Copia de Los Sofistas y Sócrates
Copia de Los Sofistas y Sócrates
Copia de Los Sofistas y Sócrates
1. La sofística
1.1. Caracteres generales
1.2. Physis y nómos
1.3. Principales sofistas
2. Sócrates
2.1. La figura de Sócrates
2.2. Crítica al relativismo sofístico
2.3. La doctrina moral de Sócrates: intelectualismo
0. La Atenas del siglo V a.C.
Tras el final de las guerras médicas ─con las victorias sobre los persas en Maratón
(490 a.C.) y Salamina (479 a.C.)─ el auge cultural y económico bascula desde la
arrasada Jonia a la triunfante Atenas. Durante los siglos VII y VI la aristocracia ha
ido perdiendo parte de su poder. En efecto, las tácticas de guerra han variado y
la victoria ya no depende del noble costosamente armado (carro, caballos y
armadura) sino del hoplita, ciudadano medio que ligeramente armado forma
cerradas falanges de infantes. La nobleza, que ha perdido el monopolio en la
defensa de la ciudad, ha de ceder poder político a las clases no aristocráticas
que han pagado un sangriento precio por la victoria. Por otro lado, con el
florecimiento del comercio y de la pequeña industria los "nuevos ricos" que no
son nobles también acaparan la riqueza. Durante el siglo VI a.C. la inestabilidad
social es continua, se suceden las revueltas que exigen el reparto de la tierra y
la abolición de las deudas. "Legisladores" (Dracón, Solón, Clístenes) y "tiranos"
(Pisístrato y sus hijos) se suceden en el poder: el resultado es un fortalecimiento
de la polis frente a la aristocracia que dará lugar a la aparición de la democracia
en el siglo V.
La democracia supone:
- la isonomía (todos los ciudadanos son iguales ante la ley). Ahora el
nacimiento de la ley (nómos) es resultado no del capricho del tirano sino
de la voluntad de todos y por tanto obliga a todos.
- y la isegoría (todos tienen derecho a hablar en la Asamblea). La Asamblea
de ciudadanos (quedan fuera las mujeres, los extranjeros y los esclavos)
es soberana: todos han de participar en ella. La democracia en Grecia no
es representativa sino directa. Incluso los cargos en el Consejo o en los
Tribunales son a menudo por sorteo. Así se crea una esfera pública: el
ágora, donde los ciudadanos han de saber desenvolverse, han de saber
hablar en público.
1. La sofística
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1.1. Caracteres generales
Durante la segunda mitad del s.V tiene lugar en Grecia y especialmente en Atenas
la aparición de la figura del sofista: es el intelectual, el profesor, el profesional
del saber. Tienen en común que:
- son extranjeros (metecos), van de ciudad en ciudad impartiendo sus
enseñanzas.
- sus conocimientos buscan preparar para alcanzar el éxito en la polis: el
éxito consiste en estos momentos en hablar bien en la Asamblea, para
ocupar los mejores puestos y ganar los pleitos en los tribunales.
- cobran por sus enseñanzas, ya que enseñan algo útil.
- son maestros en retórica, esto es, en el arte de discutir y refutar. Fueron
grandes oradores.
Los sofistas se preguntan por la validez del derecho, las costumbres, religión...
se preguntan por la validez del nómos. Así aparece clara la contraposición
sofística entre physis y nómos. Physis es la ley de la naturaleza. Frente a ello,
nómos es lo establecido por los hombres, lo convenido, la ley de la ciudad.
Por ejemplo, si atacas a alguien más fuerte, atentas contra la physis y, por tanto,
necesariamente serás castigado. La naturaleza restituye cada cosa a su lugar
propio y el lugar del débil es su sometimiento al fuerte. En cambio, si quebrantas
las leyes de la ciudad, atentas contra el nómos, pero sólo serás castigado si eres
visto. Mientras que no se puede escapar a la ley de la naturaleza, la ley de la
ciudad aparece como algo relativo, algo que depende de las circunstancias.
Conocer estas circunstancias, las circunstancias de cada situación, de cada
hombre, de cada ciudad, de cada cultura... permite saber lo que es ventajoso.
