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Enrique Mases
(GEHISo-Universidad Nacional del Comahue)
INTRODUCCIÓN
303 5
5 304
305 5
5 306
307 5
1
Diana LENTON: Los indígenas y el congreso de la nación Argentina 1880-1976. En
Naya. Org. Ar. Noticias de Antropología y Arqueología. Año 2 n.º 14. Junio de 1997.
5 308
2
Arturo Enrique, SAMPAY. Las Constituciones de la Argentina (1810-1972). EUDEBA,
Buenos Aires, 1972, p. 379.
3
2° Plan Quinquenal. Buenos Aires, Subsecretaría de Informaciones, 1953.
4
Carlos, ABREGU VIRREIRA. La protección del aborigen. 2.° Plan Quinquenal,
Presidencia de la Nación, Subsecretaría de Informaciones, Buenos Aires, 1953, p. 22
5
José MARCILLESE. Las políticas del primer peronismo en relación con las comunidades
indígenas. Andes, 22, 2011, p. 5.
309 5
6
Daniel, GARCIA DELGADO. Raíces cuestionadas: La tradición popular y la democra-
cia. Buenos Aires, CEAL, 1989. Biblioteca Política n.º 246 p. 119.
5 310
7
En Boletín de la Secretaría de Trabajo y Previsión. Mayo de 1944. Año 1 n.º 1. 15
Decreto Ley n.º 9.658/45. Dirección de Tierras. Boletín Oficial, 7 de mayo de 1945.
311 5
8
Ibídem.
9
Instrucciones que deben consultarse, relativas a disposiciones sobre protección del
aborigen. Nota del Ministro de Asuntos Sociales Salvador A Kossman. En Archivo
Histórico de la Provincia de Río Negro. Ministerio de Asuntos Técnicos. Dirección
Nacional de Migraciones. Dirección de Protección del Aborigen. Año 1948. Expe-
diente Letra D. n.º 5268.
5 312
10
Ibídem.
11
Ibídem.
313 5
12
Archivo Histórico Río Negro. Secretaría de Trabajo y Previsión. Reducciones de In-
dios. Exp. n.º 64647, f. 1.
5 314
13
Ibídem, F. 1-iv
315 5
“Si nos hemos dirigido al señor Director por los motivos que
antecede es a fin de que Ud. nos pueda asesorar en todos cuantos
sea necesario, puesto que hay tantos otros casos similares que co-
rresponde poner en mano de las autoridades, debido a que la gran
mayoría de los aborigen están manejados en las mismas condicio-
nes como está por los comerciantes de los Territorios”.15
14
Archivo Histórico. Río Negro. Justicia Letrada. Exp. n.º 5414, 1953, f,1
15
Ibídem, f. 1.
5 316
“… para que sirva de norma para las gestiones que realizan los
aborígenes, se les recuerda que por la Constitución Justicialista,
los indígenas tienen iguales derechos y obligaciones que los demás
ciudadanos argentinos y por lo tanto deben ampararse en las leyes
comunes”.16
317 5
18
Periódico El Territorio. Neuquén, año XX n.º 8882 21 de abril de 1950, p. 1.
5 318
FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA
319 5
5 320
Dora Mayer
1
Los autores agradecen los comentarios y sugerencias de Jerjes Loayza, que ayudaron a
mejorar este artículo.
321 5
5 322
2
Joel ROJAS: “Estudio Preliminar. Los espectro de Dora Mayer”, en Dora Mayer. El sol
que disipa las nubes. Textos esenciales. Lima: Fondo Editorial del Congreso del Perú.,
2018.
3
Op. cit.
4
Especialmente, destacando la obra de mujeres como Juana Alarco de Dammert o
Elvira García y García, por ejemplo.
5
Rojas afirma que “es posible denominar a Mayer una precursora del feminismo pe-
ruano, un feminismo maternal por cierto”. op. cit., p. 33. En efecto, Mayer defiende la
igualdad jurídica entre la mujer y el varón, pero asimismo que el mundo del trabajo no
es el propio de la mujer, sino el doméstico, y que si bien debe educarse, es la responsa-
ble de preservar el matrimonio, base de la vida social. Sorprendentemente, Mayer no
aprueba el voto femenino, porque considera que al entrar al espacio público, la mujer
puede desentenderse del matrimonio. Sobre el feminismo, Mayer afirma: “El feminismo
es admisible si se le considera, no como un fin, sino como un medio de conquistar una
perfección mayor para la mujer del hogar” (“La moral femenina”, 1911).
