzar a forjar una sana autoestima y
ponemos por delante de los demás suele surgirnos este miedo ¿me estaré
convirtiendo en una persona egoísta? Pero tenemos que tener claro que priorizarse a
uno mismo y actuar en consonancia con lo que pensamos y queremos es sano, sin
comillas, ni interrogaciones, es SANO. Muchas veces por el estilo de enseñanza que
nos han dado nos sentimos más cómodos si sabemos que la persona a nuestro lado
es plenamente feliz, aunque nosotros no lo seamos, pero ¿cómo puede ser esto
bueno? Solemos decir que no estamos mal, que tampoco es algo que nos importe
tanto, que nos da más paz saber que estamos ayudando a otra persona y con eso
estamos bien ¿te suena? Tenemos que comenzar a darnos esa prioridad a nosotros
mismos.
Es importante que, si después de leer este artículo has llegado a la conclusión de que
tu autoestima falla, deberías considerar la opción de ponerte en manos de un
psicólogo. Está muy bien conocer las herramientas para manejarlas, pero la figura de
un profesional te ayudará a que sean más efectivas y puedas sentirte satisfecha
contigo misma.

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