"Saber" es "saber alcanzar el éxito".
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proceso democratizador. Protágoras de Abdera, Gorgias de Leontinos, Pródico de
Ceos e Hipias de Elis son los más conocidos.
También afirmó: El hombre es medida de todas las cosas: de las que son, que
son y que son tal como son; de las que no son, que no son. Esto supone la
defensa de un relativismo: la ley (nómos) es algo basado en una convención del
hombre, no en la naturaleza y por tanto siempre es modificable.
De Gorgias (aprox. 490-390) son muy conocidas sus tres tesis contenidas en su
obra Del no-ser o de la naturaleza: Que nada es. Que si algo es, no es cognoscible.
Que si es cognoscible, no es comunicable. Expresa con estas frases que la
palabra no es un instrumento de comunicación porque:
- las palabras responden a la experiencia que de la realidad tiene quien
las pronuncia (distinta a la experiencia de quien escucha). Esto implica
que no existen significaciones comunes.
- las cosas no son palabras, por lo que la realidad no es lenguaje. Esto
implica que no existen significaciones objetivas.
Decoro para una ciudad es la hombría, para un mienten los que la vituperan y mostrando la
cuerpo la belleza, para un alma la sabiduría, verdad, suprimir la ignorancia.
para una acción la virtud, para una palabra la
verdad. Lo contrario de esto es indecoroso. Ciertamente que por naturaleza y linaje fue
Para un hombre y una mujer, para una de lo primero de los primeros hombres y
palabra y una obra, para una ciudad y una mujeres la mujer sobre la que trata este
acción, es preciso que lo digno de elogio se discurso, ni tan siquiera unos pocos lo
honre con elogio y que lo indigno se cubra de ignoran. Porque se sabe que su madre fue
vituperio, pues tan erróneo y necio es Leda, su padre un ser divino, aunque
vituperar lo elogiable como elogiar lo considerado mortal, Tíndaro y Zeus, de los
reprobable. Es propio del mismo hombre decir que éste, por serlo, lo parecía, y aquel, por
correctamente lo conveniente y refutar [...] a manifestarlo, no fue aceptado; el primero era
los que vituperan a Helena, mujer sobre la el mejor de los hombres y el segundo, señor
que unísona y unánime ha sido tanto la de todos.
opinión de los que han escuchado a los poetas
como la fama del nombre, por lo que se ha Nacida de tales padres tuvo la belleza de una
convertido en memoria de las desgracias. Mas diosa, que supo coger sin esconder.
yo quiero, aportando una argumentación con Muchísimos deseos de amor despertó en
mi discurso, suprimir la acusación contra esta muchísimos y en un sólo cuerpo reunió muchos
mujer de mala fama y, demostrando que cuerpos de hombres de altos pensamientos en
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altas empresas; de ellos, unos poseían gran con un cuerpo pequeñísimo y sumamente
riqueza, otros reputación de antigua nobleza, invisible, consigue efectos realmente divinos;
otros vigor de poder personal, otros capacidad puede ya eliminar el miedo, ya suprimir el
de sabiduría adquirida; todos llegaban dolor, ya infundir alegría, ya aumentar la
movidos por amor de victoria y por invencible compasión. Que esto es así voy a mostrarlo. Es
deseo de honores. Quién, por qué y cómo necesario mostrarlo a los oyentes también
satisfizo su amor con Helena, no lo diré, pues mediante un ejemplo por todos admitido;
el decir a los que saben cosas que saben toda poesía la considero y califico como
otorga crédito, pero no produce deleite. discurso con medida; a quien la escucha le
Pasando por alto ahora en mi discurso aquel invade un estremecimiento lleno de temor,
tiempo, comenzaré el argumento que voy a una compasión bañada en lágrimas y un
exponer y presentaré las causas que explican anhelo nostálgico, y frente a venturas y
como cosa natural la marcha de Helena a desgracias de acciones y personas ajenas el
Troya. alma sufre un sufrimiento peculiar por
mediación de las palabras. Y ahora debo pasar
Pues o por designios de Fortuna, por de éste a otro argumento. En efecto, los
decisiones de dioses y por decretos de encantamientos inspirados mediante palabras
Necesidad hizo lo que hizo, o raptada por son inductores de placer y reductores de
fuerza o persuadida por palabras o cautivada dolor. Pues, mezclado con la opinión del
por amor. Ahora bien, si fue por lo primero, alma, la potencia del encantamiento la
el acusador es digno de ser acusado, pues un hechiza, persuade y transforma con su magia.