323 5
5 324
325 5
6
Dora MAYER: Memorias. (1951-1952). 3 volúmenes. Lima: Universidad Nacional Ma-
yor de San Marcos, 1992.
5 326
7
Proveniente del norte de Alemania. Actualmente, Hamburgo es considerada como
ciudad libre y Hanseática.
327 5
LA ASOCIACIÓN PRO-INDÍGENA
5 328
9
Dora MAYER: El Indigenismo. II Congreso Interamericano del Cusco, Callao, 1949.
329 5
5 330
LA COLABORACIÓN EN AMAUTA
331 5
17
Dora MAYER: Zulen y yo. Testimonio de nuestro desposorio ofrecido a la humanidad,
Lima: Imprenta Garcilaso, 1925. También véase: José ADOLPH: Dora. (1989). Lima,
Peisa, 1989. María Carla del Pilar ATENCIO VERGARA: “Estudio crítico sobre el
caso de exposición de correspondencia íntima y debate público entre los intelectuales
5 332
333 5
5 334
20
Katalin JANCSÓ: “Dora Mayer en Amauta”, en Humanidades y Lenguas Modernas,
2012, n.º 15, p. 62. De https://www.academia.edu/13044091/Dora_Mayer_en_Amauta.
335 5
21
Dora MAYER: Un debate importantísimo en el Patronato de la Raza Indígena. Lima,
1930.
5 336
22
Manuel CASTILLO OCHOA: “El populismo conservador. Sánchez Cerro y la
Unión Revolucionaria”. en Alberto ADRIANZÉN: Pensamiento político peruano
1930- 1968. Lima, Desco, 1990.
23
Tirso MOLINARI: El fascismo en el Perú. La Unión Revolucionaria, 1931-1936. Lima:
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 2009.
337 5
24
Tirso MOLINARI y Susana ALDANA: “El periplo intelectual de Dora Mayer: del
indigenismo a su –lado oscuro–”, en Yuyaykusun, 2010, n.º 2.
5 338
25
Op. cit., p. 333.
26
ROJAS, op. cit., pp. 32-33.
339 5
5 340
30
Op. cit., p. 106.
31
Op. cit., p. 111.
341 5
5 342
35
Op. cit., p. 11.
36
Loc. Cit.
37
Op. cit., p. 12.
38
Op. cit., p. 17.
343 5
39
Loc. Cit.
40
Curiosamente, el primer y último libro de Mayer se llevan el título de “estudios
sociológicos”.
41
Dora MAYER: Estudios sociológicos de actualidad. Colección de artículos, Callao, 1950.
5 344
CONCLUSIONES
Dora Mayer es ante todo una pensadora social general que critica
la política de las élites que no mostraron interés en dar forma a
la nacionalidad peruana, especialmente porque no incorporaron al
indio con las características culturales y organizativas que porta-
ba. El sociólogo francés Emile Durkheim había desarrollado desde
su perspectiva positivista, en su libro La división social del trabajo
(1893), el concepto de cohesión social, señalando que esta reque-
ría de una dimensión moral, es decir, “de un sistema de normas
y valores que regulara las bases y desarrollo de las interacciones y
contratos entre los individuos”.43 De esta manera, la expansión de
ciertos valores emblemáticos en una sociedad moderna compuesto
por individuos indicaba el grado de integración social.
42
Op. cit., p. 32.
43
Minor MORA SALAS: Cohesión social: balance conceptual y propuesta teórico metodo-
lógica. México: Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social,
2015, p. 17.
345 5
5 346
FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA
347 5
5 348
Desde las primeras décadas del siglo xx hasta los años setenta, el
Perú fue uno de los países de América Latina (por tanto, del Mun-
do) con un movimiento indigenista más amplio y potente, desde
las propuestas estéticas más estrechas a los proyectos de acción po-
lítica más ambiciosos. Ese indigenismo plural y cambiante no se
desarrolló en el vacío social, cultural o político, sino que formó
parte de la conflictiva y nunca acabada construcción de la nación
peruana como orden social y político deseado.2 Quienes, en una u
otra forma, estaban construyendo el indigenismo, discutían entre
si y litigaban contra otras posiciones intelectuales y políticas, como
eran los restos del civilismo, el modernismo leguista, el tradiciona-
lismo hispanista o los discursos, más o menos racista, futuristas o
reaccionarios, contrarios al papel de los “indios” en la formación
de la nación peruana. Pese al tono muy crítico sobre el indigenis-
mo teórico, administrativo, jurídico o eclesiástico que Mariátegui
esgrimía en el capítulo “El problema del indio”, de su famoso libro
Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana, en el epígra-
fe dedicado al indigenismo dentro del capítulo “El proceso de la
1
Este trabajo se ha desarrollado dentro de los proyectos de investigación: “Formas y re-
presentaciones de la cohesión social. Una perspectiva histórica a partir de experiencias
sudamericanas. 1860-1930”, HAR2015-65564-R, dirigido por Ricardo González Lean-
dri y “Los reversos del indigenismo: socio-historia de las categorías étnico-raciales y
sus usos en las sociedades latinoamericanas” HAR2013-41596-P, dirigido por Laura
Giraudo. Agradezco a las colegas Nuria Sala, Laura Giraudo, Pilar González, Patricia
Zárate y los colegas Ricardo González, Raúl Hernández, Martin Breuer y Gustavo
Prado, por sus apoyos durante el tiempo de discusión y trabajo
2
Norbert LECHNER: La conflictiva y nunca acabada construcción del orden deseado,
Madrid, CIS, 1986.
349 5
3
Sobre la aplicación de la noción de “campo social” de P. Bourdieu al indigenismo,
Laura GIRAUDO y Juan MARTÍN-SÁNCHEZ: La ambivalente historia del indige-
nismo. Campo interamericano y trayectorias nacionales 1940-1970, Lima, IEP, 2011.
4
José Uriel GARCÍA: El nuevo indio, Lima, Universidad Inca Garcilaso de la Vega,
2011 (1930).
5 350
5
Según que texto se lea, a finales del siglo xix y primera mitad del siglo xx, es muy fre-
cuente la referencia al “espíritu”, junto a la “cultura” o la “civilización”. Hay también
una constante referencia al “sentimiento” y a la “psicología” colectiva, todo lo cual no
significa desconocimiento de lo material y lo socioeconómico.
6
Jorge BASADRE: La promesa de la vida peruana, Lima: Augusto Elmore, Editor,
1990, p. 5. La primera edición fue publicada el año 1943, en la Revista Historia n.º 3,
que el propio Basadre dirigía.
7
Ídem.
351 5
Estos dos párrafos enlazan dos epígrafes distintos, uno sobre América
y otro sobre Perú, y con ellos Basadre ordenaba, no la más o menos
larga historia del Perú, sino el tiempo histórico de la sociedad nacio-
nal peruana; es decir, el sentido de la contemporaneidad republicana.
En esta edad contemporánea, se solapan los proyectos del progreso
social, de las revoluciones, de la integración, de la creciente comple-
jidad, y es en la edad en que la sociedad aparece como fundamento y
experiencia de sociabilidad compartida. En su ensayo, Basadre discu-
tía las bases socio-históricas de esa sociedad posible y problemática:
la igualdad proclamada y la desigualdad practicada en empresas eco-
nómicas, prejuicios raciales, recelos regionales, etc.; la legitimidad de
las élites democráticas y la precipitación de los caudillos y las riquezas
malavenidas; la exigua y dispersa población y la emergencia de las
masas que formarán el pueblo peruano; la esperanza de la soberanía y
las desilusiones de la desidia y la derrota.
Todas estas dicotomías, con sus modulaciones nacionales, las
podemos encontrar en los discursos intelectuales y sociológicos
sobre las sociedades europeas desde mediados del siglo xix hasta
la Segunda Guerra Mundial. El concepto de cohesión social, que
propuso Durkheim en su tesis sobre La división del trabajo social,
cataliza esos muchos debates sobre la aparición de las sociedades
contemporáneas y su proyección en el tiempo. La cohesión social no
hace referencia a un mero conjunto de rasgos sociales susceptible de
ser operacionalizados en un esquema de indicadores estadísticos, sino
a los procesos por los que las sociedades se construyen y transforman
desde estructuras más simples y estables a otras más complejas y
dinámicas. El concepto supone las descripciones de los fenómenos
sociales, desde los rituales religiosos hasta el delito y su sanción o
la formación de nuevas corporaciones profesionales, pero es, sobre
todo, un concepto normativo y narrativo que prefigura la evolución
de esa nueva realidad colectiva distinta a las personas y sus relaciones
parciales, eso que solemos llamar sociedad.8
8
El uso, desarrollo y crítica del concepto de cohesión social es amplísimo, la base de
datos Sociological Abstract ofrece más de 35.000 referencias.
5 352
353 5
5 354
355 5
14
José Uriel GARCÍA: El nuevo indio…, p. 30.