deseo de un dios no puede ser obstaculizado De magia y seducción dos artes se inventaron,
por una previsión humana. Es efectivamente que son errores del alma y engaños de la
un hecho natural que lo más fuerte no sea opinión. ¡Cuántos a cuántos y en cuántas cosas
obstaculizado por lo más débil, sino que lo han persuadido y persuaden componiendo un
débil sea dominado y dirigido por lo más falso discurso! Pues si todos en todos los
fuerte, y que lo fuerte dirija y lo débil le siga. eventos tuvieran memoria de los pasados,
Y un dios es más fuerte que un hombre, tanto percepción de los presentes y previsión de los
en fuerza y sabiduría como en lo demás. Así futuros, no tendría el discurso la misma
pues, si hay que atribuir la causa a la Fortuna fuerza ni actuaría de igual modo; lo cierto es
o al dios, a Helena hay que absolverla de la que en la presente situación no es posible ni
infamia. recordar el pasado ni observar el presente ni
predecir el futuro; de modo que en la mayor
Si por fuerza fue raptada, ilegalmente parte de cuestiones la inmensa mayoría
forzada e injustamente maltratada, es claro dispone de la opinión como consejera de su
que el raptor como ofensor cometió alma, pero la opinión, siendo vacilante e
injusticia, mientras la raptada como insegura, empuja a vacilantes e inseguros
maltratada sufrió la desdicha. Es justo, pues, infortunios a los que se sirven de ella. Así
que el bárbaro que emprendió una bárbara pues, ¿qué impide pensar que el relato
empresa de palabra, por ley y de obra obtenga también hechizase de igual modo a Helena en
su merecido: de palabra su culpa, por ley su contra de su voluntad como si hubiese sido
deshonor y de obra su castigo. Mas la que fue raptada por violencia de unos violentos?
forzada, privada de su patria y despojada de Porque la fuerza de la persuasión en modo
sus amigos, ¿cómo no habría de ser con razón alguno se parece por su modo de ser a la
compadecida más bien que difamada? El hizo necesidad, pero tiene su misma potencia. Por
cosas terribles, ella las sufrió. Es justo, por tanto, el discurso que persuadió al alma que
tanto, que ella sea compadecida y él persuadió, la forzó a obedecer las órdenes y a
detestado. estar de acuerdo con los actos. En
consecuencia, el que ha persuadido, por haber
Si fue la palabra la que la persuadió y engañó forzado, comete injusticia, mientras que la
a su alma, tampoco en este caso es difícil persuadida, por haber sido forzada por la
defenderla y rechazar la culpabilidad de esta palabra, en vano es difamada. Puesto que la
manera: la palabra es un gran soberano que, persuasión propia de la palabra modeló el
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alma a su voluntad, es preciso aprender, en poseen en ese preciso momento; así es como
primer lugar, los discursos de los el miedo ha sido capaz de ahogar y suprimir
meteorólogos, quienes, enfrentando opinión el pensamiento. Muchos han caído en vanas
contra opinión, rechazando una e preocupaciones, terribles enfermedades e
introduciendo otra, han hecho que doctrinas incurables manías. Así es como la vista ha
increíbles y oscuras parezcan evidentes a los grabado en la mente imágenes de las escenas
ojos de la opinión. En segundo lugar, los vistas. Omito muchas de las espantosas, si
concursos reglados de oratoria, en los que un bien son semejantes las omitidas a las citadas.
solo discurso deleita y persuade a gran
multitud si es redactado con arte, aunque no Por otra parte, los pintores, cuando han
haya sido pronunciado según la verdad; y, logrado con perfección representar una sola
finalmente, debates de discursos filosóficos, persona y figura a partir de muchos colores y
en los que se muestra que también la rapidez modelos, deleitan la vista, y la fabricación de
de ingenio hace que resulte inconstante el estatuas humanas y la elaboración de
crédito de la opinión. Guardan la misma esculturas proporcionan dulce espectáculo a
relación la potencia de la palabra respecto de los ojos. Así hay cosas que por su naturaleza
la situación del alma y la prescripción de las causan dolor a la vista, otras despiertan su
medicinas respecto de la naturaleza del deseo, y hay muchas que en muchos producen
cuerpo. Porque, así como unas medicinas deseo y anhelo de muchas metas y personas.
expulsan del cuerpo unos humores y otras Así pues, si la mirada de Helena, disfrutando
otros, y unas hacen cesar la enfermedad y del cuerpo de Alejandro, transmitió a su alma
otras la vida, así también, de las palabras, deseo y porfía de amor, ¿por qué asombrarse?
unas producen dolor, otras deleite, unas Si el amor es un dios, con la fuerza divina de
asustan, otras infunden ánimo a los oyentes, los dioses, ¿cómo el más débil iba a ser capaz
otras, con cierta persuasión perversa, de repelerlo y rechazarlo? Y si es una
envenenan el alma y la hechizan.Así pues, se enfermedad humana e ignorancia del alma,
ha demostrado que, si Helena fue convencida no hay que censurarlo como falta, sino
por la palabra, no cometió una injusticia, sino juzgarlo como desgracia, pues llega como
que sufrió una desgracia. Ahora voy a exponer llega, por trampas que tiende Fortuna, no por
la cuarta causa en mi cuarto argumento. Si, decisiones de la mente, por imperativos de
efectivamente, fue amor quien provocó todo amor, no por cálculos premeditados de un
esto, sin dificultad rehuirá la culpa de la falta arte.
que se dice ha cometido. Pues las cosas que
vemos tienen una naturaleza que no es la que Así pues, ¿por qué se ha de considerar justa la
nosotros queremos, sino la que a cada una le infamia de Helena, quien, si hizo lo que hizo
ha correspondido, si bien, mediante la vista, ya estando enamorada ya persuadida por un
el alma es modelada incluso en sus discurso bien raptada con violencia bien
sentimientos. Por ejemplo, cuando un forzada por una divina fuerza, en los cuatro
ejército enemigo prepara contra enemigos un casos escapa a la acusación?
orden de batalla de bronce y hierro, éste
como medio de ataque y aquél como He borrado con mi discurso el deshonor de una
protección, si la vista lo contempla, queda mujer, he observado el acuerdo que establecí
perturbada y perturba al alma, de modo que al principio de mi discurso; he intentado
muchas veces huyen aterrados pese a que el abolir la injusticia de una infamia y la
peligro sea futuro. Pues la firme verdad de la ignorancia de una opinión, he querido escribir
ley queda desterrada por el miedo que este discurso como encomio de Helena y como
procede de la vista, la cual, una vez que llega, ejercicio lúdico para mí.
hace que se desatienda tanto la belleza
definida por la ley como el bien que nace de
la justicia. Además, algunos, al ver escenas de
terror, han perdido incluso la razón que
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Sin embargo, la sofística de la segunda época (durante la guerra del Peloponeso)
marca una cierta decadencia y degeneración. La oposición entre leyes de la
ciudad y leyes de la naturaleza se torna irreconciliable y el relativismo se
extrema. Es una época en la que la democracia entraba en decadencia y la
conciencia colectiva de la responsabilidad en la construcción de la polis se
disgregaba y surgía entonces un nuevo tipo de sofista que enseña, por medio de
la retórica, a sacar partido del marasmo colectivo y de la inseguridad personal.
La retórica se convirtió entonces en el arte de la simulación y el engaño. Es en
este período cuando aparece la acepción peyorativa del término "sofista" como
aquel que da razones que sabe falsas. Trasímaco, Calicles, Antifonte de Atenas,
Polo, Critias, Alcidamente... suelen incluirse en este grupo.
Calicles defiende que también en la vida de la polis han de dominar los fuertes,
hábiles y astutos; el discurso y la oratoria contribuyen a ello presentando como
bueno lo que satisface a cada uno.