15
Ibídem, p. 34.
5 356
16
Ibídem, p. 121
17
Un análisis de este modelo narrativo-histórico en la novela indigenista en Antonio
CORNEJO POLAR: “La novela indigenista: una desgarrada consciencia histórica”,
LEXIS, vol. IV, n.º 1, julio 1980.
357 5
18
José Uriel GRACIA: El nuevo indio…, p. 121.
5 358
359 5
23
Ibídem, p. 117.
5 360
24
Moisés SÁENZ, Sobre el indio peruano…, pp. XIV y XV.
361 5
25
He encontrado poca información sobre este abogado, diplomático, periodista y prin-
cipal promotor de la primera ley de seguro social en el Perú, pero destaca temprano
interés por el arte y la literatura indigenista, identificando en la misma una cultura
autóctona con la que engrandecer la nación peruana, algo que dejó por escrito en
5 362
363 5
5 364
les en los años cincuenta y sesenta. El propio IIP era parte de esa
internacionalización institucional del indigenismo pero, con esca-
so presupuesto y poco personal, siempre dependió de la vitalidad
que le ofrecían los dos proyectos fundamentales en esas décadas: el
proyecto Perú-Cornell en Vicos y el Plan Indigenista Andino de la
ONU-OIT.
El proyecto de la Universidad de Cornell para realizar un ex-
perimento de antropología aplicada en la hacienda de Vicos, en el
centro del Callejón de Huaylas, departamento de Ancash, fue enviado
por Alán Holmberg (profesor de antropología cultura en Cornell y
director del proyecto) al IIP el 18 de septiembre de 1951 y ampliado
el 2132. El 25 del mismo mes Carlos Monge, director del IIP, firmaba
la carta donde informaba al primero de la aceptación del proyecto
y el inicio de conversaciones para su puesta en marcha33. Estas co-
municaciones se mantendrían por más de una década, ya fuera para
resolver cuestiones administrativas, como los visados necesarios para
los investigadores estadounidenses y sus familias, sobre presiones
políticas para la compra-venta de la hacienda y su transmisión a los
indígenas que trabajaban en ella en relaciones de “servidumbre”,
para informar sobre los avances y sus publicaciones, sobre las visitas
de personalidades, como el senador estadounidense Bob Kennedy,
y sobre nuevos convenios de formación de las nuevas generaciones
de antropólogos peruanos. El discurso que Holmberg desarrollaba
en aquella memoria del 21 de septiembre de 1951 se mantuvo como
marco de referencia general, por más que el desarrollo del proyecto
algo esencialista del futuras resoluciones de la OIT); la participación del Perú, con
delegados oficiales e intelectuales destacados en el Congreso Indigenista de Pátzcuaro
y la formación del Instituto Indigenista Interamericano; y la expedición científica al
Huallaga, en 1948, del Instituto de la Hilea Amazónica de la UNESCO (agradezco a
Nuria Sala la información sobre esta expedición).
32
Colección Carlos Monge Medrano (CCMM), IIP, E 09.020, Holmberg, Allan Ri-
chard: Proyecto presentado por el profesor de antropología de la Universidad de Cor-
nell de Estados Unidos dr. Allan Holmberg al presidente del Instituto Indigenista
Peruano”, Lima 1951-9-18, 6 folio, folder III. Y IIP, E09.023, Holmberg, Allan Richard,
Estudios de aculturación en el Callejón de Huaylas. Lima 1951-9-22, 7 folios, folder III.
33
CCMM, IIP, E 09.024, Monge Medrano, Carlos Carta de Carlos Monge Medrano
dirigida a Allan Holmberg sobre el proyecto de antropología aplicada promovido por
la Universidad de Cornell en el Perú. [aprobación del proyecto por el IIP en sesión de
24 septiembre 51], Lima, 1951-9-25, 1 folio, folder III.
365 5
5 366
367 5
5 368
369 5
5 370
FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA
39
Guillermo ROCHABRUN (ed.): La mesa redonda sobre “Todas las sangres” del 23 de
junio de 1965, Lima, IEP, 2000.
371 5
5 372
373 5
LAURA CARUSO
SABINA DI MARCO
375 5
5 376
y Perú, Siglos xix y xx, Estudios Sociales, 57, (2), (en colaboración
con Ricardo González Leandri), 2019.
377 5
PABLO MADDALENA
DANIELA MARINO
5 378
FRANCISCA RENGIFO
JUAN MARTÍN-SÁNCHEZ
379 5
5 380
f f f