2. Sócrates
Nació hacia el 470 a.c. y murió en el 399. Era ateniense. Pertenecía a una familia
modesta (padre escultor y madre comadrona), ejemplo del auge de las clases
medias frente a la decadencia de la aristocracia. No escribió nada y los
testimonios que han llegado sobre él son contradictorios.
Sócrates fue acusado de impiedad ante el Estado ateniense por no reconocer los
dioses de la ciudad y corromper a la juventud. En la Apología de Platón, Sócrates
presenta su discurso de defensa ante el Consejo.
Sócrates, que comparte con los sofistas la misma preocupación por los temas del
hombre y la ciudad, fue a menudo confundido con ellos. Pero lo cierto es que
Sócrates jamás cobró por sus enseñanzas y prefirió siempre el diálogo al discurso,
y, sobre todo, se opuso radicalmente al relativismo y escepticismo sofístico.
1 Según Aristóteles "dos cosas se pueden atribuir a S: los razonamientos inductivos y la definición
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Los razonamientos inductivos son un proceder que se encamina por encima de
los entes hacia su ser (eidos: aspecto, esencia). Se examinan los casos
particulares en busca de una generalización universal.
Sócrates iba por las plazas de Atenas preguntando "¿qué es la piedad?", "¿qué la
justicia?"... y gustaba preguntar a los "sabios" para demostrar que estos no saben.
La ironía socrática buscaba con sus preguntas que el otro descubriera en primer
lugar su ignorancia. Sólo sé que no sé nada es la frase atribuida a Sócrates que
vendría a significar: siendo todos los hombres ignorantes, el más sabio es aquel
que reconoce su ignorancia, que sabe que es ignorante.
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M: Por supuesto que sí y nacido en mi casa. E: Desde luego.
S: Pues fíjate bien en cuál de las dos cosas te S: Ahora bien, ¿no hay en él estos cuatro (ABCD,
parece, si recuerda o aprende de mí. DCEH, DCEH, HFID, IGAD), cada uno de los cuales
M: Así lo haré. es igual a éste (ABCD), al de cuatro pies?
S: Dime entonces, chico, ¿tú sabes que un E: Sí.
cuadrado es una figura así? S: ¿De qué tamaño resulta entonces? ¿No es cuatro
ESCLAVO: Sí. veces mayor?
S: Luego, ¿un cuadrado es una figura que tiene E: ¿Cómo no?
iguales todas estas líneas, que son cuatro? S: ¿Y es doble lo que es cuatro veces mayor?
E: Desde luego. E: No, por Zeus.
S: ¿No tiene también iguales estas, las trazadas por S: ¿Sino qué es?
medio? E: Cuádruple.
E: Sí. S: Luego del lado doble, muchacho, resulta una
S: ¿No puede un espacio así ser mayor y menor? figura no doble, sino cuádruple.
E: Desde luego. E: Es verdad.
S: De modo que si este lado es de dos pies y éste S: Porque el de cuatro veces cuatro es de dieciséis,
de dos, ¿de cuántos pies será el todo? Pero, ¿no?
plantéalo de la siguiente manera: si fuera por aquí E: Sí.
de dos pies, pero por aquí de un pie sólo, ¿no sería S: Pero ¿el cuadrado de ocho pies de qué líneas
de una vez dos pies la superficie? resulta? ¿De ésta (BE) no resulta cuádruple?
E: Sí. E: Eso digo.
S: Pero puesto que es de dos pies también por aquí, S: ¿Y su cuarta parte, de la mitad, de ésta (BC),
¿no resulta de dos veces dos? éste (ABCD)?
E: Sí. E: Sí.
S: ¿Luego resulta de dos veces dos pies? S: Bien; pero el de ocho pies, ¿no es el doble que
E: Sí. éste y la mitad que ése?
S: ¿Y cuánto son dos veces dos pies? Haz la cuenta E: Sí.
y dímelo. S: ¿No resultará de una línea mayor que ésta y
E: Cuatro, S. menor que ésa? ¿O no?
S: ¿Y no puede haber otra figura doble que ésta, E: A mí me parece que sí.
pero del mismo tipo, con todas las líneas iguales, S: Muy bien; porque lo que a ti te parece es lo que
como esta? tienes que contestar. Y dime: ¿no era de dos pies
E: Sí. este lado y de cuatro el otro?
S: ¿Y de cuántos pies será? E: Sí.
E: De ocho. S: Luego es necesario que la línea del cuadrado de
S: Vamos a ver, trata de decirme cómo será de ocho pies sea mayor que ésta, que la de dos pies,
larga cada una de sus líneas. Porque las del y menor que la de cuatro pies.
primero tienen dos pies, pero ¿y las de ese que es E: Es necesario.
doble? S: Trata, pues, de decir cómo es de larga, según
E: Es claro, S, que serán dobles. tú.
S: ¿Ves, Menón, cómo yo no le enseño nada, sino E: De tres pies.
que se lo pregunto todo? Y ahora éste cree saber S: Así, si ha de tener tres pies, ¿no añadiremos la
cómo es el lado del cual resultará el área de ocho mitad de ésta y tendrá tres pies? Porque esto (BC)
pies; ¿o no estás conforme? son dos pies y esto (CJ) uno; y por aquí, igual, dos
M: Sí. esto (JL) y esto (LK) uno; y resulta la figura que
S: ¿Pero lo sabe? dices (MBJK).
M: Nada de eso. E: Sí.
S: ¿Y él cree que es del lado doble? S: Así, si tiene tres por aquí y tres por aquí, ¿la
M: Sí. figura entera no resulta de tres veces tres pies?
S: Pues observa cómo recuerda él a continuación E: Evidentemente.
como hay que recordar. Y tú dime: ¿de la línea S: Pero tres veces tres ¿cuántos pies son?
doble afirmas tú que se engendra la figura doble? E: Nueve.
Me refiero a una figura que sea no larga por aquí y S: Pero el cuadrado doble, ¿de cuántos pies tenía
corta por ahí, sino que tiene que ser igual por todas que ser?
partes, como ésta, pero el doble que ésta, de ocho E: De ocho.
pies; y fíjate en si todavía te parece que resultará S: Luego del lado de tres pies no resulta tampoco
de un lado doble. la figura de ocho.
E: Sí me parece. E: Desde luego que no.
S: ¿No resulta este lado doble que este si le S: ¿Sino de cuál? Trata de decírnoslo con exactitud;
añadimos otro igual? y si no quieres hacer números, muestra al menos
E: Desde luego. de cuál.
S: ¿Y de este lado, afirmas tú, resultará la figura E: Pues, por Zeus, S, que yo no lo sé.
de ocho pies si hay cuatro iguales? S: ¿Te das cuenta otra vez, Menón, de por dónde
E: Sí. va ya éste en el camino de la reminiscencia?
S: Tracemos, pues, cuatro iguales a él (BE, EF, FG, Porque al principio no sabía, desde luego, cuál es
GB). ¿No resultará precisamente lo que tú afirmas la línea de la figura de ocho pies, como tampoco
que es el cuadrado de ocho pies? ahora lo sabe todavía pero, en cambio, creía
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entonces saberlo y contestaba con la seguridad del S: Siendo cuatro éstas, ¿la mitad de cada una no la
que sabe, pensando no tener dificultad; mientras ha separado hacia dentro cada línea (CA, CH, HI,
que ahora piensa que está ya en la dificultad y, del IA)? ¿o no?
mismo modo que no lo sabe, tampoco cree saberlo. E: Sí.
M: Es verdad. S: ¿Cuántas, pues, de tales mitades hay en ésta
S: ¿No es, pues, ahora mejor su situación respecto (ACHI)?
del asunto que no sabía? E: Cuatro.
M: También me parecía. S: ¿Y cuántas en esa (ABCD)?
S: Entonces, al hacerle tropezar con la dificultad y E: Dos.
entorpecerse como el torpedo, ¿le hemos causado S: Pero ¿qué es cuatro de dos?
algún perjuicio? E: El doble.
M: Me parece que no. S: De modo que éste (ACHI), ¿cuántos pies tiene?
S: Un beneficio es lo que le hemos hecho, sin duda, E: Ocho.
en orden a descubrir la realidad. Porque ahora S: ¿De qué línea?
hasta investigará con gusto, no sabiendo, mientras E: De ésta (AC).
que entonces fácilmente hubiera creído, incluso S: ¿De la que va de ángulo a ángulo del cuadrado
delante de mucha gente y muchas veces, que de cuatro pies?
estaba en lo cierto al decir acerca de la figura E: Sí.
doble que debe tener la línea doble en longitud. S: Pues a ésta la llaman diagonal los profesores; de
M: Sin duda. manera que, si su nombre es diagonal, de la
S: ¿Crees, pues, que él hubiera intentado diagonal se engendrará, según afirmas tú, E de M,
investigar o aprender lo que creía saber sin el cuadrado doble.
saberlo, antes de caer en la perplejidad, E: Desde luego que sí, S.
convencido de que no lo sabía, y de sentir el deseo S: ¿Qué te parece, Menón? ¿Ha contestado éste algo
de saberlo? que no fuera idea suya?
M: Me parece que no, S. M: No, sino las propias.
S: ¿Ha ganado entonces con entorpecerse? S: Y, sin embargo, él no sabía, según afirmamos
M: Me parece. poco antes.
S: Fíjate, pues, en lo que desde ese estado de M: Es verdad.
perplejidad va a encontrar también investigando S: Pero estaban, desde luego, en él estas ideas; ¿o
conmigo, sin que yo hay otra cosa que preguntar, no?
y no enseñar; y vigila tú a ver si me coges M: Sí.
enseñándole y explicándole en vez de interrogarle S: Luego, ¿en el que no sabe, sean cualesquiera las
sobre sus ideas. Dime ahora tú: ¿no tenemos aquí cosas que no sepa, hay ideas verdaderas acerca de
el cuadrado de cuatro pies (ABCD)? ¿Comprendes? esas cosas que no sabe?
E: Sí. M: Evidentemente.
S: ¿Podemos añadirle a este otro igual (DCEH)? S: Y ahora en él sólo como un sueño acaban de
E: Sí. levantarse esas ideas; pero si ese le sigue
S: ¿Y este tercero (DCEH), igual a cada uno de esos? preguntando repetidamente esas mismas cosas y
E: Sí. de diversas maneras, tú sabes que acabará
S: ¿Y no podemos completar además con este teniendo sobre ellas conocimientos tan exactos
(GADI)? como cualquiera.
E: Desde luego. M: Sin duda.
S: ¿No resultarán entonces estas cuatro figuras S: ¿No llegará entonces a la ciencia sin que nadie
iguales? le enseñe sino preguntándole sólo, y sacando él la
E: Sí. ciencia de sí mismo?
S: ¿Y qué? Este conjunto (BEFG), ¿cuántas veces es M: Sí.
mayor que éste (ABCD)?
E: Cuatro veces.
S: Pero lo que queríamos es que fuera doble; ¿o no
te acuerdas?
E: Desde luego.
S: Ahora bien, esta línea que va de ángulo a ángulo
(CA), ¿no corta en dos a cada una de estas figuras?
E: Sí.
S: ¿Y no son cuatro estas líneas (CA, CH, HI, IA) que
delimitan esta figura (ACHI)?
E: Sí que lo son.
S: Fíjate ahora: ¿qué tamaño tiene esta figura?
E: No sé.
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2.3. La doctrina moral de Sócrates: intelectualismo
Lo mismo que un zapatero es aquel que sabe hacer zapatos (que conoce cuáles
son los materiales adecuados y el mejor modo de ensamblarlos), igualmente un
ciudadano justo será aquel que sepa qué es la justicia y por tanto realice lo justo.
Tampoco es médico quien, sin saber medicina, acierta por casualidad con un
remedio para una enfermedad, como no es justo quien obra justamente sin
conocer qué es la justicia.
Por otro lado, para Sócrates no sería posible que alguien cometiera una injusticia
intencionadamente: en el fondo no sabría que hacía mal, porque de haberlo
realmente sabido no hubiera cometido la iniquidad.